La comunicación en el escenario digital PDF

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Mg. Ana María Beltrán Flandoli , Dr. Juan Pablo Micaletto Belda

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This document explores the evolution of communication in the digital age, analyzing the impact of new technologies on communication paradigms and the emergence of a new communicative landscape, particularly relevant in the context of communication, education, and technology. It presents a historical context and some relevant literature.

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12 1 La llegada de un nuevo escenario y el nacimiento de un paradigma comunicativo Autores Mg. Ana María Beltrán Flandoli Profesora de "Introducción a la Comunicación" y "Educomunicación" en la Universidad Técnica Particular de Loja. Máster interuniversitario en Comunicación y Educación por la U...

12 1 La llegada de un nuevo escenario y el nacimiento de un paradigma comunicativo Autores Mg. Ana María Beltrán Flandoli Profesora de "Introducción a la Comunicación" y "Educomunicación" en la Universidad Técnica Particular de Loja. Máster interuniversitario en Comunicación y Educación por la Universidad Internacional de Andalucía y la Universidad de Huelva, España. Sus publicaciones incluyen temas relacionados con el potencial de las nuevas narrativas y el storytelling digital para la comunicación y la educación, aplicaciones de las competencias mediáticas, entre otros. Es miembro de la red "Alfamed", del "Grupo de investigación en comunicación, educación y tecnología" y del "Laboratorio de comunicación, innovación y cultura digital de la UTPL" (MediaLab–UTPL). Dr. Juan Pablo Micaletto Belda Profesor doctor del Centro Universitario San Isidoro de Sevilla, adscrito a la Universidad Pablo de Olavide. Doctor interuniversitario en Comunicación por las Universidades de Cádiz, Málaga, Huelva y Sevilla. Miembro del grupo de investigación "Comunicando" de la Universidad de Cádiz. Miembro del "Instituto Universitario de Investigación para el Desarrollo Social Sostenible" (INDESS), Universidad de Cádiz. Autor de diferentes artículos de investigación en revistas científicas. Máster en Gestión Estratégica e Innovación en Comunicación por las universidades de Cádiz y Málaga. Graduado en Publicidad y Relaciones Públicas por la University of Wales (CEADE). LA LLEGADA DE UN NUEVO ESCENARIO Y EL NACIMIENTO DE UN PARADIGMA COMUNICATIVO 1 1. Hacia la construcción de un nuevo mundo El escenario de la comunicación humana, basado en las interrelaciones que realizamos entre personas que manejamos un mismo código, sea este lingüístico, social o sensacional, ha transmutado en una carrera acelerada. La revolución de la comunicación en la era digital se asemeja solo a aquella suscitada con la llegada de la imprenta. Lo crucial en el análisis de este fenómeno es su rapidez y variabilidad. La única constante es muchos cambios en pocos años. Fijémonos en los primeros usuarios de dicha aceleración tecnológica: la llamada "Generación Y", nacidos entre 1981 y 1995, escucharon su música favorita en un discman, pero, además, fueron partícipes de un evento sin precedentes, la masificación de las llamadas vía celular. Así, pasadas 3 generaciones, llegan quienes pudieran ser sus hijos, la "Generación Z" o también llamados centennials, que, en cambio, nacieron literalmente con un smartphone en la mano y con absoluta comodidad se han acostumbrado a una sobrecarga de estímulos visuales y sonoros, por su capacidad indiscutible de manejar dispositivos tecnológicos. Así, la "Sociedad de la información" de Manuel Castells, se dilucida hoy por hoy en todo su esplendor. Con las tecnologías de información y comunicación compaginándose con variados aspectos de la vida humana sobre la faz de la tierra, sus impactos son constantes y cíclicos, y nuestros sentidos están ahí para filtrarlos. 69 LA COMUNICACIÓN EN EL ESCENARIO DIGITAL A diferencia de aquel paradigma gutenbergniano, consumimos textos en múltiples formatos, información audiovisual y, más allá, información digitalizada. La forma como leemos esos textos es otro de los cambios del paradigma comunicativo. El mundo smartphone trastocó las rutinas de producción, no solo de los medios informativos masivos, sino las lógicas de empresas e instituciones de variado propósito. La comunicación mediada por las pantallas nos ha hecho delegarles a los dispositivos móviles un conjunto de funciones, desde la lista del supermercado hasta información privada, desde memoria, entretenimiento o evasión hasta la capacidad de interrelacionarnos: las redes sociales digitales y sus medios. Según el portal Internet World Stats1, 3.196 millones de personas están activas en redes sociales y 5.135 son usuarias de dispositivos móviles en el mundo. Por su parte, Digital Information World2 señala que en un minuto se realizan 3.7 millones de búsquedas en Google, se observan 4.3 millones de videos en YouTube, se comparten 3.8 millones de mensajes vía WhatsApp y se generan un promedio de 600 mil logins en Facebook e Instagram. Analizar este panorama es retador, por ello la propuesta es volver la mirada a las teorías clásicas, que analizaron en su época los cambios en el proceso comunicativo masivo, para encontrar modelos que permitan dimensionar el inminente potencial de las TIC en la comunicación a través de puntuales manifestaciones. Comprender la digitalización como un paradigma de comunicación necesita de enfoques holísticos. Esto implica tanto contemplación de la realidad desde esquemas certeros y comprobados, como también una adaptación al cambio en términos analíticos. "Ciertamente, resulta complejo alcanzar una propuesta plenamente consensuada sobre cómo será el futuro de la comunicación. No obstante, lo que parece que está más claro, es que la revolución tecnológica favorecerá la aparición de un paradigma completamente nuevo". 70 1 https://www.internetworldstats.com/stats.htm 2 https://www.digitalinformationworld.com/2018/05/infographic-internet-minute-2018.html LA LLEGADA DE UN NUEVO ESCENARIO Y EL NACIMIENTO DE UN PARADIGMA COMUNICATIVO 2. Las TIC en el escenario comunicativo, un paradigma de maleable conformación “Se puede suponer que, el día de mañana, llevaremos en la muñeca lo que hoy tenemos ubicado en el escritorio y que ayer llenaba todo un cuarto”, vaticinaba en su ópera prima Nicholas Negroponte (2000, p. 152), fundador del Massachusetts Institute of Technology (MIT3) y de la revista Wired4 (Roitberg, La Nación, 15 de septiembre de 2005), sobre el futuro de los aún primitivos dispositivos móviles celulares, hoy cada vez más reducidos en tamaño y de hecho portables hasta ajustarse a la muñeca: el applewatch. 