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Academia Auxiliar de Biblioteca Proceso Técnico I: Análisis Formal de los documentos Contenido registrado en la Propiedad Intelectual © El uso de este material para copia, distribución o venta está prohibido. Gracias. Centro de Formación / www.auxiliardebiblioteca.com 1.Introducción: el análisis documental: formal y de contenido Una vez que los documentos han sido recepcionados por el departamento de adquisiciones y han sido registrados y sellados, y por consiguiente ya forman parte de la colección y son propiedad de la biblioteca, deben ser sometidos a un análisis, tanto formal como de contenido, antes de ser puestos definitivamente a disposición del usuario para su uso. Dicho análisis (llamado Análisis Documental) consiste en la extracción de las características formales y de contenido de los documentos para la formación de los catálogos y con ello para que los documentos puedan ser identificados y recuperados de manera precisa por los usuarios y por los propios bibliotecarios; así, son y han sido muchos los autores que han tratado de definir este Análisis; Adelina Clausó define el análisis documental como el conjunto de operaciones destinadas a describir el contenido y la forma de un documento para facilitar su consulta o recuperación. Por su parte, para Pinto Molina, Análisis Documental es el conjunto de operaciones (unas de orden intelectual y otras mecánicas y repetitivas) que afectan al contenido y a la forma de los documentos originales, reelaborándolos y transformándolos en otros de carácter instrumental o secundarios que faciliten al usuario la identificación precisa, la recuperación y la difusión de aquéllos. Al tratar el documento, como decíamos al principio del epígrafe, se debe tener en cuenta su doble naturaleza, parte física y contenido. Los niveles de análisis deben tener relación directa con los elementos que integran el documento, la información que alberga y su soporte documental; por lo que podemos extraer dos fases: Análisis incluye… formal: que - Descripción bibliográfica - Catalogación Análisis de contenido: - Indización - Clasificación - Resumen 2 Centro de Formación / www.auxiliardebiblioteca.com El Análisis Formal del documento consiste en un análisis de las características externas del documento que permitan identificar dicho documento y en la asignación al mismo de una signatura topográfica para localizarlo en la biblioteca, además de la redacción de los encabezamientos o puntos de acceso de dicho documento (términos visibles o índices) para recuperar y ordenar los asientos, ya que éstas van a ser las expectativas que el usuario va a tener cuando arribe en la biblioteca en busca de una obra. Es decir, un lector llegará a nuestra biblioteca y querrá, por un lado, o bien identificar un determinado documento (a través de algún distintivo tal como el título, autor, materia, etc.) o bien o, además, localizarlo en el catálogo y/o en las estanterías de la biblioteca para poder usarlo. Bien, el Análisis Formal del documento va a dar como resultado los asientos bibliográficos y los asientos catalográficos (antiguamente fichas), que, como producto último, una vez ordenados, dan como resultado los catálogos de la biblioteca, donde el usuario y el propio bibliotecario van a poder buscar el/los documento/s que necesitan. Podríamos decir que la finalidad última del Análisis Formal es realizar una serie de catálogos a los que pueda acceder el usuario con total garantías (actualmente todos integrados en el Catálogo Automatizado, OPAC, de la biblioteca, si ésta tiene automatizado su funcionamiento). Hablaremos del OPAC dentro de muy poco. Ejemplo de ficha bibliográfica Por resumirlo de una manera: a través de la descripción bibliográfica describimos e identificamos los aspectos formales del documento; luego, redactaremos los puntos de acceso principal y secundarios al documento en función del tipo de catálogo, ordenaremos dichos asientos con lo que quedará confeccionado el catálogo, aunque hoy en día los catálogos físicos como tal ya no existen, lo que existe es una “base de datos interna” que va a ser sometida mediante una orden de búsqueda como si realmente existieran estos catálogos, pero en realidad lo que hay son registros documentales automatizados que mediante un lenguaje informático tienen etiquetas o metadatos para recuperarlos por autor, título, etc. Se trata de uno de los temas más complejos de cualquier manual de Auxiliar y Técnico Auxiliar de Bibliotecas que se precie. Un registro bibliográfico lleva mucho más, pero no es tarea del análisis formal (signatura, número de registro, nº de CDU,etc.). Veamos a continuación un ejemplo: 1. Signatura topográfica 2. Encabezamiento principal 3 Centro de Formación / www.auxiliardebiblioteca.com 3. Descripción bibliográfica propiamente dicha (cuerpo del registro) 4. Encabezamientos secundarios 5. Notación de CDU del documento Fuente: Carrión, M. Manual de bibliotecas. Madrid: Fundación Germán Sánchez Ruipérez, 1987. 