Atención al Enfermo Terminal

Dolor causado por la estimulación de receptores en la piel y músculos. Es localizado, sordo, constante o intermitente, como el dolor de una herida.

Dolor causado por la presión, distensión o inflamación de los órganos internos. Es menos localizado y a menudo descrito como profundo o como presión.

Dolor causado por daño o enfermedad en los nervios. Puede ser provocado por diversas causas, como cirugía, diabetes, o quimioterapia.

Métodos para evaluar el dolor, basados en descripciones verbales del paciente.

Métodos que utilizan números para medir la intensidad del dolor.

Método para evaluar el dolor mediante una línea. El paciente marca su nivel de dolor en la línea.

Primer nivel de tratamiento del dolor, utilizando analgésicos no opioides (como AAS, paracetamol y AINEs) y, potencialmente, coadyuvantes.

Segundo nivel de tratamiento del dolor, incluyendo analgésicos opioides débiles (como codeína y tramadol).

Método de la OMS para controlar el dolor, clasificando los medicamentos en tres niveles, desde analgésicos simples a opioides potentes.

Medicamentos fuertes para el dolor agudo y crónico, como morfina, fentanilo, oxicodona, metadona.

Ajustar al paciente para su máxima comodidad y reducir la incomodidad en el final de la vida.

Interacción empática y respetuosa con el paciente y familiares, utilizando un lenguaje adecuado y flexible.

Indicadores de que el fallecimiento es inminente: ausencia de respiración, circulación, sensibilidad, etc.

Falta de movimientos respiratorios o ruidos ventilatorios, no hay aire por la boca o nariz, el tórax y abdomen no se mueven.

No se detecta el latido cardíaco al palpar el pulso.

Dilatación de las pupilas, un signo frecuente en los procesos de agonía.

Son cinco: enfermedad avanzada y progresiva sin respuesta al tratamiento, síntomas multifactoriales cambiantes, gran impacto emocional, pronóstico de vida limitado a 6 meses y presencia de la muerte.

Significa hacer el bien al paciente. Se trata de la obligación ética de los profesionales de dedicarse al bienestar del enfermo.

Se viola cuando se abandona a un paciente sin una asistencia adecuada, con una actitud de 'Ya no hay nada que hacer'.

El paciente tiene derecho a decidir sobre su tratamiento. Para ello, debe estar correctamente informado.

Se viola cuando no se respeta la decisión del paciente, cuando se le oculta información o cuando no se le permite tomar decisiones sobre su propia salud.

Todas las personas son iguales, merecen respeto y deben tener acceso a la misma atención médica.

Este principio significa 'ante todo, no hacer daño'. Se refiere al deber de los profesionales de evitar causar daño al paciente.

Significa que la muerte es una posibilidad real y presente en la vida del paciente. Puede estar explícita, como en un diagnóstico terminal, o implícita, como en la progresión inevitable de la enfermedad.