La Magia de los Mapas Sociales PDF
Document Details
Uploaded by Deleted User
null
Antonio Lafuente
Tags
Summary
Este documento analiza la magia de los mapas sociales, profundizando en la representación de los territorios. Explora la relación entre ciencia, imperio y públicos, así como las prácticas asociadas a las nociones de procomún, prototipo, laboratorio ciudadano y ciencia abierta.
Full Transcript
La magia de 182 contraportada / tema libre/05-2020 los mapas (sociales)...
La magia de 182 contraportada / tema libre/05-2020 los mapas (sociales) ANTONIO LAFUENTE* * M Mapear es la oportunidad que nos damos de reconocer y Doctor en Ciencias compartir los elementos clave de un lugar. Nadie pensó que Físicas, trabaja en un mapa pudiera sustituir el territorio, pero lo cierto es que el Consejo Superior con frecuencia nos comportamos como si fuera posible. Si- de Investigaciones Científicas (csic, glos de literatura y filosofía nos han enseñado a sospechar de Madrid). Tras muchos su contenido, pero también nos han animado a fantasear con años explorando cómo sus posibilidades. Y ahí seguimos: empeñados en que el es- ciencia e imperio se pacio es representable, incluso con gestos sencillos y compar- coproducen o cómo tidos, pues para producir un mapa necesitamos aceptar dos la ciencia no puede sobrevivir sin sus simplificaciones problemáticas: la primera nos anima a codi- públicos, ahora está más ficar la experiencia mediante palabras, trazos y cifras; con la interesado en la escala segunda nos obligamos a aceptar que nuestras emociones y urbana de la ciencia y, convenciones caben en un plano. Y así, todos los mapas son, en particular, por las prácticas asociadas a las han sido y serán sociales. Nuestro paréntesis en el título en- nociones de procomún, tonces solo es un gesto humilde y de buena voluntad. prototipo, laboratorio La propia noción de territorio es confusa y eso explica que ciudadano y ciencia cada generación tenga sus propios planos o que cada colec- abierta. Portafolio personal en Currently, tivo quiera mostrar cosas distintas. El ojo del propietario, por https://antoniolafuente. ejemplo, subraya los límites de ese adentro que lo obsesiona, contently.com/. mientras que el ojo del viajero presume con las rutas de fuga, el del campesino con los caminos del agua y el del patrón con los lugares de culto. Lo mágico es que un mapa puede con- tener todas estas visiones en un orden que no es discursivo, Propiedad de Ediciones Uniandes. Todos los derechos reservados 183 La magia de los mapas (sociales) imperativo o sintáctico. Un mapa puede ser expresión de una “Qué es y cómo definimos el territorio” pluralidad intergeneracional, interclasista e intercultural. Y Fuente: Fotografía de Alhena por eso un mapa dice muchas más cosas que las estrictamen- Caicedo, tomada de Plan de te geográficas, geológicas o topográficas. Y si un mapa se abre buen vivir de Pureto. Consejo Comunitario de Pureto, Cauca, hacia lo inmaterial, lo simbólico, lo relacional y lo topológico, Centro de Pensamiento entonces estamos hablando de representar territorios que se Latinoamericano RaizAL, despliegan por todos los espacios de des-encuentro, no im- Universidad de los Andes. Bogotá, 2018, p. 76. porta si son analógicos, virtuales, ficticios o figurados. Más aún, todos los mapas son una mezcla más o menos virtuo- sa, creíble y consciente de todos esos mundos. Cada mapa porta un sueño y nos invita a privilegiar un foco. Casi todos coquetean con los imaginarios del testigo, del auditor o del reportero y, como nos han enseñado los estudios poscolonia- les (Spivak, 1988) o feministas (Rose, 1993), ese es su mayor peligro: querer ser verdaderos, pues todos los mapas contie- nen una pesadilla y ocultan el mundo que desdeñan o invi- sibilizan. Un mapa, en fin, es un instrumento nada inocente: démonos por alertados y sigamos adelante. Décadas de sospechas nos han enseñado a corregir los exce- sos más groseros. Y hay una regla de oro que siempre funciona: Propiedad de Ediciones Uniandes. Todos los derechos reservados 184 si quieres una descripción y no una prescripción del territo- contraportada / tema libre/05-2020 rio, convierte su construcción en un ejercicio abierto, plural y lento. Si no queremos que nuestra representación solo ex- prese un punto de vista hegemónico, debemos asegurarnos de que su construcción sea obra de un grupo que trabaje de forma colaborativa y cuya composición sea suficientemente heterogénea. Y tras hacerlo plural y abierto, también debe- ríamos enlentecer su producción, porque acompañar, facili- tar y desaprender siempre reclaman más tiempo. No es fácil, pero al intentarlo descubrimos que el territorio deja de ser algo preexistente, previo, y que tenemos que desaprender el dictum moderno que nos exige convertirlo en un objeto o en algo que existe a nuestro pesar o que tiene una existencia independiente, lo que comprueba que el espacio se produce y que nace de la interacción entre los participantes. La nece- sidad o el deseo producen el espacio. Y sí, otro grupo distin- to o en otra estación del