2. La descripción bibliográfica y la catalogación: el análisis formal Las ISBD El mundo bibliotecario buscaba la homogeneidad de criterios catalogadores desde muy temprano, abogando por la unificación de criterios y la comodidad y la facilidad de uso. En la descripción bibliográfica y catalogación todo el proceso está normalizado, se atiene a unas pautas que siguen todos los centros (en España, la referencia en este sentido para todas las bibliotecas es la Biblioteca Nacional de España). Cuando hablamos de norma nos referimos a una referencia establecida como resultado de una selección colectiva con el objeto de ser base para la resolución de un problema. La normalización pretende establecer un proceso por el cual se unifican criterios respecto a determinadas materias y posibilita la utilización de un lenguaje común en un campo de actividad concreto. Es un pacto que se plasma en un documento técnico mediante el cual los fabricantes, consumidores y usuarios acuerdan las características técnicas que deberá reunir un producto o servicio. En bibliotecas, la normalización permite racionalizar los métodos de trabajo y homologar los resultados. En el análisis documental, los procesos de descripción bibliográfica y catalogación están estrictamente regulados. Las descripciones de los documentos se presentan en el mismo orden y ajustadas al mismo formato. Se unifican las distintas fuentes de obtención de los datos dentro del documento y se utiliza un lenguaje controlado, que evite ambigüedades, para la descripción de los diferentes elementos. El inicio del movimiento internacional de unificación de las prácticas catalogadoras se remonta a 1961, a la Conferencia Internacional sobre Principios de Catalogación, celebrada en París ese año. Esta conferencia sentó las bases mínimas de unificación sobre 4 Centro de Formación / www.auxiliardebiblioteca.com los encabezamientos del catálogo de autores y obras anónimas. Ocho años más tarde, en 1969, tuvo lugar la Reunión Internacional de Expertos en Catalogación, en Copenhague, en la que se establecieron las pautas para alcanzar una descripción bibliográfica normalizada, con el fin de unificar los asientos y facilitar su mecanización e intercambio, basado en una red de agencias bibliográficas nacionales que se apoyasen en el tratamiento electrónico de los datos. Como resultado de esa reunión se publica en 1971 la primera edición de las ISBD (Internacional Standard Bibliographic Description). En 1974 se publicarían las ISBD (M) o ISBD para Monografías, y de las experiencias de aplicar estas normas se llegó a la conclusión de que era necesario establecer normas aplicables a todos los materiales y entonces surgieron: ISBD (CM) Para material cartográfico ISBD (S) Para publicaciones seriadas (ISBD CR después) ISBD (NBM) Para material no librario ISBD (CF) Para archivos de ordenador ISBD (PM) Para música impresa La implantación de estas reglas normalizadoras en todo el mundo también tuvo calado en España, donde en 1985 se publicó la Primera Edición de las Reglas de Catalogación 5 Centro de Formación / www.auxiliardebiblioteca.com para Monografías y Publicaciones Seriadas. En 1988, las necesidades hicieron publicar un segundo tomo catalogador para materiales especiales. Y en 1995 se publicó una edición refundida y definitiva que englobaba a las dos anteriores en la que los Trece Primeros Capítulos están dedicados a la descripción bibliográfica de los distintos tipos de documentos, el capítulo 14 normaliza la elección de los puntos de acceso a esa descripción y el 15 establece la forma de trascripción de cada asiento. En 1999 se vuelve a publicar una nueva edición revisada que es la que está vigente en la actualidad, con precisiones de las reglas para una mejor comprensión. Relaciones de influencia en la normalización bibliográfica. Fuente: NAUMIS PEÑA, Catalina. Registro bibliográfico y referencia bibliográfica: una revisión conceptual. Revista Interamericana de Bibliotecología. Ene.