Historia del Derecho Chino PDF

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Summary

Este documento analiza el desarrollo del derecho en China a través de las diferentes dinastías, desde sus orígenes hasta la dinastía Qing. Examina las formas de gobierno, las influencias culturales y las características del derecho en cada periodo.

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CHINA Calificar el desarrollo del derecho en la China. 2.1. Formas de Gobierno de las Diversas Dinastías China es un país con una tradición cultural de aproximadamente 5000 años. En ese sentido, la “Familia Jurídica China” también comparte una historia basta y resplandeciente que ha tenido una inf...

CHINA Calificar el desarrollo del derecho en la China. 2.1. Formas de Gobierno de las Diversas Dinastías China es un país con una tradición cultural de aproximadamente 5000 años. En ese sentido, la “Familia Jurídica China” también comparte una historia basta y resplandeciente que ha tenido una influencia significativa y profunda en el desarrollo de los sistemas legales de Asia y el mundo. Una expresión interpretada como “Estado de derecho” en la cultura china empieza con Confucio (551- 479 a.C.) que habla de 法治 (Fǎzhì), el gobierno por la ley, en oposición al 人治 (Rénzhì), el gobierno por el hombre. Para Confucio, y después su discípulo Mencio (372-279 a.C.), en la larga tradición histórico-jurídica de China, la ley no es interpretable como un límite al poder, sino como una herramienta del poder. REVISTA BCR / 53 (372-279 a.C.), es el sentimiento de humanidad (Rén) lo que gobierna las acciones y las relaciones de los hombres, y por eso se oponían a las nuevas corrientes de pensamiento que en aquella época (el período de los reinos combatientes) trataban de superar los valores tradicionales a través de una burocratización del poder, con leyes escritas. El concepto de 人治 (Rénzhì) es confrontable con la “política del hombre bueno” de Platón, es decir un hombre virtuoso, cuya virtud estaba representada por el “justo medio”, un equilibrio, una justa medida del justo y del bueno en la política (Kramer, 1996). Lo que auspiciaban Confucio y Mencius era el gobierno por un hombre bueno, valioso, que tuviese un sentimiento de benevolencia hacia sus ciudadanos y no de fuerza, a expresarse a través de penas y sanciones establecidas por leyes. Lo que propone la escuela del Confucianismo, y que por largo tiempo fue implementado, porque fue elegido por varios Emperadores en la história de China, es un “gobierno de la virtud” de los “rituales”, que se inspiraban en el “bien común” del pueblo, a sus intereses. El “amor hacia el pueblo” signa entonces un movimiento político intelectual, que todavía se estudia como “humanismo” chino (Costa-Zolo, 2002: 747). En el año 21 a.C., las normas jurídicas consuetudinarias sobre el sistema de esclavitud aparecieron en la dinastía Xia de China. EI Derecho escrito comenzó a ser promulgado durante los periodos de “Las Primaveras y Otoños” y dentro del período de “Los Reinos Combatientes” (770 —221 a.C.). En el año 536 a.C., Zi Chan, Magistrado en Jefe del Estado de Zheng, “inscribió las reglas penales en una caldera de bronce instituyéndolas como el Derecho del Estado”, como consecuencia apareció un código sistemático escrito de leyes. Bajo el liderazgo del Primer Ministro Li Kui, el Estado Wei creó el Fa Jing (que literalmente significa Derecho Clásico, que incluía Dao Fa, Zei Fa, Wang o Qiu Fa Za Fa), que desempeñó un papel principal en ese tiempo en cuanto a su Organización, su estructura, su contenido y su objetivo legislativo, siendo el primer Conjunto de normas jurídicas codificadas de la antigua China. 2.2. Dinastía Chou o Zhou En la dinastía Xi Zhou, los rituales representaban todo: regulaban ceremonias culturales, ordenamientos, penas, costumbres, ética, relaciones familiares y jerarquía social. Durante este periodo la civilización china se fue extendiendo gradualmente hacia el norte, ocupando el valle del río Yangzé. La amplia expansión por este territorio y el primitivo estado de las comunicaciones terrestres hicieron imposible que los Zhou ejercieran un control directo sobre toda la región; por lo tanto delegaron la autoridad en vasallos, cada uno de los cuales gobernaba por lo general sobre una ciudad amurallada y su territorio circundante. La jerarquía de estos estados de tipo feudal estaba