La justicia y la fe en Romanos

Study Notes

La justicia de Dios se manifiesta sin la Ley, testificada por la misma Ley y los Profetas.
Esta justicia es accesible a todos los que creen en Jesucristo, sin distinción entre personas.
Todos han pecado y están alejados de la gloria de Dios, pero son justificados gratuitamente por su gracia a través de Cristo.
La redención en Cristo se ofrece como propiciación mediante la fe en su sangre.
Dios muestra paciencia al pasar por alto los pecados anteriores para manifestar su justicia en el presente.
Se establece que el hombre es justificado por la fe, no por las obras de la Ley.

Dios es el Dios tanto de judíos como de gentiles, justificando a ambos grupos por la fe.
La fe no invalida la Ley; en cambio, la confirma.

La circuncisión tiene valor porque a los judíos se les confió la palabra de Dios.
La incredulidad de algunos judíos no anula la fidelidad de Dios.

La injusticia humana no hace a Dios injusto; Dios no puede permitir que Su justicia sea comprometida.
La verdad de Dios brilla a pesar de las mentiras humanas; el juicio de Dios es necesario para el mundo.

Todos, tanto judíos como gentiles, están bajo el pecado y no hay justos.
Se citan pasajes que destacan la naturaleza pecaminosa de la humanidad, enfatizando que nadie busca a Dios.
La Ley habla a los que están bajo ella, cerrando toda boca y mostrando que la justificación no se alcanza por las obras de la Ley, sino que la Ley revela el conocimiento del pecado.