-jun. 2008, vol. 31, no. 1, p. 227-245. Por otro lado, La Declaración de Principios – conocida comúnmente como los “Principios de París” – fue aprobada por la Conferencia Internacional sobre Principios de Catalogación en 1961 como hemos dicho. Se ha conseguido, sin ninguna duda, su objetivo de servir como base para la normalización en la catalogación: la mayoría de los códigos de catalogación que se desarrollaron en el mundo desde entonces siguieron los Principios estrictamente o, al menos, en un alto grado. Pasados más de cuarenta años, el contar con un conjunto común de principios internacionales de catalogación se ha convertido en algo más que deseable ya que los catalogadores y sus clientes utilizan OPACs (Catálogos de Acceso Público en Línea) por todo el mundo. Ahora, a comienzos del siglo XXI, la IFLA ha realizado un esfuerzo por adaptar los Principios de París a los objetivos que se aplican a los catálogos en línea de bibliotecas y demás (2003). El primero de estos objetivos es atender a los intereses del usuario del catálogo. Estos nuevos principios sustituyen y amplían los Principios de París desde sólo obras textuales a todo tipo de materiales y desde sólo la elección y forma del asiento a todos los aspectos de los registros bibliográficos y de autoridad utilizados en los catálogos de bibliotecas. DECLARACIÓN DE PRINCIPIOS INTERNACIONALES DE CATALOGACIÓN 2003: Francfort, 2003 6 Centro de Formación / www.auxiliardebiblioteca.com Traducidos por Elena Escolano: Pero… La Descripción bibliográfica ha cambiado con la creación de la ISBD consolidada (o la traducción al español desde la BNE), que no es sino un intento de unificar y facilitar el trabajo de catalogadores con una sola norma ISBD que englobe todos los materiales. La nueva ISBD consolidada sólo establece cambios puntuales. Ahora, la ISBD consolidada es la que se debe usar para la descripción (8 áreas + el área 0-nueva área incluida en la Descripción, lo veremos a continuación-) y para el resto de los elementos (puntos de acceso y formas de encabezamientos) se usará (como hasta ahora) las Reglas de Catalogación Españolas Vigentes. Ya está en vigor la edición primera (previamente se publicó la preliminar) de la ISBD consolidada, verdadera norma vigente, traducida al español que está siendo utilizada. Se puede encontrar en la Web de la IFLA. La Catalogación no tiene carácter obligatorio, pero la BNE es el referente en el que deben mirarse todas las bibliotecas en esta faceta del análisis documental. En un examen teórico de grupos C1 y C2, las preguntas a este respecto son básicas, por eso no vamos a profundizar demasiado en este tema. Se puede adquirir la ISBD consolidada (versión primera) en español en este enlace, o en el que hemos proporcionado anteriormente. 3.Descripción bibliográfica y catalogación, dos procesos diferentes Pese a que en el “mundillo bibliotecario” se le llama Catalogación al Análisis Formal completo, en realidad la Catalogación es la segunda y última fase de éste. La Descripción Bibliográfica (que es la primera) consiste en desarrollar el “cuerpo” de la ficha catalográfica, que está compuesta por 8 áreas (ahora 9 con el área 0) que describen las características formales del documento. Para esta descripción, basada únicamente en estas 9 áreas y en sus reglas y usos de las puntuaciones se usa en la actualidad la ISBD consolidada. Una vez realizada esta descripción es cuando realizamos la Catalogación propiamente dicha: Ésta consiste en asignar al registro un Encabezamiento principal y una serie de asientos secundarios, cuyos registros o fichas serán igual que el principal, pero con encabezamientos o índices diferentes. Para esto seguimos usando en España las Reglas de Catalogación Españolas de la BNE. No obstante, lo que antes era manual, ahora, con los módulos de Catalogación de los Sistemas Integrados de Gestión Bibliotecaria se hace mucho más sencillo y fácil para el 7 Centro de Formación / www.auxiliardebiblioteca.com catalogador. Ya todo es automatización, y casi el 100% de las bibliotecas ya a día de hoy están automatizadas. Un Auxiliar o Técnico Auxiliar no tiene entre sus funciones catalogar, por eso, lo importante de este tema es absorber las nociones teóricas que estamos dando, sin pensar más allá de eso. Lo que sí se pretende es que se sepa cuáles son actualmente las 9 áreas que incluyen la descripción bibliográfica de un documento según la normativa vigente. Ya hemos dicho que estas áreas sirven para describir mediante normas y puntuaciones los datos formales del documento. Son (ya en la última version de la ISBD consolidada): “ISBD consolidada y MARC 21: Manual práctico para catalogadores”. Este nuevo manual de María Olarán Mugica, totalmente práctico, es una guía para la interpretación y utilización de la ISBD consolidada, el formato MARC 21 y las Reglas de Catalogación españolas, en lo que se refiere a monografías impresas modernas. Área 0 - Área de forma del contenido y tipo de medio Área 1 – Área de título y mención de responsabilidad Área 2 – Área de edición Área 3 – Área específica de material o tipo de recurso Área 4 – Área de publicación, producción, distribución, etc. Área 5 – Área de descripción física Área 6 – Área de serie Área 7 – Área notas Área 8 – Área de identificador del recurso y condiciones de disponibilidad 4. ¿Qué va a contener cada una de las áreas? Si nos metiéramos de lleno en la catalogación, este tema tendría más de mil páginas, sin temor a equivocarnos. Pero, tratando de ir directos al grano, ¿Qué van a describir cada una de estas áreas de la parte formal del documento? Área 0 - Área de forma del contenido y tipo de medio (tipo de material y formato, sustituye a una parte que antes incluía el área 1) Área 1 – Área de título y mención de responsabilidad (título, autor y todos sus complementos tales como subtítulo, título en otras lenguas, coautores, etc.) Área 2 – Área de edición (información relativa al número de edición e información complementaria) 8 Centro de Formación / www.auxiliardebiblioteca.com Área 3 – Área específica de material o tipo de recurso (no se usa en monografías, sirve para especificar la clase de material cuando hay ambigüedad) Área 4 – Área de publicación, producción, distribución, etc. (datos de la publicación del documento) Área 5 – Área de descripción física (longitud, nº de páginas, etc.) Área 6 – Área de serie (serie o colección del documento) Área 7 – Área notas (notas que queremos añadir y que no se han puesto en ningún área) Área 8 – Área de identificador del recurso y condiciones de disponibilidad (números normalizados (ISBN, ISSN… precio, etc.) 5. La nueva área 0 En 2003, el Grupo de Revisión de ISBD de IFLA nombró un Grupo de Estudio de las Designaciones de Material para examinar las designaciones específicas y generales de material aplicadas a varios medios y múltiples formatos. La conclusión a la que se llegó fue que los términos de la DGM reflejaban una mezcla en ocasiones confusa de formato físico, clase de material, forma de soporte y notación. Como consecuencia de su trabajo, en 2009 se aprobó y publicó el Área 0 de ISBD (y se incluyó, revisada, en la versión definitiva de la edición consolidada de ISBD, en febrero del 2013, sustituyendo la designación general de material del área 1. También se incluyó en los ejemplos completos de ISBD. La Biblioteca Nacional de España ha empezado, de forma general, a utilizar esta nueva área en enero de 2012. Fruto de estos primeros pasos se publica ahora, en la sección de Normativa de la BNE, un documento que detalla su aplicación en la biblioteca, su codificación en MARC21, acompañado de algunos ejemplos. El objetivo fundamental de esta publicación es compartir con la comunidad bibliotecaria de habla hispana estas primeras experiencias y las decisiones y criterios adoptados. 9 Centro de Formación / www.auxiliardebiblioteca.com 6. ISBD Consolidada La BNE presentó la traducción al español de la edición preliminar de la ISBD consolidada, publicada en 2007; reemplaza a todas las ISBD para uso de todas las bibliotecas y centros de documentación hispanohablantes. Esta ISBD consolidada integra la descripción de los diferentes tipos de materiales existentes en las colecciones bibliotecarias, por lo que la Biblioteca Nacional de España creó un grupo de traducción integrado por especialistas de dichos materiales y coordinado por la presidenta del Grupo de Revisión de ISBD de la IFLA. Se ha trabajado mucho para conseguir una traducción lo más fiel posible al original, teniendo siempre en cuenta las recomendaciones sobre terminología española aportadas por la Reunión de Expertos en un Código de Catalogación para Latinoamérica, que también se aplican en la traducción de los Principios Internacionales de Catalogación. Se han realizado numerosas consultas a la Real Academia de la Lengua. Asimismo, se ha establecido una estrecha relación con otros grupos traductores del estándar a otras lenguas latinas de Europa, lo que ha contribuido a conseguir una mayor uniformidad en el trabajo. A partir de enero de 2010 la BNE empezó a utilizar la ISBD consolidada para la descripción (puesto que está más actualizada) y las Reglas de catalogación (edición nuevamente revisada de 1999, reimpresión de 2010) de la que se seguirán utilizando los capítulos relacionados con forma y elección de los puntos de acceso. Esta decisión se ha llevado a cabo ante los cambios internacionales que se están produciendo y que dificultan por el momento adoptar unas nuevas reglas. Seguimos en cualquier caso muy de cerca lo que se está haciendo