Tema 1 El Antiguo Régimen PDF
Document Details
Tags
Summary
Este documento describe las características del Antiguo Régimen, un periodo histórico que abarcó los siglos XVI al XVIII. Se centra en aspectos como la economía agraria, la sociedad estamental, la monarquía absoluta y el papel de la religión. El texto también introduce las primeras ideas que desafiaron el Antiguo Régimen.
Full Transcript
Tema 1. El Antiguo Régimen 1. Características del Antiguo Régimen Llamamos Antiguo Régimen a la forma en que se organizaba la economía, la sociedad, la política y la cultura entre los siglos XVI y XVIII. Son los siglos a los que llamamos Edad Moderna, que se sitúa entre la Edad Media (siglos V-XV)...
Tema 1. El Antiguo Régimen 1. Características del Antiguo Régimen Llamamos Antiguo Régimen a la forma en que se organizaba la economía, la sociedad, la política y la cultura entre los siglos XVI y XVIII. Son los siglos a los que llamamos Edad Moderna, que se sitúa entre la Edad Media (siglos V-XV) y la Edad Contemporánea (siglos XIX-XXI). El Antiguo Régimen se define por una serie de características: 1) Tenía una economía de base agraria, muy regulada y en la que el principal elemento de progreso era el comercio a larga distancia. La mayor parte de la gente obtenía sus medios de vida de la agricultura y ganadería de subsistencia. Eso significa que el campesino producía sobre todo para su propio consumo, no para vender en el mercado. En la mayoría de los casos, el campesino no era dueño de las tierras que explotaba. Aún no existía la industria. La actividad artesanal o manufacturera estaba en general controlada por los gremios. Los gremios eran asociaciones de artesanos que en cada ciudad regulaban con gran detalle quién podía ser artesano, cómo podía fabricar sus productos y a qué precio podía venderlo. Eran propias del Antiguo Régimen. Desde el final de la Edad Media varios países europeos se habían lanzado a la conquista de nuevos territorios, o colonias, en América, África, Asia y Oceanía. El intercambio de productos entre esos países y sus colonias creó un gran tráfico comercial marítimo que enriqueció a muchos grandes comerciantes y provocó el desarrollo de un avanzado capitalismo comercial. Era la cara más moderna de la economía del Antiguo Régimen. 2) El mundo estaba mucho menos poblado que hoy en día. La población crecía muy lentamente y su media de edad era muy baja (o sea que había muchos jóvenes con respecto a la población total). En realidad, nacían muchos niños, ya que no había control de la natalidad y que la gente necesitaba tener hijos para asegurar su subsistencia en la vejez. Pero también morían muchos niños en su primer año de vida, así como muchas madres como consecuencia de los numerosos partos. En general, la mala alimentación, el atraso de la medicina, la falta de higiene y los efectos de las guerras hacían que la esperanza media de vida fuera muy baja (o sea, que la gente no podía contar con vivir tantos años de media como ahora). 3) Se trataba de una sociedad estamental, es decir, que la posición de cada individuo en la sociedad dependía de su pertenencia a un estamento. Un estamento era un grupo social muy cerrado definido por unas actividades, formas de vida y derechos jurídicos diferentes a los de otros grupos. Era propio del Antiguo Régimen. Existían dos estamentos privilegiados, es decir, que tenían privilegios jurídicos como, por ejemplo, no pagar impuestos personales. Además poseían la mayor parte de la tierra y ocupaban los puestos más influyentes. Los dos estamentos privilegiados eran la nobleza, a la que se accedía por nacimiento o como premio por servicios al rey, y el clero (sacerdotes, monjes y monjas, frailes...), al que se accedía por ordenación sacerdotal. La mayoría de la población, desde los banqueros y comerciantes más ricos hasta el más pobre de los mendigos, formaba el Tercer Estado, es decir, el estamento de los no privilegiados 4) El sistema político más común era la monarquía absoluta de derecho divino. Una monarquía absoluta es un sistema político en el que el rey