Tema 1: Los lenguajes de especialidad y el IPA (Inglés Profesional y Académico) - PDF

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Eva Samaniego Fernández y María Beatriz Pérez Cabello de Alba

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lenguajes de especialidad inglés profesional lingüística aplicada comunicación académica

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Este documento explora el concepto de lenguajes de especialidad, enfocándose en el inglés profesional y académico (IPA). Describe su naturaleza, rasgos y relación con la lengua general, destacando la importancia de la temática, la intención del emisor y el conocimiento del receptor. Se proveen diferentes perspectivas y enfoques basados en diversos autores, incluyendo ejemplos de aplicación.

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Esta obra está bajo una Licencia Creative Commons Atribución-NoComercial-SinDerivar 4.0 Internacional. Autores: Eva Samaniego Fernández y María Beatriz Pérez Cabello de Alba INGLÉS PROFESIONAL Y ACADÉMICO Tema 1: Los lenguajes de especialidad y el IPA...

Esta obra está bajo una Licencia Creative Commons Atribución-NoComercial-SinDerivar 4.0 Internacional. Autores: Eva Samaniego Fernández y María Beatriz Pérez Cabello de Alba INGLÉS PROFESIONAL Y ACADÉMICO Tema 1: Los lenguajes de especialidad y el IPA (Inglés Profesional y Académico) Esta obra está bajo una Licencia Creative Commons Atribución-NoComercial-SinDerivar 4.0 Internacional. Autores: Eva Samaniego Fernández y María Beatriz Pérez Cabello de Alba 2 Esta obra está bajo una Licencia Creative Commons Atribución-NoComercial-SinDerivar 4.0 Internacional. Autores: Eva Samaniego Fernández y María Beatriz Pérez Cabello de Alba ÍNDICE 1.1. Introducción 5 1.2. Los lenguajes de especialidad 5 1.2.1. La naturaleza de los lenguajes de especialidad 5 1.2.2. Términos y palabras 11 1.2.3. Los textos especializados: función, género y tipo textual 13 1.2.4. Rasgos generales de los lenguajes de especialidad 17 1.3. El Inglés Profesional y Académico (IPA) 22 1.3.1. La naturaleza del IPA 23 1.3.2. La estilística del IPA 25 1.3.2.1. Fase prescriptiva 25 1.3.2.2. El impacto de otros paradigmas 26 1.3.2.3. Fase descriptiva 28 1.3.3. Rasgos distintivos del IPA 30 1.3.3.1. Rasgos léxico-sintácticos 30 1.3.3.2. Rasgos textuales y pragmáticos 35 1.4. Conclusión 43 1.5. Listado de términos fundamentales 44 1.6. Cuestiones fundamentales 45 3 Esta obra está bajo una Licencia Creative Commons Atribución-NoComercial-SinDerivar 4.0 Internacional. Autores: Eva Samaniego Fernández y María Beatriz Pérez Cabello de Alba 4 Esta obra está bajo una Licencia Creative Commons Atribución-NoComercial-SinDerivar 4.0 Internacional. Autores: Eva Samaniego Fernández y María Beatriz Pérez Cabello de Alba 1.1. INTRODUCCIÓN El término “Inglés Profesional y Académico” (IPA), o ESP (English for Specific Purposes) designa una disciplina académica fundamental. Este tema introduce los lenguajes de especialidad y el Inglés Profesional y Académico (IPA) o English for Specific Purposes (ESP). Las actividades prácticas sobre este tema se pondrán a disposición de los alumnos en el curso virtual. 1.2. LOS LENGUAJES DE ESPECIALIDAD En este apartado analizaremos la naturaleza de los lenguajes de especialidad. 1.2.1. LA NATURALEZA DE LOS LENGUAJES DE ESPECIALIDAD El término lenguaje de especialidad, tomado del francés langue d’especialité, se utiliza para designar el tipo de lenguaje utilizado en la comunicación especializada, es decir, “el lenguaje específico que usan algunos profesionales y especialistas para los términos, los conceptos y los conocimientos de una determinada área de conocimientos (Alcaraz Varó 2000:15). Equivale al término inglés Language for Special/Specific Purposes (LSP, que se utiliza de forma genérica para hacer referencia a la “comunicación entre especialistas” 1). Al igual que ocurre con el término inglés “LSP”, existen en español diversas formas de referirse a los lenguajes de especialidad. Las más frecuentes son los siguientes: “lenguajes especializados”, “lenguajes de especialidad”, “lenguajes con fines/propósitos específicos/especiales”, “lenguajes especiales”, “lenguajes especializados por la temática”, “lenguajes de especialidad determinados por la temática”, “tecnolectos” (Rabadán Álvarez 1992: 96; Alcaraz Varó 2000: 15), “dialectos profesionales/ocupacionales” (Rabadán Álvarez 1991: 90), “jergas profesionales”, etc. 1 Dicha comunicación cubre un amplio margen, desde el lenguaje que utilizan los especialistas cuando se comunican entre sí en un contexto profesional altamente especializado, hasta el que se emplea para la divulgación (de la ciencia, la tecnología, la economía, etc.). 5 Esta obra está bajo una Licencia Creative Commons Atribución-NoComercial-SinDerivar 4.0 Internacional. Autores: Eva Samaniego Fernández y María Beatriz Pérez Cabello de Alba La definición clásica de Sager de la lengua general es “the language used for every day non-specialist communication among a speech community” (Sager 1993: 324). Por el contrario, el discurso especializado estaría determinado por los principios de limitación, restricción, selección y simplificación (Sinclair 1996: 103). La naturaleza de los lenguajes de especialidad es restrictiva respecto a los siguientes aspectos: su adquisición, que debe hacerse de forma consciente; su flexibilidad, que se ve constreñida por la incorporación de lenguajes artificiales 2; su manifestación suele ser el medio escrito, y por lo tanto se trata de un lenguaje más controlado 3; sus funciones, que suelen estar reducidas a lo descriptivo, clasificativo e informativo; la intención, que suele ser informativa o incluso directiva4. Para la descripción de los lenguajes de especialidad Cabré (1999a: 1) propone utilizar un eje horizontal y otro vertical. La variación horizontal se refiere a la temática y la perspectiva, y la vertical a la intención y el nivel de especialización (cit. en Montero Martínez, http://elies.rediris.es/elies19/index.html). En cuanto a la variación horizontal (temática y perspectiva), dado que la temática especializada es una característica definitoria de estos lenguajes, en función de ésta se puede establecer una primera clasificación de los mismos. Sin embargo, además de la temática habrá que tener en cuenta la perspectiva desde la que se aborda el mensaje (Cabré Castellví), ya que es posible tratar el conocimiento científico de una forma trivial (Wierzbicka 1996: 350), como sucede en la divulgación. Respecto a la variación vertical (intención y nivel de especialización), viene determinada por el emisor. Por lo general el emisor será un especialista que quiere transmitir un mensaje sobre un tema determinado, mensaje que será recibido por el destinatario en una situación determinada (Sager 1990: 99), es decir, “marcada”. Puesto 2 Por ejemplo, los símbolos químicos o matemáticos. 3 El lenguaje escrito se cuida más que el verbal por ser planificado. 4 Las teorías clásicas afirmaban que el propósito fundamental de los textos de especialidad era informativo, es decir, transmitir una serie de ítems de información. De forma secundaria, podían ser directivos (=impositivos), como por ejemplo los textos jurídicos pertenecientes al género de las leyes. Sin embargo, se ha demostrado que bastantes textos especializados tienen un propósito persuasivo, es decir, intentan convencer al destinatario de una tesis/hipótesis determinada. Un ejemplo serían los artículos científicos. 6 Esta obra está bajo una Licencia Creative Commons Atribución-NoComercial-SinDerivar 4.0 Internacional. Autores: Eva Samaniego Fernández y María Beatriz Pérez Cabello de Alba que el emisor desea modificar de algún modo el conocimiento del receptor (ampliarlo, mejorarlo, concretarlo…), habrá de tener en cuenta las características de éste (si es un experto, si es un alumno, etc.) para adaptar el texto al grado de conocimiento del receptor de manera que éste pueda acceder al contenido. Por ejemplo, a mayor nivel de especialización del receptor, menor cantidad de información es necesario incluir. Sager et al. (1980: 68 y sigs.) afirman que el lenguaje de especialidad es un sistema semiótico complejo, semiautónomo y basado en el lenguaje general, que se diferencia en función de factores de índole pragmática. Podemos decir por tanto que el conjunto de reglas, unidades y restricciones que conocen los hablantes de una lengua constituyen lo que se llama “lengua general” o “lengua común”, que es la lengua que se utiliza, normalmente, en situaciones comunicativas “no marcadas” (= generales). Una definición clásica de “lenguaje de especialidad” es la siguiente (Cabré Castellví 1993: 128-129; cf. 1993: 135): “(…) conjunto de subcódigos -parcialmente coincidentes con el subcódigo de la lengua común- caracterizados en virtud de unas peculiaridades “especiales”, esto es, propias y específicas de cada uno de ellos, como pueden ser la temática, el tipo de interlocutores, la situación comunicativa, la intención del hablante, el medio en que se produce un intercambio comunicativo, el tipo de intercambio, etc.”. El término “variación lingüística” hace referencia a los cambios que experimenta una lengua en función del usuario (variación geográfica, temporal, social, idiolectal, etc.; es decir, dialectos) o en función del uso (campo, tenor y modo; es decir, registros). Por consiguiente, la variable que define un lenguaje de especialidad parece ser la variación lingüística según el uso, más concretamente la variable denominada “campo” 5. La relación entre el lenguaje de especialidad y el lenguaje general puede ser de cuatro tipos (cf. Bergenholtz y Tarp 1995): 1. El lenguaje general es sinónimo de la variante estándar y, por consiguiente, todos los lenguajes de especialidad se consideran 5 El término “campo” (“field”) hace referencia al ámbito de actividad (Hatim y Mason 1990:48), y reflejaría la función social del texto). Aunque el concepto de “campo” no es sinónimo del de “área temática” (un campo tiene varias áreas temáticas), tienden a confundirse (Rabadán Álvarez 1991:90). En definitiva, el campo analiza el tipo de lenguaje determinado por la actividad que desarrolla el hablante y hace referencia al grado de especialización del área de actividad, que varía en función de la situación comunicativa. El “modo” (“mode”) designa la forma en que se desarrolla el acto comunicativo: oral, escrito, y todas las alternativas posibles: lenguaje escrito para ser hablado, como el teatro, o lenguaje hablado para ser escrito, como una clase magistral. El “tenor” (“tenor”) o “variedad según la actitud” (Mayoral Asensio 1990: 71) sería la relación existente entre emisor y receptor, en un continuo que va de muy formal a muy informal, dependiendo de factores como la proximidad entre los interlocutores, el grado de parentesco, la educación, etc. (cf. Baker 1992:16; Swales 1990:40). 