en estos momentos y poniéndonos de acuerdo con otros países para trabajar en coordinación, no duplicar esfuerzos y tomar la decisión oportuna en el momento oportuno. Finalmente, en 2011, la IFLA publica la edición de la ISBD consolidada, que incorpora algunas correcciones y modificaciones sobre la ISBD de 2007, y que ya incluye en su texto el 10 Centro de Formación / www.auxiliardebiblioteca.com nuevo Área 0, aunque con modificaciones con respecto al texto de 2009. La revisión de la traducción y actualización con las nuevas modificaciones o correcciones incluidas en la edición de 2011 la ha llevado a cabo Elena Escolano Rodríguez, y está accesible online en la página Web de IFLA. También se puede descargar la traducción y más información desde la Web de la Biblioteca Nacional de España. 7. Las RDA RDA son las nuevas normas catalogadoras que se están aplicando desde 2019 en muchas bibliotecas españolas y cada vez en más. No obstante, a nivel de oposiciones, la propia BNE ha dicho públicamente que hasta dentro de unos años no se tendrán en cuenta en los exámenes prácticos. A usted sólo le interesa tener las nociones generales y básicas de este aspecto) RDA (Resource Description and Access O RECURSOS, DESCRIPCIÓN Y ACCESO) es una nueva norma de catalogación que reemplazará a las Normas existentes de Catalogación actuales y que surgen por la fulgurante aparición de los nuevos soportes virtuales y las NTICs. RDA supera al código de catalogación anterior dado que proporciona pautas para la catalogación de recursos digitales y pone un mayor énfasis en auxiliar al usuario a encontrar, identificar, seleccionar y obtener la información deseada. RDA favorece la agrupación de registros bibliográficos para mostrar las relaciones inherentes entre las obras y sus creadores. Esta nueva característica es sumamente importante porque permite a los usuarios descubrir las diferentes ediciones, traducciones y/o formatos de una obra - lo que supone un desarrollo sobresaliente-. o RDA facilitará la eficiencia en catalogación porque es una herramienta en línea basada en la Web. 11 Centro de Formación / www.auxiliardebiblioteca.com o RDA se puede personalizar de manera que se adapten a perfiles de aplicación específicos o tareas particulares y a la catalogación de tipos específicos de material. o RDA aumentará la eficiencia en la catalogación de formatos desconocidos – a través de la herramienta en línea se puede recuperar todas las pautas necesitadas para cada categoría que se está catalogando. o RDA permitirá que el usuario agregue sus propias notas en línea. Asimismo, las interpretaciones de las reglas y/o política institucional o de red se pueden combinar en línea con las pautas RDA. o RDA posibilita la integración con los productos de las empresas comerciales con el fin de agilizar el flujo de trabajo y el rendimiento de la catalogación RDA, el primer paso de un cambio (exponemos a continuación el artículo que se publicó el 2 de enero de 2019 en el Blog de la BNE que es muy interesante para comprender RDA y su contexto) RDA, el primer paso de un cambio En noviembre de 2016, la Biblioteca Nacional de España anunció que comenzaría a crear registros acordes a RDA a partir del 1 de enero de 2019, de acuerdo a un cronograma por el cual, en esta primera etapa, afectaría solamente a los registros relativos a monografías modernas, incorporándose el resto de los materiales en los años siguientes. Según las fuentes que se consulten, RDA (Resource Description and Access) es un estándar de catalogación, un código de catalogación, o unas reglas de catalogación. Pero si acudimos a la fuente oficial, en la página del RDA Steering Committe, el comité que dirige su desarrollo, “RDA is a package of data elements, guidelines, and instructions for creating library and cultural heritage resource metadata that are well-formed according to international models for user-focused linked data applications”. Resumiendo, RDA es un conjunto de directrices para la creación de metadatos para la descripción de recursos relativos a objetos producto de la creación intelectual. Este cambio de matiz respecto a lo que ha significado siempre el concepto de “reglas de catalogación” no es baladí. Las Reglas de Catalogación Españolas o las Reglas de 12 Centro de Formación / www.auxiliardebiblioteca.com Catalogación Angloamericanas, por tomar solamente dos ejemplos, eran instrucciones para la formación de registros, esto es, la formulación de noticias bibliográficas para describir un recurso que el bibliotecario tenía entre sus manos, ya fuera éste un libro, una partitura, un mapa, una diapositiva, etc. Estas reglas