Consumo y efectos del alcohol y la cocaína

<p>Depresor del sistema nervioso central (D)</p> Signup and view all the answers

<p>38,2% (C)</p> Signup and view all the answers

<p>Atraviesa fácilmente las paredes del estómago y se distribuye rápidamente en el sistema circulatorio (B)</p> Signup and view all the answers

<p>Reducción de la tensión y facilitación de interacciones sociales (A)</p> Signup and view all the answers

<p>Deterioro de la actividad social (C)</p> Signup and view all the answers

<p>Aumento del apetito (C)</p> Signup and view all the answers

<p>Fallo renal crónico (C)</p> Signup and view all the answers

<p>Disforia y craving (B)</p> Signup and view all the answers

<p>Alcohol (C)</p> Signup and view all the answers

<p>Paranoia transitoria (A)</p> Signup and view all the answers

<p>1 y 10 semanas (C)</p> Signup and view all the answers

<p>Arritmias (A)</p> Signup and view all the answers

<p>Euforia duradera (D)</p> Signup and view all the answers

<p>Deshidratación severa (D)</p> Signup and view all the answers

<p>45-54 años (C)</p> Signup and view all the answers

<p>Deterioro en actividades sociales o laborales (C)</p> Signup and view all the answers

<p>Efectos recompensantes inmediatos (D)</p> Signup and view all the answers

<p>Efectos fisiológicos iniciales desagradables (D)</p> Signup and view all the answers

<p>Los efectos llegan al cerebro en aproximadamente 7 segundos (A)</p> Signup and view all the answers

<p>Malestar clínicamente significativo (C)</p> Signup and view all the answers

<p>Nostalgia (B)</p> Signup and view all the answers

<p>Irritabilidad y aumento del apetito (D)</p> Signup and view all the answers

<p>4 semanas (A)</p> Signup and view all the answers

<p>Síndrome amotivacional (A)</p> Signup and view all the answers

<p>1,9% (C)</p> Signup and view all the answers

<p>21,1 años (B)</p> Signup and view all the answers

<p>Sensación de bienestar (D)</p> Signup and view all the answers

<p>Despersonalización y pérdida de control (C)</p> Signup and view all the answers

<p>12% (B)</p> Signup and view all the answers

<p>Intravenosa (C)</p> Signup and view all the answers

<p>Disfunción cognitiva y social (B)</p> Signup and view all the answers

<p>Escalofríos y sudoración (D)</p> Signup and view all the answers

<p>Se presenta en el 0,16% de la población de 15-64 años. (B)</p> Signup and view all the answers

<p>21,2 años (D)</p> Signup and view all the answers

<p>Miosis intensa (B)</p> Signup and view all the answers

<p>Encontrarse bien y evitar el síndrome de abstinencia (B)</p> Signup and view all the answers

<p>13,1% (A)</p> Signup and view all the answers

<p>La búsqueda de droga se convierte en el centro de su vida. (A)</p> Signup and view all the answers

El alcohol es una sustancia psicoactiva que se obtiene mediante la fermentación de carbohidratos vegetales o la destilación. Es soluble tanto en medios acuosos como lipídicos, lo que facilita su absorción y distribución por el organismo.

El alcohol está clasificado como un depresor del sistema nervioso central, pero con concentraciones bajas produce efectos estimulantes, como la reducción de la tensión y la mayor confianza social.

El consumo de riesgo del alcohol, definido como el consumo excesivo, afecta a un 6% de la población de 15 a 64 años. Las personas más propensas a este tipo de consumo son hombres solteros, con estudios secundarios y trabajando.

El tratamiento de la adicción al alcohol es un proceso complejo que incluye la intervención médica y psicoterapéutica. Del total de admisiones a tratamiento, el 34,2% corresponde a personas que consumen alcohol a diario.

La intoxicación por alcohol se caracteriza por una serie de síntomas como: lenguaje farfullado, incoordinación, marcha inestable, nistagmo, deterioro de la atención o memoria, estupor o coma.

El DSM-5 define la intoxicación por alcohol como un conjunto de cambios psicológicos y comportamentales que se producen después de la ingestión reciente de alcohol.

Los síntomas abarcan una amplia gama de efectos físicos como sudoración excesiva, temblores en las manos, dificultad para dormir, náuseas y vómitos, visiones extrañas, inquietud, ansiedad y convulsiones.

El consumo prolongado de alcohol en grandes cantidades lleva a la dependencia y al síndrome de abstinencia cuando se deja de consumir.

Los síntomas de abstinencia del alcohol no se deben a otras enfermedades o trastornos mentales.

El aprendizaje vicario hace que la persona anticipe las consecuencias agradables del tabaco, lo que refuerza su consumo.

