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Academia Auxiliar de Biblioteca Los catálogos Contenido registrado en la Propiedad Intelectual © El uso de este material para copia, distribución o venta está prohibido. Gracias. Centro de Formación / www.auxiliardebiblioteca.com 1. ¿Qué es un catálogo? ¿Para qué sirve? Hablar de biblioteca es hablar, de su memoria viva, de su tesoro documental y de su índice visible que es el catálogo. Como todas las herramientas y recursos bibliotecarios, el catálogo ha ido evolucionando desde que comenzó a ser un elemento activo de la biblioteca hasta la actualidad, pero algunas características han permanecido intactas, como, por ejemplo, la de ser el listado de documentos localizables ubicados en la biblioteca a disposición del usuario y de los propios profesionales. El catálogo es el producto resultante de la identificación formal de los documentos (descripción bibliográfica), y de la dotación de puntos de acceso y de signatura topográfica, así como de la elaboración de asientos secundarios, que son los mismos registros o fichas del catálogo, pero con un encabezamiento diferente (catalogación). Los asientos catalográficos (los llamaremos así y no “bibliográficos porque contienen la localización del documento, que es la diferencia entre una bibliografía y un catálogo) ya no tienen que ser sino ordenados mediante las reglas pertinentes para formar los mencionados catálogos y conseguir ese fin último que se ha convertido en los últimos siglos en la bandera de cualquier biblioteca: la difusión de los fondos. Ejemplo de ficha bibliográfica manual No obstante, con la automatización de las bibliotecas, el módulo automatizado de catalogación, el formato Marc, etc. la forma de los catálogos, los OPAC…. Todo ha cambiado en un contexto en el que la esencia de los catálogos, su fin y su objetivo sigue siendo el mismo, aunque sus medios y sus procesos difieren si miramos unas épocas y otras. La ALA define catálogo como el fichero de registros bibliográficos, creado conforme a principios específicos y uniformes de realización y siguiendo las directrices de una lista oficial de encabezamientos que describe el material de la colección, biblioteca o grupo de éstas. Lo que está claro es que tres son los elementos indispensables en los catálogos para que éstos sean considerados como tal y puedan cumplir la misión de ser la memoria viva de la biblioteca y difusores y recuperadores de los documentos existentes en la misma: - Datos bibliográficos (documentales) que permitan identificar el documento - Puntos de acceso que permitan ordenar dicho documento y recuperarlo - Signatura topográfica A continuación, en los puntos siguientes, veremos, por una parte, las distintas formas de catálogo que pueden darse (en fichas, en listado, impresos, en microformas, en línea, en soporte óptico, aunque muchos de ellos ya no se usan, pero es necesario verlos como pura acción formativa teórica) y también los tipos de catálogo según su función o punto de acceso (de autor, alfabético de título, materia o sistemático, topográfico, diccionario, de serie, etc.) 2 Centro de Formación / www.auxiliardebiblioteca.com En realidad, la naturaleza y objetivo de los catálogos, sea cual sea su forma y fin es la misma, pero al cambiar su formato, función, punto de acceso, etc. cambian sus características principales. Veámoslo. Formas de catálogo Cuatro son las formas fundamentales que tenían antes los catálogos. En fichas, en lista, en acceso directo en línea (on-line) y en disco óptico. Ya algunos de ellos están obsoletos, o forman parte de los catálogos minoritarios, ya que las bibliotecas, casi todas, por no decir todas, ya se han automatizado. El catálogo en fichas Lo primero que hay que decir del catálogo en fichas es que ya es un catálogo en desuso, ya que lo impuesto en la mayoría de las bibliotecas, sobre todo en las grandes bibliotecas públicas y en las universitarias es el catálogo automatizado (y actualmente, el catálogo automatizado en red, es decir, accesible en Internet desde cualquier terminal como una página Web cualquiera); no obstante, es un catálogo de obligada revisión en oposiciones y que debemos ver pues pueden preguntar sobre él y algunas bibliotecas lo mantienen. Además, todo buen bibliotecario debe tener memoria histórica. Puede ser en fichas sueltas o en papeletas o cédulas reunidas en mazos y encuadernadas con tapas móviles (catálogo cedulario). El tamaño de la ficha internacional es de 75x125 mm y suele llevar una perforación de 8 a 9 mm de diámetro, cuyo extremo inferior dista de 4 a 5 mm del extremo inferior de la ficha. Su finalidad es la sujeción de la ficha de los cajones de los ficheros mediante una varilla metálica transversal que evita, en la medida de lo posible, la sustracción o dislocación de las mismas. Ejemplo de catálogo en fichas 3 Centro de Formación / www.auxiliardebiblioteca.com Catálogos manuales e impresos de la BNE. Fuente. Catálogos en forma de lista Los catálogos en forma de lista o listado pueden adoptar tanto la forma de libro impreso (o web) como la de libro en hojas intercambiables o la de listas en microformas (miniaturas del documento original, que también actualmente están en desuso). Y esta última puede resultar tanto de la aplicación a las fichas convencionales de un simple procedimiento fotográfico de reducción como ser producto directamente de datos elaborados electrónicamente. El procedimiento fotográfico ha sido utilizado por grandes bibliotecas para igualar los formatos de sus distintos catálogos, así como para la edición provisional de los viejos, a la espera de poderlos introducir en ordenador. En cuanto al catálogo impreso, de tanto prestigio y todavía necesario para fondos especiales, baste decir que dejar su nombre ligado a uno de ellos ha sido siempre el sueño de todo bibliotecario español. Por supuesto, esta última es la forma ideal sólo para los catálogos de bibliotecas y colecciones históricas de escaso o prácticamente nulo crecimiento. Cualquier visitante de una gran biblioteca puede comprobarlo, aunque no dejen de existir índices complementarios en fichas y, en la actualidad, en instrumentos más sofisticados (OPAC). Lo que ocurría en las pequeñas bibliotecas o para colecciones especiales no ha dejado de ocurrir también en algunas mundialmente importantes, como la de la British Museum o la Nacional de París. Un ejemplo de este tipo de catálogos en forma de lista lo podíamos encontrar en los servicios de extensión bibliotecaria de Madrid: Bibliometro (como escribí de ello en Documanía sobre los Bibliometros y Bibliored) y Bibliored. En estos servicios el catálogo estaba disponible por autor, título y género en papel. Actualmente en cambio, el catálogo de Bibliometro y Bibliored están en línea. 4 Centro de Formación / www.auxiliardebiblioteca.com Web del catálogo del servicio de Bibliometro. Fuente Hay que tener en cuenta que los listados pueden ser sólo de título- signatura, título- autor-signatura (los más simples) o incluso contener referencias completas con la descripción bibliográfica más o menos extensa. En los catálogos manuales de fichas, son una ficha por noticia o referencia bibliográfica (unidad documental), mientras que el listado no tiene separación física en fichas u hojas, sino que va continuado y numerado, y por consiguiente no se pueden intercalar otras referencias entre ellas, aparte de ir encuadernado o grapado (si no es tipo Web como en el ejemplo de Bibliometro) El Catálogo en Línea (OPAC) OPAC significa Online Public Access Catalogue, en castellano, Catálogo Público de Acceso en Línea. Con el catálogo en línea, las bibliotecas se asomaron al futuro. El diálogo informático permite en cierta manera conseguir el ideal de una permanente y secreta presencia del bibliotecario en cada consulta. El catálogo propiamente dicho no existe: lo que existe es un conjunto de datos y órdenes, una serie de posibilidades, que se actualizan en el momento concreto y oportuno. Se trata, por así decirlo, de un catálogo virtual, que al principio sólo era accesible desde la propia biblioteca, pero todos los OPACs están tendiendo a convertirse en Catálogos en Línea en Web, es decir, un OPAC normal, pero presente en Internet, accesible desde cualquier terminal conectado a la Red. Hoy en día, el 90% de las bibliotecas en España o más usan el OPAC como forma de catálogo principal. 