Teorías y Procesos de Trabajo Social con Comunidad - Trabajo Social - Quinto Semestre PDF
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Universidad Técnica de Manabí
Mg. Vasquez Mejia Karina Elizabeth
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This document presents theories and processes of community work in social work, focusing on traditional and emerging models. It discusses models such as locality development, social planning, social action, and ecological systems theory. This material is intended for a fifth-semester social work course.
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TRABAJO SOCIAL 1 “TEORÍAS Y PROCESOS DE TRABAJO SOCIAL CON COMUNIDAD 4 créditos Docente: Mg. VASQUEZ MEJIA KARINA ELIZABETH Titulaciones...
TRABAJO SOCIAL 1 “TEORÍAS Y PROCESOS DE TRABAJO SOCIAL CON COMUNIDAD 4 créditos Docente: Mg. VASQUEZ MEJIA KARINA ELIZABETH Titulaciones Semestre Trabajo Social Quinto T utorías: El profesor asignado se publicará en el entorno virtual de aprendizaje online.utm.edu.ec), y sus horarios de conferencias se indicarán en la sección CAFETERÍAVIRTUAL. PERIODO ABRIL 2024/ AGOSTO 2024 Índice Índice 1 “TEORÍAS Y PROCESOS DE TRABAJO SOCIAL CON COMUNIDAD........................................ 1........................................................................................................................................... 1 2 RESULTADO DE APRENDIZAJE DE LA ASIGNATURA:......................................................... 3 3 UNIDAD # 4.................................................................................................................. 3 1 Modelos Tradicionales del Trabajo Social Comunitario.................................................... 3 2 Modelos emergentes o alternativos para el Trabajo Social Comunitario........................... 4 2.1 La teoría de sistemas ecológicos............................................................................. 5 2.2 El modelo sistémico............................................................................................... 6 3 Ámbitos de intervención comunitaria en Trabajo Social................................................... 7 3.1 El trabajo social con comunidades en el sistema de servicios sociales....................... 7 4 Mediación Comunitaria................................................................................................. 9 5 Bibliografía................................................................................................................. 11 2 RESULTADO DE APRENDIZAJE DE LA ASIGNATURA: Analizar y comprender los elementos teóricos, metodológicos y técnicos del Trabajo Comunitario, aplicándolos a las distintas realidades sociales mediante trabajos de investigación, valorando las características, organización social y participación de los actores sociales con propuestas de cambio hacia un desarrollo integral de la población. 3 UNIDAD # 4 Resultado de aprendizaje de la unidad: Analizar los modelos y ámbitos de intervención comunitaria. UNIDAD #4. s Modelos y ámbitos de intervención comunitaria 1 Modelos Tradicionales del Trabajo Social Comunitario Los modelos tradicionales en Trabajo Social Comunitario son tres, según «Cox, Erlich, Rotman & Tropman (1974: 4-5): A. El desarrollo de una localidad (locality development) presupone que perseguimos el cambio de la comunidad más eficazmente, implicando a un amplio espectro de residentes suyos en la determinación de las metas y en la consiguiente acción. Las cuestiones clave en este particular modelo, en las que los profesionales han de hacer por ello especial hincapié, son: los procedimientos democráticos; la cooperación voluntaria; la autoayuda; el desarrollo del liderazgo «indígena» y la educación. B. La planificación social (social planing) es un modelo que pone el énfasis en un proceso técnico de solución de problemas, tales como la delincuencia, la vivienda o la salud mental. En él ocupan un lugar central la deliberación racional y el cambio controlado. C. La acción social (social action) presupone —prosiguen estos autores— un segmento desaventajado de la población que necesita ser organizado, tal vez en alianza con otros, para hacer a la comunidad mayor, adecuadas demandas de un aumento de recursos o de un trato más acorde con la justicia social o con la democracia». 2 Modelos emergentes o alternativos para el Trabajo Social Comunitario Algo importante que no debemos pasar por alto es cómo el cambio en los contextos sociales exige unos paradigmas de ayuda distintos. Moix (2006) habla de «modelos alternativos» en oposición a los modelos tradicionales en el Trabajo Social, y cita entre los mismos el modelo sistémico, el modelo ecológico y el modelo basado en las redes y en los sistemas de apoyo. Son nuevos modelos emergentes de intervención profesional, modelos que por su amplitud de miras podrían denominarse metamodelos, por ser cada uno de ellos un modelo de modelos Gómez (2007). Son, sin ánimo de ser exhaustivos, el modelo fenomenológico de la comunicación humana, ecológico- sistémico, redes sociales y configuraciones sistémicas que se conceptualizan como nuevos modelos de aprendizaje. Su objetivo es capacitar a los profesionales para el desempeño de sus funciones, es decir, modelos teóricos que permiten llevar a la práctica dichos conocimientos, que suponen cada uno de ellos en sí mismos un campo lo suficientemente extenso como para permitir aplicar otros conocimientos que provengan de teorías que sean válidas en un momento determinado para la práctica profesional. Dichos modelos no son incompatibles entre sí y se pueden utilizar de forma complementaria si se considera necesario, y convergente si se abordan desde la mejora de la intervención en función de las características de la realidad en la que queremos a intervenir. Los modelos teóricos para aplicar a la práctica profesional comunitaria, que consideramos son modelos amplios, en cuanto a las epistemologías que utilizan. Por ello pasamos a denominarlos «metamodelos» en el sentido de su gran magnitud teórica y práctica. El modelo fenomenológico es defendido como una práctica para la intervención comunitaria, que partiendo de las técnicas no directivas actúa a partir de la escucha activa. Esta actitud resulta fundamental y se diferencia claramente de otras actitudes que suponen dificultades para escuchar a los demás. La escucha produce una empatía entre el profesional y a quien atiende, lo que hace que éste último se responsabilice de su vida y de sus actos. Abordaremos, de manera breve, los axiomas de la comunicación humana, porque resultan pertinentes para crear relaciones de ayuda que sean favorecedoras de los cambios que los miembros de las comunidades necesitan para el autodesarrollo y el logro de su plenitud. Así mismo, realizaremos un breve repaso por algunos de los conceptos fundamentales de los modelos ecológico y sistémico, además de referirnos a su aplicación a la práctica profesional para la intervención comunitaria. La circularidad, la neutralidad, la homeostasis del sistema, la hipotetización, la estructura, la jerarquía y los ecomapas y genogramas comunitarios, son importantes para el profesional a la hora de intervenir en las crisis, tanto con los individuos como con las organizaciones y las comunidades. El modelo de redes sociales facilita unas nuevas formas de entender la socie- dad y modifica el rol del profesional en el contexto de la intervención comunitaria, porque descentraliza su papel al pasar a ser coordinador y potenciador de los recursos sociales existentes, haciendo a los individuos y a las familias responsables de sus problemas. Como el problema es de todos, tienen que dar la solución también entre todos. El poder se reparte y emerge un modelo de democracia que se apoya en la manifestación de la divergencia y en la búsqueda de unas soluciones consensuadas. Por último, el modelo de las configuraciones sistémicas es un modelo de intervención qu e desde lo fenomenológico intenta comprender las implicaciones sistémicas que suponen para los individuos el no poder ser libres si son considerados al margen de su pertenencia a una comunidad desde su nacimiento. Lo que se pretende con este modelo de intervención comunitaria es hacer que la persona asuma con humildad todo aquello que le toque vivir, sobre todo los hechos o situaciones más trágicas de su comunidad, familia y de su vida, para lograr con dicho respeto la fuerza que supone cada uno de esos eventos o hechos funda- mentales. El método consiste básicamente en mirar estos fenómenos que además de ser importantes en la vida del sujeto son los que le indican la dirección o el camino a seguir. 2.1 La teoría de sistemas ecológicos La teoría ecológica del desarrollo humano de Bronfenbrenner (1987: 40) ayuda a comprender la relación entre el individuo y su ambiente. «La ecología del desarrollo humano comprende el estudio científico de la progresiva acomodación mutua entre un ser humano activo, en desarrollo, y las propiedades cambiantes de los entornos inmediatos en los que vive la persona en desarrollo, en cuanto ese proceso se ve afectado por las relaciones que se establecen entre estos entornos y por los contextos más grandes en los que están incluidos los entornos.» El desarrollo humano supone como caracterización una interacción de procesos complejos dentro del entorno ecológico del individuo (Bronfenbrenner, 1995). Los conceptos de tipo ecológicos son de una naturaleza transaccional, es decir, no se refieren a la persona y al entorno, por separado, sino que expresan una relación entre ambos. Este modelo considera que la vida del individuo se desarrolla en «constante interacción con el medio en el que vive y que ambos se influyen partiendo en su concepción de una perspectiva inmersa en el enfoque sistémico y basada en los supuestos teóricos que desde la misma se defienden» (Navarro, 2002: 38) y «las redes sociales son concebidas como procesos dinámicos incardinados en un contexto, que varían en su naturaleza y efecto en la interinfluencia mutua que se produce entre las personas y sus contextos de desarrollo humano: familia, escuela, trabajo, vecindario, etc.» (Pastor, 2004: 108). El ambiente ecológico está compuesto según Bronfenbrenner (1979, cit. por Espina, 2010) por: Microsistema. La interacción es directa e incluye patrones de actividades, ro - les y relaciones interpersonales. Mesosistema. Sistema de microsistemas, que incluye las interrelaciones de dos o más entornos en los que la persona participa activamente. Aquí se ubicaría la familia. Exosistema. Sistemas que influyen en el entorno en el que vive una persona, pero en el que no participa activamente. Un ejemplo sería el trabajo de uno de los padres. Macrosistema. Cultura, subcultura, sistema de creencias e ideología que da coherencia a un sistema de menor orden. Desde dicho modelo Espina (2010) afirma que son aspectos básicos a explorar en la evaluación del sistema-clave disfuncional y los sistemas disfuncionales secundarios, y se observa si existen sistemas que inciden negativamente en el sistema clave, el momento evolutivo, los factores estresantes y la red social de apoyo, todo lo cual permite el abordaje de los sistemas implicados, estableciendo un orden de prioridades y una estrategia de intervención. Desde ahí plantea una especial importancia al medio ambiente y a la autogestión; trabaja con problemas y necesidades ambientales referidas al entorno físico, social y cultural, buscando promover y desarrollar en las personas, grupos y comunidades el autocuidado como condición para la obtención de un ambiente sano y de armonía interior. Las herramientas que utiliza en el abordaje de la realidad social son el taller, los mapas cognitivos y la observación» (Vélez; 2003: 81). 