Atribución Causal en Psicología

La relación entre el esfuerzo, la dificultad de la tarea y la capacidad del actor. A mayor dificultad de la tarea, mayor esfuerzo se requiere. A mayor capacidad del actor, menor esfuerzo se requiere.

La capacidad del actor para llevar a cabo una acción con éxito cuando sus habilidades superan la dificultad de la tarea o cuando la suerte interviene.

El proceso por el cual se determina la causa de una acción. Se pueden atribuir causas internas (motivación y capacidad) o externas (dificultad de la tarea y suerte).

El nivel de responsabilidad que se puede atribuir a un actor por una acción, considerando si fue producto de sus capacidades y motivaciones o de fuerzas externas.

El primer nivel de responsabilidad donde no existe vínculo causal entre el actor y la acción. Es decir, el actor no tuvo ninguna participación en el evento.

Se produce cuando se culpa a alguien por una acción que no ha realizado, aunque haya una conexión con el actor real o con la situación. Por ejemplo, un profesor castiga a todos los niños que jugaban con un balón, cuando solo uno rompió un cristal.

Ocurre cuando el actor realiza la acción, pero no tenía intención de hacerlo. Por ejemplo, un niño que está aprendiendo a andar en bicicleta accidentalmente golpea a otro mientras pasa.

Se asemeja a la causalidad simple, pero se añade que el observador cree que el actor podría haber previsto el resultado. Por ejemplo, un niño que intenta demostrar su velocidad en bicicleta podría lesionar a otro.

Se atribuye la intención al actor. El observador puede realizar una atribución interna de la acción, por tanto existe motivación y oportunidad. Por ejemplo, se considera que un niño tenía la intención de hacer daño al golpear a otro con su bicicleta.

Permite justificar una acción intencionada debido a las exigencias de la situación. Por ejemplo, un niño que monta en bicicleta lesiona a otro para evitar que éste ataque a su hermano pequeño.

La teoría de la atribución de Kelley se basa en el análisis de la información disponible para explicar las causas de la conducta. Se centra en la búsqueda del origen de la acción, no solo en la lógica de la acción o en el cálculo de probabilidades.

En este modelo, se considera que la persona que observa un evento busca información para determinar la causa del evento. Busca información sobre la consistencia, el distintivo y el consenso para evaluar la causa de la acción.

El modelo de covariación se aplica tanto a la heteroatribución como a la autoatribución. Esto significa que se puede usar para explicar por qué atribuimos las acciones de otros a factores internos o externos, y también para entender las causas de nuestras propias acciones, al igual que nuestras percepciones sobre el ambiente.

Las teorías de la atribución se basan en la idea de que las personas buscan información para explicar los eventos. Se centra en comprender cómo las personas interpretan las causas de las acciones, tanto de los demás como de sí mismas.

La teoría de la atribución de Kelley se basa en el análisis de la información disponible para explicar las causas de la conducta. Se centra en la búsqueda del origen de la acción, no solo en la lógica de la acción o en el cálculo de probabilidades.

Cuando una acción tiene un impacto significativo en la satisfacción o disgusto de un individuo, se considera que tiene relevancia hedónica. La persona a la que afecta esa acción prioriza las consecuencias de la opción escogida, tanto para ella como para las alternativas no tomadas, según su significado emocional.

Al analizar la elección de una acción, el observador suele fijarse en la consecuencia que tiene más impacto en sus propios sentimientos, incluso si la elección tiene otras consecuencias menos relevantes para él. Es como si el observador 'filtra' la información para priorizar lo que le afecta más.

Cuanto más personal es una acción, es decir, cuanto más parece que está dirigida a beneficiar o perjudicar a una persona en concreto, más probable es que se realice una inferencia correspondiente. La acción parece reflejar directamente la intención del actor.

La teoría de las inferencias correspondientes plantea que las inferencias sobre las intenciones de las personas son más probables si las acciones son libremente elegidas, tienen consecuencias no comunes (algo único a esa acción) y son socialmente indeseables. En estos casos, es más fácil atribuir la acción a la disposición interna del actor.

Aunque la teoría de las inferencias correspondientes tiene fundamento, no todos los estudios la confirman. La teoría asume que las personas hacen inferencias sobre las intenciones de los demás basándose en la combinación de factores como la libertad de elección, las consecuencias no comunes y la deseabilidad social. Algunas investigaciones han puesto en duda que esta combinación funcione de manera totalmente predictiva.