7 Esta obra está bajo una Licencia Creative Commons Atribución-NoComercial-SinDerivar 4.0 Internacional. Autores: Eva Samaniego Fernández y María Beatriz Pérez Cabello de Alba “elements of general language” (Bergenholtz y Tarp 1995: 16). Para los defensores de esta postura, los lenguajes de especialidad son subconjuntos del lenguaje general (cf. Varantola 1986; Sager et al. 1980; Beaugrande 1987; Cabré Castellví 1993). 2. El lenguaje general es un subconjunto de los lenguajes de especialidad, ya que todas las expresiones de la lengua general pueden encontrarse en los lenguajes de especialidad que, además, tienen una serie de entes léxicos propios y específicos de cada temática (cf. Rondeau 1983). 3. Los lenguajes de especialidad y el lenguaje general son dos fenómenos iguales pero de naturaleza diferente, ya que desde el punto de vista comunicativo se utilizan en situaciones distintas. 4. No existe el lenguaje general, ya que “each usage is specific to a certain situation. This approach implies that every language variety is an LSP (language for specific purposes)” (Bergenholtz y Tarp 1995: 18). Para Widdowson (1998: 3-4) éste sería el mayor inconveniente de utilizar el término “lenguaje específico”, ya que cualquier uso que hagamos del lenguaje siempre será “específico”. Ahmad et al. (1995) resumen algunas posturas existentes de la siguiente forma: Figura 1: Relación entre lengua general y lenguajes de especialidad (Sublenguaje). Lengua Lengua General Sub- General lenguaje Sub- Lengua lenguaje General Sub- lenguaje Fuente: Pérez Hernández, Chantal. http://elies.rediris.es/elies18/index.html 8 Esta obra está bajo una Licencia Creative Commons Atribución-NoComercial-SinDerivar 4.0 Internacional. Autores: Eva Samaniego Fernández y María Beatriz Pérez Cabello de Alba Para Cabré (1993: 140), los lenguajes de especialidad están en relación de inclusión respecto a la lengua global y en relación de intersección tanto entre sí como con respecto a la lengua general, con la que comparten características. Entre la lengua general y los lenguajes de especialidad se produce un constante trasvase de unidades. Figura 2: Relación entre lengua global 6, lengua general y lenguajes de especialidad. Fuente: Pérez Hernández, Chantal. http://elies.rediris.es/elies18/index.html Hoy en día está comúnmente aceptado que no resulta viable definir los lenguajes de especialidad en términos estrictamente lingüísticos, ya que los diferencia de la lengua general muchos más que factores estrictamente lingüísticos. Lehrberger (1986: 22, cit. en Pérez Hernández, http://elies.rediris.es/elies18/index.html) considera que hay seis factores que pueden ayudar a definir un lenguaje de especialidad: 1. la temática específica; 2. las restricciones léxicas, sintácticas y semánticas; 3. las reglas gramaticales “anómalas”; 4. la alta frecuencia de aparición de determinadas construcciones; 5. la estructura textual; 6. el uso de símbolos específicos. 6 Entendiendo por tal el sistema lingüístico o lengua. 9 Esta obra está bajo una Licencia Creative Commons Atribución-NoComercial-SinDerivar 4.0 Internacional. Autores: Eva Samaniego Fernández y María Beatriz Pérez Cabello de Alba La postura más comúnmente aceptada hasta ahora es la que afirma que el lenguaje de especialidad es un subconjunto del lenguaje general caracterizado pragmáticamente por tres variables: La temática (campo o field). Una temática es especializada si no forma parte del conocimiento general de los hablantes de una lengua y, por tanto, ha de ser objeto de un aprendizaje específico. Los usuarios. Están agrupados en torno a una escala de abstracción, que va desde los especialistas hasta el público en general. La situación comunicativa. Sería, como ya hemos visto, una situación “marcada”: se trata de situaciones codificadas y convencionalizadas (González Gómez-Jover 2007: 30). Esto implica la existencia de tipos textuales y de géneros (cf. Swales 1990; Bhatia 1993), entre otros factores. Sin embargo, recientemente han comenzado a plantearse dudas sobre esta caracterización de los lenguajes de especialidad. Las últimas investigaciones de Cabré Castellví (2005) apuntan a que el lenguaje de especialidad sería un subconjunto del lenguaje general caracterizado por tres tipos de condiciones (Cabré Castellví 2005: 194- 197): 1. Condiciones pragmáticas. Pragmáticamente, los lenguajes de especialidad se distinguen por dos variables: los usuarios (interlocutores) y la situación socio-comunicativa. Los usuarios están agrupados en torno a una escala de abstracción, que va desde los auténticos especialistas hasta el público en general. El emisor de estos textos puede ser: (a) experto, (b) semiexperto o aprendiz (futuro experto) o (c) experto puntual (por ejemplo, un periodista). Respecto al receptor, puede tratarse de un experto, un semiexperto o un lego 7. El punto en común que tienen todos estos receptores, como afirma Cabré Castellví (2005: 195), es “su expectativa a ser informados”. Finalmente, la situación socio-comunicativa suele ser una situación profesional o, al menos, 7 En función de la relación emisor-receptor, podemos establecer varios tipos de discursos: discurso de experto, discurso didáctico (formación de futuros especialistas) y discurso divulgativo. 10 Esta obra está bajo una Licencia Creative Commons Atribución-NoComercial-SinDerivar 4.0 Internacional. Autores: Eva Samaniego Fernández y María Beatriz Pérez Cabello de Alba una situación comunicativa con un enfoque profesional (cf. Swales 1990; Bhatia 1993). 2. Condiciones cognitivas. Básicamente se refieren a la temática y sobre todo a su modo de conceptualización, así como al tratamiento que ésta recibe. El concepto de “temática especializada”, estrechamente relacionado con el de “campo”, ha cambiado considerablemente; como recogen Bowker y Pearson (2002: 39): “un lenguaje de especialidad es el que se emplea para hablar de campos especializados de conocimiento, que pueden incluir los más diversos ámbitos, desde la actividad profesional hasta los hobbies, siempre y cuando hagan referencia a un campo restringido” [traducción propia]. La relación entre la temática y el discurso especializado, como refleja Cabré Castellví (2005: 195-196), es probabilística pero no automática: es cierto que la temática suele discriminar el discurso especializado de manera habitual, pero lo que identifica el discurso especializado en realidad es la forma en que se expresa y comunica esa temática. 3. Condiciones lingüísticas. No se refieren exclusivamente a los aspectos gramaticales como elementos discriminatorios de los textos especializados, sino que van más allá, incluyendo aspectos como la organización de los textos, la distribución de la información en estos, su presentación en géneros y tipos textuales, sus convenciones discursivas, etc. La función lingüística de los textos especializados suele ser una función referencial (textos informativos), con poca incidencia de la función emotiva aunque sí de la conativa 8 (determinados textos jurídicos), de la metalingüística (textos didácticos que explican conceptos e introducen denominaciones propias de la materia) y de la argumentativa/persuasiva (textos con función persuasiva secundaria, como por ejemplo un artículo médico que defiende las ventajas de una técnica quirúrgica frente a otra). 1.2.2. TÉRMINOS Y PALABRAS. Una de las mayores dificultades para poder discriminar entre el lenguaje general y el lenguaje de especialidad es establecer la distinción entre “palabra” y “término”. Sager (1990: 19) establece la distinción entre términos y palabras de la forma siguiente: 8 También denominada impositiva. 11 Esta obra está bajo una Licencia Creative Commons Atribución-NoComercial-SinDerivar 4.0 Internacional. Autores: Eva Samaniego Fernández y María Beatriz Pérez Cabello de Alba The items which are characterised by special reference within a discipline are the "terms" of that discipline, and collectively they form its "terminology"; those which function in general reference over a variety of sublanguages are simply called "words" and their totality the "vocabulary". Algunos autores (Hoffman 1985 o Yang 1986), han propuesto una división tripartita de los términos y las palabras: 1. Términos específicos (subject-specific terms o technical terms): aquellos usados sólo en un dominio de conocimiento, con un significado altamente concreto y un único referente conceptual. Por ejemplo, “adenocarcinoma”. 2. Términos no-específicos (non subject-specific terms, nontechnical terms o subtechnical terms): términos que son comunes a varias disciplinas. Por ejemplo, “terapia”. 3. Vocabulario / léxico general: unidades léxicas de la lengua general que no pertenecen a ninguna disciplina científica 9. Por ejemplo, “tratamiento”. Esta dificultad de distinción entre términos y palabras se ve aumentada por el continuo transvase de unidades léxicas entre la lengua general y las lenguas de especialidad. El avance de los medios de comunicación ha multiplicado la divulgación de ciencias (Cabré 1993: 167), lo que ha traído consigo la difusión de la terminología especializada, motivo por el que muchos hablantes están familiarizados con términos como “clonación”, “gen”, “cromosoma”, etc. Ahmad et al. (1985: 10) ofrecen las siguientes posibilidades de trasvase de elementos léxicos (Montero Martínez, http://elies.rediris.es/elies19/index.html): LESP  LG: un término de un lenguaje de especialidad extiende su uso a la lengua general, por ejemplo parameter o paranoid. Esto tiene varias consecuencias: - pérdida de precisión en el significado; - aumento del número de usuarios; 9 Pero es necesario recordar que en algunos contextos pueden adquirir un significado específico, y por ello convertirse en términos al ser empleados en un dominio restringido. 