Patología del Aparato Locomotor PDF
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This document discusses pathology of the locomotor system in children and adolescents. In detail, it covers bone diseases, musculoskeletal trauma, foot, knee, hip, spinal, and elbow pathologies and infectious diseases, offering an overview of various conditions prevalent in childhood and adolescence.
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PATOLOGÍA DEL APARATO LOCOMOTOR Enfermedades óseas constitucionales. Enfermedades óseas adquiridas: - Traumatismos musculoesqueléticos. - Enfermedades musculoesqueléticas: Patología del pie. Patología de la rodilla. Patología de la cadera. ...
PATOLOGÍA DEL APARATO LOCOMOTOR Enfermedades óseas constitucionales. Enfermedades óseas adquiridas: - Traumatismos musculoesqueléticos. - Enfermedades musculoesqueléticas: Patología del pie. Patología de la rodilla. Patología de la cadera. Patología de la columna. Patología del cuello. Patología del codo. Patología infecciosa. 1 Los niños se mueven constantemente y los juegos y diversiones que implican mayor actividad física son las que les resultan más atractivos. En la adolescencia se produce un exceso de energía que se canaliza a través de los deportes y el ejercicio al aire libre. La patología del aparato locomotor más frecuente y de mayor interés en el niño es la siguiente: ENFERMEDADES ÓSEAS CONSTITUCIONALES Son las responsables de una alteración electiva del crecimiento del esqueleto, de su estructura o de su morfología. Se dividen en: 1- Displasias óseas: predomina un error generalizado en el modelaje o forma del hueso y se debe a factores intrínsecos. 2- Distrofias óseas: son trastornos en el modelaje y crecimiento del hueso en relación con factores nutricionales o metabólicos extrínsecos al hueso. 3- Disóstosis óseas: se trata de anomalías en la forma o modelaje del hueso y además otros defectos del desarrollo de tejidos ectodérmicos o mesenquimatosos. ENFERMEDADES ÓSEAS ADQUIRIDAS 1. TRAUMATISMOS MUSCULOESQUELÉTICOS Contusión: lesión de los tejidos blandos producida por una fuerza no cortante, como golpe, caída, etc. Suele existir hemorragia en mayor o menor medida en la zona lesionada (equimosis, hematoma…) Los síntomas locales son: dolor, inflamación y equímosis. Esguince: lesión de los ligamentos que rodean una articulación por distensión o torcedura. Los síntomas son: dolor, tumefacción e impotencia funcional. Luxación: falta de contacto de las caras articulares de los huesos que forman la articulación. Los síntomas de una luxación traumática son: dolor, edema, deformidad y pérdida de movilidad. Fractura: Rotura de un hueso o cartílago generalmente acompañada de lesión de tejido blando circundante. Los síntomas son: dolor de tipo continuo, hinchazón, cambio de color de la piel, hemorragia, crepitación. Amputación: Extirpación de una extremidad. 2 2. ENFERMEDADES MUSCULOESQUELÉTICAS Enfermedades generalmente debidas a deformidades y/ó infecciones en huesos y articulaciones (osteomielitis, tuberculosis ósea, artritis, fiebre reumática...) Vamos a estudiar la patología/deformidades más frecuentes de la edad pediátrica. A.- ANOMALÍAS DEL PIE Ante una deformidad del pie, es fundamental explorar si es o no reductible por manipulación. El grado de reductibilidad permitirá valorar su gravedad. Cuanto más precozmente, en el período de desarrollo fetal, se haya producido la deformidad, más estructurada y más rígida será y en consecuencia también más difícil de corregir. Otro punto importante a tener en cuenta es la frecuente coincidencia de una deformidad del pie con displasia o subluxaciones de la cadera. Es posible que la misma anomalía de posición fetal que provoca la deformidad del pie, actúe también sobre la cadera. En el niño el pie puede inclinarse lateralmente hacia la línea media (pie varo) o hacia fuera (pie valgo); en relación a su bóveda longitudinal esta puede aplanarse (pie plano) o exagerarse (pie cavo). Una visión desde detrás de los pies en apoyo permite valorar la desviación