Gasto publico

Las prestaciones sociales comprenden las transferencias del gobierno a los hogares para mitigar el riesgo y las necesidades de bienestar.

La remuneración de asalariados refleja el gasto del gobierno en salarios y sueldos de empleados públicos.

Los otros gastos en consumo final incluyen el gasto del gobierno en bienes y servicios, por ejemplo, educación y salud.

La inversión pública y las transferencias incluyen el gasto en infraestructura, proyectos de desarrollo y transferencias a otras instituciones.

El gasto del gobierno puede dividirse en diferentes categorías económicas, incluyendo prestaciones sociales, remuneración de asalariados, otros gastos en consumo final e inversión pública y transferencias.

Un período que contiene el período previo a la incorporación de diez nuevos países a la Unión Europea (UE) el 1 de mayo de 2004 y el período inmediatamente anterior a la salida del Reino Unido, sirviendo como puntos de referencia para comparar el gasto público en España.

Se dice que estas definiciones son "artificiales" porque el Reino Unido ya no es parte de la UE desde el 31 de enero de 2020.

El término "UE-15" se refiere al grupo de los 15 estados miembros originales de la Unión Europea (UE), siendo más relevante para las comparaciones debido a la disponibilidad de datos históricos para 1980s y 1990s.

En el análisis, el término "AAPP" se utiliza para referirse a las Administraciones Públicas, las cuales incluyen las entidades públicas responsables de la gestión de los asuntos públicos.

En 2019, el gasto de las Administraciones Públicas (AAPP) en España se mantuvo por debajo del promedio de los países de la UE-15, tanto en proporción al Producto Interno Bruto (PIB) como en términos reales per cápita. En ambos casos, España se ubicaba entre los cuatro países de la UE-15 con menor gasto público.

El gasto público en España ha aumentado en 15 puntos porcentuales su peso en el PIB desde la década de los 80, lo que refleja el desarrollo de un estado de bienestar moderno.

El gasto público en España representa el 42% del PIB, en comparación con el 46% de la UE-15. Sin embargo, los ingresos públicos son solo el 39,2% del PIB, menor que el 46% de la UE-15.

El aumento de la deuda pública, desde el 35,8% del PIB en 2007 a 118,4% en 2021, está relacionado con la diferencia entre el gasto e ingresos públicos.

España tiene un peso relativamente alto en el gasto social (pensiones, desempleo) y los pagos de intereses de la deuda, comparado con la UE-15.

España destina un 41,3% del gasto a la protección social, mientras que la UE-15 destina un 40,7%. En inversión pública, España gasta el 6,7% y la UE-15 el 8,5%.

La estructura del gasto público en España, con un mayor peso en la protección social, está sesgada en comparación con la UE-15.

El gasto público en España está financiado por un sistema fiscal estable y comparable al de los países de la UE-15.

El sistema fiscal español permite financiar el estado de bienestar de manera estable a medio plazo.

La UE-15 está compuesta por 15 países europeos incluyendo España.

El gasto público en España en relación con el PIB en 2019 estaba levemente por debajo de la media europea.

El gasto público en algunos países europeos supera el 50% del PIB, mientras que en otros es inferior al 30%.

En 2019, España tenía un gasto público del 42% del PIB, ligeramente por debajo de la media de la UE-28 (43%) y la UE-15 (46%).

Aunque el gasto público español esté por debajo de la media de la UE, es superior a países como Estados Unidos (38%) y Japón (39%).

En términos de gasto público per cápita en 2019, España estaba por debajo de la media de la UE-28 y la UE-15.

El gasto público per cápita de España en 2019 fue inferior al de Francia e Italia, pero superior al de Estados Unidos.

El nivel de gasto público en España es relativamente alto en comparación con otros países del entorno cuando se considera en relación con los ingresos públicos.

La restricción presupuestaria de las Administraciones Públicas (AAPP) implica una estrecha relación entre el nivel de gastos y el de ingresos en los países.

En 2019, España tenía un gasto público superior a sus ingresos, con una ratio de gasto sobre PIB del 42% y una ratio de ingresos sobre PIB del 39,2%.

Los gráficos 4.1 y 4.2 muestran una correlación positiva entre el nivel de gasto público y el nivel de ingresos en varios países.

El gasto en educación en España representa un 9,5% del gasto total, mientras que en la UE-15 es del 10,8%.

La inversión pública y la educación son esenciales para la acumulación de capital físico y humano en la economía.

El aumento del gasto en capital público estimula la inversión privada y mejora la productividad general de la economía.

La inversión en educación eleva el capital humano, lo que implica trabajadores y empresas más productivos.

El gasto en educación y capital público tiene un impacto positivo en el crecimiento potencial de la economía.

El gasto en educación y capital público mejora la sostenibilidad de la deuda pública y la capacidad de financiación de la economía.

El gasto en educación per cápita en España es de 1.163 euros, mientras que en la UE-15 es de 1.915 euros.

Se considera el año 2019 como referencia en este documento para comparar datos.

El gasto en capital público productivo fomenta la inversión privada y mejora la productividad general de la economía.

El gasto en educación incrementa el capital humano, lo que lleva a una mayor productividad individual y eficiencia agregada.