Capítulo 9: El Surgimiento de la Teoría Celular PDF
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Este capítulo explora el surgimiento de la teoría celular, un paradigma fundamental en biología. Se analiza la historia del pensamiento biológico, la evolución del concepto de célula, desde las primeras observaciones microscópicas hasta las contribuciones de Schleiden y Schwann. Se examinan diferentes perspectivas a lo largo de la historia, incluyendo la visión a través del microscopio. El capítulo demuestra cómo la teoría celular no surgió solo de la observación, sino también de una búsqueda por encontrar la unidad fundamental de los seres vivos.
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**Capítulo 9** **EL SURGIMIENTO DE LA TEORÍA CELULAR** primer paradigma, que sentará sin duda alguna las bases para constituir a la biología como una ciencia, es la teoría celular, la cual es una gran generalización, que llega para satisfacer una búsqueda de mucho tiempo en la historia del pensami...
**Capítulo 9** **EL SURGIMIENTO DE LA TEORÍA CELULAR** primer paradigma, que sentará sin duda alguna las bases para constituir a la biología como una ciencia, es la teoría celular, la cual es una gran generalización, que llega para satisfacer una búsqueda de mucho tiempo en la historia del pensamiento huma- no: la referente a encontrar cuál es la parte más pequeña que constituye a los seres vivientes, el común denominador, esto es, la unidad que caracteriza a los seres vivos, el principio o la unidad fundamental para la organización y funcionamiento del cuerpo y en última instancia, de la vida. En la historia del pensamiento, nos encontramos con la persistencia de un pequeño número de nociones o temas fundamentales Esto sucede con la idea de on contrar este factor mínimo, lo cual está presente en la mente humana en todo lo que hemos denominado etapa precientífica, en la cual se busca comprender lo que determina la organización y la operación corporal. No obstante, en toda esta etapa previa al siglo XIX se tienen visiones basadas fundamentalmente en conceptos de carácter filosófico y en correlaciones empíricas directas. No hay una construcción conceptual enmarcada en una estructura científica (tal como se ha establecido en el capítulo 1). Así, tenemos que aparecerá la teoría celular con el propósito de satisfacer una expectativa ya existente, pero incoherente, que se expresa de diferentes modos (como la inquietud de un niño que busca una explicación de lo que ve, pero no entiende). De esta manera el concepto de célula y con él la teoría celular, tomarán en la biología el lugar de lo que fue arjé, el elemento o del átomo en los presocráticos, los humores y su equilibrio con Hipócrates, la formación y transustanciación de los pneumas en Galeno, el liquor vitae en el medioevo, la sangre y su movimiento circular en Harvey, los espíritus animales en Descartes, el humus para Linneo, la fibra para Haller, las moléculas orgánicas para Buffon, las partes propias de Maupertuis o los infusorios para Oken; entendidos, cada uno de ellos, como los factores que le dan razón a la vida (lo que cada quien entendía por vida en su momento) y que explican el funcionamiento del cuerpo. Así, la teoría celular tiene una base racional para su construcción y no se deriva estrictamente hablando de la observación y la experimentación. De modo tradicional, existe la tendencia a creer que la teoría celular se relaciona de manera directa con la invención del microscopio y con las observaciones de él derivadas, no obstante, esta clásica vía de interpretación resulta fácilmente cuestionable y no resiste la prueba de la reflexión. Evidentemente, el microscopio y la observación de las células y su estructura tendrán una participación importante en la comprensión de lo que es la célula y su significado en biología, sin embargo, esto no significa que la compilación de las observaciones y descripciones de ellas haya conducido a la generación del concepto de célula; decir esto queda enmarcado en la orientación filosófica de este texto y aun siendo una afirmación que pudiera parecer desconcertante para algunos, podemos probarla plenamente, tal como se hará a continuación. **Las cosas son algo más que las palabras que las designan** 1665 es la fecha que desde la enseñanza elemental se relaciona con el descubrimiento de la célula. En efecto, fue en ese año, cuando Robert Hooke realizó un delgadísimo corte en un pedazo de corcho, que al ser observado al microscopio, le llevó a ver por vez primera una estructura tabicada que en su imaginación comparó con la de un panal de abejas. Ante esta observación, Hooke acuña el término célula, por derivación de la palabra celdilla, pensando precisamente en las cavidades llenas de cera de los panales de estos insectos. No obstante, en torno a esta observación magistral se ha construido todo un mito, pues Hooke carecía de un genuino interés por los problemas referentes a la organización y conocimiento del cuerpo. Robert Hooke (1635 a 1703), era un arquitecto del que se conocen grandes obras tal como, el edificio que albergaba a la Royal Society\', y su preocupación funda- mental era la resistencia de los materiales. Le preocupaba de sobremanera el problema de la elasticidad de los cuerpos (habría que recordar la famosa ley de Hooke, uno de los fundamentos de la estática, que dice que las deformaciones que experimenta un cuerpo dentro de su límite de elasticidad, son directamente proporcionales a las fuerzas que las producen) y el entender el porqué de las cualidades de materiales que pudieran utilizarse en la construcción; su enfoque no resultaba definitivamente naturalistico, no era por-su- puesto un enfoque biológico. Hooke, armado con el microscopio recientemente descubierto por los hermanos Jansen en 1590, se dedicaba a observar todo aquello que caía en sus manos, a estudiar con detenimiento las características de pequeños objetos de los cuales realizó espléndidos dibujos plasmados en su obra Micrographie. Su interés no era conocer la estructura más íntima de la vida, la palabra acuñada por él, desaparece en el tiempo inmediato y no será redescubierta hasta cerca de un siglo después (1792 y 1793) por Stefano G. Gallini y Jakob Fidelis Ackermann (1793). Paralelamente a Hooke, hubo otros individuos preocupados por conocer todo aquello que develaba ante nuestros ojos el nuevo descubrimiento, el instrumento. óptico llamado microscopio. Marcelo Malpighi y Nehmiah Grew-en-1671, cada quien por separado, se dedicaron a estudiar la estructura de los órganos vegetales, y ahí encontraron formaciones que denominaron utrículos o vesículas, diferentes denominaciones para aquello que Hooke llamó células En otra línea de acción, pero por aquellos mismos años, Anton Van Leeuwenhoeck de Delft, un tallador de lentes holandés, diseño un tipo diferente de microscopio, un microscopio de mano, con el cual descubrió a los seres unicelulares de vida libre, bacterias, protozoarios e inclusive a los espermatozoides a los cuales llamó animálculos, junto con los demás organismos microscópicos. La observación, debiéramos llamaría descubrimiento, de Leeuwenhoeck se enmarca más bien en el camino del problema de la generación de los seres, y abre el debate de la generación espontánea a nivel microscópico, más no el de la unidad de lo viviente Las observaciones y descripciones de Malpighi y Grew se ubican en el campo de la organografía, de la descripción morfológica, pero de ninguna manera llegan a la generalización conceptual de la célula como unidad. Así pues, el haber tenido frente a sus ojos la estructura celular no conduce de algún modo a la aparición de este concepto, será hasta 1838 con el trabajo de Schleiden y Schwann, en que aparece el concepto de célula, y en estos 173 años, son múltiples las contribuciones realizadas, en el campo de lo descriptivo, al conocimiento de la ultraestructura de los tejidos de los órganos, sin que esto llegue a generar el impacto teórico que en el siglo XIX tendrá la primera gran generalización en lo que será la biología como ciencia, la teoría celular. En esos 173 años, entre Hooke y Schleiden y Schwann, hay dos vertientes dife- Figura 9.5. Microscopios de Leewenhoeck rentes de trabajo de los interesados en el conocimiento del cuerpo que solo. confluirán hasta la etapa marcada por la publicación de Beiträge zur phyloge nesis (la fitogénesis) de Schleiden en el siglo XIX una de ellas que conduce a la acumulación de información descriptiva. morfológica, pero sin alguna explicación teórica y la otra, en donde distintos naturalistas y pensadores, que realizaron importantes contribuciones al conocimiento biológico en diversos campos, reflexionan y buscan cuál es el común denominador de todos los seres vivos, cuál es la mínima expresión irreductible-en-to- dos ellos. No es pues, por el camino de la acumulación de la información visual, que se llega a esta conceptualización, sino más bien es por otra vía donde debemos encontrar la clave de lo que fue el surgimiento de este primer paradigma biológico. **Historia del microscopio** En torno a la historia del microscopio, se han dado muchas versiones inexactas, que generan gran confusión. Se dice que la invención del microscopio data de 1624, y se le, atribuye a Jean Faber, no obstante, hay quienes afirman que Galileo Galilei en 1610 había realizado observaciones de imágenes amplificadas de los ojos de los insectos con la ayuda de lo que llamaba su vidrio óptico, esto es una lupa y también se ha escrito que Kepler en 1611, tuvo idea de cómo hacer un microscopio compuesto. Por otra parte, se afirma que Roger Bacon en 1276, sugirió el uso de lentes convergentes para realizar observaciones microscópicas, aunque esto no se llevó a la práctica. El microscopio compuesto formado por un tubo con dos lentes, el objetivo y el ocular, fue construido desde finales del siglo XVI, en 1590 por dos fabricantes holandeses, Hans Janssen y su hijo Zacharias Janssen, no obstante se prefirieron los microscopios simples. La aplicación sistemática del nuevo instrumento al estudio de las plantas y los animales, se hizo por primera vez por los miembros de la Academia dei Lincei (la primera sociedad científica, fundada en Roma durante 1590), para descubrir los secretos de la naturaleza que era su objetivo (la academia eligió al lince, como emblema por su mirada penetrante). Galileo era parte de esta Academia y también construyó microscopios compuestos. En 1630, Francesco Stelluti dibujó los órganos de la abeja observados al microscopio. No obstante, los primeros aparatos fueron