encabezada por el señor, cargo que era hereditario; por debajo de él estaba la clase guerrera y en la base social se encontraban los campesinos y esclavos domésticos. Con el tiempo, estos estados vasallos se fueron haciendo cada vez más autónomos. La sociedad Zhou estaba organizada alrededor de la producción agrícola. La tierra estaba dividida idealmente en extensiones cuadradas, cada una de las cuales se subdividía en nueve parcelas que formaban un espacio con forma de triángulo equilátero. Las ocho parcelas exteriores estaban asignadas a ocho familias campesinas, quienes unían sus esfuerzos y recursos para cultivar la parcela central propiedad de la clase dirigente. No está claro hasta qué extremo se utilizaba este sistema de distribución de tierras, pero las dinastías posteriores pensaron que era la manera más equitativa de dividir la tierra. Las prácticas religiosas se correspondían con el sistema social jerárquico. Los Zhou creían en el poder que emanaba del Cielo, que autorizaba el poder de los reyes; éstos hacían sacrificios al Señor en lo Alto, ahora llamado Tian (‘Cielo’) y a sus antepasados. El señor de los estados hacía sacrificios a la naturaleza local y a deidades agrícolas, así como a sus antepasados. Las familias individuales también ofrecían sacrificios a sus antepasados para evitar infortunios y calamidades. La creación del Imperio Durante el siglo IV a.C., el reino de Qin, uno de los estados periféricos emergentes del noroeste, se embarcó en un programa de reformas administrativas, económicas y militares, siguiendo las doctrinas legalistas. Al mismo tiempo, el poder de los Zhou pasó a ser cada vez más débil hasta que el régimen se colapsó en el 256 a.C. Una generación después, los Qin habían sojuzgado a los demás estados. 2.2.1. Chin o Qin En el 221 a.C., el rey de Qin se autoproclamó Qin Shi Huangdi, o primer emperador de la dinastía Qin. El nombre China deriva de esta dinastía. Con la ayuda de un ministro legalista, Li Si, el emperador unificó el mosaico de estados feudales en un imperio administrativamente centralizado y culturalmente unificado. Se abolieron las aristocracias hereditarias y sus territorios se dividieron en provincias gobernadas por burócratas nombrados por el emperador. La capital de Qin, cerca de la actual ciudad de Xi’an, se convirtió en la primera sede de la 5 China imperial. Se adoptó un sistema de escritura y su uso se hizo obligatorio en todo el Imperio. Después de Ia dinastía Qin (221-206 a.c.), la China unificada reviso el Derecho Qin para aplicarlo de manera uniforme en todo el país. EI código Qin incluía aspectos de naturaleza política, económica, militar, cultural e ideológica, así como temas de la vida cotidiana, incluyéndose no solamente los contenidos del Fa Jing, sino también del Tian Lu, del Xiao Lu, del Zhili Lu, del (hang Lu, del Gong Lu y del Jinbu Lu. 2.2.2. Han La dinastía Han (202 a C.- 220 d.C.), siguió también al sistema Qin. Sin embargo, hizo suya la idea de Dong Zhongshu, de “ignorar Ias otras escuelas del pensamiento y valorar solamente al confucianismo”, así como incorporó al Derecho el (ritual o moral) y el “san gang” (los tres lazos). Desde entonces la ética confucionista estuvo presente en Ia interpretación jurídica, la práctica legal y el espíritu de ia legislatura de la antigua China. La dinastía Ha, tomando como bandera el confusionismo, aplicó el Jiuzhang Lü”, que posteriormente fue seguido por el Bangzhang Lü’2, el Yuegong LÜ’3, el Chao Lü’4. Estos Lus sumaron un total de 60, conociéndose en conjunto como “Han Lü Sesenta”. Los rituales se centran en la ley escrita y son adoptados en las decisiones jurisdiccionales. 2.2.7. Tang La dinastia Tang (618-907 d.C.), poseía un Tang LU Shu Yi comprensivo y sistemático (Código Tang). El Código Tang, reconocido como el código más representativo de la Familia del Derecho Chino, fue desarrollado por dinastías feudales posteriores y sirvió como modelo para otros países asiáticos, tales cornos Corea y Japón. Fundada por Li Yuan, la dinastía Tang supuso una época de fuerza y brillantez sin precedentes en la historia de la civilización china. El sistema de exámenes para reclutar a los funcionarios públicos de la administración era tan refinado para su momento que, en su forma básica, ha sobrevivido hasta el siglo XX. Se reestructuraron los órganos del gobierno imperial y local, que se ampliaron para proporcionar