año podría perfectamente dibujar otras circunstancias y descubrir otro territorio. Los expertos se sienten incómodos frente a esta alternativa, porque pien- san que su perspectiva está contrastada y es sólida. No les falta razón, pero se equivocan si la quieren toda. Dos siglos de historia nos han enseñado que los éxitos de nuestras infraes- tructuras están asociados también a la producción de graves asimetrías, desigualdades e injusticias. Los expertos también son responsables de las consecuencias de sus ingenios, pero se han acostumbrado a celebrar solo los éxitos, minimizando el mucho dolor que han producido. Los necesitamos por su capacidad de diagnóstico, pero tienen que reforzar sus habi- lidades de escucha. Los queremos cercanos, cómplices y vul- nerables ante lo contingente, lo ordinario y lo común. Un mapa puede ser la oportunidad para explorar las ven- tajas del contrabandeo por esas fronteras, otrora estrictas, entre lo disciplinar y lo indisciplinar, lo propio y lo impropio, lo profesional y lo amateur, lo personal y lo político, lo formal y lo informal, lo incidental y lo registrable, lo privado y lo pú- blico y, en fin, todas esas dicotomías que han tratado de divi- dir el mundo entre lo que importa y lo que sobra o, con otras palabras, entre lo que pasa y lo que (nos) pasa. Un mapa representa un territorio. El territorio puede ser cualquier conflicto, problema o esperanza que queramos ha- bitar y del que queramos hacernos cargo. Y desde luego, como Propiedad de Ediciones Uniandes. Todos los derechos reservados 185 los invitados a explorarlo solo pueden hablar desde sus viven- La magia de los mapas (sociales) cias, saberes e intereses, se acepta que vamos a producir un documento sesgado, local y vívido. Para producirlo renuncia- mos al orden gramatical y literario (Krämer, 2012). Eso quiere decir muchas cosas: la primera es que buscamos una produc- ción sin comienzo ni final y la segunda tiene que ver con su naturaleza provisional, anónima y contingente. Como cada grupo tiene derecho a su propio mapa, también sabe que un mapa sirve para iniciar una conversación y no para terminarla. Los mapas no solo no cierran el territorio, sino que crean una comunidad. Mapear es un ejercicio que moviliza varios gestos, pues, primero, es una forma de codificar lo que que- remos conocer; segundo, lo hacemos sin renunciar a los de- talles, las diferencias, las discrepancias y las contingencias; “Trabajando en la tercero, es una práctica que pone a prueba nuestro músculo cartografía social” colaborativo en colectivos en los que la heterogeneidad se Fuente: Fotografía de Alhena Caicedo, tomada de Plan de vive como un activo, y, cuarto, producimos una imagen que buen vivir de Pureto. Consejo cabe en un golpe de vista y que no privilegia ningún punto Comunitario de Pureto, Cauca, de vista, ni intenta un consenso. Una imagen que no excluye Centro de Pensamiento Latinoamericano RaizAL, la presencia de palabras, pero que aboga por los trazos, los Universidad de los Andes. esbozos, los dibujos, los esquemas, los cuadros, las flechas, Bogotá, 2018, p. 73. Propiedad de Ediciones Uniandes. Todos los derechos reservados 186 los monigotes, las trayectorias y los garabatos, antes que las contraportada / tema libre/05-2020 frases y los conceptos. Al mapear nos damos la oportunidad de restaurar el mundo con todo su colorido y con todo su ful- gor, con todos sus matices y toda su vibración, con todos sus fragmentos, sus capas, pliegues, fugas, perspectivas y prome- sas. Es como si nos diéramos la oportunidad de volver a mirar, de nacer de nuevo, de abrirnos a la sorpresa, el misterio y lo común. Mapeamos para desnaturalizar la herencia, la orto- doxia y el canon. Mapear es un ejercicio expectorante, tiene algo de iniciático y la promesa de un renacer sin fantasmas, musarañas ni acúfenos. Los mapas tienen magia porque funcionan como obje- tos que pertenecen a varios mundos y que pueden transitar como si fueran embajadores, piratas o, como decimos más recientemente, hiperobjetos. Tienen todas las ventajas asocia- das a una transducción (Neve, 2015), la que transforma un encuentro sobre vivencias, expectativas e identidades en la práctica de hacer una cosa que contenga las muchas mane- ras de experimentar el mundo. Lo que siempre amenaza con convertirse en una discusión interminable sobre palabras y sus significados se convierte en una práctica bricoleur, en la que importa menos la precisión del erudito o del virtuoso que la espontaneidad o empatía del dibujante o niño que todos somos. Y dado que los objetos se hacen mientras se piensan y también se piensan mientras se hacen, tienen la cualidad de concretar lo abstracto, de formatear lo imaginado, de mate- rializar lo virtual y, en definitiva, de captar talento ambiente, sumar capacidades individuales, crear vínculos entre los par- ticipantes y ser expresión de la voluntad de aprender a vivir juntos (Knorr-Cetina, 1997 y 2001). Los mapas son entonces un objeto frontera (boundary object) y son capaces por sí mismos de obviar las diferencias que nos separan