microscopios simples, lupas cuya lente poseía un gran poder amplificador. En 1637, Descartes fabricó un microscopio simple con un reflector metálico cóncavo que iluminaba el objeto y una lente plano convexa, además de haber diseñado otros modelos. Notable fue la labor de Anton Van Leeuwenhoeck quien utililizando un microscopio extremadamente simple, realizó observaciones portentosas. El instrumento de Leeuwenhoeck consistía de una pequeña lente (1.5 mm de diámetro) perfectamente pulida por él, que integraba a un armazón metálico, a manera de una minúscula lupa, con lo cual podía observar contra la luz del sol. Con ellos, llegó a obtener hasta una amplificación de 250 X, lo cual le permitió el descubrimiento de los microorganismos, los espermatozoides (que en realidad descubrió el estudiante Luis de Hamm) e inclusive de los glóbulos rojos en la cola de un pez, sus primeras comunicaciones a la Royal Society se efectuaron en 1673. **La búsqueda de un común denominador en los tiempos modernos** Carlos Linnec, creador del sistema binomial para la clasificación de los seres vivos, centra, sin proponérselo, la atención en el problema de la unidad de lo viviente en su obra Voyage en vestrogothie escrita en 1749, dice: \"Cuando las plantas y los animales se pudren pasan a ser humus, el humus acto seguido deviene en alimento de las plantas que están sembradas y arraigadas. De esta manera, la encina más poderosa y la más vil ortiga están hechas de los mismos elementos, es decir, de las partículas más finas del humus por la naturaleza o por una piedra filosofal que el creador ha depositado en cada semilla para cambiar y transformar el humus según la especie propia de la planta. Una planta se construye a partir del mismo material que cualquier otra, una enorme encina o una minúscula ortiga se forman de un componente igual, el cual regresa al suelo cuando se da la descomposición del organismo completo: el humus. Todo está hecho de humus, una sustancia fundamental; extendiendo su pensamiento se concluye que el animal al comer una planta, absorbe el mismo material y a partir de él constituye su cuerpo. Ésta es una concepción intuitiva, Linneo no es alguien preocupado por la estructura, ni la morfología y la función, sino por la descripción de la diversidad de los seres vivientes, pero en su intento sistematizador, trata de encontrar este elemento común a todos los seres que genialmente ha clasificado. Más adelante, pero en esta misma época, dos personajes tratarán esta preocupación, pero con mayor precisión, Buffon en Francia y Haller en Alemania. George Louis Leclerq, conde de Buffon reconocido por sus contribuciones en distintos campos del estudio de la naturaleza, y que podría considerársele como el naturalista más completo de su época y cercano a lo que sería un biólogo, también se preocupó por esta organización mínima de los vivientes. Para Buffon, todos los seres se encuentran constituidos por moléculas orgánicas, aunque para él es diferente el concepto de molécula orgánica al sentido que nos da la química o la bioquímica actuales. Las moléculas orgánicas son este constituyente fundamental de la corporeidad, analogable al humus que plantea Linneo, pero con él encontramos una visión más acorde a lo que es en realidad la estructura de los seres vivientes. Buffon plantea que las moléculas orgánicas forman al cuerpo, el cual se construye sobre la base de un patrón de organización, y esta idea, la idea del patrón de organización, va a ser determinante para abrir paso a lo que un siglo después, en el siglo XIX, será el concepto paradigmático de célula. Para Buffon, las moléculas orgánicas se organizan para formar el cuerpo de acuerdo a un molde interior, un molde que definirá la forma en cómo las moléculas orgánicas se adosarán por atracción para generar la estructura corporal, de acuerdo a una especie de ley de constancia morfológica. Pero ¿Qué es un molde interior?, este es un término derivado de la paleontologia, que implica la entrada del material mineral en la parte que se va a fosilizar antes de que se disuelva; como ejemplo se encuentra la formación de las conchas fósiles, que conservan los detalles de la estructura del animal viviente; otra analogía que podríamos hacer para responder esta pregunta es la referente al crecimiento de las conchas de los moluscos. ¿Cómo es que crece una concha?, no crece por extensión o elongación de las partes carnosas que componen el cuerpo del animal, sino por \"acreción\" esto es por deposición constante de material sílico-calcáreo donde por medio de una progresión de anillos concéntricos, va formándose la estructura de la concha de una almeja o caracol, de acuerdo a un plan definido por la estructura inicial que en su crecimiento, va incorporando más y más material de acuerdo al molde original a un molde interior. Esta visión, trasladada a todos los demás seres vivientes, forma parte de la concepción que describe cómo se da el crecimiento, la estructuración, en última instancia es la explicación que da el conde de Buffon a la morfogénesis de los animales. Así, escribe: \"Los animales y las plantas que se pueden multiplicar y reproducir por to- das sus partes, son los cuerpos organizados compuestos de otros cuerpos orgánicos semejantes, en los que a primera vista discernimos la cantidad acumulada, pero en los cuales no podemos percibir las partes primitivas más que por el razonamiento\". Para Buffon, hay una cantidad infinita de partes orgánicas vivientes en que la sustancia es la misma que en la de los demás cuerpos organizados; estas partes orgánicas serian comunes a los animales y los vegetales, primitivas e incompatibles, por eso afirma que: \"De la misma manera que nosotros podemos hacer moldes con los cuales damos al exterior de nuestros cuerpos el aspecto que nos gusta, supongamos que la naturaleza puede hacer moldes con los cuales no sólo da la forma exterior, sino la forma interior\". Idea que luego complementa: \"El cuerpo del animal es una especie de molde interior, en el cual la materia que sirve para su crecimiento se modela y asimila por completo, nos parece pues cierto que el cuerpo del animal o del vegetal es un molde interior que tiene una forma constante, pero en la cual la masa y el volumen pueden aumentar proporcionalmente y que el crecimiento, si se quiere, el desarrollo del animal o del vegetal no se hace más que por la extensión de este molde en todas sus dimensiones exteriores e interiores; que esta extensión se hace por la intususcepción de una materia accesoria y extraña que penetra en el interior, que de bien es semejante a la forma e idéntica con la materia del molde\"\". Así, para Buffon debe existir una regla que defina la manera en cómo se organiza el cuerpo, el cual está constituido de partículas elementales. De igual modo que Buffon, otro gran sabio francés, Maupertuis, introduce la idea de las partículas mínimas, como constituyentes comunes a todos los seres vivos. Su enfoque parte del estudio de la formación del feto desde la idea preformista, donde sostiene que líquido seminal de cada especie animal contiene una inmensa multitud de partes propias que sirven para formar mediante su ensamblaje, animales de la misma especie. El líquido seminal de cada individuo posee en esas partes, lo necesario para formar trazos semejantes a los de este individuo, y éstas son las que se encuentran en mayor número y tienen más afinidad. Como dijera Canguilhem, cada parte del animal proporcionará sus gérmenes, por lo que la semilla del animal contendría un resumen del animal. Maupertuis y Buffon, introducen en el campo del conocimiento de la vida la idea de la discontinuidad. Si analizamos su lenguaje, utilizan términos derivados de la física como el de afinidad, lo cual refleja una clara influencia de la mecánica de Newton; podría decirse que el concepto de las moléculas orgánicas de Buffon o de las partes propias de Maupertuis obedecen a esta idea clásica de la discontinuidad newtoniana. La afinidad es un término fisico que rebela con claridad la influencia del creador de las leyes del movimiento en ambos naturalistas, siendo mayor en el ca- so de Buffon quien en 1740 tradujo y prologó el Tratado de las fluxiones. Por ello, hay quien afirma que Buffon pretendió ser el Newton de Francia. En esta lógica podemos entender la asimilación que se hace entre luz y sustancia viviente en el pen- samiento de Buffon, quien preocupado por la naturaleza de la luz admite la realidad material corpuscular de elia, diciendo que las más pequeñas moléculas de materia, los más pequeños átomos que nosotros conocemos, corresponden a los de la luz. Ésta, aunque dotada de una cualidad totalmente opuesta a la pesadez es decir, de una volatilidad que uno cree le es esencial, se encuentra no obstante presente como cualquier otra materia, puesto que resiste todas las veces que pasa cerca de los demás cuerpos y se encuentra cerca de su esfera de atracción. Esta analogía de la luz con la sustancia misma de la vida, estará presente en toda la argumentación que efectuó el gran sabio de Montpelier respecto a la estructura intima de los vivientes. Como acertadamente señala el premio Nobel, François Jacob: \"\... Partículas vivientes y moléculas orgánicas no eran más que el medio de encontrar en los seres vi- vos la naturaleza discontinua de la materia y de ordenar el mundo de los seres como el de las cosas. Así lo veía la mecánica del siglo XVIII Pero para hacer concordar las pro- piedades de los seres con la estructura de la materia, había sido necesario recurrir a unas moléculas de tipo especial, propias únicamente de los seres vivos. En suma, la composición de los seres no se distinguía de la de las cosas, más que por la naturaleza particular de sus moléculas. Pero, para el siglo XVIII, el constituyente elemental de los cuerpos era el último término del. análisis anatómico, lo que se encontraba al separar los músculos, los nervios o los tendones: se trataba de la fibra\" La visión de Maupertuis y Buffon en Francia se opondría a la visión de Haller, la cual tiene una enorme influencia en el ámbito de la investigación y la subsecuente formación de toda una escuela en Alemania. Haller, elabora la teoría fibrilar como. un elemento fundamental para explicar la organización del cuerpo y, dada su formación como nefrólogo, tiene una mayor incidencia que la reflexión totalizante de los dos naturalistas franceses. Haller, asimila la noción de que músculos, nervios y tendones se encuentran constituidos en última instancia por fibras, por lo que la fibra será en su concepción el elemento