concentra todos los poderes. El reino aparece como un señorío del rey, casi como su propiedad, y sus habitantes son súbditos, es decir, individuos sometidos al rey. La monarquía absoluta de derecho divino es un tipo de monarquía absoluta en el que se justifica la posición del rey por la voluntad de Dios ("Rey por la gracia de Dios"). Es típica de los siglos XVII y XVIII. En la realidad, la capacidad de actuación del rey estaba algo limitada por la tradición de cada reino y la religión. Además, muchas familias nobles e instituciones eclesiásticas mantenían, como herencia de la Edad Media, el control sobre territorios en los que eran la máxima autoridad y poseían el dominio de la mayoría de la tierra. A esa práctica se le llama feudalismo. 5) Para finalizar, la cultura era teocéntrica, es decir, giraba en torno a la idea de Dios y a los mandatos de la religión. La cultura escrita estaba al alcance sólo de una minoría, mientras que la mayoría era analfabeta 2. Las nuevas ideas: Revolución Inglesa, Ilustración y liberalismo Desde la segunda mitad del siglo XVII los principios del Antiguo Régimen comenzaron a ser discutidos. Ese cuestionamiento del Antiguo Régimen surgió de dos episodios históricos. El primero fue la Revolución Inglesa del XVII (1642-1688). Fue una larga guerra civil causada por el deseo de una parte de la sociedad inglesa de acabar con el absolutismo (o sea, el sistema de gobierno de la monarquía absoluta) de la dinastía real que gobernaba Inglaterra. Tras años de guerra lograron expulsar a esa dinastía y establecer otra que aceptó gobernar de forma no absolutista, creando la primera monarquía parlamentaria de la Historia contemporánea. Una monarquía parlamentaria es un régimen político en el que el poder del rey está limitado por un parlamento que representa al reino. Se da a partir de finales del siglo XVII. Durante la Revolución Inglesa autores como John Locke plantearon algunos de los principios fundamentales de lo que acabó siendo el liberalismo, base de nuestro actual sistema político. El segundo episodio fue la Ilustración. La Ilustración recogió la herencia de uno de los fenómenos culturales más importantes de la Historia: la Revolución científica. La Revolución científica fue un fenómeno cultural que comenzó en el siglo XVI, durante el Renacimiento, y alcanzó su madurez en el siglo XVII. Consistió en una sucesión de rápidos avances en diversos campos de las ciencias naturales gracias al desarrollo del método científico. El método científico es un sistema organizado de conocimiento que, a partir de la observación directa de la naturaleza, propone hipótesis que predicen lo que debe ocurrir si se dan determinadas circunstancias y verifica si esas predicciones son correctas mediante la realización de experimentos controlados. En el método científico es fundamental medir con la mayor precisión posible los fenómenos observados y realizar los experimentos de tal forma que otros científicos puedan repetirlos y revisar sus resultados. La importancia de la experimentación hizo que tomara mucha fuerza el empirismo, una teoría que afirma que el conocimiento procede de la experiencia sensible y defiende el método inductivo, que alcanza conclusiones generales a partir de numerosas observaciones particulares. Por otra parte, la necesidad de medir con precisión dio un gran impulso a las matemáticas como lenguaje de la Ciencia. Pero ¿qué es la Ilustración? La Ilustración es un movimiento cultural que nació en Francia en el siglo XVIII y que defendía que el libre uso de la Razón permitiría traer a las sociedades el progreso material y espiritual. Como herederos de la Revolución científica, los ilustrados defendían una visión práctica y aplicada de la Razón, sin despreciar sus aspectos más técnicos. Ejemplo de ello fue la redacción de la Enciclopedia, que trataba de recopilar ordenadamente todos los conocimientos de la Humanidad. Diderot y D'Alembert fueron sus promotores y numerosos ilustrados participaron en esta monumental obra. Pero, sobre todo, la Ilustración puso de manifiesto la necesidad de