2.2 El modelo sistémico Este modelo teórico y de intervención ha tenido un gran desarrollo en el campo terapéutico, sobre todo en la terapia familiar. Su aplicación se inició en Palo Alto y después atravesó el océano Atlántico desarrollándose en Milán a partir de los años 70 del pasado siglo. Desde entonces su utilización se ha ido extendiendo tanto a nivel geográfico como disciplinario, y su uso en los grupos socia- les y familiares está hoy, en día, bastante generalizado. Nuestra propuesta en esta obra es presentar y describir algunos aspectos que nos parecen útiles a la hora de poder desarrollar una intervención comunitaria. La noción de sistema, que es sobre la que hemos analizado diferentes visiones y autores, nos resulta útil para acercarnos a lo que implica la pertenencia a un sistema comunitario. Lo que se visualiza en una configuración sistémica es parte del sistema y de las implicaciones que éste supone para los miembros del mismo. Las configuraciones sistémicas pueden ser importantes en la labor de hacer accesible la comprensión para cualquier profesional interesado, sobre lo que suponen las implicaciones sistémicas para cada uno de los miembros de una comunidad. La visión sistémica significa un cambio de mirada. No resulta fácil mirar de distinta manera porque se necesita un gran esfuerzo para posicionarse de otra forma y ver las cosas desde otras perspectivas. Cronen y Harris (1979) desde sus comparaciones entre las diferentes perspectivas de la cultura humana reduccionista y la cultura sistémica-revisionista nos aportan la justificación para que nuestro trabajo, como profesionales de la intervención comunitaria, pueda apoyarse en unas teorías que no dejen lugar a unas intervenciones comunitarias sometidas al mero discurrir de los hechos por no estar planificadas previamente. Por el contrario, cuando existe una fundamentación teórica y práctica que avala las intervenciones lo que ocurre tiene una justificación previa. Los objetivos planteados previamente para la intervención comunitaria suponen unos resultados esperados que son los que después podrán ser evaluados en función de los resultados obtenidos. La cultura sistémica-revisionista nos proporciona una visión sistémica del mundo, mediante la cual el objeto de la ciencia es un sistema de estructuras coexistentes y organizadas jerárquicamente. Las partes están contextualizadas y definidas por el Todo, de tal forma que las pequeñas unidades no pueden ser entendidas sin una referencia a unidades más extensas. Así, el miembro de la comunidad que realiza una configuración sistémica lo que representa es un sistema disfuncional por una alteración de la posición jerárquica que ocupan las diferentes estructuras comunitarias y sus miembros. Dichas estructuras se pueden co mprender a la vista de la configuración sistémica que posibilita la visión del Todo 3 Ámbitos de intervención comunitaria en Trabajo Social Los ámbitos profesionales son los espacios delimitados por la organización institucional de los servicios en los que opera el trabajador social y por el marco programático y operativo en el que se concreta y desarrolla su labor (ANECA, 2005). 3.1 El trabajo social con comunidades en el sistema de servicios sociales Es el ámbito más habitual y donde se concentran la mayoría de las experiencias de intervención comunitaria consideradas “puras”, tanto desde la atención primaria como especializada. La atención primaria, general, comunitaria o de base constituye el cauce normal de acceso al sistema de servicios sociales y prestan una atención integrada y polivalente en el ámbito más próximo al ciudadano y a su entorno familiar y social, teniendo su justificación última precisamente en la atención comunitaria. En este sentido, entre sus objetivos principales se encuentran el reforzamiento de la comunidad local y la potenciación del apoyo social del individuo/familia/comunidad. Por otra parte, los servicios sociales especializados se dirigen a aquellas personas o colectivos que, por sus condiciones de edad, sexo, discapacidad, u otras circunstancias, precisan de especial protección social por medio de recursos o programas específicos. En este último nivel, la intervención comunitaria se centra más en fomentar al asociacionismo y el tejido social y se interviene principalmente a través del denominado “tercer sector”. Las principales actuaciones que desarrolla el/la trabajador/a social son: Realización de investigaciones básicas de aspectos epistemológicos de la disciplina y divulgación científica de las experiencias. - Formulación de planes, proyectos, y programas dirigidos a solucionar una carencia detectada en el diagnóstico comunitario participativo. Prevención y detección de situaciones emergentes que puedan incidir negativamente en un territorio y por ende en su comunidad teniendo como finalidad una actuación precoz sobre las causas. Evaluación de resultados en relación a objetivos identificados, teniendo en cuenta técnicas, medios y tiempo empleado y como finalidad, la viabilidad de las intervenciones comunitarias. Capacitación a la comunidad para actuar de manera organizada, constituyendo una comunidad de intereses y de acción, para que sea ella misma capaz de responder a las necesidades que presentan con la utilización de sus recursos propios existentes y potenciales. Promoción y dinamización de la participación comunitaria, el asociacionismo, la ayuda mutua etc, en definitiva, impulsa la implicación de la ciudadanía en la puesta en marcha de iniciativas comunitarias fortaleciendo la cohesión social. Mediación en conflictos con el fin de unir las partes implicadas y posibilitar que sean los propios interesados quienes logren la resolución del problema, dentro de la comunidad, o entre éste y agentes o instituciones externos. Participación y apoyo en la incorporación de las políticas sociales de forma transversal en las actuaciones generales de la administración correspondiente, abogando por servicios, perspectivas y políticas sociales justas que den respuestas a situaciones de desigualdad social. Articulación del trabajo en red y en coordinación interinstitucional e intrainstitucional de cara a dar respuestas integrales a las necesid ades complejas. En cuanto a los equipamientos donde se desarrolla el Trabajo Social con comunidades, se puede identificar como fundamentales los Centros de Servicios Sociales (Centros de Acción Social, Centros Sociales Polivalente) y Centros de Acción Comunitaria (Centros municipales de barrios, o de base, o sociales o comunitarios). Los primeros son equipamientos generalistas/ polivalentes que ofrecen servicios y recursos destinados a toda la población. Respecto a los Centros de Acción Comunitaria, se tratan de equipamientos específicos en la intervención comunitaria u espacios de participación y colaboración social del y para el barrio, donde se ofrece una atención a los colectivos desde su propio entorno convivencial. Además de los equipamientos enunciados anteriormente es posible desarrollar acciones comunitarias en un nivel especializado en albergues, centros de estancias diurnas, centros de conciliación de la vida familiar y laboral, centros de acogida etc. Para el desarrollo de la intervención comunitaria dentro del sistema resulta imprescindible desarrollar un trabajo sistemático de colaboración y coordinación de las diversas instituciones y entidades de los ámbitos escolar, familiar, social, político etc. Se trata, por lo tanto, de utilizar y beneficiarse de todos los recursos y equipamientos sociales existentes (centros sociales y culturales, equipamientos deportivos, educativos y religiosos, asociaciones y grupos informales, centros privados que presten servicios sociales etc.) para intervenir de manera conjunta e integral abarcando la solución a necesidades globales que se plantean en el Trabajo Social con comunidades. Esto conlleva una articulación comunitaria horizontal, en red y por medio de mecanismos y protocolos estables de colaboración entre los diferentes ámbitos de atención. 4 Mediación Comunitaria La Mediación Comunitaria es un tipo de resolución alternativa de conflictos (RAC/ADR) que tiene como objetivo la buena convivencia entre personas desde su perspectiva de ciudadanos dentro de una Comunidad. Por tanto, el marco de referencia es el conflicto dentro de la comunidad, que se define como: grupo o conjunto de individuos, seres humanos, o de animales que comparten elementos en común, tales como un idioma, costumbres, valores, tareas, visión del mundo, edad, ubicación geográfica (un barrio, por ejemplo), estatus social, roles. Generalmente, una comunidad se une bajo la necesidad o meta de un objetivo en común; sin bien esto no es algo necesario, basta una identidad común para conformar una comunidad sin la necesidad de un objetivo específico. En términos de administración o de división territorial, una comunidad puede considerarse una entidad singular de población, una mancomunidad, un suburbio, etc. Cuando se da una convivencia en una comunidad es normal que se produzcan desencuentros de distinto nivel a los que generalmente llamamos conflictos. Esto ocurre porque son algo inherente a la interacción humana, se dan entre los hombres, en y entre las áreas y ámbitos en los que se desarrolla la vida cotidiana de los seres humanos (individuos, grupos, instituciones, comunidades). Todos ellos nos brindan la oportunidad de hacer algo de modo distinto, que genere riqueza para todos (cultura de paz). Hemos aprendido poco a prevenir, a fortalecer y enriquecer nuestros potenciales para mejorarlos, porque tendemos a creer que lo conflictivo es sólo cuando nos malentendemos con los otros. El hombre tiende a aprovecharse, utilizar o someter a otro hombre en vez de compartir derechos y obligaciones, y esto quizá ocurra, porque tal vez no se haya planteado que podría ganar más de otro modo. Los acuerdos y desacuerdos, los encuentros y desencuentros, las tareas complementarias, las diferencias y los juegos de poder, las coincidencias y los objetivos en común son algunas de las cosas que las partes descubren en este juego mágico en el que todos ganan, que es la mediación. La mediación, ofrece una alternativa al Juzgado en el que la solución deja de ser impuesta para pasar a ser algo creado en conjunto y en consonancia con particularidades de las partes. El tercero neutral e imparcial conduce la mediación con el ánimo de acompañar a aquellos que han elegido de forma voluntaria el proceso, en la búsqueda de una solución del desencuentro autogestionado en la que ambas partes se sientan ganadoras. El mediador no soluciona "en el lugar de", sino que se posicionan en la intervención (etimológicamente un venir entre) para que los polos (o partes) que configuran la tensión de los conflictos, dialoguen y descubran lo esencial, que suele ser invisible a los ojos, para con ello construir una nueva forma de responsabilizarse (responder con habilidad) de la situación. La mediación Comunitaria, no sólo aborda la resolución de conflictos activos, sino también la prevención de estos y el fomento de las ideas de convivencia y participación ciudadana; promueven relaciones cooperativas en la comunidad. Su conflictología es de tipo: ciudadano-consumo, ciudadano-medioambiente, ciudadano- administración, ciudadano-vecino. Su fin más ambicioso es el fortalecimiento de la Comunidad y la creación de infraestructuras de Paz, construyendo redes sociales que terminen funcionando de forma autónoma como una sinergia. Para ello, es fundamental la cooperación y colaboración entre los distintos servicios del municipio o área en cuestión y la formación de mediadores comunitarios que pertenezcan a esa misma comunidad, que intervienen en los conflictos tomando en cuenta el contexto cultural y social en el que se dan la convivencia, que conciben la comunidad como ente dinámico compuesto por agentes activos y por actores sociales relacionados constructores de la realidad en que viven, que hacen énfasis en las fortalezas y capacidades, no en las carencias y debilidades, que toman en cuenta la realidad social, Incluyen la diversidad, asumen las relaciones entre las personas y el medio ambiente en el que viven y orientan hacia el cambio social. Este tipo de mediación ofrece un sin fin de posibilidades, es apta para intervenir en disputas de vecinos, disputas de comunidad a comunidad, disputas sobre espacios públicos, y uso de la tierra, disputa sobre propiedades privadas. La Mediación Comunitaria comparte con la mediación todos los principios de Voluntariedad, Neutralidad, Imparcialidad y Confidencialidad, en la búsqueda de lo invisible, de los intereses más viscerales que a simple vista no se ven para fomentar la empatía y con ello acercar posturas. Y tiene como característico que interviene de modo preventivo o temprano en los conflictos, tiene el rol añadido de agente de transformación social, que comparten su cono cimiento con otros actores sociales, provenientes de la comunidad, poseedores de un saber y orientados por los mismos objetivos, con los cuales trabajan conjuntamente. 