en valgo o varo del talón por el grado de inclinación del tendón de Aquiles. Con respecto al apoyo, el niño puede apoyar el antepie (pie equino), apoyar el talón (pie talo). Si el antepie se desvía hacia adentro hablamos de pie adductus o si se desvía hacia fuera pie abductus. Por último si la planta del pie mira hacia adentro tendremos un pie supinado, si mira hacia fuera será un pie pronado. PIE PLANO Alteración de la morfología del pie caracterizada por una desviación en valgo del talón acompañada de una disminución de la altura de la bóveda plantar. Causado por relajación de las estructuras que sostienen el arco longitudinal del lado interno del pie, lo que implica el hundimiento de la bóveda plantar. Además de existir una predisposición hereditaria, está causado por hipotonía o asimetría en el tono muscular, laxitud ligamentosa y favorecido por el sobrepeso. Tipos: Pie plano del desarrollo o pseudopie plano: en menores de 3 años, la exploración del pie es normal con un cojinete adiposo plantar. No requiere ningún tratamiento ni calzado especial. Pie plano valgo flexible: es el pie plano más frecuente >90%. Se debe a una anormalidad postural, con ausencia del arco longitudinal interno del pie. Posición del pie en carga: valgo del retropié y abducción del antepie con rotación externa y aplanamiento de la bóveda plantar. Posición del pie en descarga: presenta un contorno normal y aparece la bóveda plantar. Normalmente el peso del cuerpo recae sobre el segundo metatarsiano, que es el centro del pie. En este tipo de pie se va desarrollando un genu valgo y el peso del 3 cuerpo recae sobre el primer metatarsiano. Para intentar compensar el niño mete los pies hacia dentro quedando el centro de gravedad del cuerpo en el centro del pie. Desgasta más el calzado en la parte póstero-interna, camina con el talón hacia fuera y la bóveda está desparramada. Corrige al ponerse de puntillas. Suele ser asintomático y no requiere ningún tratamiento en especial. Si el niño se queja de dolor en los pies después de largas caminatas se le debe proporcionar un apoyo para el arco longitudinal. Parece que el uso de plantillas correctoras no modifica la evolución. Pie plano rígido: cuando el pie plano no es flexible y no se corrige de puntillas. Puede ser debido a una fusión del tarso o a un pie plano valgo convexo congénito también llamado “pie en mecedora” o “astrágalo vertical”, patología ésta en la que el escafoides se articula con la cara dorso-lateral del astrágalo, situando la articulación en flexión plantar. El pie en mecedora se diagnóstica en los primeros reconocimientos en la etapa neonatal y se derivará al especialista para tratamiento. Si el dolor y espasmo muscular son graves está indicado el tratamiento quirúrgico a partir de los ocho años. Antes de esa edad se trata de corregir con ortesis. PIE CAVO En el pie cavo la bóveda plantar es exagerada, el empeine del pie es alto y la fascia plantar tirante. En muchas ocasiones se acompaña de flexión importante de los dedos, y en estos casos a veces se utiliza el término de “pie en garra”. El pie cavo es con mucha frecuencia (80% de los casos) manifestación de una enfermedad neuromuscular. Clínica: Dolor de tipo mecánico, gibosidad del pie y aumento de la bóveda plantar con hiperqueratosis en la zona de apoyo. El tratamiento es conservador con estiramientos pasivos. En deformidades graves se requiere tratamiento quirúrgico. PIE TALO VALGO – PIE CALCÁNEO VALGO Se trata de una alteración secundaria a malposición intrauterina, en la que el pie aparece plegado, en flexión dorsal máxima, el talón verticalizado prolongando la pierna. Los tejidos blandos del dorso y la porción lateral del pie muestran contracción y limitan la flexión plantar y la inversión. Radiológicamente son pies de estructura ósea normal. Es la deformidad más frecuente en partos de presentación podálica. El tratamiento consiste en manipulaciones movilizando el pie, (de forma que adquieran más tono los músculos gemelos y tibial posterior), y/o férulas para mantener la corrección. 