constitutivo de la organización del cuerpo de todos los animales y por extensión, también del cuerpo vegetal cuyos tallos al ser disecados se encuentran formados por haces de vasos leñosos y liberianos (el xilema y el floema) que también son fibras. Esta idea se encuentra presente en otros autores como Jean Riolan, Descartes. Malpighi y Grew, quienes consideran que es el elemento más organizado. La fibra en- caja perfectamente en el modelo mecanicista 12, las fibras se pueden asemejar a cuerdas que jalan catapultas o que tiran de cualquier otro instrumento mecánico. Ya en 1667, Glisson, en su obra Tractatus de natura substantiae energetica seu vita naturae afirma que \"la fibra es portadora de la vida y genuino elemento, no sólo formal, también funcional del cuerpo vivo\"13. En 1766, Haller hará suya esta visión, complementándola con la creencia de que la fibra es la portadora de la fuerza esencial (o fuerza vital). La fibra es pues, la base del cuerpo, e independientemente de la observación de la existencia de las células de acuerdo a esta visión de Haller, son tan sólo partes constituyentes de la fibra, la mínima entidad con capacidad de funcionamiento, la mínima expresión de la que está formados todos los seres vivientes es la fibra. En su obra Elementa fisiologie, señala que \"la fibra es para el fisiólogo lo que la linea es para el geometra\" y en el titulo mismo de su obra se encuentra la analogía con lo que es la geometría euclidiana, el título puede sugerir dos acepciones: elementos de fisiología o bien, remontarse al título de la obra clásica de Euclides Los elementos, donde se definen los principios fundamentales de la geometría, que es la apropiada, pues ahí Haller buscó definir los principios fundamentales de la fisiología, o sea, la explicación del funcionamiento corporal. La influencia de Haller perdurará hasta mediados del siglo XlX, lo cual se debe al efecto generado por la disección de músculos y tendones, que en última instancia se hayan compuestos por fibras, fibras unidas entre sí por una sustancia viscosa, un conglomerado de moléculas llamado gluten. La fibra es la misma en todos los órganos, las mismas fibras se entrecruzan en una trama continua que va de los huesos al tendón, de los tendones hacia los músculos, de los músculos a los nervios o a los vasos. La disposición de las fibras, la consistencia de las redes que forman y la cantidad del líquido retenido entre las mallas, producto de ellas, es lo que aporta a los órganos sus características de dureza, blandura, rigidez o flexibilidad. Bajo esta concepción, hacia finales del siglo XVIII y en buen parte del XIX, todos los órganos se encuentran formados por la misma \'sustancia, lo único que los distingue entre sí, es la manera cómo quedan dispuestas las fibras, la cantidad de líquido que retienen o la manera cómo forman su entramado Pero, para principios del siglo XIX cambiaron las cosas y comenzará la tendencia a pensar que existen tejidos diferentes. Así pues, a diferencia de lo que podría desprenderse en los textos elementales de histología o citología, el tejido en la historia del conocimiento de la vida, antecede a la noción de célula. **El tejido precede a la célula** En Francia, durante el año de 1800, **Marie Francoise Xavier Bichat** (1771 a 1802), junto con su maestro **Philippe** **Pinel** (1745 a 1826), formulan con toda precisión el concepto tisular, planteando que son 21 tejidos los que conforman al cuerpo humano y le confieren a un órgano sus propiedades específicas, no tan sólo su forma. En esta visión, los órganos tienen una estructura y función particulares por la naturaleza y especificidad de los tejidos que los constituyen; siendo éstos el último término del análisis anatómico. De acuerdo a la visión de Buffon, entre los órganos y las moléculas orgánicas, aparece una instancia intermedia, el tejido, lo que hacía falta para satisfacer la visión de los anatomistas que con su escalpelo disectan las formas vivas. Las propiedades de los organismos dependerán de la organización de las moléculas en el tejido que constituyen, esta visión aparecerá opuesta a la de Haller, sin desbancarla de su hegemonía en las preferencias de los pensadores acerca del funcionamiento del cuerpo en aquella época. Evidentemente, todos los cuerpos están conformados por fibras, pero éstas son de diferente naturaleza y están entrecruzadas de distinta manera, según sea la especificidad del tejido de que se trate. En el concepto de tejido existe la idea de continuidad, sin satisfacer el anhelo de discontinuidad planteado por Bution y Maupertuis. En esta visión vigente en el siglo X se co be a organismo como una especie de saco lleno de líquido y de fibras entrelazadas para formar vasos y los órganos. El concepto de tejido es fácil de aceptar, puesto que implica-elementos derivados de la acción humana, en última instancia un tejido es similar a la tela elaborada por el tejedor, la cual está conformada por hilos esto es de fibras, que por cierto son fibras vegetales. El término tejido proviene de la palabra tistre, forma arcaica del verbo tejer. De forma que, si el vocablo célula posee una carga de implicaciones de orden afectivo y psicosocial, la palabra tejido también tiene aspectos extra teóricos. El hecho de que Bichat haya conceptualizado al tejido como la unidad funda- mental del ser viviente, y haya elaborado una clasificación de los diferentes tejidos de los que están constituidos los cuerpos, tendrá un fuerte impacto en el futuro y conducirá a que la aceptación de la teoría celular se retrase en Francia, como consecuencia de la preponderancia de tales influencias\". **El ambiente intelectual de Alemania y las condiciones para el surgimiento de la zellentheorie: La contribución de Lorenz Oken** En la perspectiva anterior, resulta claro que la influencia de Haller haya sido tan gran- de, pues acopló una serie de conceptos que pudieron arraigarse con facilidad en su época. Además, en Alemania se desarrollará una escuela de pensamiento que tendrá paralelamente la influencia tanto de las ideas de Kant y su llamada filosofía crítica, como de la filosofía de la naturaleza representada por Fichte, Schelling y Goethe. La filosofía de la naturaleza ejercerá un efecto directo en **Lorenz** **Oken** (1779 a 1851), hombre joven y talentoso quien como profesor en la Universidad de Jena, concebirá la versión antecedente (pudiéramos decir más primitiva) de lo que será posterior- mente la teoría celular. Anticipación, más no definición precisa, es lo que caracterizaría el concepto de Lorenz Oken con respecto a la célula. Como profesor en Jena, Oken también pertenece a la escuela romántica fundada por Schelling; sus especulaciones ejercieron una enorme influencia entre médicos y naturalistas alemanes de esta primera mitad del siglo XIX. La filiación de los creadores de la teoría celular, Schleiden y Schwann está claramente marcada por este personaje sumamente interesante; no hay que olvidar que Schleiden fue profesor en Jena, donde Oken dejó marcada su huella y que al mismo tiempo Schwann fue discípulo de **Johannes** **Müller** (1801 a 1858), quien fuera catedrático en Berlín y, genial fisiólogo claramente influenciado por el pensamiento de Schelling y Goethe, y en gran coincidencia con Oken. Por todo ello, Singer afirma que Oken dejó sembrado el pensamiento de los autores, a los que se les considera en su lugar como los fundadores de la teoría celular. Oken busca el arquetipo, esto es, la forma generalizada que refleja el plan básico de la naturaleza y clave para entender a los organismos vivos, influenciado por la filosofía del romanticismo, la cual tiene una clara influencia de Kant, quien busca una ciencia natural especulativa. Con una visión apriorística de la naturaleza, Oken se da a la tarea de encontrar la unidad en la diversidad; él junto con Goethe, realiza las más importantes contribuciones de la naturalphilosophie a la comprensión y conocimiento de la vida. plantea el problema del origen del orden en la naturaleza en general, y en los seres vivos en particular, en algo que desde mi particular punto de vista, implica una recurrencia a la visión naturalista de la filosofía griega en los tiempos presocráticos. Tanto Oken como Goethe, en el marco de esta influencia ro- mántica, pretenden encontrar leyes universales que expliquen el funcionamiento del mundo. Para Goethe, resulta de sumo interés comprender cuál es el plan fundamental de organización del cuerpo de los seres vivientes, de hecho crea el término morfología. La observación de los protozoarios de vida libre, fue con seguridad uno de los elementos que influyeron decisivamente en la visión que tendrá Oken en cuanto a la organización corporal y de lo que sería la célula. Vortichella descubierta en 1677, Paramecium en 1702 y la amiba en 1755, son ejemplos de células con presencia individual; son individuos completos con una vida propia, son un cuerpo en sí mismos al ser una célula y como hemos comentado en Otras partes, en aquellas épocas se utilizaba el término infusorio para designar a todo animal unicelular. Cuando Oken utiliza el término infusorio para referirse a la célula, supone que el cuerpo se encuentra formado por un conjunto de pequeños organismos, de pequeñas individualidades. El cuerpo en su conjunto, estaría formado por infusorios que pierden su individualidad en favor de una unidad superior, donde cada entidad se pone al servicio de la totalidad. En su obra Die zeugung (La generación) de 1805, Oken plantea su genial teoría infusorial donde sostiene que el cuerpo está constituido por una sustancia primigenia que es un fluido mucoide que llama urschleim, el cual se subdivide en pequeños infusorios individuales. Por qué entonces si Oken es tan claro al respecto, no se afirma que él descubre la teoría celular?, simple y sencillamente porque no es lo mismo decir que el cuerpo se compone de células, a pensar que el cuerpo se descompone en células. La observación de protistas unicelulares tales como Chlamydomonas y su comparación con la estructura de una colonia Volvox 9 10 11 como Volvox (la cual pareciera estar constituida por la agregación de muchos individuos, produciendo la imagen de ser un conjunto de Chlamydomonas que pudiera descomponer- se en sus individuos constituyentes), es un ejemplo que ilustraria la concepción de Oken. El cuerpo está constituido por un conjunto de Individuos que pierden su individualidad en aras a la comunidad, cada una ya no funciona por sí misma, está en función de este to- do, como ocurre en la colonia volvocida. Cuando los