5 Bibliografía TRABAJO SOCIAL 1 “TEORÍAS Y PROCESOS DE TRABAJO SOCIAL CON COMUNIDAD 4 créditos Docente: Mg. KARINA ELIZABETH VASQUEZ MEJIA Titulaciones Semestre Trabajo Social Quinto Tutorías: El profesor asignado se publicará en el entorno virtual de aprendizaje online.utm.edu.ec), y sus horarios de conferencias se indicarán en la sección CAFETERÍA VIRTUAL. PERÍODO ABRIL 2024/ AGOSTO 2024 Índice Índice.....................................................................................................................................................1 1 “TEORÍAS Y PROCESOS DE TRABAJO SOCIAL CON COMUNIDAD..........................................1 2 RESULTADO DE APRENDIZAJE DE LA ASIGNATURA:.............................................................3 3 UNIDAD # 3..........................................................................................................................3 1 Fundamento Teórico que orientan y sustentan el método..................................................3 1.1 El empowerment comunitario......................................................................................5 1.2 Una metodología para impulsar cambios sociales sostenibles y autónomos en el complejo universo relacional...................................................................................................5 1.2.1. Caracterización y enlace con la comunidad....................................................................6 1.2.2 Análisis estratégico..........................................................................................................8 1.2.3. Formulación y formalización de la intervención.............................................................8 1.2.4 Implementación de la propuesta de intervención comunitaria......................................9 1.2.5 Evaluación, validación y/o reformulación del modelo de intervención.........................10 2 Técnicas grupales y de participación comunitaria..............................................................11 2.1 Entrevista...................................................................................................................12 2.1.1 La clasificación más usual de las entrevistas de acuerdo a su planeación corresponde a tres tipos:...................................................................................................13 2.1.2 La entrevista semiestructurada..........................................................................14 2.1.3 Ventajas de la entrevista....................................................................................14 2.2 Observación................................................................................................................15 2.2.1 Tipos de observación..........................................................................................15 2.2.2 La observación en la investigación.....................................................................16 3 Bibliografía.........................................................................................................................16 2 RESULTADO DE APRENDIZAJE DE LA ASIGNATURA: Analizar y comprender los elementos teóricos, metodológicos y técnicos del Trabajo Comunitario, aplicándolos a las distintas realidades sociales mediante trabajos de investigación, valorando las características, organización social y participación de los actores sociales con propuestas de cambio hacia un desarrollo integral de la población. 3 UNIDAD # 3 Resultado de aprendizaje de la unidad: Aplicar el proceso metodológico de intervención comunitaria a un contexto urbano o rural con sus respectivas técnicas e instrumentos UNIDAD #3. Método y técnica del Trabajo Social con comunidades 1 Fundamento Teórico que orientan y sustentan el método La intervención comunitaria desde el Trabajo Social no puede Ofrecer respuestas a necesidades, problemas y aspiraciones de manera parcia: o funcional, por el contrario, es necesaria encarar de forma la comunidad, con sus dificultades y oportunidades, desde un enfoque estratégico y participativo concordancia con un marco Teórico-conceptual metodológico y explicito, de contrario sería un mero activismo comunitario. Se presenta el proceso metodológico vinculado con un trabajo social con comunidades centrado en el modelo de desarrollo local estratégico Precisar las bases sobre las que se favorece Construcción y validación de modelos teóricos desde la misma práctica, aspecto Fundamental en la de toda diciplina (Reid, 2003, Pastor et.al,2013) Por ello necesario el proceso metodológico mediante la integración de diferentes enfoques teóricos y metodológicos adaptando estos a la idiosicrasia de contexto, momento, procesó de análisis intervención y sentido de resultado de la acción profesional El siguiente Sintetiza los fundamentos que orientan la propuesta de Trabajo Social con comunidades En este sentido, la teoría ecosistémica (teoría de sistemas, ecológica y redes sociales), la integración de las aportaciones del enfoque de potenciación, defensa, influencia social y poder nos proporcionan un marco conceptual de primer orden. Actualmente se están desarrollando fundamentalmente dos perspectivas como base teórica para el trabajo social con comunidades. La primera, basada en los sistemas sociales, trata sobre las interacciones funcionales de las organizaciones, las burocracias y las comunidades, con especial énfasis en las distintas funciones de los sistemas – la adaptación y el crecimiento, el logro de objetivos, el mantenimiento del sistema y la integración/ cohesión. El segundo enfoque se basa en una perspectiva ecológica que nos permite una visión holística e integradora de la comunidad. Vinculado a esta última, la teoría de redes sociales nos proporciona el marco apropiado para realizar un análisis e intervención comunitaria integradora de los diferentes elementos y relaciones, existentes o potenciales, existentes en una comunidad. La intervención comunitaria basada desde estos fundamentos teóricos se orienta a satisfacer las necesidades sentidas, convirtiéndose éstas en verdaderos “motores” de la sensibilización/ concienciación individual, grupal y comunitaria y su transferencia a una acción colectiva. Un trabajo social con comunidades centrado en los procesos y en las tareas de los grupos y las organizaciones comunitarias se orienta en dos direcciones: A. consecución de una adecuada cohesión interna (proceso), contribuyendo a que los grupos y las organizaciones encuentren cauces de conciliación entre objetivos y necesidades individuales y grupales, mediante estrategias de dinámica de grupos – intragrupales –, por tanto, orientado a la construcción de contextos competentes, a recuperar confianzas, desarrollar la innovación, crear solidaridades, generar capacidades y liderazgos endógenos – una red de desarrollo local; B. realización de acciones dentro de un marco temporal determinado, orientado a la consecución de objetivos (tareas), apoyando a los grupos y organizaciones para conseguir una productiva proyección externa, mediante estrategias intergrupales y de influencia en procesos políticos tangibles (PASTOR, 2010a, 2010b). La planificación se basa en un marco teórico conceptual que proporciona un modelo de intervención comunitaria orientado a transferir los conocimientos formales a las personas, grupos y organizaciones comunitarias para que éstas adquieran las capacidades y habilidades necesarias para: identificar las causas del malestar o hechos detonantes; definir las necesidades, atribuyendo significado a las causas de las dificultades; buscar soluciones a sus problemas; valorar y elegir la más adecuada; determinar cómo se organizará la acción; ejecutar lo planeado; evaluar el grado de satisfacción respecto a los objetivos alcanzados, e innovar acciones futuras desde el aprendizaje deliberativo de lo realizado 1.1 El empowerment comunitario Se propone una metodología que apuesta por el cambio social sostenible a través de la investigación-acción participativa de los actores implicados, en particular, y de la ciudadanía, en general. Metodológicamente la acción participativa es un proceso circular y complejo en el que de forma espiral y continua, en cada una de las fases, se desarrolla un proceso secuencial, deliberativo y circular de planificación/acción/obtención de información sobre la acción desarrollada. La comunidad, grupos y organizaciones pasan a ser sujetos activos y reflexivos-creativos de la investigación, planificación y acción social. Para el adecuado desarrollo de este proceso es necesario partir del estudio de las necesidades sentidas por los miembros de la comunidad y de una continua y sincera comunicación entre/con y para los sujetos (ciudadanos y sus representaciones). El estudio requiere enfatizar prácticas y técnicas cualitativas que permitan el conocimiento de la realidad social y su transformación, poniendo el acento en la participación en todo el proceso y en el estilo del profesional en su quehacer cotidiano, de una manera sustantiva para provocar un desarrollo verdadero, humano y sostenible. El concepto operativo del empowerment resume y, a la vez, complejiza un modelo de intervención comunitaria basado en los procesos de capacitación y transferencia de conocimientos, capacidades y habilidades a la población, desde una perspectiva crítica (FALEIROS, 2003) y dialéctica. 1.2 Una metodología para impulsar cambios sociales sostenibles y autónomos en el complejo universo relacional Proceso metodológico Trabajo Social con Comunidades El proceso metodológico se presenta mediante fases centrado en el modelo de desarrollo local estratégico, integral, sostenible y organizado, en torno a: 1. caracterización y enlace con la comunidad 2. Análisis estratégico 3. Formulación y formalización de la intervención 4. Implementación de la propuesta de intervención comunitaria y 5. Evaluación, validación y/o reformulación del modelo de intervención. El proceso metodológico se plantea a partir de objetivos centrados en la tarea y en el proceso. Los primeros orientados a la consecución de tareas con resultados tangibles y los segundos vinculados a la creación e impulso de estructuras y dinámicas comunitarias que permitan su autodeterminación, en este caso denominado “grupo/red motor del desarrollo local”, en donde el o la trabajadora social está siempre detrás de la cabeza o equipo de organización comunitaria. 