Historia Económica Mundial y de España TEMA 3. PDF

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Este documento explora la historia económica mundial y de España, enfocándose en la Alta Edad Media, el feudalismo y Al-Ándalus. Se discuten temas como las invasiones, el sistema feudal y la evolución económica de Al-Ándalus.

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HISTORIA ECONÓMICA MUNDIAL Y DE ESPAÑA TEMA 3. LA ECONOMÍA EN LA EDAD MEDIA. EL PENSAMIENTO ESCOLÁSTICO ALTA EDAD MEDIA. FEUDALISMO. AL-ÁNDALUS 1. Invasiones en la Alta Edad Media Durante los siglos VIII, IX y X, Europa experimentó una serie de invasiones significativas que generaron inestabi...

HISTORIA ECONÓMICA MUNDIAL Y DE ESPAÑA TEMA 3. LA ECONOMÍA EN LA EDAD MEDIA. EL PENSAMIENTO ESCOLÁSTICO ALTA EDAD MEDIA. FEUDALISMO. AL-ÁNDALUS 1. Invasiones en la Alta Edad Media Durante los siglos VIII, IX y X, Europa experimentó una serie de invasiones significativas que generaron inestabilidad y conflictos en la región: los musulmanes en 711, los vikingos o normandos en el siglo IX y los húngaros o magiares en el siglo IX. La inseguridad generada por estas invasiones llevó a una ruralización de la sociedad europea: las personas sin medios abandonaron las ciudades y buscaron refugio en zonas rurales, donde los terratenientes ofrecían seguridad a cambio de trabajo y servicios, estableciéndose así relaciones de dependencia entre campesinos y señores feudales. El comercio queda restringido al mínimo y hay una tendencia a la autarquía en todos los ámbitos, los intercambios comerciales se limitaron principalmente a productos esenciales como cereales, armas y metales para la guerra, así como reliquias que eran de gran valor simbólico y religioso. Al-Ándalus es el territorio que establecieron los musulmanes en España. 2. Feudalismo El feudalismo es un sistema de relaciones políticas y militares ideado por reyes francos basado en la autarquía (circulación monetaria escasa) y la inseguridad de las invasiones existentes. Este sistema integra beneficio, ya que los reyes y señores no contaban con medios económicos para pagar a los militares o a los funcionarios del gobierno y en lugar de ello, ofrecían tierras que generaban tributos, y vasallaje, que se basaba en la fidelidad de aquellos que recibían las tierras a través de un juramento de fidelidad. Un feudo es un pacto que combina el beneficio y el vasallaje. Este acto simbólico formaliza la relación entre el señor y el vasallo. Con el tiempo, estos pactos se multiplicaron, no solo entre el rey y los nobles, sino también entre los nobles mismos. El señorío o manor es el sistema bipartito de explotación de la tierra que heredó influencias del Próximo Oriente, ya que la tierra en Europa estaba poblada desde los colonatos del Imperio Romano y se caracteriza por la entrega de tierras como beneficio. Sus partes son: las tenencias, que son parcelas asignadas a los colonos para su explotación y debían pagar una renta en especie (productos agrícolas) y prestar trabajo al señor; y las reservas, que son tierras que el señor retiene para su propio uso, son cultivadas por los sirvientes que viven bajo el mandato del señor, quien tiene la obligación de alimentarlos y cuidarlos. Dentro del feudalismo hay distinciones entre:  Régimen señorial: es el sistema económico y social que vincula al señor con los pobladores del señorío.  Régimen feudal: es el sistema social y político que implica la prestación de vasallaje y la entrega de beneficios (tierras, protección). Surge de la multiplicación de los contratos de feudo. En la Península Ibérica, aunque se dieron manifestaciones prefeudales, el feudalismo no se desarrolló de la misma manera que en otras partes de Europa debido a los efectos de la invasión musulmana y las peculiaridades de los reinos cristianos. 3. Los musulmanes en la Península Ibérica La llegada de los musulmanes a la Península Ibérica comenzó en el año 711 y eran un grupo diverso que incluía árabes, bereberes y otros pueblos, todos unidos por la religión islámica. Se divide en etapas: 1. Emirato Dependiente (711 – 755) 2. Independencia Política (756 – 929) 3. Califato Omeya de Occidente (desde 929) → Reinos de taifas → Invasiones de Almorávides y Almohades → Reino nazarí de Granada En 1492 finaliza la Reconquista 4. Evolución económica de Al-Ándalus Al-Ándalus se distinguió de los reinos cristianos en varios aspectos. Sus etapas en la evolución económica se dividen en: → 1ª mitad del siglo VIII: durante esta etapa inicial, Al-Ándalus experimentó una economía precaria ya que las comunidades musulmanas estaban en proceso de asentamiento, lo