5 Centro de Formación / www.auxiliardebiblioteca.com Ejemplo de registro bibliográfico en el SIGB Absysnet de la Red de Bibliotecas del Ayto. de Madrid Los catálogos en discos ópticos La aparición de los discos ópticos solucionó problemas de espacio y multilocación (facilidad para hacer copias). Se pueden almacenar muchos datos en poco espacio y transportar bases de datos en un simple disco óptico donde queramos. Su durabilidad no es la misma que la de un libro impreso que es bastante alta y fiable. Era la era óptica que pasó a un segundo plano (aunque sigue usándose) con la aparición del OPAC y la consolidación de Internet. Para poder conocer más a fondo este tipo de catálogos que usaban por ejemplo las editoriales se recomienda la lectura de “Sistemas y servicios de información digital” de Ernest Abadal Falgueras. Criterios para valorar las formas de catálogos Una vez vistas las formas diferentes de catálogos, veamos los criterios que enumera Manuel Carrión Gutierrez para valorar la tipología de catálogos, sus diferentes formas. Son los siguientes: a) Flexibilidad: Mantenimiento y adecuación del catálogo a la actualidad, actualizaciones, puesta al día del mismo, facilidad para hacer cambios en el mismo. Esta característica es propia del catálogo en fichas donde es fácil, sólo hay que colocar o sacar fichas, por eso ha resistido tanto tiempo, y resistirá algún tiempo todavía en algunas bibliotecas, sobre todo escolares o públicas municipales de poco presupuesto. Sólo el OPAC supera en flexibilidad al catálogo en fichas. Ejemplo de catálogo en fichas. Flexibilidad a la hora de intercalar. 6 Centro de Formación / www.auxiliardebiblioteca.com b) Facilidad de consulta y uso: Y esta característica no sólo depende de la forma del catálogo sino de otros muchos elementos. El catálogo en fichas pierde enteros aquí. El catálogo impreso es más fácil de usar y el OPAC hay que ser un poco más experto pero con una buena formación pronto se convierte en tarea asequible. Ejemplo de catálogo impreso especializado en cartografía. “Real Academia de la Historia. Selección de cartografía histórica (siglos XVI-XX)” de Carmen Manso. Fuente. c) Facilidad de obtener múltiples copias: Esto es, facilidad de multiplicación. Ésta es ventaja grande de los catálogos impresos y de los que van en microforma (en desuso, casi desaparecidos), mientras que los ficheros, evidentemente, se hallan en desventaja. En los catálogos on-line todo depende de aumentar el número de terminales (equipos informáticos). Los catálogos en discos ópticos tienen este asunto totalmente solucionado, son los más ventajosos en este criterio. d) Volumen: La consideración total del volumen implica también la de los equipos necesarios para la consulta, como son las máquinas y puestos de consulta en el caso de la microficha y de los terminales de ordenador. Por otro lado, las formas inicialmente poco voluminosas, como las del impreso, se van complicando con la producción de los necesarios suplementos. El problema de volumen es uno de los más graves que plantea el catálogo de fichas en las grandes bibliotecas, pero ya solucionado pues no se usan y han sido suplantados por los OPACs. 2.Criterios para la clasificación de los catálogos De manera general (aunque puestos a establecer clasificaciones y criterios para elaborar éstas podríamos escribir líneas y líneas) podemos establecer varios criterios que dan lugar a ciertas clasificaciones de los catálogos en las bibliotecas. Son los siguientes: Por su extensión Así, teniendo en cuenta la extensión de documentos que abarque el catálogo, es decir, remitiéndonos a criterios cuantitativos, podemos elaborar una clasificación, que será la siguiente: a) Catálogos colectivos: contienen asientos bibliográficos de diferentes catálogos de varias bibliotecas, agrupados debido a un criterio de semejanza geográfica, o temática, etc.… pero lo que importa en los catálogos colectivos es que reúnen documentos de varias bibliotecas y no sólo de una. 7 Centro de Formación / www.auxiliardebiblioteca.com b) Catálogos generales: Contienen asientos de toda clase de materiales y no sólo de una en concreto. c) Catálogos especiales: Contienen los asientos bibliográficos de un material concreto. Por ejemplo, catálogos de mapas, de publicaciones periódicas, de diapositivas, etc. Catálogos que integran el catálogo de la BNE según el tipo de documento. Por su uso a) Internos: Son aquellos que los profesionales de la biblioteca utilizan para uso propio, para trabajar y navegar entre documentos y poder encontrar asientos y realizar mejor sus búsquedas y cometidos. Un ejemplo y el mayor exponente es el catálogo topográfico, que ordena los asientos según el orden de éstos en las estanterías cuando están en libre acceso. Ejemplo de registro en AbsysNet, consultando por signatura. b) Públicos: Utilizados por los usuarios, aunque también los utilizan los bibliotecarios en ocasiones. 8 Centro de Formación / www.auxiliardebiblioteca.com Ejemplo de catálogo público. Catálogo de las Bibliotecas públicas españolas Por su sistema de ordenación Esta clasificación o este criterio establecen los distintos catálogos según la forma de ordenar los mismos, es decir, si los ordena a través de letra, números, etc.…. a) Numéricos: por ejemplo, catálogos ordenados por ISBN. b) Alfabéticos: de autor, materia, etc.…. c) Mixtos: Ordenados por números y letras (por ejemplo, por las cifras y letras del depósito legal) Por su forma Ya lo hemos visto en el punto 2. a) Catálogo en fichas b) Catálogo en lista c) Catálogo on-line (OPAC) d) Catálogo en disco óptico Por su función Los veremos con mucho más detenimiento en un punto venidero de este tema. Pero hagámoslo más brevemente ahora. Según la misión que cumplan, es decir, según qué documentos podamos recuperar pues su punto de acceso sea uno u otro, los catálogos principales podrán ser: 9 Centro de Formación / www.auxiliardebiblioteca.com a) Catálogos alfabéticos de autores y obras anónimas: encabezados por el nombre del autor del documento b) Catálogos alfabéticos de títulos: ordenados los asientos por los títulos de los documentos c) Catálogos alfabéticos de materias: ordenados los asientos por las materias de que trata el documento d) Catálogos sistemáticos de materias: ordenados los asientos por las notaciones resultantes de clasificar los documentos e) Catálogos diccionarios: mezcla de asientos de catálogos alfabéticos de autor, materia y título. f) Catálogos topográficos: los asientos se ordenan reproduciendo el orden de los documentos en las estanterías. Catálogos de uso interno de la biblioteca. 3.Los catálogos colectivos Un catálogo colectivo es eso, un catálogo, es decir, un inventario de asientos catalográficos, pero no de una biblioteca, sino de documentos comunes a varias bibliotecas. Puede contener la totalidad de los fondos de éstas o limitarse a sólo algunos, entre ellos: los de una época; libros extranjeros; publicaciones periódicas, etc. Por lo demás, sigue las normas de cualquier catálogo como ya hemos visto sus características anteriormente en este tema y en el tema del análisis formal de documentos. El catálogo colectivo es internacional por su contenido –documentos en diversas lenguas- y cualquier otra clasificación que se le aplique –local, regional, nacional, etc.