1.2.1. Caracterización y enlace con la comunidad Se propone un proceso de investigación acción sistemático, creativo/innovador y reflexivo/deliberativo que incorpora las diversas perspectivas que configuran la realidad social, relacional e institucional de una determinada comunidad y proporciona los elementos suficientes para analizar e interpretar la realidad (diagnóstico), además de facilitar la toma de decisiones para el posterior diseño de la intervención (líneas posibles de intervención). Se diseñan unas líneas estratégicas progresivas y flexibles de acercamiento a la realidad comunitaria en íntima relación con los actores sociales que interactúan y construyen la comunidad que deseamos conocer. Es un estudio basado en un conocimiento cuantitativo y cualitativo de la realidad de la comunidad, sus interrelaciones, tendencias, centros de interés, recursos existentes y potenciales, potencialidades y dificultades etc. El reto se centra en el diseño de estrategias que permitan la máxima diversidad en la audición, incorporando al proceso, la compleja red de actores e interrelaciones que coexisten en la comunidad. El proceso de aproximación a las realidades comunitarias conlleva básicamente dos estrategias simultáneas: A. exploración y descripción de la comunidad a través de un procedimiento indirecto de recogida de información e B. identificación de las necesidades sentidas y de las redes relacionales existentes en el territorio, articuladas mediante un proceso concreto centrado en las manifestaciones de sus actores respecto de ésta. En un primer momento, se elaborará un perfil de la comunidad en torno a la información más externa (procedimiento indirecto), objetiva (haré) cuantificable y cuantificada. Para ello se utilizarán técnicas de conocimiento como la observación y el análisis documental, tanto de fuentes internas de los servicios (informes, demandas registradas, evaluación, programas y proyectos realizados) como externas. Simultáneamente, se desarrollan las entrevistas informales o contactos, lo que favorecerá la progresiva aproximación a la información subjetiva (sofá), basada en el discurso de profesionales, personas clave, líderes y ciudadanos, mediante técnicas más cualitativas. Ambas actuaciones se enriquecen/ retroalimentan mutuamente, dado que el primero nos permite identificar a actores y redes sociales; a la vez el contacto con éstos nos permitirá identificar las necesidades sentidas y focalizar progresivamente la investigación-acción. Impulsar un trabajo social en perspectiva comunitaria supone organizar el servicio y el trabajo cotidiano de manera muy diferente al “tradicional”. En muchas ocasiones, nos encontraremos con obstáculos institucionales y poblaciones para estructurar el servicio y la actividad profesional con una perspectiva comunitaria. Los responsables institucionales, los grupos, las organizaciones y las personas han adquirido, de manera general, una imagen del servicio y de nuestra actividad profesional más cercana a lo individual, a lo paliativo, a lo asistencial etc. Con el paso del tiempo se ha construido una representación social de nuestro rol, cometidos y objetivos no acordes, en la mayoría de las ocasiones, a un trabajo con dimensión comunitaria y, por ello, cuando pretendemos dar un giro a este estilo profesional debemos de re-construir de “nuevo” esta imagen, estas expectativas etc., desde la “palabra”, pero también desde la “acción”. Se persigue identificar los centros de interés, oportunidades y situaciones de dificultad que puedan convertirse en punto de partida de análisis e intervención comunitaria. Para ello es necesario que sean percibidas/sentidas como importantes y vitales por los propios interesados, en un doble sentido: a) provocar insatisfacción o malestar en la población (personas, grupos y organizaciones) y b) ser capaces de movilizar a personas y grupos a encontrar soluciones colectivas y provocar cambios en la realidad comunitaria. La investigación-acción se inicia con un proceso constante de contacto con el territorio y sus habitantes, en un doble sentido: objetivo e intersubjetivo que conoceremos mediante la aproximación directa a los espacios públicos y privados. De esta manera podemos identificar dos objetivos generales, por una parte, los de conocimiento (tarea) y, por otra, los de proceso. Respecto de los primeros nos interesa conocer: las necesidades sentidas de la población, cómo las prioriza ella misma, las soluciones que considera para resolver las necesidades, a quienes responsabiliza de las soluciones y a qué se compromete para resolver esos problemas. En relación a los objetivos de proceso nos referimos a: iniciar la toma de conciencia individual y colectiva acerca de las necesidades identificadas y compartidas, incorporar a las personas al proceso de participación, desarrollar capacidades y habilidades para que definan y prioricen necesidades y, ofrecer nuevos patrones de interrelación colectiva. En la estrategia de aproximación, es necesario cuidar el proceso de captación y acercamiento de/a los informantes, siendo recomendable realizarlo a través de las propias redes sociales que configuran su contexto natural, dado que favorecerá la interacción conversacional y la “semilla” para crear el grupo/ red de desarrollo local, que asumirá el proceso. Este grupo/red de desarrollo local supone un reconocimiento y un compromiso de todos aquellos que pueden y desean contribuir eficazmente al proyecto de acción y transformación de la comunidad. Un grupo/red diverso (incorpora personas, grupos y entidades dispuestas a colaborar en diferente grado), inclusivo (abierto a la incorporación de nuevos actores en el proceso), sostenible (autogestionada por la misma red), flexible y abierto (estructurada en torno a una red vinculada entre si, utilizando el grupo representativo y su conexión a las organizaciones y grupos). Este grupo/red motor (Consejo Ciudadano y Comités de Tarea) se iniciará con su presentación institucional y pública – que reconozca la labor a desarrollar por las personas y entidades integrantes y el compromiso de las autoridades locales para su impulso y apoyo. Se constituirá el Consejo Ciudadano, u otro mecanismo de participación que permita la organización coordinada de la comunidad para la acción colectiva, sobre la articulación en torno a comités-comisiones en función de intereses y necesidades. La comunidad debe sentir que es ella y no los profesionales, quien asume las responsabilidades. 1.2.2 Análisis estratégico Supone un proceso que implica identificar y conceptualizar las necesidades sentidas por la comunidad, sus causas y evolución a lo largo del tiempo, así como los factores condicionantes y de riesgo, sus tendencias previsibles y las potencialidades de desarrollo. Es un proceso que permite la jerarquización de las necesidades y el establecimiento de prioridades y estrategias de intervención, de manera que pueda determinarse con anterioridad a la elaboración de planes, programas y proyectos, los grados de viabilidad y factibilidad de los mismos, atendiendo a los medios disponibles, las fuerzas y actores sociales involucrados, así como los obstáculos previsibles con los que nos podemos encontrar en el camino. Ello requiere dos estrategias concatenadas: la primera, orientada a la jerarquización de los problemas que nos permita focalizar y construir los escenarios de intervención y, la segunda, destinada a analizar la viabilidad de las alternativas de intervención antes de la programación. Analizar la viabilidad de las estrategias con el grupo/red motor, supone revisar si las alternativas seleccionadas son viables en la práctica, valorar la efectividad de que una idea sea llevada a la práctica, considerando los obstáculos presentes y potenciales. En definitiva, supone un proceso participativo de análisis, reflexión, discusión y toma de decisiones. Pero esta “fase” tiene como objetivo de proceso el consolidar el grupo motor, de manera que favorezca la emergencia de lideres endógenos, permita que los miembros “airen” sus diferencias y reconozcan el papel de protagonistas, creen comités o redes específicas que fomenten el compromiso, mantengan el interés, establezcan marcos temporales y aporten retroalimentación etc. Es el momento de la “fusión” entre el grupo motor y el resto de grupos e instituciones locales. 1.2.3. Formulación y formalización de la intervención El objetivo es diseñar y formalizar con el grupo/red motora el Plan, Programas y/o Proyectos de gestión e intervención comunitaria integrados en clave estratégica. Se trata de articular y acordar los fines y objetivos a los que se dirige la intervención en un proceso en el cual se “seleccionan, ordenan y diseñan las acciones que deben realizarse para el logro de determinados propósitos, procurando una utilización racional de los recursos disponibles” (SUAREZ; DIÉGUEZ, 2002, p.84). El/a trabajador/a social formalizará conjuntamente con los sujetos sociales la intervención a realizar, a partir de la operatividad del grupo/red. Las condiciones para elaborar una adecuada planificación podemos sintetizarlos en: a) objetivos posibles, medibles, específicos, concretados en acciones, temporalizados y con responsables de ejecución; b) medios y recursos disponibles y eficaces; c) acciones integrales y transversales; d) precisión en el sistema de evaluación e indicadores que permitan retroalimentar la investigación-acción y adoptar decisiones; e) favorecimiento de la participación; y f) mejoraramiento del bienestar y los procesos de desarrollo local. Es fundamental que el diseño de la planificación sea formalizada por el grupo/red, mediante compromisos y acuerdos programáticos que establecen mecanismos de seguimiento y evaluación de responsabilidades compartidas, acciones previstas y realizadas, así como de los resultados obtenidos. Pero la programación, más allá del objetivo centrado en la tarea, persigue capacitar a los lideres, grupos y organizaciones locales para que puedan promover cambios de forma autónoma y resolver por si mismos las situaciones que surjan. El grupo motor debe percibir que no se trata de establecer un “contrato” con el profesional o con una determinada institución, sino con ella misma y la comunidad a la que pretende servir. Se trata, por tanto, de “compromisos-contratos-acuerdos” entre los grupos y redes locales, donde el profesional se sitúa en un rol de asesoramiento técnico cuando este es preciso. En este sentido, es fundamental que el grupo/red de desarrollo se estructure y organice en torno a redes centradas en la tarea, siendo liderados por miembros pertenecientes al propio grupo motor (liderazgo endógeno). El grupo/ red de desarrollo debe liderar la presentación pública de los proyectos a emprender, con una doble finalidad, legitimar y protagonizar al propio grupo/red y a los subgrupos, y a la vez comprometer a sus miembros ante la comunidad. Por su parte, la comunidad, se convierte en sujeto de intervención al conocer de antemano las acciones a emprender y disponer de canales de participación en las mismas. No se trata de “preparar a la comunidad”, como usualmente se señala, sino de involucrarla en el proceso. 