UD3. HAI UN BICHO DENTRO DE MI - Act 1: A INFECCIÓN PDF
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This document discusses infectious diseases, their characteristics, and spread. It covers topics such as the importance of communicable diseases, causative agents, contagiousness, infectivity, pathogenicity, and virulence. It also details the epidemiological chain and transmission mechanisms in infectious diseases.
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UD3. HAI UN BICHO DENTRO DE MI - Act 1: A INFECCIÓN Las enfermedades infecciosas son enfermedades en las que la característica básica es que existe un agente necesario, único, exógeno y capaz de reproducirse, es decir, un organismo vivo. Su epidemiología será simplemente el estudio de los factores q...
UD3. HAI UN BICHO DENTRO DE MI - Act 1: A INFECCIÓN Las enfermedades infecciosas son enfermedades en las que la característica básica es que existe un agente necesario, único, exógeno y capaz de reproducirse, es decir, un organismo vivo. Su epidemiología será simplemente el estudio de los factores que ponen en relación el agente causal con el huésped susceptible. Importancia de las Enfermedades transmisibles (ET): Desde hace unos 150 años la mayoría de las enfermedades transmisibles ha ido disminuyendo en cuanto a su incidencia y letalidad en el mundo civilizado. Esta disminución se debe a la mejoría de las condiciones higiénicas personales, a una mejor nutrición y vivienda, y al empleo de medios de desinsectación, desinfección, vacunación y antibioterapia. La situación mejoró de tal manera en el segundo tercio del siglo XX, que se pensó que se erradicarían la mayor parte de las enfermedades transmisibles en breve plazo. Así ocurrió en 1977 con la Viruela, y se pensaba acabar en breve con la Poliomielitis. Sin embargo, las ETS aumentan cada vez más, y aparecen nuevas y temibles enfermedades como el SIDA, el Ébola, el COVID, la Criptococosis,.... Además, enfermedades casi desconocidas como la Toxoplasmosis o el Herpes experimentaron un gran auge. Agente Causal: Se define como “el elemento, sustancia o fuerza animada o inanimada cuya presencia o ausencia puede, al entrar en contacto efectivo con un huésped humano susceptible y en condiciones ambientales propias, servir de estímulo para iniciar o perpetuar el proceso de la enfermedad” En las ET el agente se caracteriza por ser un organismo vivo capaz de multiplicarse. Es condición sine qua non pero no suficiente ya que se requieren además los mecanismos de transmisión y el huésped sensible. En el agente etiológico hay que distinguir: 1. contagiosidad 2. infectividad 3. patogenicidad 4. virulencia Contagiosidad: Es la capacidad del agente causal de propagarse. Se expresa por la tasa de contagiosidad que es: Nº de casos de enfermedad en un brote x 100 (ó x 1.000) Población expuesta Infectividad: Es la capacidad del agente causal de instalarse y multiplicarse en los tejidos produciendo o no enfermedad. En general, se mide mediante el número mínimo de partículas infecciosas necesarias para producir una infección. La infectividad es elevada en el sarampión y la varicela, y baja en la lepra. La dosis infectante es también una circunstancia epidemiológica muy importante. Para que produzca una infección se necesita la entrada de un cierto número de microorganismos, bien para que por acción sumatoria logren vencer las defensas orgánicas o tal vez para aumentar estrictamente las probabilidades de que entre al menos un infectante, o lo que es más probable por ambos mecanismos. Patogenicidad: Es la capacidad para provocar enfermedad en los infectados, en el hombre o en el animal de experimentación. La patogenicidad depende del número de agentes que entran, de la capacidad de colonizar, penetrar, multiplicarse, invadir y lesionar al huésped y, en relación inversa, de la resistencia específica e inespecífica. Se valora por la tasa de patogenicidad, que es Nº de infectados que enferman x 100 ( ó x 1.000) Nº total de infectados Virulencia: Supone la gravedad del grado de patogenicidad del agente causal. Así el virus del sarampión es muy patogénico (pues produce casi siempre enfermedad) pero poco virulento. Se evalúa por la determinación de la dosis letal en sus diversas variantes (cada vez se usa más la Dosis Letal Media (DL50)) indica la cantidad mínima de microorganismos patógenos que producen muerte al 50 % de la población estudiada Los fenómenos transmisibles, se pueden caracterizar mediante el número de reproducción (R) o número de casos secundarios producido por cada caso en un determinado estadio de la epidemia. R es máximo al inicio de la epidemia, cuando la población es totalmente susceptible (R = R0) y disminuye a medida que se genera inmunidad en la población CADENA EPIDEMIOLÓGICA: Es el conjunto de tres o cuatro factores que serían los eslabones de la cadena que determina la transmisión. Éstos son: reservorio fuente (a menudo es el mismo reservorio) mecanismo de transmisión huésped susceptible No siempre actúan del mismo modo los diversos componentes de la cadena epidemiológica. Por ejemplo, un animal puede ser fuente en unos casos y reservorio en otros. El suelo puede ser reservorio de dermatofitias y mecanismo de transmisión de áscaris. Reservorio: Es la fuente primaria de infección o “fuente de infección sensu estricto”. Es el ser animado o inanimado en el que el agente etiológico se reproduce y se perpetúa durante un período de tiempo relativamente largo en un ambiente natural. Cuando se trata del suelo se llama reservorio adicional o de depósito. Fuente: Es el ser animado o inanimado desde donde pasa el agente etiológico al huésped. El hombre es la fuente de infección más importante, y las características del enfermo en cuanto fuente de infección son: El microorganismo