para centrar la atención en todo eso que nos une y que ha producido el objeto. Un mapa da cuenta de nuestras vulne- rabilidades y predica todo lo que no somos, ni podemos ser. Es un ejercicio de humildad y de audacia. Ni oculta lo que somos, ni renuncia a lo que podemos. Fruto de un trabajo colectivo, nace equidistante de todas nuestras ignorancias y discapaci- dades. Y es fruto de ensamblajes complejos que hacen posible, aunque sea de forma precaria, la comunicación entre mun- dos inconexos que aprenden a sumar peras con manzanas y a Propiedad de Ediciones Uniandes. Todos los derechos reservados 187 La magia de los mapas (sociales) encontrar los intersticios que autorizan álgebras prohibidas y Mapa de temas conectan (nuestros) paisajes inacabados (Star, 1989). Un geó- Fuente: Sacha Chua, https://www.flickr.com/ metra dirá que es imposible, que estamos juntando entidades photos/sachac/9040714189/ que se repelen y que damos existencia a producciones tóxi- in/photostream/ cas e ilegales. Pero no es verdad. En muchas cocinas se sirven recetas hechas a base de alimañas, yerbajos y venenos. Y es que con frecuencia nuestro mundo necesita más de una far- macología que de una ontología, pues la clave no está en las propiedades de las cosas, sino en las proporciones en las que se mezclan (Stiegler, 2011 y 2013). Siempre hay una cocinera dispuesta a la pócima que nos saque del apuro, pues —no lo olvidemos— cocinamos y mapeamos por necesidad. El mapa crea una circunstancia mágica, porque su potencia no vie- ne de su belleza, armonía o perfección, sino de su condición incompleta, pasajera y anómala. Y como siempre es tan per- fectible, queda abierto para incorporar más ingredientes, más cocineros y más comensales. Mapear es un ejercicio que ocurre en un momento prelin- güístico. Lo óptimo quizás sea comportarse como los autistas de Deligny o en situación de deriva. En ambos casos, ope- rando sin un plan, aceptamos que nuestros trayectos pue- den tener sentido más allá o más acá de los imaginarios del eficientismo. Los situacionistas descubrieron que la ciudad Propiedad de Ediciones Uniandes. Todos los derechos reservados 188 podía ser redescubierta y necesitaba serlo, lejos de los flujos contraportada / tema libre/05-2020 que la han convertido en un lugar de tránsito entre espacios de producción. Y para combatir el orden implícito en nues- tros desplazamientos encontraron en el azar la inspiración y el instrumento de sus tránsitos. Los mapas situacionistas convierten lo imprevisible en una fuente de conocimiento y no solo de aventura (Bridger, 2013; Ervin, 2009). Los registros de los autistas mostraban que sus trazas, siendo incodifica- bles, daban cuenta de una tendencia inexplicable a redundar por algunos lugares que debieron parecerles mágicos, como si ocultaran un poderoso atractor. Había santuarios que no construyó el azar y que Deligny los reconoce como expresión de un mundo común y hasta entonces invisible (Querrien, 2006). Nunca habríamos descubierto esas existencias espec- trales, lo común de los autistas y la vibración en lo ordinario, sin esas cartografías inútiles (Petrescu, 2007a). Los mapas crean un escenario en el que pueden ocurrir cosas y se puede dar vida a muchos relatos. No es lo mismo entrar a una boda que a un meeting, ni tampoco son inter- cambiables las atmósferas que se respiran al llegar a una asamblea, un comité de dirección o al cumpleaños de un sobrino. Basta con acercarse a esos lugares, incluso antes de que llegue la gente y se explicite el propósito, para percibir los distintos ambientes y anticipar las diferentes conductas. Esa es la magia que cultivan los escenógrafos. Una escenografía tiene cualidades que merecen atención. El contexto es una noción (casi) opuesta a la de escenografía, pues, como sabe- mos, es material, concreta y habitable. Nos muestra el color de las mesas, el tamaño de los espejos y la luz de los cande- labros. En una escenografía solo caben los actores que entran, y todos nos dejan ver sus complementos, andares y decires. Los directores hablan del contexto, mientras que los escenó- grafos evocan un arte menor, secundario y (casi) invisible. Un escenario es una situación y no una solución, que además es próxima, vívida, intersticial, pirata y abierta. Mirar los mapas como escenarios es lo que (casi) siempre hacemos. Más que ver lo que (nos) muestran, miramos lo que (nos) prometen. Los mapas no se pintan para usarlos, sino para ensoñarlos. Un mapa crea una situación en la que no es delito confundir los hechos con las opiniones, los sueños con la materia, las expectativas con la esperanza, la geografía con la topología Propiedad de Ediciones Uniandes. Todos los derechos reservados 189 y los movimientos con las metáforas. Para eso inventamos el La magia de los mapas (sociales) teatro y los viajes, y por eso necesitamos las escenografías y los mapas (Marcus, 2018). HERRAMIENTAS DE MAPEO: LOS ESCENARIOS INTERSTICIALES, COMUNES Y MÁGICOS Hay muchas técnicas de mapeo y todas tienen sentido y, se- gún lo creo, se parecen tanto que vamos a renunciar