- designará el espacio o las sedes de las instituciones que ponen sus recursos o documentos en común. Su presentación puede tomar diversas formas: en fichas, impresos, microfilmados, en CD ROM, en línea, etc. actualmente, son estas dos últimas las principalmente usadas. En los últimos años, la confección de este tipo de catálogos ha sido una de las tareas bibliotecarias más afectadas por la automatización. 10 Centro de Formación / www.auxiliardebiblioteca.com Catálogos colectivos. Profesor Manuel Blázquez Ochando. Fuente Ventajas de los catálogos colectivos De la puesta en común de los fondos generales o especiales de varias bibliotecas, según métodos y planes definidos de antemano, se pueden obtener los siguientes resultados prácticos: - La unificación de los catálogos de todas las bibliotecas participantes, por la adopción de reglas normalizadas - El reparto homogéneo de fondos, por el establecimiento de intercambios en los casos en los que el catálogo haga aparecer graves lagunas en unos centros y ejemplares duplicados en otros - La coordinación de gastos, por acuerdos entre bibliotecas que se reparten la adquisición de documentos muy caros o especializados (adquisición compartida) - La creación de servicios de orientación e información - La extensión del préstamo nacional e internacional, por la facilidad que ofrecen para la localización de libros Necesidad y funciones de los catálogos colectivos 11 Centro de Formación / www.auxiliardebiblioteca.com Los catálogos colectivos son elementos muy útiles en las bibliotecas, pero esencialmente en las situaciones y contextos siguientes: - En países, ciudades o contextos bibliotecarios descentralizados administrativamente, donde hace falta tener esa orientación o ese punto de referencia que aporta el catálogo colectivo - En países donde el depósito de documentos, legal o voluntario, no se hace en un centro designado. - En aquellos países donde la lectura pública y el uso de las bibliotecas está muy desarrollado. Unificación de acceso. Profesor Manuel Blázquez Ochando. Fuente Ejemplos reales de catálogos colectivos Agencia Española del ISBN.Base de datos de la Agencia Española del ISBN donde se pueden encontrar todos los libros editados en España desde 1972 Catálogo Colectivo de las Bibliotecas Especializadas de la Generalitat Valenciana. Catálogo colectivo de las BEGV que permite interrogar sobre los fondos de parte de esos centros; progresivamente se incorporará la totalidad de bibliotecas. El catálogo, en realidad, es un sencillo interfaz de consulta contra distintas bases de datos. 12 Centro de Formación / www.auxiliardebiblioteca.com Catálogo colectivo de las universidades de Cataluña (CCUC).Catálogo de las bibliotecas universitarias de Cataluña, contiene más de 2 millones de títulos equivalentes a 3.800.000 volúmenes en la biblioteca. El interfaz de búsqueda permite recuperara a través de una búsqueda simple y de una búsqueda avanzada. Catálogo colectivo del patrimonio bibliográfico español. Este catálogo colectivo tiene como objetivo el inventario y la descripción del Patrimonio Bibliográfico depositado en bibliotecas españolas, públicas o privadas. 4.Evolución de los catálogos: Del manual a los catálogos de última generación Hasta bien entrado el siglo XX, los catálogos eran de tipo manual. Hoy día, aunque la mayoría se han convertido en automatizados, aún hay algunas bibliotecas en las que persiste este tipo de catálogos, ya que todavía hay países que no están muy avanzados tecnológicamente, o también hay bibliotecas que, por causas económicas, se ven con la imposibilidad de acometer dicha tarea. También perviven los catálogos manuales en aquellas bibliotecas que, aun estando automatizadas, no han llevado a cabo la conversión retrospectiva (volcado del catálogo manual al automatizado) de los catálogos manuales. Dentro de los catálogos manuales, es imprescindible estudiar los tipos que existen dentro del mismo, entre los que encontramos el catálogo en fichas. Catálogo manual Este tipo de catálogo (en fichas) empezó a utilizarse en Francia a mediados del siglo XVIII y pasó a ser la forma predominante en el siglo XIX. Cuando las colecciones empezaron a crecer a un ritmo más rápido, este tipo de catálogos se impuso, frente a los catálogos en forma de lista, puesto que contaba con la ventaja de la flexibilidad, es decir, una fácil puesta al día mediante la incorporación o extracción de fichas. Por esta razón ha perdurado hasta la automatización de las bibliotecas, aunque a medida que las colecciones han ido creciendo, han empezado a surgir numerosos inconvenientes: - Al crearse grandes series, el mantenimiento de los catálogos se queda retrasado, ya que la intercalación de fichas resulta muy costosa, lo que se ve acentuado por la complejidad cada vez mayor de las reglas de catalogación. 13 Centro de Formación / www.auxiliardebiblioteca.com - Como la estructura del catálogo en fichas se basa en varias entradas por el documento, cualquier modificación debe hacerse en todo el juego de fichas referidas a todo el documento - El deterioro por el uso. Para cumplir sus funciones el catálogo en fichas presenta una organización compleja que se basa fundamentalmente en tres tipos de fichas: fichas principales, secundarias y de referencia. Pero, como no podía ser de otra manera, desde los años setenta, pero especialmente en la última década, las bibliotecas han recogido el impacto revolucionario de la informática y de las comunicaciones. Se produce un rápido crecimiento de las instalaciones automatizadas en las bibliotecas de nuestro país durante el segundo quinquenio de los ochenta. A mediados de los noventa, las bibliotecas universitarias más importantes de nuestro país están ya automatizadas, y el plan de automatización de las bibliotecas públicas dependientes del MECD avanza a un ritmo extraordinario. Por fin, varias bibliotecas importantes, entre las que se encuentra la Biblioteca Nacional de España, dieron acceso remoto a sus catálogos a través de Internet (es lo común en la actualidad) generando desde el punto de vista de los usuarios un auténtico espacio bibliotecario español virtual. El conocimiento de los OPACS resulta imprescindible desde tres puntos de vista: a) Como herramienta de referencia bibliográfica. b) Como instrumento de apoyo al préstamo interbibliotecario. c) Como base desde la que aconsejar y formar a los usuarios a los que les toque servir. La implantación de sistemas de automatización de bibliotecas en nuestro país no se ha hecho sin problemas. Usuarios, bibliotecarios, y gestores políticos, comprendieron 14 Centro de Formación / www.auxiliardebiblioteca.com rápidamente que la automatización iba a suponer un reto a su capacidad de adaptación y a los menguados recursos dedicados a la promoción y acceso a la cultura. Al principio, nuestra dependencia tecnológica y escasa cultura informática provocaron experiencias frustrantes. La forma más visible para el usuario en el proceso de automatización es el OPAC, el catálogo público de acceso en línea. Es a través del cual se ve el proceso de automatización de la biblioteca, tanto para los usuarios, que lo va a valorar en la medida que le permita recuperar mejor la información y conseguir una gestión más amplia y rápida, como para los bibliotecarios. 