debe poder salir del enfermo Hay enfermedades en las que el enfermo es fuente de infección durante el período clínico, pero en otros la transmisión comienza ya durante el período de incubación. Los tratamientos específicos pueden reducir mucho la duración de la contagiosidad. La forma clínica de la enfermedad está en relación con la cantidad de microorganismos quese eliminan. Las formas graves de enfermedad suelen ser más peligrosas que las leves. La vía de eliminación depende de la puerta de entrada y de la localización, en la evolución de la enfermedad. ▪ por vía respiratoria a través de las gotas de Pflugge (catarros, la gripe) ▪ por esputos (tuberculosis) ▪ por secreción nasal (la coriza y la lepra) ▪ por secreción amigdalina (la amigdalitis) ▪ por vía digestiva con las heces (tifoidea, disentería) ▪ por vía cutánea (piodermatitis) ▪ por secreción conjuntival (el tracoma) ▪ por sangre a través de vector activo (mosquito) o pasivo (jeringuilla) ▪ por secreciones genitourinarias y orina (brucelosis y venéreas) Portador: Es la persona que sin padecer signos ni síntomas de infección elimina microorganismos por sus secreciones. Supone un estado de equilibrio y tolerancia entre el agente y el huésped por la presencia en éste de mecanismos de competencia o de inmunidad. Hay que distinguir los siguientes tipos: Portador sano, que es el portador sensu estricto. Son personas sanas que por falta de susceptibilidad están colonizados pero no infectados por un microorganismo que eliminan. Portador precoz es aquel que elimina el microorganismo antes de que aparezca la enfermedad que está incubando. Por ejemplo 10-15 días antes de aparecer la fiebre los que enfermarán de tifoidea eliminan por heces Salmonella typhi. Portador convaleciente es aquella persona que ha padecido una enfermedad infecciosa, de la que está curado clínicamente. Suele ponerse el límite en 3 meses, a partir de los cuales se denomina Portador crónico. Portador pasivo o contacto que es la persona susceptible que ha estado en relación con un caso de ET o con portadores. Mecanismos de Transmisión: Son el conjunto de medios y sistemas que facilitan el contacto del agente infectivo con el sujeto receptor. Los mecanismos de transmisión dependen de: la vía de eliminación. Cuando el agente no tiene una salida normal, es decir, está en la sangre, (por ejemplo, hepatitis B y SIDA) han de buscarse una salida al exterior. la resistencia del agente etiológico en el medio exterior. Hay microorganismos muy resistentes que persisten largo tiempo en el suelo como el bacilo de Koch, y otros que sólo se transmiten por contagio directo. la puerta de entrada A) Transmisión directa: Es el auténtico “contagio” o pase de una ET de la fuente de infección al sano susceptible por una relación inmediata sin interferencias en ningún elemento. Tienen este mecanismo de transmisión los microorganismos poco resistentes en el medio exterior. Los mecanismos de transmisión directa son muy variados: A.1) Mordeduras como la rabia, o arañazos. A.2) Por contacto físico A.2.1) Por vía sexual: enfermedades venéreas, candidiasis, tricomonas, SIDA. A.2.2) Por contacto entre mucosas como el beso: mononucleosis infecciosa. A.2.3) Transmisión intraparto: opthalmia neonatorum por gonococos de la vagina de la madre. A.2.4) Intraplacentaria: toxoplasmosis, rubeola, sífilis,... A.2.5) Transmisión holodáctila o por mano contaminada A.3) Por medio del aire Los microorganismos que tienen como vía de salida el aparato respiratorio pueden contaminar el aire a través de las gotitas de Pflügge (de más de 150 μ de diámetro que llevan microorganismos de la cavidad oral y rápidamente caen al suelo) y gotas de Wells (de diámetro menor que se evaporan en el aire en menos de 1 seg. y dejan suspendidas en él uno o unos pocos microorganismos que pueden producir la infección) No existe contacto directo pues, entre fuente y huésped, se interpone el aire. Es la vía de transmisión de enfermedades más frecuente. Las características generales de las infecciones transmitidas por vía aérea son las siguientes: son virus (gripe, catarro, varicela,...) o bacterias. Rara vez son protozoos (Pneumocistis carinii) en general la fuente de infección es el hombre. su difusión depende del movimiento del aire en los locales provocados por las diferencias de temperatura entre habitaciones y pasillos formando el llamado “efecto stock” su epidemiología depende mucho de factores ambientales, especialmente de la temperatura y humedad atmosférica. Muchas infecciones se presentan más en invierno y otoño. B) Transmisión indirecta: Se le llama también contagio indirecto, y se produce cuando hay separación en el tiempo y la distancia entre la fuente de infección y el sujeto susceptible. Existen entre ambos, seres animados (animales o artrópodos) o inanimados (alimentos, agua o fómites). Está muy directamente relacionada con la contaminación, equivalente a infiltración e inmundicia. B.1) Por medio del agua: El agua se puede contaminar desde el suelo contaminado a su vez. Al ser bebida o usada para regar verduras de consumo crudo puede transmitir una serie de enfermedades denominadas hídricas. También puede ocurrir a través de utensilios de comida contaminados por el agua, y alcanzan su máxima importancia cuando contaminan la red de abastecimiento. B.2) Por la contaminación de alimentos Muchas bacterias no sólo se conservan en los alimentos sino que pueden multiplicarse en ellos. Así vemos ejemplo de ello en: la leche que puede transmitir zoonosis como la brucelosis, tuberculosis, salmonelosis,... los moluscos como las ostras pueden provocar fiebres tifoideas graves pues concentran el agua del mar y mantienen los gérmenes en altas concentraciones. las carnes y pescados pueden transmitir importantes infecciones (en países como