1 A través de la mirada global de “Ser digital” (2000) sobre un futuro que es hoy, es factible introducir los siguientes epígrafes de este aporte, estableciendo que emprender en la comprensión de un nuevo escenario comunicativo en la era de Internet, es aceptar el desafío de repensar antiguos paradigmas (Orihuela, 2002, p. 10); anclar, reciclar y luego postular nuevas conexiones, con la consigna de dejar de lado al componente de la estática en la ecuación formulada. En esta proyección dual, de repensar y postular, es esencial identificar la “ecología de la comunicación” (Manovich, 2005, p. 52), pero también el “espíritu del tiempo” (De Moragas, 2017), para interpretar las claves de la cultura de cada época, “condicionada, pero solo en parte, por la evolución de los medios de comunicación”. Sobre la analogía ecosistémica, Velásquez, Renó, Beltrán, Maldonado, Ortiz (2018), recogen los postulados primitivos de la obra de Marshall McLuhan: Pero el nacimiento de la ecología de los medios fue, efectivamente, inusitada. En una carta, McLuhan ha escrito en el mismo párrafo las expresiones ecología y medios, separadamente. Entonces Postman, al leer la carta, dijo: ¿ecología y medios? Eso puede ser una teoría llamada ecología de los medios. De esa carta, surgió el programa de doctorado, y en el programa fueron graduados investigadores como Lance Strate, Thom Gencarelli, Paul Levinson, Robert Logan, entre otros. Durante el discurso de creación del programa de doctorado en la Universidad de Nueva York, Neil Postman describió el surgimiento del término, de la siguiente manera: Ponemos la palabra “medios” al lado de la palabra “ecología” para comprender que no solamente interesan los medios, como también las formas de interacción entre los medios y los seres humanos que ofrecen a una cultura o su carácter y que, podemos decir, la ayudan a preservar un equilibrio simbólico. (Velásquez, Renó, Beltrán, Maldonado y Ortiz, 2018, p. 586) 3 http://web.mit.edu/ 4 https://www.wired.com 71 LA COMUNICACIÓN EN EL ESCENARIO DIGITAL Por su parte, Campos (2015) acuña: Para describir la complejidad del sistema mediático se recurre a la metáfora del ecosistema, un espacio en el que conviven distintas especies de organizaciones que tienen rasgos diferentes y comunes a la vez, y que se relacionan o pueden relacionarse en el mismo ambiente. El ecosistema mediático actual está formado por cinco tipos de organizaciones de comunicación: medios tradicionales de masas (prensa, radio y televisión), medios de auto comunicación social (páginas web y blogs personales o de entidades corporativas e institucionales), medios interpersonales de interacción (SMS, email, telefonía), sitios de redes sociales digitales y plataformas de búsqueda o agregación de contenidos (infomediarios). Cada una de ellas tiene su propio origen y evolución histórica, así como sus particulares características, pero todas compiten por captar la atención de sus usuarios y audiencias. (Campos, 2015, p. 16) 3. La continua revolución digital Aquella connotación usada para acentuar la real incidencia del conjunto de tecnologías de información y comunicación en la relación humana, que retrata la trascendental y sine qua non amplitud de posibilidades de interacción entre símiles, establece sin duda la conformación de noveles modelos productivos, económicos y sociales que permiten la aparición de industrias y perfiles profesionales hasta hace algunos años inexplorados. La relación de estos últimos, se articula y desarrolla en una “nueva economía basada en interacciones y sociabilidad en red” (Campos, 2015, p. 15). Fundamentada en la digitalización, esta capitaliza de forma intangible, pero certera, a organizaciones e instituciones, en conjunto con el recurso humano y la gestión de su conocimiento. Ya en la relación tecnología–medios, el cambio paradigmático se presenta de igual manera espectacular, en el panorama ad hoc se magnifican las posibilidades comunicativas, pero también y, en consecuencia, se produce una fragmentación y segmentación de los contenidos de cada plataforma (Jódar Marín, 2018). A merced de dichos “cambios vertiginosos impulsados por la revolución digital, es frecuente encontrar por igual a fascinados y a perplejos” (Orihuela, 2002, p. 11). Por ello desde esta dualidad, el valor de la digitalización, no solo reside en un contexto de reorganización integral de productos y contenidos, sino de las formas de trabajo y de la propia estructura endogámica. 72 LA LLEGADA DE UN NUEVO ESCENARIO Y EL NACIMIENTO DE UN PARADIGMA COMUNICATIVO Siendo evidentes los usos y gratificaciones de Internet y las TIC en varias aristas de la vida cotidiana (López García, 2005), lo que se pretende es debatir sobre el delicado balance entre la apertura casi infinita de las posibilidades de comunicación, por un lado, y por otro, el insoslayable incremento de la distancia social e interpersonal con la llegada de este fluctuante escenario digital con el que hay que aprender a convivir. Así, el ritmo evolutivo en el paradigma de acción de la comunicación y sus medios, “un proceso irrevocable e imparable” (Negroponte, 2000, p. 22), otorga a las tecnologías un papel transformador y revolucionario, quizás una de las revoluciones más pendulares y difíciles de canonizar, permitiendo la multiplicación de las posibilidades comunicativas con flujos de datos hasta ahora inimaginables. 1 Pasados aproximadamente una veintena de años desde la explosión digital, el paradigma mediático parece explicarse desde el pensamiento de Negroponte (2000, op. cit.) aún con fecha actual: “Mi optimismo nace de la naturaleza motivadora de estar digitalizado. [...] La superautopista de la información podrá estar hiperpoblada hoy en día, pero eso no es nada en comparación con lo que veremos en el mañana” (p. 232). Avalada entonces la irrupción del proceso digital en la sociedad y sus estadios, viene la proyección innegablemente de nuevas prácticas de multinivel, por ello, los cometidos fundamentales de reflexión en estas páginas, se concentran en dos focos: la necesidad de repensar los procesos de comunicación mediante la sistematización de estas nuevas formas de actuación digitales; pero también, en observar la vigencia de las teorías clásicas de la comunicación para –comprender– los nuevos fenómenos comunicativos. 