12 Esta obra está bajo una Licencia Creative Commons Atribución-NoComercial-SinDerivar 4.0 Internacional. Autores: Eva Samaniego Fernández y María Beatriz Pérez Cabello de Alba - posibilidad de un comportamiento lingüístico distinto (por ejemplo más variantes combinatorias o distintas derivaciones y flexiones morfológicas). LG  LESP: una unidad léxica de la lengua general se incorpora a un lenguaje de especialidad, por ejemplo window o mouse. Algunas de las consecuencias de este trasvase suelen ser: - incremento en la precisión del significado; - menor grupo de usuarios, que están más claramente definidos; - comportamiento lingüístico diferente, probablemente más restringido. LESP1  LESP2: un lenguaje de especialidad adopta un término perteneciente a otro lenguaje de especialidad, por ejemplo virus. Algunas de las consecuencias probables son las siguientes: - se mantiene la precisión semántica, pero puede producirse un cambio de significado; - el grupo de usuarios cambia; - comportamiento lingüístico diferente, probablemente más restringido. 1.2.3. LOS TEXTOS ESPECIALIZADOS: FUNCIÓN, GÉNERO Y TIPO TEXTUAL Arntz (1996: 121) ofrece una tipología de textos especializados en la que se recogen once tipos de textos, ordenados según la dificultad temática del texto, sus destinatarios potenciales y los conocimientos necesarios para trabajar con ellos: Figura 3: Tipología de textos especializados. Level Text Type(s) Target Audience Knowledge Required I Encyclopaedias and Public interested in technology Little or no knowledge of technology popular specialised texts II General technical Public especially interested in General knowledge of technology reference books technology III Reference works in a Public interested in subfield of Knowledge of the subfield of subject field technology technology IV Introductory books Public interested in thorough Knowledge of the fundamentals of and textbooks knowledge of a subfield science V Practical reference Public interested in a working Working knowledge of a technical works in a particular knowledge of a technical subject area of technology subject VI Advertising material Potential users from the User-specific technical knowledge from specialised 13 Esta obra está bajo una Licencia Creative Commons Atribución-NoComercial-SinDerivar 4.0 Internacional. Autores: Eva Samaniego Fernández y María Beatriz Pérez Cabello de Alba publications, product subject area information VII Specialised article Specialists interested in a Good theoretical and practical from specialised special subject area knowledge of a technical special publication subject VIII Fitting and installation Specialists working in a very Application-specific technical instructions special area knowledge IX Academic textbooks Students, scientists working in Good basic scientific and technical a particular area knowledge X Research reports Researchers working on Intricate theoretical knowledge theoretical issues XI Standards, patent Engineers familiar with system Combination of theoretical and specifications, planning practical knowledge application reports Fuente: Arntz (1996: 121) Los textos pueden ser, en términos generales, de tres tipos: no especializados, especializados y divulgativos. Figura 4: Tipos de texto (elaboración propia) Veamos los tres: 1. Texto general o no especializado: se da en una interacción social no marcada, por lo que no se relaciona con un campo profesional concreto. 2. Texto especializado: sería “the kind of language use associated with highly specialized communication in a wide variety of subject areas” (Asher y Simpson 1994: 2010). Se dividiría en lenguaje académico y lenguaje 14 Esta obra está bajo una Licencia Creative Commons Atribución-NoComercial-SinDerivar 4.0 Internacional. Autores: Eva Samaniego Fernández y María Beatriz Pérez Cabello de Alba profesional, y éste a su vez puede ser bidireccional o unidireccional 10. El discurso académico sería propio de la comunicación establecida entre un profesional y una institución o persona relacionada con su profesión que se considera de prestigio 11. Sería el registro más elevado, en el que el grado de conocimiento compartido con el destinatario es máximo. El discurso profesional sería aquel en el que el emisor es un experto, y el receptor otro experto o futuro experto; es por tanto el que usan profesionales de un mismo campo o de campos afines para comunicarse entre sí; por ejemplo, un médico cuando habla con otro. Se da un grado alto de conocimiento compartido, aunque no es tan especializado como el académico, y presenta dos niveles: - bidireccional 12, típico de la comunicación entre expertos, por lo que el emisor y el receptor presentan una equiparación de especificidad discursiva. Se denomina “bidireccional” porque la especificidad discursiva circula en ambos sentidos. Teresa Cabré denomina a esta variante “”comunicación entre especialistas” (expert-expert communication). Tiende a usar un vocabulario altamente especializado y los términos se usan de forma precisa. No suelen encontrarse explicaciones de los términos, a no ser que el especialista esté redefiniendo un concepto existente o acuñando un término nuevo. - unidireccional 13, o texto didáctico, propio de la comunicación entre un profesional y un estudiante (o “aprendiz” según Cabré Castellví 1993). Dado su carácter pedagógico, se hace un uso alterno de términos especializados y de términos de divulgación y/o sinónimos funcionales (“cuasisinónimos”), y se da una mayor presencia de definiciones, clasificaciones y categorizaciones. En ocasiones se acerca al discurso de divulgación, pero no se da el mismo grado de conocimiento compartido; por ende, en este caso la situación comunicativa es especializada. 10 El lenguaje “unívoco” para Cabré Castellví (1993) sería otro tipo de discurso, que denomina “para aprendices”. 11 Un ejemplo sería un arquitecto cuando escribe un artículo para una revista especializada, o cuando da una conferencia en un congreso para especialistas. 12 Es decir, la especificidad discursiva circula en ambos sentidos. 13 La especificidad discursiva circula fundamentalmente en un sentido (experto/profesional -> aprendiz/estudiante). 15 Esta obra está bajo una Licencia Creative Commons Atribución-NoComercial-SinDerivar 4.0 Internacional. Autores: Eva Samaniego Fernández y María Beatriz Pérez Cabello de Alba 3. Texto divulgativo (o de transición): sería típico de una situación comunicativa en el que el emisor es un experto, semi-experto (por ejemplo, un estudiante) o pseudo-experto (una persona que se documenta puntualmente en un tema, como un investigador o documentalista) y el receptor un público general, profano o no especializado. Es lo que Alcaraz Varó (1994: 74) denomina “lenguaje paralelo” 14, y Teresa Cabré lo denomina “comunicación entre semi-especialista y lego” (relative expert to the uninitiated). Puesto que no se presupone ningún conocimiento especializado por parte de los lectores, la densidad de términos especializados suele ser bastante baja y, cuando se usan, se indica su significado de forma genérica, por lo que se peca de imprecisión. Se generaliza, se utiliza la sinonimia funcional (cuasi-sinónimos), y se clasifica de forma sencilla y clara. El grado de conocimiento compartido entre emisor y receptor es mínimo. Respecto a los conceptos de “género” y “tipo textual”, existe confusión. A continuación definimos el uso que se va a hacer en esta asignatura de los términos expuestos: - género: formas convencionalizadas de textos asociadas a determinadas situaciones sociales y que por ello un hablante nativo de una lengua es capaz de distinguir, al menos a grandes rasgos; por ejemplo, textos periodísticos (que tendría como subgéneros los editoriales, las cartas al director, etc.); - tipo de texto o tipo textual: conjunto mental (Hatim y Mason 1997) y abstracto (Roberts 1996:45) de textos agrupados en función de una(s) dimensión(es) determinada(s) y que se caracteriza por: compartir tanto determinadas manifestaciones lingüísticas como algunos rasgos de la situación comunicativa (intención, función, etc.). Ejemplo: textos expositivos; Podemos proponer los siguientes tipos textuales: textos mediativos: tratan de lograr una reacción determinada en el receptor. Pueden ser de dos tipos: - argumentativos: predomina la interpretación sobre la información. Su propósito es persuadir al receptor influyendo en él, y valiéndose para ello de todas las estrategias que se consideren efectivas. Ejemplo: un anuncio publicitario; 14 “(...) existe un lenguaje paralelo, mediante el cual los medios de comunicación hacen accesible al público en general la información técnica o especializada” (1994: 74). 16 Esta obra está bajo una Licencia Creative Commons Atribución-NoComercial-SinDerivar 4.0 Internacional. Autores: Eva Samaniego Fernández y María Beatriz Pérez Cabello de Alba - impositivos: imponen al receptor la tesis del emisor, ya que influyen en su comportamiento y/o ideología de forma directa, con o sin razonamiento previo. Ejemplo: las leyes; textos expresivos: su propósito es deleitar al receptor. Ejemplos: cuentos, poemas, etc.; textos informativos: su propósito es informar mediante la transmisión de información de forma neutral 15. Ejemplo: un informe de auditoría; textos fáticos: su propósito es mantener la comunicación. Ejemplo: saludos; textos híbridos: combinan de forma simultánea varias funciones, de ahí que puedan ser textos “expositivo-argumentativos”, “argumentativo-estéticos”, etc. 1.2.4. RASGOS GENERALES DE LOS LENGUAJES DE ESPECIALIDAD En este apartado haremos sólo mención general de los rasgos más destacados de los lenguajes de especialidad en general, ya que en el apartado siguiente, dedicado al Inglés Profesional y Académico, trataremos con más detenimiento los rasgos de los lenguajes de especialidad en inglés. Para exponer estos rasgos de una forma práctica consideramos oportuno dividirlos en dos niveles: léxico-sintáctico (o morfo-sintáctico) y textual-pragmático. Esto se hace únicamente por motivos prácticos, ya que se trata de dos niveles en realidad indivisibles, pues se hallan unidos de forma intrínseca (Martínez Linares 2007: 23). Para Martínez Linares (2007: 14), propiedades tales como la ‘neutralidad’, la ‘objetividad’, (…) junto con la ‘economía’, la ‘claridad’ y la ‘precisión’ parecen perfilarse como atributos de los lenguajes de especialidad o, al menos, “como ideales a los que deben aspirar”. Como veremos más adelante, alguno de estos atributos, que tradicionalmente se daban por supuestos en los textos de especialidad, no siempre son característicos de ellos. El léxico El léxico puede ser de tres tipos (cf. Trimble 1985: 128 y sigs; cf. Alcaraz Varó 2000): Léxico común o general, que puede aparecer en cualquier tipo de texto. 