4 PIE METATARSO VARO O METATARSO ADDUCTO Es una desviación en varo de todo el antepie respecto al retropie. Es una deformidad leve y consiste en una inclinación del antepie hacia adentro, producida por delante del escafoides. Es característico un pliegue transversal a este nivel, tanto más marcado cuanto más irreductible e importante sea la deformidad. Suele combinarse con cierto componente de rotación interna del pie. Esto produce un pie en forma de riñón. La posición boca abajo, puede empeorar la situación o al menos dificultar su corrección. Aunque inicialmente la deformidad afecta sólo al tejido blando, puede extenderse a las estructuras óseas si el trastorno básico se mantiene sin ser diagnosticado. El tratamiento inicial es la manipulación del pie, procurando sujetar el talón, ofreciendo un firme punto de apoyo con el pulgar sobre la prominencia de la base del 5º metatarsiano y con la otra mano llevar el antepie hacia afuera. Si en 3-4 meses no mejora, se aconsejan botas rectas o invertidas más una barra de unión para mantener los pies en rotación externa. PIE ZAMBO - PIE EQUINO VARO Es una anomalía grave y frecuente. Predomina en el sexo masculino y puede ser uni o bilateral. En la mayoría de los casos el origen es desconocido, en otros hereditario (neuromuscular o por cromosomopatías) o secundario a malposición intrauterina. El pie está en posición de extensión en el tobillo, con rotación interna del talón y de la porción anterior del pie. Se trata de una deformidad del pie en “equino, varo, cavo y aductus”. Existe un componente de torsión tibial interna. El eje bimaleolar está desviado hacia dentro. También existen alteraciones óseas, musculares y ligamentosas del borde medial y posterior del pie. No es posible la corrección pasiva. El tratamiento es ortopédico y quirúrgico. ENFERMEDAD DE SEVER (Apofisitis calcánea) El tendón de Aquiles se une al calcáneo en la tuberosidad mayor, muy cerca de los cartílagos de crecimiento que son relativamente débiles. Los estiramientos fuertes y repetidos del tendón de Aquiles sobre la tuberosidad provocan inflamación del cartílago de crecimiento (apofisitis) y aparición de dolor. Clínicamente se manifiesta por dolor en el talón, que se incrementa con la actividad física y disminuye “de puntillas” Cojera y dolor a la presión en la zona posterior y lateral. Radiológicamente: tuberosidad densa y fragmentada. Cura espontáneamente y si el dolor es intenso se aconseja reposo deportivo, antinflamatorios y talonera de apoyo blanda que amortigua la pisada. 5 B.- PATOLOGÍA DE LA RODILLA ANOMALÍAS EN LA MARCHA 1) Marcha inestable : Algunos niños cuando comienzan a caminar, debido a la inestabilidad, adoptan una marcha ampliando la base de sustentación, con los pies vueltos hacia fuera de manera bastante notable. Es una marcha normal que desaparece a los dos o tres meses de comenzar a caminar. 2) Genu varo (piernas en "paréntesis"): El vértice del ángulo femorotibial es externo. En el recién nacido existe un varo fisiológico reflejo de la posición fetal que se evidencia más cuando inicia la marcha. En este momento puede evidenciarse un pie plano fisiológico, que favorecerá el tránsito hacia un genu valgo. Niños con sobrepeso al iniciar la deambulación pueden presentar un genu varo mayor, debido a una incurvación tibial. Es lo que se denomina tibia vara fisiológica o de sobrecarga que tiene carácter familiar y se resuelve espontáneamente. Hasta los dos años esta posición se considera fisiológica, debiendo desaparecer gradualmente. Su persistencia acabado el crecimiento, puede ocasionar artrosis de rodilla. 