una administración centralizada, y se decretó un elaborado código de leyes administrativas y penales. Chang’an, capital de los Tang, fue un centro de tolerancia cultural y religiosa. Se practicaban muchas religiones, incluso el cristianismo nestoriano. Se desarrolló un importante comercio exterior con Asia central y Occidente, desarrollándose las rutas de las caravanas, y mercaderes de Oriente Próximo comerciaban a través del puerto de Cantón. Bajo los Tang, la influencia china se extendió sobre Corea, sur de Dongbei Pingyuan (Manchuria) y norte de Vietnam; en el oeste, por medio de alianzas con tribus de Asia central, los Tang controlaron la depresión de Tarim y al final hicieron que su influencia llegara hasta lo que hoy es Afganistán. Sistema administrativo La fuerza económica y militar del Imperio Tang se basaba en un sistema de reparto equitativo de la tierra para la población adulta masculina. El impuesto agrícola per cápita que pagaban los propietarios por cada parcela de tierra era la fuente principal de ingresos para el gobierno y el servicio militar periódico que se les exigía era la base del poder militar Tang. Sin embargo, surgieron dificultades porque el gobierno seguía exonerando a los estados libres de impuestos y hacía grandes concesiones de tierra a aquéllos que les eran favorables. Como resultado del crecimiento de la población hacia el siglo VIII, los propietarios de parcelas individuales heredaban unos terrenos de tierra muy reducidos, pero el 10 impuesto anual mantenía su cuantía, por lo que los campesinos abandonaban sus parcelas, reduciendo de ese modo los ingresos del Estado y mermando la eficiencia de las fuerzas armadas. Las áreas fronterizas ya no podían estar protegidas por las fuerzas militares, por lo que se encargó su defensa a tropas no chinas dirigidas por un sistema en el que tenían grandes privilegios los jefes militares. Durante el período de Ias dinastías Song (960-1279), Yuan (1271-1368), Ming l368- l6X3) y Qing (1644-1912), China fue un pais generalmente unido y multicultural. Cada dinastia poseía sus propias normas juridicas codificadas, por ejempIo: Song Xing Tong (Código Penal de Song); Da Yuan Tong Zhi (Gran Código de Yuan) y Yuan Dian Zhang (Colección de los Estatutos y Reglas de Yuan); Da Mingü U (el gran código MEng): Da Qing Li Lü (el gran código Qing); y Da Qing Huí Oían (Gran Ley Administrativa de Qing). Bajo la dinastía Tang (618- 907), se redactó un entero Código jurídico en línea con los ritos, y esta tradición jurídica se mantuvo inmodificada hasta la última dinastía Qing (1644-1911). 2.2.8. Ming La dinastía Ming (1368-1644) Fundada por Chu, los Ming establecieron su capital en principio en Nanjing y revitalizaron la civilización china de los Tang y los Song. Su poder se asentó firmemente en China y a lo largo de Asia oriental, se restableció el gobierno civil, se fomentó la literatura, se fundaron escuelas y se reformó la administración de justicia; se amplió la Gran Muralla y se mejoró el Gran Canal. El imperio se dividió en 15 provincias, la mayor parte de las cuales aún mantienen sus nombres originales. Cada provincia estaba supervisada por tres comisionados — uno para las finanzas, otro para los temas militares y un tercero para los temas judiciales. El comisionado financiero, que encabezaba la administración, fue sustituido en los últimos años de la dinastía por un gobernador. Los primeros Ming también restablecieron el sistema de relaciones tributarias mediante las cuales los estados no chinos de Asia oriental reconocieron la supremacía cultural y moral de China y enviaron periódicamente tributos a la corte china. Durante el primer cuarto del siglo XV, las tribus de Mongolia fueron derrotadas definitivamente y la capital volvió a ubicarse en Pekín. Las expediciones navales chinas extendieron el poder del imperio Ming a lo largo de todo el sureste de Asia, la India y Madagascar. Sin embargo, desde mediados del siglo XV, el poder Ming comenzó a declinar. El protagonismo imperial se había deteriorado y los eunucos de la corte llegaron a ejercer un gran control sobre el emperador, alentando el descontento y la creación de grupos disidentes en el gobierno. El tesoro imperial se había reducido a causa del coste de la defensa contra las repetidas incursiones mongolas y las incursiones de los piratas japoneses que habían asolado la costa sureste durante todo el