15 Se trata de una utopía, ya que como afirma Roberts (1996), igual que es difícil imaginar un texto puramente informativo (sin sesgo alguno), también lo es imaginar uno cuyo nivel de información sea cero. 17 Esta obra está bajo una Licencia Creative Commons Atribución-NoComercial-SinDerivar 4.0 Internacional. Autores: Eva Samaniego Fernández y María Beatriz Pérez Cabello de Alba Términos especializados o “técnicos”, que son “unidades léxicas (...) llamadas “términos”, cuyos significados están definidos de forma unívoca dentro de una teoría” (Cabré Castellví 1993). Términos sub-técnicos (“semitécnico” según Alcaraz Varó 2000: 43; re- designated general language items para Sager et al. 1980:24 y “vocabulario interdisciplinario” para Hoffman 1998), que Trimble (1985: 129) define de la siguiente forma: “those words that have one or more ‘general’ English meanings and which in technical contexts take on extended meanings (technical, or specialized in some fashion)”. Son unidades léxicas del lenguaje común que han adquirido uno o varios nuevos significados dentro de un campo del saber 16. Por tanto, tienen “un significado dinámico o dependiente del contexto” (González Gómez-Jover 2007: 29). Los entes subtécnicos y técnicos resultan en su mayor parte de los siguientes procesos (Alcaraz Varó 2000): (i) palabras cotidianas que adquieren un significado especializado, normalmente a través de extensiones metafóricas; (ii) procesos de formación de palabras con afijos clásicos; (iii) procesos de formación con elementos nativos; (iv) préstamos; (v) designaciones por medio de figuras o símbolos artificiales; (vi) nomenclaturas; (vii) marcas comerciales y/o nombres de productos. Los lenguajes de especialidad también tienen un vocabulario cuya flexión plantea algunos problemas concretos en determinadas lenguas (Lerat 1997: 73): Ausencia de variación de género (por ejemplo, “derechohabiente”, “testigo”). Ausencia de variación de número (por ejemplo, “daños y perjuicios”, “atrasos”, “buena fe”). Ausencia de concordancias (por ejemplo, “video cassettes”, “rayos alfa”). Vacilación de género (sobre todo en la designación de máquinas: “amolador/amoladora”, etc.). 16 Veamos algún ejemplo: frog: rana; leap-frog test: comprobación por salto (informática); dog: perro; yellow- dog contract: contrato laboral por el que el trabajador no se sindica. 18 Esta obra está bajo una Licencia Creative Commons Atribución-NoComercial-SinDerivar 4.0 Internacional. Autores: Eva Samaniego Fernández y María Beatriz Pérez Cabello de Alba Unidades sintagmáticas En lo referente al léxico, abundan también las unidades sintagmáticas, es decir, cierto tipo de combinaciones que son primordialmente fijas (por ejemplo, “síndrome de inmunodeficiencia adquirida”. Lenguajes artificiales Suele ser frecuente, dependiendo del ámbito de conocimiento de que se trate, el empleo de lenguajes artificiales con símbolos semióticos alternativos, como las siglas y símbolos especializados (lenguaje de programación, símbolos de la química, símbolos fonéticos, etc.). Estos lenguajes, habitualmente establecidos por organismos competentes (asociaciones, órganos gubernamentales, etc.) son muy específicos y no conceden apenas margen de variabilidad. Las nomenclaturas están diseñadas para identificar, designar y describir entidades de forma precisa, otorgando concisión y univocidad 17 a los elementos que designan. Nominalizaciones Una característica común a los lenguajes de especialidad es la alta proporción de sustantivos (Martínez Linares 2007: 15), y por tanto la frecuencia de las nominalizaciones procedentes en su mayoría de verbos, que permiten resumir en pocas palabras fenómenos muy complejos y condensan una gran cantidad de información. Se emplean nominalizaciones en los siguientes casos (González Pueyo y Val 1996): Formación de términos técnicos. Se utilizan para agrupar una serie de sucesos y estados, lo que trae consigo la formación de términos técnicos que hacen referencia a fenómenos complejos. Desarrollo de conceptos técnicos y científicos abstractos. La complejidad de la información científica hace que sea necesario utilizar grupos nominales para elevar el nivel de abstracción de las palabras. Establecimiento de las relaciones de causa y efecto entre sucesos. Medición, comparación y ordenamiento. Cualificación y modificación de las descripciones y las explicaciones. 17 Cualidad o propiedad de ser unívoco, de poseer un sólo significado o ser utilizado siempre con un sólo y único significado. 19 Esta obra está bajo una Licencia Creative Commons Atribución-NoComercial-SinDerivar 4.0 Internacional. Autores: Eva Samaniego Fernández y María Beatriz Pérez Cabello de Alba Organización de la información en el texto. La nominalización es un recurso para agrupar el significado en tema y rema 18 y, por consiguiente, es una herramienta de organización textual. Univocidad y denotación Con frecuencia se menciona la univocidad de los términos de los lenguajes de especialidad. Es cierto que, en comparación con lo que sucede en el lenguaje no especializado, en los lenguajes de especialidad se tiende a la monosemia, pero no se puede afirmar que no exista la sinonimia, que se emplea con bastante frecuencia en los lenguajes profesionales, como demuestran Trimble (1985), Alcaraz Varó (2000), Lerat (1997), Congost Maestre (1994) o Sager et al. (1980) entre otros muchos. Igualmente se solía afirmar que los lenguajes de especialidad eran denotativos; sin embargo, y como afirma Lerat (1997: 98) “la connotación está muy lejos de ser ajena a las lenguas especializadas”. Impersonalización Existe también un alto grado de impersonalización, que se logra mediante diversos mecanismos textuales (Martínez Linares 2007: 14). Algunos de los más usados en español son: El uso de la construcción pasivo-perifrástica 19, que permite omitir al experimentador del proceso o al agente que lleva a cabo la acción. El empleo de estructuras impersonales 20, carentes de sujeto al que asignar la predicación (“se busca a los integrantes del grupo”). 18 El “tema” sería la parte general del ítem del que se y de la que se supone un conocimiento previo por parte del interlocutores; el “rema” es lo que se dice del tema aportando información nueva. Es decir, sería la información conocida frente a la información novedosa y desconocida. 19 “La dureza del material fue determinada mediante otro procedimiento”. 20 Las oraciones impersonales carecen de sujeto gramatical y la forma “se” precede a un verbo en tercera persona del singular. Puede darse con verbos intransitivos (Se trabaja mejor así), con verbos copulativos (Se está mejor solo que mal acompañado) o con verbos transitivos cuando llevan un complemento directo de persona precedido de la preposición “a” (Se busca a los culpables del robo). Existe cierta confusión entre las oraciones de pasiva refleja (con el verbo en tercera persona del singular o del plural, concertando con el sujeto paciente) y las oraciones impersonales (carentes de sujeto y con el verbo inmovilizado en tercera persona del singular). Dicha confusión surge con los verbos transitivos, pues son los únicos que pueden generar ambos tipos de oraciones: Se buscan casas con piscina (pasiva refleja) / Se busca a los culpables (impersonal). Si surgen dudas sobre cuándo utilizar una u otra construcción pueden resultar útiles las indicaciones siguientes: (1) si el elemento nominal sobre el que recae la acción verbal expresa “cosa”, debe emplearse la construcción pasiva refleja; por tanto, el verbo ha de ir en plural si dicho elemento nominal es plural: Se hacen fotocopias, Se produjeron ataques, se renovarán los edificios…; (2) si el elemento nominal expresa “persona” y no va precedido de la preposición “a” se emplea también la construcción de pasiva refleja: Se 20 Esta obra está bajo una Licencia Creative Commons Atribución-NoComercial-SinDerivar 4.0 Internacional. Autores: Eva Samaniego Fernández y María Beatriz Pérez Cabello de Alba El uso de pasivas reflejas, que posibilitan una interpretación genérica del agente y neutra con respecto a la inclusión del emisor (“se hacen reproducciones”). El uso de sujetos inanimados, que hacen posible ocultar la participación del agente para dejar paso a los objetos 21. El uso de la segunda y tercera persona del plural (“Muchos estudios afirman que…”; “si aplican esta técnica, los resultados son pobres”). Uso de los verbos “haber”, “ser” y “hacer” como impersonales (“hay problemas”; “es difícil saber”, etc.). Sin embargo, y como nos recuerda Martínez Linares (2007: 17), “no se debe suponer el mismo grado de desagentivación o impersonalidad para todos los géneros de especialidad”. El objetivo de esta impersonalidad es intentar transmitir información de forma neutral y objetiva. Sin embargo, según afirman Marimón Llorca y Santamaría Pérez (2007: 129) los mecanismos lingüísticos de la impersonalidad pueden aportar un elemento de persuasión al texto: “incluso la impersonalidad (…) en realidad es un mecanismo que sirve para persuadir al lector: aquello que se está diciendo es un hecho tan objetivo y claro que no hay más remedio que aceptarlo”. La neutralidad se trata de lograr a través de fórmulas textuales como la descripción, la definición, la clasificación, la enumeración, el cálculo, el razonamiento, la argumentación, la citación, la referencia, etc. Todos estos elementos conllevan una tendencia hacia la despersonalización reflejada en verbos en presente, primeras personas del plural, ausencia de exclamaciones, uso de frases cortas, falta de redundancia innecesaria, utilización de fórmulas impersonales, sintagmas nominales, y otros sistemas de representación incorporados en el texto. Sintaxis Especialmente significativo resulta el desacuerdo existente en torno a la supuesta “complejidad sintáctica” de los lenguajes de especialidad (Martínez Linares 2007: 16), pues depende del ámbito al que se haga referencia. Los textos jurídicos en general buscan fontaneros, Se necesitan economistas…; (3) si el elemento nominal expresa “persona” y va precedido de la preposición “a” debe emplearse la construcción impersonal; por tanto, el verbo irá en singular aunque el elemento nominal sea plural. 