Teorías Del Envejecimiento PDF
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This document provides an overview of various theories related to aging, encompassing biological, sociological, and psychological perspectives. Different models of aging are discussed, including stochastic and non-stochastic biological theories, and sociological theories like disengagement and activity. The document also touches on psychological stages of development.
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2. TEORÍAS DEL ENVEJECIMIENTO Teorías Biológicas del Envejecimiento El envejecimiento biológico varía tanto entre especies como entre individuos, con diferencias en los cambios fisiológicos y limitaciones de un ser humano a otro. No todos los sistemas del cuerpo envejecen al mismo ritmo en una pers...
2. TEORÍAS DEL ENVEJECIMIENTO Teorías Biológicas del Envejecimiento El envejecimiento biológico varía tanto entre especies como entre individuos, con diferencias en los cambios fisiológicos y limitaciones de un ser humano a otro. No todos los sistemas del cuerpo envejecen al mismo ritmo en una persona, pudiendo algunos deteriorarse más rápidamente que otros. Para explicar este proceso, los teóricos lo dividen en dos enfoques: las teorías estocásticas, que atribuyen el envejecimiento a agresiones aleatorias del entorno, y las no estocásticas, que lo ven como un proceso complejo y predeterminado. Teorías Estocásticas Teoría de la interferencia Resultado de la radiación/reacción química en la que un agente agresor se une a una cadena de ADN y modifica la separación normal de las fibras durante la mitosis. Con el tiempo, estos se acumulan e impiden el transporte intracelular; al final, la función normal de órganos y sistemas corporales falla. Radicales libres y teoría de la lipofuscina Los radicales libres son moléculas muy inestables y reactivas que contienen una carga eléctrica adicional y que provienen del metabolismo del oxígeno. Pueden ser consecuencia del metabolismo normal, de reacciones con otros radicales o de la oxidación de ozono, pesticidas y otros contaminantes. Pueden dañar las proteínas y enzimas, y provocar un desorden genético mediante la sustitución de las moléculas de ADN que contienen información biológica útil por moléculas defectuosas. El caroteno y las vitaminas C y E son antioxidantes que confieren protección. La lipofuscina, «pigmento de la edad», un subproducto de las lipoproteínas de la oxidación en el proceso de envejecimiento que puede verse sólo con un microscopio de fluorescencia, se cree que tiene una función similar a la de los radicales libres en el envejecimiento. Conforme la lipofuscina se acumula, interfiere con la difusión y el transporte de metabolitos esenciales y con las moléculas de transporte de información en las células. Teorías de uso y desgaste Atribuyen el envejecimiento al uso repetido y a lesiones del cuerpo a través del tiempo, por la repetición de funciones muy especializadas; funcionará menos eficiente con el uso prolongado y después de numerosas agresiones (p. ej., tabaquismo, dieta deficiente y abuso de sustancias). En los últimos años se han discutido ampliamente los efectos del estrés en la salud física y psicológica. Teorías evolutivas Están relacionadas con la genética y plantean que las diferencias en el proceso de envejecimiento y la longevidad de diversas especies se debe a la interacción entre los procesos de mutación y selección natural. o Teoría de la acumulación de mutaciones: el envejecimiento se produce debido a la disminución de la fuerza de la selección natural con la edad: las mutaciones genéticas que afectan a los niños se eliminarán porque las víctimas no vivirán lo suficiente para reproducirse, pero las que aparecen al final de la vida se acumularán. o Teoría pleiotrópica antagónica: los genes mutantes acumulados con efectos negativos en la edad avanzada pudieron haber tenido efectos beneficiosos en los primeros años de vida. o Teoría del soma desechable: difiere de otras teorías evolucionistas. El envejecimiento se relaciona con el uso de la energía corporal y no con la genética. Para llevar a cabo las funciones produce cierto deterioro, el cuerpo da prioridad al gasto de energía y no para mantener el cuerpo de manera definitiva. Biogerontología Estudio de la conexión entre el envejecimiento y los procesos de enfermedad. Se cree que los microorganismos producen ciertos cambios fisiológicos durante el envejecimiento (inmunización mayor vida). Teorías no estocásticas Apoptosis Proceso de muerte celular programada: la célula se reduce y ocurre fragmentación nuclear y del ADN, aunque la membrana mantiene su integridad. Teorías genéticas o Teoría de la esperanza de vida programada: propone que nacemos con un programa genético o reloj biológico que predetermina la esperanza de vida. Estudios de proliferación celular in vitro han demostrado que varias especies tienen un número finito de divisiones celulares, entre las diversas especies mientras más larga sea la duración de la vida, mayor será el número de divisiones celulares. Estos estudios apoyan la teoría de que la senescencia —proceso de envejecer— está bajo control genético y ocurre a nivel celular. o Teoría del error: determinación genética para el envejecimiento. Las mutaciones genéticas son responsables del envejecimiento al causar el declive de órganos como resultado de mutaciones celulares autoperpetuadas. Reacciones autoinmunitarias Se cree que los principales órganos del sistema inmunitario, el timo y la médula ósea, son afectados por el proceso de envejecimiento. La respuesta inmunitaria declina después de la edad de adulto joven. El timo se reduce (capacidad de las células T para diferenciarse), la hormona tímica desciende después de los 30 años y es indetectable a los 60 años. Una hipótesis a las reacciones autoinmunitarias en el proceso de envejecimiento es que las células experimentan cambios con la edad y que el cuerpo las identifica erróneamente como agentes externos y desarrolla anticuerpos para atacarlas. Otra alternativa podría ser que las células son normales hasta la vejez, pero un deterioro en el sistema corporal de memoria inmunoquímica conduce a una interpretación errónea de las células normales como sustancias extrañas. Teorías neuroendocrina y neuroquímica Sugieren que el envejecimiento es resultado de cambios en el cerebro y las glándulas endocrinas. Algunos afirman que hormonas específicas de la hipófisis anterior promueven el envejecimiento y otros que un desequilibrio de sustancias químicas en el cerebro deteriora la división celular sana en todo el cuerpo. Teorías de la radiación Investigaciones muestran que la duración de la vida se reduce con la aplicación de dosis letales de radiación. En seres humanos, se sabe que puede causar elastosis solar, el tipo de «vejez» asociado con las arrugas en la piel que resultan de la sustitución de colágeno por elastina, también desarrolla cáncer. Teorías de la nutrición La calidad de la dieta es tan importante como la cantidad. Las deficiencias de vitaminas y otros nutrientes, y los excesos de nutrientes como el colesterol pueden desencadenar diversos procesos patológicos. La vitamina E, el polen de abeja, el ginseng, la centella asiática, la menta y las algas se encuentran entre los nutrientes que al parecer promueven una vida larga y saludable. Teorías ambientales La ingestión de mercurio, plomo, arsénico, isótopos radiactivos, ciertos plaguicidas y otras sustancias puede producir cambios patológicos en los seres humanos. Fumar y respirar humo de tabaco y otros contaminantes en el aire también tienen efectos adversos. Por último, se cree que las intensas condiciones de vida, los altos niveles de ruido y otros factores influyen en el envejecimiento. TEORÍAS SOCIOLÓGICAS DEL ENVEJECIMIENTO Teoría de la desconexión Desarrollada por Elaine Cumming y William Henry. Considera el envejecimiento como un proceso en el que la sociedad y el individuo gradualmente se separan, a satisfacción y beneficio mutuo. El beneficio para los individuos es que pueden reflexionar y centrarse en sí mismos, una vez que han sido liberados de roles sociales. El valor de desconexión para la sociedad es que se establece cierto medio ordenado para la transferencia del poder de los adultos mayores a los jóvenes. No indica si es la sociedad o el individuo quien inicia este el proceso de desconexión. Sin embargo, ha sido desacreditada, muchas personas mayores desean seguir participando y no quieren que su principal satisfacción se derive de la reflexión de sus años de juventud. Teoría de la actividad Afirma que una persona mayor debe seguir un estilo de vida similar al de los adultos tanto como sea posible, con lo que niega la existencia de una tercera edad y que la sociedad debe aplicar las mismas normas a las personas de edad avanzada, así como a aquellas de menor edad; no defiende la disminución de la actividad, el interés y la participación conforme sus miembros envejecen. Sugiere formas de mantener la actividad aun en presencia de las múltiples pérdidas que se asocian con el proceso de envejecimiento, incluidas la sustitución de actividades físicas por actividades intelectuales, el reemplazo de la función laboral por otras funciones cuando la jubilación tiene lugar y el establecimiento de nuevas amistades cuando las anteriores se pierden. Teoría de la continuidad También conocida como teoría del desarrollo, se refiere a la personalidad y la predisposición hacia ciertas acciones en la vejez que son similares a dichos factores durante otras fases del ciclo de vida. La personalidad y patrones de conducta subsisten sin modificaciones. Teoría de la subcultura Considera a las personas mayores como un grupo con distintas normas, creencias, expectativas, costumbres y cuestiones que los separan del resto de la sociedad. La formación de una subcultura es una respuesta a las actitudes negativas y al trato de la sociedad. Las personas de edad avanzada son más aceptadas y se sienten más cómodas entre su propio grupo de edad. Teoría de la estratificación de las edades De 1970, sugiere que la sociedad está estratificada por grupos de edad. Las personas de un grupo etario determinado suelen tener experiencias, creencias, actitudes y transiciones de vida similares que les ofrecen una visión única y compartida de la historia. TEORÍAS PSICOLÓGICAS DEL ENVEJECIMIENTO Exploran el proceso mental, los comportamientos y los sentimientos de las personas durante toda la vida, junto con algunos mecanismos que la gente utiliza para responder a los desafíos de la vejez. Tareas del desarrollo Son los desafíos que deben enfrentarse y los ajustes que deben hacerse en respuesta a las experiencias de vida que son parte del continuo crecimiento de un adulto medio durante el tiempo de esperanza de vida. Erik Erikson (1963) describe ocho etapas en las cuales los seres humanos efectúan su desarrollo desde la infancia hasta la vejez y los retos, o tareas, a los que se enfrentan durante cada una de estas etapas. El desafío de