autores de las historias clásicas de la ciencia biológica, plantean a Oken como fundador de la teoría celular, citan diferentes textos de este autor, además de leerlos con perspectivas distintas cuando se refieren al mismo pasaje. En las importantes obras de Charles Singer y Emilie Guyénot se cita un pasaje de Die zeugung que dice lo siguiente: \"Todos los seres orgánicos se originan de vesículas o células y están formados por las mismas. Estos elementos, cuando están aislados y se consideran en un proceso original de producción, corresponden a la masa infusorial o urschleim, de la cual se forman o se desarrollan todos los organismos mayores. Su producción no es nada más por lo tanto, que una regular aglomeración de infusoria, que no son, naturalmente de especies avanzadas o perfectas, sino vesículas mucosas que, uniéndose o combinándose, pasan a construir especies particulares\". Tal pareciera que nos encontramos ante el enunciado de la teoría celular, sin embargo, no es así, pues estas células son según Oken, derivadas de \"la mucosa primitiva\" y los organismos mayores se formarian a partir de esta masa infusorial. De tal modo que los infusojos son los ur- triere, o sea los animales primordiales. Hay pues una mala interpretación de los textos originales de Oken, que es clarificada en el análisis que Kein realiza De acuerdo con Klein, debemos apreciar que en la concepción de Oken, la formación de los infusorios no ocurre por una reproducción y desarrollo posterior a partir de huevos, sino que es una liberación de los lazos que unen a los constituyentes de animales mayores, \"una disociación del animal en sus animales constituyentes\". La carne toda, se descompone en infusorios, si invirtiéramos este enunciado y dijéramos que los animales superiores deben componerse de animales constitutivos, tendríamos la teoría celular pe- ro no, al revés. Como lo señala Canguilhem, \"la idea de la composición de los organismos a partir de los vivientes elementales, aparece como un razonamiento de manera inversa \"la idea inicial es que el elemento es el resultado de la liberación, el todo domina a la parte\". Canguilhem resalta el valor del análisis de Klein, que interpreta de la manera más adecuada a Oken, basándose en la siguiente cita de Die zeugung \"La asociación de animales primitivos bajo la forma de carne no debe ser concebida como un enlace mecánico de un animal a otro, como un montón de arena en el cual no hay tal asociación que la promiscuidad de numerosos granos. No. Del mismo modo que el oxígeno y el hidrógeno desaparecen en el agua, el mercurio y el azufre en el cinabrio, se produce una verdadera interpretación, un entrelazamiento y unificación de todos los animálculos, no llevarán más vida propia a partir de ese momento, son puestos al servicio del organismo más elevado, trabajan en vista a una función única y común, o bien efectúan esta función realizándose ellos mismos, en este caso alguna individualidad no es ahorrada, es simplemente arruinada, pero éste es un lenguaje impropio, las individualidades reunidas forman otra individualidad, aquellas son destruidas y ésta no aparece más que por la destrucción de aquellas\" Así pues, en esta visión de Oken, \"el organismo no es una suma de realidades biológicas elementales\" a diferencia de lo pensado por Linneo, Mauper. Buffon o Haller, sino es una realidad de orden superior en la que los elementos son negados como tales\". En la concepción de Oken, el organismo representa una imagen de la sociedad, esta sociedad no concebida como la asociación de individuos tal como lo entendía la filosofía política del iluminismo alemán (Aufklärung), sino la comunidad como la concibe la filosofía del romanticismo. la En la primera versión, la de Singer y Guyėnot. de las historiografías tradicionales de la ciencia, hay una linea directa, una relación de continuidad entre Oken y Buffon que puede apreciarse en las coincidencias del lenguaje que utilizan, donde se muestra que plantean la misma idea: los organismos completos y complejos son una conglomeración de unidades vivientes extremadamente sencillas. En la segunda versión, la de Klein retomada por Canguilhem, la situación es inversa, el todo no es la suma de las partes; el organismo no es un conglomerado, se encuentra constituido por entidades mínimas, pero es algo más. Lo fundamental son las propiedades del conjunto y no las de los elementos que lo forman. No es lo mismo decir que un ser vivo está compuesto de células a decir que se descompone en células. La virtud de Oken, no consiste en haber creado el concepto de célula en los términos que lo entiende la teoría celular, sino más bien una genial anticipación en términos de la imaginación creadora, que abonó el camino para formularla poco tiempo después. **Goethe y el impulso romántico** El enfoque de Wolfang Goethe (1749 a 1832) acerca del conocimiento de la vida, resulta claramente opuesto a la concepción mecanicista imperante entre los modernos; además de la influencia de Kant y de la Escuela romántica, su visión tiene raíces en la tradición mágica de la alquimia medieval. \"Goethe, desde luego, veía la naturaleza con ojos de poeta. Para él está viva, es un ser creativo que inventa continuamente los fenómenos que experimentamos. Así pues, para Goethe, como para los románticos en general, la investigación empírica, el análisis del mundo en una multitud de fragmentos, es un método falso. Es como si aisláramos y examináramos en aislamiento cada fragmento de pintura de una obra de arte. Terminaríamos con montañas de números sin significado alguno. Exactamente de este mismo modo, le parece a Goethe, es como el científico natural desarma el organismo gigante de la naturaleza: *Quien estudia la existencia orgánica primero expulsa el alma con rígida persistencia; después ya puede considerar partes y clasificar las partes que quedan en sus manos, pero jay! el vínculo espiritual se pierde.* En el verso que concluye la cita, tomado de su obra Fausto, se revela la esencia de su pensamiento que considera al ser viviente como una entidad integral, una totalidad a la que el componente espiritual actúa como una ley interna que le proporciona coherencia. Por ello, para conocer el secreto de la vida se basa en la contemplación por medio de la cual puede acceder a esta ley interna de los fenómenos naturales. De este modo, por la vía de la reflexión filosófica, Goethe concluye que todo ser viviente es un conjunto de elementos independientes que se organizan en función de la idea de un plan fundamental: los órganos son un protofenómeno, por tanto, la hoja es el protofenómeno de la planta, la vértebra es el protofenómeno del esqueleto. Para Goethe, la naturaleza al igual que un artista crea a los seres de acuerdo a un pequeño número de patrones o ideas. Esto le conduce en sus investigaciones anatómicas tanto a nivel de las plan- tas como de los animales, al concepto del plan corporal o arquetipo, que sería el patrón o idea general de cuyas variaciones proviene la complejización del cuerpo de los seres vivientes. En esto como en mu- chas otras cosas coincidirá con Oken. La naturaleza crea de acuerdo a un cierto plan básico que proporciona unidad a todo lo viviente, los individuos son considerados como variaciones de los modelos arquetipicos llamados el urplanze y la urtiere. Para su concepción el esqueleto de los diferentes vertebrados se deriva de un arquetipo de esqueleto, el esqueleto, siendo tan sólo variaciones de éste. De acuerdo con las ideas de Goethe y compartidas así mismo por Oken, Owen y otros, el esqueleto del vertebrado se podría descomponer en una serie de segmentos completamente homólogos y muy similares, suponíase que de estos segmentos, varios de los anteriores hablanse fusionado para formar el cráneo. Cada segmento posee una serie de formaciones costiformes con apéndices, se advertía que de los dos primeros elementos habían derivado las mandíbulas, los primeros originábanse de otros segmentos. Esta visión resulta coincidente con cómo se encuentra organizado el esqueleto visceral de los pe- ces, donde existe una serie de arcos viscerales cartilaginosos u óseos que rodean la porción faríngea del tubo menos cuales sirve de soporte a las orariqulas y ai piso de la boca. El primero de ellos es el arco mandibular, que se divide a cada lado en una porción dorsal y, otra ventral formada por la barra palatocuadrada y el cartílago de Meckel, que contribuye a la formación de las mandíbulas superior e inferior, respectivamente. De acuerdo a esta perspectiva, el cráneo se- ría una vértebra modificada y todas las vértebras son una variación de la vértebra fundamental ideal, idea que Goethe demostró estudiando cráneos fetales y juveniles donde aún no se había producido la fusión de los huesos maxilares. Tanto en esta obra anatómica, como en su Die metamorphose der pflanzen, encuentra el arque- tipo en las modificaciones de hojas para dar sépalos, pétalos y estambres, donde claramente se aprecia la tendencia a encontrar el patrón común a todos los vivientes, concepto que tendrá un claro correlato en Oken, y por consiguiente en el advenimiento de la teoría celular. **Johan Friederich Meckel** (1781 a 1833) fue un importante anatomista que recibió el nombre de \"el. Cuvier alemán\". Su obra Sistema de anatomía comparada, también se encuentra inmersa de la filosofía natural romántica. En su prólogo hace referencia a las leyes formativas que gobiernan el reino animal, mismas que agrupa en dos grandes principios: multiplicidad y unidad. Piensa que \"la forma del animal puede ser mirada, ya en sí misma y con referencia a la fuerza física que constituye su origen, ya con referencia a la finalidad que se supone sirve con ella y la fuerza espiritual creativa que forma su base\". Aquí la influencia de Schelling es más que evidente. **Leibniz y las mónadas** El concepto central de la filosofía de Lelbniz, es el de las mónadas. Para él la realidad entera es un conjunto de mónadas, entendidas como substancias psíquicas y dinámicas: especie de puntos inmateriales, individuales, indivisibles, simples, y sin comunicación con el exterior (\"no tienen ventanas\"). El hombre, por ejemplo, está compuesto de una mónada central, que es su yo, y una infinidad de mónadas inferiores, que constituyen su cuerpo. Hay mónadas de cuatro clases. Las inferiores tienen percepciones, pero no apercepciones, es decir, no se dan cuenta de sus propias percepciones; constituyen los seres materiales e insensibles. En un nivel superior están las mónadas con alma, es decir, tienen apercepciones, se dan cuenta