3) Genu valgo (piernas "en X"): El vértice del ángulo femorotibial es interno, el tobillo queda hacia fuera. A medida que se corrige el genu varo fisiológico (de forma espontánea) puede producirse una corrección excesiva, de grado variable, que da lugar a un genu valgo leve. Esta variación fisiológica, se observa a menudo entre los 3-4 años. Se corrige espontáneamente. Sólo cuando el genu valgo persiste o se hace exagerado después de los 6-8 años de edad, hay que plantearse tratamiento ortopédico. ROTACIONES DEL MIEMBRO INFERIOR Son las variaciones de la posición de un segmento del miembro inferior respecto a otro. El motivo de consulta es la observación por parte de los padres de una alteración en la marcha; el niño anda con el pie hacia fuera (rotación externa) o hacia dentro (rotación interna). Rotación tibial externa: Frecuente en niños mayores y adolescentes: caminan con las tibias rotadas hacia fuera. Puede originar molestias en la rodilla y frecuentemente es unilateral. Sólo en raras ocasiones producen problemas al adolescente, en estos casos se debe tratar. 6 Rotación tibial interna: Se observa en niños al iniciar la deambulación, caminan con las tibias rotadas hacia dentro. Tiende a resolverse espontáneamente durante la infancia. Es benigna y no ocasiona problemas. Rotación femoral interna: Muy frecuente en niños pequeños. Se caracteriza porque el niño, aparte de andar con el pie hacia dentro, al sentarse lo hace en “W” y al correr rotan el miembro inferior, echando hacia fuera el pie y la pierna. A veces se asocia a rotación tibial externa, pudiendo ocasionar en este caso inestabilidad rotuliana e incluso dolor patelar. Suele alcanzar su mayor intensidad entre los 4 y 10 años. En general no ocasiona alteraciones, es benigna y tiende a resolverse espontáneamente. Rotación femoral externa: Anda con todo el miembro inferior dirigido hacia fuera (marcha de pato) No existe tratamiento ortopédico que se haya mostrado efectivo (ejercicios, férulas nocturnas…) para ningún tipo de rotación, no obstante se deben evitar posturas perjudiciales (sentarse en “W”). Sólo el 0.1% de casos, generalmente niños mayores de 8 años con rotación tibial o femoral muy intensa que ocasione dificultades para la marcha, se benefician de osteotomías correctoras.. ENFERMEDAD DE OSGOOD-SCHLATTER (APOFISITIS TIBIAL ANTERIOR) Es una osteocondritis que afecta a la tuberosidad anterior de la tibia (apofisitis tibial) Se caracteriza por la inflamación del tendón rotuliano y de las partes blandas adyacentes a la placa de crecimiento, provocado por el uso “excesivo” de la rodilla. Aparece a partir de los 8-9 años y adolescencia. Es más frecuente en varones deportistas. Clínicamente se manifiesta por dolor, sobre todo con la actividad física (al saltar, bajar escaleras, chutar, correr…) Después del ejercicio presentan cojera por el dolor. Existe una tumefacción y dolor a la presión a nivel de la tuberosidad tibial anterior, visible radiológicamente. Cura al finalizar el crecimiento y fusionarse la tuberosidad (cierre de los cartílagos de crecimiento) Mejora con reposo deportivo y antinflamatorios. C.- PATOLOGÍA DE LA CADERA LUXACIÓN DE CADERA (LCC) Ó DISPLASIA EVOLUTIVA DE LA CADERA (DEC) Alteración de la articulación coxofemoral que da lugar a una deformidad en la que la cabeza femoral está totalmente fuera del acetábulo (luxación), parcialmente (subluxación) o bien existe una displasia, con anomalías en el desarrollo del acetábulo o de la cabeza femoral. La incidencia es de 5 casos por cada 1.000 nacidos vivos, aunque espontáneamente se resuelven al menos el 50% de ellos. 7 Factores de riesgo: * Marcadores de riesgo de DEC (implican indicación estricta de ecografía si se asocian dos de ellos): Antecedentes de DEC en los padres. Presentación de nalgas. Sexo femenino. * Otros factores de riesgo de DEC (no hay actualmente criterio de realización sistemática de ecografía, pero dada su inocuidad suele realizarse): Prematuridad. Primigesta. Embarazo múltiple. Sobrepeso al nacimiento. Oligohidramnios. Parto distócico. Deformidades posturales: metatarso-varo, etc. Exploración clínica: * De recién nacidos hasta primeros meses de vida (3º mes): - Prueba de Barlow: Si es positiva diagnostica subluxación. Dicha maniobra trata de sacar la cabeza femoral del acetábulo mediante aducción y presión del pulgar en el trocánter menor. Si se percibe desplazamiento, la maniobra es positiva y se trata de una cadera luxable. - Prueba de