Artículo 11 - Exoneración de responsabilidad administrativa

Exoneración de responsabilidad administrativa

• Un funcionario que ajuste su conducta a las instrucciones particulares de su jerarca queda exento de responsabilidad administrativa.
• La exoneración no se aplica en casos de configuración de un ilícito penal.
• La instrucción debe contener todas las circunstancias relevantes de la cuestión planteada.

Corrupción

• Se entiende que existe corrupción cuando se utiliza el poder público o la función pública para obtener un provecho económico o de cualquier otra naturaleza.
• La oferta de un beneficio a un funcionario público para cumplir con sus tareas o omitirlas también se considera corrupción.
• Quien incurra en esta conducta queda suspendido en la posibilidad de contratar con una persona pública estatal y no estatal por un término de dos años.

Probidad

• El funcionario público debe observar una conducta honesta, recta e íntegra y desechar todo provecho o ventaja obtenido en el desempeño de su función.
• Debe evitar cualquier acción que exteriorice la apariencia de violar las normas de conducta en la función pública.

Conductas contrarias a la probidad

• Son conductas contrarias a la probidad: negar información o documentación solicitada, valerse del cargo para influir sobre una persona, apropiarse de dinero o bienes de la institución, intervenir en decisiones en que haya participado privadamente y usar información reservada o privilegiada.

Deberes del funcionario público

• El funcionario público debe actuar de buena fe y con lealtad en el desempeño de sus funciones.
• Debe conocer y cumplir la Constitución de la República, las leyes, los decretos y las resoluciones que regulan su actividad funcional.
• Debe respetar a los demás funcionarios y a las personas con quienes debe tratar en su desempeño funcional y evitar toda clase de desconsideración.