Derecho Internacional del Trabajo

El nacimiento del derecho internacional del trabajo

• El derecho internacional del trabajo surge en la sociedad industrial europea con el objetivo de desarrollo económico y protección de la mano de obra.
• La lucha social de organizaciones sindicales europeas y norteamericanas es fundamental en la construcción y desarrollo del derecho internacional del trabajo.

Jean Jaurès y su legado

• Jean Jaurès es un dirigente sindical europeo de gran importancia, asesinado en París antes de la Primera Guerra Mundial.
• Jaurès luchó por la unidad del movimiento obrero europeo, insistiendo en la paz como principio fundamental que debía apoyar y conquistar la clase obrera.
• Presenta al movimiento obrero como agente del cambio social e impulsó la huelga general obrera para impedir la guerra.

El Tratado de Paz de Versalles y la OIT

• El preámbulo del Tratado de Paz de Versalles, parte XIII, sección I, establece que la paz universal no puede ser fundada sino sobre la base de la justicia social.
• Este preámbulo se constituyó en uno de los principios de la OIT.
• El Tratado de Paz de Versalles y la Constitución de Weimar establecen la protección laboral y el derecho internacional del trabajo.

La Constitución de Weimar

• La Constitución de Weimar establece que la organización de la vida económica debe responder a principios de justicia, con la aspiración de asegurar a todos una existencia digna.
• Reconoce al individuo la libertad económica y establece que el trabajo gozará de la protección especial del imperio.
• Establece el derecho al tiempo libre, al ejercicio de los derechos políticos, a la conservación de la salud y la capacidad para el trabajo, y la protección de la maternidad, la vejez, la enfermedad.

Consecuencias del derecho internacional del trabajo

• El derecho internacional del trabajo se materializa con la unión de ideologías liberales sociales, socialistas, de la Iglesia católica y del sufrimiento y luchas de la clase obrera europea.
• El impacto de la Primera Guerra Mundial permite que se acepte por primera vez la necesidad de proteger el trabajo humano y consolidar un derecho internacional del mundo del trabajo como elemento esencial para lograr la paz universal y la justicia social.