Egipto el 60% de la carne está infectado por Shigellas transmitidas por las moscas sobre la carne del mercado) los vegetales también pueden transmitir infecciones hídricas al regarlos B.3) Por los Fómites Los fómites son “seres“ inanimados que transmiten infecciones. Los más importantes son los de uso doméstico, siendo esenciales en la infección hospitalaria: cubiertos, vajillas, vasos, ropa, útiles de afeitar, bolígrafos, billetes, juguetes,... B.4) Por el suelo Al suelo pueden llegar la mayoría de los agentes patógenos, sin embargo es un mal medio de crecimiento de los mismos. Sin embargo algunos viven en el suelo como ciertos histoplasmas y los organismos esporulados (tétanos, carbunco, gangrena gaseosa,...) B.5) Por los baños Es importante en algunas enfermedades como la Legionelosis y algunos brotes tifoideos. B.6) Por los aparatos que forman aerosoles Estos aparatos son cada vez más usados y pueden transmitir enfermedades. Se engloban las centrífugas de laboratorio, los aspiradores, las batidoras de cocina, duchas de pulverización, los ordenadores, … Huésped susceptible: La susceptibilidad es condición necesaria para que el ser humano se convierta en huésped y se afecte. Depende de múltiples factores como: la edad el sexo la raza los hábitos sociales MODO DE PRESENTACIÓN DE LAS ENFERMEDADES TRANSMISIBLES: Las ET pueden presentarse de las siguientes formas: Presentación esporádica: Se denomina así cuando en su incidencia no influyen ni el tiempo ni el lugar, es decir, ocurren aisladamente. Endemias: Cuando la enfermedad se presenta con una incidencia relativamente constante en una comunidad geográfica o de otro tipo. Suele aceptarse que un área es endémica cuando se presenta la enfermedad como mínimo 8 meses al año. Los casos clínicos no suelen ser explosivos y la letalidad suele ser uniforme. Los casos clínicos suelen ir haciéndose cada vez más benignos. Endoepidemias: Es una endemia en la que se dan de vez en cuando brotes que aumentan notoriamente el nivel de incidencia. La exacerbación puede ser anual, estacional,... Epidemias: Se definen como el aumento natural de la incidencia habitual de una enfermedad transmisible en una comunidad dada, que plantea un problema sanitario. Pueden provocar un aumento de la morbilidad, una alta mortalidad y/o una conducta de la población alterada: pánico, desesperación,… TIPOS DE AGENTES INFECCIOSOS: Las enfermedades infecciosas son un importante problema de salud en todo el mundo, a pesar de la disponibilidad de vacunas y antibióticos eficaces. La gripe y la neumonía representan de forma combinada la octava causa de muerte en países tan desarrollados como EE.UU. o Europa La situación se agrava en países de baja renta per cápita, donde las infecciones de las vías respiratorias bajas, el VIH y las diarreas son las tres principales causas de muerte, mientras que el paludismo y la tuberculosis se encuentran entre las 10 primeras. Las enfermedades infecciosas son una causa de enfermedad especialmente importante entre los niños, los ancianos, las personas con enfermedades debilitantes crónicas e inmunodeficiencias adquiridas o hereditarias (p. ej., sida) y en los enfermos tratados con inmunodepresores. Los agentes infecciosos pertenecen a una amplia variedad de clases y se presentan con un diversificado espectro de tamaños, desde agregados de proteínas priónicas de menos de 20 nanómetros a Tenias de hasta 10 metros de longitud. Priones Los priones están compuestos por formas anómalas de varias proteínas denominadas proteínas priónicas (PrP). Estos agentes causan encefalopatías espongiformes transmisibles, como el kuru (que se asocia al canibalismo), la enfermedad de Creutzfeldt-Jakob (ECJ) hereditaria o esporádica, la encefalopatía espongiforme bovina (EEB) (conocida por todos como la enfermedad de las vacas locas) y la enfermedad de Creutzfeldt-Jakob variante (ECJv) (probablemente transmitida al ser humano mediante el consumo de carne de ganado infectado de EEB). Normalmente, las PrP se encuentran en las neuronas. Virus Los virus son parásitos intracelulares obligados que dependen de la maquinaria metabólica de la célula huésped para su replicación. Están formados por un genoma de ácido nucleico rodeado por una cubierta proteica (denominada cápside) que, en ocasiones, se encuentra revestida por una membrana lipídica. Los virus se clasifican en función del ácido nucleico de su genoma (ácido desoxirribonucleico [ADN] o ácido ribonucleico [ARN], pero no ambos), de la forma de la cápside (icosaédrica o helicoidal), de la presencia o ausencia de una cubierta lipídica, de su modo de replicación, de su tipo de célula de elección para su replicación (o tropismo ) o del tipo de patología que causan. Bacterias Las bacterias son procariotas, lo que significa que tienen membrana celular, pero carecen de núcleos u otros orgánulos delimitados por membranas. La mayoría de ellas están rodeadas por una pared celular formada por peptidoglucanos, que rodean la membrana celular. Las bacterias sintetizan su ADN, su ARN y sus proteínas, pero dependen del huésped para disponer de condiciones de crecimiento favorables. Hongos Los hongos son eucariotas con gruesas paredes celulares constituidas por hidratos de carbono complejos. Pueden causar infecciones superficiales (afectan a la piel, al pelo y a las uñas) o profundas, que pueden diseminarse a nivel sistémico e invadir los tejidos destruyendo órganos vitales en huéspedes inmunodeprimidos, si bien normalmente se resuelven o quedan latentes en huéspedes sanos. Los hongos se dividen en endémicos y oportunistas. Los primeros son especies invasivas que normalmente se limitan a regiones geográficas concretas; los oportunistas (p. ej., Candida, Aspergillus, …), por el contrario, son microorganismos ubicuos (están en todos