de sus propios conocimientos. En un tercer nivel están los espíritus o mónadas que captan las verdades de razón; tal es el caso del yo humano. Por fin, en cuarto lugar está Dios, Mónada perfecta, Creador del Universo, que tiene la apercepción de todo lo percibible. Acerca de la intercomunicación de las substancias Leibniz sostiene que las mónadas no tienen ventanas, por ello, no hay tal comunicación. Aunque en el interior de cada mónada se desarrolla el conocimiento de to- do lo que sucede a su alrededor, pero sin la influencia de esos mismos acontecimientos, sino de una manera a priori, muy de acuerdo. con sus teorías del innatismo virtual y del determinismo racionalista. En cada mónada, el pasado está incluido en el presente, el cual, a su vez, es un antecedente del futuro. A partir de aquí se comprende la necesidad de la armonía preestablecida. Puesto que en cada mónada, de acuerdo con su esencia singular, está, en forma virtual, lo que le va a acontecer en el tiempo, y lo que va a conocer y a apetecer. Todo esto se va a desarrollar gradualmente, en concordancia con el desarrollo peculiar de cada una de las de- más mónadas. Por esto, sin necesidad de ventanas, todo el Universo marcha armoniosamente. **Leibniz: otra influencia filosófica en Oken** La observación de los espermatozoides conocidos como animálculos bajo los microscopios creados por Leeuwenhoeck, condujo a que el filósofo alemán G.W. Leibniz pensara en magnitudes infinitamente pequeñas. Llegó a pensar que estos animalitos diminutos existían en todas partes y que en cada grumo de materia había muchísimos de ellos; algunos de los cuales llegaban a crecer hasta convertirse en animales grandes, en tanto que otros permanecían por siempre en estado invisible. Esta noción, también la consideró Oken, quien afirmó que toda la vida del mar proviene del plasma primitivo, que al principio tomó la forma de esférulas, que son los infusorios, de los cuales está hecha la sustancia viviente, pues las plantas y animales no son más que infusorios transformados. En esta visión, los infusorios se asemejan a las mónadas de Leibniz, esto es, los elementos mínimos de los que consta cada sustancia, de manera que la sustancia viviente se encuentra formada por elementos vivientes, y esta cuestión no debe ser despreciada como una de las fuentes de la teoría celular. Así, esta teoría monadológica de la vida, debe considerarse como otro elemento heurístico que pre- paró las condiciones intelectuales propicias para el desarrollo de la teoría celular. **Dutrochet, un caso más de anticipación conceptual** En 1812, siete años después de la publicación de Die zeugung, J.J.P Moldenhawer coincidiendo con D.H.F. Link y L.C. Treviranus escribe: \"Pero la maceración, cuando se la utiliza con la debida precaución, fragmenta también la sustancia celular en utriculos separados, cerrados en sí mismos\...(la sustancia celular) se disgrega tarde o temprano, según la firmeza de su conexión, en utriculos cerrados simples, que no ofrecen señal alguna de erosión, la cual, sin duda, aparecería bajo forma de rasgaduras irregulares en las paredes si se hubiese producido la ruptura violenta del tejido. Luego e ello, en 1824 el gran investigador francés **Rene Henri Joachim Dutrochet** (1776 a 1847), comprueba que al hacer ebullir un tejido en ácido nítrico \"liberaba vesículas completas\", a las cuales denomina glóbulos, lo que en nuestro lenguaje querría decir células intactas Esta experiencia le lleva a pensar que el glóbulo (o célula) \"es una entidad singular, aislable, que se nutre por sí misma, crece por sí misma y elabora sus propios materiales nutricios\"? Esto lo conduce a concluir que la naturaleza posee un plan uniforme en términos de la estructura intima, tanto de los animales como de las plantas, y así lo escribe: Este órgano (el glóbulo) asombroso por la comparación que puede hacerse de su extrema simplicidad con la extrema diversidad de su naturaleza intima, es verdaderamente la pieza fundamental del organismo; todo, en efecto, deriva evidentemente del glóbulo en los tejidos orgánicos de los vegetales, y la observación viene a demostrarnos que lo mismo acaece en los animales. A Dutrochet, se le considera por esta afirmación y algunas más, como el verdadero creador de la teoría celular. No obstante, el formula su teoría en un ámbito sin condiciones propicias para que ésta sea recibida, le ocurrirá algo análogo a lo que se dio para el caso de Harvey con el descubrimiento de la circulación de la sangre o de Lamarck con su teoría de la evolución. Quizás esto se encuentre ligado con el solo hecho de que la obra de Dutrochet procede de Francia y no de Alemania, donde el ambiente intelectual era más propicio, por aquella época para la gestación del concepto de célula. De nuevo nos encontramos ante el problema de las condiciones sociohistóricas para el advenimiento de un descubrimiento o la enunciación de una teoría científica y la necesidad de la existencia de marcos de asimilación conceptual y de una comunidad científica consolidada, que permitan la recepción y asimilación de la nueva concepción. Así pues, si bien Dutrochet tenía un claro concepto de lo que era la célula, no lo pudo plantear en los momentos adecuados, en el tiempo preciso y en el ámbito que permitiera su aceptación. Y aunque el término que utilizaba es el de glóbulo, debemos estar conscientes que evidentemente se refiere a lo que nosotros llamamos célula. La contribución del marqués de Dutrochet fue enorme, estudió el sistema nervioso de los moluscos, describiendo a las neuronas con el nombre de células globulenses, conjugó glóbulos con fibras y llegó a concebir la secreción y excreción como funciones celulares. Tal como señala Albarracín Teulón, en su obra existe una visión coherente del funcionamiento celular cuando habla de estas dos propiedades fundamentales, la secreción y la excreción, de tal modo escribe: \"El glóbulo es un órgano secretor por excelencia\... Es preciso que el glóbulo posea cualidades particulares en cada órgano, puesto que segrega ahí sustancias diferentes\". **De Dutrochet (1824) a la zellentheorie (1838)** Por esa misma época, en 1826, P.J.P. Turpin en su obra *Organographie microscopique élementaire et compareé des végetaux* plantea que: \"las células pueden vivir aisladamente; pueden aglomerarse con otras para formar un ser más complejo; el organismo; el organismo es una individualidad compuesta, una federación vesicular\...la base del desarrollo de los seres vivos es una globulina que organizada, se globuliza\" En esta cita, aparece una versión bastante cercana a la teoría celular que poco después enunciarán Schleiden y Schwann; aquí, las nociones de unidad anatómica y de origen se denotan perfectamente, donde al hablar de la \"globulina\" que \"se globuliza\" se implica la idea del citoblastema que con posterioridad servirá de base para la conceptualización de la célula en 1838. En 1830, Franz Meyen, de quien Radl dice que \"aumentó los órganos vegetales 500 veces 24, plantea en su obra Phytotomie que la célula es un organismo individual, pues dice: \"Las células vegetales existen aisladamente, de tal manera que cada célula representa un individuo único; tal es el caso de los líquenes y los hongos, en los que están reunidos en masas más o menos importantes en una planta superiormente organizada. Pero en este caso también, cada célula forma un todo completo y que existe por sí mismo; se alimenta a sí misma; se forma ella misma y transforma el jugo nutritivo bruto absorbido en materia y productos más diversos. A pesar de estas afirmaciones, que señalan directamente qué es la célula, no emerge la teoría celular, no tiene incidencia en el ámbito del pensamiento científico en general. Lo que ocurre en este periodo, resulta absolutamente congruente con la visión de Thomas S. Kuhn; nos encontramos en la etapa previa al surgimiento de un paradigma, los esquemas conceptuales anteriores se hallan cimbrados, no hay certezas ancestrales, no obstante, comienzan a abrirse paso nuevas certezas, a tomar forma y coherencia, pero esto no sucederá, hasta que alguien sea capaz de enunciarlo con claridad y de un modo que incida en la comunidad científica en ciernes. A pesar de la descripción cronológica de los acontecimientos, no hay un desarrollo lineal y acumulativo, la controversia y la incredulidad son funda- mentales, como en el mito de Sísifo, donde se avanzan grandes pasos para retroceder bruscamente. A partir de 1833, se comienza a utilizar el término protoplasma, el cual aparecerá durante muchos años en las descripciones citológicas. **Félix Dujardin**, celebre microscopista, utilizó en 1838 el término sarcoda en vez de proto- plasma, lo cual para él es: \"una simple gelatina viviente, contráctil, extensible y susceptible de excavarse espontáneamente cavidades esféricas o vacuolares ocupadas por el líquido circundante, ya sea de manera directa, o mediante imbibición. Tal parece ser que en los animales superiores, la causa determina la transformación de esta sustancia homogénea en una sustancia más organiza- Fiqura 9.18. Microscopio Nachet da. Tal definición, se convierte en el argumento con el que Dujardin responde a Ehrenberg en 1838, cuan- do polemizan en torno a la naturaleza de los organismos unicelulares, que denominamos protistas, esto es, los eucariontes unicelulares, pues Ehrenberg pensaba que \"los infusorios son animales completos que poseen órganos y sistemas análogos a los de los animales superiores totalmente organizados\" 26 La respuesta de Dujardin es clara, dentro de la célula como unidad corporal hay una masa viva en la cual radica la explicación de sus propiedades, por tanto los infusorios no tienen órganos, no hay \"estómagos\" en ellos, lo que se ha imaginado como tales, son estructuras aparentes (cavidades esféricas o vacuolares) formadas por el sarcoda. Figura 9.19. Purkinje. Para llegar a la conceptualización del paradigma celular, hay un elemento que, al igual que la influencia del pensamiento de Kant así como de la escuela romántica de Schelling, Goethe y Oken, resultará decisivo en la construcción de la teoría celular: el trabajo de Robert Brown (1773 a 1858) realizado en 1831 con las células de la epidermis de la flor de las orquídeas, donde descubre el núcleo. Ese núcleo celular, adquiere la función de elemento heurístico que tendrá un valor indudable en la construcción del pensamiento de Schleiden. En 1836**, Jan Evangeliste Purkinje y Gabriel Gustav Valentin** describen el núcleo animal, y en 1837, Henle describe células nucleadas, en una gran cantidad