que implicaba la redistribución de tierras y el comienzo de la explotación de recursos. → Siglos IX - X: la economía vivió un gran esplendor, sin embargo, tras esta fase de prosperidad, Al- Ándalus comenzó a perder territorio. Agricultura y ganadería: se produjeron cambios significativos en el marco jurídico-institucional, particularmente en la propiedad de la tierra al haber nuevos propietarios (la nobleza musulmana, las instituciones religiosas y el califa) y en los distintos tipos de contratos entre propietarios y arrendatarios, como el arrendamiento que consistía en la entrega de tierras a cambio de una renta fija y la aparcería, donde el propietario y el trabajador compartían el uso de la tierra; en el cultivo de secano, el cultivador se llevaba una mayor parte de la cosecha debido al esfuerzo requerido y en el de regadío el propietario solía recibir una mayor proporción de los beneficios económicos. En el desarrollo agrícola, Al-Ándalus introdujo varias novedades agrícolas como la arboricultura, la horticultura, los cultivos textiles y las plantas aromáticas y especias. La ganadería se benefició de la disponibilidad de pastos a bajo precio y la tradición ganadera en la península. Sus diferentes ramas incluyeron la lana, la ganadería caballar, la apicultura, la avicultura y la pesca. Manufacturas: el sector manufacturero era muy extendido y un aspecto clave de la producción era la hisba, una legislación que regulaba el trabajo de los artesanos y establecía un código de conducta para ellos, que estaban agrupados en comunidades de oficios. La producción era variada y se producían manufacturas básicas, que consistían en productos de consumo popular, con materias primas locales y con mano de obra poco especializada, y manufacturas de lujo, que eran productos de alta calidad destinados a la exportación. La producción estaba organizada en centros urbanos, las manos de obra más especializadas trabajaban en talleres del zoco, que era un barrio dentro de la ciudad localizado generalmente cerca de la mezquita principal, y los productos se vendían directamente al consumidor. Comercio: fue uno de los sectores más importantes de la economía en Al-Ándalus y había distintos tipos: → Comercio local: se daba entre las ciudades y el campo, de donde se suministraban las materias primas y se organizaba en torno al zoco. → Comercio interior: se centraba en Córdoba, y, además, comerciaban con los reinos cristianos a través de las calzadas romanas. → Comercio exterior: se basaba principalmente en el comercio marítimo, ya que las rutas terrestres aún presentaban dificultades para desarrollarse, las principales ciudades portuarias eran Sevilla y Almería y, a partir de ahí, se exportaban productos hacia el norte de África y se importaban materias primas desde el Oriente. El sistema monetario se basaba en la acuñación de monedas de oro y plata, que variaban en función de las fluctuaciones políticas y económicas. A medida que Al-Ándalus se fragmentó en los reinos de taifas, el sistema monetario se debilitó y ya que los reinos cristianos estaban en expansión y ganando poder, les exigieron el pago de parias (tributos en oro). Minería: continúan las técnicas romanas y visigodas y existe una mayor variedad de explotaciones. Hacienda: existen unos impuestos legales, que son los diezmos (impuestos religiosos que pagaban los musulmanes como parte de sus obligaciones religiosas destinados al mantenimiento de las mezquitas), la capitación personal (impuesto individual que pagaban las personas que se habían convertido al islam) y el impuesto territorial (se pagaba por la propiedad de la tierra y se destinaba al tesoro público). También había impuestos ilegales, que son el magarim (se aplicaba a la trasmisión de herencias), los monopolios (pago por exportación exclusiva) y la qabala o al-qabala (se aplicaba en el zoco y afectaba a todas las transacciones). 5. Reconquista y repoblación El proceso de reconquista de los territorios ocupados por los musulmanes en la Península Ibérica fue acompañado por diversas modalidades de repoblación, que variaron según la cronología, la situación geográfica, las dificultades de las tierras a repoblar, la densidad demográfica y las políticas de concesión de los reyes cristianos. La propiedad de la tierra, las formas de explotación y las relaciones sociales también diferían considerablemente según el momento y el lugar. La desproporción entre población y territorio fue especialmente notable en la zona castellana en comparación con la aragonesa durante el proceso de repoblación de la Península Ibérica. Este desequilibrio, es decir, una