Cultura de Paz según la UNESCO

Una cultura donde la paz y la no violencia están profundamente arraigadas y son la respuesta natural a los conflictos.

La acción política que busca la resolución de conflictos a través de medios pacíficos.

La capacidad de dialogar constructiva y respetuosamente con los demás, buscando puntos en común y comprensión mutua.

Interacción donde se busca llegar a acuerdos a través de negociaciones.

Un diálogo democrático y abierto donde se busca la verdad y la comprensión mutua a través de la razón.

El entendimiento del otro como un individuo distinto con sus propias creencias y perspectivas.

Identificar aspectos comunes entre individuos para construir puentes de entendimiento mutuo.

El diálogo como un espacio de encuentro donde se busca la verdad y la construcción de un futuro pacífico.

Dejar atrás el remordimiento y el rencor generado por los conflictos y las guerras. Es fundamental para el perdón y para evitar más violencia.

Entender la esencia filosófica detrás de la violencia nos ayuda a buscar alternativas y construir la paz.

Estudiar los orígenes filosóficos de la paz permite comprender el concepto y promover soluciones pacíficas a los conflictos.

Una sociedad donde la paz prevalece sobre la violencia. Se caracteriza por la armonía y la convivencia entre las personas.

La violencia se justifica por el logro de un objetivo. Se basa en la fuerza y la imposición.

Resolver las disputas a través del diálogo y la negociación

La cultura de gestión de conflictos ayuda a entender los diferentes puntos de vista y a abordar los conflictos de manera constructiva, buscando soluciones pacíficas.

Un conflicto solo es negativo si se maneja de forma destructiva. Si se aborda con respeto y cooperación, puede ser una oportunidad de crecimiento y transformación.

Comprender un conflicto en detalle, sus causas, métodos y características, proporciona información valiosa para gestionar, solucionar o transformar el conflicto de forma efectiva.

El perdón es fundamental para la reconciliación, pero no significa olvidar lo sucedido. El perdón es un paso necesario para construir una relación pacífica después de un conflicto.

Reconocer el dolor de las víctimas de un conflicto violento es crucial para la sanación y el proceso de paz. La memoria de las víctimas debe ser respetada y reconocida.

La tolerancia, la solidaridad, la pluralidad, el reconocimiento de las diferencias y el respeto a los derechos son los valores fundamentales de la cultura de paz. La Unesco considera que estos valores son esenciales para construir una sociedad pacífica.

La cultura de paz promueve una visión integral de la paz, reconociendo que debe ser construida no solo a nivel individual, sino también a nivel social y político. Esto implica abordar las causas profundas de los conflictos, como la desigualdad, la pobreza y la injusticia.

La cultura de paz busca desmantelar las estructuras de violencia y reemplazarlas por mecanismos de resolución de conflictos pacífica. Se busca que la violencia deje de ser legitimada y justificada en la sociedad.

La cultura de paz se construye a través de la educación. Se busca promover el respeto cultural, la reconciliación, la solidaridad, la armonía con el planeta y el desarrollo de la paz interior.

La cultura de la paz incluye la necesidad de promover los derechos humanos y las responsabilidades que tenemos como individuos para contribuir a una sociedad más justa y equitativa.

La cultura de paz busca desarrollar la capacidad de resolver conflictos de forma pacífica y constructiva. Se busca que las personas puedan gestionar sus emociones y diferencias de manera no violenta.

La cultura de paz se basa en la interdependencia natural, donde reconocemos que estamos conectados entre nosotros y que dependemos unos de otros para vivir en armonía. Se busca superar las diferencias y la exclusión para construir una sociedad inclusiva.

El conocimiento, respeto y garantía de los derechos humanos forman los valores de una sociedad pacífica. Los derechos garantizan que los seres humanos alcancemos todas nuestras potencialidades, sin obstáculos.

La cultura de la paz no puede existir si no es en un sistema democrático. Por eso es importante acercarse a las distintas perspectivas e interpretaciones de la democracia, para construir un sistema más justo.

Se refiere a la importancia de que las heridas del pasado sean reconocidas y reparadas para poder avanzar hacia una cultura de perdón.

Propuesta por Abelardo Brenes en 2004, plantea que la educación debe promover valores para la paz, como la empatía, el diálogo y la tolerancia.

Propuesta por Alfonso Fernández Herrería en el año 2000, plantea que la educación debe ser la base para la construcción de una cultura de paz, a través de una estructura educativa que fomente valores de paz.