21 “Los análisis muestran una alta concentración de esta sustancia”. 21 Esta obra está bajo una Licencia Creative Commons Atribución-NoComercial-SinDerivar 4.0 Internacional. Autores: Eva Samaniego Fernández y María Beatriz Pérez Cabello de Alba presentan un grado de complejidad sintáctica muy elevado, con abundante subordinación, mientras que los textos científico-técnicos suelen tener una sintaxis más sencilla y poca subordinación compleja. Formas verbales no personales Otra pauta en la caracterización sintáctica de estos lenguajes es “la tendencia al empleo de formas verbales no personales –infinitivos, gerundios y participios, en ‘construcción absoluta’ o ‘concertada’” (Martínez Linares 2007: 15). Funciones textuales La mayoría de estos textos se sirven de la función referencial, por lo que “recurren a menudo a fórmulas textuales como la descripción, la definición, la clasificación, la enumeración, el cálculo, el razonamiento, la argumentación, la citación, la referencia, etc.”. (Cabré Castellví 1993: 155). Sin embargo, investigaciones recientes defienden la presencia frecuente de la función persuasiva en ciertos géneros de los lenguajes de especialidad 22 (cf. Alcaraz Varó 2000, Congost Maestre 1994). Mecanismos referenciales extratextuales Alcaraz Varó (2000), Sager et al. (1980) y otros muchos nos recuerdan también el uso de mecanismos referenciales metatextuales de índole semiótica (gráficos, tablas, figuras, imágenes, etc.) típico de estos lenguajes. 1.3. EL INGLÉS PROFESIONAL Y ACADÉMICO (IPA) En este apartado nos centramos en el Inglés Profesional y Académico (IPA), también denominado Inglés para Fines Específicos (IFE; procede del inglés ESP o English for Specific Purposes). 22 Por ejemplo un artículo académico escrito por un cirujano en el que aboga por una técnica de intervención concreta frente a otras. Independientemente del volumen informativo del texto, que probablemente será relevante, en realidad el autor trata de convencer a la comunidad científica de que la técnica que ha utilizado ofrece mejores resultados que otra/s, y por tanto las estrategias utilizadas en el texto serán argumentativas, valiéndose de la información como mecanismo persuasivo. 22 Esta obra está bajo una Licencia Creative Commons Atribución-NoComercial-SinDerivar 4.0 Internacional. Autores: Eva Samaniego Fernández y María Beatriz Pérez Cabello de Alba Una de las divisiones propuestas es la que aparece a continuación, pero muchos autores aúnan “professional” y “occupational”: Figura 4: Areas of ESP teaching BRANCH SUB BRANCHES EXAMPLE English for Academic English for General English for academic Purposes (EAP) Academic Purposes (EGAP) reading and writing English for Specific English for law, economy Academic Purposes (ESAP) or sociology students English for Professional English for General English for the health care Purposes (EPP) Professional Purposes sector (EGPP) English for Specific English for nursing. Professional Purposes (ESPP) English for Occupational English for General English for the hotel Purposes (EOP) Occupational Purposes industry (EGOP) English for Specific English for hotel Occupational Purposes receptionist (ESOP) El inglés es hoy la lingua franca por excelencia en los ámbitos de especialidad. El desarrollo científico-tecnológico (y el creciente interés de la sociedad por éste), el proceso de globalización y movilidad han favorecido la importancia de la lengua inglesa, puesto que “en la sociedad del conocimiento se hace necesario el dominio del lenguaje que emplea la comunidad científica para transmitir y difundir la información” (Alcón Soler 2007: 259). 1.3.1. LA NATURALEZA DEL IPA El término English for Specific Purposes en realidad puede significar dos cosas distintas: de forma genérica, su docencia (es decir, los cursos que se imparten sobre el inglés de diversas especialidades), y de forma específica, el inglés que se usa en situaciones comunicativas marcadas. Aunque habitualmente se habla de “inglés para fines específicos”, Henry Widdowson (1998: 3-4) descarta el adjetivo specific del término, pues para él cualquier uso que se haga de la lengua es “específico”, ya que sirve siempre para un fin concreto. Alcaraz Varó, siguiendo la opinión de Widdowson, prefiere usar el término “Inglés Profesional y 23 Esta obra está bajo una Licencia Creative Commons Atribución-NoComercial-SinDerivar 4.0 Internacional. Autores: Eva Samaniego Fernández y María Beatriz Pérez Cabello de Alba Académico 23” (IPA), precisamente para evitar cualquier ambigüedad. Como ya hemos visto, muchos autores aúnan “professional” y “occupational”, que en español se suele reflejar como “profesional”. Aunando las definiciones de Mackay y Palmer (1981) y Hutchinson y Waters (1987), la noción de inglés para fines específicos responde a la enseñanza de la lengua inglesa con fines primordialmente utilitarios o instrumentales, a fin de que el alumno pueda utilizarlo dentro de su actividad profesional. Autores como Hutchinson y Waters (1987: 18) han utilizado fórmulas indirectas (es decir, definiciones por oposición) para perfilar el IFE: “ESP is not a matter of teaching ‘specialised varieties’ of English”. “ESP is not just a matter of science words and grammar for scientists, hotel words and grammar for hotel staff and so on”. “ESP is not different in kind from any other form of language teaching”. Muchos autores dividen el Inglés Profesional y Académico en dos grandes ramas 24, English for Academic Purposes (EAP) e English for Occupational Purposes (EOP; algunos autores también hablan de “English for Professional Purposes”): 1. EAP (English for Academic Purposes) se ocupa de las estrategias comunicativas en lengua inglesa necesarias para realizar enseñanzas regladas dentro de una institución o para llevar a cabo actividades académicas de cualquier tipo (redacción y defensa de trabajos, exposición de ponencias, impartición de clases, etc.). 2. EOP (English for Occupational/Professional Purposes) se ocupa de satisfacer las necesidades de lengua inglesa de los profesionales. Estos pueden ser de tres tipos (cf. Strevens 1988a: 139): (i) los que están preparándose y no cuentan con experiencia profesional; (ii) los que están desarrollando una actividad profesional concreta; (iii) cursos de reciclaje para profesionales. Los grandes ámbitos profesionales en que se han centrado la investigación y la docencia hasta ahora 23 Esta distinción entre “Inglés Profesional” e “Inglés Académico” soluciona, en parte, alguna de las dificultades metodológicas con las que se ha encontrado el Inglés para Fines Específicos desde sus inicios. 24 Ver el glosario de términos de EAP: http://www.uefap.com/bgnd/glossfram.htm. 24 Esta obra está bajo una Licencia Creative Commons Atribución-NoComercial-SinDerivar 4.0 Internacional. Autores: Eva Samaniego Fernández y María Beatriz Pérez Cabello de Alba son tres 25: el inglés económico-comercial, el inglés jurídico (o jurídico- administrativo) y el inglés científico-técnico. 1.3.2. LA ESTILÍSTICA DEL IPA En la evolución de la investigación sobre el IPA podríamos hablar de tres fases: (1) fase prescriptiva, (2) fase intermedia, en la que se deja sentir el impacto de diversas disciplinas, y (3) fase descriptiva, en la que nos hallamos ahora mismo. Veamos estas fases de forma individual. 1.3.2.1. Fase prescriptiva Esta fase, para García Mayo (2000: 29-33), iría aproximadamente desde 1965 (Halliday, McIntosh y Strevens 1964) hasta mediados de los años 70. En estos años iniciales del Inglés para Fines Específicos, éste se equiparaba con el English for Science and Technology (EST), que fue el ámbito en el que comenzó. Las investigaciones son en su mayoría de índole prescriptiva (afirmaciones de naturaleza “intuitiva” según García Mayo 2000: 32): se suelen basar en hipótesis que no se apoyan en corpus amplios de textos reales; son generalistas, extrapolan a todos los lenguajes de especialidad rasgos que en realidad son típicos de uno o varios de ellos, y se limitan a aspectos morfosintácticos sin ascender a niveles superiores al de la oración (Alcaraz Varó 2000; García Mayo 2000: 32). El objetivo didáctico es la competencia lingüística escrita. Por otro lado, son característicos de esta etapa los estudios en los que se pueden encontrar afirmaciones prescriptivas que carecen de base real, como las siguientes: Los factores determinantes de la especialidad de un texto son el grado de especialización de su léxico y la presencia de una sintaxis atípica (cf. García Mayo 2000: 33). Todos los textos de especialidad tienen una función informativa. En los textos de especialidad no se dan los recursos retóricos. Por tanto, no se hallarían en ellos metáforas, metonimias, personificaciones, etc. 25 Estos ámbitos también se pueden dividir de distintas formas: por ejemplo, hay autores que prefieren hablar del “inglés biosanitario” o del “inglés de las ciencias de la salud” en vez de “inglés científico”. Otros incluyen el inglés del turismo dentro del inglés comercial o el inglés económico. 25 Esta obra está bajo una Licencia Creative Commons Atribución-NoComercial-SinDerivar 4.0 Internacional. Autores: Eva Samaniego Fernández y María Beatriz Pérez Cabello de Alba Los textos de especialidad se caracterizan por su despersonalización, pues recurren a mecanismos gramaticales que expresan la impersonalidad, y por ello son neutrales. Los textos de especialidad son denotativos, es decir, en ellos la connotación estaría ausente. Esto a su vez supondría la ausencia de ambigüedad, de polisemia y de sinonimia. La gramática empleada por los textos de especialidad es clara, correcta y sencilla. Los textos de especialidad se caracterizan por su concisión, es decir, por la ausencia de redundancia. 