lados) que colonizan a los sujetos o se encuentran en fuentes del entorno, pero no ocasionan enfermedades graves en los individuos sanos. Protozoos Los protozoos son eucariotas unicelulares que suponen una causa importante de enfermedad y muerte en los países en vías de desarrollo. Pueden reproducirse intracelularmente, dentro de distintos tipos de células (p. ej., Plasmodium en los eritrocitos, Leishmania en los macrófagos), o extracelularmente, en el aparato urogenital, en el intestino o en la sangre. Helmintos Los helmintos son microorganismos multicelulares muy diferenciados que siguen un ciclo vital complejo. En su mayor parte, alternan entre la reproducción sexual en el huésped definitivo y la multiplicación asexual en el huésped intermedio o vector. Por tanto, en función de las especies, las personas pueden albergar gusanos adultos, formas en etapas inmaduras o formas larvarias asexuadas. Cuando los gusanos adultos establecen su residencia en el ser humano, normalmente no se multiplican, sino que ponen huevos o larvas que suelen ser eliminados a través de las heces. A menudo, la gravedad de la enfermedad es proporcional al número de microorganismos infectantes; por ejemplo, una carga de 10 anquilostomas se asocia a una enfermedad leve o sin signos clínicos, mientras que 1.000 anquilostomas consumen suficiente sangre como para causar una anemia intensa. RESPUESTA DEL ORGANISMO A LA INFECCIÓN: Los seres vivos poseen diferentes mecanismos para defenderse de las infecciones con varias líneas de defensade especificidad creciente. 1. Las más simples son las barreras externas,que evitan que patógenos como bacterias y virus entren en el organismo. 2. Si un patógeno penetra estas barreras,el sistema inmunitario innato ofrece una respuesta inmediata, peronoespecífica. El sistema inmunitario innato existe en todas las plantas y animales. 3. Sin embargo, si los agentes patógenos evaden la respuesta innata, los vertebrados poseen una tercera capa de protección, que es el sistema inmunitario adaptativo. Aquí el sistema inmunitarioadapta su respuesta durante la infección para mejorar el reconocimiento de la gente patógeno.La informacións o breestar espuesta mejorada se conserva aún después de que el agente patógenoes eliminado, bajo la forma de memoria inmunológica, y permite que el sistema inmune adaptativodes en cadene ataques más rápidos y más fuertes si en el futuro el sistema inmune detecta este tipo de patógeno MECANISMOS INESPECÍFICOS ; EXTERNOS: PRIMERA BARRERA DE DEFENSA Las barreras externas se encuentran delimitando nuestro organismo en contacto con el exterior. Son barreras físicas, químicas o biológicas. Se caracterizan por ser inespecíficas (actúan sobre cualquier tipo de germen) e innatas. Constituyen la primera línea defensiva. Estas barreras son: Físicas. Los epitelios, externos, como la epidermis de la piel, e internos, como los que tapizan el tubo digestivo, que funcionan como un muro, debido a lo unidas que se encuentran sus células. Las mucosas, que envuelven estructuras que están abiertas al exterior, como la boca, el ano o la vagina. El mucus producido en estas zonas impide la fijación de microorganismos a sus paredes. Químicas. Determinadas secreciones que destruyen o impiden el desarrollo de microorganismos, como el cerumen de la oreja, la saliva, el sudor, las secreciones ácidas de la vagina o del estómago, o la lisozima de las lágrimas. Biológicas: La flora microbiana, alojada en la boca, en el intestino o la vagina, que impide el desarrollo de hongos o bacterias ajenos a esta flora. MECANISMOS INESPECÍFICOS INTERNOS: SEGUNDA BARRERA DE DEFENSA A) Componentes celulares inespecíficos: Granulocitos o polimorfonucleares: Son glóbulos blancos que presentan un núcleo lobulado y numerosas granulaciones en su citoplasma. Debido a su distinto comportamiento frente a técnicas de coloración se distinguen tres tipos: Neutrófilos, eosinófilos y basófilos. 1. Neutrófilos: Se tiñen con colorantes neutros. Son los primeros en llegar al lugar de la infección. Fagocitan restos celulares, bacterias, etc. Son las células más numerosas e importantes de la respuesta inmunitaria innata. 2. Eosinófilos: Se tiñen con colorantes ácidos como la eosina. Intervienen en procesos de parasitosis (infestaciones) y fagocitan inmuno-complejos. 3. Basófilos: Se tiñen con colorantes básicos. Liberan sustancias vasoactivas (histamina=vasodilatador y heparina=anticoagulante) e intervienen en procesos alérgicos. MECANISMOS INESPECÍFICOS INTERNOS: SEGUNDA BARRERA DE DEFENSA A) Componentes celulares inespecíficos: Monocitos: Son células grandes sin granulaciones citoplasmáticas y con un núcleo en herradura. Tienen un Golgi muy desarrollado y muchos lisosomas. Cuando migran de los capilares (por una infección) hacia los tejidos, aumentan de tamaño y de capacidad fagocítica, convirtiéndose en macrófagos. Los macrófagos intervienen en la respuesta inespecífica fagocitando partículas extrañas y células propias dañadas.Además, tienen función secretora y producen citocinas que activan a otras células, e intervienen en la respuesta específica como células presentadoras de antígenos (células dendríticas-CPA). Mastocitos o células cebadas: Células similares a los basófilos, pero con un núcleo sencillo. Se encuentran en el tejido conectivo y en las mucosas. Contienen numerosos gránulos de histamina y heparina (sustancias inflamatorias). Se encuentran en tejido conjuntivo y mucosas. Natural killer cells (células asesinas naturales): Son linfocitos que no pertenecen a estirpes de linfocitos T o B. Carecen de especificidad y de memoria y se caracterizan por ser células grandes y en su citoplasma presentan gránulos. Se forman en la médula ósea, realizando su función en cualquier tejido. Destruyen las células infectadas por