Alimentación Niños 1-3 Años

Es la etapa entre la fase de crecimiento acelerado del lactante y el periodo de crecimiento estable.

Las necesidades energéticas se enfocan en el metabolismo basal, el crecimiento, la actividad física y la termogénesis.

Deben ser de alto valor biológico. La mitad de las proteínas deben ser de origen animal y la otra mitad de origen vegetal.

Son el vehículo de las vitaminas liposolubles.

Un consumo excesivo de azúcares puede provocar obesidad, caries y generar gusto por lo dulce.

Deberían ser de 1,3 litros al día, dependiendo del consumo energético, las pérdidas insensibles y la densidad de la orina.

La suplementación no es necesaria si la dieta es variada y equilibrada, excepto en el caso de dietas vegetarianas estrictas.

Esencial para el crecimiento. Reduce la aparición de caries.

Las diferencias en las necesidades energéticas son muy amplias y varían con el patrón de actividad, la velocidad de crecimiento y el sexo.

Las grasas son imprescindibles para cubrir los requerimientos energéticos, además de ser vehículo de vitaminas liposolubles y ácidos grasos esenciales.

Se prefieren los carbohidratos complejos, evitando los azúcares simples. La fibra es un buen regulador de la mecánica intestinal.

Las proteínas son esenciales para el rápido crecimiento del tejido muscular y otros tejidos.

Algunas vitaminas hidrosolubles como la tiamina, niacina y riboflavina cumplen importantes funciones en el metabolismo energético.

Las necesidades de ácido fólico y vitamina B12 son elevadas y el riesgo de carencias es alto.

El rápido crecimiento óseo aumenta el requerimiento de vitamina D y calcio.

Se recomienda comer la mayor variedad de alimentos posible para cubrir las necesidades nutricionales.

El alcohol altera la biodisponibilidad de varias vitaminas y minerales, como B9, B12, magnesio, cinc, vitamina A y calcio.

La actividad física diaria es el factor más importante para conseguir mantener los kilos perdidos durante años.

Es un cambio de estado natural que se da en mujeres, comprende desde el comienzo de las irregularidades en la menstruación hasta el cese de la misma.

Es una condición que afecta a muchas mujeres durante el climaterio, caracterizada por la disminución de las hormonas femeninas y su impacto en el sistema endocrino.

El exceso de proteínas puede aumentar la pérdida de calcio por la orina, afectando la salud de los huesos, especialmente en mujeres durante el climaterio.

Los oxalatos, fitatos y fibras presentes en algunos alimentos pueden dificultar la absorción de calcio, un mineral crucial para la salud ósea.

Durante el climaterio, la falta de estrógenos puede afectar el metabolismo de los lípidos, aumentando el riesgo de enfermedades cardiovasculares.

Las fibras solubles, además de provocar una sensación de saciedad, retrasan el vaciamiento gástrico. Algunas fibras se unen al colesterol, disminuyendo la absorción.

La ovoalbúmina, proteína presente en el huevo, se considera la de mayor valor biológico.

La deficiencia de proteínas puede causar inmunosupresión, debilitando el sistema inmunitario, y disminuir la síntesis de factores de complemento, componentes claves de la respuesta inmunitaria.

El hierro hemo, proveniente de fuentes animales, se absorbe mejor que el hierro no hemo, de origen vegetal. La absorción del hierro no hemo se ve afectada por la presencia de fitatos, polifenoles y taninos, mientras que la vitamina C la incrementa.

Los niveles elevados de homocisteína se asocian a la deficiencia de ácido fólico y vitamina B12. Una ingesta adecuada de ácido fólico reduce el riesgo de enfermedad cardiovascular. Algunos medicamentos pueden interferir con la absorción del ácido fólico.

El yodo es esencial para el correcto funcionamiento de la glándula tiroides. En zonas con deficiencia de yodo, pueden aparecer problemas como bocio, cretinismo o hipotiroidismo. La suplementación de yodo durante el embarazo es obligatoria en España.

Los alimentos más ricos en zinc son los productos marinos, siendo las leguminosas las únicas verduras con un contenido significativo de zinc. El procesado de alimentos puede conllevar una pérdida importante de zinc. El calcio, cobre o hierro en exceso dificultan la absorción del zinc. La deficiencia de zinc puede provocar alopecia, Parkinson o dermatitis.

La osteoporosis consiste en una pérdida de masa ósea, afectando principalmente a mujeres posmenopáusicas y personas mayores. La densidad mineral ósea se reduce con la edad, pero una ingesta adecuada de calcio y vitamina D puede reducir el riesgo de desmineralización y fracturas.

La ingesta de calcio juega un papel crucial en la prevención de la osteoporosis. Es fundamental consumir una cantidad adecuada de calcio para mantener la densidad mineral ósea.

La vitamina D es esencial para la absorción del calcio. Consumir vitamina D junto con una cantidad adecuada de calcio ayuda a prevenir la pérdida de masa ósea y reduce el riesgo de fracturas.