Derechos Humanos y Justicia en la UE

Las facultades y libertades que todas las personas poseen simplemente por ser humanas.

Los derechos humanos son universales porque se aplican a todos los seres humanos, sin importar dónde vivan o quiénes sean.

Los derechos humanos son igualitarios porque no distinguen entre personas o grupos por su origen, sexo, etnia o cualquier otra condición.

Los derechos humanos no pueden ser arrebatados o cedidos.

Los derechos humanos son inviolables, es decir, nadie puede violarlos o quitarlos.

Los derechos humanos no se pierden con el paso del tiempo.

Los derechos humanos se basan en la idea de que todos son igualmente importantes y necesarios para la plena realización de la persona.

Los derechos humanos están interconectados y para disfrutar de unos, es necesario que se cumplan los demás.

Los derechos humanos son innatos porque son inalienables (intrasmisibles e irrenunciables).

Los derechos humanos son imprescriptibles e irrevocables porque una vez que sean reconocidos no se pueden perder.

Los derechos humanos son progresivos porque con el transcurso del tiempo se producen nuevos reconocimientos de derechos.

Son aquellos derechos civiles y libertades públicas, tales como los derechos a la seguridad y a la integridad física y moral de la persona, así como los derechos políticos en el sentido amplio del término, tales como el derecho a la ciudadanía y el derecho a la participación democrática en la vida política del Estado.

En este grupo se incluyen los derechos económicos, sociales y culturales, entre los que se encuentran el derecho a la propiedad, el acceso a los bienes materiales, los derechos familiares, la salud, la educación, la cultura y los derechos laborales.

Vinculados con la solidaridad, estos derechos surgen de la doctrina de los años 1980 y se refieren a ámbitos tales como: el consumo, el medio ambiente y el patrimonio de la humanidad, entre otros.

La Carta de las Naciones Unidas (ONU) da lugar a la creación de la Organización de las Naciones Unidas (O.N.U.).

La Declaración Universal de los Derechos Humanos es un documento fundamental para la protección de los derechos humanos.

Son derechos basados en la doctrina de la solidaridad del siglo XX y se enfocan en áreas como el consumo, el medio ambiente y el patrimonio de la humanidad. Ejemplos: derecho a la paz, derecho a la calidad de bienes, derecho al ambiente sano, etc.

La Declaración Universal de los Derechos Humanos se aprueba en la Asamblea General de la ONU, pero sus resoluciones solo tienen valor de recomendaciones para los Estados, no son obligaciones jurídicas vinculantes.

Pacto internacional de 1966 que defiende los derechos civiles y políticos como el derecho a la vida, la libertad, la expresión, la participación política, la igualdad ante la ley, entre otros.

Pacto internacional de 1966 que defiende los derechos económicos, sociales y culturales como el derecho al trabajo, la educación, la salud, la seguridad social, el desarrollo, entre otros.

Conjunto de tres documentos fundamentales de la ONU que conforman la base legal para la protección de los derechos humanos a nivel global.

La ONU busca promover el respeto a los derechos humanos a través de la enseñanza y la educación en todas las instituciones educativas y países.

Reconocer la dignidad intrínseca y la igualdad de todos los seres humanos es la base de la libertad, la justicia y la paz mundial.

La Declaración Universal busca proteger los derechos humanos creando un marco legal que evite la opresión y la tiranía.

La Declaración Universal promueve relaciones amistosas entre naciones y el desarrollo social con un concepto amplio de la libertad.

La Declaración Universal proclama los derechos civiles, políticos, económicos, sociales y culturales como derechos universales e inalienables.

La Declaración Universal se inspira en el horror de la Segunda Guerra Mundial y busca evitar violaciones a los derechos humanos y la dignidad humana.

La creación de la ONU marca un proceso de internacionalización de los Derechos Humanos, una reacción global a las atrocidades de la guerra.

La Conferencia de San Francisco de 1945 dio lugar a la creación de la ONU, con el objetivo de mantener la paz y la seguridad internacional y proteger los derechos humanos.

El derecho de cada persona a recibir un salario justo que le permita vivir con dignidad, tanto a él como a su familia.