de tejidos humanos, publicando un libro al respecto con numerosas descripciones. Por otra par- te, durante 1832 y 1837, B.C. Dumortier publica interesantes trabajos donde describe la división celular en algas, hecho que lo lleva a considerar que el reino vegetal se caracteriza por una unidad que él denomina el tejido celular, mientras que el reino animal posee una pluralidad de tejidos diversos. No obstante, como hemos dicho, la construcción de la teoría celular, no consiste de una compilación de protocolos de observación. No hay que pensar que la acumulación de estas observaciones da la luz a Schleiden y Schwann. Es el marco conceptual fértilmente sembrado por la visión de Lorenz Oken y las demás in- fluencias señaladas, así como la valoración en ese marco de la contribución de Robert Brown, dentro de un esquema mental verdaderamente genial, pues Schleiden era un genio. ![](media/image2.png) **Schleiden y Schwann, la teoría celular queda enunciada** **Mathias Jakob Schleiden** (1804 a 1881) originario de Hamburgo, estudia Derecho y después de una frustrante vida como abogado cae en una crisis neurótica que lo lleva a intentar suicidarse en 1831, disparándose un balazo en su cabeza, para su mala fortuna, ni siquiera eso consigue, por lo que al recuperarse de sus lesiones, busca otro camino en su vida y decide dedicarse a la botánica. Así, ingresa a la escuela de medicina en Gotinga, trasladándose luego hacia Berlín, donde es alentado por el botánico Johann Horkel, así como por la obra de Alexander Von Humboldt y Robert Brown, además de recibir la influencia de la escuela de Jena donde aún persistía el efecto de la filosofía romántica y en particular, el pensamiento de Lorenz Oken. De hecho, con- sigue convertirse en 1839 en profesor de Jena, ocupando la cátedra extraordinaria de botánica (hasta 1862), período en el que llega a producir importantes trabajos. Hombre extremadamente inquieto, entre sus virtudes se encuentra haber cultivado no sólo la investigación y la docencia, sino también la divulgación, en todo momento criticó severamente el enfoque tradicional de la botánica que se centraba exclusiva- mente en lo taxonómico. **Theodor Schwann** (1810 a 1882), nacido en Neuss am Rehin, un poblado cercano a Dusseldorf como estudiante de medicina en Bonn, conoce a Johannes Müller, profesor de fisiología, de quien se vuelve amigo, discípulo y ayudante. A partir de 1834, participa con su profesor en la elaboración del Handbuch der physiologie. Müller, originalmente formado en la Naturalphilosophie, la había abandonado para ese momento con el fin de abrazar la concepción experimental y no la especulativa llamada Naturwissenschaft; esta experiencia lleva a Schwann a construir una interpretación diferente a la vitalista, sostenida por su profesor, abrazando conceptos derivados del mecanicismo cartesiano en conjunción con el romanticismo alemán, lo que se refleja en su propuesta de someter a su medición física las propiedades fisiológicas de un órgano. Además de excelente fisiólogo, fue un gran morfólogo; como consecuencia de su formación desarrolló un carácter de científico sistemático y ordenado, que en términos de personalidad, era totalmente opuesto a Schleiden. Éstos son los hombres, que en el contexto del mundo en que vivieron, consiguen enunciar la zellentheorie o teoría celular. En 1838, en su obra Beiträge zur phytogenesis (conocida comúnmente como La fitogénesis), Mathias Jakob Schleiden comienza citando el trabajo de Robert Brown, para concluir que todas las células proceden de lo que él llamará un citoblasto, esto es, el núcleo. Por ende, la célula se organizará y estructurará a partir de su núcleo. Ésta es una imagen que definitivamente nos recuerda la formación del sistema solar en la visión de Kant, y por lo tanto de la filosofía alemana que se encuentra impregna- da en las paredes de la universidad de Jena, donde Schleiden profesó. Él escribe: \"Cada célula lleva una vida doble: una totalmente autónoma, correspondiente tan sólo a su adecuado desarrollo, y otra mediata o indirecta, por la que llegará a ser parte integrante de la planta. Pero es fácil observar que tanto para la fisiología vegetal como para la fisiología comparada en general, el proceso vital de cada célula singular debe constituir primordialmente el fundamento absolutamente indispensable, razón por la cual tiene que surgir en primer término la pregunta: ¿Cómo se origina entonces, realmente, este peculiar y diminuto organismo, la célula?\" Y luego prosigue: \"\...este núcleo celu- lar debía estar en relación muy inmediata con el origen de la propia célula. Como consecuencia de lo cual dirigí mi especial atención sobre este punto y tuve la fortuna de ver coronados con éxito mis esfuerzos\". La teoría celular queda enunciada cuando Schleiden habla de la dualidad celular; que la célula es parte de todo el vegetal, pero al mismo tiempo poseer vida autónoma, y que el proceso vital de cada célula singular es el fundamento indispensable de la fisiología. De acuerdo con Albarracin, otro aspecto relevante en la concepción de Schlei- den es la función del almidón, el moco, el azúcar y la goma en \"el proceso vital de las plantas\", a partir de lo cual, describe la formación de las células. Partiendo de la mezcla de almidón, moco, azúcar y goma, se constituye una gelatina, en la que aparecerán inicialmente los kernchen o núcleos pequeños y alrededor de ellos, por algún tipo de coagulación, surgen los citoblastos o núcleos. Cuando los citoblastos se encuentran maduros, la gelatina se transforma en membrana celular mediante un proceso químico, formando una sutil vesícula que se acopla al citoblasto, luego de lo cual inicia el crecimiento de la célula que suele concluir con la disolución del núcleo. Luego de ello, la planta crece formando el número de células que le es pertinente. En resumen, el componente de la teoría celular aportado por Schleiden consiste en concebir que: a) La célula vegetal es la unidad ele- mental constitutiva de la estructura de la planta; b) La célula se origina en una gelatina compleja, a través de un proceso que se inicia con la aparición en ella de los nucleolos, en torno a los cuales surgen los núcleos o citoblastos y sobre éstos aparece una tenue vesícula que va creciendo paulatinamente para dar lugar a la célula adulta; c) El proceso de crecimiento de la planta estriba en la multiplicación de las células dentro de otras células, salvo en aquellos órganos leñosos, en los que la coagulación de un líquido origina la formación súbita de tejido celular; d) El status celular. El status celular se deriva de la siguiente consideración, precisada por Schlei- den con posterioridad a 1838: \"Puesto que las células orgánicas elementales presen- tan una marcada individualización, y puesto que son la expresión más general del concepto de la planta, es necesario ante todo estudiar esta célula como el fundamento del mundo vegetal\". A continuación, prosigue: \"La célula debe ser considerada un órgano elemental de la planta, cuyas paredes, cuando están completamente desarrolla- das son de celulosa, y su contenido consta de una sustancia semilíquida, nitrogenada; es el único elemento esencial del cual se componen todas las plantas y sin el cual no pueden éstas existir. Por consiguiente, todas las explicaciones de la planta tienen que ser reducidas a la teoría celular. Lo que abre los ojos, o mejor dicho despierta la imaginación de Theodor Schwann en 1838 fue el encuentro con Schleiden en una cena donde comenta sus ideas acerca de la fitogénesis, de la formación de una célula a partir del núcleo, y del concepto de la célula como entidad individual. Las investigaciones de Schwann, respecto a las notocordas de las ranas no apuntaban en esa dirección, pero la conversación en la cena con Schleiden le reveló con toda claridad que se encontraban, ni más ni menos, que ante la tan anhelada unidad de lo viviente, la célula. Así lo narra el propio Schwann: \"Un día que cenaba con M. Schleiden, este ilustre botánico me indicó la importante función que el núcleo desempeña en las células vegetales. Me acordé enseguida de haber visto un órgano semejante en las células de la cuerda dorsal del renacuajo, y en aquel mismo momento percibí la gran importancia que tendría mi descubrimiento si llegaba a demostrar que, en las células de la cuerda dorsal, este núcleo desempeña el mismo papel que el núcleo de las plantas en el desarrollo de las células vegetales³¹. De manera inmediata (escribe Rostand)\". Ambos sabios se encaminan al laboratorio de Schwann para examinar los núcleos en cuestión, y Schleiden no vacila en establecer en el acto la identidad de ambas clases de núcleos \". Esto lleva a Schwann a concluir que el núcleo es el factor de explicación de la naturaleza de los diferentes tejidos animales, por lo que en 1839 publica una obra de- nominada Investigaciones microscópicas sobre la coincidencia de los animales y las plantas en la estructura y el crecimiento donde acuña por primera vez el término zellentheorie, esto es, teoría celular. En ella, busca probar la íntima conexión existente en la naturaleza orgánica de los dos reinos. La concepción de la formación de las células a partir de un núcleo muy pequeño (el nucleolo), es idéntica a la de Schleiden, es así que Schwann escribe: \"Se forma en primer lugar un corpúsculo nuclear; en torno a éste se precipita una capa de sustancia generalmente granulosa, pero que todavía no está perfectamente limitada hacia fuera. A continuación, entre las moléculas preexistentes de esta capa se van depositando nuevas moléculas que, a determinada distancia de los corpúsculos nucleares, limitan la capa hacia fuera y surge un núcleo celular más o menos claramente delimitado. Sobre la superficie externa del núcleo celular se deposita una capa de una sustancia diferente del citoblastema circundante. Esta capa no está, en principio, claramente delimitada hacia fuera, lográndose ello merced al proseguido depósito de nuevas moléculas\... en este periodo todavía no pueden diferenciarse la cavidad y la pared celulares\... Una vez que se ha consolidado la membrana celular, ella se amplía por incorporación proseguida de nuevas moléculas entre las preexistentes -por tanto, mediante un crecimiento por intususcepción y se separa así del núcleo celular\...El espacio intermedio entre la membrana celular y el núcleo celular se llena simultánea- mente de líquido, que constituirá luego el contenido celular\". Singer enfatiza en que Schwann amplia el alcance de la teoría al óvulo o huevo, que es el comienzo del cuerpo