5.La conversión retrospectiva de los catálogos Uno de los principales problemas que se planteaban a la hora de automatizar los catálogos de las bibliotecas es la conversión de catálogos manuales al entorno automatizado. Teniendo en cuenta que la catalogación automatizada se aplica fundamentalmente a las nuevas adquisiciones, manteniéndose a su vez los catálogos manuales, la búsqueda de documentos se complica puesto que la consulta debía hacerse por duplicado, en el fichero manual y en el OPAC. Por todo ello, es ésta una de las razones por lo que la conversión retrospectiva se hace indispensable. Este trabajo supone un gran consumo de recursos tanto humanos como económicos además de un largo periodo de tiempo invertido. La conversión puede ser llevada a cabo por la propia biblioteca; por empresas de servicios contratadas, a través de servicios de descarga masiva de registros o mediante sistemas de reconocimiento óptico de caracteres (OCR, que es escanear un documento pero no como documento gráfico, sino como documento editable). Algunos ejemplos de esta gran labor bibliotecaria son: Proyecto Biblos: conversión retrospectiva de los catálogos manuales de la Biblioteca de Cataluña (1997), la conversión retrospectiva en las bibliotecas del CSIC, 6.Los catálogos automatizados: los OPACs A partir de los setenta, la tecnología empieza a hacer su aparición en los ámbitos profesionales y, evidentemente, el bibliotecario no podía ser una excepción. No obstante, es a partir del segundo quinquenio de los ochenta, cuando hay un fuerte desarrollo de la automatización en las bibliotecas. A mediados de los 90, las bibliotecas universitarias más importantes españolas ya están automatizadas y, las públicas, cuya automatización depende del Ministerio de Cultura, están en “vías de” y su puesta en escena avanza a un ritmo extraordinario. También son pioneras las Bibliotecas Especializadas aunque tienen menor repercusión en la ciudadanía. 15 Centro de Formación / www.auxiliardebiblioteca.com ¿Qué es el OPAC? Concepto El OPAC o Catálogo Público de Acceso en Línea es la parte de un sistema automatizado de una biblioteca que se encarga de gestionar la interacción del usuario con el sistema. Los SIGB (Sistemas integrados de Gestión de Bibliotecas, es decir, todo el conjunto de aplicaciones que gestionan informáticamente la biblioteca, lo veremos en están estructurados en módulos. Además de los módulos de circulación, catalogación, publicaciones seriadas o adquisiciones… el OPAC se presenta como un módulo independiente. Aunque actualmente, los OPAC de las bibliotecas son sitios web accesibles en la Red (Internet) dentro de portal web de la propia biblioteca, un avance más de la era electrónica. El OPAC es un paso adelante sobre el catálogo en fichas, ya que realiza la función que tradicionalmente correspondía a los catálogos manuales. Permite a los usuarios localizar un determinado documento. El OPAC, tenido en cuenta como buscador documental, integra en una sola herramienta los diferentes catálogos en fichas, el catálogo alfabético de autores y obras anónimas, el alfabético de títulos, el alfabético de materias, el sistemático de materias, el de series, etc. Pero, a día de hoy, el OPAC es mucho más que un buscador documental. El OPAC es la cara visible de la biblioteca, su interfaz electrónica, su llave de entrada para el usuario. Con el OPAC podremos acceder a colecciones electrónicas, fondos antiguos y valiosos, podremos acceder a servicios de reservas de documentos, de desideratas, información bibliográfica, préstamo interbibliotecario, recursos electrónicos, etc. Podemos ver un ejemplo en el OPAC de la Biblioteca Nacional de España: o por ejemplo el OPAC de la biblioteca de la Universidad de Sevilla. Otra de las ventajas de los OPAC es que es posible acceder a los asientos bibliográficos desde múltiples puntos de acceso, de manera instantánea, y que, además, cada registro puede multiplicarse en asientos secundarios sin la necesidad de realizar de nuevo los asientos como en los catálogos manuales, y esto ahorra tiempo y trabajo tanto a usuarios como a profesionales. 16 Centro de Formación / www.auxiliardebiblioteca.com Catálogo FAMA. Biblioteca Universidad de Sevilla. El OPAC es un conjunto de servicios de acceso público a la colección soportados por el sistema automatizado de la biblioteca, y no una estructura física como lo era el catálogo manual. El catálogo automatizado no está separado físicamente del libro de registro, ni del fichero de circulación, ni existen de forma separada los distintos tipos de catálogos. Video de FAMA en 60 segundos 17 Centro de Formación / www.auxiliardebiblioteca.com Catálogo de la Red de bibliotecas de Navarra 7.El lenguaje de interrogación Es un lenguaje específico utilizado en los OPAC para realizar búsquedas y que está compuesto por una serie de términos o signos que facilitan la restricción o ampliación de la búsqueda. Se puede introducir manualmente, aunque los OPACs actuales lo incluyen ya en la propia búsqueda a través de menús desplegables, pestañas… por lo que el usuario no debe escribir los signos usados en dicho lenguaje. Se compone de: Operadores booleanos Son términos que sirven para acotar la búsqueda y que enlazan palabras clave. Y (and): Sirve para buscar dos o más palabras en un determinado campo. Si introducimos la palabra “Historia” con el operador “y” y la palabra “literatura” y buscamos ambas en el campo de título, el catálogo buscará los documentos cuyos títulos contengan las palabras “Historia” y “Literatura”, ambas. Podemos conjugar este operador y un campo para cada palabra. Por ejemplo, mediante “y”, documentos que contengan la palabra “Historia” en su título y la palabra “Literatura” como materia. Es decir: Campo: Título Historia Y (AND) Campo: Materia Literatura Por lo tanto, con esta orden de búsqueda, nos mostrará los documentos existentes en el catálogo que tengan en su título la palabra Historia y cuya materia sea Literatura. Y no (and not): Sirve para incluir una palabra en la búsqueda y excluir otra. Podemos buscar, por ejemplo, en el campo “Título”, aquellos documentos que incluyan la palabra perro, pero no la palabra gato (perro y no gato). Siguiendo con ese ejemplo: Campo: Título Perro Y NO 18 Centro de Formación / www.auxiliardebiblioteca.com Campo: Título Gato Buscará, por tanto, títulos de documentos en los que figure la palabra “Perro” y no figure la palabra “Gato”. Otro ejemplo: Campo: Autor Carlos Y NO Campo: Materia Deporte Lo hemos complicado un poco. Como vemos, lo bueno de estos buscadores, es que podemos jugar con todas sus posibilidades para enriquecer la búsqueda. En este caso, buscará documentos cuyo autor contengan la palabra “Carlos” y que a la vez su materia no sea “Deporte”. Es así de sencillo. O (or): Busca un término u otro, o ambos. Por ejemplo. Buscamos un título: Libro o Documento. Buscará los títulos que contengan la palabra libro, la palabra documento, o ambas a la vez. Campo: Título Libro O Campo: Título Documento Es el ejemplo comentado anteriormente. Y con la búsqueda avanzada podemos combinar operador y campos a nuestro antojo. Operadores de proximidad Son operadores para buscar términos por su proximidad en el texto requerido. Se usan de la misma forma que los operadores booleanos. Cerca de (Near): Busca dos términos próximos en el texto. Por ejemplo, buscamos títulos que tengan próximas las palabras clave “el hombre” y “libro”. Buscará los títulos de documentos que incluyan esas palabras, cerca una de la otra. Un resultado sería, por ejemplo: Título: El libro del hombre anciano. Campo: Título El hombre CERCA DE Campo: Título libro Con este operador sería absurdo combinar dos campos diferentes, ya que entonces las palabras claves