Ortolani: Maniobra que diagnostica luxación. Consiste en introducir la cabeza femoral en el acetábulo mediante abducción y presión del dedo medio en el trocánter mayor, con el pulgar en la cara interna del muslo. Si se percibe un movimiento de la cabeza y un resalte, la maniobra es positiva y estamos ante una luxación. * Posteriormente hasta el inicio de la marcha: - Retracción de los aductores lo que limita la abducción. - Signo de Galeazzi: se colocan las caderas y rodillas flexionadas a 90° con tibias y tobillos juntos, percibiéndose diferente longitud de los muslos en el caso de la LCC. - Miembro afecto en rotación externa, flexión y abducción. - Asimetría de pliegues:. La existencia de asimetrías en los pliegues proximales y perineales son un signo de sospecha, aunque pueden existir asimetrías sin que haya una LCC (10-20%). En caso de luxación bilateral habrá una simetría en los pliegues pero existe una separación de miembros aumentada que deja ver el periné. - Cojera. Diagnóstico: - Por la clínica: cojera cuando el niño inicia la marcha. El despistaje clínico es imprescindible y debe mantenerse en cada revisión de salud hasta que se compruebe la normalidad de la marcha. - Ecografía de cadera: es la primera prueba complementaria a realizar, (en el neonato la epífisis femoral aún es completamente cartilaginosa no siendo visible en la radiografía). El momento ideal para realizarla es el 2º mes. 8 - Radiología: en proyección AP es imprescindible para el estudio de la cadera luxada y el seguimiento de la cadera en tratamiento. Eficaz como método diagnóstico a partir del 4º mes de vida. * Medida del ángulo acetabular para valorar la oblicuidad del techo cotiloideo (ángulo normal menor de 30º) * Ascenso del fémur (línea de Shenton o cervicoobturatriz no contínua) * Separación del fémur de la línea media. Tratamiento: - Férulas tendentes a corregir la tracción de los músculos aproximadores y conseguir el correcto desarrollo óseo. - Quirúrgico si proceso evolucionado (tenotomía de músculos aductores). SINOVITIS TRANSITORIA DE CADERA Es un problema inflamatorio que afecta a niños alrededor de los cuatro años de vida. Se trata de una artritis idiopática, benigna y transitoria, frecuente en la infancia. Suele existir el antecedente de un proceso infeccioso vírico (infección respiratoria de vías altas, proceso digestivo…) que parece desencadenar una reacción local inflamatoria. La clínica principal es de dolor agudo sin antecedente traumático. Dicho dolor se refiere en la ingle, cara interna de muslo y rodilla. Como consecuencia del dolor aparece una marcha antiálgica con cojera y limitación a la movilidad activa y pasiva. Tratamiento: reposo y antinflamatorios. ENFERMEDAD DE PERTHES Es una necrosis aséptica, avascular e idiopática de la cabeza de fémur. Generalmente es unilateral y se debe a una interrupción del aporte sanguíneo a la zona, Se inicia con discreta cojera y dolor leve o intermitente en la parte anterior del muslo (se ha descrito como "cojera indolora") Evolución prolongada, lenta y progresiva. Dada la sintomatología poco marcada del proceso puede tardar en diagnosticarse, pudiendo dar lugar a un aplanamiento de la cabeza femoral que secundariamente puede ocasionar artrosis articular. El tratamiento va encaminado a evitar las complicaciones, manteniendo en descarga la cadera hasta lograr la recalcificación de la cabeza femoral. 9 D.- PATOLOGÍA DE LA COLUMNA ACTITUD ESCOLIÓTICA Es una desviación lateral del raquis que se caracteriza por: - Ser un trastorno funcional de la estática raquídea. - No ser estructurada. - No presentar rotación vertebral. - No presentar gibosidad. - Estar motivada por una causa no vertebral. - Requerir un seguimiento periódico (más frecuente en el estirón puberal) Exploración Se realiza con el niño descalzo, desprovisto de ropa y situado de espaldas al explorador: * Posición recta con los brazos caídos. Por inspección se observarán el nivel de los hombros, de las escápulas, de las crestas ilíacas y utilizando la plomada el alineamiento