mayor extensión territorial con una menor densidad de población tuvo importantes consecuencias económicas que afectaron la movilidad demográfica, la trashumancia y las relaciones agrarias en ambas regiones. LA ECONOMÍA EN LA BAJA EDAD MEDIA 1. Expansión agraria Hasta mediados del siglo X no hubo intentos de expansión agraria, sin embargo, a partir de esta época empiezan los cambios debido al fin de las invasiones y a la difusión de técnicas y aperos. De este modo la tierra está mejor trabajada y hay un ahorro del trabajo humano. Como resultado, las tierras cultivadas comenzaron a rendir más productos agrícolas, lo que permitió un crecimiento de la población. Esta expansión se mantuvo hasta la segunda mitad del siglo XIII. Se produce una ampliación de superficies cultivadas, dividiéndose las colonizaciones agrarias en:  Colonización interior: consistió en la roturación de nuevas tierras dentro de los señoríos y la creación de nuevas villas por los nobles.  Colonización de frontera: se emprendió en la Europa oriental y del sur. Las principales innovaciones agrarias son el cultivo de hojas, los aperos de hierro (mayor uso del hierro), el arado eslavo (desde s.VI), la collera y el molino de agua o de viento. El moler grano era una tarea básica y se impuso su uso en los señoríos para que, de esta manera, los campesinos tengan que pagarlo al señor. 2. Formas de cultivo en la Europa de la Edad Media Las formas de cultivo en Europa medieval variaban considerablemente según la clase del suelo y las necesidades del momento. El cultivo en rozas es uno de los métodos agrícolas más antiguos y se practicaba especialmente en la Europa del norte y del este. Este sistema es poco productivo y conlleva un agotamiento de las tierras y mucho trabajo. El cultivo en hojas se desarrolló en la Europa mediterránea y consistía en dividir la superficie cultivable en hojas e ir rotando con periodos de cultivo y descanso. Las ventajas que ofrecía era la recuperación de fertilidad y la posibilidad de rotación de cultivos. El número de hojas y la rotación que se haga en ellas depende de la calidad del suelo, de la cantidad de abono animal para fertilizarla y de las necesidades del momento, es decir, con más población, más cosecha. El sistema de rotación y frecuencia de los cultivos fue muy variado en Europa. 3. Sistema de rotación de la Europa húmeda Fue practicado desde el siglo XI y el cultivo era en 3 hojas: cereales de invierno, cultivo de primavera (leguminosa) y hoja en descanso. Este sistema no es apto para toda Europa, sólo para la Europa húmeda. Trae consigo unas ventajas: la tierra produce cada año 2/3 del total cultivable, reduce el peligro de hambrunas, se produce una mejor distribución del trabajo agrícola, mayor regeneración de la tierra por alternancia de cultivos, y las leguminosas sirven como alimento humano y como forraje para el ganado. También trae problemas ya que cuando se sobrepasa el ritmo de rotación que permiten las condiciones y los cultivos se extienden a tierras de mala calidad además a costa de zonas de pasto, caen los rendimientos de la tierra. En Europa desde la 2ª mitad del siglo XIII se produce un crecimiento de la población, lo que lleva a una intensificación de los cultivos por encima de las posibilidades. Esta situación llevó a la reducción del tamaño medio de las explotaciones, es decir, la misma tierra que antes era de una sola familia ahora debe alimentar a dos familias. Por todo lo anterior, estalló una crisis malthusiana (la población crece en progresión geométrica y los recursos crecen en progresión aritmética (aparecen mecanismos “reguladores”)). 4. Agricultura en los reinos cristianos de la Península Ibérica La agricultura fue la actividad dominante, sobre todo la trilogía mediterránea y los cultivos de huerta. Las técnicas fueron rudimentarias, hubo formas variadas de aprovechamiento y beneficios de la herencia musulmana (regadío). La agricultura estaba condicionada por la situación especial de reconquista y repoblación. 