siglo XVI. Una campaña de siete años contra las tropas japonesas en Corea a finales del siglo XVI dejó a los Ming exhaustos. Durante el periodo de decadencia de los Ming, se iniciaron las relaciones marítimas entre Occidente y China. Los primeros en llegar fueron los portugueses, en 1521, y hacia 1557 habían adquirido una factoría comercial en Macao. Después de 1570 comenzó el comercio entre China y los asentamientos españoles en Filipinas. En 1619 los holandeses se asentaron en Taiwan y tomaron posesión de las cercanas islas Pescadores. Mientras tanto, en la última 15 mitad del siglo XVI, habían llegado a China desde Europa misioneros jesuitas y comenzaron a predicar el cristianismo. La sabiduría y los conocimientos de los jesuitas pronto les dieron acceso a la corte Ming, ante la oposición de los sabios neoconfucianos que permanecían preocupados con problemas de orden social. Los jesuitas fueron incapaces de implantar el cristianismo y de arraigar en China el pensamiento científico occidental. La caída de los Ming se ocasionó por una rebelión que estalló en la provincia de Shaanxi como resultado de la incapacidad gubernamental para proporcionar ayudas en momentos de hambre y desempleo. Cuando los rebeldes llegaron a Pekín en 1664, las tropas Ming estaban desplegadas en la Gran Muralla, procurando frenar la invasión de los manchúes, una tribu tungúsica que había obtenido recientemente el poder en Dongbei Pingyuan (Manchuria). Los Ming decidieron aceptar la ayuda manchú para expulsar a los rebeldes de la capital, pero tras prestar esa colaboración, los manchúes se negaron a abandonar Pekín, lo que forzó a los Ming a retirarse al Sur de China, donde intentaron, sin éxito, restablecer su régimen. (Aguinado, 2008) 2.2.9. Ching o Manchú Bajo la dinastía Qing, los manchúes siguieron absorbiendo la cultura de China. Su organización política se basaba en la de los Ming, aunque estaba más centralizada; el máximo organismo administrativo fue una nueva institución, el Gran Consejo, que tramitaba los asuntos militares y políticos del Estado bajo la supervisión directa del emperador. Los funcionarios (burócratas) principales en la capital tenían tanto un jefe chino como manchú. Desaparecieron tanto la burocracia tradicional como los exámenes para funcionarios públicos, que eran elegidos por su conocimiento del confucianismo. Hacia finales del siglo XVII, los Qing habían eliminado toda la oposición Ming y sofocado una rebelión encabezada por generales chinos, quienes en principio habían ayudado a los manchúes y a los que se habían otorgado dominios semiautónomos en el sur. A mediados del siglo XVIII, durante el reinado del emperador Qianlong, la dinastía Qing llegó al apogeo de su poder. Dongbei Pingyuan (Manchuria), Mongolia, Xinjiang y el Tíbet se encontraban bajo el control Qing, hasta Nepal notó la influencia china; Birmania enviaba periódicamente tributos a la corte Qing, al igual que las islas Ryūkyū; Corea y Vietnam del Norte reconocieron ambos la soberanía china y Taiwan fue anexionada. El orden interno que los manchúes implantaron hizo del siglo XVIII un periodo de paz y prosperidad sin precedentes en China; la población se duplicó, pero la producción fue incapaz de expandirse al mismo ritmo. Hacia finales del 16 siglo XVIII, la situación económica del campesinado chino había empezado a declinar. Los recursos financieros del gobierno estaban gravemente mermados por el coste de la expansión exterior y a finales del reinado de Qianlong estaban casi agotados por la corrupción oficial. Las tropas manchúes situadas a lo largo de toda China fueron una causa más de deterioro de la economía y, debilitadas por su escasa experiencia bélica al servir como simples guarniciones, fueron poco capaces de empuñar las armas en su propia defensa. A finales del siglo XVIII los manchúes aceptaron con reservas las relaciones comerciales con Occidente; el comercio estaba limitado al puerto de Cantón y los comerciantes extranjeros tenían que llevar a cabo sus intercambios comerciales a través de un número limitado de comerciantes chinos (sistema del Cohong). Los países más activos eran Gran Bretaña, Francia y Estados Unidos, aunque el comercio británico era el más importante. Inicialmente el balance comercial era favorable a China, pues Gran Bretaña compraba té y hacía sus pagos en plata. Para invertir la balanza comercial, durante la década