prescribían los elementos mínimos de identificación de cada recurso, y daban instrucciones sobre de dónde se tomaban los datos, cómo se transcribían, en qué orden, cómo se determinaba el autor o autores del recurso o cómo era la manera en que se debía nombrar a esos autores. Todas estas reglas se crearon para un mundo en el que el producto de la catalogación era una ficha o juego de fichas, que se intercalaban en ficheros (algunos de los cuales, monumentales obras de meticuloso trabajo técnico de generaciones de bibliotecarios se pueden aún consultar libremente en los pasillos de la biblioteca, congelados en el año 1984, cuando se dejaron de producir). La llegada de la tecnología no alteró significativamente el modo en el que se creaban esas fichas, ahora llamadas registros en los catálogos en línea. El acercamiento que propone RDA a este trabajo bibliotecario es muy diferente. Si las anteriores reglas eran fundamentalmente un ejercicio de descripción física, empírica, de un objeto, para formar una ficha, un producto físico (aunque tuviera una materialización informática en forma de registro), RDA describe un modelo de datos que no sólo se refiere a la descripción física, sino a las entidades conceptuales que subyacen a la tarea de la catalogación. El producto de aplicar este modelo no es necesariamente un registro. RDA como modelo conceptual RDA se basa e incorpora los modelos conceptuales definidos por IFLA. El más reciente de ellos, LRM (Library Reference Model), que consolida todos los anteriores, está en proceso de incorporación por parte de RDA. Este modelo explica el mundo bibliográfico de un modo más complejo que las tradicionales reglas de catalogación, ya que, a las características del mundo más o menos físico (cuántas páginas tiene un libro, cuál es el título que figura en la portada, a qué serie o colección pertenece, cuál es la escala de un mapa), se unen otras intelectuales (qué obra u obras son la que están en este documento, para qué instrumentos está escrita una composición). RDA, en resumen, no da instrucciones para describir un libro en un momento dado, sino todo un universo bibliográfico (autores, instituciones, obras, materias, lugares geográficos, objetos físicos…) y cómo se relacionan todas esas “entidades” entre ellas. Adaptar RDA 13 Centro de Formación / www.auxiliardebiblioteca.com Todas las bibliotecas que se han planteado comenzar a utilizar RDA han tenido que invertir bastante tiempo y recursos en establecer políticas de catalogación o perfiles de aplicación. Esto se debe a dos motivos: Como estándar de contenido, RDA es mucho menos prescriptivo que los estándares anteriores. Su texto da mucha más opciones al catalogador a la hora de actuar en muchos casos, e incluso el propio texto ofrece opciones alternativas al mismo supuesto. Para lograr una cierta coherencia, las instituciones establecen en estas políticas unas líneas de actuación, aunque siempre salvaguardando la libertad del catalogador actuando según su propio criterio. Como modelo conceptual, RDA está desconectada del modelo físico de los datos. De aquí surge el conflicto, ya que las prescripciones de RDA en cuanto a la descripción de las mencionadas entidades choca con el modelo que aún utilizan los sistemas actuales, basadas en las instrucciones de las reglas tradicionales, destinados a generar fichas, en lugar de datos. Las adaptaciones a RDA deben encontrar la manera de salvar esta distancia entre modelo conceptual y físico. Perfil de BNE para RDA La adaptación que la BNE ha realizado de RDA está muy influida por los cambios que se anuncian en el texto a partir de abril, debido a la adaptación de LRM y a la revisión de la estructura y contenido del texto, en el que se conoce como Proyecto 3R. En la reunión que el RSC celebró en Madrid en octubre de 2017, incluso se recomendó posponer las implementaciones debido a ello. Es por eso que la adaptación que ha hecho BNE es muy cautelosa y tiene algunos elementos a destacar: No incluye ningún cambio en cuanto forma de puntos de acceso. Estos cambios son los más costosos, ya que implican modificaciones retrospectivas, a menudo manuales. El nuevo texto de RDA, en lo que hasta ahora se puede consultar, deja mucha libertad a las adaptaciones para aplicar estas directrices, por lo que cualquier decisión al respecto queda aplazada hasta valorar el texto definitivo. El perfil de la BNE pone el énfasis e incorpora más cambios en los aspectos descriptivos y en el establecimiento de relaciones, que se refinan y amplían, ya que es el modo más sencillo de comenzar con RDA en la actual estructura, pero da indicaciones y deja la puerta