Audición Preguntas Tipo Test

El hueso temporal contiene la estructura ósea interna del oído, donde se ubica el oído interno, específicamente la porción petrosa del hueso.

Las células ciliadas internas (CCI) liberan glutamato, un neurotransmisor excitatorio, como respuesta a la estimulación auditiva, lo que transmite información al cerebro.

Las células pilares, junto con las de Deiters, forman el túnel de Corti, que proporciona soporte y estructura al órgano de Corti, donde se encuentran las células ciliadas.

La membrana tectoria es una estructura gelatinosa que recubre el órgano de Corti en el oído interno, y donde se encuentran los estereocilios de las células ciliadas.

El estribo es el hueso más pequeño del cuerpo, que está conectado a la ventana oval del oído interno, donde se apoya para transmitir las vibraciones sonoras.

El músculo del martillo, al tensar el tímpano, aumenta la presión hacia el interior del oído, amortiguando las ondas sonoras y protegiendo el oído interno.

Las células de Deiters constituyen el sistema de soporte para las células ciliadas externas (CCE), proporcionándoles estructura y estabilidad.

El reflejo estapedial se produce por la contracción del músculo del estribo, que amortigua la transmisión de vibraciones sonoras al oído interno, protegiéndolo de sonidos fuertes.

Los sonidos graves se caracterizan por tener una frecuencia baja, lo que se traduce en vibraciones más lentas y ondas sonoras más largas.

Las estrías vasculares son vasos sanguíneos que producen y liberan endolinfa, un líquido esencial para el funcionamiento del oído interno, compuesto por potasio.

Los estereocilios de las células ciliadas externas se organizan en forma de V o W, lo que les permite activarse y generar una respuesta mecánica ante las vibraciones sonoras.

El umbral auditivo es la intensidad mínima de sonido que puede ser percibida por el oído humano, es decir, el límite inferior de la percepción sonora.

El reflejo estapedial se activa cuando se perciben sonidos de alta intensidad, lo que ayuda a proteger el oído interno de daños por ruidos fuertes.

La membrana basilar es una estructura flexible del oído interno que vibra en respuesta a las ondas sonoras, lo que permite distinguir diferentes frecuencias.

La endolinfa es un líquido rico en potasio que se encuentra en el laberinto membranoso del oído interno, y es vital para la función de las células ciliadas.

Las células ciliadas externas liberan acetilcolina y CGRP (Calcitonin Gene-Related Peptide) como neurotransmisores, que influyen en la sensibilidad y el ajuste de la vibración de la membrana basilar.

La cóclea es la estructura en espiral del oído interno donde se produce la transducción mecanoeléctrica, transformando las vibraciones sonoras en impulsos nerviosos.

Las células de Hensen y las células pilares conforman el sistema de soporte del órgano de Corti, contribuyendo a su estructura y función.

La membrana de Reissner separa la rampa vestibular, llena de perilinfa, del conducto coclear, que contiene endolinfa, en el oído interno.

La rampa timpánica, ubicada en el oído interno, está llena de perilinfa, un líquido que facilita la transmisión de vibraciones sonoras.

El músculo del estribo reduce la movilidad de la cadena osicular (huesecillos del oído medio), amortiguando las vibraciones y protegiendo el oído interno de los sonidos fuertes.

Los aminoglucósidos son un tipo de antibióticos que pueden causar ototoxicidad, dañando las células ciliadas del oído interno y provocando pérdida auditiva.

El umbral absoluto es la intensidad mínima que un sonido debe tener para ser percibido por el oído, es decir, el límite más bajo de intensidad que podemos detectar.

Las células ciliadas de la base coclear, responsables de las frecuencias altas, tienen estereocilios más cortos que las de la punta.

La organización tonotópica de la cóclea permite que las diferentes frecuencias del sonido se procesen de forma organizada, como un mapa de frecuencias en el oído.

Las células de Deiters y pilares son las células de soporte que mantienen la estructura del órgano de Corti y proporcionan soporte y nutrición a las células ciliadas.

La membrana de Reissner separa la rampa vestibular y el conducto coclear, dos espacios llenados de líquidos diferentes en el oído interno.

La rampa timpánica, en el oído interno, está llena de perilinfa, un líquido que juega un papel crucial en la transmisión de las ondas sonoras.

El músculo del estribo, al contraerse, limita la movilidad de la cadena osicular, amortiguando las vibraciones de las ondas sonoras y protegiendo el oído interno.

Las aves, reptiles, anfibios y peces tienen la asombrosa capacidad de regenerar sus células ciliadas, lo que les permite recuperar la audición tras una lesión.

Las células madre, marcadas por la proteína nestina, son esenciales para la regeneración del tejido auditivo, ya que pueden transformarse en células ciliadas.

Los modelos animales, como los peces cebra y las aves, se utilizan para estudiar la regeneración auditiva, ya que pueden regenerar sus células ciliadas.

La enfermedad de Ménière, causada por un exceso de líquido en el oído interno (edema endolinfático), se caracteriza por acúfenos, vértigo y fluctuaciones auditivas.

Las estrategias de regeneración auditiva en humanos buscan restaurar parcialmente la audición, ya que la regeneración completa del órgano de Corti es aún un desafío.

Las conexinas 26 y 30, codificadas por los genes GJB2 y GJB6, son proteínas que forman canales en las células del órgano de Corti, regulando el flujo iónico y la transmisión del sonido.

La metilación del ADN, un proceso epigenético, puede estar involucrada en la sordera genética, alterando la expresión de los genes relacionados con la audición.