Distrofina y Protrusiones Celulares

Una red de filamentos de actina y proteínas asociadas que se encuentra debajo de la membrana plasmática.

Una proteína que conecta los filamentos de actina del citoesqueleto cortical a la membrana plasmática.

Enfermedades que causan la degradación progresiva del músculo esquelético debido a mutaciones en el gen de la distrofina.

Extensiones digitiformes de la membrana plasmática que aumentan la superficie de absorción.

Capa en la superficie apical de las células que contiene microvellosidades.

Tipo especializado de microvellosidades que se encuentran en las células auditivas.

Fijan los filamentos de actina a proteínas transmembrana de la membrana plasmática.

Partes de la célula que se encuentran fuera de la membrana plasmática.

Las proteínas Arp2/3 son esenciales para el crecimiento de filamentos de actina ramificados, que son importantes para el movimiento celular. Estas proteínas se unen al extremo protuberante del filamento y hacen que la nueva rama se cree.

Las proteínas de caperuza son responsables de la estabilidad de los filamentos de actina. Se unen a los extremos y evitan que los filamentos se desensamblen.

Las tropomiosinas son proteínas fibrosas que se unen a los filamentos de actina y ayudan a estabilizarlos. Hay más de 40 tipos de tropomiosinas, cada una con un papel específico.

Hay proteínas que modifican la estructura de los filamentos de actina en lugar de solo estabilizarlos. Estas proteínas remodelan los filamentos para que puedan cumplir funciones especiales dentro de la célula.

El ensamblaje y desensamblaje de los filamentos de actina están regulados por proteínas de unión a la actina. Estas proteínas controlan el crecimiento y la estabilidad de los filamentos, lo que les permite desempeñar diferentes funciones dentro de la célula.

Los filamentos de actina son estructuras dinámicas que pueden ensamblarse y desensamblarse rápidamente. Esto permite a las células cambiar su forma y moverse.

Los filamentos de actina son importantes para el movimiento de las células, la división celular, el transporte de sustancias dentro de la célula, la formación de extensiones celulares, etc.

El citoesqueleto de actina es responsable del movimiento de la célula, la deformación de la membrana plasmática, la fagocitosis, la división celular y la formación de uniones intercelulares.

Extensiones de la membrana plasmática en forma de dedos que ayudan en la fagocitosis. Son una red tridimensional de filamentos de actina.

Son extensiones anchas y planas del borde delantero de las células. También están formados por una red de filamentos de actina.

Son extensiones finas y alargadas de la membrana plasmática que se proyectan desde los lamelipodios. Están sustentados por haces de filamentos de actina.

Proceso en el que la célula se fija al sustrato sobre el que se mueve.

Movimiento de la parte posterior de la célula durante la locomoción. Se origina por la despolimerización y retracción de los filamentos de actina.

La formación de pseudópodos, lamelipodios y filópodos es crucial para que la célula se mueva. Las extensiones celulares se forman por la polimerización de los filamentos de actina.

Para moverse, las células necesitan ensamblar y desensamblar los filamentos de actina. Este proceso está regulado por una serie de proteínas.

El movimiento celular es un proceso complejo que involucra una serie de pasos coordinados. Incluye: la extensión de protrusiones, la adhesión al sustrato, la retracción del cuerpo celular, la polimerización y despolimerización de los filamentos de actina.

La cofilina es una proteína que juega un papel clave en la dinámica de los filamentos de actina al cortar filamentos existentes y generar nuevos extremos que promueven la ramificación y el crecimiento de los filamentos.

La miosina es una proteína que funciona como un motor molecular, convirtiendo la energía química del ATP en energía mecánica para generar fuerza y movimiento.

Son estructuras dinámicas que brindan soporte estructural a las células, participan en el movimiento celular y el transporte intracelular. Están formadas por filamentos de actina, filamentos intermedios y microtúbulos.

Son los responsables de la formación de protrusiones en la membrana plasmática, impulsadas por el crecimiento de los filamentos de actina.

El ATP se utiliza como fuente de energía para la miosina al transformarlo en energía mecánica para generar fuerza y promover el movimiento.

El tercer componente mayor del citoesqueleto celular, formado por estructuras rígidas de 25 nm de diámetro que determinan la forma de las células, participan en el movimiento celular, el transporte de orgánulos y la separación de los cromosomas durante la mitosis.

Proteína globular que forma los microtúbulos. Dos subunidades, -tubulina y -tubulina, se unen para formar dímeros.

Estructura formada por 13 protofilamentos lineales, que están formados por dímeros de tubulina unidos de forma cabeza-cola alrededor de un núcleo hueco.

Los microtúbulos tienen dos extremos diferenciados: - (menos) y + (más).

Los microtúbulos son capaces de ensamblarse y desensamblarse rápidamente.

Son proteínas que forman filamentos intermedios, ubicados en el citoplasma de la mayoría de las células.

Es un tipo de filamentos intermedios específico del núcleo, que ayuda a mantener su estructura y forma.

Los filamentos intermedios están compuestos por proteínas que se enrollan para formar estructuras más grandes, como protofilamentos y filamentos.

Los filamentos intermedios se extienden desde el núcleo hasta la membrana plasmática, creando una red que proporciona soporte y estructura a la célula.