1.3.2.2. Fase intermedia: el impacto de otros paradigmas Son varios los paradigmas lingüísticos que han tenido una influencia directa en la estilística de los lenguajes de especialidad, impacto que se ha traducido en una modificación de sus principios fundamentales. Por ejemplo, Alcaraz Varó (2000) y Fuertes Olivera (2005a) mencionan que en gran medida el futuro investigador de los lenguajes de especialidad descansa sobre los principios de la pragmática (cf. Aguado de Cea y Durán 2001b: 13), la lingüística cognitiva (Roldán 1999; Aguado de Cea y Durán 2001b: 13) y la lingüística computacional, entre otras disciplinas. En este apartado resumiremos muy brevemente las aportaciones de algunos campos al estudio del IPA: la Lingüística Funcional y la Pragmática, la Lingüística Cognitiva, los Estudios de Traducción, la Lingüística del Texto y el Análisis del Discurso. 1. La lingüística sistémico-funcional y la pragmática. En ambos paradigmas el centro de atención es la función, no la forma del lenguaje; es decir, se centran en el sistema, no en la estructura. Así pues, el lenguaje sería un proceso social frente a la antigua concepción de éste como un conjunto de reglas gramaticales, lo que hace que se incluya la importancia del contexto y la cultura en la comunicación especializada. Cobra importancia el concepto de “uso” frente al de “gramaticalidad” (o “corrección”), y las investigaciones dejan de girar en torno al nivel léxico o sintáctico para ascender al nivel textual/discursivo. Esta focalización en el concepto de uso propicia el empleo de textos reales (material auténtico) y, por consiguiente, el análisis de datos cuantificados. Dos aspectos de la pragmática han tenido un impacto directo en el IPA: el análisis de la comunicación entendida como lenguaje en acción, 26 Esta obra está bajo una Licencia Creative Commons Atribución-NoComercial-SinDerivar 4.0 Internacional. Autores: Eva Samaniego Fernández y María Beatriz Pérez Cabello de Alba tanto en su vertiente oral como escrita, y el empleo de material auténtico. Gracias a la pragmática, se han incluido en el estudio del significado aspectos que antes se dejaban de lado, como los textos orales, el lenguaje no verbal (paralenguaje 26, kinésica 27 o proxémica 28) o la cortesía verbal. 2. La lingüística cognitiva 29. Son fundamentalmente tres las contribuciones fundamentales: (a) la afirmación de que la estructura lingüística depende de la conceptualización y a la vez influye en ella (Ungerer y Schmid 2006); (b) el enfoque basado en el uso, pues el estudio del lenguaje no puede separarse de su función cognitiva y comunicativa (Croft y Cruse 2004: 1); y, (c) la concepción enciclopédica de la semántica, ya que un diccionario no sería más que un repertorio necesariamente limitado de los significados más frecuentes de algunos términos. Para los cognitivistas no sería correcto separar el componente gramatical del semántico; de este modo, se difuminan las fronteras entre los componentes de la gramática. 3. Los estudios de traducción. Destacamos aquí dos aportaciones de los DTS (Descriptive Translation Studies): en primer lugar, la afirmación de que el componente gramatical no puede codificar todo el significado de un texto/discurso. El segundo postulado, derivado de éste, es que la diferencia entre fondo y forma es artificial: al depender el significado de las unidades lingüísticas concretas, sin las cuales no se puede invocar, éste es inherente a una lengua y una cultura determinadas (es decir, el significante activa el significado, por lo cual en realidad conforman una unidad). 4. La lingüística del texto y el análisis del discurso. La Língüística del Texto ha logrado que se estudien y clasifiquen los textos profesionales y académicos en sus aspectos formales y funcionales como géneros, junto con sus correspondientes tipos textuales. El Análisis del Discurso ha aportado también el estudio de los rasgos característicos de la comunicación oral en inglés en los ámbitos profesionales. 26 Volumen, entonación, ritmo, pausas… 27 Llamado coloquialmente “lenguaje corporal”: estudia el significado comunicativo de los movimientos corporales y de los gestos en relación con la situación comunicativa. 28 Grado de distancia física entre los interlocutores. 29 Trata fundamentalmente del conocimiento lingüístico en relación con otros procesos cognitivos. 27 Esta obra está bajo una Licencia Creative Commons Atribución-NoComercial-SinDerivar 4.0 Internacional. Autores: Eva Samaniego Fernández y María Beatriz Pérez Cabello de Alba 1.3.2.3. Fase descriptiva La tercera fase, que es descriptiva, funcional y comunicativa, se desarrolla desde principios de los años 80 a partir de conceptos como “discurso”, “análisis de las necesidades”, “destrezas comunicativas” y “enfoque centrado en el aprendizaje” (Dudley- Evans y St. John 1998; cf. García Mayo 2000: 29-47). Entre los cambios fundamentales que se producen en esta fase (Fuertes Olivera 2007: 207) destaca la visión funcional del lenguaje, la inclusión del componente oral, el uso de material auténtico, la relevancia del contexto comunicativo y de la cultura, el análisis de datos cuantificados, el estudio de elementos textuales/discursivos superiores a la oración, etc. A partir de finales de los años ochenta, y dentro de la interdisciplinariedad que caracteriza al IPA (cf. Gil Salom y Aguado de Cea 2005), es importante mencionar los siguientes avances: 1. La división consolidada entre “inglés profesional” e “inglés académico”. El ESP habitualmente se divide en dos grandes ramas, el English for Academic Purposes (EAP) y el English for Occupational Purposes (EOP), que ya hemos visto anteriormente (cf. Hutchinson y Waters 1987: 16; Alcaraz Varó 2000: 61- 62; Strevens 1988: 139). 2. La importancia del concepto de “género” (genre), que traerá consigo una progresión geométrica de los estudios que llevan a cabo una categorización y clasificación de los distintos géneros, subgéneros y tipos textuales profesionales y académicos. 3. La focalización en los rasgos supraoracionales. Por fin se reconoce que la peculiaridad de los lenguajes de especialidad no se limita a su léxico o a su gramática 30. 4. La ampliación de las competencias para la docencia (y aprendizaje) del IPA. El fin último de los cursos de IFE ya no es sólo la competencia lingüística en la L2 (segunda lengua), sino la competencia comunicativa o discursiva, es decir, el conocimiento y dominio del lenguaje en acción (cf. Alcaraz Varó 2000). 30 En palabras de Bowker y Pearson (2002: 26), “aunque el vocabulario especializado de un lenguaje de especialidad a menudo es el rasgo más llamativo, es importante recordar que éste último no se limita a ser un lenguaje general al que se han añadido unos cuantos términos específicos. Un lenguaje de especialidad también puede presentar formas especiales de combinación de términos o de organización de la información que pueden diferir de los empleados por el lenguaje general” [traducción propia]. 28 Esta obra está bajo una Licencia Creative Commons Atribución-NoComercial-SinDerivar 4.0 Internacional. Autores: Eva Samaniego Fernández y María Beatriz Pérez Cabello de Alba 5. La focalización en las necesidades del destinatario y en la situación meta (needs analysis o, para Chambers 1980: 29, target situation analysis, TSA; cf. García Mayo 2000: 37). 6. La integración metodológica del IFE en el aprendizaje del inglés como lengua extranjera (ELT continuum). De hecho, el inglés para fines específicos (IFE) se ha convertido en una de las áreas más destacadas de la enseñanza del inglés como lengua extranjera. Es obvio, pues, como afirma Alcaraz Varó (2000: 16), que “(...) el inglés con fines específicos es hoy una disciplina académica reconocida” Todos estos cambios se pueden sintetizar en los siguientes principios, que hoy en día ya son comúnmente aceptados: La sinonimia y la polisemia existen en los lenguajes de especialidad, que no están exentos de ambigüedad “ya sea por polisemia, sinonimia, homonimia o variantes terminológicas por especialidades” (Aguado de Cea y Durán 2001b: 16). También Alcaraz Varó (2000: 47 y 122) afirma que “en los lenguajes de especialidad la monosemia sería la situación ideal, pero desgraciadamente no sucede en ninguno” (2000: 49). El lenguaje figurado existe en los lenguajes de especialidad 31, y en algunos es abundante. Existen rasgos que los lenguajes de especialidad comparten con el lenguaje coloquial (lenguaje conversacional): por ejemplo, la tematización, la repetición léxica o la elipsis. Va desapareciendo la afirmación de que los lenguajes de especialidad presentan una sintaxis “más sencilla”. Salvo algunas excepciones (por ejemplo, la complejidad sintáctica de determinados textos jurídicos), la estructura oracional tiende a ser más rutinaria, lo cual no supone que haya de ser más sencilla. Se incluye por fin el estudio del lenguaje no verbal (Alcaraz Varó y Martínez Linares 1997). Esto refleja el componente cultural de la 31 Esto se refleja en la proliferación de publicaciones sobre la metáfora y la metonimia en los lenguajes de especialidad. 29 Esta obra está bajo una Licencia Creative Commons Atribución-NoComercial-SinDerivar 4.0 Internacional. Autores: Eva Samaniego Fernández y María Beatriz Pérez Cabello de Alba comunicación, que es aplicable también a la comunicación de tipo profesional (Tannen 1986). Se analizan datos estadísticos aspectos supraoracionales (condiciones de textualidad, macroestructura y superestructura de los textos, modalidades discursivas, etc.). Por otro lado, se descubren rasgos textuales distintivos como, por ejemplo, la existencia de una coherencia y cohesión más relajadas, el mayor grado de tolerancia del receptor respecto de un estilo gramatical menos cuidado (incluso con incorrecciones gramaticales), el reflejo de la actitud del emisor del texto a través de mecanismos lingüísticos (matizadores, adverbios, verbos modales), etc. Se estudia el papel comunicativo que desempeñan otros sistemas semióticos incluidos como elementos de referencia metatextual: fotografías, gráficos, tablas, etc. 1.3.3. RASGOS DISTINTIVOS DEL IPA En este apartado exponemos de forma muy genérica los “rasgos peculiares” del IPA, pero hemos de hacer la misma advertencia que ya hacía Trimble en la década de los años ochenta (1985: 2): “a word of caution: ‘different’ here means ‘different in degree’, not ‘different in kind’”. Dividiremos estos rasgos en: (1) rasgos léxico-sintácticos y (2) rasgos textuales y pragmáticos. 