a una clasificación que nos enseñe cuál es la herramienta que nece- sitamos en cada circunstancia. Cada vez que llega un experto a explicarlas, se le va la vida en precisiones insignificantes que, llevadas al extremo, siempre producen el mismo efecto: destruir lo que de improvisado, aleatorio, inaudito, imprevisi- ble…, mágico hay cada vez que se juntan unos desconocidos a imaginarse el mundo en el que quieren vivir. Pocas cosas pueden ser más decepcionantes que una sesión de design thinking con expertos acreditados. Cuando su influencia es tan notable como mediocre, todo se convierte en normas, ins- trucciones, protocolos, formatos, distingos, ornatos…, y hasta la improvisación está regulada. Personalmente recomiendo huir de las escenografías rígidas (Jones, Semel y Le, 2015). Ya sé que para improvisar no hay nada como ensayar constantemente, pero eso solo funciona cuando los demás se atienen estrictamente al guion. Si a alguno se le olvida o llega tarde, de poco servirán las duras horas de entrenamiento. Lo más difícil es escuchar a los demás para enterarse de lo que está pasando y, mejor aún, sumarse a los otros relatos: de- jarse afectar. Sí, una sesión de mapeo es una sesión de jazz y lo importante es que fluya. Conocemos la melodía, pero cada día sale diferente, porque cada día es otra situación, cambian los músicos, o los humores, o los ajustes, o los públicos…, o todo a la vez. Mapean mejor los amantes del jazz: un mapa se hace en una jam session (Sudnow, 1978; Briscoe y Mulligan, 2014; Locke et al., 2015). Hay que confiar en los músicos, dejar- se llevar y perder el miedo a equivocarse (Eisenberg, 1990). En los conciertos inolvidables, la sala de operaciones, la cancha de fútbol, los barcos en la tormenta y, en general, en los siste- mas abiertos, el orden es emergente y el conocimiento distri- buido, de manera que cuando alguien se equivoca, los demás corrigen su posición para minimizar los efectos de un error y salvar la nave (Hutchins, 1991 y 1993). Propiedad de Ediciones Uniandes. Todos los derechos reservados contraportada / tema libre/05-2020 Herramientas de mapeo 190 Propósito Preparación Desarrollo Mapa >> Identificar actores humanos y no Papel 100 × 70 cm, post-it rojos >> Introducción (10’): nivel de detalle sugerido, categorías de actores humanos, individuales e institucionales, (negativos) y verdes (positivos), puntos para clasificar sugeridas, un cuadrante por categoría afectados e influencers de otro color >> Ronda de participantes (20’): ¿qué espero de este >> Mostrar cómo los actores se Espacio abierto encuentro? conectan entre sí 120 minutos >> Población (15’): habitantes del mapa, cada actor en su >> Determinar quién debe involucrarse 20 participantes cuadrante o subsistema. Más céntricos, los más influyentes y cómo influir >> Refinado (15’): iteración, oportunidad de incluir o >> Considerar qué nuevas relaciones modificar desarrollar y qué prioridad asignarles >> Fluidez (20’): ¿dónde hay atascos y canales que funcionan? >> Discusión en grupos (20’): situación y mejoras >> Puesta en común (20’): ¿qué aprendí?, ¿qué hacer?, ¿más mapas? Mapa >> Ensamblar los conocimientos de los Papel 100 × 70 cm, post-it rojos >> Introducción (15’): objetivos y desarrollo de temas participantes: identificar prioridades y (negativos) y verdes (positivos), puntos >> Ronda de participantes (20’): ¿qué va a suceder? convergencias de otro color >> Lluvia de ideas (10’): cada participante 10 temas, uno por >> Explorar la diferencia, lo común, Espacio abierto post-it lo general y lo estructural, y transitar 120 minutos >> Modelado (30’): situar temas a favor (verde) y en contra entre mundos 20 participantes (roja) en el mapa. Puede haber iteración. Se agregan nuevos >> Visualizar la complejidad ítems o se revisa alguno >> Priorizar (15’): cada participante asigna 5 puntos >> Discusión (45’): cada participante un minuto (¿qué me sorprendió?, ¿qué es crucial?, ¿cómo actuar?) Mapa >> Mostrar la relación entre distintos Se requiere mucho trabajo preparatorio >> Introducción (15’): nivel de detalle sugerido, categorías y de tiempo eventos que hayan podido influir un para llegar con un template/mapa función del template proceso y cómo evolucionó genérico del contexto que sea >> Ronda de participantes (20’): ¿qué va a suceder? >> Eventos: subvenciones, inspirador. >> Discusión del template (30’): ¿qué falta?, Propiedad de Ediciones Uniandes. Todos los derechos reservados intervenciones, crisis, logros, desarrollos, Template con subtópicos o categorías ¿qué conexiones?, ¿qué cambios? conectados con cosas que pudieran 120’ >> Refinado (15’): oportunidad de incluir o modificar suceder en los mundos de la política, la >> Puesta en común (20’): ¿qué aprendimos del análisis economía, las instituciones, etcétera retrospectivo? >> Entender el contexto >> Resumen (10’): los organizadores exponen las principales conclusiones Herramientas de mapeo Propósito Preparación Desarrollo World Café >> Explorar un asunto desde muchas Grupos de hasta 15-20 >> Introducción (10’): tema que nos reúne, nadie