la vejez consiste en aceptar y encontrar significado a la vida que se ha vivido; esto da integridad al ego individual y le ayuda a adaptarse y enfrentar la realidad del envejecimiento y la mortalidad. Los sentimientos de ira, amargura, depresión e insuficiencia pueden dar lugar a una inadecuada integridad del ego (p. ej., la desesperación). Integridad o la desesperación del ego: o Diferenciación del ego frente a la preocupación por el papel: desarrollar satisfacciones de uno mismo como persona en lugar de los roles establecidos a través de los padres o las funciones laborales. o Trascendencia del cuerpo frente a la preocupación sobre el cuerpo: encontrar placeres psicológicos en lugar de dejarse absorber por problemas de salud o por las limitaciones físicas impuestas por el envejecimiento. o Trascendencia del ego frente a la preocupación por el ego: lograr la satisfacción mediante la reflexión sobre la propia vida y los logros del pasado en lugar de la preocupación derivada del límite de años por vivir. Robert Butler y Myrna Lewis (1982) describen tareas de desarrollo adicionales de las fases finales de la vida: Adaptarse a las propias debilidades. Desarrollar un sentido de satisfacción con la vida que se ha vivido. Prepararse para la muerte. Gerotrascendencia Sugiere que el envejecimiento implica una transición de una metaperspectiva racional y materialista a una visión cósmica y trascendente. Cuando las personas envejecen, están menos interesadas en sus cuerpos físicos, sus bienes materiales, sus relaciones sin sentido y sus intereses propios y en su lugar desean una vida más significativa y un mayor vínculo con los demás. Existe el deseo de asumir papeles e invertir tiempo en descubrir facetas ocultas de uno mismo 4. CAMBIOS COMUNES EN EL ENVEJECIMIENTO El tipo, la frecuencia y el grado de cambios físicos, emocionales, psicológicos y sociales que se experimentan durante la vida son individuales; dichos cambios están influidos por factores intrínsecos (Genética, Metabolismo Basal, Sistema Endócrino, Sistema Inmune) y factores extrínsecos (Dieta, Ejercicio físico, Mutágenos, Radiaciones). Cambios Corporales Células El número de células se reduce gradualmente y deja un menor número de células funcionales en el cuerpo. El músculo disminuye y el tejido adiposo aumenta hasta la sexta década de la vida. El volumen celular y la masa ósea declinan. El líquido extracelular permanece estable, pero el líquido intracelular se reduce (menor cantidad de agua corporal total). Apariencia física Los efectos del envejecimiento comienzan a notarse a partir de los 40 años. Hombres: Pérdida de cabello y se reduce la estatura alrededor de 3cm a los 80 años. Mujeres: Pérdida de la estatura de alrededor de 5cm. Ambos sexos: Canas, arrugas y una apariencia “Huesuda” debido a la atrofia de la grasa. Aumenta el tamaño de las orejas, la barbilla se pliega y los párpados se caen debido a la pérdida de la elasticidad. La piel se vuelve más delgada, especialmente en los antebrazos y las manos, y se vuelve más sensible al frío por la disminución de grasa subcutánea. La contracción del cuerpo también está relacionada con la menor hidratación, pérdida de cartílago y adelgazamiento de las vértebras. Como resultado, la reducción de estatura puede hacer que los huesos largos parezcan desproporcionadamente más largos. Cualquier desviación en la columna, caderas o rodillas puede contribuir aún más a la disminución de la estatura. Estos cambios físicos son graduales y sutiles. Sistema respiratorio Los cambios en el tejido conectivo provocan una relajación del tejido en el borde inferior del tabique nasal, lo que puede hacer que la punta de la nariz se desplace hacia abajo y cause desviaciones del tabique. Esto puede llevar a respirar por la boca durante el sueño, contribuyendo a los ronquidos y la apnea obstructiva. También disminuye la capacidad de las glándulas submucosas para producir y diluir las secreciones, lo que genera dificultad para eliminarlas y una sensación de congestión nasal. Los cambios estructurales en el tórax reducen la actividad respiratoria, ya que la calcificación del cartílago costal hace que la tráquea y la caja torácica sean más rígidas. Además, el aumento del diámetro anteroposterior del tórax se manifiesta con cifosis, y los músculos respiratorios se debilitan. Los reflejos tusígeno y laríngeo disminuyen, y en los pulmones, el número de cilios se reduce y las glándulas mucosas se hipertrofian, dificultando la expulsión de mucosidad y productos nocivos. A medida que se pierde elasticidad en los pulmones a partir de la sexta década de vida, los alvéolos pierden flexibilidad y el volumen de los pulmones disminuye. Como resultado, la exhalación es menos eficaz, lo que aumenta el volumen residual y reduce la capacidad máxima ventilatoria. Esto también puede empeorar con la inmovilidad, reduciendo la mecánica respiratoria. Esta disminución de la capacidad ventilatoria se nota especialmente cuando hay una mayor demanda, ya que la reserva pulmonar reducida causa disnea con mayor facilidad. La menor eficiencia en el intercambio de gases y la falta de inflación basal efectiva elevan el riesgo de infecciones respiratorias en los adultos mayores. Sin embargo, el ejercicio de resistencia puede mejorar significativamente la capacidad pulmonar en esta población. Sistema cardiovascular Con la edad, el corazón experimenta algunos cambios, como una ligera hipertrofia del ventrículo izquierdo y la dilatación de la aorta. Las válvulas auriculoventriculares se vuelven más gruesas y rígidas debido a la esclerosis y fibrosis, lo que puede causar disfunción cardíaca y soplos. La irritabilidad del miocardio puede provocar bradicardia y arritmias. Los cambios fisiológicos en el sistema cardiovascular afectan la eficacia y fuerza contráctil del músculo cardíaco, lo que disminuye el gasto cardíaco bajo estrés. Las células del marcapasos se vuelven irregulares y su número disminuye, lo que afecta la contracción y relajación del ventrículo izquierdo. Aunque los adultos mayores suelen adaptarse bien a los cambios, se sienten los efectos en el corazón cuando enfrentan situaciones inusuales o de estrés, como hacer ejercicio o recibir malas noticias. La taquicardia en estas personas dura más tiempo y, aunque la frecuencia cardíaca máxima bajo estrés no llega a los niveles de los más jóvenes, el volumen sistólico puede aumentar para compensar, lo que eleva la presión arterial. La capacidad para el ejercicio y el consumo máximo de oxígeno varían según la condición física de la persona. Aquellos en mejor forma tienen una función cardíaca comparable a la de personas más jóvenes. Los vasos sanguíneos también experimentan cambios con la edad. La capa interna de los vasos (íntima) sufre fibrosis, calcificación y acumulación de lípidos, lo que contribuye al desarrollo de aterosclerosis. La capa media se adelgaza y calcifica, lo que endurece los vasos y aumenta la resistencia periférica, elevando la presión arterial sistólica. La capa externa (adventicia) no se ve afectada por el envejecimiento. Además, la disminución de la elasticidad de las arterias provoca cambios vasculares en varios órganos, y la reducción de la sensibilidad de los barorreceptores contribuye a problemas de hipotensión postural y posprandial. Sistema gastrointestinal Los dientes se vuelven más frágiles, el esmalte se desgasta y la dentina se torna más fibrosa. Esto, junto con la retracción de las encías y la pérdida de densidad ósea en la cresta alveolar, contribuye a la pérdida de dientes, aunque no es inevitable si se cuida la salud dental. La enfermedad periodontal es la principal causa de pérdida dental en adultos mayores. La capacidad gustativa disminuye debido a la atrofia de la lengua, lo que afecta las papilas gustativas. Los sabores dulces son los más afectados, y las personas mayores pueden recurrir a alimentos excesivamente condimentados, lo que podría causar problemas de salud. Además, la producción de saliva se reduce a un tercio de la cantidad que se producía en la juventud, y se vuelve más viscosa, dificultando la descomposición de los almidones y la deglución. La motilidad esofágica también cambia, presentando el "presbiesófago", donde la intensidad de las ondas de propulsión disminuye, lo que provoca un vaciado esofágico más lento y aumenta el riesgo de aspiración. La motilidad gástrica también puede disminuir, lo que se asocia con una atrofia de la mucosa gástrica, una reducción de ácido clorhídrico y pepsina, y un aumento del pH en el estómago, lo que incrementa la irritación gástrica. Los intestinos experimentan atrofia y disminución en la cantidad de células en las superficies de absorción, lo que ralentiza la absorción de nutrientes como grasa, vitaminas y minerales. Aunque la motilidad intestinal no cambia significativamente con la edad, el estreñimiento se vuelve común debido a factores relacionados con el envejecimiento, como la pérdida de tono del esfínter interno y la transmisión más lenta de impulsos nerviosos. Finalmente, el hígado pierde peso y volumen con la edad, aunque esto no parece tener efectos nocivos. La capacidad del hígado para regenerarse disminuye, y la absorción y estabilización del colesterol se vuelven menos eficientes, lo que puede aumentar el riesgo de cálculos biliares. Sistema urinario El sistema urinario está afectado por los cambios en los riñones, los uréteres y la vejiga. Con el envejecimiento, los riñones pierden masa, especialmente en la corteza, lo que disminuye el flujo sanguíneo y la tasa de filtración glomerular. La función tubular también se reduce, afectando la capacidad para conservar sodio y regular la hormona antidiurética, lo que puede causar hiponatremia y nicturia, aunque no afecta significativamente la gravedad específica de la orina. También disminuye la reabsorción de glucosa, lo que puede provocar glucosuria y proteinuria leves. En la vejiga, los músculos se debilitan, lo que reduce su capacidad y dificulta el vaciado completo, provocando retención urinaria y un retraso en el reflejo de micción. Aunque la incontinencia urinaria no es normal en el envejecimiento, puede ocurrir por estrés, especialmente en mujeres multíparas, debido al debilitamiento del diafragma pélvico. Sistema reproductor Con la edad, las vesículas seminales sufren suavización de la mucosa y fibrosis, lo que reduce su capacidad de retención de agua. Los túbulos seminíferos también experimentan degeneración, lo que puede reducir el recuento de espermatozoides. Además, las hormonas foliculoestimulante y luteinizante aumentan, mientras que los niveles de testosterona disminuyen. Aunque los hombres mayores no pierden la capacidad de lograr erecciones y eyaculaciones, la intensidad del orgasmo y la eyaculación disminuye. También hay atrofia testicular y esclerosis en el pene. La mayoría de los hombres de edad avanzada experimenta crecimiento prostático. En las mujeres, la atrofia vulvar se debe a los cambios hormonales, lo que provoca pérdida de grasa subcutánea, vello y aplanamiento de