4. Explicar el paradigma actual a través de las teorías clásicas Al dimensionar una teoría como un conjunto de interlocuciones científicas que pretenden acordar ciertos parámetros comunes en el análisis de un tema, se defiende exprofeso, la postura de que la comprensión teórica de la comunicación de masas, contempla a una realidad discursiva, pues contempla un fenómeno social. Ante la posibilidad de bifurcación de una concepción única de análisis, Scolari (2008, p. 66) señala: “[...] Este territorio, a lo largo de su historia, ha generado diferentes enunciadores, discursos e interpretaciones [...] a menudo radicalmente opuestos”. 73 LA COMUNICACIÓN EN EL ESCENARIO DIGITAL De esta manera, cuestionarse si las teorías clásicas siguen siendo válidas o no, para explicar el nuevo paradigma, aunque ya es un ejercicio de reflexión per se, se coloca bajo el paraguas epistemológico de la comunicación como campo científico (Rodrigo, s. f.). Por lo tanto, lo que se expresa a posteriori, más bien encaja en la notable aplicabilidad de algunos postulados modulares ya considerados clásicos, para el análisis del proceso de la comunicación masiva actual. La premisa vital de esta postura es observar a las TIC como un conjunto de representaciones contextuales del mundo en permanente construcción. El desarrollo de una tecnología lleva intrínseca una idea fuerza (Rodrigo, s. f., op. cit.), que apela a sus instituciones, sus convenciones normalizadas o tácitas y a las expectativas de los sistemas que lo conforman. En muchas ocasiones, al contrario de este precepto, es decir, del ut supra relatado proceso ecológico mediante el cual el recién llegado desarrollo no se suma al paradigma anterior sin trastocarlo, sino que lo modifica; hay una tendencia a mitificar las nuevas tecnologías, es decir, a su aceptación automática; y, con esto, la consecuente limitación de un análisis, modificación o control crítico. En palabras de Maldonado (2007, p. 26): “La importancia no está en otorgar un papel causal a la técnica sobre los cambios que acontecen en la sociedad, ni tampoco dotar de excesivo protagonismo e importancia a la propia tecnología”. Hecha esta aclaración, la idea es esbozar algunas de las aportaciones desde las perspectivas teóricas de la comunicación de masas en su relación con las TIC e introducir un panorama –limitado– de los nuevos prospectos teórico–prácticos acerca de la producción, difusión, consumo y almacenamiento, fases del proceso de comunicación en el escenario digital. 5. McLuhan, el determinismo tecnológico y la mediamorfosis Intentar explicar el paradigma actual de la comunicación y sus medios sin analizar las hasta cierto punto controversiales previsiones de Marshall McLuhan, es quizás, programar un esfuerzo incompleto. En la década de los 60, McLuhan logró dimensionar, con un tinte crítico, la velocidad de la transformación en las comunicaciones humanas, visionando incluso la llegada de Internet, en un mundo en el que las interacciones mediadas por la tecnología se harían de manera instantánea. En sus palabras: la aldea global (McLuhan, 1996). 74 LA LLEGADA DE UN NUEVO ESCENARIO Y EL NACIMIENTO DE UN PARADIGMA COMUNICATIVO “El medio es el mensaje” una de las máximas que resumen su teoría (Strate, 2012, p. 61), explica cómo el medio influye en la recepción–percepción de un mensaje. Este último no genera incidencia por sí solo, sino que es el medio el que condiciona la interacción que se quiere ejecutar. Es posible que la célebre frase se perciba con un aire determinista, pero no es limitante, pues para McLuhan los efectos de los medios tecnológicos, se pueden –y deben– analizar de modo interdependiente a lo dicho en el contenido. La amplitud de la premisa permite variadas connotaciones, el mismo teórico habla de una conciencia digital y su influencia en las personas, en la que para sobrevivir hay que sobrepasar su dinámica. Así, vaticinaba en 1962 el futuro con cambios severos: “El nuevo medio, el que sea que venga, podría ser la extensión de la conciencia, incluirá a la televisión como contenido, y no como medio” (Jorge, 2017). 1 Para McLuhan “la historia de la comunicación se vive en cuatro momentos: el agrícola, el mecánico, el eléctrico-mass media y el tecnológico. No es igual el impacto del periódico, que el de la radio o la TV, o el smartphone en la actualidad, que es un medio electrónico o tecnológico” (Velásquez, et al., 2018, p. 587). La posición de McLuhan se centra en el estudio del medio y el ejercicio de cierto condicionamiento y control en el usuario. Sus expresiones, recogidas a posteriori por varios colectivos, sientan las bases teóricas de la ecología de las formas comunicativas, explicando la eclosión de nuevas especies mediáticas, hecho únicamente posible a partir de la forma antecedente. Bajo esta premisa, los medios sociales: Facebook, Twitter, Instagram, promueven una conexión total, una versión sui generis de la concepción tribal que McLuhan presentaba de la coexistencia humana, en la que, siglos después, gracias a la tecnología, se han diluido fronteras y se ha experimentado la expansión de los sentidos. El enfoque de sus postulados ha ido transmutando al ritmo de la vertiginosa aceleración tecnológica que el mismo predijo. Si bien en los primeros habitantes, la “extensión tecnológica” del cuerpo fue la mera vestimenta, luego este precepto decantaría en sus sensaciones. El cambio de soportes de la comunicación masiva, es decir, del periódico, un conjunto de letras y posterior combinación con la imagen fija, a la transmisión de sonidos e imágenes, propiciarían este nuevo paradigma (Strate, 2012). En la época actual, el valor heurístico de su propuesta, radica en las funciones que delegamos a los dispositivos portables: la memoria, la corrección y la relación. En la Tabla 1.1 se encuadran algunas de sus posturas en analogía al escenario de la comunicación basado en TIC. 75 LA COMUNICACIÓN EN EL ESCENARIO DIGITAL Tabla 1.1 Escenario digital de los medios. Una comparación entre dos momentos tecnológicos propuestos por McLuhan. Máxima/momento histórico– comunicacional La tecnología determina la experiencia. “El medio es el mensaje”. Entre el determinismo y tecno-optimismo. La aldea global. “Medios como extensiones del hombre”. La conformación del contenido afecta el mensaje. Momento eléctrico– mass media Momento tecnológico Tecnología analógica. Tecnología digital. Televisión: el medio configura la experiencia. Netflix: el contenido determina un expansión de la conciencia del usuario. Mensajes circundantes. Experiencia singular de los medios. Los sentidos humanos condicionan el mensaje. Interactividad: la realidad se interpreta de forma multimedia. Un mensaje a muchos. Experiencia pasiva de los medios. El medio condiciona el mensaje. Pasividad: la realidad se lee desde un medio. Fuente: Elaboración propia. 