no van a tener proximidad. Se suele usar para encontrar dos palabras próximas en el texto de un mismo campo. Within nº: Busca dos palabras o dos expresiones que estén la una de la otra a un determinado número de palabras. Es lo mismo que CERCA, pero especificando el número de palabras que deben mediar entre un término y otro. Por ejemplo, queremos buscar documentos en cuyos textos íntegros existan las palabras “Medievo” y “Literatura” a 3 términos o menos entre ellas: Campo: Texto Medievo WITHIN 3 Campo: Texto Literatura 19 Centro de Formación / www.auxiliardebiblioteca.com Truncamientos Son símbolos que se utilizan para especificar términos concretos, y que el catálogo busque una serie de palabras determinadas. Viendo los ejemplos lo entenderemos. - Asterisco (*): Se emplea a la derecha de la raíz de una palabra y sustituye de 1 a 5 caracteres. Por ejemplo, si buscamos Constitución*, buscará las palabras que empiecen por Constitución y a la que sigan de 1 a 5 caracteres cualesquiera: Constitucional, Constituciones, etc… - Doble asterisco (**) Es lo mismo que el asterisco, se emplea en la terminación de las palabras, pero el número de caracteres que sustituye es indefinido. No tienen por qué ser de 1 a 5, busca las palabras que tengan una raíz determinada y le sigan cuantos caracteres sean. Por ejemplo, buscamos: Ideal**. Buscará las palabras que empiecen por ideal y a las que le sigan cuantos caracteres fueren: Idealista, Idealización, Idealismo, etc.… - Interrogación (¿): Sustituye a un solo caracter en cualquier lugar de la palabra. El catálogo busca las palabras introducidas y que en lugar de la interrogación vaya cualquier letra. Por ejemplo, buscamos: Casa. Pues las palabras buscadas serán Capa, Casa, Cata, Cala, etc.… Se pueden usar más de una interrogación en cada palabra. Por supuesto, estos truncamientos se pueden usar en combinación con los operadores booleanos, los campos, etc. Todos son recursos para la búsqueda. Podemos ver unos ejemplos prácticos de los operadores boléanos en bibliotecas en la Biblioteca de la UAH, o las recomendaciones generales de búsqueda de la BNE. 20 Centro de Formación / www.auxiliardebiblioteca.com Recuerda Los operadores son términos y símbolos que te van a permitir construir estrategias de búsqueda eficaces. Los operadores principales son: 1.Operadores lógicos o booleanos AND recupera referencias con todos los términos de búsqueda Ej. cholesterol AND diet OR recupera referencias que contengan uno u otro término Ej. football OR soccer NOT recupera referencias que contengan el primer término, pero no el segundo Ej. water NOT contamination 2.Operadores de proximidad Con " " recupera frases o dos o más términos que están uno al lado del otro. Ej. "physical therapy" Con NEAR busca resultados que tengan dos palabras cerca 3.Truncamientos Truncamiento con * al final: recupera todos los términos que tengan la misma raiz. Ej. enzym* recupera: enzyme, enzymes, enzymology, enzymological, enzymatic, enzymatically Truncamiento con un signo de ¿ en cualquier lugar, sustituye a UN SOLO CARÁCTER. 21 Centro de Formación / www.auxiliardebiblioteca.com Para saber más consulta los siguientes materiales de la Biblioteca de Alcalá: Uso de operadores Estrategias de búsqueda y recuperación de la información Videotutorial de utilización del catálogo de la Universidad de Las Palmas de Gran Canaria 8.Sesión del usuario en el OPAC 22 Centro de Formación / www.auxiliardebiblioteca.com En la interacción que se produce entre el usuario y el Catálogo en línea u OPAC, se pueden dar diferentes momentos, según su extensión, significación o importancia. Son los siguientes: Sesión: Es el conjunto de tareas que el usuario hace desde que entra en el ordenador hasta que cierra la conexión. La sesión tiene varias fases correlativas: Sesión de usuario desde el catálogo de Bibliotecas Públicas del Ayuntamiento de Madrid Búsqueda: buscamos un registro o una opción, ya sea a través de ítems o del lenguaje de interrogación, o de los menús del sistema. Filtrado o ampliación: Pueden pasar después de la búsqueda dos cosas, que haya un resultado demasiado amplio, con resultados que no interesan o sobrantes (ruido) o al revés, con escasos resultados y resultados pertinentes que faltan (silencio), para la primera situación haremos un filtrado, y para la segunda, una ampliación. 23 Centro de Formación / www.auxiliardebiblioteca.com Visualización: Tras una búsqueda satisfactoria, nos encontramos con la visualización del registro, que bien suele ser en formato ISBD abreviado o completo, MARC, o bien como disponga la biblioteca, título, autor, y ejemplares disponibles, etc. Finalización: Se finaliza la sesión 9.El OPAC extendido En el 2011 ya firmaban Alicia Sellés-Carot y Jorge Serrano-Cobos en ThinkEpi que: “La evolución de los sistemas de gestión de bibliotecas ha dado un giro cuantitativo y cualitativo enorme en los últimos años, en términos de nuevas apariciones de proyectos, iniciativas, y softwares distintos. El quid de la cuestión ha sido, por un lado, el tremendo avance en tecnologías de búsqueda de información vía internet (y así el cada vez mayor predominio de Google en el apartado de búsqueda y obtención de información por parte de los tradicionales usuarios de las bibliotecas, ya sean públicas, universitarias, etc. Y por otro lado, la aparición del movimiento open source y de la open access initiative (OAI). Estos nuevos factores han supuesto una mayor competitividad y un acicate para desarrolladores e instituciones, necesitadas de mejorar sus aplicaciones pudiendo cambiar las funcionalidades de los sistemas sin esperar a la industria del software, para dar respuesta a las necesidades actuales de conjuntos de usuarios cada vez más acostumbrados a la caja única o a interactuar con la información en portales tipo web 2.0, y menos interesados en esforzarse a entender las implicaciones de usar una herramienta -por otro lado tan potente- como un OPAC. 24 Centro de Formación / www.auxiliardebiblioteca.com 10.Del OPAC extendido a la Biblioteca Expandida Saorín nos hablaba ya en 2006 del “opac extendido” como una solución posible a la merma de funcionalidades que los usuarios de hoy día encontraban digitalmente en una biblioteca, o Játiva Miralles del “OPAC-Portal”, o Nieves González de la “biblioteca expandida” (González, 2009). La idea general era mejorar el opac para dotarle de unas funcionalidades que lo convirtieran en un portal de internet como otro cualquiera, en el que los usuarios pudieran interactuar tanto con información bibliográfica como de otra índole, con los bibliotecarios y con otros usuarios del mismo. Por otro lado, la creciente generación de distintas fuentes de información y bases de datos impele a los responsables de las bibliotecas a buscar soluciones que ayuden a recuperar información de esas distintas fuentes de conocimiento desde un punto único de consulta, lo que ha dado en la creación de las llamadas “herramientas de descubrimiento” (discovery tools). Cómo bien dice Lía González en Bibliopos, tradicionalmente ha sido el catálogo la herramienta de búsqueda prioritaria de la biblioteca. Sin embargo, a pesar de las mejoras tecnológicas implementadas en los OPAC, el uso de nuevos sistemas de gestión bibliotecaria (SIG) o la implementación de metabuscadores, la experiencia de búsqueda para el usuario sigue resultando demasiado compleja. El usuario echa de menos poder acceder a través de una sola interfaz al conjunto de los materiales que le ofrece la biblioteca y la simplicidad de búsqueda y funcionalidades que encuentra por ejemplo en Google o en librerías virtuales como Amazon. En este sentido, actualmente el planteamiento