abierta a trabajar más con el resto de entidades. Tampoco se incluye la descripción de las entidades Agentes (Personas y Entidades Corporativas), por los motivos anteriormente reseñados. No todos los cambios que se establecen en este perfil se deben a la interpretación literal de RDA. Se ha aprovechado para revisar políticas anteriores buscando una mayor simplicidad en algunos elementos, o se han revisado otras prácticas a la luz del modelo conceptual de RDA. Finalmente, hay que destacar que el perfil funciona como una política de catalogación completa, es decir, no solamente se recogen los cambios con respecto a la política actual, sino que también figuran otras políticas que son las mismas que las actuales, generalmente en consonancia con ISBD, y que ya se detallaban en el perfil de aplicación de ISBD para monografías modernas. El perfil de RDA de la BNE estará disponible integrado en el propio RDA Toolkit y como documento independiente en la página web de la BNE sobre RDA. Los comentarios de la comunidad bibliotecaria serán fundamentales en el desarrollo y afinamiento de este perfil. El buzón [email protected] es la mejor manera de canalizar estos comentarios. RDA como un primer paso de cambio 14 Centro de Formación / www.auxiliardebiblioteca.com Desde hace varios años se viene anunciando un cambio en el mundo de la catalogación. Visto ahora, parece evidente que ese cambio va a tener más impacto que el de una simple sustitución de estándares. El futuro a corto, medio y largo plazo pasa por la implementación de la tecnología de datos enlazados y la creación de metadatos consumibles por la web. Esto, más allá de especificaciones técnicas, requiere un cambio drástico en la filosofía de la catalogación y supone dar la vuelta a la manera tradicional de crear datos bibliográficos, ya sea como registros, como datos en bruto o de cualquier otra forma. La BNE, a través de su iniciativa de datos enlazados concretada en el portal datos.bne.es, lleva tiempo experimentando con esta exposición de datos y ensayando con nuevas estructuras. Las mayores dificultades a la hora de implementar estos nuevos conceptos se encuentran en el trabajo con datos de origen cuya estructura no parece compatible con ellos. En este contexto, para la BNE, RDA no es un fin, sino un medio. RDA encarna una filosofía de trabajo pensada para trabajar con estas estructuras y aporta herramientas diseñadas específicamente para ellas. Supone nuevos y difíciles retos de interpretación y adaptación, sobre todo en los momentos de transición en que nos encontramos. Por eso creemos que este cambio en el código de catalogación es solo un primer paso a nuevos y prometedores escenarios. 15 Centro de Formación / www.auxiliardebiblioteca.com En Bibliopos podéis encontrar varios recursos sobre RDA Implementación de RDA en España y primer registro en RDA en la BNE Según se anunció en 2016, la BNE comienza, en enero de 2019, a producir registros bibliográficos en RDA. De acuerdo con el cronograma de implementación, este primer año afectará únicamente a monografías modernas, incorporándose el resto de los diferentes materiales en años sucesivos. La primera monografía catalogada según este nuevo marco normativo es la obra infantil ilustrada Grandes mujeres que cambiaron el mundo, de la escritora e ilustradora británica Kate Pankhurst, de la editorial Anaya, traducido por Adolfo 16 Centro de Formación / www.auxiliardebiblioteca.com Muñoz. El registro ha sido catalogado siguiendo el Perfil de aplicación de RDA para la BNE, que es el documento director que especifica las políticas de aplicación de la norma. Este perfil está disponible como documento independiente, y estará también accesible próximamente en la herramienta RDA Toolkit como un flujo de trabajo. 8. Análisis de diferencias entre RDA, Reglas de Catalogación e ISBD La Biblioteca Nacional de España puso en marcha, a finales de 2014, un grupo de trabajo dedicado al estudio de RDA, de cara a dotar a los trabajos que se vienen realizando de una mayor operatividad y transversalidad. El presente informe es el resultado de los trabajos realizados por dicho Grupo para evaluar las diferencias más significativas entre RDA: Resource Description & Access, ISBD, las Reglas de Catalogación y la práctica catalográfica en la BNE. El informe se divide en dos partes. En la primera se analizan y valoran las diferencias más importantes en lo relativo a la elección y forma de los puntos de acceso. El segundo bloque se centra en la descripción bibliográfica. En cada elemento se explica en qué consisten las diferencias entre RDA, Reglas de Catalogación o ISBD en su caso, y la práctica catalográfica de la BNE, así como se ofrece una valoración sobre dichas diferencias y una estimación de lo que supondría implementar RDA en la actualización retrospectiva de los registros del catálogo. Fuente: Universo Abierto 9. FRBR En todo caso, esta espectacular evolución de las ISBD no habría sido posible sin la celebración del Seminario de Estocolmo sobre registros bibliográficos de 1990, promovido por el UBCIM y por la sección de catalogación de la IFLA, en el que, mediante una resolución, se sentaron las bases para la constitución de los denominados Requisitos Funcionales para Registros Bibliográficos (FRBR). 