5. Ganadería en los reinos cristianos de la Península Ibérica La ocupación fundamental está asociada a la agricultura como actividad principal. Las clases de ganadería fueron la estante, trasterminante, y trashumante (lanar tiene privilegios). En 1273 se creó el Honrado Concejo de la Mesta (“asociación” de dueños de ganados sobre todo lanares Trashumantes). En el Concejo de la Mesta en Castilla, en 1273 hubo una reunión de 4 mestas locales, que tuvieron la función de protección del ganado y la trashumancia (capacidad jurisdiccional). Los privilegios (protección real) fueron: hasta el s.XVI sobre libertad de paso, conservación de cañadas, y desde ahí para la obtención de pastos baratos y abundantes. Había una compleja organización interna ya que el gobierno estaba formado por los principales propietarios de las 4 cuadrillas. Las causas de la constitución del Concejo fueron el fomento de la producción de paños y el cobro de tributos. Además, tuvo una gran expansión por el desarrollo de la economía europea, la caída en las exportaciones inglesas de materia prima (2ª mitad del s.XIV), el aumento de la calidad de oveja merina y el bajo precio. Esto fue debido al comercio de exportación que condiciona la economía castellana. La Mesta se suprime en 1836. 6. La evolución demográfica de la Edad Media Los habitantes de Europa al principio del siglo XI son entre 18 y 20 millones y a principios del siglo XIV la cifra aumentó hasta los 60-70 millones. Las causas de este crecimiento son la abundancia de tierras libres que llevará a la expansión agraria hasta la 2™ mitad del S. XIII. Esta situación favorece la mejor alimentación y más matrimonios y más tempranos. Esto lleva a su vez a una mayor resistencia a las enfermedades y se producen más nacimientos (el aumento de natalidad explica el crecimiento). Hasta el S. XIV la crisis de mortalidad son menos virulentas. El periodo de crecimiento demográfico se correspondió casi exactamente con la gran época de exploraciones marítimas y descubrimientos entre Europa y Asia, además de la conquista y la colonización del hemisferio occidental por parte de los europeos. Estos acontecimientos proporcionaron a Europa un gran aumento de las fuentes de recursos y provocaron importantes cambios institucionales en la economía. 6.1. Crecimiento urbano El resurgir urbano entre los Siglos XI-XIII coincide con la recuperación agraria, la recuperación del comercio en el Mediterráneo, y la recuperación de la economía monetaria. Se fundan nuevas ciudades, algunas antiguas se recuperan y los centros rurales crecen. La expansión se debe a la inmigración del campo por el crecimiento de la población. Las ciudades fueron mercados y centros de productores de manufacturas, y cada vez tuvieron más peso económico y político. Las ciudades fueron el origen del capitalismo. Desde el S. XII, surgieron en Europa los embriones de la burguesía y del capitalismo. En las ciudades, la burguesía comercial creó los pilares del capitalismo: los derechos de propiedad privada; el funcionamiento de los mercados, protegidos de las arbitrariedades en la nobleza que dominaba los señoríos; y las instituciones de gobierno de las corporaciones representativas (gremiales y municipales). 6.2. Evolución demográfica en la Península Ibérica Estuvo determinada por la invasión musulmana y por la Reconquista. A mediados de S. VIII, Al- Ándalus tenía 3 millones de habitantes, y el resto de la península 500.000. Sin embargo, a finales del Siglo XIII, la España cristiana tenía más de 5 millones de habitantes, mientas que el Reino nazarí unos 400.000 aprox. El avance de la frontera cristiana (incorporación de mudéjares: en Aragón 35% de la población total), las inmigraciones de mozárabes y judíos y el crecimiento natural de la población fueron las causas de esta evolución. 7. La crisis demográfica del siglo XIV Hacia el 1380 Europa había perdido el 40% de su población debido a los problemas agrarios desde mediados del S. XIII por la crisis de subsistencias, a otros problemas climatológicos y guerras desde principios del S. XIV y a la peste negra (1348), que afectó a casi todo el continente y la mortandad alcanzó hasta el 50% según las regiones repitiéndose oleadas sucesivas, aunque cada vez menos virulentas. 8. La peste negra en la Península Ibérica Tuvo menos incidencia en la Corona de Castilla. En la Corona de Aragón, en Cataluña tuvo efectos que continuaron en el S. XV, perdiendo un 40-45% de la población. En Cataluña se suma una grave depresión económica y un esfuerzo de reconquista con una expansión mediterránea. Las consecuencias generales fueron la pérdida del 20% de la población y la población a pps. en el S.XV (4,5 millones de habitantes). La población de la Península en 1492 es de 6 millones de habitantes. Consecuencias de la Peste Negra: En el mundo rural, se redujo la mano de obra y ello permitió exigir salarios más altos para los campesinos, la supresión de los servicios señoriales y rentas más bajas por las tierras. Fueron necesarias revueltas para conseguirlo. Al haber menos población, hay menos demanda y, por tanto, se necesitan menos alimentos, por lo que disminuyen las superficies sembradas y la intensidad de los cultivos. Al aumentar los rendimientos, se producen