de la columna (la línea de la plomada se coloca desde la 7ª vértebra cervical hasta la altura del pliegue intergluteo). * Posición de flexión anterior con brazos extendidos hacia abajo y con las manos juntas (test de Adams) Se observará la existencia de gibas costales y/o lumbares. Tipos: Actitudes escolióticas de la infancia. No suelen evolucionar a escoliosis estructurales. Actitudes escolióticas compensadoras. La más común es la báscula pélvica secundaria a dismetría de miembros inferiores. Actitudes escolióticas puberales. La curva suele ser de convexidad izquierda. Los hombros están frecuentemente a diferente nivel. Suele haber ausencia de giba. Generalmente se acompaña de hipotonía e hiperlaxitud. ESCOLIOSIS Es una desviación lateral del raquis producida por una alteración del normal crecimiento y desarrollo vertebral. Aproximadamente un 3% de los adolescentes menores de 16 años presentan una curva escoliótica de 10º, un 0.5% presentan curvas de 20º y un 0.3% de 30º o más. Formas según su etiología Idiopática o esencial. 70% de los casos, siendo su origen desconocido.. Antecedentes familiares. 10 Congénita. 15% de los casos. Son secundarias a malformaciones de los cuerpos vertebrales que están ya presentes en el nacimiento. Evolución rápida. Paralítica 10% de los casos. Formas según la edad de aparición Escoliosis infantiles, aparecen entre 1-3 años. La mayoría son resolutivas pero las que son evolutivas son graves. Escoliosis juveniles entre 3 años y la pubertad y el pronóstico generalmente es inverso a la edad de aparición. Escoliosis del adolescente. Factores de riesgo Pubertad: etapa de mayor riesgo de incremento de la curva escoliótica. Observaciones sobre prácticas deportivas: La columna vertebral escoliótica no es una columna frágil y es un error desaconsejar la práctica de algún deporte, no obstante, se aconseja evitar los deportes realizados de forma muy intensa y enérgica durante la fase de crecimiento rápido (brote puberal) para evitar lesiones. La natación se ha considerado clásicamente el deporte de elección para la escoliosis, aunque no parece justificada su prescripción como ejercicio terapéutico en una escoliosis estructurada. Los niños con corsé ortopédico, no presentan ningún tipo de contraindicaciones deportivas. Los niños con escoliosis congénita y fusión quirúrgica vertebral, deberían evitar los deportes de contacto y otras actividades deportivas competitivas. CIFOSIS Entendemos por cifosis una deformidad de la columna vertebral que cursa con aumento de la angulación dorsal o dorsolumbar en el plano sagital. La espalda se redondea. Tipos 1.- Cifosis estructural: También llamada “Enfermedad de Scheuerman”. Es la segunda causa más frecuente de deformidad de columna tras la escoliosis idiopática. Su causa es desconocida, aunque existen factores hereditarios. Afecta a lactantes y niños pequeños. Indolora. El paciente no puede corregir la cifosis ni en bipedestación ni en decúbito. Se acompaña de aumento de lordosis lumbar compensadora. 2.- Cifosis congénita: Fallo congénito total o parcial de la formación del cuerpo vertebral con conservación de los elementos posteriores y fallo en la segmentación anterior. Las deformidades más graves aparecen en el nacimiento y progresan rápidamente pudiendo llegar a producir paraplejia. 11 3.- Cifosis postural (espalda redondeada): Secundaria a una mala postura, se corrige tanto en bipedestación como en decúbito prono. Radiológicamente no presenta anomalías. Aunque constituye una preocupación paterna frecuente, no necesita tratamiento. El niño debe hacerse responsable de corregir la postura. F.- PATOLOGÍA DEL CUELLO TORTÍCOLIS CONGÉNITA Es una deformidad caracterizada por una contractura o acortamiento que afecta especialmente al músculo esternocleidomastoideo, dando lugar a una inclinación de la cabeza hacia el lado afectado, combinada con una rotación de la barbilla se dirige hacia el lado opuesto a la lesión. El origen es una malposición fetal que podría producir isquemia muscular con la consiguiente atrofia y fibrosis. El tratamiento consiste en manipulaciones suaves de forma precoz para ir distendiendo la musculatura. E.