Anatomía del Hocico del Perro

• El hocico del perro es la parte de la cara que se proyecta hacia adelante, albergando las aberturas nasales y la boca, cumpliendo funciones sensoriales, respiratorias, termorreguladoras y comunicativas.
• La conformación y fisiología del hocico varían significativamente entre razas caninas, lo que refleja adaptación a diferentes funciones y entornos.

Estructura anatómica

• Los huesos principales son el hueso nasal, el maxilar y el premaxilar (incisivo); la longitud y forma relativa de estos huesos varían entre las razas, lo que afecta la longitud y forma del hocico.
• El cartílago da forma a la nariz y las narinas (orificios nasales).
• El cartílago nasal lateral y alar son importantes para mantener abiertas las vías respiratorias nasales.
• Los músculos faciales controlan el movimiento de los labios, la nariz y las expresiones faciales, incluidos los músculos elevador nasolabial, canino y buccinador.
• La mucosa, el revestimiento interno del hocico, está cubierta por una membrana mucosa rica en vasos sanguíneos y glándulas secretoras de moco, que ayuda a humedecer el aire inhalado, atrapar partículas y detectar olores.
• Las vibrisas táctiles (bigotes) están ubicadas en el hocico, inervadas y sensibles al tacto, ayudan con la percepción espacial y la navegación.
• Las narinas, aberturas externas de la nariz, varían en tamaño y forma entre las razas, desde grandes y abiertas (en razas braquicéfalas) hasta más estrechas.

Fisiología olfativa

• Los perros poseen un sentido del olfato muy sensible gracias a la compleja estructura de sus cavidades nasales y la gran cantidad de receptores olfativos.
• Los perros tienen cientos de millones de receptores olfativos, mucho más que los humanos, ubicados en el epitelio olfativo dentro de las cavidades nasales.
• El área superficial del epitelio olfativo canino es mucho mayor que la de los humanos, lo que permite una mayor unión al olor; los pliegues complejos de las conchas nasales (cornetes) aumentan aún más esta superficie.
• La información olfativa de los receptores se transmite al bulbo olfativo en el cerebro, que es proporcionalmente mucho más grande en los perros que en los humanos.
• El órgano de Jacobson (órgano vomeronasal) detecta feromonas y otras señales químicas y se encuentra en el paladar comunicándose con las cavidades nasales, desempeñando un papel en el comportamiento social y sexual.
• Los perros pueden oler de forma independiente con cada fosa nasal, lo que les ayuda a determinar la dirección de un olor (olfateo estereoscópico).
• Exhalan por las rendijas laterales de sus narices, lo que ayuda a evitar perturbar los olores en el suelo.

Fisiología respiratoria

• El hocico es la principal vía de entrada de aire a las vías respiratorias, donde el aire se filtra, humedece y calienta al pasar por las cavidades nasales.
• La longitud y la forma del hocico impactan en la resistencia al flujo de aire; las razas braquicéfalas con hocicos cortos tienen una mayor resistencia de las vías respiratorias, lo que puede provocar problemas respiratorios.
• La humedad se evapora de la mucosa del hocico al jadear, lo que ayuda a enfriar al perro.
• Este mecanismo termorregulador es muy importante en los perros, ya que no sudan eficazmente como los humanos.

Termorregulación

• Los vasos sanguíneos del hocico ayudan a regular la temperatura corporal; en climas fríos, los vasos sanguíneos se contraen para reducir la pérdida de calor y en climas cálidos, se dilatan para disipar el calor.
• Como los perros tienen pocas glándulas sudoríparas, dependen del jadeo para enfriarse.
• El jadeo aumenta la evaporación del agua del hocico y la lengua, lo que ayuda a reducir la temperatura corporal.

Comunicación

• Los músculos del hocico permiten a los perros expresar una variedad de emociones, como felicidad, agresión y miedo.
• La posición de los labios, los dientes y las vibrisas puede transmitir diferentes señales sociales.
• El hocico juega un papel en la producción de vocalizaciones como ladridos, gruñidos y gemidos.
• La forma y el tamaño de la cavidad bucal pueden afectar el sonido y el tono de estas vocalizaciones.
• Los perros utilizan el olor para comunicarse con otros perros.
• Las glándulas del hocico producen secreciones de olor que pueden transmitir información sobre la identidad, el estado y la disposición reproductiva de un perro.

Variaciones de raza

• Las razas braquicéfalas como los Bulldogs y los Pugs tienen hocicos cortos y aplastados, lo que provoca problemas respiratorios como el síndrome de las vías respiratorias braquicéfalas (BOAS).
• El síndrome incluye estenosis de las narinas, paladar blando alargado y tráquea hipoplásica.
• Las razas dolicocéfalas como los Collies y los Borzois tienen hocicos largos y estrechos, lo que proporciona una gran superficie para la detección de olores y un enfriamiento eficiente por evaporación.
• La mayoría de las razas tienen una conformación de cabeza de longitud media (mesocefálico), considerada el tipo más equilibrado y funcional.

Implicaciones clínicas

• El síndrome de las vías respiratorias braquicéfalas (BOAS) es común en las razas braquicéfalas y provoca dificultad para respirar, intolerancia al ejercicio y sobrecalentamiento, a menudo requiere intervención quirúrgica.
• Los tumores pueden desarrollarse en la cavidad nasal y afectar la respiración y el sentido del olfato; el diagnóstico puede requerir rinoscopia, biopsia y métodos de imagen.
• La forma del hocico puede afectar la salud dental; los hocicos apiñados de las razas braquicéfalas pueden provocar problemas dentales, como apiñamiento y enfermedad periodontal.
• La inflamación de las cavidades nasales (rinitis y sinusitis) puede provocar secreción nasal, estornudos y dificultad para respirar, causada por alergias, infecciones o irritantes.
• Los cuerpos extraños pueden alojarse en las cavidades nasales y causar irritación, estornudos y secreción nasal.