parece encaminarse hacia la implementación de las denominadas herramientas de descubrimiento con el principal objetivo de integrar y permitir el acceso a todos los recursos y materiales que ofrece la biblioteca, desde un solo punto de consulta, imitando el comportamiento de un buscador web. En definitiva, las herramientas de descubrimiento pretenden ayudar al usuario a descubrir contenido en cualquier formato e independientemente del lugar dónde se encuentre, en la biblioteca física o en las colecciones digitales. Según se detalla en el artículo de M. Luisa Alvite Díez*, las herramientas de descubrimiento tienen los siguientes elementos distintivos: Punto de entrada único a los recursos de la biblioteca. El catálogo debería consistir en una caja de búsqueda única o búsqueda federada a todos los materiales de la biblioteca. Interfaz web de diseño actual, semejante a las disponibles en webs comerciales. Contenido enriquecido. Deben incluir imágenes de las cubiertas, enlaces a tablas de contenidos, a sumarios, a descripciones, a valoraciones y a nubes de etiquetas, así como a contenidos elaborados por la propia biblioteca o por fuentes comerciales. Navegación por facetas que favorece la acotación de la búsqueda. Catálogos capaces de desplegar los resultados de la búsqueda en grupos de categorías como términos de materia, fechas, idiomas, disponibilidad del ítem, tipos de formatos, localización, etcétera. Caja de búsqueda simple por palabra clave con enlace a la búsqueda avanzada en cada una de las páginas que recorre el usuario a medida que navega o efectúa búsquedas. 25 Centro de Formación / www.auxiliardebiblioteca.com Resultados ordenados por relevancia. Los criterios de relevancia empleados en los catálogos han sido objeto de numerosas críticas. Los nuevos catálogos deberían conseguir una mayor precisión, para ello podrán tener en cuenta la frecuencia de préstamo o la existencia de múltiples copias. Mecanismos de autocorrección, comprobaciones ortográficas y alternativas de corrección utilizando expresiones del tipo: «¿quiso decir?». Recomendaciones y/o materiales relacionados, aprovechando la información de los ficheros log, los catálogos deberían recomendar libros a los lectores mediante enlaces a lecturas recomendadas o locuciones como: «los usuarios que tomaron en préstamo este libro también se llevaron en préstamo los siguientes…». Contribuciones del usuario. Los nuevos catálogos les permiten a los usuarios añadir datos a los registros bibliográficos: descripciones, resúmenes, reseñas, críticas, comentarios, etiquetas, puntuaciones, etcétera. Fuentes RSS, deberían ofrecerle al usuario la posibilidad de suscribirse a canales RSS para estar actualizado sobre nuevos libros adquiridos, listas de libros más prestados, etcétera. Integración con redes sociales, los catálogos permiten compartir enlaces de los ítems de la biblioteca con sitios 2.0. Enlaces persistentes, cada registro contará con un identificador o localizador estable. 11.Más allá de las herramientas de descubrimiento Descubrir datos e información académica es esencial para la investigación. El desarrollo de bases de conocimiento, sistemas web, repositorios y otras fuentes de información heterogéneas, creó la necesidad y permitió generar unas herramientas que impulsaran el descubrimiento de información más allá del propio catálogo, mediante la búsqueda y la navegación o browsing basada en la Red, utilizando herramientas de vanguardia que permitieran encontrar información en las diferentes fuentes a un mismo tiempo, bien mediante indizadores de información que agregaran los datos y realizaran la búsqueda en su propio índice ( intercalando una capa intermedia entre las fuentes de datos y el interfaz de interacción con el usuario), bien mediante una estrategia de consulta en tiempo real a los índices: la vía de la metabúsqueda. Pero en estos casos sólo se llegaba a la capa de información (lo cual en sí ya era, obviamente, un importante salto cualitativo). En el caso de las bibliotecas, se utilizaba sólo la capa de información bibliográfica, lo que nos dejaba sin poder explotar el estado en tiempo real de la circulación, o de la participación de los usuarios registrados en distintas bibliotecas de un sistema, por ejemplo, en el caso de catálogos colectivos.” 12.El OPAC social 26 Centro de Formación / www.auxiliardebiblioteca.com Es frecuente encontrarse el uso de los términos OPAC social y OPAC 2.0 indistintamente (Bisson, 2006; Blyberg, 2006; Krajewski, 2006). El OPAC social es aquel que implementa las funcionalidades del software social. Tal y como se ha descrito anteriormente estas funcionalidades suelen revertir en un aprovechamiento de la inteligencia colectiva. Se podría establecer un matiz entre el OPAC social y el OPAC 2.0. El OPAC 2.0, por analogía, será aquel que aplique las tecnologías y los principios de la Web 2.0. Normalmente se pueden usar ambos términos indistintamente. 13.Modelos de OPAC social existentes En estos momentos están ya empezando a surgir OPACs sociales, adoptando distintas soluciones tecnológicas, los modelos más destacados son: a) OPACs tradicionales que añaden información a sus registros. Se trata de Sistemas Integrados de Gestión Bibliotecaria (SIGB) que han enriquecido el registro con funcionalidades sociales. Existen varios ejemplos, como WorldCat2 , que permite a los usuarios insertar información sobre los libros, o la Biblioteca Virtual Cervantes donde cada obra cuenta con su foro de discusión o el ejemplo más destacado de todos: el Catálogo de la Ann Arbor District Library4 , que permite a los usuarios incluir comentarios, etiquetas y puntuaciones combinando la información del OPAC y con información social recogida en un gestor de contenidos (CMS) (Blyberg, 2007). b) OPACs construidos con herramientas de búsqueda externas al SIGB. La búsqueda de información se realiza con herramientas específicas que construyen un nuevo interfaz de usuario desvinculado del SIGB. Estas herramientas mejoran sensiblemente la indización, la rankización de los resultados, etc. y hacen el OPAC más amigable. c) OPACs construidos con software social, como por ejemplo el WPOPAC que utiliza el software WordPress y da al catálogo una estructura de blog con todas sus funcionalidades (comentarios, enlaces permanentes, etc.) La biblioteca de Plymouth State University supone un ejemplo de este tipo de OPACs. Existe una propuesta que opta por construir el OPAC social mediante la combinación de la base de datos bibliográfica, el software social y un CMS (Bech, 2006). d) Bibliotecas que utilizan los blogs para difundir sus novedades bibliográficas. Sin llegar a implementar un OPAC social usan software social para difundir las novedades. Se permite a los usuarios insertar comentarios y suscribirse a canales RSS. Son ejemplos de este tipo de servicio la Biblioteca de Muskiz (Juárez Urquijo, 2006) o la Biblioteca de la Universidad Carlos III. e) Bibliotecas que utilizan servicios de marcadores sociales como herramienta de descubrimiento. Este es el caso del servicio PennTags de la Universidad de Pensilvana. Se construye un servicio de marcadores sociales (social bookmarking) donde los usuarios pueden guardar los enlaces a los documentos que les interese, tanto del OPAC como de otras fuentes de información y allí organizarlos en carpetas, añadir comentarios, etc. (El OPAC Social, el catálogo en la Biblioteca 2.0. Aplicación y posibilidades en las bibliotecas universitarias Dídac Margaix Arnal Universitat Politècnica de València. Biblioteca General Camí de Vera s/n 46021 València. [email protected]) En definitiva, el OPAC SOCIAL U OPAC 2.0 es un OPAC que usa las herramientas de participación de la web 2.0 para convertirse en un OPAC colaborativo y participativo con intervención del usuario. 