El derecho de las personas a unirse a sindicatos para defender sus intereses laborales.

El derecho a un descanso adecuado, incluyendo vacaciones pagadas y límites razonables a la jornada laboral.

El derecho de cada persona a un nivel de vida que le permita vivir con salud y bienestar, incluyendo alimentación, vivienda y atención médica.

El derecho de las mujeres embarazadas y los niños a cuidados y protección especiales, sin importar su situación familiar.

El derecho de todas las personas a la educación, con énfasis en la instrucción básica gratuita y obligatoria.

El objetivo de la educación es desarrollar la personalidad humana, promover la tolerancia y la paz entre las naciones, además de cultivar el respeto a los derechos humanos.

El derecho de los padres a elegir el tipo de educación para sus hijos.

El derecho de las personas a participar libremente en la cultura, las artes y los avances científicos.

El derecho a la protección de los derechos morales y materiales por la creación de obras artísticas, literarias o científicas.

El derecho a un orden social e internacional que garantice el pleno ejercicio de los derechos y libertades proclamados en esta Declaración.

El deber de cada persona hacia la comunidad, ya que solo a través de ella puede desarrollar su personalidad.

Las limitaciones a los derechos y libertades individuales solo pueden ser impuestas por la ley, con el objetivo de proteger los derechos de los demás y el bienestar general.

Los derechos y libertades proclamados en esta Declaración no pueden ser utilizados contra los propósitos y principios de las Naciones Unidas.

Ninguna disposición de esta Declaración puede ser interpretada como un permiso para suprimir los derechos y libertades proclamados.

Nadie debe ser sometido a tortura u otros tratos crueles, inhumanos o degradantes.

Cualquier persona tiene derecho a una nacionalidad. Nadie debería ser privado arbitrariamente de su nacionalidad o del derecho a cambiarla.

Este derecho se refiere al derecho de las personas a reunirse pacíficamente con otras personas sin temor a represalias o interferencias.

Nadie será condenado por un acto que no era ilegal en el momento en que se cometió. Nadie puede recibir una pena más severa que la que se aplicaba en el momento de la comisión del delito.

Toda persona, como miembro de la sociedad, tiene derecho a la seguridad social y a obtener, mediante el esfuerzo nacional y la cooperación internacional, la satisfacción de los derechos económicos, sociales y culturales indispensables para su dignidad y el desarrollo de su personalidad.

Toda persona tiene derecho a circular libremente y a elegir su residencia en el territorio de un Estado.

Reconoce que todos los seres humanos son desiguales ante la ley y que no hay ningún tipo de discriminación.

Este derecho reconoce que todos tienen derecho a ser protegidos de injerencias arbitrarias de los demás, ya sea en su vida privada, su familia, su domicilio o su correspondencia, así como en su honra y reputación.

Las personas tiene derecho a expresar su opinión, obtener informaciones y difundirlas sin restricciones, aunque esas opiniones sean consideradas como molestas.

Los hombres y las mujeres, a partir de la edad núbil, tienen derecho a casarse y fundar una familia sin restricción por motivos de raza, nacionalidad o religión, y tienen los mismos derechos en cuanto al matrimonio, durante el matrimonio y en caso de disolución del matrimonio.

Nadie debe ser sometido a esclavitud o servidumbre. La esclavitud y la trata de esclavos están prohibidas en todas sus formas.

Este derecho reconoce que todos los seres humanos son iguales ante la ley, y que nadie puede ser discriminado debido a su origen, sexo, raza o cualquier otra condición.

Toda persona tiene derecho a la libertad de pensamiento, de conciencia y de religión.

Este derecho está estrechamente relacionado con el derecho a la vida, la libertad y la seguridad personal. Se refiere a la protección del cuerpo de la persona contra cualquier tipo de daño o agresión.

El Convenio Europeo de Derechos Humanos fue creado para garantizar la protección colectiva de los derechos humanos, y representa el primer paso hacia un reconocimiento progresivo de los derechos humanos y libertades fundamentales.

El Convenio Europeo de Derechos Humanos no está destinado a ser un cuerpo legal definitivo, sino un punto de partida para la protección, desarrollo y reconocimiento progresivo de los derechos humanos y libertades fundamentales.