La recompensa inmediata de la nicotina como la relajación o la estimulación, refuerza la conducta de fumar, a pesar de las consecuencias negativas a largo plazo.

La dependencia del tabaco es un ciclo de efectos positivos y negativos que lleva a la adicción.

La nicotina llega al cerebro en tan solo 7 segundos, produciendo un efecto casi instantáneo.

Las señales del entorno como el olor a tabaco o la vista de un cigarrillo pueden desencadenar el deseo de fumar.

El síndrome de abstinencia a la nicotina es una reacción física y emocional a la disminución o interrupción del consumo de tabaco. Se caracteriza por la aparición de síntomas molestos como irritabilidad, ansiedad, dificultad para concentrarse, aumento del apetito, inquietud, depresión e insomnio.

El síndrome de abstinencia a la nicotina comienza horas después de dejar de fumar y alcanza su punto máximo en las primeras 48 horas. Los síntomas suelen durar unas 4 semanas, pero la necesidad de nicotina puede persistir por meses.

La marihuana y el hachís son las formas más comunes de cannabis. Su consumo es ilegal en muchos países y suele asociarse con el tabaco y el alcohol. Además, puede ser una puerta de entrada a otras drogas.

El cannabis es la sustancia ilegal más consumida en el mundo. En los últimos 12 meses, el 10,6% de la población ha consumido cannabis, y el 2,8% lo hace diariamente.

El consumo de riesgo de cannabis afecta al 1,9% de la población entre 15 y 64 años. Los hombres jóvenes, con estudios secundarios y trabajando, son más propensos a este tipo de consumo.

Los efectos del cannabis son variados y pueden variar de persona a persona. En general, produce una sensación de bienestar, relajación, euforia y aumento del apetito. Sin embargo, también puede causar letargo, dificultades de atención, problemas de memoria y anhedonia.

El consumo de cannabis a largo plazo puede llevar al síndrome amotivacional. Esto se caracteriza por una disfunción generalizada de las capacidades cognitivas, interpersonales y sociales.

El consumo de cocaína se produce a través del polvo de clorhidrato de cocaína (esnifada o inyectada) o el crack (fumado).

El 12% de la población ha probado la cocaína alguna vez en la vida. El 2,4% la ha consumido en los últimos 12 meses, siendo la mayoría hombres. La edad de inicio es de 21,1 años.

El consumo de riesgo de cocaína afecta al 0,33% de la población entre 15 y 64 años, y el 14,6% de los consumidores del último año. El tratamiento de la adicción a la cocaína representa el 29,9% de las admisiones a tratamiento.

La cocaína es una droga estimulante que provoca euforia, hiperactividad y una sensación de bienestar.

Cuando el efecto de la cocaína desaparece, la persona experimenta una sensación de decaimiento, depresión, irritabilidad y agotamiento.

Si el consumo de cocaína es prolongado, el cuerpo se acostumbra a la droga y necesita dosis más altas para obtener el mismo efecto.

El consumo de cocaína intermitente pero en altas dosis puede provocar un síndrome de abstinencia que dura varios días.

El consumo crónico de cocaína se caracteriza por el uso diario o casi diario de la droga, con dosis moderadas o altas.

El síndrome de abstinencia a la cocaína se caracteriza por síntomas como disforia, dolores gastrointestinales, depresión, fatiga y cravings por la droga.

La cocaína puede provocar disfunciones cardiovasculares, neurológicas, respiratorias y renales.

El consumo de cocaína puede producir depresión, paranoia, alucinaciones y psicosis.

La heroína es un opiáceo derivado del opio que tiene un alto potencial de adicción y implica graves problemas de salud pública.

La heroína se puede consumir de diferentes maneras, las más comunes son la inyección intravenosa, la inhalación y la fumada.

El primer consumo de heroína suele producir náuseas, vómitos y disforia. Sin embargo, posteriormente, se experimenta placer, euforia y reducción de la ansiedad.

El deseo de consumir heroína se intensifica debido al síndrome de abstinencia, que inicia a las 8 horas tras el último consumo y alcanza su punto máximo a las 2-3 días.

La heroína provoca miosis, que se caracteriza por la contracción de las pupilas hasta que se vuelven del tamaño de la punta de un alfiler.

La heroína afecta al sistema nervioso central, provocando efectos como la somnolencia, la reducción de la atención y el deterioro de la capacidad de juicio.

La heroína puede provocar problemas respiratorios, del corazón y circulación, entre otras consecuencias para la salud.

El consumo de heroína aumenta el riesgo de contraer enfermedades infecciosas como la tuberculosis, la hepatitis B y el SIDA.