1.3.3.1. Rasgos léxico-sintácticos Para Sager et al. (1980: 184), los rasgos distintivos estadísticamente significativos se podrían resumir en lo siguiente: “a high density of nominal groups, usually heavily modified, a large number of non-finite verb forms and extensive use of the passive”. Entre los rasgos que aparecerían con poca frecuencia estarían las contracciones de formas verbales, los idioms, algunos pronombres personales, las tag questions, etc. (Sager et al. 1980: 186 y 224-228). Veamos pues con algo más de detenimiento los rasgos léxico-sintácticos más destacados del IPA: 30 Esta obra está bajo una Licencia Creative Commons Atribución-NoComercial-SinDerivar 4.0 Internacional. Autores: Eva Samaniego Fernández y María Beatriz Pérez Cabello de Alba Monosemia/polisemia: como ya hemos visto, existen la sinonimia, la polisemia 32 y la ambigüedad 33. La relación unívoca total entre significante y significado sólo se encuentra en las fórmulas científicas (H2O = agua), donde en teoría se daría la monosemia absoluta. Abundancia de léxico de origen greco-latino, lo que da lugar a cierto grado de transparencia interlingüística, ya que la forma de los términos puede ser muy similar en las lenguas con un componente greco-latino relevante. Neología: existen básicamente dos tipos de neología: léxica y semántica. La primera, también llamada “de forma” (Alcaraz Varó 2000: 50), es de carácter morfológico, y consiste en la creación de nuevas unidades léxicas utilizando los recursos léxicos y morfológicos de una lengua (cf. Lerat 1997: 144). En la neología “de sentido” se suelen incluir los préstamos y calcos, las metáforas y los falsos amigos. Veamos brevemente los tipos de neología (cf. Gómez González-Jover 2007: 35-39): 32 Por ejemplo, case en el lenguaje jurídico, que puede ser un proceso o sumario, pero también el argumento de la defensa o de la acusación. 33 Alcaraz Varó (2000: 122) nos proporciona unos ejemplos que prueban la existencia y el uso frecuente de sinónimos en textos de naturaleza técnica: “region, area, site, patch, cluster, location, domain”; “group, set, sample, batch, lot”; “disease, disorder, dysfunction, syndrome”; “compound, product, drug, substance”; “factor, variable, parameter, effect”; “period, stage, phase”, etc. 31 Esta obra está bajo una Licencia Creative Commons Atribución-NoComercial-SinDerivar 4.0 Internacional. Autores: Eva Samaniego Fernández y María Beatriz Pérez Cabello de Alba (1) Neología léxica - Derivación. En las palabras formadas por derivación intervienen una base léxica y unos afijos (prefijos y/o sufijos), que son elementos sin autonomía que ocupan una posición fija en la estructura de la palabra y que no pueden combinarse entre sí para constituir nuevas palabras 34. Los prefijos son afijos prepuestos a la base léxica, y pueden ser de origen anglosajón (counter-, over, self-, under-, un-, etc.) o greco-latino (auto-, neo-, proto-, pseudo-, super-, etc.). Los sufijos son afijos pospuestos a la base léxica, y es una de las formas principales de nominalización en los lenguajes de especialidad (-tion, -al, -ism, -ment, -ure, etc.). La derivación regresiva (backformation) es el proceso de formación de palabras mediante su acortamiento (Alcaraz Varó 2000: 53), por ejemplo, housekeep de housekeeper. - Composición: es el recurso de formación de palabras más característico del inglés (bookshop, chessboard, etc.). Se trata de sustantivos yuxtapuestos, y pueden ser dos o más. Cuando son dos, normalmente comienzan separados; a medida que se van lexicalizando tienden a escribirse con guión y suelen terminar escribiéndose juntos, aunque el uso de los guiones es una cuestión muy controvertida en inglés 35. - Conversión: una misma palabra puede tener varias categorías gramaticales (to face, a face). - Cruce o fusión: composición mediante palabras mutiladas (brunch = breakfast y lunch, sitcom = situation y comedy, etc.). - Condensación: formas abreviadas que provienen de siglas, acrónimos, abreviaturas, mutilaciones léxicas o parasíntesis. Las siglas son abreviaciones formadas por una o varias letras iniciales de un lexema o sintagma, y que presentan la particularidad de deletrearse al ser pronunciadas (por ejemplo, UN, tv). Los acrónimos son una variedad de siglas que están lexicalizadas y adaptadas por completo a las formas canónicas de la lengua (por ejemplo, radar: radio detection and ranging). Las abreviaturas son representaciones gráficas reducidas de una palabra o unidad léxica y se basan en el principio 34. 35 En algunos casos se contemplan las tres posibilidades, como head master, head-master y headmaster. 32 Esta obra está bajo una Licencia Creative Commons Atribución-NoComercial-SinDerivar 4.0 Internacional. Autores: Eva Samaniego Fernández y María Beatriz Pérez Cabello de Alba de economía lingüística (por ejemplo, atb por antibiotic, mx por mixture, etc.). Las mutilaciones léxicas consisten en la reducción de una parte de la unidad léxica (por ejemplo, demo por demonstration). (2) Neología semántica - El uso de metáforas: Una metáfora es un mecanismo conceptual consistente en una proyección de un campo conceptual a otro; así, el lenguaje sería una manifestación de nuestros modelos cognitivos. Una metáfora frecuente en los lenguajes de especialidad es THINGS ARE PERSONS 36 (personificación), como por ejemplo our results show that..., the data demonstrate the view that..., this hypothesis suggests that... Mediante este recurso se da carácter animado a algo que es inanimado. - - Los falsos amigos son términos cognados, es decir, palabras cuyos significantes son similares por tener el mismo origen, pero cuyos significados se han alejado en el desarrollo histórico (por ejemplo, realize, actual, etc.) A continuación destacamos algunos de los rasgos sintácticos más sobresalientes del IPA, aunque es necesario recordar de nuevo que la división en rasgos léxicos y sintácticos es artificial, ya que existen muchos fenómenos que pertenecen a ambos ámbitos, como los compuestos nominales o las metáforas. Los rasgos más sobresalientes son: El uso de la pasivización: por lo general al hablar de datos se emplea la pasiva (por ejemplo, Between 1995 and 1996 twenty patients were studied). Al eliminar el agente 37, se da mayor énfasis al resultado de la acción, que es lo fundamental, dada la universalidad de la mayoría de las ciencias 38. La frecuencia de las estructuras oracionales sencillas, que provienen de la tendencia a la claridad expositiva y de la búsqueda de precisión conceptual. Esta característica tiene, sin embargo, algunas excepciones, como la sintaxis del inglés jurídico, que presenta un grado muy alto de subordinación. Las contrucciones más corrientes en el inglés de especialidad son las paratácticas (coordinación y yuxtaposición), que 36 Por convención, se representan las metáforas cognitivas (o simplemente, “metáforas”) en mayúsculas. 37 Otro modo frecuente de expresar la acción en IFE sin expresar el agente es el uso de verbos ergativos, que expresan un estado de cosas sin nombrar al agente (por ejemplo, The water boiled). 38 Se suelen citar como excepción las ciencias jurídicas. 33 Esta obra está bajo una Licencia Creative Commons Atribución-NoComercial-SinDerivar 4.0 Internacional. Autores: Eva Samaniego Fernández y María Beatriz Pérez Cabello de Alba buscan “objetividad expresiva y comprensiva de datos” (Alcaraz Varó 2000: 32), pero también está presente la hipotaxis o subordinación: expresiones condicionales o hipotéticas (siendo la partícula más frecuente if); causales, que son recurrentes en el IPA (because, since, as a result of, etc.39); consecutivas (therefore, thus,); finales (in order to; so as to); concesivas, que son muy frecuentes en todos los tipos de discurso especializado (although, however, etc.) y restrictivas (as far as I know; to the best of my knowledge, etc.). El empleo de oraciones de relativo reducidas (Sager et al. 1980: 223- 224) mediante la omisión del pronombre relativo y sustitución de la forma finita por una forma en –ing (Circuit functions requiring thin film include D/A and A/D conversion), o la omisión de to be cuando es el verbo principal (Thin film substrates have dissipation properties much worse than the pure alumina of thick films). La presencia recurrente de sintagmas nominales muy largos. Es difícil establecer la frontera entre los sintagmas nominales extensos, que son unidades sintácticas, y las palabras compuestas, que son unidades léxicas. En cualquier caso, estas unidades logran máxima eficiencia comunicativa, precisión y capacidad de síntesis, ya que en algunos casos son auténticos discursos resumidos, como demuestra uno de los ejemplos, casi inverosímiles, que cita Trimble (1985: 133-134): Split damper inertially coupled passive gravity gradient satellite attitude control system. La frecuencia de cláusulas no finitas (Sager et al. 1980: 212-218). El infinitivo se usa como complemento de adjetivos, sustantivos y verbos 40. El participio de pasado la mayoría de las ocasiones aparece como adjetivo 41. También se da en posición de posmodificación como núcleo de una cláusula no finita que en realidad es una oración de relativo sin pronombre relativo y sin el verbo to be 42, o se tematiza a la posición 39 También los verbos pueden expresar causa y efecto, por ejemplo lead to, cause o result in, que expresan causa, y arise from o result from, que expresan consecuencia. 40 Por ejemplo: Roof systems are easy to suspend (...); This suffices to show (...). 41 Por ejemplo: The most widely discussed result (...). 