los labios mayores. La vagina se seca, pierde elasticidad y las rugosidades desaparecen. El epitelio vaginal se vuelve más delgado, y el pH se vuelve más alcalino, lo que cambia la flora vaginal. El útero se contrae y el endometrio se atrofia, pero aún responde a la estimulación hormonal, lo que puede causar sangrado postmenopáusico, especialmente en mujeres que reciben tratamiento con estrógenos. Los ovarios se atrofian y se vuelven más pequeños, lo que los hace no palpables durante la exploración. A pesar de estos cambios, las mujeres mayores siguen pudiendo disfrutar de relaciones sexuales. La disminución de estrógenos también debilita los músculos del suelo pélvico, lo que puede llevar a incontinencia urinaria. Sistema musculoesquelético sufre diversos cambios, como la cifosis, el agrandamiento de las articulaciones y la pérdida de altura. Las fibras musculares se atrofian y disminuyen en número, lo que lleva a una sustitución gradual por tejido fibroso. Esto provoca una reducción en la masa, fuerza y movimiento muscular, especialmente en brazos y piernas. La sarcopenia, la pérdida de masa muscular relacionada con la edad, es común, sobre todo en personas inactivas. Los tendones se contraen, los reflejos disminuyen y pueden aparecer calambres musculares debido a la degeneración del sistema extrapiramidal. En los huesos, la masa y densidad óseas se reducen, lo que aumenta el riesgo de fracturas, especialmente en mujeres postmenopáusicas. La pérdida ósea ocurre a un ritmo del 0,5% anual desde la tercera década de vida, con una disminución en la absorción de calcio y una menor producción de hueso nuevo. Aunque los huesos largos no se acortan significativamente, el adelgazamiento de los discos y las vértebras reduce la altura de la columna vertebral, lo que contribuye a la cifosis. Además, el deterioro del cartílago y la formación de espuelas en las articulaciones afectan la movilidad y actividad física. Sistema nervioso El envejecimiento del sistema nervioso es difícil de identificar debido a su interacción con otros sistemas, como el cardiovascular, que puede afectar la circulación cerebral. Aunque el peso cerebral y el flujo sanguíneo cerebral disminuyen (menor glucosa y oxígeno), estos cambios estructurales no parecen impactar significativamente el pensamiento o el comportamiento. Se reduce el número de neuronas, fibras nerviosas, flujo sanguíneo cerebral y metabolismo, lo que lleva a reflejos más lentos y respuestas tardías. La cinestesia y el equilibrio también se ven afectados, contribuyendo a un mayor riesgo de caídas. Aunque la presencia de ovillos β-amiloides y neurofibrilares se asocia con la enfermedad de Alzheimer, éstos pueden observarse en los adultos mayores con función cognitiva normal. Disminución en la velocidad de conducción nerviosa, el crecimiento de nuevos axones y la reinervación de nervios periféricos dañados. El hipotálamo pierde eficiencia en la regulación de la temperatura y, con la edad, la corteza cerebral pierde neuronas, lo que reduce el tamaño y peso del cerebro, especialmente después de los 55 años. Los cambios en el cerebro afectan el ciclo de sueño, lo que resulta en menos manifestación de las fases III y IV del sueño, con despertares frecuentes, aunque de poca duración. Órganos sensoriales El envejecimiento reduce la eficiencia de los sentidos, lo que afecta la seguridad y el bienestar en la vida diaria. Vista La presbicia, la dificultad para enfocar de cerca, comienza en la cuarta década de la vida debido a la pérdida de elasticidad del cristalino. La visión periférica se estrecha, y la pupila es menos sensible a la luz, dificultando la visión nocturna. La catarata, que se desarrolla por la opacificación del cristalino, aumenta la sensibilidad al deslumbramiento y reduce la visión nocturna. También, la percepción del color disminuye, especialmente en tonos oscuros, y la estereopsis (visión en 3 dimensiones) se ve afectada, dificultando la percepción de la profundidad. Además, la disminución de líquido en el cuerpo vítreo puede causar visión borrosa y es posible que los depósitos de grasa sean la causa de la aparición de un círculo blanco brillante parcial o completo que se desarrolla alrededor de la periferia de la córnea (arco senil). La agudeza visual progresa lentamente hacia la pérdida debido a estos factores. Audición La presbiacusia es la pérdida progresiva de la audición causada por la degeneración del oído interno, especialmente en frecuencias altas, que incluyen pérdida de células ciliadas, disminución del suministro de sangre, pérdida de flexibilidad de la membrana basal, degeneración de las células del ganglio espiral y reducción de la producción de endolinfa. Esto dificulta la comprensión del habla, pues los sonidos agudos se pierden. Factores como la exposición a ruidos fuertes y la acumulación de cerumen empeoran la audición. Es posible que la audición se agrave por la acumulación de cerumen en el oído medio (mayor queratina). El reflejo acústico, protege el oído interno y filtra las distracciones auditivas de los sonidos producidos por el propio cuerpo y la voz, se ve disminuido por debilitamiento y rigidez de los músculos del oído medio y los ligamentos. Además, el equilibrio puede alterarse por la degeneración del sistema vestibular y de la atrofia de la cóclea, el órgano de Corti y la estría vascular. Gusto y olfato A medida que envejecemos, el sentido del olfato disminuye, lo que afecta el gusto, pues ambos sentidos están interrelacionados. El número de células sensoriales en la mucosa nasal y en el bulbo olfativo del cerebro disminuyen. A los 80 años se tiene la mitad de sensibilidad. Los hombres pierden más capacidad olfativa que las mujeres, y la atrofia de la lengua puede reducir la percepción de los sabores, especialmente el salado. Otros factores como la reducción de saliva y enfermedades contribuyen a este cambio sensorial. Tacto El envejecimiento disminuye la cantidad de receptores táctiles y afecta su estructura, lo que reduce la capacidad de percibir presión, dolor y temperatura. Esto aumenta el riesgo de accidentes y dificultades en la percepción del entorno. Sistema endocrino Glándula tiroides La tiroides se vuelve más fibrosa y presenta mayor nodularidad. Esto reduce su actividad, disminuyendo la tasa metabólica basal y la captación de yodo. Aunque la liberación de hormona estimulante de la tiroides (TSH) y la concentración de tiroxina (T4) se mantienen estables, hay una reducción en la triyodotironina (T3), debido a una menor conversión de T4 en T3. A pesar de estos cambios, la función tiroidea sigue siendo adecuada. Corteza suprarrenal La secreción de hormonas por la corteza suprarrenal, regulada por la hormona adrenocorticotrópica (ACTH), disminuye con la edad, afectando la producción de aldosterona, glucocorticoides, y hormonas sexuales (progesterona, andrógenos, estrógenos). La excreción de aldosterona en la orina también disminuye. Glándula hipófisis La hipófisis reduce su volumen en un 20% con la edad. Las hormonas como la somatotropina (hormona de crecimiento), ACTH, TSH, y las hormonas gonadales (estrógenos, testosterona) disminuyen gradualmente. Páncreas Las células β del páncreas liberan insulina de manera más lenta e insuficiente, y la sensibilidad a la insulina también disminuye con la edad. Esto provoca una menor capacidad para metabolizar glucosa, aumentando el riesgo de hiperglucemia, incluso en personas no diabéticas. Sistema tegumentario Está influido por factores como la dieta, la salud general, la actividad física, la exposición al sol y la genética. Estos cambios suelen ser molestos porque son visibles y reflejan claramente la edad avanzada. Pérdida de elasticidad: La unión entre la dermis y la epidermis se aplana, la dermis se adelgaza y pierde vascularización, y las fibras de elastina se degradan. Las fibras de colágeno se vuelven más gruesas y desorganizadas, reduciendo la elasticidad de la piel. Aparición de arrugas y flacidez: La piel se torna menos elástica, más seca y frágil, y pierde grasa subcutánea. Esto provoca la aparición de líneas, arrugas y flacidez. Manchas de la edad: La reducción de melanocitos (entre un 10% y 20% por década a partir de los 30 años) causa pigmentación irregular y un bronceado más lento. Las manchas son más comunes en áreas expuestas al sol. Mayor riesgo de infecciones: La respuesta inmunitaria de la piel disminuye, aumentando la susceptibilidad a infecciones y neoplasias cutáneas, tanto benignas como malignas. Cambios en el cabello y vello: El cabello en el cuero cabelludo, pubis y axilas se adelgaza y encanece debido a la pérdida de células pigmentarias y la atrofia de los folículos. En hombres, la calvicie es común a partir de los 50 años. Las canas aparecen en la mitad de la población. Crece más pelo en las orejas, la nariz y las cejas de los hombres mayores. En las mujeres, aumenta el vello facial. Las uñas crecen más lentamente, son frágiles, quebradizas y presentan estrías longitudinales. Glándulas sudoríparas: La transpiración disminuye ligeramente debido a la reducción en el número y la función de las glándulas sudoríparas. Esto puede afectar la regulación de la temperatura corporal. Sistema inmunitario Conocído como inmunosenescencia, implica una reducción progresiva de la capacidad de defensa del organismo, lo que aumenta significativamente el riesgo de infecciones en los adultos mayores. Principales cambios: 1. Reducción del tamaño y función del timo: Después de la mediana edad, la masa del timo disminuye de forma constante y la actividad de las hormonas tímicas es casi indetectable. Esto afecta la producción y maduración de células T, que son clave en la inmunidad celular. 2. Disminución de la actividad de las células T: o Hay una reducción de la actividad funcional de las células T. o Se observa un aumento de células T inmaduras. o Los linfocitos T proliferan menos en respuesta a estímulos, lo que debilita la defensa contra infecciones. o Esto contribuye a la reactivación de enfermedades latentes como la varicela zóster (causante del herpes zóster) y la tuberculosis. 3. Cambios en la producción de inmunoglobulinas (anticuerpos): o La concentración sérica total de inmunoglobulinas no cambia significativamente. o IgM (importante en infecciones tempranas) disminuye. o IgA e IgG (importantes en la defensa a largo plazo) aumentan. 4. Respuesta inmunitaria menos eficaz: o Las respuestas a infecciones comunes como la influenza, parainfluenza, neumococo y tétanos son menos eficaces, lo que justifica la importancia de las vacunas en adultos mayores. 5. Inflamación atípica: o La respuesta inflamatoria disminuye y a menudo se presenta de forma atípica, con síntomas leves como febrícula (fiebre baja) y poco dolor. Esto puede dificultar el diagnóstico temprano de infecciones. 