del animal (esa sería la primera interpretación del concepto de unidad de origen). En algunos animales como la gallina, el huevo es muy grande, en otros como la rana es más pequeño, pero todos son esencialmente células, en ellos se identifica claramente el núcleo y la membrana celular. La idea central del texto de Schwann sería que \"Hay un principio general de construcción (buldungsprinzip) para todas las producciones orgánicas y este principio de construcción es la formación de la célula\", lo que coincide en términos de Schleiden con el impulso configurativo -bildungstrieb- concepto acuñado por Blumenbach en 1791, para designar una fuerza formativa especial que actúa tanto en el desarrollo del embrión, como en toda clase de crecimiento y reproducción de los seres animados, pe- ro que para Schleiden no debe entenderse en términos vitalistas, pues se encuentra también en los cristales y en los astros. Habiendo formulado los principios de la zellentheorie (teoría celular), en la última parte de su obra, Schwann propone una Theorie der zellen esto es, una teoría de las células o más bien teoría de los organismos. En ella, expone dos concepciones opuestas, la teleológica que sostiene la existencia de una fuerza que, en virtud de una idea previa, reúne a las moléculas del modo más idóneo para llegar a un fin determinado; esta fuerza seria analogable al anima y sería diferente a las de naturaleza inorgánica. La otra concepción sería la física, para la cual las fuerzas internas del ser viviente coinciden con las de la naturaleza y actúan a ciegas, según las leyes de la necesidad, sin influencia de ninguna finalidad, por ello serían analogables a las fuerzas fisicoquímicas. Obviamente, el cofundador de la teoría celular se adhiere a la última y rechaza todo tipo de animismo. De acuerdo a tal visión, cada parte elemental y singular, cada célula, posee una fuerza independiente, podría decirse una vida independiente, de tal modo que el organismo subsiste como un todo sólo a través de la wechselwirkung, de la acción recíproca de las células, donde una parte elemental elabora la sustancia que otra necesita para su nutrición. Con base en todo ello, Schwann concluye: \"Hemos visto que todos los organismos están compuestos de partes esencialmente iguales, a saber, de células; que estas células se forman y crecen de acuerdo con las mismas leyes en esencia; que, por tanto, estos procesos deben ser producidos por las mismas fuerzas. Ahora encontramos que cada una de estas partes elementales, que no se diferencian de las restantes, pueden crecer separadas del organismo y autónomamente, por lo que podemos concluir que también cada una de las restantes partes elementales, cada célula, posee ya en sí la fuerza para atraer nuevas moléculas y para crecer; que, por consiguiente, cada parte elemental posee una fuerza peculiar, una vida independiente en virtud de la cual estaría en condiciones de desarrollarse autónomamente cuando le son ofrecidas las condiciones externas bajo las que se encuentra el organismo\". La intencionalidad teórica de Schwann, resulta mucho más ambiciosa que la de Schleiden. A partir de su relación con Müller, buscaba construir una fisiología científica, tratando de entender las propiedades físicas y químicas de los fenómenos vitales, en contraposición a la idea de una fuerza vital de carácter sobre- natural; de ahí, el valor de encontrar la esencia de la unidad común a todos los seres vivos; hay pues un claro rechazo al vitalismo animista. Así lo escribiría en 1878, pues si lograba de- mostrar que el núcleo de las células de la cuerda dorsal tiene la misma participación que el de los vegetales: \"Se deduciría de ello, en efecto, merced a la identidad de fenómenos tan característicos, que la causa que produce las células de la cuerda dorsal no puede ser diferente de la que da origen a las células vegetales. Habría desde entonces en el animal un órgano, la cuerda dorsal, compuesto de partes elementales que poseen su vida propia, que no dependen de una fuerza común del organismo. Ello sería por tanto, todo lo contrario de la teoría generalmente admitida para los animales, según la cual una fuerza común construye al animal a la manera de un arquitecto\". En resumen, la teoría celular en la formulación de Schwann (que comprende lo propuesto por Schleiden) sostiene que: a)La célula es la unidad morfológica (estructural) de los seres vivos. Todos los seres vivientes están constituidos por células y productos celulares, ya sean células simples o en asociación. b) Las células se forman por diferenciación de una sustancia fundamental (blastema) que conduce a la formación del núcleo (citoblasto), fuera de células, o bien en el interior de células de manera endógena. C) Toda célula posee la capacidad de tener vida independiente y aunque cada una de ellas es influida e influye en sus vecinas, la vida de la totalidad del organismo es producto, más no causa, de la vida de cada célula en lo individual. De todo ello se desprende que la célula es la unidad corporal mínima саpaz de tener vida independiente. A partir de este momento, como escribiera François Jacob, \"el organismo ya no puede ser considerado como una estructura monolítica, una especie de autocracia cuyos poderes escapan a los individuos que ella gobierna. Se convierte en un estado celular, una colectividad en la que (tal como dijo Schwann), cada célula es un ciudadano. Pese a estar construidas según un mismo plan, las diferentes células de un organismo adoptan tipos distintos y cumplen funciones diferentes según el tejido de que forman parte; cada tipo ejecuta alguna misión en interés de la comunidad. En la colectividad celular existe un reparto de tareas y una división del trabajo. La existencia de un ser es el resultado de cooperación de sus partes. Si el organismo determina las condiciones de su propia existencia, no es por ello su causa\". Si bien la teoría celular surge con un presupuesto erróneo el que las células se forman mediante acreción por condensación del citoblastema la definición de los demás postulados fundamentales sigue siendo vigente, y la conceptualización establecida con posterioridad se origina al agregar el planteamiento formulado por **Rudolf Virchow** en 1858 Omnnis vita et vita, omnis cellula et cellula, esto es, toda vida proviene de la vida como toda célula proviene de la célula, con lo cual se establece que la célula no sólo es la unidad anatómica y fisiológica, sino la unidad de origen de todos los seres vivos. Si había potentes microscopios en aquella época, ¿cómo es posible que hayan podido aceptar que la célula se forma a partir del nucleolo y no por división? Con toda su capacidad, los creadores de la teoría celular se equivocaron en lo referente al tercer postulado de la propia teoría en su versión actual, la unidad de origen. Ésta es una muestra más de que la observación y la experimentación no bastan para generar los conceptos biológicos, siendo la biología una construcción racional. **La filosofía de la naturaleza y el romanticismo alemán** De acuerdo con Nordenskiöld en su Evolución histórica de las ciencias biológicas, al final del siglo XVIII e inicios del XIX existen en Alemania dos concepciones filosóficas en relación con nuestro campo de estudio: La filosofía de la ilustración y el romanticismo. La filosofía de la ilustración puede definirse como \"una concepción de la vida que entiende la existencia como un juego de fuerzas únicamente materiales\"; en esta vertiente se ubica el conjunto de interpretaciones mecanicistas. Un excelente ejemplo representativo de la vertiente mecanicista de la ilustración se encuentra en la obra L\'Hom- me machine (El hombre-máquina), escrito en Francia en 1748 por J.O. de La Mettrie, donde va más allá del pensamiento cartesiano al plantear que no sólo los animales son una máquina, sino también el hombre\". En Alemania, esta concepción tiene como uno de sus más importantes representantes a Holbach, autor de la obra Système de la nature. En contra del mecanicismo, hubo reacciones de diversos órdenes, pero una de las más importantes fue la del romanticismo. El romanticismo por su parte pretende entender \"los fenómenos naturales como expresión de la operación de los poderes espirituales\". Niega que el hombre y todos los seres vivientes puedan reducirse a una maquinaria. El gran filósofo **Imanuel** **Kant** (1724 a 1804), se opone a la visión mecanicista, y su filosofía crítica influirá en el surgimiento del romanticismo, sin que por ello pueda considerársele como parte de este concepto. En concordancia con su visión del proceso del conocimiento, consideraba \"que el mundo sea realmente un mecanismo, por mucho que pueda parecer serlo, sigue siendo indemostrable en último término\". Él afirmaba que la mente es algo activo, creativo, que nuestro conocimiento acerca del mundo es una propiedad del observador y no de lo observable, tal como planteó Copérnico para nuestra percepción del movimiento del firmamento. Esto conduce a proponer una ciencia natural de carácter racional y especulativo, que parte del reconocimiento a priori de la existencia de la realidad objetiva. Entre sus obras se encuentra la Historia general de la naturaleza y teoría del firmamento (1755), donde aporta una explicación acerca del origen del sistema solar, anterior a aquella planteada por Laplace en Francia. Además concibe la idea de un plan corporal que al tornarse complejo, da origen a los distintos tipos de animales. Estas dos cuestiones tendrán un enorme impacto en las aportaciones que los románticos Goethe y Oken realizarán tanto a la anatomía comparada como a la teoría celular. La filosofía romántica tiene como precursor a **Johann Gottfried Herder** (1744 a 1803), quien plantea que todos los seres vivos han sido creados según un plan común; sus diversas características corresponden a las peculiares funciones de la vida, que finalmente alcanzan plena perfección en el hombre. Para él, domina la naturaleza un sólo y constante espíritu. A **Johann Gottlieb Fichte** (1762 a 1814), se le considera como un pensador puramente romántico; fue profe- sor en la Universidad de Jena y maestro de Schelling. La conciencia o el Yo \"das ich\" es la única cosa que existe verdaderamente y por medio de su función puede dar origen a la existencia fuera de sí misma. El Yo, al volver sobre sí mismo puede descubrir en su fondo el absoluto divino, fuente única de todo cuanto existe. Fichte, fue uno de los impulsores del nacionalismo colectivista en Alemania y durante las invasiones napoleónicas proclamó la idea de