repite mesa, perspectivas y recabar información de Cuatro mesas distantes. En cada mesa tres rondas distintas fuentes un grupo y un anfitrión que no se >> Ronda participantes (10’) >> Los participantes conocen bien el mueve >> Mesa 1 (25’): ¿qué falta?, ¿qué conexiones?, asunto y reclaman poca facilitación Cada mesa una pregunta, 25’, 3 rondas ¿qué cambios? >> Todos los participantes pasan por 120 minutos en total >> Mesa 2 (25’): todo el mundo rota, nadie repite todas las mesas: cada mesa, una >> Mesa 3 (25’) pregunta, un anfitrión-relator, entre >> Puesta en común (10’+10’+10’): anfitriones de mesa siete y diez participantes relatan hallazgos >> Si hay cien participantes: 10 mesas, >> Resumen (5’): organizadores exponen principales 10 preguntas, 25’ por mesa, 3 rondas. conclusiones Total: 120’ Saber más Buenas prácticas en cartografía participativa (2009), Roma: fida, https://www.ifad.org/documents/10180/c02f82b2-876b-411a-9d1a- 2c5dd6f78d07 Marcie Parkhurst, Hallie Preskill (2016), Guide to trend mapping, fsg, https://www.fsg.org/tools-and-resources/guide-trend-mapping Nold, Christian (2009), Emotional Cartography. Technologies of the Self, http://www.emotionalcartography.net/EmotionalCartography.pdf O’Connor, S. (2010), Maps for advocacy. An Introduction to Geographical Mapping Techniques, https://tacticaltech.org/media/files/ MapsForAdvocacyTacticalTech-1.pdf Observatorio Argentino de Drogas (2014), Manual para la construcción de diagnósticos integrales comunitarios con cartografía participativa, Buenos Aires, http://www.observatorio.gov.ar/media/k2/attachments/manualZcartografiaZaprticipativa_1.pdf Schiffer, Eva (2007), Net-Map toolbox, ifpri, https://netmap.files.wordpress.com/2008/06/net-map-manual-long1.pdf vic (2016), Cómo hacer un mapeo colectivo, Madrid: lada, http://laaventuradeaprender.educalab.es/documents/10184/67475/Como-hacer-un- mapeo-colectivo Propiedad de Ediciones Uniandes. Todos los derechos reservados La magia de los mapas (sociales) 191 192 Las mejores sesiones de mapeo nacen de la heterogenei- contraportada / tema libre/05-2020 dad de los participantes. Que sean distintos es tan conve- niente como que sean empáticos, porque no se trata de que cada uno toque su pito, sino de que todos los instrumentos funcionen como una orquesta sin partitura (Mukerji,1998). La mediación y los modales son la mejor ayuda. Pero tampoco sobra tener cerca alguna recomendación de cómo operar. La primera vez que mapeamos es una bendición tener a mano una receta confiable. Y a eso vamos, porque tras haberme mi- rado muchos libros de cocina y haber estado más de una vez entre fogones, me parece muy conveniente crear una especie de guía de primeros pasos. Las siguientes líneas responden a ese estilo tan de moda de escribir para principiantes. Contarles cómo mapear a unos principiantes consiste en explicar cómo situarse en la posición de coordinador y luego narrar lo que debería suceder. Y a ello vamos. El mapa por antonomasia es el que hacen gentes que no se conocen, pero que comparten una problemática que quieren habitar jun- tos, aceptando que la mirada de todos producirá la imagen integradora que necesitan. El objetivo es recabar todas las perspectivas sin un orden preestablecido y sin que el proce- so establezca preeminencia alguna entre los participantes. Una vez recopilados los ingredientes y dispuestos a la vista de todos sobre una pizarra, una pared o un gran pliego de pa- pel, el siguiente trabajo consiste en agruparlos y formar no- dos principales de convergencia. No siempre es fácil agrupar sensibilidades sin que alguien se sienta agredido y ponerles nombre a esos nodos principales. Con frecuencia el primer mapa es de una inocencia o simpleza abrumadora, y eso nos obliga a una primera iteración que lleve hasta la pizarra la complejidad que vemos y no supimos reflejar. Podemos repe- tir el proceso las veces que sea necesario hasta que estemos conformes, lo que no necesariamente quiere decir que vea- mos el mapa (casi) perfecto. Lo normal es que se produzca alguna discusión y desencuentro, y lo habitual es que haya tensiones. No es fácil entender los puntos de vista del otro y respetar sus intereses. Inevitablemente, la producción del mapa conlleva la articulación modesta de una comunidad de aprendizaje en la que todos los asistentes influyen o afectan porque se dejan afectar. La comunidad de aprendizaje fun- ciona porque fue capaz de construir una red de afectos y de Propiedad de Ediciones Uniandes. Todos los derechos reservados 193 confianza. Y el premio que se llevan es un relato compartido La magia de los mapas (sociales) sobre lo que les preocupa. Tener un relato común no es cosa menor, porque tras su construcción nuestra percepción del mundo se modifica, como también se transforma la relación entre los participantes (Lave y Wenger, 1991). Un relato com- partido no es un artefacto retórico, cansino y desmovilizador. Es importante reconocer y celebrar su carácter performativo, porque es imposible, en fin, cambiar el mundo sin que el pro- ceso nos cambie a nosotros antes. Recopilados