1.2.4 Implementación de la propuesta de intervención comunitaria El objetivo es impulsar, fortalecer y consolidar procesos y cauces de participación ciudadana, organización comunitaria, coordinación interinstitucional y gestión e intervención colectiva de las situaciones de dificultad. Se trata de poner en marcha las estrategias, los programas y/o proyectos planteados con sus “gentes”, fortalecer la identidad y sentido colectivo de la comunidad, consolidar el grupo/red de desarrollo organizando y consolidando grupos productivos y lideres endógenos mediante procesos de autocapacitación. La intervención comunitaria debe caracterizarse, a su vez, por influir en los procesos y en las políticas, de manera a promocionar un modelo de desarrollo sostenido y duradero, orientado a introducir cambios en los procesos sociales, desde un punto de vista tanto preventivo como de inserción social, y a la vez influir en decisiones institucionales y políticas mediante acciones de organización de la comunidad y coordinación de esfuerzos y recursos. Es un nivel de “acompañamiento” – supervisión y coordinación de grupos y procesos, evitando duplicidades, activismos, prácticas puntuales e inconexas etc. Las actividades a emprender en esta fase serán tan diversas como sean los proyectos que se vayan a implantar. El profesional social trabajará con los subgrupos y redes, así como con el grupo/red motor, proporcionandoles el apoyo técnico para asegurar el componente técnico-científico del trabajo que se realiza respecto a organización, planificación y evaluación. Desempeñará múltiples actuaciones, entre ellas: entrevistas, encuentros, asambleas comunitarias – sectoriales o zonales –, talleres comunitarios de sensibilización, movilización y solidaridad; acturá en la formación de lideres, mediación comunitaria e intercultural, en la organización y dinamización de las formas organizativas colectivas (comisiones, comités, redes temáticas etc.) y en la creación de grupos de ayuda mutua y autoayuda (poner en contacto las personas entre si, ayudar a los que ayudan, generar contactos etc.). Además, gestionará la concertación y administración de recursos, sensibilización y divulgación en medios de comunicación local, seguimiento y supervisión de grupos y redes, evaluación de las formas organizativas y sus resultados, formalización y consolidación grupos productivos etc. 1.2.5 Evaluación, validación y/o reformulación del modelo de intervención El objetivo es evaluar la intervención comunitaria y elaborar un modelo de gestión e intervención comunitaria sostenible y duradero, a partir del escenario inicial y el logrado. La evaluación de la práctica comunitaria es un proceso continuo que se encuentra presente en todo el proceso – al finalizarla evaluamos el proceso y resultados obtenidos con el fin de aprender de la práctica y transferir, nuevamente, ese conocimiento a la comunidad local y científica. La evaluación tiene que ser: útil, práctica, realista, participativa, creativa y objetiva. Los indicadores tienen que presentar constantes tales como: - pertinencia, es decir reflejar la situación o el fenómeno que van a mediar; - adaptabilidad – utilización diversa de datos y fuentes y - sencillez – comprensible para todos los actores con independencia de su cualificación. Por tanto, el proceso de evaluación debe ser lo más sencillo, flexible y ligero posible, evitando las operaciones que sólo sirven para medir los procedimientos y los programas y dejan en segundo plano los objetivos de proceso, ya que la evaluación tiene objetivos de resultados (tareas) y de proceso. Es importante realizar una evaluación de las transacciones del grupo/red de desarrollo entre si y con el entorno. Se evaluará la evolución y cambios de los objetivos de los grupos productivos, la naturaleza de los lazos creados por la red entre cada una de las instituciones entre si y con otras, las alianzas y las redes de cooperación y solidaridad que han emergido con la intervención comunitaria etc. En el proceso de intervención aparecen obstáculos que pueden dificultar el logro de los cambios previstos en el entorno. Es importante revisar completamente los objetivos y las actuaciones, una vez que se evaluará por qué las actividades no han alcanzado los propósitos planteados. El cuestionamiento debe contribuir a que el grupo/red valore fracasos y éxitos y aprenda de ellos. Podemos distinguir dos tipos de evaluación: interna y externa. En la interna es imprescindible que participen los actores sociales involucrados en el proceso, dado que de esta manera atenderemos a objetivos de tarea (evaluar las acciones emprendidas por cada grupo y red productiva y por el mismo grupo motor) y de proceso (reconocer las posibilidades de cambio local, liderar nuevos procesos etc.). Es aconsejable, en ocasiones, realizar una evaluación externa, tanto desde la opinión de expertos ajenos al proceso como de los ciudadanos locales. La evaluación interna y externa no deben reflejarse en meros “Informes Evaluadores”, sino en la configuración de un proceso socioeducativo de retroalimentación de ambas evaluaciones y entre actores, por medio de reflexión y debate/deliberación grupal sobre lo realizado y las acciones siguientes y la validación de un modelo de intervención construido a partir de prácticas comunitarias (auto-evaluación). Es fundamental, de nuevo, reconocer y recompensar los esfuerzos y las actuaciones emprendidas por las personas y entidades involucradas, fortaleciendo así el sentimiento de la comunidad e incentivando la emergencia de nuevos proyectos y líderes. El éxito logrado, por pequeño que sea, proporciona un sentido de realización, una nueva percepción del problema y una confianza renovada en su capacidad para manejar problemas futuros. El reconocimiento tiene el propósito de producir sentimientos positivos de logro. El grupo/red motor de desarrollo local protagonizará, de nuevo, la presentación del “producto” del proceso: el Informe Final de Resultados. 2 Técnicas grupales y de participación comunitaria El trabajo con/de/en grupos son todas aquellas acciones y actividades que se llevan a cabo de manera colectiva. Es decir, para que exista un trabajo grupal (en grupos, con grupos o de grupo, las expresiones son intercambiables), sólo es necesario que las acciones se desarrollen colectivamente. Esto significa que, para llevar a cabo un trabajo en grupo, no se necesita de la existencia de un animador o coordinador, ni del uso de técnicas, u otro tipo de cosas. Basta con la realización colectiva de una acción, dentro del marco de la interacción mutua. Ahora bien, si lo que se pretende es realizar un trabajo en grupo eficaz, entonces tenemos que saber que existe una serie de técnicas o procedimientos que nos pueden ayudar a lograr con mayor eficacia los objetivos que el grupo se haya propuesto. Las técnicas grupales, de forma genérica, se pueden definir como los instrumentos que aplicados al trabajo en grupo, sirven para desarrollar su eficacia y hacer realidad sus potencialidades. Con un alcance más concreto y práctico, podemos definir las técnicas grupales como un conjunto de medios y procedimientos que, aplicados en una situación de grupo, sirven para lograr un doble objetivo: productividad y gratificación grupal. Dicho, en otros términos, el uso de técnicas grupales sirve para facilitar y estimular la acción del grupo en cuanto conjunto de personas (lograr gratificación) y para que el grupo alcance los objetivos y las metas que se ha propuesto de la manera más eficaz posible (lograr productividad grupal). Se emplean en diversas situaciones para desarrollar una mayor actividad de los mismos con un menor esfuerzo y mayor economía. Las técnicas de grupo son técnicas para comunicarse, para organizar mejores relaciones humanas. Las técnicas proporcionan al grupo una cierta base de organización para que el grupo funcione realmente como tal. 2.1 Entrevista La entrevista se define como "una conversación que se propone con un fin determinado distinto al simple hecho de conversar". Es un instrumento técnico de gran utilidad en la investigación cualitativa, para recabar datos. El presente artículo tiene como propósito definir la entrevista, revisar su clasificación haciendo énfasis en la semiestructurada por ser flexible, dinámica y no directiva. Asimismo, se puntualiza la manera de elaborar preguntas, se esboza la manera de interpretarla y sus ventajas. Finalmente, por su importancia en la práctica médica y en la educación médica, se mencionan ejemplos de su uso. Otro antecedente histórico de la entrevista se encuentra en la práctica de la "confesión" realizada por las instituciones religiosas y los tribunales, por medio de la cual los individuos revelan sus actos ante una figura de autoridad que prescribe y proscribe los comportamientos sociales. La confesión, que durante mucho tiempo se enfocó en la práctica de la penitencia, a partir del siglo XIX se utilizó en diversas relaciones sociales: niños y padres, alumnos y pedagogos, enfermos y psiquíatras. La confesión ha evolucionado desde el deber "decir todo", a la codificación clínica del "hacer hablar", hasta el indagar la verdad, la interpretación e intervención por diversos medios: interrogatorio, hipnosis, asociaciones libres, cuestionarios y lo que hoy en día identificamos como entrevista en el campo de la ciencia La entrevista es muy ventajosa principalmente en los estudios descriptivos y en las fases de exploración, así como para diseñar instrumentos de recolección de datos (la entrevista en la investigación cualitativa, independientemente del modelo que se decida emplear, se caracteriza por los siguientes elementos: tiene como propósito obtener información en relación con un tema determinado; se busca que la información recabada sea lo más precisa posible; se pretende conseguir los significados que los informantes atribuyen a los temas en cuestión; el entrevistador debe mantener una actitud activa durante el desarrollo de la entrevista, en la que la interpretación sea continua con la finalidad de obtener una compresión profunda del discurso del entrevistado). Con frecuencia la entrevista se complementa con otras técnicas de acuerdo a la naturaleza específica de la investigación Tipos de entrevista 2.1.1 La clasificación más usual de las entrevistas de acuerdo a su planeación corresponde a tres tipos: Entrevistas estructuradas o enfocadas: las preguntas se fijan de antemano, con un determinado orden y contiene un conjunto de categorías u opciones para que el sujeto elija. Se aplica en forma rígida a todos los sujetos del estudio. Tiene la ventaja de la sistematización, la cual facilita la clasificación y análisis, asimismo, presenta una alta objetividad y confiabilidad. Su desventaja es la falta de flexibilidad que conlleva la falta de adaptación al sujeto que se entrevista y una menor profundidad en el análisis. Entrevistas semiestructuradas: presentan un grado mayor de flexibilidad que las estructuradas, debido a que parten de preguntas planeadas, que pueden ajustarse a los entrevistados. Su ventaja es la posibilidad de adaptarse a los sujetos con enormes posibilidades para motivar al interlocutor, aclarar términos, identificar ambigüedades y reducir formalismos. Entrevistas no estructuradas: son más informales, más flexibles y se planean de manera tal, que pueden adaptarse a los sujetos y a las condiciones. Los sujetos tienen la libertad de ir más allá de las preguntas y pueden desviarse del plan original. Su desventaja es que puede presentar lagunas de la información necesaria en la investigación. Se considera que las entrevistas semiestructuradas son las que ofrecen un grado de flexibilidad aceptable, a la vez que mantienen la suficiente uniformidad para alcanzar interpretaciones acordes con los propósitos del estudio. Este tipo de entrevista es la que ha despertado mayor interés ya que "... se asocia con la expectativa de que es más probable que los sujetos entrevistados expresen sus puntos de vista... de manera relativamente abierta, que en una entrevista estandarizada o un cuestionario". Tipos de entrevista 2.1.2 La entrevista semiestructurada Las siguientes recomendaciones para llevar a cabo entrevistas semiestructuradas tienen como base la propuesta de Miguel Martínez: Contar con una guía de entrevista, con preguntas agrupadas por temas o categorías, con base en los objetivos del estudio y la literatura del tema. Elegir un lugar agradable que favorezca un diálogo profundo con el entrevistado y sin ruidos que entorpezcan la entrevista y la grabación. Explicar al entrevistado los propósitos de la entrevista y solicitar autorización para grabarla o video-grabarla. Tomar los datos personales que se consideren apropiados para los fines de la investigación. La actitud general del entrevistador debe ser receptiva y sensible, no mostrar desaprobación en los testimonios. Seguir la guía de preguntas de manera que el entrevistado hable de manera libre y espontánea, si es necesario se modifica el orden y contenido de las preguntas acorde al proceso de la entrevista. No interrumpir el curso del pensamiento del entrevistado y dar libertad de tratar otros temas que el entrevistador perciba relacionados con las preguntas. Con prudencia y sin presión invitar al entrevistado a explicar, profundizar o aclarar aspectos relevantes para el propósito del estudio. 