17 Centro de Formación / www.auxiliardebiblioteca.com Desde su aparición, dos de sus objetivos prioritarios han sido: establecer un mínimo de información imprescindible para los registros creados por las agencias bibliográficas nacionales y proporcionar un marco estructurado, claramente definido, para relacionar los datos consignados en los registros con las necesidades de los usuarios. Desde su publicación en 1998, los FRBR han sido cruciales para las revisiones de las ISBD. Por eso, la reciente ISBD Unificada ha sido elaborada garantizando la coherencia con los mismos.. Más sobre FRBR De 1992 a 1995, el Grupo de Estudio de IFLA de los Requerimientos Funcionales para Registros Bibliográficos (FRBR) desarrolló un modelo de entidad-relación como una visión generalizada del universo bibliográfico, que intenta ser independiente de cualquier código de catalogación o su implementación. El mismo informe FRBR incluye una descripción del modelo conceptual (las entidades, relaciones y atributos o metadatos como los llamamos hoy en día), un registro bibliográfico de nivel nacional propuesto para todos los tipos de materiales y las tareas del usuario asociados con los recursos bibliográficos descriptos en los catálogos, bibliografías y otras herramientas bibliográficas. 18 Centro de Formación / www.auxiliardebiblioteca.com IFLA continúa monitoreando la aplicación de FRBR y promueve su uso y evolución. El Grupo sobre FRBR de la Sección de Catalogación de IFLA, dirigido por Patrick LeBoeuf, mantiene una lista de discusión en línea y un sitio Web. El sitio Web incluye presentaciones, herramientas, etc. FRBR nos ofrece una nueva perspectiva sobre la estructura y relaciones de los registros bibliográficos y de referencia y también un vocabulario más preciso para ayudar a los futuros realizadores de códigos de catalogación y diseñadores de sistemas a satisfacer las necesidades del usuario. 10. Otros conceptos importantes relacionados con el análisis formal y la catalogación a) Catalogación retrospectiva: Es el acto por el cual las bibliotecas pasan o han pasado (ya quedan pocas por hacerlo) las fichas del catálogo tradicional al catálogo automatizado en forma de registros. b) Normas GARR: (GUIDELINES FOR AUTHORITY RECORDS AND REFERENCES). Las Directrices para Registros de Autoridad y Referencias o GARR sustituyen desde 2001 a las GARE (Guidelines for Authority Records and Reference Entries), aparecidas en 1984. Éstas surgieron con el propósito de ser a los registros de autoridad lo mismo que la normativa ISBD a la descripción bibliográfica. Las GARR, que pueden considerarse una edición revisada de las GARE, tratan de definir y determinar los distintos elementos informativos que han de constituir los registros de autoridad, además de establecer su orden y sistema de puntuación. Se entran básicamente en la estructura general de los asientos, pero no prescriben la forma definitiva de los encabezamientos, referencias, notas, etc., lo cual es competencia de las agencias bibliográficas nacionales y de los responsables de las reglas de catalogación correspondientes. c) Precatalogación: Es una “Catalogación abreviada” que se puede hacer por muchas razones, como por ejemplo al exportar registro de otras bibliotecas o bases de datos, o para hacer una catalogación indicativa al incluir el documento en el módulo de adquisiciones y que servirá de guía al catalogador, etc. 19 Centro de Formación / www.auxiliardebiblioteca.com d) CIP: Catalogación en Publicación (Cataloguing in Publication). Pequeño papel que viene dentro de los libros elaborado por las editoriales con una ficha bibliográfica muy abreviada o simplemente los datos que van a hacerle falta al catalogador, facilitando así la labor de éste. Es como una “cortesía” de las editoriales para con las bibliotecas cuando éstas le compran un documento. e) Formato MARC*: Es la conversión de la Catalogación a un lenguaje legible por ordenador para poder catalogar automatizadamente e intercambiar registros documentales. 20