de 1780, los comerciantes británicos introdujeron en China opio procedente de la India. Hacia 1800 el mercado del opio se había desarrollado muy rápidamente y la balanza comercial se había inclinado a favor de Gran Bretaña. La pérdida de la plata china como resultado del creciente comercio del opio agravó las dificultades fiscales a las que ya se tenía que enfrentar el gobierno Qing. (Aguinado, 2008) Características del derecho en china Como una de las diferentes familias legales de mayor tradición en el mundo, la Familia Jurídica China ha contribuido en sobremanera a Ia cultura legal de los seres humanos. El profesor Zhang Jinpan, experto en historia jurídica de la China contemporánea, posee un resumen breve de las características que destacan a Ia Familia Jurídica China. a) En su opinión dicha familia introdujo el rito o Ia moral al Derecho y combinó ambos elementos de manera armoniosa: b) además se ajustaba a Ias leyes de la naturaleza y respetaba factores subjetivos al momento de aplicar Ia ley: c) por otra parte, reconocía Ias diferencias relacionada con el poder, a pesar de Ia reglamentación que sobre la igualdad se inscribía en el Derecho, incorporando de manera importante las normas jurídicas creadas por el emperador. d) De igual modo, esta corriente no solo reconocía los valores orientados a la familia, sino también Ia influencia ética de estos valores en el cumplimiento de Ia ley: e) del mismo modo ponía hincapié en las normas de carácter penal más que en aquellas de naturaleza civil: f) así mismo imponía una serie de reglas a sus funcionarios públicos, delimitando sus responsabilidades y estableciendo los castigos que debían imponerse en caso de que no se condujeran con propiedad: g) igualmente aplicaba tanto ordenamientos como leyes, y analizaba las ofensas de conformidad con el Derecho, ya fuera de manera directa o deductiva, cuando no existían reglas accesibles por las cuales guiarse; h) también prefería Ia mediación frente al litigio corno forma de solucionar conflictos; finalmente incluía todas Ias áreas del Derecho y distinguía el Derecho Civil y Penal. (Instituto de Investigación Jurídicas , 2008). 2.2.10. Servicio Civil La clase de los eruditos-funcionarios (o mandarines), que era numéricamente pequeña, pero omnipotente a causa de su fuerza, influencia, posición y prestigio, ejercía el poder y poseía la mayor extensión de tierra. Esa clase tenía todos los privilegios, en especial el de reproducirse, porque se fundaba en el monopolio de la educación. Esa élite improductiva derivaba su fuerza de la labor que desempeñaba, la función socialmente necesaria e indispensable de coordinar y supervisar el trabajo productivo de otros a fin de hacer funcionar todo el organismo social. Todas las tareas de administración y mediación estaban a cargo de los eruditos- funcionarios. Ellos confeccionaban el calendario, organizaban el transporte y el intercambio, supervisaban la construcción de caminos, canales, diques, represas, y estaban a cargo de todas las obras públicas, especialmente aquellas destinadas a prevenir las sequías e inundaciones; construían las reservas contra el hambre y alentaban todo tipo de proyectos de irrigación. Eran arquitectos, ingenieros, maestros, administradores y gobernantes a un mismo tiempo. Sin embargo, estaban en contra de toda clase de especialización. Solamente reconocían una profesión: la de gobernar. Por su especialidad en el manejo de las personas y su experiencia en el arte político de gobernar, los eruditos-funcionarios eran la esencia del Estado, que estaba erigido a imagen de ellos: jerárquico y autoritario, paternal, aunque tiránico, que se ocupaba del bienestar en forma absolutista; en suma, un Estado totalitario: ejercía un control completo sobre todas las actividades de la vida social y un dominio absoluto en todos los niveles. El Estado chino era reglamentador e intervencionista a tal grado que contra esa característica se levantaba el constante llamamiento del taoismo, que se oponía a la intervención estatal. Nada escapaba a la reglamentación oficial. El comercio, la minería, las construcciones, los ritos, la música, las escuelas y, en realidad, toda la vida pública y gran parte de la vida privada estaban bajo su dominio. Como en un Estado totalitario, prevalecía una atmósfera de policía secreta y sospechas mutuas que hacían que todos se vigilaran entre sí. Estaba