6. Los nuevos medios desde las perspectivas clásicas: funcionalista y crítica La comunicación digital, este escenario que se pretende interpretar a través de las teorías, se puede caracterizar como maleable, sujeto siempre a transformaciones, pues entraña a merced de los cambios biológicos, psicosociales, políticos, económicos y tecnológicos, la virtud de que quienes lo componen, los seres humanos. Entender la realidad comunicativa actual desde la investigación teórica, amerita no solo la conformación de nuevos objetos de estudio, si no que la comprensión de un sistema mediático interconexo y complejo, cuyas perspectivas se pueden analizar desde distintas corrientes sin que estas se excluyan mutuamente, si no que se enriquecen dialécticamente. Es evidente el anexo de nuevos prospectos. Internet desde su aparición trastoca por completo el concepto de comunicación masiva; Castells habla de un fenómeno de “autocomunicación de masas” (Castells, 2010), en contraposición. Sin embargo, la continua reflexión de una realidad hipermutante, permitirá conocerla y experimentarla a cabalidad, aportando en el presente y pronosticando las tendencias de futuro. 76 LA LLEGADA DE UN NUEVO ESCENARIO Y EL NACIMIENTO DE UN PARADIGMA COMUNICATIVO 7. El funcionalismo en la era transmediática En su forma más simple, el análisis funcionalista sostiene que para entender mejor una cosa es necesario examinar cómo se usa o cuál es su aplicación (Dominick, 2002). En la comunicación masiva, esto significa examinar la aplicación que la audiencia hace de sus interacciones con los medios de comunicación: conocimiento, diversión, utilidad social, evasión. Desde un nivel macroanalítico, es decir, la sociedad observada como un todo, los medios cumplen una función relacionante innegable. Si, por otro lado, se observa al usuario como un receptor individual, acercando el cristal de la lupa, en un nivel de microanálisis, resultará que hay una percepción singular del contenido. Varía entonces la posición analítica de cómo esa persona utiliza o no un medio. 1 Ya con la mirada en el escenario TIC, que es el que nos compete, el análisis funcionalista permite deducir que cada persona es un transmisor en potencia (Rodrigo, s. f.), frente al instaurado status en el que los medios masivos de primera generación, transmitían unidireccionalmente un mensaje. También, y, en consecuencia, cambia de manera irreversible el concepto de retroalimentación. La instantaneidad del mensaje es otro de los componentes claves de la ecuación. Desde la perspectiva funcionalista se develan, por tanto, algunos de los cambios más marcados post conformación del medio ambiente digital de la comunicación, por ejemplo, el concepto de prosumidor (Toffler, 1981), toma un nuevo sentido con el auge de las redes sociales y la experiencia comunicativa expandida que proporcionan, liderada por una narración de contenidos transmedia que se nutre principalmente del usuario, quien tiene libre albedrío para su consumo. Asimismo, es la sociedad la que está evolucionando hacia medios de comunicación de masas 2.0, gracias principalmente al uso de los teléfonos móviles, que facilitan la movilidad y la conectividad permanente del usuario por todo el ecosistema humano. Los dispositivos inteligentes representan un nexo de unión entre lo real y lo virtual, empleados por los nativos digitales como un instrumento imprescindible de su rutina diaria (Orihuela, 2016). Hablar a futuro sobre cómo los humanos usaremos la “nueva” tecnología, siempre resulta alentador y peligroso. Sin embargo, en siguientes abordajes de este capítulo se pretenden describir algunas realidades latentes de este paradigma en construcción. 77 LA COMUNICACIÓN EN EL ESCENARIO DIGITAL 8. La posición crítica de la comunicación mediada por las TIC Los estudios crítico–culturales sostienen una perspectiva sociológica que aborda términos como la ideología, la cultura y el ejercicio hegemónico en relación con el proceder de los medios de comunicación masiva en su ámbito social (Dominick, 2002). La solidificación de sus constructos radica en la conformación de la Escuela de Frankfurt, alrededor de 1930. El grupo de intelectuales fue responsable de analizar los efectos de los medios en los valores culturales latentes de una sociedad industrial, con un enfoque crítico íntimamente ligado a las ideas del marxismo, bajo la concepción de que al igual que las estructuras de poder económico condicionan la estructura social, los medios de comunicación masiva y sus mensajes están ligados íntimamente a decisiones de manejo de capital. Llevado a términos actuales, lo que se pretende retratar, es qué tipo de valores latentes se están engendrando en esta nueva sociedad preconcebida desde las TIC, a partir de precisiones realizadas por teóricos afines a esta postura. En 1987, Jürgen Habermas, uno de los intelectuales más influyentes de la llamada “segunda generación” de la Escuela de Frankfurt, presenta su “Teoría de la acción comunicativa”, obra con la que explica, alejándose de las corrientes filosóficas y el subjetivismo, al paradigma de la comunicación moderna, a través de una posición racional y sociológica (Garrido, 2011). En la reseña de Garrido (2011), la acción comunicativa de Habermas sigue siendo atómicamente “la interacción entre dos sujetos capaces de comunicarse lingüísticamente y de efectuar acciones para establecer una relación interpersonal”; pero, más que este precepto básico y conocido, el autor señala otras “praxis” que en la definición de Habermas permite la existencia de la sociedad en sí, la “acción estratégica o teleológica”, que es “aquella asociada a una finalidad consiente” y “la acción regulada por normas” que se asocia “a valores compartidos y legitimados por los sujetos en la vida social”. Desde esta extensión de la acción comunicativa tiene sentido un análisis del escenario actual compuesto por Internet y sus redes sociales. Desde la visión de Habermas, se podría implicar que en este panorama habitan paralelamente tanto la comunicación instantánea de persona a persona, la acción comunicativa en sí misma, como una esfera de producción de mensajes publicitarios–propagandísticos y su parafernalia, una viralización de información que el usuario consume sin procesar. 