Articulación Temporomandibular - Anatomía y Funciones

La articulación temporomandibular (ATM) es la unión entre el hueso temporal y la mandíbula, que permite funciones vitales como masticar y hablar. Son dos articulaciones, una a cada lado de la cabeza, trabajando juntas.

La ATM se compone del cóndilo de la mandíbula (hueso inferior) y la cavidad glenoidea del hueso temporal (hueso superior). Entre ellos se encuentra el disco articular, una almohadilla fibrosa.

La ATM permite movimientos de apertura (bajar la mandíbula) y cierre (subir la mandíbula), así como proyección adelante (protrusión) y atrás (retrusión), y también movimientos laterales para masticar.

Los músculos que bajan la mandíbula son el Digástrico (vientre anterior), Milohioideo, Genihioideo y los músculos infrahioideos (que sujetan el hueso hioides).

Los músculos que suben la mandíbula son el Temporal, Masetero y Pterigoideo interno.

Los músculos que proyectan la mandíbula hacia adelante (protrusión) son los dos Pterigoideos externos trabajando juntos.

Los músculos que retraen la mandíbula hacia atrás (retrusión) son el Digástrico y las fibras horizontales del Temporal.

Los músculos que mueven la mandíbula lateralmente (diducción) son los Pterigoideos internos y, sobre todo, los externos, pero trabajando uno a la vez, alternando.

Dolor de cabeza, dolor facial, rigidez muscular, limitación del movimiento mandibular y chasquido doloroso.

La tensión muscular y problemas anatómicos en la articulación temporomandibular.

Algunos estudios apuntan a que el estrés y la ansiedad pueden contribuir al trastorno de la ATM, aunque no hay evidencia científica concluyente.

Dificultad o molestia al masticar, clic o chasquido al abrir o cerrar la boca, dolor facial, de oído y de cabeza.

Dolor o sensibilidad en la mandíbula, bloqueo mandibular y dificultad para abrir o cerrar la boca.

Entre el 40% y el 75% de la población presenta algún tipo de ruido articular, limitación de movimiento mandibular o dolor relacionado con la ATM.

Un 15% de la población presenta síntomas severos o moderados que requieren atención de un especialista en Cirugía Maxilofacial.

Es importante buscar atención médica si se experimentan síntomas del trastorno de la ATM para evitar complicaciones y recibir el tratamiento adecuado.

La ATM, a diferencia de otras articulaciones, tiene un fibrocartílago dentro de la articulación.

La ATM es bilateral, lo que significa que hay una articulación en cada lado de la cabeza.

El cartílago en la ATM es fibrocartílago, un tejido especializado que combina características de cartílago hialino y tejido conectivo fibroso.

La oclusión, o cómo los dientes superiores e inferiores encajan, es un factor crucial para la función de la ATM.

El fibrocartílago de la ATM es más grueso en su parte central, y se estrecha hacia los lados.

Los ligamentos colaterales discales se originan desde los bordes laterales del fibrocartílago.

En sentido sagital, el fibrocartílago es más delgado en el centro que en sus extremos anterior y posterior.

La parte anterior del fibrocartílago se fusiona con la cápsula articular y se conecta al haz esfenoidal del músculo pterigoideo lateral.

El cóndilo mandibular gira y se desliza hacia adelante durante la apertura de la boca.

Conjunto de músculos que ayudan a abrir la boca, incluyendo músculos hioideos, vientre anterior del digástrico y el haz inferior del pterigoideo externo.

Esta unidad funcional permite que el disco articular se mueva con el cóndilo durante la abertura de la boca, asegurando un movimiento fluido.

Los músculos masticadores realizan un movimiento inverso a la apertura para cerrar la boca.

Maseteros, pterigoideo interno y el pterigoideo externo (contracción excéntrica) y el fascículo posterior del temporal son los músculos que se encargan del cierre de la boca.

El movimiento de la mandíbula durante la masticación es una combinación de apertura, cierre, protrusión, retrusión y movimientos laterales.

El pterigoideo externo, cuando se contrae, desplaza la mandíbula hacia adelante (protrusión).

El pterigoideo externo, al contraerse de manera excéntrica, ayuda a controlar el movimiento de deslizamiento de la mandíbula hacia atrás (retrusión).

Movimiento de desplazamiento del cóndilo hacia adelante y atrás, sin rotación.

Movimiento de deslizamiento del cóndilo hacia el lado opuesto de la desviación, con un movimiento de rotación en el cóndilo del lado de la desviación.

La apertura máxima normal de la boca es entre 40 y 60 mm.

Movimiento de lateralidad normal de la mandíbula es de 7-10 mm.

Protrusión normal de la mandíbula es de 6-9 mm.

La palpación de la ATM se utiliza para evaluar la movilidad, discernir la estructura implicada y detectar cambios en la articulación.

El haz superior del pterigoideo externo permite al menisco retroceder mientras la mandíbula se mueve hacia atrás.

Los movimientos de deslizamiento lateral puro del cóndilo en la ATM son imposibles debido a los contactos óseos.

Los mapas de dolor referido de los puntos gatillo miofasciales (PGM) son una herramienta fundamental para detectar y diagnosticar dolor muscular. Estos mapas muestran cómo el dolor de un punto desencadenado es diferente a un punto sensible.

La ortopantomografía es una radiografía panorámica que proporciona una visión general de ambas ATM en una vista lateral. Es útil para detectar artritis avanzada, pero puede no detectar casos leves.

La resonancia magnética (RM) es la técnica de elección para evaluar la ATM porque permite visualizar los tejidos blandos, como el disco articular y los músculos.

La tomografía computarizada (TC) es una alternativa a la RM cuando esta no es posible o está contraindicada. La TC ofrece imágenes detalladas de la ATM, especialmente útiles para evaluar los huesos.

La elección de la técnica de imagen para la ATM depende del tipo de información que se busca. Cada técnica tiene sus ventajas y limitaciones, y el médico decidirá cuál es la más adecuada para cada caso.