2.1.3 Ventajas de la entrevista Por otra parte, entre las ventajas del empleo de la entrevista se encuentran las siguientes (Heinemann): Amplio espectro de aplicación, ya que es posible averiguar hechos no observables como pueden ser: significados, motivos, puntos de vista, opiniones, insinuaciones, valoraciones, emociones, etc. No se somete a limitaciones espacio-temporales: debido a que es posible preguntar por hechos pasados y también por situaciones planeadas para el futuro. Posibilidad de centrar el tema, es decir, orientarse hacia un objetivo determinado o centrarlas en un tema específico. Observación propia y ajena, porque da la posibilidad de averiguar tanto informaciones propias (opiniones, motivos, motivaciones del comportamiento, etc.), como observaciones realizadas referentes a un suceso o a otra persona. 2.2 Observación La observación es la técnica de recogida de la información que consiste básicamente, en observar, acumular e interpretar las actuaciones, comportamientos y hechos de las personas o objetos, tal y como las realizan habitualmente. En este proceso se busca contemplar en forma cuidadosa y sistemática como se desarrolla dichas características en un contexto determinado, sin intervenir sobre ellas o manipularlas. También se conoce a este término como la nota escrita que explica, aclara o corrige un dato, error o información que puede confundir o hacer dudar. Por lo general, esta aclaratoria se encuentra en libros, textos o escritos. 2.2.1 Tipos de observación Existen muchas clasificaciones posibles para la observación. En primer lugar, se puede distinguir entre: La observación directa. Que se produce cuando el investigador está en contacto sin intermediarios con el fenómeno observado; La observación indirecta. En la que es imposible estar en contacto con el fenómeno, pero se lo puede observar a través de otros elementos cercanos o a través de su contexto. Por otro lado, dependiendo del grado de intromisión del investigador en lo que observa, podemos diferenciar: La observación no participante. En la que el investigador no interviene en lo observado, y su presencia no necesita ser tomada en consideración en el análisis de la información obtenida; La observación participante. En la que el investigador sí interviene y forma parte de lo observado, alterando la información recogida y debiendo ser tomado en cuenta en el análisis. También es posible clasificar la observación de acuerdo a los protocolos que la rigen y al nivel de sistematicidad que la rige, de la siguiente manera: La observación asistémica. Por un lado, no sigue ningún sistema ni método, sino que se basa en la apreciación libre del fenómeno por parte del investigador. La observación semisistémica. Involucra ya un cierto nivel de predeterminación en lo observado, es decir, que ciertos elementos se fijan a priori, y se sabe qué cosa se busca observar; pero los datos obtenidos no están aún categorizados, sino que siguen siendo libres. La observación sistémica. Por último, es aquella que intenta agrupar la información obtenida mediante la observación de acuerdo a criterios fijados a priori, aplicando una metodología y con un horizonte de resultados esperados. Finalmente, otros tipos posibles de observación son los que distinguen en dónde se produce la observación: La observación de campo o naturalista. En primer lugar, se produce directamente en la naturaleza, o en el contexto dado del fenómeno que se observa; La observación de laboratorio o controlada. En cambio, se lleva a cabo en un ambiente controlado en el que las variables que intervienen en el fenómeno están conocidas de antemano y pueden ser modificadas a voluntad, o sea, un laboratorio. 2.2.2 La observación en la investigación la observación constituye el primer peldaño de todas las metodologías de investigación, en las que necesariamente se inicia recopilando información sobre aquello que se desea estudiar. Dicho proceso de recolección de datos variará dependiendo del tipo de investigación a la que pertenezcan: En la investigación cuantitativa. La observación se centra en la obtención de datos que describan de manera objetiva el fenómeno observado, generalmente expresándolo en cifras y relaciones lógico-formales. Para ello emplea métodos de análisis numéricos, estadísticos o métodos de medición sistemáticos. En la investigación cualitativa. En cambio, la observación se lleva a cabo a través de métodos más propensos a la subjetividad del investigador, cuando no a la experiencia sensible, ya que la naturaleza del análisis aspira a descubrir tendencias, sentidos y significados, más que realidades expresables numéricamente. 3 Bibliografía o Barbero, J-M. & Cortés, F. (2005). Trabajo Comunitario, organización y desarrollo social. o Madrid: Alianza. Recuperado de https://drive.google.com/file/d/1CjWTPGnNptZTo93E81q1s_dwzmpWWdHx /vie o Suarez, A. Díaz, N. (s.f.). ¿La gestión asociada: una alternativa para impulsar el desarrollo local desde el rol del trabajo social? Recuperado de: https://evirtual.utm.edu.ec/pluginfile.php/650898/mod_resource/content/2/Gesti on%20Asociada.pdf o Barbero, J; Cortes, F. (2005). Trabajo Comunitario, Organización y Desarrollo. Recuperado de: https://terceridad.net/wordpress/wpcontent/uploads/2011/10/Trabajo- Comunitario-organizaci%C3%B3n-ydesarrollo-social.p TRABAJO SOCIAL 1 “TEORÍAS Y PROCESOS DE TRABAJO SOCIAL CON COMUNIDAD 4 créditos Docente: Mg. KARINA ELIZABETH VASQUEZ MEJIA Titulaciones Semestre Trabajo Social Quinto T utorías: El profesor asignado se publicará en el entorno virtual de aprendizaje online.utm.edu.ec), y sus horarios de conferencias se indicarán en la sección CAFETERÍA VIRTUAL. PERÍODO ABRIL 2024/ AGOSTO 2024 Índice Índice........................................................................................................................................... 1 1 “TEORÍAS Y PROCESOS DE TRABAJO SOCIAL CON COMUNIDAD........................................ 1 2 RESULTADO DE APRENDIZAJE DE LA ASIGNATURA:......................................................... 3 3 UNIDAD # 2.................................................................................................................. 3 1 Sociedad y comunidad en Trabajo Comunitario............................................................... 3 2 Objetivos y beneficios del Trabajo Comunitario.............................................................. 4 2.1 BENEFICIOS EN LA DIMENSIÓN CULTURAL/SIMBÓLICA............................................ 4 2.2 BENEFICIOS EN LA DIMENSIÓN RELACIONAL........................................................... 5 2.3 BENEFICIOS EN LA DIMENSIÓN EDUCATIVA............................................................. 5 2.4 BENEFICIOS EN LA DIMENSIÓN POLÍTICA................................................................ 5 3 La Gestión Asociada...................................................................................................... 6 3.1 CONTEXTO HISTÓRICO........................................................................................... 6 3.2 ¿QUÉ ES, QUÉ BUSCA Y CÓMO SURGIÓ LA GESTIÓN ASOCIADA?.............................. 6 3.3 ENFOQUE DE LA GESTIÓN ASOCIADA...................................................................... 7 3.4 METODOLOGÍAS.................................................................................................... 7 3.5 DESARROLLO LOCAL.............................................................................................. 8 3.6 ROL DEL TRABAJO SOCIAL...................................................................................... 8 4 Bibliografía................................................................................................................... 9 2 RESULTADO DE APRENDIZAJE DE LA ASIGNATURA: Analizar y comprender los elementos teóricos, metodológicos y técnicos del Trabajo Comunitario, aplicándolos a las distintas realidades sociales mediante trabajos de investigación, valorando las características, organización social y participación de los actores sociales con propuestas de cambio hacia un desarrollo integral de la población. 3 UNIDAD # 2 Resultado de aprendizaje de la unidad: Analizar la comunidad, su historia, su organización social, sus procesos sociales y otros elementos como requisito básico para la intervención comunitaria. UNIDAD #2. GENERALIDADES DE LA SOCIEDAD Y COMUNIDAD EN TRABAJO COMUNITARIO 1 Sociedad y comunidad en Trabajo Comunitario La sociedad, que, en su definición más aceptada, es la totalidad de las relaciones sociales, no resulta comprensible sin considerar la existencia de una distribución / atribución desigual de estatus y poderes entre los colectivos y los individuos que la integran (Montero, 2011)entiende la comunidad como “un grupo de individuos en constante transformación y evolución, que en su interrelación generan pertenencia, identidad social y conciencia de sí como comunidad. Este grupo social y dinámico comparte problemas, intereses en un tiempo y espacio determinado, haciendo realidad y vida cotidiana “Estamos convencidos de que la compresión de las características de la intervención social se incrementa cuando se la considera un ejercicio conectado con fenómenos propios de la realidad que llamamos sociedad. El uso ideológico del término «Comunidad» ha sido muy variado, pero normalmente el concepto ha servido de vehículo de utopías respecto de la sociedad. Tal es el caso de K. Marx, para quién «Comunismo primitivo» es el concepto que nombra a una sociedad sin clases a que abocaría la sociedad socialista. En nuestro contexto histórico, cultural y científico el concepto de sociedad no debería ser sustituido por el de comunidad. A. El concepto de «Comunidad» genera imágenes que tienden a ocultar la complejidad de la realidad social actual. B. El carácter mítico de la realidad social evoca el concepto de «comunidad» contribuye a velar la realidad y por ello, a menudo es utilizado como concepto que permite la ocultación. C. El concepto de «Comunidad» como un imaginario favorable a las ilusiones intereses mejor definidas y las más difundidas en la sociedad. D. Los conceptos «Comunidad y de Trabajo Social Comunitario» usados de manera inconscientes tienden a crear la conciencia de que las estrategias organizativas deben ser de tipo unitarista o con sensualista ir hacia una sola asociación que será más representativa. 2 Objetivos y beneficios del Trabajo Comunitario Uno de los objetivos más importantes del Trabajo Comunitario es el Desarrollo Social, los grandes objetivos de las intervenciones sociales consisten en realidad en poner en marcha y mantener procesos que impliquen un amplio abanico de aspectos sociales y personales. Para J.P Hiernandux 1989, el desarrollo social puede designar dos cosas en principio: 1. La dinamización social, en sentido de activar las relaciones y las interrelaciones sociales. 