una Alemania unida y poderosa con la misión de dirigir al mundo civilizado; este modo de pensar en lo político, se encuentra directamente ligada a la manera de concebir la naturaleza como conjunto armónico. Para **Friederich Wilhem Schelling** (1755 a 1854), la filosofia de la naturaleza es el primer paso de una totalidad mayor que culmina en el arte. Diluye al hombre en la naturaleza y el arte es la representación máxima del devenir del mundo. \"La naturaleza del espíritu humano es la última clave explicativa de la naturaleza sin más\"\", \"Nosotros no conocemos a la naturaleza, pero la naturaleza existe a priori\". De donde resulta que la ciencia natural se ha transformado en filosofia deductiva y demostrativa. Schelling no coloca al espíritu por encima de la naturaleza, por el contrario, afirma la identidad del espíritu y la naturaleza, que constituyen en conjunto lo que él denomina el alma del mundo. Considera que la naturaleza presenta oposiciones entre lo heterogéneo y lo homogéneo. Esta polaridad universal le permite establecer incesantemente el equilibrio gracias al desequilibrio permanente, mecanismo que es fuente de toda vida. Una fuerza impulsa a la naturaleza hacia adelante, otra la frena, curvándola en círculo, devolviendo el movimiento a su fuente: ésta es el alma del mundo. Mientras que en el pensamiento de la ilustración, se enfatiza en la comprensión critica, analítica y científica, los románticos exaltaron el poder de la imaginación creadora y la participación del sentimiento y la intuición. El romanticismo busca un dominio unificado de la realidad y de la experiencia como un todo. Para su visión, \"la naturaleza también está viva, no es un mecanismo muerto que se pueda pesar o medir\", \"El Romanticismo se caracteriza por el sentimiento y la nostalgia de lo infinito. Las ideas sobre la naturaleza y sobre la historia de la humanidad se fundían al ser consideradas como dos manifestaciones de la vida infinita, como aspectos de una especie de poema divino. La idea de la vida infinita era el factor unificador de la visión romántica del mundo\". El romanticismo concebía en la totalidad infinita de una manera fundamentalmente estética, como un todo orgánico en el que el hombre podía sentirse como individuo, esto es, podía alcanzar esta unidad más bien por la intuición y la sensación\". En el idealismo alemán encontramos una enorme confianza en el poder, la razón humana y el alcance de la filosofia. En el terreno del arte, el romanticismo se entiende como la búsqueda de la creación y no sólo la copia o re- producción de los modelos estéticos considerados como clásicos, esto es, los que se basan en las ideas e imágenes grecorromanas. La palabra procede de romance, esto es, de la conjunción de la cultura de los romanos con las expresiones propias de los pueblos colonizados por ellos, como en este caso el germano. **La célula después de** **Schleiden y Schwann** En los tres siguientes decenios, deberá rectificarse y precisarse el concepto de célula hasta alcanzar su forma actual, gracias a los trabajos de Purkinje, Dujardin, Nägeli, von Mohl, von Siebold, Henle, Max Schultz, Haeckel, Kölliker, Remak, Virchow y muchos más, que se abocan de inmediato a la resolución de los enigmas del nuevo paradigma. Paralelamente a lo que sería la constitución de la teoría celular, en 1839, Jan **Evangelista Purkinje** (1787 a 1869) acuña el término protoplasma, el cual procede de la teología, pues a Adán se le llamaba protoplasto. Cabe resaltar que en trabajos previos, este gran sabio checoslovaco se anticipó a la visión de Schleiden y Schwann, aunque careció de la contundencia y precisión que ellos tuvieron. Ya con posterioridad al enunciado de la teoría celular, en 1841, **Felix Dujardin** da el nombre de sarcoda al contenido de la célula, material que otros investigadores habian caracterizado como una gelatina viviente. **Karl von Nägeli** (1817 a 1891), buscó aclarar el origen de las células y entre 1842 y 1846, expuso argumentos para cuestionar la idea de que el cito- blasto (núcleo) genera mediante acreción a las nuevas células, abriendo la perspectiva para la comprensión posterior de la reproducción celular. **Hugo von Mohl** (1805 a 1872), utilizó en 1846 el término protoplasma para designar al material mucilaginoso granular que se halla rodeado de la membrana celular, fue quien generalizó el uso de ese término. En 1845, **Carl Theodor Von Siebold** (1804 a 1884) definió formalmente a los protozoarios como animales constituidos por una sola célula, ya bajo los auspicios del nuevo paradigma \"la teoría celular\", también describió los cilios en el epitelio de los animales superiores y en 1849 consideró que el desarrollo era consecuencia de la división celular del huevo. **Jacob Henle** (1809 a 1885), discípulo de J. Müller, es autor de un texto de Anatomía general que es el primer manual histológico basado en la citología y por en- de en el concepto de célula, sosteniendo la teoría del citoblastema. Su texto, es decir de Nordenskiöld, la obra más original al respeto desde los tiempos de Bichat. La concepción de Henle consistirá en una construcción más elevada, una con- sideración global del organismo tal como pedía Schwann y admitían los vitalistas, pero basada en el conocimiento científico de la morfología y fisiología de los tejidos. **Max Schultze** (1825 a 1874), será el primero que defina la célula como una masa de protoplasma provista de núcleo. Realizó la síntesis de las ideas de proto- plasma, protozoario y huevo. **Ernest Haeckel** (1834 a 1919), incorporó el concepto de célula a su visión filo- genética y evolucionista, y percatándose de las dificultades que surgían al tratar de separar el reino animal del vegetal en 1866, introdujo un tercer reino el Protista que incluiría a los organismos unicelulares y los considerados como animales y plantas inferiores. **Albecht Kölliker** (1817 a 1905), discípulo de Oken, Müller y Henle, aplicó la teoría de Schleiden y Schwann al desarrollo embrionario de los animales, consideran- do en 1844 que el huevo de los mamíferos (descubierto realmente en 1827 por von Baër) era una sola célula y que el desarrollo resultaba a raíz de su división celular, idea que luego Siebold retomó en 1849, de igual manera que Remak en 1852. Siendo un excelente microscopista, estableció que la histología es una disciplina separada de la citología. Más adelante en 1856, es Kölliker quien precisa que el proceso de división de la célula se centra en el núcleo y a través de una atracción molecular y no por la acción de fuerzas químicas actúa sobre la célula, consiguiendo una partición que por lo general es siempre en dos. Kölliker, también describe las mitocondrias en células muscula- res, y es quien establece en 1860 que el elemento masculino o espermatozoide también es una célula. **Robert Remak** (1815 a 1865), también discípulo de Müller, asentó el hecho de que en la vida embrionaria, los nervios se construyen en forma de fibras que crecen partiendo de las células nerviosas. Probó que el huevo es una célula que se divide en nuevas células y que dicha división comienza en el núcleo. Este tipo de planteamientos resultan una muestra del poder de un paradigma para generar nuevos campos de explicación, así como de su capacidad de respuesta a problemas no resueltos, tal es el caso del problema de la generación de los seres, cuyo correcto planteamiento y resolución requerían de la teoría celular. **Rudolf Virchow** (1821 a 1902), enfocado a la patología, escribe en 1858 el texto Cellular pathologie, donde analiza enfermedades y tejidos afectados desde el punto de vista de la formación y estructura de células, haciendo algo similar a la obra de Kölliker para los tejidos normales. En su asimilación de la teoría celular, sostiene que \"si el cuerpo puede ser considerado como un estado en el que cada célula es un ciudadano, la enfermedad sería algo así como una guerra civil, un conflicto de ciudadanos desencadenado por la acción de fuerzas externas\". Es en su libro, donde queda definido con precisión el postulado de la célula como unidad de origen, independientemente de que Remak y Kölliker se habían adelantado a él. Así, Virchow escribe: \"Donde nace una célula debe haber nacido otra célula, de la misma manera que un animal no puede proceder sino de otro animal, y una planta no puede proceder sino de otra planta. Así pues, en la serie completa de los vi- vos rige una eterna ley de desarrollo continuo. No hay discontinuidades, ni se puede rastrear en sentido retrógrado ningún tejido desarrollado sin llegar a una célula\". Lo cual ha quedado plasmado en el famoso aforismo omnis cellula e cellula. **El paradigma establecido** En términos de la estructura de la ciencia, podemos percatarnos que después de la revolución científica operada por Schleiden y Schwann, entramos en una etapa de rápida acumulación de información, pero ya bajo la tutela de un paradigma, todos los descubrimientos y aportaciones que hemos anotado en esta última parte ya no son contradictorios, posee congruencia, nos encontramos pues ante una etapa de ciencia normal, consecutiva al periodo de ciencia extraordinaria que condujo al primer enunciado de la teoría celular. Para finalizar, podemos recordar las palabras de Ernest Haeckel, quien en 1904 sostenía: \"desde mediados del siglo XIX la teoría celular se considera generalmente y con razón como una de las teorías biológicas de mayor peso; todo trabajo anatómico e histológico, fisiológico y ontogénico se debe apoyar sobre el concepto de célula como sobre el de organismo elemental\". Así fue como se valoró el impacto de la teoría celular en los albores del surgimiento de la biología como ciencia. Como Jean Rostand ha escrito sabiamente en su Introducción a la historia de la biología: \"Las repercusiones de la teoría celular serán inmensas en todos los terrenos. Sustituyendo un sólo elemento constitutivo, la célula, a los 21 elementos o tejidos que, según Bichat formaban los materiales del organismo, abría perspectivas completa- mente nuevas a los fisiólogos y médicos que, en adelante, siguiendo el ejemplo de Claude Bernard, se esforzarán por explicar los fenómenos normales o patológicos del organismo por las propiedades de los elementos celulares. Revelando una secreta afinidad entre todos los seres vivos, esta teoría preparaba el camino (como señala Nordenskiöld) al próximo triunfo de la idea transformista\". He aquí el proceso que nos llevó al establecimiento del primero de los paradigmas globales que condujo a la constitución de la biología como ciencia.