78 LA LLEGADA DE UN NUEVO ESCENARIO Y EL NACIMIENTO DE UN PARADIGMA COMUNICATIVO Las declaraciones del teórico a diario El País (Hermoso, 10 de mayo de 2018), trasladan su pensar respecto de la comunicación en Internet: […] Desde la invención del libro impreso, que convirtió a todas las personas en lectores en potencia, tuvieron que pasar siglos hasta que toda la población aprendió a leer. Internet, que nos convierte a todos en autores en potencia, no tiene más que un par de décadas de edad. Es posible que con el tiempo aprendamos a manejar las redes sociales de manera civilizada. Internet ya ha abierto millones de nichos subculturales útiles en los que se intercambia información fiable y opiniones fundadas. Pensemos no solo en los blogs de científicos que intensifican su labor académica por este medio, sino también, por ejemplo, en los pacientes que sufren una enfermedad rara y se ponen en contacto con otra persona en su misma situación de continente a continente para ayudarse mutuamente con sus consejos y su experiencia. Se trata, sin duda, de grandes beneficios de la comunicación, que no sirven solo para aumentar la velocidad de las transacciones bursátiles y de los especuladores. Yo soy demasiado viejo para juzgar el impulso cultural que originarán los nuevos medios. Lo que me irrita es el hecho de que se trata de la primera revolución de los medios en la historia de la humanidad que sirve ante todo a fines económicos, y no culturales. (Hermoso, El País, 10 de mayo de 2018) 1 En general, la postura crítica, sostenida por teóricos desde diferentes frentes, reconoce en la implantación de Internet un ecosistema comunicativo, con consecuencias en las formas de organización política y social. Para Castells (2005), la red tecnológica promueve una nueva economía basada en la “acción del saber” (Tremblay, 2003), es decir, en el valor del conocimiento sobre los bienes y servicios. Los modelos sociales instaurados se trastocan, pues su capital llega a ser relacional. Las nuevas TIC cumplen un rol central en la organización del trabajo y en la formación de demandas. Otra postura crítica, se establece a partir de la incidencia a nivel de la psique, del sometimiento constante a las innovaciones tecnológicas en las personas (De Kerckhove, 1999, p. 32). Según esta connotación, las TIC tienen efectos psicológicos más que sociales, y en avanzada al aforismo McLuhiano, estas se convierten en extensiones no solo físicas sino sociales. Esta visión también refleja un cambio de valores dominantes. Desde este análisis, en la era digital, pasamos de una cultura de masas a una cultura de la instantaneidad. En la época de las redes, el valor agregado está en descubrir nichos de comunicación y entender qué quiere el usuario a través de una estrategia precisa, en lugar de seductora. El cambio de paradigma propuesto, se denota también en la representación de la cultura popular, basada ahora en la convivencia humano–digital, la inteligencia artificial, las masas de datos y el control a través de una conciencia colectiva de índole digital (Rodrigo, s. f.). 79 LA COMUNICACIÓN EN EL ESCENARIO DIGITAL 9. Entender la comunicación que viene Entender el futuro de la comunicación pasa, obligatoriamente, por el análisis de las múltiples teorías de diferentes autores que tratan el tema en cuestión, desde distintas perspectivas y vertientes teóricas. Ciertamente, resulta complejo alcanzar una propuesta plenamente consensuada sobre cómo será el futuro de la comunicación. No obstante, lo que parece que está más claro, es que la revolución tecnológica favorecerá la aparición de un paradigma completamente nuevo. Hay que advertir que toda taxonomización de los estudios de comunicación es una propuesta de ordenar la producción científica que no siempre es totalmente exacta. Se debe reconocer que hay autores y teorías que podrían estar en dos apartados al mismo tiempo. En última instancia, se trata de una propuesta convencional para ordenar el saber en un ámbito de estudio determinado. De todos modos, también hay que aceptar que las perspectivas clásicas (interpretativa, funcionalista y crítica) recogen aproximaciones al estudio de la comunicación que tiene un “aire de familia” (Estrada y Rodrigo, 2009). Hecha esta aclaración, podríamos ver algunas de las aportaciones de estas perspectivas de las Teorías de la Comunicación en relación a las TIC. "Nos dirigimos hacia un nuevo paradigma comunicativo, donde el consumidor es el centro del proceso". 10. La llegada de una nueva generación: los nativos digitales La base para vislumbrar el futuro de la comunicación consiste en comprender, necesariamente, la cultura de los millennials, es decir, las personas que nacieron entre los inicios de los años ochenta y mediados de los noventa. Serán ellos los que constituyan la fuerza laboral de los próximos años. Las pautas de esta generación marcarán el futuro de los medios de comunicación en las siguientes generaciones (Orihuela, 2016). No es posible entender el futuro de la comunicación sin explicar la mentalidad o las características de la generación que dominará el mundo en la siguiente década. 80 LA LLEGADA DE UN NUEVO ESCENARIO Y EL NACIMIENTO DE UN PARADIGMA COMUNICATIVO Siguiendo las premisas de Castells (2002), la sociedad está inmersa en una revolución tecnológica, en la que la generación de conocimientos y el procesamiento de la información han alterado sustancialmente la forma en la que nos comunicamos. Esta revolución ha provocado un nuevo planteamiento de la era digital, una época en donde la informática y la telemática están potenciando profundas transformaciones sociales en el ámbito de la educación, la cultura, la ciencia o el comercio, entre otras áreas relevantes. Nos encontramos en un mundo global y digital, en el que las TIC han cambiado la forma en la que los seres humanos se relacionan (Echenique, 2013). En palabras de Octavio Islas Carmona (2008) “la evolución de Internet ha impuesto profundas transformaciones en la ecología cultural de las sociedades contemporáneas, modificando, incluso, la mayoría de conceptos que ayer nos permitían comprender la dinámica del proceso comunicativo” (p. 32). 