- PATOLOGÍA DEL CODO PRONACIÓN DOLOROSA Se trata de una subluxación traumática de la cabeza del radio como consecuencia de una tracción súbita de la mano con el codo extendido y el antebrazo pronado. Es una de las lesiones musculoesqueléticas más frecuentes en niños menores de 4 años. Las circunstancias más comunes que desencadenan el cuadro clínico son: Alzar al niño traccionando del antebrazo con ligera pronación, cuando tropieza para que no se caiga. Girar al niño en círculos mientras se le sostiene de las manos. El traumatismo ocasiona un deslizamiento del ligamento anular que envuelve la cabeza radial sobre ésta, interponiéndose en la articulación radiohumeral. Clínica: inmediatamente después de la lesión el niño llora a causa del dolor y no usa el miembro afectado, manteniendo el brazo colgado al lado del cuerpo con el codo en semiflexión y el antebrazo en pronación. La reducción se realiza con una maniobra rápida de flexión del codo a 90º con tracción y supinación completa del antebrazo. 12 PATOLOGÍA INFECCIOSA OSTEOMIELITIS AGUDA Se trata de una infección ósea poco frecuente en niños, a menudo secundaria a bacteriemia o septicemia. La localización habitual en el hueso es la zona metafisaria (a causa del riego sanguíneo lento en la porción metafisaria, inmediatamente debajo de la placa de crecimiento de los huesos largos, se forman unos "abscesos óseos" ó “secuestros” de contenido purulento) Clínicamente cursa con dolor agudo, local en un principio (en el extremo del hueso largo afectado), así como fiebre alta. Al extenderse la infección a lo largo del hueso, todo el miembro se torna doloroso, hinchado y extraordinariamente sensible al tacto. Estas cavidades infectadas, con frecuencia no curan por completo y requieren tratamientos antibióticos por periodos de tiempo largo. Cuando se afecta el cartílago epifisario puede dar lugar a trastornos posteriores de crecimiento. FIEBRE REUMÁTICA Es una enfermedad sistémica que se produce como complicación tardía de una infección por estreptococo beta hemolítico del grupo A. PATOGENIA: Se barajan tres teorías: 1- Infección directa del germen. 2- Efecto tóxico por una toxina extracelular. 3-Respuesta inmune anormal del huésped frente a algún componente, aún indefinido, del estreptococo. EPIDEMIOLOGÍA: El germen causante es el estreptococo beta hemolítico del grupo A, casi siempre después de un proceso amigdalar, con un período de latencia de una a tres semanas. La edad más frecuente es entre 5 y 15 años. CLÍNICA: No existen manifestaciones clínicas específicas de la enfermedad que establezca el diagnóstico de fiebre reumática. Por ello las manifestaciones se han agrupado en los “Criterios de Jones” que son los siguientes: 13 CRITERIOS DE JONES CRITERIOS MAYORES CRITERIOS MENORES - Carditis - Fiebre - Poliartritis - Artralgia - Eritema marginado - Fiebre reumática previa - Corea - VSG y PCR elevadas - Nódulos subcutáneos - Prolongación P-R en ECG Evidencia de infección previa por estreptococo del grupo A - Carditis: Es una pancarditis que afecta a todas las estructuras cardiacas, pero principalmente a las válvulas (lo más frecuente es insuficiencia valvular mitral) - Poliartirtis: Se trata de una artritis migratoria dolorosa, que afecta sobre todo a codos, rodillas, tobillos y muñecas. No es simétrica y no provoca artropatía crónica ni deformidad. - Eritema marginado: Máculas rosadas inespecíficas en tronco no pruriginosas. - Corea: Movimientos involuntarios que pueden afectar a las cuatro extremidades o ser unilaterales. Manifestación tardía. - Nódulos subcutáneos: Nódulos en las superficies extensoras de las articulaciones. Son poco frecuentes e indoloros. Hablamos de Fiebre Reumática si se cumplen 2 criterios mayores ó 1 criterio mayor y 2 menores, con la evidencia de infección previa por estreptococo del grupo A. TRATAMIENTO Antibióticos (Penicilina) Reposo. Antinflamatorios. Tratar las complicaciones. 14