también el carácter arbitrario de la justicia. A los ojos de la autoridad todo acusado se suponía culpable. El terror descansaba sobre el principio de la responsabilidad colectiva (pao-chia), que ponía a temblar a todos los súbditos, y más que nada a los propios eruditos-funcionarios, ya que, aunque gobernaban el Estado, también eran sus servidores. Como en toda sociedad totalitaria, las razones de Estado tienen prioridad sobre los derechos humanos, por ello los eruditos- funcionarios, en su calidad de representantes del Estado, eran intocables, pero en lo individual eran nada. En ese Estado totalitario la tendencia era eliminar de inmediato toda forma de empresa privada, y si no lo lograban, trataban de detenerla a tiempo apoderándose de esa iniciativa o empresa y nacionalizándola. En el curso de la historia china, los eruditos-funcionarios, que eran hostiles a todas las invenciones, se apoderaron de los frutos de la inventiva de otros. Tres ejemplos que tuvieron ese destino fueron el papel, inventado por un eunuco; la imprenta, utilizada por los budistas como medio para la propaganda religiosa, y la letra de cambio, un recurso de los empresarios privados. Otro aspecto del Estado burocrático era el miedo a asumir responsabilidades. La principal preocupación del burócrata chino era evitar todo tipo de compromiso, y siempre se las arreglaba para delegar sus responsabilidades en algún subordinado que pudiera servir de chivo expiatorio si llegaba el caso (Balasz, 1966). 2.3.2. Clases Sociales Organización Social en China Sobre la organización social y política sólo se conocen datos precisos desde la dinastía Chou. Fueron los Tsing los que establecieron el absolutismo, pero este sistema de gobierno no duró mucho, ya que los Han volvieron al antiguo sistema feudal. Características La sociedad china puede ser definida por tres grandes características: - Por ser patriarcal, en razón de los estrechos lazos entre los linajes y el culto extendido a los antepasados. - Por ser esclavista, a causa del exceso de población y de la existencia de un campesinado indigente que se hallaba ligado a la tierra. Las diferencias sociales habían adquirido ciertos atributos definidos y permanentes antes de la era imperial. - El concepto de familia es el principio máximo que sirve como base de la sociedad china. La piedad filial se convierte en la raíz fundamental de todas las demás virtudes. El emperador es el jefe de la familia, pero delega su autoridad absoluta entre los miembros de su propia unidad familiar, quienes a su vez transmiten estos poderes a funcionarios menores. Las clases sociales en China fueron integradas: la primera por una aristocracia que dominaba las funciones políticas y religiosas; la segunda, por los funcionarios del estado o burocracia que degeneró en una rutina mecánica; y la tercera estaba constituida por artesanos y campesinos. Los dos primeros grupos detentaban la propiedad de la tierra, lo cual les permitió tener grandes ingresos económicos. Por encima de esta clase se encontraba el Gobierno, compuesto por la poderosa monarquía y la abundante burocracia. También se integraban en el nivel superior los comerciantes, los militares y sus seguidores. Los aristócratas, como gobernantes locales, protegían el sistema de derechos legales y consuetudinarios [por la costumbre] sobre el uso y tenencia de la tierra. En cada comunidad local, el aristócrata, generalmente letrado, ejercía numerosas funciones públicas, como la recaudación de fondos, la revisión de las obras públicas, el sostenimiento de las instituciones sociales de beneficencia y, en tiempos de disturbios, organizaban la milicia y la dirigían. Por su parte, el campesinado se organizaba en primer lugar dentro de un sistema de parentesco y de forma secundaria como comunidad vecinal. Normalmente, la aldea estaba constituida por un grupo de familias o clanes. A aquellos campesinos cuyas familias cultivaban la tierra durante varias generaciones se los consideró poseedores de un derecho legal sobre la superficie del suelo. El propietario conservaba sus derechos sobre el subsuelo, pero los campesinos podían vender y comprar las superficies. Dispusieron de la propiedad real, mientras que los propietarios conservaban la propiedad eminente. En definitiva, se mejoró la situación del campesinado. (Caro & Torre, s.f.)

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