2. Promoción social. Como mejorar la producción del bienestar de entidades definidas. M. G Ross 1967, en un proyecto social es necesario desarrollar la capacidad de la gente para aumentar la cohesión social, el fortalecimiento de colectivos y nuevos sujetos. Para comprender los objetivos del Trabajo Comunitario como objetivos del proceso, los resultados importantes se producen durante el proceso, es donde se imbrican los métodos y resultados, su inicio y su desarrollo siendo estos indicadores de cambio 2.1 BENEFICIOS EN LA DIMENSIÓN CULTURAL/SIMBÓLICA Son un espacio social y un instrumento para la construcción de definiciones, interpretaciones, visiones y de los proyectos de intervención. Para H. Stalwick 1997, se produce una diversificación de los modelos intelectuales, ampliación de las percepciones y análisis Moix 1991, los esfuerzos de una colectividad hechos por una población con el fin de realizar cosas de interés tienen el mismo valor que proyectos en concretos. Dumas y M. Seguier (1997) señalan que es, a partir de acciones concretas aparentemente limitadas y circunscritas en el tiempo y el espacio, como las personas agrupadas toman conciencia. Esa conciencia tiene múltiples dimensiones: Conciencia de su pertenencia a grupos, organizaciones y colectividades. Conciencia de los aspectos colectivos de los problemas. Conciencia de la naturaleza política. Conciencia de vínculos entre situaciones y problemas y los más generales en diferentes niveles territoriales. Conciencia de la realidad macro social 2.2 BENEFICIOS EN LA DIMENSIÓN RELACIONAL H. Stalwick (1997) señala como uno de los retos del desarrollo comunitario construir lo que denomina “círculos de solidaridad”: proveer lugares de encuentro o convivencia, establecer relaciones largas en programas que permiten hacer amigos, mantener redes de apoyo profesional de referencia, etc. Son un espacio social y un instrumento para multiplicar en la vida cotidiana las posibilidades de participación. Son un espacio social y un instrumento para incrementar la solidaridad. Las experiencias organizativas permiten la desasistencialización. La acción colectiva requiere que las personas tengan confianza en sí mismas y voluntad de vencer, pero también la posibilita. 2.3 BENEFICIOS EN LA DIMENSIÓN EDUCATIVA Los programas y actividades de una organización producen situaciones y suscitan problemas que crean un terreno propicio para aprender: aprender a expresarse, a asumir el ejercicio de responsabilidades, a intercambiar información a desarrollar la práctica de la planificación, etc. Para López de Cevallos (1987) los aspectos educativos pertenecen al aprendizaje participativo y no al escolar tradicional. Son una oportunidad para aprender a expresarse e incrementar la capacidad de exponer una problemática que sobrepasaba las preocupaciones individuales y concierne a un grupo amplio. 2.4 BENEFICIOS EN LA DIMENSIÓN POLÍTICA Las organizaciones son un espacio social y un instrumento que es fuente del poder necesario para la resolución de problemas. Como señala J. Trilla (2000), la organización limita el azar y, por ello, incrementa la posibilidad de hacer previsiones, ahorra tiempo y energía 3 La Gestión Asociada La Gestión Asociada plantea métodos y técnicas para la toma de decisiones participativas. Es básicamente un enfoque metodológico que responde a inquietudes de cómo formular las políticas, cómo formular los planes o programas, y cómo establecer las relaciones entre actores de diversos campos y de diversas escalas, también es una herramienta para el Trabajo Social que promueve la formalización de escenarios para la toma de decisiones en cuanto a la resolución de problemas, con el fin de constituir nuevos actores colectivos que posean voluntad política encaminada a una transformación social. Es por ello que se plantea la siguiente pregunta: ¿Por qué es importante la Gestión Asociada en el desarrollo local y qué rol desempeña el Trabajo Socia? 3.1 CONTEXTO HISTÓRICO Los comienzos de la Gestión Asociada, la cual surge en Argentina y Brasil. Héctor Poggiese (2007), reconocido como el principal especialista en el tema de Gestión Asociada, nos indica que las primeras experiencias de implementación en Argentina se vieron interrumpidas por un golpe militar. El trabajo se concentraría más tarde en Brasil, en el período de apertura democrática con la distensión del golpe militar entre los años 78 y el 84. 3.2 ¿QUÉ ES, QUÉ BUSCA Y CÓMO SURGIÓ LA GESTIÓN ASOCIADA? Según Poggiese, se denomina Gestión Asociada a modos específicos de planificación y de gestión realizada en forma compartida entre organizaciones estatales y organizaciones de la sociedad civil en su sentido más amplio. El sistema de trabajo planificado y la relación articulada de los colectivos que se crean para elaborar y gestionar estos proyectos o programas colectivos que en sí mismos son una red, devienen en una trama social reconfigurada y activa. Eduardo Arnoletto (2009), de la Universidad Católica de Córdoba, Argentina, nos da varias pistas sobre la génesis de este concepto. El autor Nos dice que la Gestión Asociada surgió por: 1. El reconocimiento de que las necesidades sociales y los requerimientos básicos para una vida digna son derechos de los individuos y los grupos, que pueden ser legítimamente reclamados. 2. El incremento de la exclusión social y la insuficiencia de la acción estatal en el ámbito del Estado liberal de derecho, a partir del abandono de las políticas sociales del Estado de bienestar y las nuevas propuestas basadas en la creencia en el absolutismo del mercado y la conveniencia de un “Estado mínimo”, que han fracasado totalmente. 3. El ritualismo y la ineficiencia burocrática de los regímenes estatistas puros. 4. La evidencia de la mayor capacidad realizadora de los regímenes mixtos, que de por sí implicaban formas participativas en la relación Estado-Sociedad. 5. La aparición de un corpus metodológico y técnico participativo multi actoral. 2009) 3.3 ENFOQUE DE LA GESTIÓN ASOCIADA Consiste en la construcción de escenarios adecuados para el cambio, por medio del cual se quiere impulsar o sobre el que se quiere poner la apuesta en práctica de una Gestión Asociada entre Estado y Sociedad. Nuevos enfoques del concepto “desarrollo” proponen la idea de un desarrollo micro regional como expresión de una sociedad y un estado local, donde lo local no es puesto o visto como escala, sino como un espacio intersectorial de la vida social –como la molécula a la substancia– la menor partícula donde la sociedad conserva sus notas esenciales. Hay aquí la sugerencia explícita que más abajo de ese nivel o más adentro de esa configuración social, las relaciones esfuerzo–resultado, costo-efectividad, gasto social/beneficio social, en el marco del contexto de la crisis y la reconversión de la economía, no serían positivas 3.4 METODOLOGÍAS La Planificación Participativa y Gestión Asociada (PPGA) propone una serie de metodologías de planificación participativa compuestas por, nueve escenarios. 1. La planificación participativa para escenarios de planificación-gestión. 2. La gestión asociada para implementación estratégica y/o gestión intersectorial de la complejidad y/o gestión de redes. 3. La planificación-gestión con información, consulta y consenso (ICC) para políticas públicas. 4. La prospectiva participativa. 5. Las audiencias públicas participativas. 6. El consenso intersectorial para conflictos urbano ambientales. 7. La planificación-acción con participación comunitaria para mapas de riesgo. 8. Los consejos participativos de políticas públicas. 9. El diálogo multilátera Consideramos que las anteriores metodologías no son camisa de fuerza y se pueden combinar de distintas formas, ya que depende del contexto y de los actores involucrados. En el aspecto local es pertinente realizar la primera y la segunda metodología para realizar un proceso de Gestión Asociada 3.5 DESARROLLO LOCAL Vázquez-Barquero (2001), define el desarrollo local como un proceso de crecimiento económico y de cambio estructural que conduce a una mejora en el nivel de vida de la población local, en el que se pueden identificar dos dimensiones: una económica, en la que los empresarios locales usan su capacidad para organizar los factores productivos locales con niveles de productividad suficientes para ser competitivos en los mercados; otra, sociocultural, en la que los valores y las instituciones sirven de base al proceso de desarrollo Un proceso endógeno dentro de pequeños territorios y grupos humanos capaces un dinamismo económico y la mejora de la calidad de vida de la población. A pesar de constituir un movimiento de fuerte contenido interno, el desarrollo local se inserta en una realidad más amplia y compleja con la que interactúa recibiendo influencias y presiones positivas como negativas. 3.6 ROL DEL TRABAJO SOCIAL Como lo define Ander-Egg (1996), el rol es el comportamiento o papel que debe desempeñar un Trabajador Social tomando en cuenta la posición o status que ocupa dentro de la sociedad. En un sentido más restringido se habla de “roles profesionales” a aquella función que se desempeña y que los otros esperan que desempeñe, aquellos que ejercen una determinada profesión Entre los roles que cumple el profesional en el ámbito comunitario, sólo por mencionar algunos, se señalarán: o Consultor-asesor- orientador o Informador o Proveedor de servicios o Planificador o Investigador o Gestor o Administrador o Ejecutor de programas, proyectos y/o actividades o Evaluador o Animador, facilitador movilizador de procesos sociales. Es considerable conocer el rol de gestor del Trabajador Social, el cual tiene que ver con el enfoque de la Gestión Asociada: Gestor: Este rol tiene directa relación con la adecuada utilización de recursos que se distribuyan a las personas que requieran de ellos. Son los intermediarios entre los usuarios y las instituciones y conocen la problemática de la comunidad, al mismo tiempo que gestiona recursos a través de distintos organismos. 4 Bibliografía o Barbero, J-M. & Cortés, F. (2005). Trabajo Comunitario, organización y desarrollo social. o Madrid: Alianza. Recuperado de https://drive.google.com/file/d/1CjWTPGnNptZTo93E81q1s_dwzmpWWdHx /vie o Suarez, A. Díaz, N. (s.f.). ¿La gestión asociada: una alternativa para impulsar el desarrollo local desde el rol del trabajo social? Recuperado de: https://evirtual.utm.edu.ec/pluginfile.php/650898/mod_resource/content/2/Gesti on%20Asociada.pdf o Barbero, J; Cortes, F. (2005). Trabajo Comunitario, Organización y Desarrollo. Recuperado de: https://terceridad.net/wordpress/wpcontent/uploads/2011/10/Trabajo- Comunitario-organizaci%C3%B3n-ydesarrollo-social.p TRABAJO SOCIAL EN LINEA TEORÍAS Y PROCESOS DE TRABAJO SOCIAL CON COMUNIDAD 4 créditos Profesor Autor: Magister. KARINA ELIZABETH VASQUEZ MEJIA. Titulaciones Semestre Trabajo Social en Línea Quinto Nivel T utorías: El profesor asignado se publicará en el entorno virtual de aprendizaje online.utm.edu.ec), y sus horarios de conferencias se indicarán en la sección CAFETERÍAVIRTUAL. PERÍODO ABRIL 2024/ AGOSTO 2024 Índice Tabla de contenido Unidad 1. El Trabajo Social Comunitario y su delimitación TEMA: Concepto y evolución histórica del Trabajo Social Comunitario 1. Concepto y evolución histórica 1.1. Concepto, objetivos y principios del Trabajo Social Comunitario 1.2 Influencias metodológicas: Organización de la Comunidad / Desarrollo Comunitario 1.3 Evolución histórica del Trabajo Social Comunitario Los pueblos cooperadores de Robert Owen La Charity Organization Society (C.O.S.) El movimiento de los «set-tlement» Los Consejos de Bienestar de la Comunidad Las Cajas de Comunidad Primeras experiencias de intervención comunitaria Nuevos retos del Trabajo Social Comunitario 2. El Trabajo Comunitario y su delimitación 2.1 El Trabajo Comunitario como proceso organizativo para promover un proyecto de desarrollo social 2.2 Una práctica organizativa para implicar a las poblaciones en la mejora de sus condiciones de vida 2.3 Un proceso organizativo en el ámbito de la intervención social 2.4 Trabajo Comunitario y Trabajo Social 2.5 Una práctica que se desarrolla en un continuo de niveles de intervención Bibliografía............................................................................................................................... 