27 Centro de Formación / www.auxiliardebiblioteca.com MOPAC: el catálogo en tu móvil Las bibliotecas ya cuentan con un nuevo interfaz web del catálogo, expresamente programado y diseñado para ser consultado desde dispositivos móviles llamado MOPAC. Se puede acceder al MOPAC desde el navegador web de cualquier dispositivo móvil con las mismas prestaciones o funcionalidades que desde el OPAC tradicional. A partir de ahora, desde tu móvil o tableta podrás consultar en el catálogo la disponibilidad de los documentos y realizar las renovaciones o reservas de los ejemplares que necesites, a través de Mi Biblioteca. Desde un punto de vista funcional, la versión 2.1 del MOPAC de AbsysNet de Baratz incluye grandes mejoras: se incorporan el “préstamo” y descarga de libros electrónicos (epub, PDF, mobi,etc.) o acceso a recursos en línea, la agenda de actividades o eventos, listas de ejemplares más prestados/visualizados, navegación por nubes de etiquetas, notificación de servicios disponibles para el lector identificado (peticiones de préstamos y reservas), posibilidades de refinar la consulta por facetas o descubrir contenidos relacionados, hacer desideratas, acceder a recursos relacionados dinámicamente con la tecnología C+i/link de absysNET, … y desde el punto de vista de diseño se ha mejorado la usabilidad con multi-touch gestures, responsive web design, login con Facebook, etc. Cómo resumen, lo que los usuarios de las bibliotecas pueden hacer desde el MOPAC es lo siguiente: Consulta y búsqueda de documentos. Identificación como usuario registrado en “Mi biblioteca”. Conocer los títulos en préstamo, fecha de devolución. 28 Centro de Formación / www.auxiliardebiblioteca.com Proponer documentos para su adquisición. Realizar reservar. Renovar préstamos. Comunicarse con la biblioteca. Comentar libros o películas. Conocer las opiniones de otros lectores: documentos más valorados y más comentados. Enlaces mejorados para facilitar la navegación rápida por las pantallas Login a través de Facebook Compartir experiencias a través de los medios sociales Préstamo y descarga de libros electrónicos (ePub, PDF, mobi…) Acceso a recursos en línea, agenda de actividades, eventos… 14.El nuevo módulo de reserva y préstamo programado de recursos de AbsysNet Cada vez son más y más las bibliotecas que no limitan el servicio préstamo solamente a su colección física y digital, sino que también ofrecen el préstamo y la reserva de recursos. Este tipo de recursos pueden ir desde los más habituales (salas de trabajo, puestos de acceso a Internet, espacios especiales para la visualización de vídeos o acceso a materiales especiales [microformas, etc.], e-readers o portátiles) hasta nuevos servicios y objetos (acceso a impresoras 3D, salas de ensayo, instrumentos musicales, servicios de apoyo a la investigación, etc.). Viendo la creciente implantación de este servicio de reserva de recursos en las bibliotecas, desde Baratz hemos pensado que era necesario ofrecer una herramienta que permitiese planificar y optimizar el uso de esos recursos (normalmente escasos) garantizando la disponibilidad en días y horas determinados. De esta necesidad nació el nuevo módulo de reserva y préstamo programado de recursos incluido en la nueva versión de AbsysNet 2.2. Este módulo está integrado con la gestión de usuarios y complementa a la circulación (préstamos y reservas) de materiales más convencionales. El módulo de reserva y préstamo programado de recursos de AbsysNet 2.2 Para poner en marcha este nuevo módulo, lo primero que habrá que hacer es llevar a cabo una parametrización en AbsysNet 2.2, siendo necesario definir: Los tipos de recursos que van a ser objeto de reserva. Los tipos de usuarios que van a poder tener acceso a este servicio (si no se considera necesario, no habrá que crear una nueva tipología pudiendo reutilizar los tipos de usuarios ya definidos en la aplicación). Las políticas de préstamo, que, mediante la combinación del tipo de lector y tipo de recurso, permitirán determinar qué tipos de recursos serán reservables y quienes los podrán reservar, además de establecer si la reserva va a ser por horas o por días. Una vez parametrizada esta información, ya se podrá comenzar a trabajar con este nuevo módulo de la aplicación. El acceso a la reserva y préstamo programado de recursos se podrá llevar a cabo tanto desde la interfaz profesional como desde el OPAC. 29 Centro de Formación / www.auxiliardebiblioteca.com 15.Acceso desde la interfaz profesional En el caso de la interfaz profesional, se creará una nueva reserva tras la introducción de los datos del lector y la selección del recurso a reservar. A continuación, y en función de lo establecido en la correspondiente política de préstamo, el bibliotecario tendrá que seleccionar las horas en las que se reservará ese recurso o los días. Creada la reserva, el bibliotecario podrá ver todas las reservas que ese lector tiene con la fecha de inicio y finalización de las mismas, y sólo quedará dar por inicializada la reserva correspondiente. 16.Acceso desde el OPAC En el caso de la realización de reservas de recursos desde el OPAC, será necesario que el usuario se identifique previamente para poder llevar a cabo la reserva. 30 Centro de Formación / www.auxiliardebiblioteca.com Una vez identificado, ya podrá reservar el recurso que sea de su interés en la biblioteca o biblioteca / sucursal seleccionada. Nuevamente, se tendrán en cuenta la política de préstamo definida para el tipo de lector y el tipo de recurso, del que se vaya a hacer la reserva. Al solicitar el recurso se habrá de reservar por días u horas, según lo definido en la política de préstamo. Todas las reservas llevadas a cabo tanto por el personal bibliotecario como por los usuarios en el OPAC serán consultables desde la interfaz profesional, pudiendo ser consultadas, modificadas o eliminadas. También será posible la generación de listados y estadísticas relacionadas con este módulo. 31 Centro de Formación / www.auxiliardebiblioteca.com Todo esto se verá mucho más extendido en los cursos de AbsysNet del Grupo Baratz, empresa colaboradora de esta academia. Si quieres realizar uno, ponte en contacto. 17. Las Herramientas de Descubrimiento Las herramientas de descubrimiento (Web scale discovery tools) representan un nuevo sistema de recuperación de información que permite una búsqueda integrada en los diferentes recursos de una biblioteca. El presente trabajo estudia la naturaleza de estas herramientas, creadas para dar respuesta a la fragmentación de las interfaces de consulta. Afirma Lía González, como hemos visto anteriormente, en la Web BIBLIOPOS tratando de explicar el nuevo fenómeno en bibliotecas como son las Herramientas de Descubrimiento que, tradicionalmente, ha sido el catálogo la herramienta de búsqueda prioritaria de la biblioteca. Sin embargo, a pesar de las mejoras tecnológicas implementadas en los OPAC, el uso de nuevos sistemas de gestión bibliotecaria (SIG) o la implementación de metabuscadores, la experiencia de búsqueda para el usuario sigue resultando demasiado compleja. En el blog colaborativo de biblioteconomía Biblogtecarios, el profesional Saúl Equihua también trata de arrojar luz respecto a esta nueva plataforma de búsqueda documental en bibliotecas y afirma que Hoy en día las bibliotecas en su constante evolución han llegado a herramientas para el uso, manejo y recuperación de la información muy particulares. Considerando las dimensiones de cada una de estas y centrado un poco más en las bibliotecas universitarias se presentan diferentes