virus, las cancerosas, y las pertenecientes a los órganos trasplantados. B) Componentes moleculares inespecíficos: Interferón: Conjunto de moléculas proteicas que intervienen en la respuesta inmune, de manera inespecífica y específica. Es secretado por las propias células que han sido infectadas por un virus u otros microorganismos y por células tumorales. Actúa activando las células del sistema inmune, como las células asesinas naturales (NK) y los macrófagos. En el caso de células infectadas por virus, se unen a receptores de la membrana de la célula infectada impidiendo la replicación del virus; además, incrementa la resistencia a la infección por virus, de las células sanas. Las citoquinas: Proteínas que actúan como mensajeros entre células para coordinar su funcionamiento. Ejemplo de citoquinas son las interleucinas, sintetizadas por leucocitos, que inducen su crecimiento y diferenciación. El sistema del complemento: El complemento está constituido por un conjunto de proteínas plasmáticas producidas en el hígado. En ausencia de antígenos, estas proteínas están inactivas, pero la presencia de las moléculas de la superficie bacteriana o de antígenos unidos a anticuerpos, desencadena la ACTIVACIÓN SECUENCIAL EN CASCADA, de manera que unas proteínas activan a otras. La ACTIVACIÓN DEL COMPLEMENTO se lleva a cabo mediante dos vías, la vía alternativa que forma parte de la respuesta inmunitaria innata y la vía clásica que forma parte de la respuesta inmunitaria adaptativa. La activación del complemento facilita: 1. la acción de las células fagocíticas, mediante opsonización (“pintado total”) 2. la lisis de las células patógenas, mediante la inserción de dichas proteínas activas en la membrana del patógeno, creando poros a través de los cuales entran agua y sustancias iónicas al citoplasma. 3. También genera respuesta inflamatoria estimulando los mastocitos, que liberan histamina C) Modos de acción de los mecanismos de defensa inespecíficos. Si los microorganismos superan las barreras externas, comienzan a actuar los componentes internos (células y moléculas) de dos maneras: FAGOCITOSIS Llevada a cabo por macrófagos y neutrófilos mediante la formación de pseudópodos e ingestión: Cuando una partícula o patógeno se une a los receptores de superficie del fagocito, éste emite pseudópodos que se fusionan y engloban a esa partícula formando el fagosoma, para su posterior digestión. RESPUESTA INFLAMATORIA Tiene lugar en la zona de la infección. Se produce como consecuencia de la liberación de sustancias que producen la inflamación, como la histamina, producida por basófilos y mastocitos. Estas sustancias desencadenan: Vasodilatación de los capilares: Aumento del flujo sanguíneo. Rubor y calor. Aumento de la permeabilidad de los capilares: Favorece la diapédesis de las células y permite el paso de macromoléculas plasmáticas. Hinchazón y dolor. Migración y activación de los fagocitos: Fagocitosis y opsonización. Formación del pus: Acúmulo de gran cantidad de fagocitos, microorganismos muertos y suero sanguíneo. RESPUESTA DEL ORGANISMO A LA INFECCIÓN: MECANISMOS ESPECÍFICOS a) Componentes moleculares: ANTICUERPOS: Son proteínas globulares complejas, llamadas también inmunoglobulinas (Ig). Son producidos por los linfocitos B y su estructura tridimensional les permite unirse con enorme precisión a los antígenos por el sitio de unión (parátopo). Los anticuerpos pueden quedar adheridos a la membrana del linfocito B, actuando como anticuerpos de superficie, o bien son segregados al exterior de la célula (sangre, leche materna, lágrimas…). Estructura molecular de los anticuerpos: Son heteroproteínas formadas por 4 cadenas polipeptídicas, dos cadenas ligeras y dos cadenas pesadas a las que se unen oligosacáridos. Las cadenas se unen entre sí, dando una estructura en “Y”. Poseen 2 regiones, una región constante propia de la especie y del tipo de inmunoglobulina, que pertenece al extremo C-terminal, que sirve para que sean reconocidos por los linfocitos, y una región variable, responsable de la reacción altamente específica antígeno- anticuerpo en el extremo N-terminal. Tipos de anticuerpos Ig M Son los primeros que se producen. No tienenregiones bisagra (no se adaptan bien). Aparecen como antenas en los linfocitos B. Ig G : Se generan después de los Ig M. Pueden atravesar la placenta y proteger al feto. Indican que la infección es un proceso antiguo. Ig A : Tambien aparecen después de los M. Presentes en la saliva, moco, leche. Tambiên están en las mucosas, pues la pieza secretora evita que sean degradados. Ig D : Sustituyen a los Ig M y tienen mas afinidad que estos. Aparecen como antenas de los linfocitos B. Ig E : De alta afinidad. Median en los procesos alergicos. Su función es la de eliminar parásitos, en particular gusanos. ANTIGENOS: Son cualquier sustancia capaz de provocar la puesta en marcha de la respuesta inmunitaria e inducir la formación de anticuerpos. Cualquier proteína o polisacárido ajenos al organismo puede actuar como antígeno. Se conoce como epítopo (o determinante antigénico) a una pequeña región del antígeno, reconocida por el anticuerpo y al que este se une. Tipos de reacción antígeno-anticuerpo: Los anticuerpos, al reconocer a los antígenos, se unen a ellos mediante enlaces no covalentes en una reacción denominada antígeno–anticuerpo. Esta reacción es reversible y extraordinariamente específica. Un anticuerpo sólo puede unirse al antígeno específico que le es complementario. Existen diferentes tipos de reacción antígeno–anticuerpo: Neutralización. La unión de los anticuerpos a virus, bacterias y toxinas bacterianas bloquea la unión de éstos a los receptores de membrana de las células y no pueden infectarlas. Aglutinación. Cada anticuerpo se puede unir al menos a dos antígenos, lo que