Capítulo II - Preguntas cortas

El PIB per cápita español aumentó significativamente hasta 2007, con un breve retroceso en 1993.

Durante la Gran Recesión, la mayoría de los países experimentaron una disminución significativa en su PIB per cápita, perdiendo una década de desarrollo.

España sufrió un impacto más significativo que otros países durante la Gran Recesión debido a su fuerte dependencia del turismo.

El indicador de convergencia mide la dispersión del PIB per cápita entre diferentes países y refleja el proceso de convergencia o divergencia económica.

La dispersión del PIB per cápita entre los cinco países (incluido España) es mayor que la dispersión entre los cuatro países (excluyendo España), lo que implica una mayor divergencia económica en el grupo.

La crisis de los noventa afectó más severamente al Reino Unido e Italia, lo que explica el aumento del coeficiente de convergencia para los cuatro países.

A pesar de la expansión económica entre 2014 y 2019, aumentó la divergencia del PIB per cápita entre los países estudiados.

El PIB per cápita español creció a un ritmo más rápido que el de los países como Alemania, Reino Unido y Francia, lo que contribuyó a una mayor convergencia en el grupo de los cinco países.

Las exportaciones de automóviles españolas se caracterizan por la producción de modelos pequeños, lo que limita su valor y reduce el ritmo de crecimiento de las exportaciones.

En períodos de expansión económica, el valor de las importaciones de automóviles aumenta debido a la mayor demanda de vehículos.

La Unión Europea es un mercado clave para el comercio exterior de España. Sin embargo, la recesión de 2008 obligó a buscar nuevos mercados.

Las exportaciones españolas a China están en crecimiento y representan un porcentaje significativo del total.

La economía española depende de la energía importada de países como Oriente Medio y África, lo que genera una dependencia energética.

La Posición de Inversión Internacional (PII) es una medida que refleja el valor de los activos y pasivos financieros de un país en relación con el resto del mundo, en un momento dado.

La PII española ha sido negativa en las últimas dos décadas, lo que significa que el país ha tenido más pasivos que activos financieros en relación al resto del mundo.

La PII se compone de dos partes: activos financieros que representan los derechos de los residentes de un país sobre los no residentes, y pasivos que representan las obligaciones de los residentes de un país frente al resto del mundo.

La diferencia entre los activos y pasivos de la PII determina la posición neta de la PII. Si los activos superan a los pasivos, la posición neta es positiva. Si los activos son menores que los pasivos, la posición neta es negativa.

El crecimiento del grado de apertura de la economía española se intensificó a finales del siglo XX, pero se ralentizó a principios del siglo XXI debido a eventos como los atentados del 11 de septiembre y la burbuja de las empresas punto com.

El grado de apertura comercial se vio afectado negativamente por varias crisis: la del 11 de septiembre, la burbuja de las empresas punto com y la crisis financiera de 2009. La pandemia de 2020 también tuvo un impacto negativo, especialmente en el sector de servicios.

El grado de apertura de la economía española ha disminuido debido a la disminución del comercio internacional, especialmente en servicios. El turismo se ha visto particularmente afectado por la pandemia.

La teoría ricardiana explica el comercio internacional a través de las ventajas comparativas que cada país tiene en la producción de ciertos bienes, basadas en la productividad y los salarios. Los países se especializan y exportan aquellos bienes en los que son más eficientes.

La teoría de Heckscher-Ohlin argumenta que las ventajas comparativas se derivan de la disponibilidad de recursos y la tecnología de cada país. Los países exportan los bienes que utilizan más intensamente sus recursos abundantes.

La nueva teoría del comercio internacional reconoce que la competencia perfecta no siempre se da y que los rendimientos crecientes a escala y la diferenciación de productos juegan un papel importante.

El comercio exterior español se caracteriza por ser intraindustrial, donde las empresas dentro de un mismo sector intercambian bienes entre sí, especialmente en sectores como los bienes de equipo, el sector del automóvil y los productos químicos.

El índice de ventaja comparativa revelada (IVCR) se utiliza para analizar la competitividad de los sectores, comparando la participación de un sector en las exportaciones de un país con su participación en el comercio mundial.

España está experimentando un cambio en su especialización, pasando de manufacturas tradicionales a actividades de tecnología media, como los bienes de equipo.

El sector de la alimentación en España está aumentando su ventaja comparativa, incorporando productos elaborados con mayor valor añadido.

Las exportaciones de productos químicos, principalmente medicamentos, muestran un buen comportamiento, a pesar de un déficit comercial, su IVCR y sus exportaciones han mejorado.