1 Este mundo online ha dado lugar a una sociedad marcada por las innovaciones culturales y sociales que se han producido en los últimos tiempos, favoreciendo la aparición de una nueva generación conocida como los nativos digitales (Prensky, 2001). Dicho concepto, introducido por Mark Prensky (2001, 2005), forma parte del imaginario colectivo de la sociedad digital (Gómez, García & Hermida, 2012). De hecho, se trata de un concepto que, en un corto espacio de tiempo, obtuvo un amplio reconocimiento y aprobación (Kennedy, et al., 2010, p. 333). No se trata de una moda pasajera, teniendo en cuenta el creciente interés que está adquiriendo en la literatura académica, se trata de un fenómeno social que abarca a toda una generación que crece a toda velocidad (García et al., 2007). Esta generación, que es fruto de la revolución digital, está compuesta por grupos de personas reales, menores de 30 años, que nacen en una era y que poseen una serie de características propias. Palfrey et al. (2009) señala que son “jóvenes que crecen en el mundo digital con el acceso a las tecnologías y las habilidades para utilizarlas en formas sofisticadas” (p. 79). Se trata de individuos que poseen múltiples competencias digitales y que conocen el lenguaje de Internet, es decir, las redes sociales, las dinámicas virtuales, los videojuegos, los teléfonos móviles, etc., que, en definitiva, poseen un dominio innato del idioma y de los entornos online (García et al., 2007). Ellos emplean estas herramientas como extensiones propias de sus cuerpos y mentes, y son capaces de incorporar nuevas iniciativas a sus rutinas diarias con rapidez y precisión, ya que poseen múltiples competencias en este campo (Prensky, 2005). La mayor parte de los estudios apuntan que los nativos digitales, conocidos también como la generación digital, son aquellas personas que hacen una mayor utilización de estos recursos, dejando su huella en la construcción de la realidad social de los jóvenes (Gómez, García y Hermida, 2012). Los nativos digitales son capaces de realizar varias tareas al mismo tiempo, es decir, son multitarea. Procesan mucho mejor las imágenes o videos al texto. Consumen menos medios de comunicación tradicionales y funcionan mejor conectados (García et al., 2007). 81 LA COMUNICACIÓN EN EL ESCENARIO DIGITAL El lenguaje de lo breve y lo visual tiene una gran importancia para los integrantes de este grupo. Esta dinámica de consumo de contenidos puede observarse, por ejemplo, en el uso que los nativos digitales hacen de redes sociales como Twitter, Instagram o Snapchat, que demuestra cómo lo efímero y lo audiovisual destacan como los códigos de comunicación de una generación que funciona de forma interconectada dejando su huella en la red (Orihuela, 2018). Dicha huella tiene un gran valor para las empresas y las instituciones. Representa todas las actividades masivas, llevadas a cabo por los usuarios, que producen una cantidad de información multidimensional conocida como big data (Feierherd et al., 2018). Los datos representan la nueva moneda de cambio de este siglo. Especialmente, cuando se trata de una generación que emplea las TIC como una parte habitual de sus vidas. Las empresas tecnológicas ofrecen múltiples servicios a los usuarios, especialmente por medio de los teléfonos móviles, que, aunque son percibidos como gratuitos, tienen un gran potencial económico (Orihuela, 2018). Cada vez más, las organizaciones políticas se están interesando en esta nueva práctica, pues han visto en este fenómeno la posibilidad de llegar de forma más efectiva a su electorado (Elías, 2016). Frente a los nativos digitales se encuentra a un grupo de personas conocidas como inmigrantes digitales (Prensky, 2001), que han tenido que realizar un esfuerzo por entender esta nueva forma de lenguaje digital. El principal problema que existe entre estas generaciones aparece en el ámbito de la educación. Los profesores inmigrantes digitales están intentando enseñar a una generación de jóvenes estudiantes que hablan una lengua diferente, originada antes de la revolución tecnológica (Prensky, 2001). Esta problemática que Prensky (2001, 2005) traslada al sector de la educación, puede extrapolarse a otros campos como la política, los medios de comunicación, las instituciones o las empresas. Se trata de dos generaciones de individuos, próximas entre sí, que hablan idiomas distintos. Por lo tanto, existe una brecha generacional, como nunca antes se había producido en la historia, que afecta directamente a los principales actores de las comunidades educativas. Los nativos digitales se relacionan socialmente de forma diferente, ya que piensan y procesan la información de forma distinta, y tienen diferentes estilos y preferencias a la hora de aprender y adquirir nuevos conocimientos (Jukes, 2009; Jukes, Mccain, & Crockett, 2010). Existe, pues, una brecha digital entre estos colectivos, que puede ser definida como las desigualdades que existen entre ciudadanos, regiones o países para acceder a la educación, el conocimiento, la información y la educación a través de las TIC. En este sentido, además de los factores tecnológicos, entran en juego, también, aspectos socioeconómicos y de la ausencia de las infraestructuras adecuadas que permitan a la población beneficiarse de las oportunidades y ventajas que ofrece la red (Serrano y Martínez, 2003). Los individuos representan grupos diferenciados que pueden ser excluidos del universo online por múltiples razones: sexo, edad, estudios, etc. (Castaño, 2009). 