forma grandes masas de antígenos y anticuerpos llamados inmunocomplejos. Precipitación: Los anticuerpos reúnen varios antígenos solubles, formando una estructura de mayor tamaño e insoluble, que precipita y es fagocitada por los macrófagos. Opsonización: Los patógenos se rodean de anticuerpos y se facilita la fagocitosis por macrófagos a) Componentes celulares: Los linfocitos T se forman en la médula ósea y maduran en el timo. Hay tres tipos de linfocitos T: Linfocitos T auxiliares (Th4). Reconocen las células presentadoras del antígeno y activan los linfocitos. Linfocitos T citotóxicos (Tc8). Actúan sobre células tumorales o infectadas por virus, destruyéndolas. Linfocitos T supresores (Ts, Th4, Tc8). Actúan en la fase final de la respuesta inmunitaria específica suprimiendo la respuesta inmune. Los linfocitos B se forman y maduran en la médula ósea. Poseen anticuerpos específicos en la membrana para reconocer el antígeno. Cuando se activan, los linfocitos B se convierten en células plasmáticas, responsables de la producción de grandes cantidades de anticuerpos (inmunoglobulinas) solubles que liberan al plasma, y que se unen al antígeno de manera específica. Las células plasmáticas (también denominadas plasmocitos) se diferencian a partir de los linfocitos B cuando estos son estimulados por los linfocitos Th4. El linfocito B forma un retículo endoplasmático rugoso que ocupa casi todo el citoplasma y su papel consiste en la secreción de grandes cantidades de anticuerpos específicos contra un antígeno. b) Respuesta celular: En primer lugar, y de forma inespecífica, los macrófagos fagocitan un microorganismo, al que digieren mediante los lisosomas y, entonces, exhiben los antígenos del microorganismo en su membrana plasmática. En ese momento van a actuar como células presentadoras del antígeno (CPA). 1. Si un linfocito Th4 (auxiliar o colaborador) que lleve un receptor (TCR) adecuado, que se adapte al complejo Ag-macrófago presentador del antígeno, entra en contacto con este, se activa, se multiplica y se diferencia en dos poblaciones de linfocitos Th: la Th-1 y la Th-2. Los Th-1 desencadenarán la respuesta celular. 2. Estos linfocitos liberan sustancias que activan a los macrófagos para que destruyan las células infectadas. 3. Los macrófagos activados tienen una gran capacidad fagocitaria. Fagocitan a las células infectadas y son refractarios al parásito intracelular no infectándose por el microorganismo. c) Respuesta humoral: 1. Un macrófago o una célula emparentada fagocita al microorganismo, lo degrada, presentando partículas del microorganismo o antígenos (Ag) en la superficie de su membrana 2. Un linfocito Th (colaborador) que lleve un receptor (TCR) adecuado, entra en contacto con el macrófago presentador del antígeno, se activa, se multiplica y se diferencia en dos poblaciones de linfocitos: la Th-1 y la Th-2. La Th-2 será la que desencadene la respuesta humoral y la Th-1 desencadenará la respuesta celular (ya vista). 3. Si un linfocito B que lleve en su membrana un anticuerpo BCR (Receptor del antígeno) adecuado establece contacto con un antígeno, lo internaliza mediante endocitosis, lo degrada y presenta fragmentos antigénicos en su membrana. El BCR es un anticuerpo unido a la membrana del linfocito B específico de cada linfocito B. 4. El contacto entre el linfocito Th-2 y un linfocito B desencadena la producción de interleucinas por parte del Th-2, lo que transformará al linfocito B en una célula plasmática. 5. Al activarse, los linfocitos B proliferan, apareciendo células de memoria y células plasmáticas. Las células plasmáticas liberarán el anticuerpo específico. Los anticuerpos se fijan al agente extraño (un virus, en este caso) de manera específica y lo marcan para que pueda ser localizado, identificado y fagocitado (por opsonización) por los macrófagos y otras células fagocitarias. 6. Por último, una vez destruido el microorganismo, los linfocitos Ts frenan la respuesta inmune. La mayor parte de los linfocitos Th-2 y las células plasmáticas desaparecen quedando sólo algunas pocas células B de memoria y linfocitos Th de memoria que pueden permanecer durante largo tiempo, incluso años, para responder de inmediato a futuras entradas del agente invasor (memoria inmunológica). TIPOS DE INMUNIDAD : RESPUESTA DEL ORGANISMO A LA INFECCIÓN: MECANISMOS DE ACCIÓN La detección de moléculas extrañas del organismo pone en marcha el complejo mecanismo de proliferación y maduración de células inmunocompetentes y de producción de anticuerpos, lo que se denomina respuesta inmune. Existen dos tipos de respuesta inmune: Respuesta inmune primaria. Es la que se produce ante el primer contacto con el antígeno. Al cabo de varios días empiezan a aparecer anticuerpos en la sangre y esta producción aumenta de forma exponencial hasta alcanzar una fase estacionaria a partir de la cual empiezan a declinar hasta que se acaba con la infección. Respuesta inmune secundaria y memoria inmunológica. Cuando el sistema inmunológico detecta por segunda vez la presencia del mismo antígeno, origina una producción de anticuerpos mucho más rápidamente y sus valores de concentración en sangre persisten durante mucho más tiempo, algunos durante toda la vida. Ello es debido a la memoria inmunológica. La memoria inmunológica es debida a la permanencia de linfocitos B memoria después de eliminar al agente patógeno de modo que, ante un segundo contagio, actúan mucho más rápidamente e impiden el desarrollo de la infección. HAI UN BICHO DENTRO DE MI - Act 2: Enfs Infecciosas Las enfermedades infecciosas representan un importante problema de salud. Con el desarrollo en las últimas décadas del siglo pasado de los antimicrobianos y la inmunoterapia, se insinuó en algún momento que se alcanzaría el control de estas enfermedades, pero