Cemento Dental: Estructura y Función

La conexión cementodentinaria es la unión entre el cemento y la dentina, formada por el crecimiento del cemento sobre la dentina. Es una unión estable, aunque su límite es difícil de identificar debido a una capa delgada y mineralizada.

La capa mineralizada que marca el límite entre el cemento y la dentina, con un grosor de 10 a 15 µm. Es una zona altamente mineralizada que proporciona resistencia a la unión y actúa como una barrera para la difusión.

Las células que forman el cemento, responsables de depositar la capa intermedia y de la unión fuerte entre el cemento y la dentina.

La unión cemento-dentinaria tiene algunas propiedades mecánicas importantes. Su módulo elástico de Young es de 17,5± 2,7 GPa, lo que indica su resistencia a la deformación. Su dureza es de 0,6± 0,1 GPa, lo que indica su resistencia a la abrasión.

La matriz extracelular del cemento está compuesta por aproximadamente 46% a 50% de materia inorgánica, 22% de materia orgánica y 32% de agua. El principal componente inorgánico es el fosfato de calcio, presente en forma de cristales de hidroxiapatita. Estos cristales son más pequeños que los del esmalte y la dentina.

Los túbulos dentinarios, canales que atraviesan la dentina, pueden extenderse y unirse a los conductos de los cementoblastos. Esto permite una interrelación entre los odontoblastos y los cementocitos, facilitando el intercambio de nutrientes y señales.

La superficie de la dentina sobre la que se deposita el cemento es diferente según el tipo de diente. En los dientes permanentes, la superficie es relativamente lisa. En los dientes temporales, la superficie es más festoneada.

Los glucosaminoglucanos sulfatados y el colágeno juegan un papel fundamental en la integridad de la unión cemento-dentinaria. Estos componentes contribuyen a las propiedades mecánicas y a la resistencia de la unión.

Cristales que se encuentran en el cemento, con una disposición similar al tejido óseo. Se alojan dentro y entre las fibras colágenas, siendo más delgados en la superficie y aumentando de tamaño hacia las capas más profundas del cemento.

La parte del cemento que no es tejido celular, compuesta principalmente por colágeno tipo I, proteínas asociadas a la mineralización y sustancias como carbonatos de calcio y oligoelementos como sodio, potasio, hierro, magnesio, azufre y flúor. Contiene un alto nivel de flúor, lo que le otorga resistencia a la resorción.

Fibras colágenas que conforman una parte fundamental del cemento, se clasifican en dos tipos: extrínsecas (haces de fibras del ligamento periodontal) e intrínsecas (producidas por los cementoblastos).

Moléculas que se encuentran en la matriz extracelular, incluyendo condroitín sulfato (el más abundante) y glucoproteínas. Estas moléculas ayudan a darle estructura y propiedades al cemento.

Proteínas específicas del cemento que intervienen en la migración de células y su adhesión a la raíz durante el desarrollo del diente.

Células que se encuentran dentro del cemento, responsables de mantener y reparar el tejido.

La capa externa del diente, que recubre la raíz. Se compone de cementoblastos, cementocitos y matriz extracelular. Es un tejido duro y resistente, fundamental para la unión del diente al hueso alveolar.

Las cavidades donde se alojan los cementocitos.

Restos epiteliales de Malassez que pueden observarse en espacios irregulares que contienen varios cementocitos.

Células responsables de la resorción del tejido duro. Se localizan en la superficie externa del cemento y normalmente están ausentes en el ligamento periodontal.

Tipo de cemento caracterizado por la presencia de fibras colágenas intrínsecas, formadas por tropocolágeno sintetizado por los cementoblastos.

Tipo de cemento caracterizado por la ausencia de células y la presencia de fibras colágenas extrínsecas.

El cemento acelular es el primer tipo de cemento que se forma en el diente. Se caracteriza por ser avascular, lo que significa que no contiene vasos sanguíneos. Se deposita antes de la erupción dental y su principal función es proporcionar un anclaje firme para las fibras periodontales, asegurando la estabilidad inicial del diente en el alvéolo.

El cemento celular, también conocido como cemento secundario, se deposita después de que el diente entra en oclusión. Es un tipo de cemento vascularizado que contiene cementocitos, células que ayudan en la reparación y remodelado del diente. Este tipo de cemento contribuye a la adaptación del diente a las fuerzas masticatorias y a la remodelación tras traumas.

El cemento afibrilar es un tipo especial de cemento que se encuentra principalmente en la unión cemento-esmalte. Carece de fibras de Sharpey, lo que lo hace más delgado y suave que otros tipos de cemento. Su función principal es sellar y proteger las áreas vulnerables en la región cervical del diente.

El cemento acelular predomina en el tercio cervical y parte del tercio medio de la raíz. Se forma antes de que el diente erupcione y se deposita lentamente.

El cemento celular se concentra principalmente en el tercio apical de la raíz, donde el diente experimenta mayores fuerzas oclusales. También puede encontrarse en las zonas interradiculares de los dientes multirradiculares.

El cemento acelular no contiene cementocitos, pero sí contiene fibras de Sharpey, que son fibras colágenas que se insertan en el hueso alveolar. Su contenido de proteína Gla de la matriz es alto.

El cemento celular contiene cementocitos, que son células que se encuentran en lagunas dentro del cemento. Además de las fibras de Sharpey, presenta mayor espesor y presencia de laminillas y líneas incrementales hipomineralizadas.

El cemento afibrilar es un tipo de cemento sin fibras de Sharpey. Se caracteriza por ser delgado y suave, y se encuentra principalmente en la unión cemento-esmalte, lo que lo hace ideal para sellar y proteger la superficie del diente.