El Convenio Europeo de Derechos Humanos incluye 13 Protocolos adicionales que amplían el catálogo de derechos reconocidos en 1950 y modifican los mecanismos de garantía inicialmente instituidos.

El Título I del Convenio Europeo de Derechos Humanos define los derechos y libertades reconocidos, mientras que el Título II regula el funcionamiento del Tribunal Europeo de Derechos Humanos.

El Tribunal Europeo de Derechos Humanos se encarga de asegurar el cumplimiento del Convenio y sus Protocolos por parte de los Estados miembros.

Los Estados miembros del Consejo de Europa no están obligados a aceptar todos los Protocolos que amplían el catálogo de derechos del Convenio Europeo.

El Convenio Europeo de Derechos Humanos protege fundamentalmente derechos civiles y políticos, pero algunos derechos tienen una dimensión social y económica.

El Tribunal Europeo de Derechos Humanos está integrado por jueces de cada país signatario del Convenio.

El Tribunal Europeo de Derechos Humanos puede conocer de asuntos presentados por Estados miembros o por personas que se consideren víctimas de una violación de sus derechos.

Las sentencias definitivas del Tribunal Europeo de Derechos Humanos tienen fuerza obligatoria para los Estados miembros, y sus decisiones pueden ampliar el reconocimiento de derechos no explicitamente recogidos en el Convenio.

La Carta Social Europea, adoptada en 1961, aborda derechos económicos, sociales y culturales, como el derecho a la vivienda, la salud, la educación y el trabajo.

La Carta Social Europea reconoce el derecho a la negociación colectiva como un derecho económico y social.

La Carta Social Europea protege los derechos de los trabajadores migrantes, asegurando la seguridad social y protección económica para ellos y sus familias.

La Carta Social Europea establece el derecho a la protección social de las personas de edad, garantizando su bienestar y apoyo.

La Carta Social Europea promueve la igualdad de oportunidades y trato en materia de empleo y ocupación, prohibiendo la discriminación por razón de sexo.

El Tribunal de Justicia de la Unión Europea es la institución que garantiza la correcta interpretación y aplicación de las leyes europeas en todos los países de la UE.

El Tribunal de Cuentas Europeo se encarga de comprobar que el presupuesto de la UE se utiliza de manera eficiente y legal.

El Tribunal de Justicia resuelve conflictos legales entre países de la UE, instituciones de la UE, empresas y personas.

El Tribunal de Justicia tiene un juez de cada país de la UE para representar a los sistemas legales nacionales.

El Tribunal de Cuentas Europeo se asegura que el dinero de la UE se recaude de manera adecuada y se use para los fines previstos.

La Carta Europea de los Derechos Fundamentales es un documento que garantiza los derechos civiles, políticos, económicos y sociales de las personas en la Unión Europea.

La Carta de los Derechos Fundamentales de la UE se basa en valores como la dignidad humana, la libertad, la igualdad y la solidaridad.

La Carta de los Derechos Fundamentales abarca distintos capítulos como Dignidad, Libertades, Igualdad y Solidaridad, abarcando un amplio espectro de derechos.

La Carta de los Derechos Fundamentales de la UE se basa en los principios de la democracia y el Estado de Derecho, asegurando un sistema de gobernanza transparente y responsable.

La Carta de los Derechos Fundamentales de la UE tiene fuerza vinculante para los países miembros, lo que significa que deben cumplirla.

El derecho a la libertad de reunión permite a las personas reunirse pacíficamente y expresar sus opiniones colectivamente.

El derecho a la no discriminación protege a las personas de ser discriminadas por motivos de origen, sexo, etnia o cualquier otra condición.

El derecho a la igualdad entre hombres y mujeres garantiza que todas las personas tienen los mismos derechos y oportunidades, independientemente de su género.

El derecho al trabajo justo y equitativo incluye el derecho a unas condiciones de trabajo justas, un salario adecuado y la protección contra el despido injustificado.

El derecho a la protección de la salud garantiza el acceso a los servicios médicos y la protección contra las enfermedades.