en la actualidad continúa afectando a millones de personas, sobre todo en países con recursos limitados. Por otra parte, aunque en nuestro entorno han disminuido claramente, han ido reapareciendo (“emergiendo”) enfermedades que se creían controladas, surgiendo otros patógenos (virus de la inmunodeficiencia humana [VIH], coronavirus, virus de la gripe A, COVID) o incluso microorganismos resistentes a la mayoría de los antimicrobianos disponibles en la actualidad. Se define la infección como la presencia y multiplicación del microorganismo en los tejidos del huésped (hospedador) o dicho de otra manera un proceso causado por la invasión de tejidos, fluidos o cavidades del organismo normalmente estériles por microorganismos patógenos o potencialmente patógenos. Un proceso infeccioso representa la interacción de un microorganismo con un macroorganismo (el huésped humano) bajo ciertas condiciones ambientales. La interacción puede ser muy variable dependiendo de factores como las características del microorganismo la cantidad del inóculo y factores dependientes del huésped como la respuesta inmunitaria. El equilibrio establecido entre los factores de patogenicidad o virulencia del microorganismo y los factores del huésped representados por su respuesta inmune “defensiva”, tendrá como consecuencia que la relación se establezca como colonización (el microorganismo vive y se multiplica en el huésped pero sin causar daño, relación de tipo comensalismo), como infección clínica o latente (cuando se limita por la respuesta inmune del huésped, ocasionalmente originado el estado de portador) o bien dará lugar a una auténtica enfermedad. La enfermedad infecciosa es por tanto la expresión clínica de la infección, un muy variado conjunto de signos y síntomas que traducen tanto el daño producido por el microorganismo patógeno como el resultado de la inflamación resultante producida por la respuesta del huésped En las áreas desarrolladas la mayoría de las infecciones están causadas por microorganismos que pertenecen a la microflora que coloniza habitualmente al huésped (infecciones endógenas) mientras que las causadas por microorganismos exógenos predominan en las áreas de mayor pobreza. La flora endógena asienta en el tracto gastrointestinal, en la piel y en el tracto genital; mantiene relaciones de comensalismo o incluso simbiosis (huésped y patógeno se benefician mutuamente) con el huésped. Ocasionalmente se produce una alteración del equilibrio huésped-parásito y pueden causar infección (por ejemplo, alteraciones estructurales de la piel o las mucosas, con disminución de las defensas del huésped). Cuando estos microorganismos presentan una baja capacidad patógena se denominan “oportunistas”. El conocimiento de las rutas o mecanismos de transmisión, permite establecer mecanismos eficaces de control y prevención de las infecciones. DIAGNÓSTICO DE LAS ENFs INFECCIOSAS: Historia clínica: Aunque la fiebre se considera el síntoma cardinal de la infección, no siempre puede encontrarse en una enfermedad infecciosa y no toda fiebre implica una infección. En cualquier caso, las características de la misma (su grado) los síntomas acompañantes y su distribución en el tiempo (patrones de la fiebre: en agujas, intermitente, remitente, continua, etc.) pueden orientar hacia alguna etiología específica (paludismo, fiebre recurrente, abscesos, etc.) Dado el amplio espectro de signos y síntomas con que pueden presentarse las enfermedades infecciosas debe realizarse una completa historia clínica que puede ayudar a identificar la localización de la infección, así como el microorganismo probablemente causal. En la anamnesis, además de recogerse las características de la enfermedad actual y dirigida por aparatos, deben registrarse datos referidos a los factores epidemiológicos de riesgo para la infección (basados en las fuentes y ruta de transmisión de la enfermedad) así como factores de riesgo generales presuponen un debilitamiento de la respuesta del paciente. Factores de riesgo epidemiológicos: 1. Viajes a zonas tropicales (zonas con determinadas enfermedades endémicas). 2. Ingesta de agua o alimentos sospechosos. 3. Historia ocupacional y contacto con animales. 4. Prácticas sexuales de riesgo 5. Uso de tóxicos: drogas por vía parenteral. 6. Transfusiones previas 7. Exposición a vectores (insectos o artrópodos) 8. Contactos con pacientes con enfermedades transmisibles: viriasis, tuberculosis, Factores de riesgo generales: 1. Edades extremas de la vida. 2. Enfermedades crónicas subyacentes. 3. Medicaciones previas que incluyen inmunosupresores y antibióticos. 4. Alcoholismo. 5. Procedimientos invasivos previos: procedimientos de hemodiálisis, cateterismo vascular, prótesis, endoscopias, etc Exploración física: Lesiones cutáneas (piel y faneras) Adenopatías periféricas Expl. cardiopulmonar Expl. Neurológica Expl. Genitales Expl. Sistema muscular esquelético Pruebas complementarias: Pruebas generales inespecíficas: Puede realizarse una hematimetría, perfil bioquímico y análisis del sedimento urinario. En las tabla siguiente se muestran los potenciales hallazgos más relevantes. El diagnóstico de presunción inicial se basa en la historia clínica y en la forma de presentación sindrómica; las pruebas de laboratorio no específicas pueden usarse para apoyar ciertas posibilidades diagnósticas en el contexto clínico y epidemiológico adecuado; la ausencia de algún hallazgo característico sugiere un diagnóstico alternativo. Estas pruebas no son diagnósticas por sí mismas y deberían usarse en su contexto clínico aunque, en alguna de ellas, el grado de anormalidad pudiera conferir cierta especificidad. Pruebas complementarias: Pruebas generales inespecíficas: Puesto que las enfermedades infecciosas son un proceso dinámico, las