6. Aumento de citocinas proinflamatorias: o Se produce un aumento de citocinas proinflamatorias, lo cual está asociado con un mayor riesgo de enfermedades como: ▪ Ateroesclerosis ▪ Diabetes ▪ Osteoporosis Termorregulación La temperatura corporal normal en los adultos mayores es más baja que en los jóvenes, con un rango de 36 °C a 36,8 °C (oral) y 36,6 °C a 37,2 °C (rectal). Las mediciones rectales y auditivas son las más precisas. La capacidad de respuesta a las temperaturas extremas se reduce: Frío: Ineficiencia en la vasoconstricción, menor gasto cardíaco, respuesta débil al escalofrío y pérdida de masa muscular y tejido subcutáneo. Calor: Disminución de la sudoración y del gasto cardíaco. CAMBIOS PSICOLÓGICOS Los cambios psicológicos en la vejez están influenciados por la salud, genética, educación, actividad y factores sociales. Problemas sensoriales pueden limitar la interacción, causando depresión o aislamiento. Personalidad No sufre cambios drásticos con la edad. Las características presentes en la juventud suelen mantenerse (por ejemplo, una persona amable sigue siéndolo). La rigidez aparente a menudo refleja limitaciones físicas o mentales, no cambios en la personalidad. Eventos como la jubilación, pérdida de independencia o la muerte de un ser querido pueden afectar ciertos rasgos. La autoestima y la actitud suelen permanecer estables a lo largo de la vida. Memoria Existen tres tipos de memoria: 1. Sensorial: Dura solo unos segundos. 2. Corto plazo: Almacena información entre 30 segundos y 30 minutos. 3. Largo plazo: Retiene conocimientos adquiridos hace mucho tiempo. En la vejez: La recuperación de información a largo plazo puede ser más lenta si no se utiliza con frecuencia. Se reduce la capacidad de retener información mientras se procesa otra. Olvidos menores pueden mejorarse con ayudas mnemotécnicas, como asociar nombres con imágenes o hacer listas. No todos los déficits de memoria son resultado del envejecimiento normal; otros factores pueden influir. Inteligencia La interpretación de los resultados sobre inteligencia en adultos mayores debe ser cautelosa, ya que los hallazgos pueden estar influenciados por factores como el método de evaluación, la salud, la educación y la experiencia cultural. Comparar adultos mayores enfermos con jóvenes sanos o personas con diferentes niveles educativos puede generar resultados sesgados. Tipos de inteligencia: Cristalizada: Se mantiene con la edad. Es el conocimiento acumulado a lo largo de la vida, que permite resolver problemas usando experiencias pasadas. Fluida: Puede disminuir con la edad. Involucra la nueva información y está relacionada con la creatividad, la percepción espacial y la apreciación estética. Otros factores: La comprensión verbal y las operaciones aritméticas no se ven afectadas significativamente. Parte del deterioro intelectual ocurre en los años previos a la muerte. El estrés psicológico crónico aumenta el riesgo de deterioro cognitivo leve. Aprendizaje La capacidad de aprender no se ve significativamente afectada por la edad, aunque factores como la motivación, la atención, los deterioros sensoriales y las enfermedades pueden influir en el proceso. Aspectos destacados: Experiencia previa: Los adultos mayores suelen resolver problemas utilizando conocimientos previos en lugar de nuevas técnicas. Dificultades iniciales: Las primeras fases del aprendizaje son más difíciles, pero después de superarlas, pueden mantener un ritmo de aprendizaje similar al de los jóvenes. Asociación vs. análisis: Prefieren la asociación simple de conceptos en lugar del análisis complejo. Habilidades motoras y perceptivas: Pueden presentar dificultades en estas áreas, lo que afecta ciertos tipos de aprendizaje. Modificación de hábitos: Cambiar o desaprender hábitos establecidos es más desafiante para ellos. El aprendizaje es más efectivo cuando la nueva información se relaciona con conocimientos previos. Capacidad de concentración Reducción de la vigilancia: Mantener la atención por más de 45 minutos es difícil. Mayor distracción: Se distraen fácilmente con estímulos irrelevantes. Dificultad en tareas complejas: Tienen menos capacidad para manejar tareas complicadas o que requieren sincronización. RESUMEN DEL CAPÍTULO Actitudes hacia el sexo y los adultos mayores La menopausia como un viaje interior Manejo de los síntomas y educación de la paciente. Autoaceptación. Andropausia. Realidades del sexo en la edad avanzada Comportamiento y roles sexuales. Intimidad. Cambios relacionados con la edad y respuesta sexual. Identificación de los obstáculos para la actividad sexual Falta de pareja. Barreras psicológicas. Padecimientos médicos. Disfunción eréctil. Efectos adversos de los medicamentos. 305 booksmedicos.org Deterioro cognitivo. Promoción de una función sexual saludable ACTITUDES HACIA EL SEXO Y LOS ADULTOS MAYORES Durante muchos años, el sexo fue uno de los mayores tabúes conversacionales. La discusión y educación con respecto a este proceso natural y normal fueron desalentadas y evitadas en la mayoría de los círculos. La bibliografía sobre el tema era mínima y por lo general asegurada bajo llave. El interés por el sexo se consideraba pecaminoso y muy inadecuado. Aunque las personas eran conscientes de que las relaciones sexuales se practicaban más que con fines procreativos, los otros beneficios de esta actividad rara vez se compartían de forma abierta; la sociedad veía la expresión sexual fuera del matrimonio como vergonzosa e indecente. La renuencia a aceptar y enfrentar inteligentemente la sexualidad humana condujo a la propagación de numerosos mitos, la persistencia de la ignorancia y los prejuicios, y la relegación de las relaciones sexuales a un estado vulgar. OBJETIVOS DE APRENDIZAJE Después de estudiar este capítulo, el lector será capaz de: 1. Discutir los efectos de las actitudes sociales hacia el sexo y los adultos mayores. 2. Identificar medidas para controlar los síntomas menopáusicos. 3. Explicar los efectos de la edad sobre la sexualidad y la función sexual. 4. Describir los factores que pueden contribuir a la disfunción sexual. 5. Describir las formas en que las enfermeras pueden promover la función sexual saludable en los adultos mayores. CONCEPTOS BÁSICOS Andropausia: disminución de los niveles de testosterona relacionada con la edad. Disfunción eréctil: incapacidad para lograr y mantener una erección del pene para tener relaciones sexuales. Dispareunia: dolor durante el coito. Menopausia: cese permanente de la menstruación durante al menos 1 año. Perimenopausia: varios años antes del inicio de la menopausia. Posmenopausia: tiempo que comienza 12 meses después del último ciclo menstrual. Terapia de restitución hormonal: restitución de estrógeno o progestina que el cuerpo ya no produce. 306 booksmedicos.org Por fortuna, las actitudes han cambiado con los años y la sexualidad se entiende y aprecia cada vez más. La educación ha ayudado a borrar los misterios del sexo tanto para adultos como para niños y las revistas, los libros, los programas de televisión y los sitios web sobre el tema han proliferado. Cursos, talleres y consejeros ayudan a las personas a obtener un mayor conocimiento y disfrute de la sexualidad. No sólo el estigma relacionado con el sexo prematrimonial se ha reducido considerablemente, también se ha incrementado la aceptación de la sociedad a un número creciente de parejas que viven sin casarse. El sexo ahora se ve como una experiencia compartida, natural, buena y hermosa. Sin embargo, «natural», «bueno» y «hermoso» son términos que pocas veces se usan para describir las experiencias sexuales de las personas mayores. Cuando se confronta el tema del sexo en los adultos mayores, reaparecen la ignorancia y los prejuicios en relación con este tema. La educación acerca de la sexualidad en la vejez es mínima; aunque abunda la bibliografía sobre la sexualidad de todos los individuos, la atención sobre esta materia para las personas mayores es mínima. Las señales de interés o los debates abiertos sobre el sexo en las personas mayores a menudo son motivo de burlas, ridiculizaciones o vistos con suspicacia. Los mismos criterios que hacen de un hombre un playboy a los 30 años lo convierten un «viejo verde» a los 70. Los jóvenes solteros y los adultos de mediana edad que se entablan en experiencias sexuales placenteras son aceptados, pero los abuelos viudos que buscan el mismo placer a menudo despiertan incredulidad y se les ridiculiza. PARA REFLEXIONAR ¿Qué tan cómodo se siente al considerar que sus parientes de mayor edad podrían tener una vida sexual activa? Los mitos acerca de los mayores y el sexo proliferan. ¿Cuántas veces se escucha que las mujeres pierden todo deseo sexual después de la menopausia o que los hombres mayores no pueden lograr una erección, y que las personas mayores no están interesadas en el sexo? El respeto a los adultos mayores como seres vitales y sexuales se reduce al mínimo por la falta de privacidad que se les ofrece; por la falta de credibilidad que se da a su sexualidad; y por la falta de aceptación, respeto y dignidad a su expresión sexual. Los mitos, la ignorancia y la condición vulgar que antes se relacionaban con el sexo en general se han asignado ahora a la sexualidad de la población de más edad. Tales ideas erróneas y los prejuicios son una injusticia para las personas de todas las edades. Refuerzan los temores y la aversión que los jóvenes tienen de envejecer. Imponen la conformidad de los adultos mayores, lo que conduce a que pierdan gratificantes experiencias sexuales o que sufran sentimientos de culpa y anormalidad. CONCEPTO CLAVE 307 booksmedicos.org A menudo la sociedad transmite las mismas actitudes erróneas sobre el sexo entre adultos mayores que se tenían en el pasado respecto al sexo en general. Una de las consecuencias de los mitos sobre el sexo en la edad avanzada es que los adultos mayores no reciben respeto como seres sexuales. Las enfermeras pueden presenciar faltas de respeto sutiles o burdas con respecto a la identidad sexual de los adultos mayores, como las siguientes: Menospreciar el interés de los adultos mayores en ropa, cosméticos o peinados. Vestir a hombres y mujeres de una residencia de ancianos con ropa asexual. Rechazar la solicitud de una mujer mayor de una ayudante en lugar de un hombre para bañarla. Olvidarse de abrochar botones o cierres, o de sujetar bien la ropa al vestir a las personas de edad. Exponer innecesariamente a las personas de edad durante las actividades de exploración o atención. Hablar de episodios de incontinencia cuando conocidos de la persona afectada están presentes. Hacer caso omiso de la voluntad de un hombre en cuanto a ser aseado y afeitado antes de la visita de alguna amiga. Ignorar los intentos de los adultos mayores para sentirse atractivos. Bromear sobre el interés o coqueteo entre dos personas mayores. Estos ejemplos demuestran la falta de comprensión de la importancia de reconocer y respetar la identidad sexual de cualquier individuo, independientemente de su edad. No es raro que una persona de 30 años esté interesada en las últimas tendencias de la moda, que una de 35 tenga citas románticas o que una mujer de 20 años prefiera una ginecóloga. Casi ninguna mujer joven querría ir a una cita si no tiene tiempo