38 Nota. Este compendio fue diseñado en base al libro de “Manual para el Trabajo Social Comunitario” y “Trabajo Comunitario, organización y desarrollo social” 1 RESULTADO DE APRENDIZAJE DE LA ASIGNATURA Analizar y comprender los elementos teóricos, metodológicos y técnicos del Trabajo Comunitario, aplicándolos a las distintas realidades sociales mediante trabajos de investigación, valorando las características, organización social y participación de los actores sociales con propuestas de cambio hacia un desarrollo integral de la población. Unidad 1. El Trabajo Social Comunitario y su delimitación Resultado de aprendizaje de la unidad: Fundamentar la importancia del Trabajo Social Comunitario como un proceso organizativo para promover proyectos de desarrollo social. Temas: 1. Concepto y evolución histórica 1.1. Concepto, objetivos y principios del Trabajo Social Comunitario 1.2 Influencias metodológicas: Organización de la Comunidad / Desarrollo Comunitario 1.3 Evolución histórica del Trabajo Social Comunitario Los pueblos cooperadores de Robert Owen La Charity Organization Society (C.O.S.) El movimiento de los «set-tlement» Los Consejos de Bienestar de la Comunidad Las Cajas de Comunidad Primeras experiencias de intervención comunitaria Nuevos retos del Trabajo Social Comunitario 2. El Trabajo Comunitario y su delimitación 2.1 El Trabajo Comunitario como proceso organizativo para promover un proyecto de desarrollo social 2.2 Una práctica organizativa para implicar a las poblaciones en la mejora de sus condiciones de vida 2.3 Un proceso organizativo en el ámbito de la intervención social 2.4 Trabajo Comunitario y Trabajo Social 2.5 Una práctica que se desarrolla en un continuo de niveles de intervención 2 1. Concepto y evolución histórica 1.1. Concepto, objetivos y principios del Trabajo Social Comunitario Como señala Mª José Escartín (1998:116), aún no se ha llegado a un acuerdo respecto a lo que es el trabajo de comunidad. Para algunos, no se puede distinguir de la acción política, otros no encuentran diferencia entre el trabajo de comunidad remunerado y el que no lo es. Por último, hay que valorar si el trabajo de comunidad constituye una profesión o es una actividad que puede realizar cualquier profesional. La modalidad de intervención en el nivel comunitario del Trabajo Social fue considerando uno de los tres métodos de intervención clásicos, junto con el individualizado y grupal. De hecho, fue en 1962 cuando fue aceptado como un campo de práctica del Trabajo Social por la Asociación Nacional de Trabajadores Sociales Norteamericanos. El Trabajo Social Comunitario se ha designado con diferentes vocablos («Desarrollo Comunitario», «Organización de la Comunidad», «Intervención Comunitaria»), pero, salvo ciertas matizaciones, todos hacen referencia al proceso que se realiza para la consecu ción del bienestar social de la población, con la participación directa y activa de ésta en el análisis, concienciación y resolución de los problemas que afectan a la comunidad, partiendo por tanto de la propia comunidad y de la utilización, potenciación o creación de los recursos de la misma. Como señala M.ª J. Escartín, podríamos considerarlo el desafío profesional del Trabajo Social más importante, ya que supone hacer presente los valores de participación, solidaridad y convivencia, ayudando como profesional a la toma de conciencia de uno mismo y de su entorno, potenciando las propias capacidades y las de la comunidad, adquiriendo habilidades sociales que tan sólo pueden asumirse porque previamente se ha dado un conocimiento, aceptación y «cariño» hacia uno mismo y los demás (Recordemos que partimos de un paradigma humanista-dialéctico). Alan Twelvetrees, defensor de la intervención especializada, identifica el Trabajo Social 3 Comunitario con la naturaleza y los objetivos del Trabajo Social, considerando a éste como agente de cambio que interviene en la comunidad. El trabajador social debe, desde este enfoque, mantener un contacto continuo con la comunidad y trabajar a través de sus grupos. Cristina de Robertis, desde su visión de la realidad como un todo con diferentes dimensiones, individual, grupal y comunitaria, expone la evidente dimensión colectiva del individuo, y la dimensión individual de la intervención comunitaria, estableciéndose entre lo colectivo e individual una relación dialéctica, de influencias recíprocas. De Robertis opta por lo que denomina intervención colectiva, considerando al grupo como un nivel intermedio y básico a través del cual se configura y estructura la intervención comunitaria con la población. «Es dentro del marco de los grupos como cada persona puede ejercer plenamente su rol de ciudadana y participar en la vida pública, influenciar en las decisiones, crear encuentros, defender derechos y opiniones» (De Robertis, 1993).Y comparte con Twelvetrees el rol de agente de cambio que asume el trabajador social en esta intervención colectiva, el cual interviene en una realidad compleja y dinámica, estableciendo una relación de ayuda que provoca la autonomía individual y social de las personas, familias y grupos. En cuanto al contexto social actual en el que se realizan nuestras intervenciones profesionales, existen diferentes expertos que señalan la utilidad social de estas intervenciones comunitarias, como consecuencia de la reaparición de la dimensión comunitaria en nuestra sociedad, reaparición que se manifiesta, según S. Giner, a través de los movimientos sociales humanistas y los esfuerzos de reconstrucción de la comunidad en forma de comunidades humanistas voluntarias. Esta reaparición se debe, según N. de la Red y J. L. Izquieta, a los efectos de la crisis económica y social que está generando una serie de desajustes y a la aparición de un conjunto de necesidades más amplias que las meramente económicas, cuya solución exige estrategias políticas, sociales y culturales y la insuficiencia de las formas de ayuda 4 institucional planteadas desde la Administración que hace que los esfuerzos que se realizan sean poco eficaces ante las dimensiones de las necesidades sociales. Esta situación plantea, según estos autores, la necesidad de procesos de intervención comunitaria que potencien actividades orientadas a la solución de los nuevos y los viejos problemas a los que se enfrentan las comunidades humanas. Procesos que conciban lo comunitario no como algo tradicional y heredado, sino como la vinculación y relación con el territorio, una configuración próxima y común de intereses y una cohesión de esfuerzos y voluntades que promueva la identidad social y cultural. Para T. Báñez, el Trabajo Social Comunitario, tal como se concibe en el momento actual, es el resultado de un doble proceso de formación. Por un lado, su formación empírica o práctica procede de la existencia de una serie de experiencias de ayuda que en el ámbito de la comunidad se han sucedido a lo largo de la historia, con diferentes grados de formalización y organización: los pueblos cooperadores impulsados por Robert Owen, las experiencias de organización de la caridad, el Settlement Movement o «Movimiento de los establecimientos», los consejos de bienestar de la comunidad, las cajas de la comunidad y los programas de desarrollo comunitario, entre otros. Por otro lado, su formación teórica es el resultado de las diversas elaboraciones de la organización de la comunidad como uno de los métodos clásicos del Trabajo Social y de la introducción de los enfoques sociológicos y psicosociales en la teoría y la práctica profesional, cuyas expresiones más consolidadas se pueden encontrar en el movimiento de la Reconceptualización en Latinoamérica, en la introducción del concepto y la teoría del cambio planificado en Estados Unidos y en la teoría de los sistemas y sus aplicaciones al trabajo con redes sociales. Para la profesora T. Báñez, estas intervenciones comunitarias estarían justificadas por dos tipos de razones: a) Razones de tipo técnico en tanto que potenciadoras de las capacidades personales y sociales, las intervenciones comunitarias cumplen una función preventiva, en lo que se 5 refiere a la aparición de situaciones de riesgo o problemas sociales, con resultados a medio y largo plazo, pero persistentes. La atención de las situaciones de necesidad o de dificultad no es adecuada si no se consigue la implicación de la sociedad. Sin ésta, no es posible la integración social. b) Razones políticas o ideológicas en cuanto garantía de los derechos sociales de los ciudadanos, reconocidos por los diversos textos legales en nuestro país: las intervenciones comunitarias suponen un instrumento que facilita la participación social, dotando de contenido real a la democracia. Del mismo modo, M. Marchioni indica que los trabajadores sociales se enfrentan cada día con una demanda que aumenta, que se plantea cada vez en términos más inmediatos, más urgentes y más brutales y que no deja espacio real para un tratamiento y un seguimiento de los casos. Esto plantea la necesidad de una dimensión colectiva de la intervención y de la acción social; la dimensión colectiva se encuentra, no totalmente, pero sí particularmente, a nivel comunitario. El Trabajo Social Comunitario pretende basarse en algunos supuestos cercanos a los enunciados para el Trabajo Social con casos y el de grupos, que Murray G. Ross (1967) resume en los siguientes: Las comunidades tienen recursos suficientes para responder a sus propias necesidades. Las personas quieren cambiar y pueden cambiar y este cambio es diferente cuando es endógeno o cuando es impuesto. Una «aproximación global» a la comunidad, puede producir éxitos que no aporta la «aproximación fragmentada». La democracia requiere una participación y una acción cooperadora en los asuntos de la comunidad. Las comunidades necesitan frecuentemente ayuda al objeto de organizarse para afrontar sus necesidades, lo mismo que los individuos la necesitan para afrontar sus propias necesidades. 6 Los objetivos del Trabajo Social comunitario, según W.A. Friedlander (1978:206), pueden resumirse en: Ayudar a los ciudadanos a encontrar los medios necesarios para su bienestar en su entorno social. Alentar los esfuerzos cooperadores para perseguir objetivos comunes. Construir para los individuos y grupos canales de mutuo entendimiento para la acción común. A. Twelvetrees, defensor de la intervención especializada, identifica el Trabajo Social Comunitario con la naturaleza y los objetivos del Trabajo Social, considerando al trabajador social como agente de cambio que interviene en la comunidad y que debe, desde este enfoque, mantener un contacto continuo con la comunidad y trabajar a través de sus grupos. C. de Robertis comparte con Twelvetress el rol de agente de cambio que asume el trabajador social en esta intervención colectiva, el cual interviene en una realidad compleja y dinámica, estableciendo una relación de ayuda que provoca la autonomía indivi dual y social de las personas, familias y grupos. Los principios básicos de este método coinciden sin mayores diferencias con los de grupo e individual. No obstante, C.F. McNeil (1954:123) señala como específicos: La comunidad es el cliente primario y ha de ser comprendida y aceptada cómo y dónde esté. Han de tener