82 LA LLEGADA DE UN NUEVO ESCENARIO Y EL NACIMIENTO DE UN PARADIGMA COMUNICATIVO 11. La figura del prosumidor Los nativos digitales son personas activas en Internet que, además de consumir los contenidos generados por otros usuarios, realizan sus propias aportaciones en la red: bien participando en foros, compartiendo imágenes o videos en las redes sociales, etc. En este escenario, adquiere una especial importancia el concepto de prosumidor (Gillmor, 2006). Se trata de un término que está ganando protagonismo y que surge en los años 70 del siglo pasado. En sus inicios, dicho término no estaba relacionado con la tecnología sino con la economía, ya que hacía referencia a aquellas personas que realizaban actividades para sí mismas, como, por ejemplo, el agricultor que cultivaba sus propios productos para ser consumidos. Por este motivo, representa la unión de los conceptos de productor y consumidor. Actualmente, hace referencia a aquellos usuarios que poseen en Internet el rol de canal de comunicación (Carrero y Pulido, 2012). 1 Fernández (2013) explica que el prosumidor es la figura intermedia entre productor y consumidor y recoge un fragmento de Alvin Toffler que fue publicado hace más de tres décadas en su obra "La tercera ola": Durante la primera ola, la mayoría de las personas consumían lo que ellas mismas producían. No eran ni productores ni consumidores en el sentido habitual. Eran, en su lugar, lo que podría denominarse “prosumidores”. Fue la Revolución industrial lo que, al introducir una cuña en la sociedad, separó estas dos funciones y dio con ella nacimiento a lo que ahora llamamos productores y consumidores. (...) Hoy, mientras las sociedades de la segunda ola sufren su crisis final (...) descubrimos los comienzos de un cambio fundamental en la relación existente entre estos dos sectores o formas de producción. Vemos un progresivo difuminarse de la línea que separa al productor del consumidor. Vemos la creciente importancia del prosumidor. Y, más allá de eso, vemos aproximarse un impresionante cambio que transformará incluso la función del mercado mismo en nuestras vidas y en el sistema mundial. (Toffler, 1981, pp. 167-177) Tradicionalmente, la televisión ha sido el medio de comunicación más poderoso e importante de los últimos tiempos y el que mayor influencia social ha tenido en la población (Castells, 2010). Sin embargo, la llegada de los prosumidores producirá el fin de los medios masificadores (Toffler, 1981, p. 167). Los medios tradicionales han contemplado a la audiencia como un sujeto pasivo en la recepción del mensaje, dentro del proceso comunicativo. En cambio, los medios digitales han permitido que el receptor adquiera un rol más participativo en la elaboración y difusión de contenidos, ocupando el lugar del emisor, aunque sin dejar de desempeñar su lugar como consumidor de medios (Galera y Valdivia 2014). Gracias a los avances tecnológicos que se están produciendo en los últimos tiempos se están cumpliendo las premisas de Toffler, mediante la consolidación de nuevas estructuras narrativas basadas en la difusión de contenidos generados por los internautas, como es el caso de las redes sociales y de la Web 2.0, en las que la interactividad y la innovación representan componentes esenciales. En esta cultura participativa destacan iniciativas como crowdsourcing o el crowdfunding (Fernández, 2013). 83 LA COMUNICACIÓN EN EL ESCENARIO DIGITAL Las redes sociales tienen un papel trascendental en este proceso, pues multiplican las posibilidades comunicativas de los usuarios, como es el caso de YouTube. Los youtubers, que actúan como prosumidores, se convierten en creadores, productores y emisores de contenidos. Son el centro de una comunidad de seguidores que despierta el interés de las marcas que buscan alternativas publicitarias para empatizar y llegar a su público de forma efectiva (Tur-Viñes, et al., 2018). Emerge así la figura del influencer, expertos comunicadores que son capaces de generar tendencias entre los millennials, sus seguidores e imitadores (Curiel y Ortiz, 2018). Las marcas ven en los influencers a personas que son capaces de conectar con los usuarios y ampliar sus mensajes eficazmente, generando credibilidad y confianza, mientras se multiplica la difusión de sus acciones comerciales para llegar a más consumidores potenciales (Castelló–Martínez y Pino, 2015). Este nuevo panorama digital conlleva a que los ciudadanos comiencen a desarrollar nuevas prácticas en el consumo de medios. Además, hace que las audiencias obtengan un papel más relevante, contribuyendo a la producción del contenido de las noticias (Gillmor, 2006). Este hecho favorece el empoderamiento de los ciudadanos, que dejan de ser sujetos estrictamente pasivos para los medios, desarrollando prácticas participativas en el proceso de selección, diseño y distribución de noticias. En este sentido, Jönsson y Örnebring (2011) establecen que la Web 2.0 ofrece un margen de posibilidades participativas y colaborativas, que favorece la implicación de los usuarios en el proceso de producción de noticias. El usuario adquiere un rol más democrático en el que puede aprovechar las ventajas que implica la web 2.0 (Hernández et al., 2017). Las generaciones digitales entienden la comunicación como contenidos que pueden ser consumidos en diferentes momentos o lugares. Dichas generaciones son contrarias a la irrupción publicitaria durante el consumo de medios de comunicación. La publicidad, el marketing o la comunicación política están obligadas a transformarse y evolucionar en contenidos para seguir siendo lo suficientemente interesantes o importantes para ser visualizados. De lo contrario, quedarán relevadas a un plano menor. Además, como ocurre con los videojuegos, el auge de nuevas tendencias tecnológicas como la realidad virtual, muestran que la comunicación comienza a vivirse como una experiencia (Orihuela, 2018). La figura del prosumidor también está presente en otras esferas de la sociedad. Una nueva generación de personas jóvenes familiarizadas con las nuevas tecnologías, aupados por el cambio en el sistema de valores derivado de la crisis financiera del año 2008, está impulsando el desarrollo de la economía colaborativa (García, & Palomar 2018). Los ciudadanos eligen qué quieren consumir y cómo hacerlo, pues las nuevas tecnologías ofrecen un amplio abanico de posibilidades para resolver necesidades mediante Internet. Los conceptos de compartir, colaborar, reutilizar y reciclar están obteniendo un significado especial en Internet, favoreciendo el empoderamiento de los ciudadanos. La economía colaborativa ha puesto en marcha fórmulas alternativas de consumo desligadas de las empresas tradicionales, poniendo en valor y circulación los recursos que se encuentran en desuso (Botsman, 2011; Cañigueral, 2014). 