La Hepatitis: Síntomas y Causas

Study Notes

La hepatitis

La hepatitis es una inflamación del hígado que puede ser aguda o crónica.
La cirrosis es una posible consecuencia del grave daño hepatocelular y aumenta el riesgo de desarrollar cáncer de hígado.
La hepatitis crónica puede deberse a la exposición al alcohol, fármacos y toxinas, u otros agentes patógenos.

Fisiopatología y manifestaciones

La necrosis de los hepatocitos y la inflamación del parénquima hepático son las principales manifestaciones de la hepatitis.
La progresión a la cirrosis es frecuente a menos que se suspenda la ingesta de alcohol.
El paracetamol, el benceno, el tetraclorido de carbono, el halotano, el cloroformo y las setas venenosas son hepatotóxicos que dañan directamente las células hepáticas.

Prevención

La hepatitis A y la hepatitis B son enfermedades prevenibles.
Vacunas como la vacuna de la hepatitis A proporcionan una protección a largo plazo contra la infección.
La prevención de la propagación de la hepatitis se centra en la promoción de la higiene y el autocuidado.

Asistencia de enfermería

La asistencia de enfermería se centra en la prevención de la propagación de la infección y la promoción de la comodidad del paciente y su capacidad de autocuidado.
El personal de enfermería juega un papel fundamental en la prevención de la propagación de la hepatitis.
La enseñanza para el alta hospitalaria y la asistencia comunitaria son fundamentales para los pacientes y su familia.

Cirrosis

La cirrosis es la etapa final de la enfermedad hepática crónica.
La cirrosis es una enfermedad progresiva e irreversible que conduce con el tiempo a la insuficiencia hepática.
La tasa de mortalidad debida a la cirrosis y la enfermedad hepática crónica es mayor en hombres que en mujeres.

Gastritis Aguda

La gastritis aguda es una enfermedad frecuente y puede estar causada por diferentes factores, como la ingestión de irritantes como ácido acetilsalicílico, alcohol, cafeína o alimentos contaminados con bacterias.
La forma más común de gastritis aguda es benigna y autolimitada, y se produce como resultado de la irritación de la mucosa gástrica.

Manifestaciones

El paciente con gastritis aguda puede experimentar síntomas leves, como anorexia (pérdida del apetito) o sensación de malestar epigástrico leve, que se alivia con el eructo o la defecación.
Otras manifestaciones más graves incluyen dolor abdominal, náuseas y vómitos.
El sangrado gástrico puede ocurrir con hematemesis o melena (heces negruzcas con aspecto de alquitrán que contienen sangre).

Gastritis Erosiva

La gastritis erosiva es una forma grave de gastritis aguda que se produce como complicación de otras enfermedades graves, como el shock, traumatismos graves, cirugía mayor, sepsis, quemaduras o traumatismo craneoencefálico.
La isquemia de la mucosa es el mecanismo primario que produce una gastritis erosiva.
La gastritis erosiva se caracteriza por erosiones superficiales múltiples de la mucosa gástrica.
El mantenimiento del pH gástrico por encima de 3,5 y la inhibición medicamentosa de la secreción ácida pueden ayudar a prevenir la gastritis erosiva.

Hemorragia Gastrointestinal

La hemorragia gastrointestinal puede ser grave y requerir un tratamiento médico y de enfermería agresivo.
La respuesta fisiológica frente a una hemorragia depende de la velocidad y magnitud del sangrado.
La hemorragia gastrointestinal puede producir rápida depleción del volumen sanguíneo con signos de disminución del gasto cardíaco, como taquicardia, hipotensión, palidez y disminución de la eliminación urinaria.
La vasoconstricción periférica se produce para mantener la perfusión de los órganos vitales.

Diagnóstico

Las pruebas diagnósticas deben enfocarse en determinar los efectos de la hemorragia y su causa.
Debe realizarse un hemograma completo, incluyendo hemoglobina y hematocrito.
Se debe determinar el tipo sanguíneo y realizar pruebas cruzadas para preparar una posible transfusión.
Los electrólitos, urea y osmolalidad séricas reflejarán los efectos de la hemorragia y la digestión de proteínas en la bioquímica sanguínea.
La función hepática y la coagulación ayudan a determinar la causa de la hemorragia.

Manejo del Paciente

El paciente con sangrado leve o lento se maneja a nivel comunitario.
Se les deben dar instrucciones sobre las causas del sangrado y medidas para prevenir episodios futuros.
Se les deben proporcionar instrucciones verbales y escritas sobre medicaciones prescritas como reductores de la acidez gástrica y suplementos orales de hierro.
Se deben recomendar alimentos ricos en hierro para tratar la anemia.
Raramente es indicada una dieta especial suave para el estómago.

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Averigua sobre la inflamación del hígado, sus tipos agudos y crónicos, y las posibles consecuencias como la cirrosis y el cáncer de hígado. Examina la fisiopatología y las manifestaciones de la hepatitis.