para maquillarse, arreglar su cabello y escoger su ropa. Ningún proveedor de cuidado querría entrar en la habitación de un joven de 25 años, desvestirlo rápidamente y bañarlo a la vista de otras personas. Los adultos mayores tienen derecho a la misma dignidad y respeto como seres humanos sexuales que se otorga a las personas de otras edades. PARA REFLEXIONAR ¿Qué actitud tiene hacia el sexo en los adultos mayores? ¿Que contribuyó a esta forma de pensar? Una consecuencia más de los estereotipos hacia el sexo en la edad avanzada es que las cuestiones relacionadas con el sexo seguro entre los adultos mayores a menudo son ignoradas. La incidencia del síndrome de inmunodeficiencia adquirida (sida) se ha 308 booksmedicos.org incrementado más del doble en las personas mayores de 50 años que en adultos más jóvenes y esta población constituye más del 30% de los casos con virus de la inmunodeficiencia humana (VIH/sida) en Estados Unidos (Centers for Disease Control and Prevention, 2011). Las personas mayores sexualmente activas que tienen relaciones sexuales con nuevas o múltiples parejas no consideran el uso de un condón porque el embarazo ya no es un riesgo; también pueden tener ideas erróneas sobre las enfermedades de transmisión sexual porque creen que estas enfermedades sólo afectan a personas más jóvenes. Si empiezan a sentir los síntomas o se enteran de que su pareja sexual es VIH-positiva, los adultos mayores pueden sentirse avergonzados para buscar atención médica; si se presentan con estos síntomas ante el profesional de atención de la salud, es posible que éste no los vincule con el VIH simplemente porque la persona es de edad avanzada (p. ej., la demencia relacionada con el VIH puede diagnosticarse como enfermedad de Alzheimer). Estos factores contribuyen a que el VIH suele diagnosticarse en una etapa tardía en personas mayores. Es importante que las enfermeras refuercen las prácticas de sexo seguro entre las personas mayores y pregunten qué están haciendo para protegerse en sus prácticas sexuales y los factores de riesgo para contraer VIH durante la valoración. Las enfermeras pueden desempeñar un papel importante en la educación y el asesoramiento sobre la sexualidad en la vejez; pueden fomentar cambios de actitud con su propio ejemplo. LA MENOPAUSIA COMO UN VIAJE INTERIOR La menopausia, el cese permanente de la menstruación durante al menos 1 año, se produce en la mayoría de las mujeres alrededor de la quinta década de la vida. Algunas personas consideran la menopausia como un tiempo de experimentar y manejar los cambios hormonales. De hecho, en cierta medida, la menopausia ha sido «medicalizada» porque se considera un problema o padecimiento que debe tratarse. Aunque hay preocupaciones fisiológicas reales por considerar, la menopausia es más amplia que una experiencia fisiológica. Es un momento de transición importante en la vida de una mujer que puede dar lugar al despertar de un nuevo concepto de cuerpo, mente y espíritu. En el momento en que la mujer promedio llega a la menopausia, tiene una gran experiencia de vida que le ha permitido adquirir una sabiduría especial. Muchas culturas honran la sabiduría obtenida a través de años de vida y buscan la guía de los adultos mayores. Por desgracia, la sociedad occidental tiende a apreciar la belleza física de la juventud sobre la belle-za interior de la edad. Las mujeres en sus cincuenta, sesenta y más pueden sentirse poco atractivas, poco apreciadas y, como resultado, subutilizadas. CONCEPTO CLAVE La menopausia marca la entrada en una nueva etapa de la vida, caracterizada por la sabiduría y el apego. 309 booksmedicos.org Con la generación de los baby boomers —que están redefiniendo las normas del envejecimiento— que experimentan o están a punto de experimentar la menopausia, está emergiendo una visión más clara de la misma. Esta generación de mujeres activas y asertivas no quiere limitarse a los roles limitados por las características físicas. Desean y exigen que sus talentos sean utilizados porque cuentan con la capacidad para seguir creciendo. La admiración y la sabiduría de la edad pueden recibir un lugar de merecida importancia. Manejo de los síntomas y educación de la paciente El manejo eficaz de los aspectos físicos de la menopausia puede permitir que las mujeres experimenten esta etapa de la vida como un paso positivo y no como un período preocupante. Las enfermeras gerontológicas pueden apoyar a las mujeres mayores estando bien documentadas sobre la menopausia y ayudándolas a diferenciar entre mitos y realidades acerca de esta transición de vida. La menopausia se produce cuando los niveles de estrógeno disminuyen y el número reducido de folículos ováricos pierde su capacidad para responder a la estimulación de la hormona gonadotrópica. Antes de la menopausia, la principal fuente de estrógeno es el estradiol, el cual se produce en los ovarios. Cuando esta función de los ovarios disminuye, la mayoría de los estrógenos se obtiene a través de la conversión de androstendiona en estrona en la piel y el tejido adiposo. Múltiples factores pueden causar que los niveles de estrógeno varíen entre las mujeres posmenopáusicas. El recuadro 12-1 enumera los síntomas que pueden relacionarse con la pérdida de estrógeno. Desde hace mucho tiempo se sabe que la terapia hormonal puede reducir los síntomas derivados de la menopausia; sin embargo, existen menos certezas sobre los riesgos y beneficios para diversas mujeres. En 1991, los National Institutes of Health (NIH) lanzaron la Women’s Health Initiative, que estudió los efectos de las hormonas en más de 27 000 mujeres. En 2002, los NIH detuvieron la parte del estudio en la que las mujeres recibieron estrógeno y progestina a causa de hallazgo de que estas mujeres experimentaron mayores riesgos cardíacos; la parte del estudio en la que las mujeres sólo recibieron estrógenos continuó. Preocupadas por los riesgos, muchas mujeres interrumpieron la terapia de restitución hormonal (TRH) cuando se anunciaron los resultados del estudio. No obstante, poco después resultados adicionales de la investigación sugirieron que las mujeres que comenzaron la TRH dentro de los primeros 10 años de la menopausia parecían tener un menor riesgo de ataque cardíaco y cáncer de mama, mientras que las mujeres que empezaron a tomar hormonas 10 años o más después de la menopausia tenían un riesgo significativamente mayor de problemas cardíacos; estos hallazgos sugieren que la edad en que se inicia la terapia es relevante para los riesgos (Rossouw y cols., 2007). Aunque el estudio mostró que el estrógeno puede proteger el corazón de las mujeres más jóvenes y reducir los riesgos de diabetes, fractura de cadera y cáncer de colon, también reveló que las hormonas incrementan el riesgo de otros problemas, como coágulos sanguíneos y accidentes cerebrovasculares. 310 booksmedicos.org Aunque las mujeres pueden sentirse seguras de que el uso de hormonas para tratar los síntomas de la menopausia no incrementará el riesgo de enfermedades cardiovasculares, no es aconsejable extrapolar esta información para establecer que las mujeres deben tomar hormonas para prevenir enfermedades cardíacas. RECUADRO 12-1 Síntomas relacionados con la menopausia SÍNTOMAS FÍSICOS Destellos en la visión. Fatiga. Migrañas de nuevo inicio. Síntomas de artritis, fibromialgia. Palpitaciones, angina atípica. Síndrome de piernas inquietas. Sequedad vaginal, prurito. Pérdida de grasa subcutánea en labios vulvares. Insomnio. Disminución de la tasa metabólica, aumento de peso. Aumento de la grasa en caderas y estómago. Síntomas de vías urinarias (frecuencia urinaria, incontinencia por esfuerzo, urgencia y micción por la noche). Infecciones vesicales y vaginales frecuentes. Incremento del riesgo de osteoporosis, cardiopatías y cáncer de colon. SÍNTOMAS EMOCIONALES/COGNITIVOS Mal humor. Depresión. Problemas de memoria. Pensamiento difuso. Falta de concentración. Baja tolerancia para el enojo. Irascibilidad. Impaciencia. Ansiedad, inquietud, trastorno de pánico de nueva aparición. Paranoia, síntomas psicóticos. CONCEPTO CLAVE Los beneficios y riesgos de la terapia de restitución hormonal dependen de la edad a la que la mujer la inicia y de su perfil específico de salud. 311 booksmedicos.org Actualmente, se recomienda que si el estrógeno se usa para tratar síntomas de la menopausia, se prescriba en la dosis más baja durante un corto período de tiempo y sólo para el tratamiento de los síntomas de moderados a graves y para la prevención de la osteoporosis (los beneficios en la prevención de la osteoporosis se pierden cuando la hormona ya no se utiliza). Está contrain dicado en mujeres con antecedentes de cáncer de mama, cánceres sensibles a estrógeno sospechados o conocidos, arteriopatía coronaria, hipertensión no tratada, enferme dad hepática activa, embolia pulmonar, hemorragia vaginal no diagnosticada o alta sensibilidad a la terapia hormonal. No se recomienda utilizar esta terapia para la prevención de enfermedades cardiovasculares, demencia, depresión u otras enfermedades crónicas (Rouse, 2012). No se recomienda el empleo de hormonas bioidénticas. No hay evidencia científica de que éstas o muchos de los productos «naturales» a base de plantas sean más seguros o efectivos para los síntomas de la menopausia que la terapia hormonal convencional. (Endocrine Society, 2012). Aunque muchas de las plantas recomendadas para tratar los síntomas menopáusicos carecen de evidencia científica, un estudio controlado con placebo demostró que un extracto estandarizado de ruibarbo (Rheum rhaponticum) reduce de forma significativa los bochornos y otros síntomas de la menopausia (Geller, 2009). Además de la TRH, existen terapias naturales y alternativas para disminuir los síntomas (recuadro 12-2). La eficacia de estas terapias varía. Las mujeres en esta etapa de la vida pueden beneficiarse de la educación básica acerca de la menopausia y los métodos para controlar los síntomas. En el recuadro 12-3 se describen algunos temas que podrían incluirse en un programa educativo sobre este tema. RECUADRO 12-2 Enfoques complementarios y alternativos para controlar los síntomas menopáusicos Acupuntura. Dieta: Alimentos ricos en estrógenos vegetales: manzanas, frijoles, zanahorias, apio, nueces, semillas, productos de soja (aproximadamente 100 a 160 mg/día de soja para obtener alivio significativo), trigo y todos los cereales enteros. Alimentos ricos en boro para aumentar la retención de estrógenos: espárragos, frijoles, brócoli, col, duraznos, ciruelas, fresas y tomates. Evitar alimentos estimulantes de las suprarrenales: alcohol, cafeína, carbohidratos refinados, sal y azúcar. Ejercicio. Imaginación. Plantas como un extracto estandarizado de ruibarbo (R. rhaponticum) y ginseng americanos como tónico general. Meditación. Remedios homeopáticos: 312 booksmedicos.org Lubricación vaginal: bryonia. Síntomas generales: amilo nitrosum, natrum muriaticum, sepia y azufre. Sueño regular y adecuado. Prácticas para el manejo del estrés: Tai chi. Hidratantes vaginales: Cremas hidratantes vaginales comerciales (p. ej., Replens), geles a base de agua. Ungüentos a base de plantas con raíz de malvavisco (bismalva), caléndula, consuelda, raíz de regaliz y ñame salvaje. Aceite de hierba de San Juan. Vitaminas y minerales como calcio, cromo, magnesio, selenio y vitaminas C, D y E. Yoga. Autoaceptación Las enfermeras pueden ayudar a que las mujeres consideren la menopausia como un momento para hacer un balance y redelinear el curso de su vida. Las emociones y síntomas pueden usarse como mentores que muestran áreas personales que necesitan expresarse. Las mujeres pueden dar rienda suelta a las energías creativas y descubrir nuevos intereses. Es posible que se den cuenta de la importancia de cuidarse y nutrirse adecuadamente. Ya sea que se trate de su propia maduración o el deseo de no perder el precioso tiempo que queda de vida, los adultos mayores tienden a comprenderse a sí mismos y sus vidas. Las expectativas y apariencias imposibles pueden dejarse a un lado, desatando los aspectos más significativos y creativos de la última parte de la vida. Los individuos mayores pueden vivir en la verdad y el amor con lo que realmente son. Esta autoaceptación puede proporcionar seguridad para ampliar sus perspectivas y propósitos, así como para profundizar en sus relaciones con los demás y con un poder superior. PARA REFLEXIONAR ¿Ve la menopausia como una época que marca la pérdida de la juventud y la belleza o como el comienzo de un viaje hacia una nueva creatividad y sabiduría? ¿Qué ha influido en su opinión? Andropausia Las mujeres no son las únicas que experimentan cambios hormonales con la edad. Algunos hombres presentan una disminución de los niveles de testosterona, conocida como andropausia. Se diferencia de la menopausia en que no se produce en todos los hombres y, cuando ocurre, es un proceso más lento. Cuando los niveles de testosterona caen a niveles bajos, el cuerpo incrementa la producción de hormona folículo estimulante y hormona luteinizante en un esfuerzo para aumentar la testosterona. Los niveles bajos de testosterona en los hombres mayores pueden resultar en pérdida de masa muscular, energía, fuerza y resistencia. La disfunción eréctil es posible, junto 313 booksmedicos.org con crecimiento de mamas, osteopenia, osteoporosis y contracción de testículos. También pueden sobrevenir cambios emocionales y cognitivos. Los niveles bajos de testosterona no sólo se relacionan con reducción de la función sexual, sino también con un mayor riesgo de diabetes tipo 2 y enfermedad cardiovascular (Feeley, Saad, Guay y Traish, 2009). Una vez más, es importante reconocer que ésta no es una ocurrencia normal en todos los hombres de edad avanzada. REALIDADES SOBRE EL SEXO EN EDAD AVANZADA Desde los trabajos de Kinsey (1948) y Masters y Johnson (1966) ha habido una mínima exploración sobre la realidad del sexo en la personas de edad avanzada. Varios factores han contribuido a esta falta de investigación e información. Uno de ellos es la aceptación y expansión de la sexología que se ha producido en las últimas décadas. Otra es que la impropiedad que antiguamente se vinculó con las discusiones abiertas de sexo. Aún más, existió una idea errónea por parte de muchos profesionales, personas mayores y público en general de que los individuos mayores no se interesan ni son capaces de practicar su sexualidad. Además, los médicos carecían de experiencia sobre el tema y no tenían una inclinación para hablar de sexo con ningún grupo de edad. Incluso hoy, las valoraciones médicas y enfermeras con frecuencia reflejan que no se interroga respecto a antecedentes y actividad sexual. RECUADRO 12-3 Temas para incluir en un programa de educación sobre menopausia La menopausia es un proceso natural, no una enfermedad. Se caracteriza por la ausencia de períodos menstruales durante al menos 12 meses consecutivos. La menopausia es un proceso gradual. La mayoría de las mujeres experimenta la perimenopausia alrededor de 3 a 6 años antes de la menopausia, cuando los períodos menstruales cesan de forma permanente. Hacia los 40 años de edad, la mayoría de las mujeres comienza a tener períodos irregulares. La menopausia es un proceso multihormonal. Además de los estrógenos, la progesterona disminuye, aunque no en una proporción directa. De hecho, algunos de los síntomas relacionados con la menopausia pueden deberse a disminución de progesterona con dominio de estrógeno. Uno de los resultados del dominio del estrógeno sobre la progesterona es el bloqueo de la acción de la hormona tiroidea. Aunque no se produce en todas las mujeres menopáusicas, algunas pueden tener disminución de testosterona, que afecta la libido y el placer sexual. Factores como el estrés y la obesidad afectan la secreción hormonal. El estrógeno afecta otras funciones además de las reproductivas. El estrógeno: Aumenta la química de la enzima colina acetiltransferasa necesaria para sintetizar el neurotransmisor acetilcolina (que es esencial para la memoria). Promueve el crecimiento de las espinas dendríticas en las neuronas. Mejora la disponibilidad de neurotransmisores como serotonina, norepinefrina y dopamina. Actúa como un antioxidante que protege las células nerviosas de los radicales libres. Muchos de los síntomas físicos, cognitivos y emocionales pueden vincularse con los niveles bajos de estrógeno (recuadro 12-1). 314 booksmedicos.org Deben realizarse pruebas sanguíneas diagnósticas para valorar adecuadamente el estado menopáusico; incluyen: hormona folículo estimulante, hormona luteinizante, estradiol (estrógeno), testosterona y niveles de testosterona libre. Si existe disfunción sexual o libido baja, evaluar la función tiroidea (T 3 , T 4 , T 4 libre y hormona estimulante de la tiroides), monoaminooxidasa plaquetaria y prolactina. La terapia de restitución hormonal (TRH) conlleva a riesgos y beneficios que deben sopesarse para cada paciente. Las terapias y prácticas complementarias pueden ayudar a controlar los síntomas dominantes en algunas mujeres (recuadro 12-2). Las enfermeras deben ser conscientes del reciente interés por la investigación en el ámbito de las relaciones sexuales durante la vejez e informar los resultados de investigación a los colegas y clientes para promover una comprensión más realista de la sexualidad en la población de edad avanzada. Comportamiento y roles sexuales La investigación, reforzada por anuncios creativos de medicamentos para la disfunción eréctil, ha desmentido la creencia de que las personas mayores no están interesadas o no son capaces de mantener relaciones sexuales; los adultos mayores pueden disfrutar de la estimulación sexual y el coito. Ya que el patrón general de comportamiento sexual es constante durante toda la vida, las personas desinteresadas en el sexo y que tuvieron pocas relaciones sexuales durante su vida no suelen desarrollar un deseo repentino en la vejez. Del mismo modo, una pareja que ha mantenido interés en el sexo y continúa practicándolo a lo largo de su vida probablemente no pierda esta actividad a una edad determinada. La homosexualidad, la masturbación, el deseo de diversas parejas sexuales y otros patrones sexuales también persisten durante la vejez. Estilos sexuales, intereses y expresión deben verse en el contexto de la experiencia total del individuo. Lo mismo ocurre en la identificación de los roles sexuales. Las percepciones de los roles masculinos y femeninos han cambiado con el paso del tiempo. Muchas personas de edad avanzada de hoy fueron dirigidas desde su juventud para aceptar ciertos roles masculinos y femeninos: los individuos mayores crecieron con la expectativa de que los hombres han de ser agresivos, independientes y fuertes, y que las mujeres deben ser bonitas, apacibles y dependientes de sus homólogos masculinos. Los baby boomers cambiaron esas opiniones como parte de la liberación femenina en un movimiento que animó a las mujeres a ser independientes y fuertes, y a exigir igualdad de condiciones con los hombres en el hogar y el lugar de trabajo. Además, se integró la aceptación de que los hombres deben compartir las responsabilidades domésticas y la crianza de los hijos, actividades que una vez se consideraron sólo dentro del ámbito de la mujer. El resultado es la diversidad en la identidad del rol sexual y las expectativas entre la población mayor. Tales diferencias, basadas en la socialización y décadas de vida, deben reconocerse y respetarse. CONCEPTO CLAVE 315 booksmedicos.org La sexualidad y el interés sexual en la vejez reflejan los patrones de toda la vida. Intimidad La sexualidad es mucho más que el acto físico. Incluye amor, calidez, cuidado y compartir; es ver más allá de las canas, arrugas y otras manifestaciones del envejecimiento; y el íntimo intercambio de palabras y caricias, necesidades esenciales en el ser humano. Sentirse importante y querido por otra persona fomenta la seguridad, el confort y el bienestar emocional (fig. 12-1). Con las múltiples pérdidas que las personas de edad avanzada experimentan, el confort y la satisfacción que se derivan de una relación importante son especialmente satisfactorios. FIGURA 12-1 Además del contacto físico como medio de expresión, los adultos mayores expresan emocionalmente su sexualidad en relaciones íntimas. CONCEPTO CLAVE 316 booksmedicos.org La sexualidad incluye amor, calidez, cuidado y reciprocidad entre las personas, e identificación con un rol sexual. Cambios relacionados con la edad y respuesta sexual A pesar de la habilidad física para permanecer sexualmente activos en la vejez, diversos factores y cambios relacionados con la edad tienen impacto en la función sexual de una persona mayor. Aunque los datos clínicos son mínimos y se requiere investigación adicional, pueden hacerse algunas generalizaciones sobre el sexo en las personas mayores: Hay una disminución de la respuesta sexual y una reducción de la frecuencia del orgasmo (Green-berg, 2001; Masters y Johnson, 1981; Sand y Fisher, 2007). Los hombres mayores son más lentos para lograr la erección, penetrar y eyacular. Las mujeres de edad avanzada pueden experimentar dispareunia (relaciones sexuales dolorosas) como resultado de menor lubricación, disminución de la distensibilidad y adelgazamiento de las paredes vaginales. Muchas de esas mujeres adquieren un nuevo interés en el sexo, tal vez debido a que ya no temen un embarazo no deseado o porque tienen más tiempo y privacidad porque sus hijos ya crecieron y se fueron. A pesar de las muchas diferencias en intensidad y duración que se producen en las personas mayores, la expresión sexual regular es importante para ambos sexos para promover la capacidad y el mantenimiento de la función sexual. Con buen estado de salud y un compañero disponible, la actividad sexual puede continuar hasta bien entrada la séptima década y aún más. La frecuencia de la actividad sexual puede disminuir, pero no necesariamente se acompaña de reducción del interés o la capacidad sexual. El trabajo de Masters y Johnson (1966) aportó una importante primera visión de las respuestas sexuales de las personas de edad avanzada. La tabla 12-1 resume sus hallazgos. IDENTIFICACIÓN DE LOS OBSTÁCULOS PARA LA ACTIVIDAD SEXUAL Además del impacto de los cambios relacionados con la edad, diversos factores físicos, emocionales y sociales pueden amenazar la capacidad de las personas de edad avanzada para permanecer sexualmente activas (Diagnóstico enfermero 12-2 y Razonamiento del diagnóstico enfermero: disfunción sexual). Una valoración enfermera integral debe incluir antecedentes sexuales del paciente, que puede revelar estos problemas. La Guía de valoración 12-1 ofrece ejemplos de preguntas que pueden incorporarse en la valoración para identificar cuestiones relacionadas con la función sexual. La atención sensible para el mantenimiento de la función e identidad sexuales es importante en la promoción del 317 booksmedicos.org bienestar. 