84 LA LLEGADA DE UN NUEVO ESCENARIO Y EL NACIMIENTO DE UN PARADIGMA COMUNICATIVO La nueva cultura digital de los nativos digitales no se ha limitado a modificar solo la industria de los medios de comunicación y del entretenimiento, está transformando sectores tan dispares como el transporte, el turismo, las finanzas, la creación de empresas, etc. Los ciudadanos, con el uso de plataformas online, están gestionando aspectos como la oferta y la demanda, los pagos o la generación de confianza en la red (Cañigueral, 2014). En la lógica del prosumidor, el consumidor se convierte en un pequeño emprendedor, que se presenta bajo la promesa de obtener una economía más cercana y local (Rivera, López y Cassidy, 2017). Diversos autores como Koopman et al. (2015) o Bardhi y Eckhardt (2012) señalan que la economía colaborativa cambiará el paradigma económico mundial, con todas las consecuencias y transformaciones que implicarán para diversos sectores. En definitiva, representa una nueva fórmula de organización de un mundo que coexiste de manera hiperconectada, facilitando la colaboración y el intercambio de información entre los usuarios de forma efectiva y reduciendo o, incluso, eliminando los costes de transacción. La generación de los millennials ha aprendido que la colaboración y la confianza son valores esenciales para organizarse y convivir en todos los planos sociales (Orihuela, 2018). 12. 1 Discusión y conclusiones Son múltiples los autores que explican y abordan los numerosos cambios y transformaciones que se están produciendo en los últimos tiempos, dejando entrever que hay muchos más que todavía están por llegar (Negroponte, 2000; Orihuela, 2002; López, 2005; Campo, 2005; Castells, 2002, Echenique, 2013; Carrero & Pulido, 2012; Botsman, 2011; Cañigueral, 2014). Estos cambios afectan a las raíces más profundas de la sociedad, donde la educación, el comercio, los medios de comunicación, el marketing, la publicidad, el periodismo, la industria del entretenimiento, entre otros sectores relevantes que tradicionalmente han tenido un gran peso en la población, están en un proceso de evolución permanente. Nos encontramos ante un nuevo escenario mundial, en el que la comunicación, con todo lo que ella implica, está adquiriendo una importancia trascendental como nunca antes ha tenido en la historia de la humanidad. En estos momentos, tal y como señala Collins (2005), puede resultar complejo establecer un consenso para saber con exactitud cómo será la sociedad dentro de unos años, cuando la revolución tecnológica alcance su punto más álgido. Por el momento, sabemos que existe un amplio debate social en el que intervienen los miembros más destacables de las principales instituciones académicas del mundo. El análisis de este amplio debate, compuesto por múltiples obras literarias y científicas que abordan el tema desde diferentes vertientes, dibuja los albores de un nuevo panorama social y mediático. 85 LA COMUNICACIÓN EN EL ESCENARIO DIGITAL » Bibliografía Bardhi, F. & Eckhardt, G. M. (2012). Acces-basedconsumption: the case of car sharing. 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Director del Departamento de Ciencias de la Comunicación de la Universidad de Santiago de Compostela (2004–2012). Actualmente dirige el máster "Periodismo y comunicación: nuevas tendencias en producción, gestión y difusión del conocimiento". Sus publicaciones más recientes son: "Indicadores de evaluación de los servicios informativos de la radiotelevisión pública" (2018), "El tratamiento de la información política e institucional en TVE" (2018) y "El ciberactivismo en el proceso de cambio político y social en los países árabes" (2017). José Sixto-García Director del "Instituto de Medios Sociales" y profesor asociado de la Universidad de Santiago de Compostela. Doctor en Comunicación y Periodismo con mención europea y premio extraordinario, máster MBA en Dirección y Gestión de Empresas, máster en Formación de Profesorado y licenciatura en Periodismo, también con premio extraordinario. Es miembro del grupo de investigación "Novos Medios". Entre sus líneas de investigación se encuentran los modelos digitales de comunicación social y los nuevos modelos de marketing y comunicación organizacional. Es autor de libros como "Gestión profesional de redes sociales. Rutinas y estrategias de Community Management" (2018), "Fundamentos de marketing digital" (2016), "Flujos comunicativos y búsqueda del talento: hacia la construcción de la marca personal" (2015), "Las redes sociales como estrategia de marketing online" (2012), "Marketing y comunicación" (2010) y "Comunicación institucional de proximidad" (2008). LA COMUNICACIÓN EN UNA SOCIEDAD HIPERCONECTADA: NUEVAS ESTRATEGIAS DEL PERIODISMO 2 1. Introducción Cuando los acontecimientos empezaron a trascender las fronteras geográficas y lingüísticas de donde se producían (Garmendia, 2003) se comenzó a hablar de sociedad de la información. Y esa propagación nunca hubiera sido posible sin una tecnología que facilitase la elaboración y la distribución de contenidos informativos que recogían y visibilizaban esos hechos y que, gracias a los medios de comunicación, trascendían lo local. Información y tecnología siempre han caminado juntas. De hecho, lo que posibilitó el acceso a los acontecimientos trasladando la información desde el lugar en que sucedían hasta otros espacios fue el desarrollo tecnológico, que permitió el establecimiento y el perfeccionamiento de los medios de comunicación. Así, cuanto más avanzada tecnológicamente era una sociedad, más posibilidades tenía de que los hechos que se producían en ella contribuyesen a la creación de una sociedad de la información. Precisamente por esto, el término de sociedad de la información se conceptualizó en Japón a partir de las aportaciones que el sociólogo Yoneji Masuda recogió en el libro "Una introducción a la sociedad de la información", publicado en 1968. El concepto nace ligado a las políticas de globalización cuando, paradójicamente, las diferencias entre países desarrollados, subdesarrollados y en vías de desarrollo son cada vez más notorias porque no todas las sociedades tienen las mismas posibilidades tecn

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