excedentes agrarios que benefician a los campesinos que los consumen o los venden en los mercados. La situación de los campesinos mejora por la alimentación y, en cuanto al poder para adquirir bienes en el mercado. Para los propietarios cae el precio de los granos (cae la demanda) y la renta de la tierra, se quedan muchas tierras sin labrar y los salarios agrarios son más altos. Por esta situación, se ven obligados a tener preferencia por cultivos más rentables que los cereales y por la ganadería extensiva. LAS MANUFACTURAS EN LA BAJA EDAD MEDIA 1. Las manufacturas en la Baja Edad Media Las manufacturas en esta época se trataban de una actividad secundaria, pues se encontraban detrás de la agricultura en cuanto a la mano de obra y el valor de lo producido, pero aumenta su importancia. La dedicación de la mano de obra es parcial, estacional o plena. Su producción es básica, de una baja calidad y más extendida, o especializada que solo se desempeña en regiones concretas. Se producen avances en la energía hidráulica, que desarrolla la industria metalúrgica para las guerras, en la industria textil (telar de pedales, rueca, bastón), y en la industria naval (construcción y aparejos). Otras industrias también avanzan, aunque en menor medida. Manufacturas en la Península Ibérica: El desarrollo fue diferente en Castilla y en Aragón, ya que esta última tuvo más desarrollo y comercialización. En Castilla, el sector más desarrollado fue la industria textil lanera, las condiciones eran favorables, aunque hubo problemas para el desarrollo (baja calidad, falta capital, política económica). En Aragón, en el S.XIV se desarrolló el sector lanero en Barcelona (técnicas, exportación, uniformidad en la calidad, mano de obra cualificada extranjera, financiación del capital comercial). La crisis en el S. XV hace que se rebaje la calidad, y a pesar de los apoyos tarda en recuperarse por la falta de demanda. En cuanto a la industria metalúrgica, había demanda de armas por la Reconquista (el hierro era un monopolio real), después se suma la demanda del sector agrícola, con un crecimiento urbano y un desarrollo de las marinas vasca, cántabra y catalana. Las zonas mejor situadas para el desarrollo eran Cataluña y la zona cantábrica debido a la existencia de mineral de hierro; de combustible abundante y barato (carbón vegetal); y la posibilidad de aplicar energía hidráulica a mazos y fuelles. Las ferreterías vascas y catalanas producen para demanda interna y para la exportación. El problema era que se exporta hierro semielaborado y se importan transformados metálicos. 2. Organización gremial del trabajo Los gremios se organizan en la península ibérica desde el siglo XII y constituyen corporaciones cerradas y forzosas de oficios. Se trata de una producción urbana de venta directa (sin intermediarios), es una mera de monopolio, pues garantiza el abastecimiento, evita la competencia y controla los precios; existe un reglamento que regula su trabajo, es decir, unos métodos de producción y de venta comunes que llevan a que exista un control de calidad y propiciaban un puesto fijo en el mercado que hacía que ellos no innovasen para mejorar la producción. Los gremios decaen porque aparecen nuevas formas de producción. Tenían como objetivos tener ingresos estatales para sus miembros y la igualdad de posibilidades para sus miembros de alcanzar su ingreso consistente con su posición. Los medios que utilizaban era el control del número de miembros (derecho a la entrada, capital mínimo, cualificación), del conocimiento técnico, materias primas, procesos de producción, calidad del producto, la regulación del aprendizaje, oficialidad, maestría, la inspección, la limitación/regulación de la oferta de trabajo, de los medios de producción y producto, la regulación de salarios, ventas y precios, la adquisición colectiva de materias primas, el sorteo de puestos de venta y la prohibición de publicidad individual y sanciones, destrucción de productos no aprobados… 3. Organización capitalista del trabajo artesano Los artesanos son dependientes de un empresario. Los factores que requerían una experiencia empresarial eran la importancia de materia prima, la combinación de los distintos procesos industriales y la distribución comercial. 4. Los gremios en Castilla y Aragón Los reyes tratan de impedir su desarrollo impidiéndoles fijar precios y prohibiendo impedir el ejercicio de un oficio. La oposición real frena su evolución en Castilla (hasta pps del S: XVI), pero no en Aragón. En Cataluña desde el S. XIV la organización del trabajo es gremial, y a finales de la Edad Media, en toda España ya eran organizaciones con sus características completas. 