La Imposición de Manos en la Tradición Cristiana

Questions and Answers

Un signo de elección divina, de bendición, de liberación y de consagración (correct)

Un rito de la Misa del Jueves Santo

Un símbolo de la iglesia particular

Un signo de condenación y castigo

El obispo (correct)

El sacerdote local

El papa

Cualquier miembro de la iglesia

Un rito de la Misa del Jueves Santo

El Espíritu Santo en persona

El óleo o aceite mezclado con un poco de perfume (correct)

Un símbolo de la iglesia particular

Transmitir alegría y el verdadero amor del Señor Signup and view all the answers

Sucesor de los Apóstoles Signup and view all the answers

Bautismo, Confirmación y Orden Sacerdotal Signup and view all the answers

Que no se puede recibir más de una sola vez Signup and view all the answers

El sello del Señor Signup and view all the answers

Preside la iglesia particular Signup and view all the answers

El santo crisma Signup and view all the answers

Study Notes

Es un signo expresivo en la Sagrada Escritura, la liturgia y la tradición cristiana, simbolizando elección divina, bendición, liberación y consagración.
Moisés impuso las manos a Josué, y los Apóstoles a los nuevos cristianos, para conferirles el Espíritu Santo.

El obispo impone su mano sobre la cabeza del confirmando y le unge en la frente con el crisma, pronunciando las palabras "Recibe por está señal el Don del Espíritu Santo".
El crisma es el óleo o aceite mezclado con perfume, consagrado por el obispo en la Misa del Jueves Santo.
La unción con el crisma tiene el propósito de transmitir alegría y el verdadero amor del Señor.

Es el sucesor de los Apóstoles, quien preside la iglesia particular y garantiza su unidad.
Incorpora, pública y solemnemente, al cristiano a la iglesia y a su misión evangelizadora.

Los sacramentos de Bautismo, Confirmación y Orden Sacerdotal imprimen carácter, lo que significa que no se pueden recibir más de una sola vez.
El sacramento de la Confirmación deja un sello o carácter en el confirmado que no se puede repetir.

Es una decisión que es para toda la vida, comprometiéndose con Dios y reforzando lo recibido en el bautismo.
El padrino o madrina acompaña al confirmado en su camino espiritual, habiendo sido testigo del sacramento de la Confirmación.
Los catecúmenos son personas que no han recibido la confirmación y ya están en edad adulta.