herramientas que en su definición permiten el descubrimiento de diferentes recursos, algunos de ellos se suscriben otros tantos pueden ser de libre acceso, de tal modo tenemos las herramientas de descubrimiento (Web Scale Discovery tools) las cuales representan un nuevo sistema de recuperación de información que permite una búsqueda integrada en los diferentes recursos de una biblioteca (Ávila-García 2015). De tal modo podemos decir que la naturaleza de estas herramientas, es dar respuesta a la fragmentación de las interfaces de consulta. Adicionalmente podemos considerar que la comunidad académica puede llegar a percibir el catálogo como un instrumento ineficaz y alejado de los servicios Web que emplea cotidianamente (Alvite Díez, M. 2012), por otro lado en la actualidad se presentan diversas herramientas de búsqueda y en muchos de los casos podemos ver que los usuarios finales suelen iniciar sus búsquedas en un buscador Web y no en uno de tipo académico o de una biblioteca, ejemplo de ello es el que se muestra en el informe de OCLC (2011) el cual muestra que el 83% de los estudiantes universitarios norteamericanos empieza sus búsquedas de información en buscadores web, frente al 2% que comienza a partir de algún recurso de la biblioteca. Son numerosos los estudios que avalan la sustitución de la biblioteca, como fuente de información principal, por los contenidos accesibles en Internet a través de buscadores Web. En el ámbito español, se presentan estudios como el de Comas y otros (2011) que demuestran la pérdida de protagonismo de las bibliotecas universitarias en la búsqueda de información con fines académicos. No obstante, también ponen de manifiesto que los contenidos que ofrecen las bibliotecas universitarias son valorados de forma excelente por sus usuarios. Adicionalmente los usuarios suelen pedir el contar con una única herramienta de búsqueda donde puedan realizar una consulta de forma simple y satisfactoria: lo que los usuarios quieren es introducir la consulta en una única caja de búsqueda y obtener resultados, el simple hecho de consultar cada unos de los recursos a los que pudiera suscribir la biblioteca puede causar desesperación y en el caso de no lograr tener acceso al recurso o, a la misma plataforma puede generar una decepción y provocar el volver a un buscador Web. 32 Centro de Formación / www.auxiliardebiblioteca.com En segundo lugar, se puede considerar que la recuperación y el acceso al documento coincidan en el tiempo, esto es el poder acceder y/o llegar al texto completo. Cierto es que los muchos de los usuarios actuales, se encuentran acostumbrados a hacer búsquedas en Google, provoca desde luego el perder hacer el mínimo uso recursos y habilidades informativas, atendiendo a este punto las herramientas de descubrimiento tratan de alguna manera el emular a este buscaros Web, teniendo una sola caja búsqueda de modo rápido y sencillo. Hablando en ese sentido y considerando las herramientas con las que puede contar la biblioteca para llevar a cabo búsquedas en sus recursos, en la actualidad se pueden definir por un lado los metabuscadores que en su funcionamiento principalmente hacen uso de conectores hacia los recursos en donde se lleva a cabo la búsqueda (y utilizan, entre sus componentes, el protocolo Z39.50 y el OpenURL) un problema muy común con lo metabuscadores es que la mayoría de las implementaciones de metabuscadores no consiguen integrar completamente todos sus recursos, ni siquiera todos los considerados importantes, así como problemas en la gestión de los resultados (Alvite Díez, M. 2012). Considerando la relativa ineficiencia de los metabuscadores surgen las herramientas de descubrimiento, estas presentan como principios básicos: El basarse en su propio índice central único con los metadatos y/o el texto completo de las diferentes bases de datos, catálogos, repositorios y otros sistemas de información de la biblioteca, locales o remotos. El poder presentar un ranking de relevancia en los resultados. Algoritmos de búsqueda más precisos fijos y/o dinámicos Acceso web a través de una sola caja de búsqueda Mayor velocidad de respuesta Clustering y generación de facetas como beneficio en la búsqueda y el filtrado de la misma. Ahora, al considerarse como los elementos previos y el nombre que reciben propiamente se fundamenta la idea de ayudar a los usuarios a descubrir los recursos de la biblioteca en todos sus formatos, en recursos de paga y de libre acceso, repositorios, catálogos, bases de datos suscritas y considerando las colecciones físicas y digitales. Contemplando estos elementos a modo introductorio podemos decir que esta es una categoría relativamente nueva en el mercado, lo cual provoca un cierto grado de desconocimiento en las bibliotecas o centros de información, así como en el mismo usuario final. En algunos casos los usuarios más añejos no logran comprender la intención de “descubrimiento de la herramienta” y la simplicidad en la búsqueda, por lo cual al utilizar este tipo de sistemas, también es necesario el hacer un cambio en el paradigma y procesos de búsqueda. Hablando propiamente de estas herramientas de descubrimiento, en el mercado actual de las bibliotecas universitarias principalmente, compiten vigorosamente, ProQuest con Summon, Ex Libris con su Primo Central, EBSCO Discovery Service (EDS) y OCLC con su WorldCat Discovery Service. En el “Library Systems Report: Operationalizing innovation” presentado por Marshall Breeding, se expone de algún modo la situación que están viviendo estas herramientas en el mercado de los Estados Unidos. Francisco José Cortés Martínez, en su TFG “Las herramientas de descubrimiento: implantación en las bibliotecas universitarias españolas” afirmaba que las herramientas de 33 Centro de Formación / www.auxiliardebiblioteca.com descubrimiento son el último campo, o penúltimo si contamos con los trabajos en Métricas (a nivel de artículo, de autor, de institución, altmetrics…), en el que las bibliotecas están innovando. Aunque el margen para la innovación en las bibliotecas es pequeño, como indicaba Rodríguez-Yunta (2015), ya que las prácticas y dinámicas del pasado y la dependencia de las empresas de software dejan a las bibliotecas apenas un espacio para mejorar sus sistemas de gestión bibliotecaria y de búsqueda de información bibliográfica. Como conclusion, las herramientas de descubrimiento (Web scale discovery tools) son mecanismos de los catálogos automatizados (OPAC) y las plataformas de servicios bibliotecarios (library services platforms o LSP) son Sistemas Integrados de Gestión Bibliotecaria, de última generación, que incorporan en los catálogos las herramientas de descubrimiento. Los conceptos tienen relación pero una plataforma de servicios es algo más amplio que abarca todo el sistema de gestión de la biblioteca desde las adquisiciones, la catalogación, el préstamo… no solo el catálogo. Uno de los comportamientos esperados tras la implantación de una herramienta de descubrimiento sería el crecimiento del uso de los recursos de una biblioteca. Para concluir, queremos mencionar alguna de las Herramientas de descubrimiento en el mercado: Ebsco Discovery Service (EDS) 34 Centro de Formación / www.auxiliardebiblioteca.com Summon Primo. Primo es una solución única para el descubrimiento y entrega de recursos locales y remotos, como por ejemplo libros, artículos de revistas, y objetos digitales. Primo da soporta a las bibliotecas en la exposición de la riqueza de sus colecciones e invitando a los usuarios con una actualización en la búsqueda y experiencia en la entrega. WorldCat Discovery Services 35 Centro de Formación / www.auxiliardebiblioteca.com Fuente 36