anormalidades de laboratorio deberían también realizarse de forma seriada. Pueden usarse como claves para evaluar el síndrome clínico del paciente, como apoyo o como argumento en contra de la presencia de una enfermedad infecciosa. Los reactantes de fase aguda (velocidad de sedimentación globular [VSG] y proteína C reactiva) se encuentran prácticamente elevados en todos los procesos infecciosos. Cuando la infección evoluciona hacia una sepsis, se producen una gran cantidad de sustancias relacionadas con la respuesta inmune e inflamatoria. Se ha intentado utilizar la determinación de estas moléculas como marcadores (biomarcadores) con adecuada sensibilidad y especificidad que permitan identificar rápidamente el proceso, identificar pacientes con peor pronóstico y quizás guiar el tratamiento. Puesto que las enfermedades infecciosas son un proceso dinámico, las anormalidades de laboratorio deberían también realizarse de forma seriada. Pueden usarse como claves para evaluar el síndrome clínico del paciente, como apoyo o como argumento en contra de la presencia de una enfermedad infecciosa. Los reactantes de fase aguda (velocidad de sedimentación globular [VSG] y proteína C reactiva) se encuentran prácticamente elevados en todos los procesos infecciosos. Pruebas complementarias: Técnicas de imagen: La imagen radiológica continúa desempeñando un papel muy importante en el diagnóstico y tratamiento de la patología infecciosa. Radiología convencional Es la más utilizada por su accesibilidad y relación costo beneficio en tórax y hueso; aunque, en esta última localización tiene el inconveniente de no detectar las alteraciones en una fase precoz. En el tórax habitualmente es suficiente con una placa posteroanterior (PA) seguida de una lateral en casos dudosos en personas jóvenes. El patrón radiológico, los hallazgos clínicos y el lugar de desarrollo de la enfermedad (la comunidad o el hospital) permiten en la mayor parte de los casos llegar a un diagnóstico. Ecografía Es en la actualidad la primera elección en el estudio de la patología infecciosa tanto a nivel abdominal como en partes blandas. Los abscesos en ecografía se manifiestan como lesiones hipoecoicas a veces con contenido hiperecoico. Es importante recordar que los abscesos con abundante gas pueden pasar desapercibidos en el estudio ecográfico. El aire del absceso produce una sombra acústica posterior que impide la visualización de las estructuras más profundas y en el abdomen, puede además, ser confundido con un asa intestinal. Pruebas complementarias: Técnicas de imagen: Tomografía axial computarizada (TAC, Scanner) Está indicada en el estudio de la patología infecciosa del sistema nervioso central, en cuello y como complemento en el estudio de la patología infecciosa torácica, abdominal y de las partes blandas. La apariencia de los abscesos en la tomografía axial computarizada (TAC) varía dependiendo del tiempo de evolución. Al principio, presentan una densidad similar a la de los tejidos blandos adyacentes (flemón) y posteriormente una zona central hipodensa rodeada por una cápsula que capta contraste. La presencia de gas dentro de la colección sugiere el diagnóstico de absceso aunque no es patognomónico. Ambas técnicas, tanto la ecografía como la TAC pueden usarse como guía en la punción aspiración o drenaje de las colecciones tanto con vistas al diagnóstico como al tratamiento. Resonancia magnética Es útil por su resolución de contraste y sensibilidad en el estudio de la patología infecciosa en el sistema nervioso central y músculo esquelético, donde detecta alteraciones de forma más precoz que la radiografía convencional, ecografía y TAC Pruebas complementarias: Técnicas de imagen: Técnicas con isótopos (gammagrafía) La gammagrafía con Tc99m pueden tener valor para la localización de focos infecciosos. La tomografía por emisión de positrones (PET) parece una técnica aún más sensible que puede permitir, en algunas localizaciones como el hueso o en injertos vasculares infectados, diferenciar el origen infeccioso de lesiones inflamatorias de otra etiología Otras técnicas La ecocardiografía (transtorácica o transesofágica) permitirá en su caso diagnosticar endocarditis (presencia de vegetaciones en las válvulas cardiacas naturales o protésicas) miocarditis o pericaditis infecciosas. La realización de endoscopias (gastroscopia, colonoscopia, fibrobroncoscopias, etc.) puede confirmar el foco infeccioso y además permitiría la toma de muestras (biopsias, aspirados) para completar el diagnóstico etiológico. El estudio anatomopatológico de las muestras obtenidas mediante procedimientos invasivos (biopsia, citología, etc.) puede mostrar signos de inflamación aguda, infiltrados o incluso el efecto citopático característico de algunas viriasis; ocasionalmente las lesiones serán muy sugerentes del proceso infeccioso (virales, fúngicas) o en todo caso proporcionarán una clara orientación diagnóstica. Pruebas específicas: Microbiología El diagnóstico de la enfermedad infecciosa parte, en un principio, de una hipótesis diagnóstica generada por la valoración de una serie de datos clínicos, epidemiológicos u otros (físicos, radiológicos). La confirmación del proceso y la identificación del agente causal conforman el diagnóstico microbiológico o etiológico de la enfermedad infecciosa, el cual se lleva a cabo en el laboratorio de microbiología. En la optimización del diagnóstico es esencial una adecuada calidad de la muestra clínica a analizar, constituyendo ésta la principal conexión entre el clínico y el laboratorio que debe ser en todo momento fluida. La calidad de la muestra que se envía para su procesamiento va a condicionar el diagnóstico del laboratorio. Los aspectos importantes a considerar en este puntomson la toma de la muestra y el transporte