liberar a la Razón de cualquier autoridad política o religiosa, defendiendo una cultura laica, es decir, independiente de la religión, y la libertad de expresión. Sobre ese valor central de libertad, los autores ilustrados, como Voltaire, Montesquieu o Rousseau, desarrollaron las ideas políticas nacidas en la Revolución Inglesa. Esas ideas influyeron en el Antiguo Régimen, creando una nueva forma más suave de absolutismo, el despotismo ilustrado. El despotismo ilustrado es una forma de monarquía absoluta en la que el rey sigue concentrando todo el poder, pero en el que justifica su gobierno por su capacidad de traer el progreso a sus súbditos, de acuerdo a los ideales ilustrados. Se da en Europa en el siglo XVIII. Podemos resumir la idea en la famosa frase: "Todo por el Pueblo, pero sin el Pueblo". Aunque la Ilustración creía en el diálogo más que en la lucha violenta o revolución como forma de cambiar la sociedad, puso los principios básicos del liberalismo político, que en el siglo siguiente acabaría con el absolutismo mediante la revolución. Estos principios básicos son los siguientes: La libertad como valor supremo: El objetivo del poder político debe ser defender la libertad y los derechos individuales de la persona (igualdad ante la ley, libertad de expresión, propiedad privada, etc). Soberanía nacional: El derecho a gobernar sólo puede proceder de la voluntad del conjunto de los ciudadanos, llamado Nación, que es la fuente de todo poder legítimo, la auténtica soberana (o sea, reina). Sistema representativo: la voluntad del conjunto de ciudadanos se manifiesta eligiendo representantes para que gobiernen en su nombre por un tiempo determinado. Estado de Derecho: Para defender los derechos individuales es necesario que toda actuación de los ciudadanos y sus gobernantes esté de acuerdo con un conjunto de leyes escritas. A menudo se establece por encima de todas las leyes una única ley suprema, a la que se llama constitución. División de poderes: Para evitar que los gobernantes abusen de su poder, se divide el poder político en tres poderes que recaen en instituciones diferentes. o El poder legislativo es el poder de hacer leyes. Reside en un parlamento de representantes (en España, las Cortes). o El poder ejecutivo es el poder de administrar el país de acuerdo a las leyes. Reside en el Gobierno. o El poder judicial es el poder de juzgar las infracciones o violaciones de las leyes. Reside en los Tribunales. En resumen: El Antiguo Régimen es el sistema económico, social, político y cultural que predominó en la Edad Moderna, entre los siglos XVI y XVIII. Se caracteriza por: 1) una economía de base agraria, con una artesanía controlada por los gremios y un importante desarrollo del capitalismo comercial; 2) una población en lento crecimiento y baja esperanza de vida; 3) una sociedad estamental, dividida entre nobles, clérigos y miembros del Tercer Estado; 4) un sistema político dominado por la monarquía absoluta de derecho divino; 5) una cultura teocéntrica con bajos niveles de alfabetización. El Antiguo Régimen empezó a debilitarse por el desarrollo de nuevas ideas. La Revolución Inglesa del XVII estableció el modelo de monarquía parlamentaria y animó la discusión de nuevas ideas políticas. La Revolución científica (XVI-XVIII) impulsó un tipo de pensamiento empírico, basado cada vez más en la experimentación directa del mundo y cada vez menos en las ideas recibidas por la religión o la tradición. La Ilustración recibió la influencia de la revolución inglesa y la revolución científica y formuló el ideal de que el libre uso de la Razón traería el progreso a la humanidad. Los ilustrados lograron dulcificar el absolutismo, inspirando el despotismo ilustrado. Aunque los ilustrados no eran revolucionarios, pusieron las bases del pensamiento revolucionario y del posterior liberalismo político: defensa de la libertad individual de los ciudadanos; soberanía nacional; sistema representativo; Estado de Derecho; división de poderes. Son algunas de las ideas que siguen formando las bases de nuestra actual democracia.