318 booksmedicos.org GUÍA DE VALORACIÓN 12-1 SALUD SEXUAL ENTREVISTA Este componente de la valoración se inicia explicando a los adultos mayores que se realizarán algunas preguntas relacionadas con su vida sexual para identificar posibles problemas que podrían resolverse y conocer posibles pa decimientos subyacentes que podrían manifestarse como problemas sexuales. Preguntar al adulto mayor si da su permiso para hacer estas preguntas: ¿Es usted sexualmente activa(o)? Si la respuesta es no, preguntar las razones (p. ej., falta de pareja, energía insuficiente y disfunción eréctil). Con base en la respuesta, preguntar sobre su interés de cambiar la situación para recuperar la actividad sexual y recomendar planes en consecuencia (p. ej., indicar la ubicación de centros para personas mayores, evaluar las posibles causas de la falta de energía y referir a una clínica de disfunción sexual). Si la respuesta es sí, continuar con las siguientes preguntas: ¿Con qué frecuencia tiene relaciones sexuales? ¿Esa frecuencia es satisfactoria para usted? Si no, ¿cómo cambiaría la frecuencia de sus relaciones sexuales? ¿Tiene relaciones sexuales con una o múltiples parejas? ¿Hombre o mujer? Si tiene relaciones sexuales con parejas nuevas, ¿usa condón? ¿Obtiene placer en las relaciones sexuales? Si no, ¿por qué? ¿Usted o su pareja alguna vez han sido tratados por una infección de transmisión sexual? Si es así, ¿qué enfermedad y cuándo? ¿Usted o su pareja tienen factores de riesgo para VIH/sida, como antecedentes de transfusiones sanguíneas, uso de drogas o sexo con prostitutas? Hombre: ¿Es capaz de lograr una erección cuando desea tener relaciones sexuales? ¿Tiene orgasmos y eyacula cuando tiene relaciones sexuales? Si no es así, describa lo que sucede. ¿Tiene alguna herida o secreción en el pene? Mujer: ¿El sexo es confortable para usted? Si no es así, describa. ¿Tiene orgasmos? ¿Tiene alguna 319 booksmedicos.org secreción o sangrado vaginal? ¿Está su pareja satisfecha con su vida sexual? Si no, ¿por qué? ¿Alguna vez ha sido o está siendo abusado(a) sexualmente? ¿Violada(o)? En caso afirmativo, describa. Si existen malas condiciones de salud o discapacidad: ¿Cómo han afectado su capacidad para disfrutar del sexo? ¿Qué preocupaciones tiene con respecto a su vida sexual? ¿Hay alguna pregunta acerca de su función sexual que le gustaría hacer? PRUEBAS DE LABORATORIO Una variedad de pruebas de laboratorio ayudan a identificar cambios en los niveles hormonales que pueden afectar la función sexual; incluyen: Biometría hemática completa. Panel metabólico completo. Dihidrotestosterona. Estradiol. Media de hormona liberadora de gonadotropina. Antígeno prostático específico. Prolactina sérica. Hormona estimulante de la tiroides. Testosterona sérica total MEDICAMENTOS Una revisión de los medicamentos prescritos y de venta libre utilizados es beneficiosa para identificar su relación con los problemas sexuales. Prestar especial atención al uso de inhibidores de la enzima convertidora de angiotensina (IECA), alcohol, bloqueadores α-adrenérgicos, ansiolíticos/benzodiazepinas, anticolinérgicos, antidepresivos, antihistamínicos, antihipertensivos, antiparkinsonianos, diuréticos, agonistas de dopamina, inhibidores de la monoaminooxidasa (IMAO), nicotina, fármacos antiinflamatorios no esteroideos, sedantes/hipnóticos o drogas recreativas. DIAGNÓSTICOS Revisar los antecedentes médicos que podrían interferir con la función sexual (tabla 12-3). CONCEPTO CLAVE La falta de una pareja, la discriminación por edad, los cambios en la imagen corporal, el aburrimiento, los conceptos erróneos, las condiciones físicas, los medicamentos y las alteraciones cognitivas se encuentran entre los factores que pueden interferir con la función sexual en la vejez. 320 booksmedicos.org Falta de pareja Una interferencia práctica con la función sexual en la edad adulta es la falta de una pareja, en particular para las mujeres mayores. Hacia los 65 años de edad sólo hay siete hombres por cada 10 mujeres y hacia los 85 años la relación se convierte en 1:5. Además, los hombres tienden a casarse con mujeres que son más jóvenes que ellos; un tercio de los hombres mayores de 65 años de edad tiene mujeres menores de esa edad. Por lo tanto, los hombres mayores están casados y las mujeres mayores son viudas. Incluso cuando una persona mayor tiene un cónyuge o pareja, esa persona puede estar demasiado débil o enferma para seguir siendo sexualmente activa y, en algunos casos, puede estar institucionalizada. Barreras psicológicas A veces la disfunción sexual tiene causas psicológicas. Las actitudes negativas de la sociedad, el temor de haber perdido la capacidad sexual, problemas con la imagen corporal, problemas de relación y las ideas erróneas que los mayores tienen de sí mismos pueden deteriorar la función sexual. Los adultos mayores no son inmunes a las actitudes de quienes les rodean. A medida que escuchan comentarios acerca de lo inapropiado que es tener relaciones sexuales siendo adulto mayor y miran los programas de televisión en los que este tipo de relaciones se muestran de manera condescendiente o ridícula pueden llegar a sentir grotesco o poco natural el tener deseos y actividad sexual. El problema se intensifica si sucede que tienen parejas desinteresadas en el sexo y que califican de forma negativa sus intentos. Como las personas mayores toman muy en cuenta las reacciones de otros, pueden tornarse reacios o incapaces de participar en la actividad sexual y pierden innecesariamente su función sexual. Las enfermeras pueden abogar por los adultos mayores si informan y educan a las personas de todas edades sobre la realidad y la importancia de la función sexual en este período de vida, y se aseguran de que el cuidado enfermero no refuerce estas actitudes negativas. También ocurren problemas cuando el adulto mayor cree que está perdiendo su capacidad sexual, aun cuando no sea así. No es inusual que en ocasiones los hombres de edad tengan dificultades para lograr una erección; las erecciones también pueden perderse fácilmente si se produce una ligera interrupción (p. ej., el timbre del teléfono o la pareja que abandona la cama para ir al baño). Estos sucesos pueden desencadenar un ciclo de problemas, por el que un solo episodio de impotencia causa ansiedad por la posible pérdida permanente de la función sexual y esta ansiedad interfiere con la capacidad para tener una erección, lo que incrementa aún más la ansiedad. Las personas de edad necesitan explicaciones realistas —de preferencia antes de que la situación se presente— acerca de que la impotencia ocasional no es inusual ni constituye una indicación de que «es demasiado viejo para tener relaciones sexuales». Las discusiones abiertas y la tranquilidad son beneficiosas. La pareja debe ser incluida en este proceso y ser consciente que es de suma importancia tener paciencia y sensibilidad para apoyar a 321 booksmedicos.org quien lidia con este problema. La pareja debe ser motivada a continuar sus esfuerzos y si la erección a veces es un problema, compensar con otras formas de gratificación sexual. Por supuesto, la impotencia crónica puede indicar una variedad de trastornos y merece una evaluación exhaustiva. La imagen corporal y la autoestima afectan la actividad sexual. En una sociedad en la que la belleza es sinónimo de juventud, las personas mayores pueden creer que sus arrugas, canas y torsos flácidos las hacen físicamente poco atractivas. Esto puede ser muy difícil para las personas mayores solteras, que deben sufrir el desnudarse frente a nuevas parejas. El miedo a ser poco atractivo o rechazado puede ocasionar que evite encontrarse en este tipo de situaciones y asuma un papel sexualmente inactivo. Otros factores dificultan el desarrollo de una relación sexual para los solteros de edad avanzada. Las mujeres mayores fueron educadas en una época en la que el sexo sólo era adecuado dentro del matrimonio y, para algunas personas, con el propósito exclusivo de procrear. La idea de buscar satisfacción sexual con una pareja con la que no está casada crea ansiedad y culpa en muchas mujeres mayores. El hombre mayor, que fue educado en un rol dominante, tal vez no haya desarrollado sus habilidades de cortejo si tuvo una relación monógama de muchos años y es posible que se sienta inseguro para seducir a su pareja o para encontrar una que entienda sus preferencias. Para él también puede ser emocionalmente incómodo establecer una relación sexual. Asimismo, es posible que las cuestiones económicas afecten la actividad sexual porque se tiene la preocupación de que el compromiso de una relación o nuevo matrimonio reduzcan los ingresos de su pensión o creen problemas con los bienes compartidos. Los obstáculos para tener nuevas relaciones sexuales pueden ser tan grandes que a muchas personas mayores les resulta más fácil reprimir sus necesidades sexuales. CONCEPTO CLAVE Algunos adultos mayores prefieren reprimir sus necesidades sexuales en lugar de enfrentar el estrés relacionado con todo lo que significa crear nuevos vínculos sexuales. RAZONAMIENTO DEL DIAGNÓSTICO ENFERMERO DISFUNCIÓN SEXUAL Generalidades La disfunción sexual implica un problema en la capacidad para obtener satisfacción sexual. Este trastorno puede identificarse a través del interrogatorio al paciente (p. ej., quejas de impotencia, dispareunia, falta de interés en el sexo, cambios en la relación con la pareja, etc.), hallazgos físicos (infección genital, prolapso uterino y diabetes mellitus) o conductas (depresión, ansiedad y autocrítica). A veces los cambios en la vida de la persona mayor dan indicios de la presencia de problemas de disfunción sexual, como la viudedad reciente, un nuevo problema de salud o mudarse a la casa de los hijos. Factores causales o contribuyentes 322 booksmedicos.org Sequedad y fragilidad del canal vaginal relacionadas con la edad, infecciones, enfermedades venéreas, enfermedades neurológicas, enfermedades cardiovasculares, diabetes mellitus, disminución de la producción hormonal, enfermedad pulmonar, artritis, dolor, prostatitis, prolapso uterino, cistocele, rectocele, medicamentos, comer en exceso, obesidad, fatiga, consumo