los ingredientes, queda lo mejor: hacer el guiso. El final siempre implica una cierta hoja de ruta que identifica tareas, plazos, recursos, obstáculos, reencuentros, visitas, controles, alianzas, investigaciones, diseños, acciones y compromisos. Y para construirla necesitamos conocer las capacidades, propias o ajenas, individuales o colectivas, que podemos movilizar. Lo normal en estos casos es crear otro mapa en el que el eje horizontal sitúa los eventos en el tiem- po, mientras que en el vertical creamos una fila para cada uno de los ítems que identifiquemos (obstáculos, alianzas, accio- nes…) y colocamos las diferentes tareas en el mes correspon- diente. Pero antes de llegar a los aspectos más prácticos u operativos, antes de pasar a la acción, hay que ponerse de acuerdo en cómo se conectan unas cosas con otras y cómo forman un sistema que debe abordarse de forma integral y no fragmentaria. La vida real no está compartimentada por oficios, disciplinas, departamentos, jefaturas o facultades. No basta con operar en lo urgente sin antes entender cómo todo se conecta entre sí y cuáles podrían ser las consecuencias de una intervención solitaria, individual, interesada o irrespon- sable. Hacer visible la complejidad es el objetivo de la segun- da fase del proceso de mapeo. Y como no queremos escribir los resultados en piedra, sino alcanzar un acuerdo provisional, no hay ningún problema en repetir tantas veces como sea ne- cesario este procedimiento. El método que aplicamos es fácil de nombrar: el ensayo-error. No lo olvidemos. Mapear es un ejercicio de ideación, pero que hunde sus raíces y su potencia en la experiencia compar- tida. Todos tenemos experiencia en lo que nos pasa y, todos en consecuencia, somos expertos. Todos somos necesarios y todos tenemos que proyectar eso que sabemos en el mapa. A veces no encontraremos las palabras con las que nombrar Propiedad de Ediciones Uniandes. Todos los derechos reservados 194 lo que hemos vivido, pero para eso nos juntamos con otros, contraportada / tema libre/05-2020 para darle vida pública, es decir en un espacio abierto, a algo que solo pertenecía al ámbito de lo personal o privado y que quizás creíamos que no tenía ningún valor cognitivo. Sabe- mos que es falso. Mapeamos para darles importancia a los detalles, para aprender a escucharlos y ponerlos en valor. Y no hay que callarse. Pero si alguien es más tímido de lo conve- niente, algún asistente debiera asumir el papel de mediador y dejarse afectar, permitiendo que esa persona se efectúe a través suyo. Nada es más remunerador que intentarlo, ni más expectorante que acertar. Empezamos por recolectar los ingredientes. Luego hemos aceptado la complejidad que siempre tiene una mirada plu- ral. Hemos conectado unas cosas con otras y hemos agrupado Ingredientes los diferentes elementos en nodos, trazando las líneas que Fuente: Samuel Mann, conectan unas piezas con otras. Hay mapas en los que los https://www.flickr.com/ photos/21218849@ participantes pintan líneas verdes para las relaciones de afi- N03/41810962070 nidad, negras para las de competición y discontinuas para Propiedad de Ediciones Uniandes. Todos los derechos reservados 195 las intermitentes. Hay muchas variantes y todas pueden ser La magia de los mapas (sociales) relevantes, pero antes de utilizar nuevas opciones debemos hacernos la pregunta de si su utilización hará o no el mapa más inteligible, pues un exceso de información podría intro- ducir más confusión que claridad. Y ahora llega la parte más sencilla y a veces más des- corazonadora: puntuar. Para conocer los ingredientes cada participante tuvo diez minutos y unos post-its para escribir diez asuntos por destacar en otras tantas notas. En solo unos minutos podemos tener hasta un centenar de aspectos por considerar. Tras agruparlos, lo normal es que nuestro mapa empiece a ser inteligible, especialmente cuando coloque- mos los caminos principales que conectan unos nodos con otros. Y ahora cada participante tiene cinco puntos adhesivos de color que puede distribuir entre los temas o nodos para priorizar. Puede asignar todos los puntos a un solo asunto, o repartirlos. Cada quien es libre. Al terminar, tendremos una imagen que normalmente debería insinuarnos la tarea que nos espera. Lo normal es que ahora entendamos mejor el problema que nos reunió. Entenderlo mejor no quiere decir que podamos escribir una memoria de resultados, sino que hemos logrado apropiarnos colectivamente del asunto de acuerdo con nuestras capacidades. Queda mucho por delante. Entender un problema no es lo mismo que saber resolverlo, pero se acerca un poco y, cuan- to menos, permite acompañar las propuestas ajenas. Queda iniciar una nueva fase con la confección de una hoja de ruta o, al menos, fijar una siguiente reunión para abordar los si- guientes pasos. En definitiva, falta hacer el prototipo, es decir, darle forma al anhelo social que nos convocó y crear colabo- rativamente una propuesta practicable, provisional y abierta, de bajo coste y bajo riesgo. Antes de llegar a la fase de prototipo, hay