Factores de Riesgo en la Infancia y Adolescencia

Los problemas emocionales en niños y adolescentes afectan significativamente la salud pública debido a su alta prevalencia, inicio temprano, posible cronicidad y consecuencias en el desarrollo del niño y su familia.

Se estima que del 3 al 6% de los preadolescentes y del 3 al 5% de los adolescentes presentan algún problema psicológico.

La depresión se caracteriza por sentimientos de tristeza y desesperanza, estado de ánimo irritante o pérdida de interés en actividades placenteras durante al menos dos semanas.

La depresión afecta negativamente la vida del niño, incluyendo síntomas emocionales, somáticos/biológicos y cognitivos.

La depresión puede llevar a sentimientos de inferioridad, culpa excesiva, dificultad de concentración, indecisión y pensamientos suicidas.

La depresión es la principal causa de discapacidad en adolescentes y contribuye significativamente a la morbilidad, incluyendo la ideación suicida y el suicidio en casos graves.

Los problemas y trastornos de ansiedad son comunes en niños y adolescentes, especialmente cuando enfrentan nuevos desafíos evolutivos, como la interacción social o la separación de sus figuras de apego.

Los problemas y trastornos de ansiedad se caracterizan por el miedo (respuesta a una amenaza real o imaginaria) y la ansiedad (respuesta anticipatoria a una amenaza).

Los niños que han sufrido maltrato o abandono tienen cuatro veces más probabilidades de desarrollar problemas de salud mental graves como la psicosis, la esquizofrenia y el trastorno bipolar.

La interacción social es esencial para el desarrollo social, emocional e intelectual de los niños y los adolescentes.

La cantidad y frecuencia de las relaciones sociales determinan la integración social de una persona.

Las habilidades sociales son esenciales para relacionarse de manera eficaz con los demás.

Las habilidades sociales incluyen la capacidad de expresar sentimientos, opiniones y necesidades de manera adecuada.

Las habilidades sociales impactan la autoestima, la adopción de roles y la regulación del comportamiento.

Las habilidades sociales son cruciales para el desarrollo infantil y el éxito psicológico, académico y social.

Las habilidades sociales permiten establecer y mantener relaciones interpersonales positivas.

Un continuo de comportamientos que incluyen ideas suicidas, planificación, intentos y el acto de suicidio consumado.

Una acción con resultado letal, iniciada y realizada por la persona, con conocimiento y expectativa de su muerte, y con el objetivo de cambiar su situación.

Comportamientos que presentan una dependencia excesiva a un objeto, pérdida de control y capacidad de daño.

El uso excesivo de sustancias o juegos que activa el sistema de recompensa del cerebro, similar a las drogas.

Trastorno que se presenta con comportamientos que no respetan los derechos de los demás, con conflictos con las normas o figuras de autoridad.

Comportamientos que provocan dificultades en el aprendizaje, distorsionan las relaciones y afectan la dinámica de grupo.

Un trastorno que se caracteriza por negativismo, desafío y hostilidad hacia figuras de autoridad.

El concepto de salud sexual abarca más que la ausencia de enfermedad, incluyendo el bienestar físico, psicológico y sociocultural.

Problemas relativos a la sexualidad que se inician en la infancia y adolescencia, incluyendo abuso, disforia de género, exposición a pornografía, comportamientos sexuales de riesgo, y violencia de género.

Dificultades específicas del aprendizaje (DEA), trastornos del neurodesarrollo que afectan el aprendizaje y procesamiento de la información.

El sistema de recompensa del cerebro se activa con el uso excesivo de sustancias o juegos, generando efectos similares a los que producen las drogas.

La gran mayoría de los jóvenes que consumen sustancias no desarrollan una adicción. Sin embargo, la falta de información individualizada dificulta el análisis de la gravedad del problema.

El aumento de la digitalización y la incorporación de apuestas en los videojuegos difumina la línea entre el juego sin apuestas y el juego con apuestas.

Los objetivos del Plan Regional de Adicciones en Castilla-La Mancha contemplan la reducción del consumo de drogas y otras conductas adictivas en la población infanto-juvenil.

El plan de salud mental de Castilla-La Mancha prioriza la prevención del suicidio y la intervención ante tentativas de suicidio en población infanto-juvenil.

Un trastorno del neurodesarrollo caracterizado por inatención, hiperactividad e impulsividad. Puede afectar el rendimiento escolar, personal y social.

Un grupo de problemas mentales que se caracterizan por alteraciones persistentes en el comportamiento relacionado con la alimentación. Incluye anorexia, bulimia, atracones y trastornos de la ingestión alimentaria restrictiva/evitativa.

Enfermedad crónica que afecta al desarrollo del cerebro, caracterizada principalmente por dificultades en la comunicación social y patrones de comportamiento repetitivos y restringidos.

Conductas agresivas e intimidatorias que ocurren repetidas veces o con un carácter sistemático hacia un compañero.

Un conjunto de acciones agresivas y negativas que se aplican mediante el uso de internet, dispositivos móviles o tecnologías digitales.

Un programa que busca promover el bienestar mental en entornos escolares. Incluye actividades para docentes, familias y estudiantes, así como estrategias para abordar problemas de salud mental.

Situación en la que el niño no ha conseguido alcanzar la madurez física y emocional adecuada por culpa de las carencias en el cuidado y la protección necesaria.

Conductas agresivas que un niño realiza hacia sus padres. Puede ser física, verbal o psicológica.

Dificultades que pueden afectar la salud mental y el bienestar de niños y adolescentes que son inmigrantes o refugiados.

Un problema mental que generalmente empieza en la infancia o la adolescencia temprana y puede afectar a las actividades diarias.

Un sistema de clasificación de trastornos mentales que incluye categorías para los trastornos de la conducta alimentaria.

Un tipo de trastorno de la conducta alimentaria que se caracteriza por la negativa a comer, el miedo a ganar peso y la percepción distorsionada del cuerpo.

Un tipo de trastorno de la conducta alimentaria que se caracteriza por episodios de atracones seguidos de comportamientos compensatorios para controlar el peso.

Un tipo de trastorno de la conducta alimentaria que se caracteriza por comer grandes cantidades de comida en corto tiempo.

Un tipo de trastorno de la conducta alimentaria que se caracteriza por la evitación de alimentos debido al miedo, la aversión o la preocupación por las consecuencias negativas.