de alcohol, miedo de enfermar, falta de pareja, aburrimiento con la pareja, miedo al fracaso, culpa, ansiedad, depresión, estrés, autoconcepto negativo, falta de privaci dad, conflictos religiosos y cambio en la imagen corporal. Objetivo El paciente expresa satisfacción con la función sexual. Intervenciones Obtener los antecedentes sexuales del adulto mayor. Tener en cuenta disponibilidad y calidad de la relación con la pareja, patrón vitalicio de la función sexual, recientes cambios en la función sexual, signos y síntomas de disfunción sexual, conocimientos y actitudes sobre el sexo, problemas médicos, medicamentos tomados, estado mental, mitos y desinformación, y sentimientos acerca de la disfunción sexual. Si la causa de la disfunción sexual no se identifica a través del interrogatorio, referir a la persona mayor para un examen físico completo. Identificar los factores causales o contribuyentes a la disfunción sexual y planificar las intervenciones para corregirlos. Remitir a un consejero o terapeuta sexual, según sea necesario. Esclarecer conceptos erróneos (p. ej., no se pueden tener relaciones sexuales después de un ataque cardíaco). Proporcionar educación acerca de la función sexual normal, medidas para promover la función sexual y formas de minimizar el impacto de los problemas de salud. (La American Heart Association, la Artritis Foundation y otras organizaciones específicas proporcionan bibliografía sobre la sexualidad en presencia de enfermedad.) Ayudar a la persona mayor a tener una buena apariencia y mejorar su autoestima según sea necesario. Asesorar en las prácticas de salud que promuevan la sexualidad, como exámenes ginecológicos regulares, consumo moderado de alcohol, buena dieta y ejercicio. Verificar que el personal sanitario está libre de prejuicios sobre la expresión sexual en los adultos mayores. Si el adulto mayor está hospitalizado o institucionalizado, facilitar la privacidad para su expresión sexual. CASO A CONSIDERAR La Sra. W., de 62 años de edad, quedó viuda hace 8 meses. Es una mujer activa, atractiva y deseable; para romper sus días de soledad se inscribe en un centro local, donde conoce al Sr. R., un apuesto viudo de 75 años. En poco tiempo comienzan a salir y en fecha reciente el Sr. R., pidió a la Sra. W., que pasaran juntos un largo fin de semana en un lugar de vacaciones románticas. El Sr. R., le comentó abiertamente que ha tenido relaciones sexuales frecuentes y que quisiera iniciar una relación sexual con ella durante ese fin de semana. La Sra. W., está interesada en llevar la relación a ese nivel, pero nerviosa por el hecho de que ella y su difunto marido no tuvieron relaciones sexuales los últimos 8 años debido a su mal estado de salud y ahora se pregunta cuánta incomodidad podrá experimentar. Confía esta situación a una amiga enfermera y le expresa su preocupación acerca de tener una nueva pareja sexual después de 50 años, qué reacción podría tener el Sr. R., al ver a su «viejo cuerpo desnudo» y lo que sus hijos o nietos pensarían si supieran que estará fuera de casa un fin de semana. PENSAMIENTO CRÍTICO ¿Qué consejo útil podría ofrecerle su amiga enfermera? ¿Cuáles son algunos de los desafíos y riesgos que la Sra. W., tendría que 323 booksmedicos.org enfrentar? Las personas casadas de edad avanzada también pueden experimentar problemas con el sexo. No todos los matrimonios lo disfrutan. Algunas mujeres lo practicaron porque era un «deber de esposa», pero nunca obtuvieron satisfacción de esta experiencia íntima. Algunos cónyuges pueden haberse aburrido de la misma pareja o de la forma de practicarlo. Tal vez los cambios físicos o la falta de atención a la apariencia causen insatisfacción en la pareja. El amor y cariño pueden haberse perdido en el matrimonio. El interés sexual puede verse disminuido si uno de sus integrantes es el cuidador o si una discapacidad hace que la pareja sea percibida como sexualmente indeseable. Las parejas mayores experimentan problemas sexuales por casi las mismas razones que las más jóvenes. Las ideas erróneas a menudo son responsables de la creación de obstáculos para llevar una vida sexual satisfactoria durante la vejez y pueden incluir las siguientes: Las erecciones no son posibles después de la prostatectomía. La penetración puede ser lesiva para una mujer después de una histerectomía. La menopausia elimina el deseo sexual. El sexo es malo para una enfermedad cardíaca. Después de una fractura de cadera, el coito puede volver a fracturar el hueso. La capacidad sexual y el interés se pierden con la edad. Explicaciones directas y sinceras, así como el apoyo de la educación pública pueden ayudar a corregir estos errores, lo mismo que descripciones realistas de cómo una enfermedad, cirugía o los medicamentos pueden afectar la función sexual. Padecimientos médicos Una variedad de alteraciones físicas, muchas de las cuales responden al tratamiento (tabla 12-3), pueden afectar la función sexual en la vejez. Una evaluación completa es crucial para determinar un enfoque realista y ayudar a los adultos mayores con estos problemas. Las intervenciones que son de valor para los jóvenes también pueden beneficiar a las personas mayores, incluidos medicamentos, prótesis de pene, lubricantes, cirugía y orientación sexual. Las enfermeras deben comunicar a los adultos mayores la importancia de la función sexual y su voluntad de ayudarles a preservar las capacidades sexuales. Disfunción eréctil La disfunción eréctil, comúnmente conocida como impotencia, es un trastorno en el que un hombre no es capaz de lograr y mantener una erección del pene lo suficiente para permitirle tener relaciones sexuales. Esta alteración afecta a casi el 35% de los hombres entre las edades de 40 y 70 años, con un aumento de la prevalencia con la edad (Bianco 324 booksmedicos.org y cols., 2009; Hyde y cols., 2012; Rosing y cols., 2009). La disfunción eréctil puede tener varias causas, como ateroesclerosis, diabetes, hipertensión, esclerosis múltiple, disfunción tiroidea, alcoholismo, insuficiencia renal, anomalías estructurales (p. ej., enfermedad de Peyronie), medicamentos y factores psicológicos. Con la variedad y complejidad de las causas potenciales, un examen físico minucioso es esencial. (Incluso si el hombre mayor no está interesado en ser sexualmente activo, debe ser evaluado para identificar cualquier enfermedad subyacente que requiera atención médica.) En 1998 se produjo un gran avance en el tratamiento de la disfunción eréctil con la aprobación por la Food and Drug Administration del citrato de sildenafil (Viagra). Durante su primer año en el mercado, se realizaron casi 4 millones de prescripciones de Viagra, lo que demuestra el alcance de la disfunción eréctil y el deseo de los hombres de corregir este problema. Desde entonces, otros fármacos, como tadalafil y vardenafil, están disponibles para tratar esta alteración. Existen otras opciones para tratar la disfunción eréctil, como alprostadil (un medicamento que se inyecta en el pene para incrementar el flujo sanguíneo), bombas de vacío e implantes. Los hombres deben consultar con sus médicos las opciones que son mejores para ellos. Efectos adversos de los medicamentos Con frecuencia, los medicamentos prescritos para las personas mayores afectan la potencia, la libido, el orgasmo y la eyaculación. Algunos de estos medicamentos son: Inhibidores de la ECA. Alcohol. Bloqueadores α-adrenérgicos. Ansiolíticos/benzodiazepinas. Anticolinérgicos. Antidepresivos. Antihistamínicos. Antihipertensivos. Antiparkinsonianos. Diuréticos. Agonistas de dopamina. IMAO. Nicotina. Antiinflamatorios no esteroideos. Sedantes/hipnóticos. Algunas drogas recreativas. Es importante concienciar a las personas mayores de los posibles cambios en la función sexual que los fármacos pueden producir. Imagínese lo que hace un pa -ciente 325 booksmedicos.org con un reciente diagnóstico de hipertensión cuando experimenta la impotencia relacionada con los fár macos y comienza a sentir ansiedad por los cambios repentinos tanto en su estado de salud como en su función sexual. Los medicamentos deben revisarse cuando se produzca una nueva disfunción sexual y, cuando sea posible, deben utilizarse modalidades terapéuticas no farmacológicas para tratar los problemas de salud. 326 booksmedicos.org 327 booksmedicos.org Deterioro cognitivo El comportamiento sexual de las personas con demencia tiende a ser más difícil para quienes se encuentran a su alrededor que para ellas mismas. Puede surgir un comportamiento inadecuado, como desnudarse y masturbarse en áreas públicas y tocarse y hacer comentarios sexuales a extraños. La persona con deterioro cognitivo puede acusar a su cónyuge de ser un extraño que intenta compartir la cama y malinterpretar los procedimientos para su cuidado (p. ej., baños o sondaje) como insinuaciones sexuales. En ocasiones tocarlo o decirle frases como «¿ahí está mi amor?» o «¿vas a darme un abrazo?» pueden ser malinterpretados por el enfermo como una invitación para la intimidad sexual. Los familiares y cuidadores deben entender que ésta es una característica normal de la enfermedad en lugar de enfadarse o avergonzarse. Habrá que aprender a manejar las situaciones con naturalidad, por ejemplo, llevando a la persona a un área privada si comenzara a masturbarse o diciéndole «no soy una extraña, soy María, tu esposa». CONCEPTO CLAVE Sin querer, los cuidadores pueden hacer comentarios a la persona con deterioro cognitivo que se malinterpretan como cortejo y desencadenan comportamientos sexuales inapropiados. PROMOCIÓN DE UNA FUNCIÓN SEXUAL SALUDABLE La enfermera puede fomentar la sexualidad y la intimidad de las personas mayores de diversas formas, algunas de las cuales ya se explicaron. La educación sexual básica puede ayudar a los adultos mayores y las personas de todas las edades a entender los efectos del envejecimiento sobre la sexualidad al proporcionarle un marco realista para su continuo funcionamiento. La enfermera puede enseñar sobre el funcionamiento sexual durante las revisiones de rutina, como parte de lecciones estructuradas de educación sanitaria y durante la planificación del alta hospitalaria al hacer las recomendaciones sobre las capacidades y limitaciones de actividad del paciente. La buena disposición por parte de la enfermera para hablar abiertamente de sexo con las personas mayores demuestra reconocimiento, aceptación y respeto a su sexualidad. Un interrogatorio acerca de la sexualidad como parte de la valoración enfermera proporciona un excelente contexto para iniciar tales pláticas. La enfermera identifica las barreras físicas, emocionales y sociales que los adultos mayores afrontan sobre la sexualidad e intimidad, y busca soluciones para los problemas, ya sean causados por una deformación quirúrgica, obesidad, depresión, falta de autoestima, fatiga o falta de privacidad. La enfermera también puede promover prácticas que mejoren la función sexual, incluidos ejercicio regular, buena nutrición, consumo limitado de alcohol, 328 booksmedicos.org