más preguntas que seguramente tendremos que hacernos. Todas ellas tie- nen que ver con la pregunta que nos persigue: ¿hemos en- tendido bien el problema? Estamos seguros de que no hemos sido vencidos por esa cultura hegemónica, banal y arrollado- ra que quiere convencernos de que el mundo solo es una co- lección de problemas que están esperando un emprendedor que promete soluciones (Morozov, 2013), porque delante de un conflicto hay muchas actitudes posibles (Savransky, 2016). Propiedad de Ediciones Uniandes. Todos los derechos reservados 196 Nosotros abogamos por el gesto de quien duda sobre su ca- contraportada / tema libre/05-2020 pacidad de haber entendido el problema. Y esto lo decimos en un triple sentido: en el primero sostenemos que el cono- cimiento no es un evento cerebral, sino relacional, y que es tanto más robusto cuantos más actores se involucren. Y por eso una convicción de gabinete vale menos que una de cam- po, y un argumento individual tiene menos recorrido que uno colectivo (Wenger, 1998). El segundo se toma muy en serio el hecho de que aprendemos mientras hacemos o, en otros tér- minos, cuando transformamos la situación que habitamos o, mejor, que somos. Cuando convertimos la circunstancia, los recursos, los conocimientos, los espacios y las temporalida- des en algo que sabemos “asamblear” para hacerlo más hos- pitalario, más plural y más abierto. Lo que es tanto como decir que conocemos para hacer y, sobre todo, que conocemos por- que hacemos (Gherardi, 2008; Corradi, Gherardi y Verzelloni, 2010). El tercer sentido tiene que ver con la naturaleza com- pleja del sistema sociotécnico que habitamos y la necesidad de admitir la dificultad para entender las consecuencias de nuestras acciones. Aun así, tenemos que hacernos cargo de las consecuencias de nuestros actos. No basta con entender el ori- gen de los problemas, también tenemos que entender los ries- gos de lo que hacemos (Stengers, 2004 y 2011; Morrison, 2008). Por eso hablamos del mapeo como una forma de codificar lo que queremos saber, lo que incluye una exploración abierta de los temas que nos conciernen, pero también se pueden explorar otros objetos. El cuadro que presentamos habla también del mapa de la línea de tiempo y del mapa de actores. Con el primero queremos situar en el tiempo retrospectivamente todos los factores que han contribuido y han ayudado a producir la si- tuación sobre la que queremos intervenir. El mapa de actores intenta recoger todos los actores, humanos y no humanos, individuales e institucionales, materiales y simbólicos, reales y ficticios, cualquier actor influyente, más o menos invisible, más o menos reconocido, más o menos cercano, más o me- nos cómplice. El World Café es un dispositivo cuyo objetivo es recabar en muy poco tiempo muchos puntos de vista so- bre un mismo problema. Se organiza en mesas de trabajo y cada mesa recibe unos diez participantes que durante veinte minutos aportan ideas sobre una pregunta que les hace el Propiedad de Ediciones Uniandes. Todos los derechos reservados 197 La magia de los mapas (sociales) anfitrión y moderador. A los veinte minutos todo el mundo World Café cambia de mesa y, en consecuencia, de pregunta, y se inicia Fuente: The World Café, https://www.flickr.com/ el proceso. Puede haber hasta cuatro iteraciones. Al final los photos/worldcafe/ anfitriones comparten con la comunidad lo que han aprendi- -5010490819/ do y, si hay tiempo, se puede terminar con un conversatorio en el que todos los participantes comparten de forma breve su satisfacción por haber asistido, la alegría por lo que han aprendido y su esperanza de mantener vivo el proceso. Mapear entonces es una forma colaborativa de hacer vi- sibles problemas colectivos y de ensayar un relato común. Puesto que es una práctica inclusiva y abierta, no puede dejar de ser crítica, ya que quienes participan renuncian a la idea de que siempre hay una visión mejor que las otras. Esto les permite abrazar que todas las miradas solo son una versión sesgada y que la mirada que podamos producir entre todos no solo estará mejor refrendada y más contrastada, sino que será más convivial y, con seguridad, más divertida. Propiedad de Ediciones Uniandes. Todos los derechos reservados 198 Plan de la ciudad de Cartagena y de Getsemaní y la Popa (AGN Colombia, Sección Mapas y Planos, Mapoteca 4, referencia: 83-A). Propiedad de Ediciones Uniandes. Todos los derechos reservados BIBLIOGRAFÍA 199 La magia de los mapas (sociales) Bridger, A. J. (2013). Psychogeography and Feminist Methodolo- gy. Feminism & Psychology, 23(3), 285-298. Briscoe, G. y Mulligan, C. (2014). Digital Innovation: The Hackathon Phenomenon. Creativeworks London Work Paper n.