Los filamentos intermedios pueden interactuar con otros componentes del citoesqueleto, como los microfilamentos y los microtúbulos.

Los filamentos intermedios son importantes para mantener la integridad de la célula y el tejido, y su alteración puede provocar enfermedades.

Fibras finas y flexibles del citoesqueleto formadas por la proteína actina. Permiten el movimiento, la deformación y el transporte de sustancias dentro de la célula.

Proteína que se ensambla en filamentos para formar los microfilamentos. Abundante en la mayoría de las células.

Estructuras flexibles y fuertes del citoesqueleto formadas por proteínas fibrosas. Aportan soporte estructural y resistencia a las células. Se encuentran en el citoplasma de la mayoría de las células.

Los monómeros de actina (actina G) se polimerizan para formar filamentos (actina F).

Los filamentos de actina tienen una polaridad, con un extremo positivo (+) y uno negativo (-).

El ensamblaje y desensamblaje de los filamentos de actina están influenciados por la concentración de monómeros de actina, la presencia de proteínas de unión a la actina y las condiciones celulares.

Los filamentos de actina interactúan con proteínas de unión a la actina que regulan su dinámica y funciones.

El citoesqueleto de actina es una red tridimensional de filamentos de actina que proporciona soporte estructural, facilita el movimiento celular y participa en la división celular.

Los filamentos de actina son fundamentales para la locomoción celular (movimiento), como ocurre en la migración de células inmunitarias o en la formación de tejidos durante el desarrollo.

El citoesqueleto de actina también participa en la división celular. La actina ayuda a separar los cromosomas durante la mitosis.

En células no musculares, la contracción se produce por la fosforilación de una cadena ligera específica de la miosina II, llamada cadena ligera reguladora.

La fosforilación de la cadena ligera reguladora en células no musculares tiene dos efectos: promueve el ensamblaje de la miosina en filamentos y aumenta la actividad catalítica de la miosina, permitiendo la contracción.

La quinasa de la cadena ligera de la miosina (MLCK) es la enzima responsable de la fosforilación de la cadena ligera reguladora. Esta quinasa está regulada por la calmodulina, una proteína de unión al calcio.

El aumento del calcio citosólico promueve la unión de la calmodulina a la MLCK, activando la fosforilación de la cadena ligera reguladora de la miosina, lo que desencadena la contracción.

Las miosinas no convencionales son una familia de proteínas que se encuentran en las células no musculares y no se ensamblan en filamentos. Son responsables del transporte de vesículas, orgánulos y otras cargas.

La miosina I desempeña varias funciones importantes, como la formación de los brazos laterales de las microvellosidades, el transporte de vesículas y orgánulos, el movimiento de la membrana plasmática durante la fagocitosis y la extensión de pseudópodos.

Las miosinas son proteínas motoras que convierten energía química en energía mecánica para mover cargas a través de los filamentos de actina.

Las MAPs (Proteínas asociadas a los microtúbulos) que se unen al extremo ‘más’ del microtúbulo y aumentan su velocidad de crecimiento al incorporar tubulina unida a GTP.

Las MAPs que aceleran el acortamiento de los microtúbulos al estimular la disociación de la tubulina-GTP en el extremo ‘más’.

Actúan regulando la velocidad de crecimiento y desensamblaje de los microtúbulos, afectando la estabilidad de la estructura.

Son proteínas que se unen a los microtúbulos, con diferentes funciones en el ensamblaje, desensamblaje y estabilidad de los microtúbulos.

Son una parte esencial del citoesqueleto, con diversas funciones en el transporte de orgánulos, la movilidad celular y la división celular.

Los microtúbulos participan en el movimiento celular, el transporte de orgánulos y la separación de los cromosomas durante la mitosis.

Es la -tubulina que juega un papel crucial en el ensamblaje de los microtúbulos.

Las proteínas motoras como las quinesinas y dineínas se desplazan a lo largo de los microtúbulos, y generalmente en direcciones opuestas: las dineínas hacia el extremo 'menos' y las quinesinas hacia el extremo 'más'.

Las quinesinas son proteínas motoras que se mueven hacia el extremo 'más' de los microtúbulos. Son responsables del transporte de vesículas y orgánulos a lo largo del citoesqueleto.

Las dineínas son proteínas motoras que se mueven hacia el extremo 'menos' de los microtúbulos. Son responsables del batido de cilios y flagelos, y del transporte de cargas hacia el extremo 'menos' del citoesqueleto.

Las quinesinas son responsables del transporte de vesículas y orgánulos. Tienen una estructura con cabeza globular, un cuello, una cola y una región de unión al microtúbulo.

Las dineínas citoplásmicas son responsables del movimiento de la mayor parte de la carga hacia el extremo 'menos' de los microtúbulos.

Las dineínas son importantes para el movimiento de cilios y flagelos.

La quinesina I es una proteína motora que se compone de dos cadenas pesadas y dos cadenas ligeras. Las cadenas pesadas son responsables de la unión al microtúbulo y al ATP, mientras que las cadenas ligeras se unen a la carga que se transporta.

Las quinesinas y las dineínas son esenciales para el transporte intracelular y el movimiento de los orgánulos, lo que permite a las células funcionar correctamente.