El derecho a la protección del medio ambiente garantiza la protección del entorno natural y de los recursos naturales.

La Carta Europea de los Derechos Fundamentales es un documento que se complementa con el Convenio Europeo de Derechos Humanos, ambos trabajando para proteger los derechos humanos en Europa.

El Tratado de Roma, firmado en 1957, estableció la Comunidad Económica Europea (CEE) con el objetivo de promover la cooperación económica entre los países miembros.

La agilidad en el intercambio comercial dentro de la CEE llevó a la eliminación de los aranceles internos entre los países miembros, pero solo para bienes, no para personas, servicios o capitales.

El Acta Única Europea, aprobada en 1986, extendió el libre movimiento a personas, servicios y capitales, creando un mercado único para 1992.

El Tratado de Maastricht, firmado en 1992, marcó un paso importante hacia la integración política, consolidando la Unión Europea con una moneda única, ciudadanía europea y una política exterior común.

La ciudadanía europea, reconocida en el Tratado de Maastricht, otorga a los ciudadanos de la UE los mismos derechos en todos los países miembros.

El euro, la moneda única de la UE, entró en circulación en 2002, representando un paso clave hacia la integración económica.

El Tratado de Ámsterdam, firmado en 1997, reforzó la cooperación en áreas como la salud, seguridad laboral, igualdad de género y protección de datos personales.

Las Instituciones de la Unión Europea son los organismos políticos a los que los Estados miembros delegan parte de sus poderes y soberanía, creando un sistema supranacional.

El Parlamento Europeo, como parte de las instituciones de la UE, representa a los ciudadanos de los Estados miembros.

El Consejo de la Unión Europea, que representa a los gobiernos de los Estados miembros, juega un papel importante en el proceso legislativo de la UE.

El Tratado Constitutivo de la Comunidad Europea (TCE) y el Tratado de la Unión Europea (TUE) son los documentos fundamentales que definen la estructura institucional de la UE.

Los Tratados de la UE son negociados por el Consejo Europeo y ratificados por los parlamentos de los Estados miembros.

La Comisión Europea, como el brazo ejecutivo de la UE, propone leyes y supervisa su aplicación.

Los Fondos Estructurales de la UE se destinan a apoyar financieramente a los estados miembros que necesitan ayuda para su desarrollo económico y social.

El Tratado de Lisboa, firmado en 2007, actualiza los tratados de la Unión Europea y la Comunidad Europea. Fue una respuesta al fracaso del Tratado Constitucional, que no fue ratificado por Francia y Países Bajos en 2005.

El Consejo Europeo reúne a los presidentes y/o primeros ministros de los países y al Presidente de la Comisión Europea para definir la política global de la UE. No ejerce poder legislativo, pero tiene gran influencia.

El Tribunal de Justicia de la Unión Europea, con sede en Luxemburgo, se encarga de asegurar la correcta aplicación de la legislación europea.

El poder legislativo de la Unión Europea se ejerce de manera compartida entre el Parlamento Europeo y el Consejo de la Unión Europea.

El procedimiento de codecisión es el mecanismo más común para aprobar legislación en la UE. En este proceso, el Parlamento y el Consejo tienen la misma autoridad.

El Parlamento Europeo controla el trabajo de la Comisión Europea, puede aceptar o rechazar el nombramiento de Comisarios y supervisar su funcionamiento.

La Comisión Europea propone las leyes al Parlamento y al Consejo. Tiene un rol fundamental en la creación de la legislación europea.

La Comisión gestiona y aplica las políticas de la UE y su presupuesto. Tiene un papel clave en la ejecución de las decisiones de la UE.

La Comisión junto al Tribunal de Justicia se encarga de hacer cumplir la legislación europea. La Comisión se asegura de que se cumplan las reglas.

La Comisión representa a la UE en foros internacionales, negociando acuerdos con otros países. Es la voz de la UE en el mundo.

El Consejo de Asuntos Generales y Relaciones Exteriores trata las relaciones de la UE con otros países. Se encarga de la Diplomacia de la Unión Europea.

El Consejo Europeo orienta las políticas generales de la UE, se esfuerza por mantener unidades y cohesión política general en el bloque.