º 6. Recuperado de http://www.creativeworks- london.org.uk/wp-content/uploads/2013/11/Digital-Inno- vation-The-Hackathon-Phenomenon1.pdf. Carlile, P. R. (2002). A Pragmatic View of Knowledge and Boun- daries: Boundary Objects in New Product Development. Organization Science, 13(4), 442-455. Corradi, G., Gherardi, S. y Verzelloni, L. (2010). Through the Practice Lens: Where is the Bandwagon of Practice-based Studies Heading? Management Learning, 41(3), 265-283. Eisenberg, E. (1990). Jamming: Transcendence through Organi- zing. Communication Research (17), 139-164. Ervin, E. (2009). Rhetorical Situations and the Straits of Ina- ppropriateness: Teaching Feminist Activism. Rhetoric Re- view, 25(3), 316-333. Gherardi, S. (2008). Situated Knowledge and Situated Action: What do Practice-based Studies Promise? En D. Barry, y H. Hansen, (eds.), The Sage Handbook of New Approaches in Ma- nagement and Organization (pp. 516-525). Londres: Sage. Hutchins E. (1991). Organizing Work by Adaptation. Organiza- tion Science, 2(1), 14-39. Hutchins, E. (1993). Learning to Navigate. En S. Chaiklin y J. Lave (eds.), Understanding Practice: Perspectives on Activity and Context (pp. 35-63). Cambridge: Cambridge University Press. Jones, G. M., Semel, B. y Le, A. (2015). There’s no Rules. It’s Hac- kathon: Negotiating Commitment in a Context of Volatile Sociality. Journal of Linguistic Anthropology (25), 322-345. Knorr-Cetina K. (1997). Sociality with Objects: Social Relations in Postsocial Knowledge Societies. Theory, Culture & Society, 14(4), 1-30. Knorr-Cetina, K. (2001). Objectual Practice. En T. R. Schatzki, K. Knorr-Cetina y E. von Savigny (eds.), The Practice Turn in Contemporary Theory (pp. 175-188). Londres: Routledge. Krämer, S. (2012). Qu’est-ce donc qu’une trace, et quelle est sa fonction épistémologique? État des lieux. Trivium (10). Propiedad de Ediciones Uniandes. Todos los derechos reservados 200 Lave, J. y Wenger, E. (1991). Situated Learning: Legitimate Periphe- contraportada / tema libre/05-2020 ral Participation. Cambridge: Cambridge University Press. Locke, R., Parker, L., Galloway, D. y Sloan, R. (2015). The Game Jam Movement: Disruption, Performance, and Artwork. En Workshop Proceedings of the 10th International Conference on the Foundations of Digital Games. Pacific Grove. Marcus, G. (2018). Ethics, Surplus, Enclosure, Design within the Project of Anthropological Ethnography: Three Move- ments. Draft, 1/10/18. Ms. en preparación. Morozov, E. (2013). To Save Everything, Click Here: Technology, So- lutionism, and the Urge to Fix Problems that Don’t Exist. Nueva York: Allen Lane. Morrison, K. (2008). Educational Philosophy and the Challen- ge of Complexity Theory. Educational Philosophy and Theory (40), 19-34. Mukerji, C. (1998). The Collective Construction of Scientific Genius. En Y. Engeström y D. Middleton (eds.), Cognition and Communication at Work (pp. 2576-2278). Cambridge: Cam- bridge University Press. Neve, M. (2015). Through the Looking-Map: Mapping as a Mi- lieu of Individuation. En A. Sarti, F. Montanari y F. Galofaro (eds.), Morphogenesis and Individuation (pp. 111-140). Berlín: Springer-Verlag. Petrescu, D. (2006). Tracer là ce qui nous échappe. Multitudes, 1(24), 193-201. Petrescu, D. (2007a). The Indeterminate Mapping of the Com- mons. Field, 1(1), 88-96. Petrescu, D. (2007b). Altering Practices: Feminist Politics and Poe- tics of Space. Nueva York: Routledge. Querrien, A. (2006). Fernand Deligny, imaginer le commun. Multitudes, 1(24), 167-174. Rheinberger, H. J. (2010). Making Visible: Visualisation in the Sciences, and in Exhibitions? En S. Lehmann-Brauns, C. Sichau y H. Trischler (eds.), The Exhibition as Product and Ge- nerator of Scholarship (pp. 9-23). Berlín: Max-Planck-Institut für Wissenschaftsgeschichte. Rose, G. (1993). Feminism and Geography: The Limits to Geographi- cal Knowledge. Cambridge: Polity Press. Savransky, M. (2016). The Adventure of Relevance: An Ethics of Social Inquiry. Londres-Nueva York: Palgrave Macmillan. Propiedad de Ediciones Uniandes. Todos los derechos reservados 201 Spivak, G. C. (1988). Can the Subaltern Speak? En C. Nelson y La magia de los mapas (sociales) L. Grossberg (eds.), Marxism and the Interpretation of Culture (pp. 271-316). Chicago: University of Illinois Press. Star S. L. (1989). The Structure of Ill-structured Solutions: Boundary Objects and Heterogeneous Distributed Problem Solving. En M. Huhns y L. Gasser (eds.), Readings in Distri- buted Artificial Intelligence (pp. 37-54). Menlo Park: Morgan Kaufman. Stengers, I. (2004). The Challenge of Complexity: Unfolding the Ethics of Science (in memoriam Ilya Prigogine). Emer- gence: Complexity and Organization, 6(1-2), 92-99. Stengers, I. (2011). Sciences were never “Good”. Common Knowledge, 17(1), 82-86. Stiegler, B. (2011). Pharmacology of Spirit: And That Which Makes Life Worth Living. En J. Elliott y D. Attridge (eds.), Theory after ‘Theory’ (pp. 294-310). Londres: Routledge. Stiegler, B. (2013). What Makes Life Worth Living: On Pharmacology. Londres: Polity. Sudnow, D. (1978). Ways of the Hand. Cambridge: Harvard Uni- versity Press. Terral, D. (2004). Le silence des enfants fous, l’étrange Fernand Deligny et la cartographie des illettrés savants. Empan, 3(55), 138-141. Wenger E. (1998). Communities of Practice: Learning, Meaning, and Identity. Cambridge: Cambridge University Press. Propiedad de Ediciones Uniandes. Todos los derechos reservados