Atención Psicológica en Diabetes

La capacidad de observar y controlar las emociones y comportamientos para evitar problemas relacionados con el miedo y la ansiedad. Por ejemplo, evitar situaciones que podrían provocar hipoglucemia.

Un estado psicológico positivo donde la persona con diabetes se adapta bien a la enfermedad y mantiene una rutina de tratamiento adecuada. Esto puede ayudar a mantener actitudes y comportamientos saludables.

El trabajo en equipo entre profesionales de la salud para brindar estrategias conductuales que promuevan la adherencia al tratamiento de la diabetes. Esto abarca desde el inicio hasta el desarrollo de la enfermedad.

Reconocer que la diabetes se gestiona de forma integral, incluyendo aspectos biológicos, conductuales y emocionales.

El paciente con diabetes debe entender que la enfermedad se trata desde una perspectiva integral, abarcando aspectos físicos, emocionales y conductuales.

En España, la atención psicológica a personas con diabetes es escasa. Aunque la demanda es alta, los psicólogos en los hospitales no están especializados y la falta de protocolos de derivación limita el acceso a la atención.

Los psicólogos en España, generalmente, no tienen formación específica en diabetes, tanto en la formación inicial como en la de postgrado. Esta falta de preparación complica la atención especializada.

La derivación a psicólogos para personas con diabetes suele depender de la opinión del profesional individual. Se suele derivar solo en casos de afectación emocional grave o si otros tratamientos no han funcionado.

La psicología es fundamental para el manejo de la diabetes. El paciente necesita motivación y apoyo para controlar la enfermedad. Los psicólogos ayudan a mejorar la salud mental y el autocuidado del paciente.

La mejora emocional del paciente con diabetes es importante. Pero no es suficiente. La atención psicológica debe traducirse en mejoras en los resultados de las pautas de tratamiento, como el control glucémico.

La revisión psicológica regular de la persona con diabetes debe considerarse como parte integral de su atención, independientemente de su estado emocional o control glucémico.