5. Comercio e innovaciones comerciales y financieras Comercio: El comercio con oriente consiste en bienes de demanda rígida y permanente. Se pagaba con oro y desde el S. XII, como compensación a los productos importados, se exportaban manufacturas europeas. El comercio con el Mediterráneo estaba en manos de las ciudades italianas y Barcelona. En el comercio con el norte de Europa (Europa atlántica), el Báltico y Europa Norte exportan salazones, pieles, cereal, hierro, madera…; el noroeste y el oeste exportan manufacturas y productos de lujo (comercio de gran volumen, pero no de gran movimiento de capitales). Para organizarlo, se crea la Hansa Germánica o Liga Hanseática, que es una asociación de mercaderes del Báltico y del mar del Norte. Se pactaron los acuerdos en Lübeck (capital) y Hamburgo (1230), también en otras ciudades como Riga, Danzig o Bremen. Se crean los kontors en Novgorod, Bergen y Oslo, además tiene comercio con Londres y Brujas. Tiene registros mercantiles poco detallados, pagos al contado y asociaciones de mercaderes poco complejas. El comercio interior de Europa experimenta una expansión por el establecimiento de ferias y mercados. Las ferias, que tienen lugar desde principios del S. XI en rutas de comercio terrestre, están formadas por comerciantes especializados, se trata de un comercio al por mayor y las mercancías son de procedencia lejana y valor relativamente alto (que cubren los costes de transporte). La decadencia de las ferias más importantes coincide con la sedentarización del comercio (desde finales del Siglo XIII). Los mercados cubrían las necesidades básicas de la población. Se trataba de ventas al detalle, a veces por gente no especializada. Tenían una periodicidad semanal o diaria en las ciudades. Y pese a todo, grandes problemas para el desarrollo por la dificultad de las comunicaciones. 6. La revolución comercial Se llevan a cabo nuevas técnicas de negocios desde el Siglo Xi. Estas nacen en las ciudades italianas del Norte, se aplican para el comercio marítimo y permiten la asociación de capital y trabajo (permiten transformar ahorro en inversión). Los tipos de sociedades eran la commenda, que era la asociación entre socio sedentario (capital) y socio activo (comerciante) y se usaba para una sola operación y para el comercio marítimo; la compañía, que tiene lugar en Italia desde el S. XIV y se trata de una asociación entre mercaderes para un fin y periodo determinados; y, la sociedad del mar, que se creaba para llevar a cabo una determinada operación. Otras técnicas de negocios fueron la contabilidad por partida doble, que desde el S. XIII en la Toscana, se difundió por Europa en los Siglos XV y XVI, y permite saber con más precisión el estado de la empresa, pero no hay cálculos de perdida y beneficios; el seguro marítimo, que se inició en Italia en el S. XV y se expandió por la Europa Atlántica durante el S. XVI; el correo mercantil, que son instituciones privadas y públicas que llevan el correo; y, la prensa mercantil. que se desarrolla en los Siglos XVII-XVIII. 7. La banca medieval La banca fue una transformación, los cambistas pasaban a ser banqueros. Los primeros banqueros eran compañías familiares con mucho riesgo y que tenían un papel activo en las ferias. Las quiebras dieron lugar a nuevas casas, con una mayor diversificación, con operaciones autónomas y tuvieron lugar las primeras “sucursales”. Medici y Fuger fueron grandes familias de banqueros. El aumento de la actividad comercial lleva a la necesidad de crear un sistema internacional de pagos, la letra de cambio. Permite saldar deudas en monedas y plazas distintas, oculta el cobro de intereses, lleva implícita la concesión de un crédito, y facilita el mayor desarrollo de los negocios. Desde el S. XIV las letras de cambio son un endoso. La banca en la Península Ibérica: Los cambistas desde el S. XII estaban en Santiago y en la 1ª mitad del S. XIII en Burgos y Barcelona, ya que en las tres ciudades eran judíos. En Cataluña se desarrolló la banca desde el 1er tercio del S. XIV, y casi a finales del siglo se da una bancarrota de la privada. En 1401, se crea la fundación en Barcelona de la Taula de Canvi, el 1er banco público (municipal), después se fundaron en Valencia, Gerona, y Zaragoza. En Castilla, el desarrollo es más tardío y escaso. En el S. XII, el interés del dinero en Castilla es del 100% anual (por la escasa circulación monetaria), se dictaron leyes que fijaron oficialmente el interés máximo a un 33,33%, y en Aragón alrededor del 20%.

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