42 Por ejemplo: The best timing for a particular engine is a matter determined by its makers by a series of experiments. 34 Esta obra está bajo una Licencia Creative Commons Atribución-NoComercial-SinDerivar 4.0 Internacional. Autores: Eva Samaniego Fernández y María Beatriz Pérez Cabello de Alba inicial, siendo en este caso premodificador 43. Las formas en –ing presentan varias posibilidades en la oración: (i) sustantivos (In these conditions, flooding is impossible); (ii) tras preposiciones (This is illustrated by considering iron-carbon mixtures); (iii) como adjetivos (Collisions are the dominating process in heat transfer); (iv) como reducción de una cláusula (Assuming the standard rate, we can...); (v) para expresar resultados (The main case can be withdrawn, leaving all the gears exposed) y (vi) en cláusulas no finitas del tipo detached, en las que el sujeto no aparece (Radioactive decay is a first order process, the rate of decay depending only upon the number of radioactive atoms). La nominalización es una transformación que reduce una oración completa a un sustantivo. En inglés puede llevarse a cabo fundamentalmente mediante una conversión de verbo a nombre (to study – a study) o una derivación (-ism, -tion, -ure, etc). Su finalidad es resumir un predicado verbal largo en un dustantivo, que es una forma sintética (Alcaraz Varó 2000: 28). Una vez estudiados los rasgos léxicos y sintácticos generales del IFE, veamos cuáles son sus principales rasgos textuales (textos escritos) y pragmáticos. 1.3.3.2. Rasgos textuales y pragmáticos Como ya hemos visto, la Lingüística de Texto, el Análisis del Discurso, la Semiótica, la Pragmática o la Cortesía Verbal han tenido un gran impacto en la didáctica del IPA. El análisis del discurso se centra en el estudio de los rasgos característicos de la comunicación oral en inglés propia de los lenguajes de especialidad. En cuanto a la Semiótica, también investiga los géneros y el uso de material metatextual no verbal, y la pragmática se ocupa de muchos rasgos del uso de los lenguajes de especialidad, entre ellos la cortesía verbal, la relación emisor-receptor, la intencionalidad de los textos, etc. El abanico de competencias, por tanto, se amplía y reorganiza: competencia lingüística (conocimiento del código lingüístico), competencia sociolingüística (conocimiento de las variaciones lingüísticas según el uso y según el usuario, así como de la cortesía verbal), competencia discursiva y textual (conocimiento de las reglas de organización estructural del discurso y de los textos, así como de sus variaciones genéricas y tipológicas), y 43 Por ejemplo: Marketed under a different name, our product still has the same quality. 35 Esta obra está bajo una Licencia Creative Commons Atribución-NoComercial-SinDerivar 4.0 Internacional. Autores: Eva Samaniego Fernández y María Beatriz Pérez Cabello de Alba competencia estratégica (conocimiento de los mecanismos necesarios para resolver problemas provocados por algún fallo en la comunicación), entre otras. Condiciones de textualidad Un aspecto esencial del estudio de los textos de especialidad es la manifestación de los “principios reguladores de la comunicación textual” y de las “condiciones de textualidad”, de lo que se ocupan fundamentalmente los estudios de IPA influidos por la lingüística textual. Los principios reguladores son la eficiencia44, la eficacia45, la adecuación 46 y la naturalidad 47 (Malmkjaer 1991: 469-471). Las condiciones de textualidad son las siguientes: Intencionalidad (intentionality). Es la finalidad o propósito del hecho comunicativo. La intencionalidad se puede manifestar mediante varios recursos que afectan al IFE (Alcaraz Varó 2000: 94), entre ellos la pasivización (que borra al agente), la nominalización (que omite información oracional), la modalidad (que indica la actitud del hablante), los adverbios de opinión, los micromarcadores, los macromarcadores, etc. Aceptabilidad (acceptability). Es el grado de tolerancia hacia el texto por parte del receptor, en diversos aspectos: contenido informativo, género, etc. Para que un texto resulte aceptable, ha de adecuarse a las convenciones de su género. Situacionalidad (situationality). Los textos han de adecuarse a una situación comunicativa “marcada” (= especializada). Informatividad (informativity). El grado de informatividad de los textos de especialidad queda reflejado en el grado de especialización que muestre el texto (“campo”), y el tipo y género a que pertenezca (“tipo textual” y “género”). También haría referencia al conocimiento 44 “Efficiency depends on the text being used in communicating with minimum effort by the participants” (Malmkjaer 1991: 469-470). 45 “Effectiveness depends on the text leaving a strong impression and creating favourable conditions for attaining a goal” (Malmkjaer 1991: 470). 46 “Appropriateness is the agreement between the setting of a text and the ways in which the standards of textuality are upheld” (Malmkjaer 1991: 470). 47 “Naturalness is Sinclair’s term for the concept of well-formedness of sentences in a text” (Malmkjaer 1991: 470). 36 Esta obra está bajo una Licencia Creative Commons Atribución-NoComercial-SinDerivar 4.0 Internacional. Autores: Eva Samaniego Fernández y María Beatriz Pérez Cabello de Alba compartido, ya que un texto nace y se articula en función de los conocimientos que se presuponen en el destinatario 48. Intertextualidad (intertextuality). Este factor determina la validez de un texto en función de su relación con textos ya conocidos (por ejemplo, un artículo académico ha de adaptarse a ciertas convenciones), y por tanto se centra en aspectos como el género. Coherencia (coherence). El desarrollo de la estructura lógica del texto queda expresado en su grado de conformidad a un tipo textual y género específicos. Conformaría, por consiguiente, la “estabilidad conceptual” del texto (Alcaraz Varó 1998: 131 y 2000: 92). La coherencia se dirige hacia las relaciones conceptuales, por lo que se centra en aspectos como la retórica de la definición, la clasificación, las instrucciones, la descripción o la causalidad y el resultado (cf. Trimble 1985: 52-103). Cohesión (cohesion). Sería la “trabazón morfosintáctica del texto” (Alcaraz Varó 1998: 131 y 2000: 92); constituiría por tanto la manifestación lingüística de la coherencia en tanto organización de los elementos lingüísticos que contribuyen a mantener ésta. Por ejemplo, el análisis de la distribución de los párrafos y su relación con la distribución de la información (“párrafos físicos” y “párrafos conceptuales” de Trimble 1985), o la distribución de la información a lo largo del texto así como la trabazón semántica entre los distintos elementos de éste. Alcaraz Varó (1990: 120 y sigs.) menciona una condición adicional, la “completez”, que haría que el texto se conciba como una unidad íntegra completa y terminada. Género y tipo textual Es obligado mencionar aquí los estudios de género y tipo textual. Para el establecimiento de los géneros del mundo profesional y académico, según Alcaraz Varó (2000: 133; cf. Swales 1990, Bhatia 1993) se puede acudir a una serie de convenciones formales y estilísticas que han de compartir los textos pertenecientes a una misma categoría textual: (1) Una misma función comunicativa. 48 “A good author (...) will put into a text as much information as he thinks it necessary for the receptors to understand what he is saying, but no more than what he considers necessary” (Roberts 1996: 42). 37 Esta obra está bajo una Licencia Creative Commons Atribución-NoComercial-SinDerivar 4.0 Internacional. Autores: Eva Samaniego Fernández y María Beatriz Pérez Cabello de Alba (2) Un esquema organizativo (macroestructura) similar. (3) Una modalidad discursiva semejante y unas técnicas discursivas equiparables. (4) Un nivel léxico-sintáctico análogo, formado por unidades y rasgos funcionales equivalentes. (5) Unas convenciones socio-pragmáticas comunes (es decir, su utilización por profesionales y académicos en contextos socio- culturales similares). Es tal la importancia de los géneros, que muchos cursos de ESP han pasado de centrarse en la competencia lingüística a dedicarse a la enseñanza de los géneros profesionales. (artículos académicos, de divulgación, etc.). Modalidad discursiva Es de destacar también la modalidad discursiva en los textos de especialidad. Cada tipo textual puede valerse de diversas modalidades discursivas (discourse modality (Halliday 1978: 108), que son las distintas formas que puede adoptar el discurso. Alcaraz Varó y Martínez Linares (1997: 354) distinguen tres modalidades: el discurso descriptivo, el narrativo, y el dialógico o diálogo. La narración, por ejemplo, caracteriza la acción y los acontecimientos; la descripción crea una imagen mental por medio de una representación verbal, y el diálogo es el intercambio de información entre interlocutores. Con posterioridad Alcaraz Varó (2000: 120-130) aumenta estos tipos de tres a cinco: descriptivo, narrativo, expositivo (también llamado informativo o explicativo), persuasivo y conversacional: El discurso descriptivo se sirve de sintagmas nominales largos; oraciones en presente, presencia de vocabulario de índole descriptiva, etc. En el discurso narrativo los tiempos verbales más frecuentes son: simple past, present perfect y simple present (con función de presente histórico). El narrador más frecuente es el omnisciente. El discurso expositivo se sirve de diversos recursos (Alcaraz Varó 2000: 125): 38 Esta obra está bajo una Licencia Creative Commons Atribución-NoComercial-SinDerivar 4.0 Internacional. Autores: Eva Samaniego Fernández y María Beatriz Pérez Cabello de Alba - Las técnicas de identificación (búsqueda de expresiones de correspondencia49, semejanza, equivalencia y equivalencia subjetiva 50), y de contraste (antonimia 51, antítesis 52, oxímoron 53, dicotomía 54). - Las técnicas de inclusión o de pertenencia a una clase: mediante clasificación; mediante ejemplificación; mediante escala 55, y mediante composición (inclusión del todo con la parte 56 o implicación 57). - Las técnicas de exclusión, manifestadas mediante expresiones como missing, be devoid of, be excluded from, lack, etc. - Las técnicas de análisis procedimental, que son fundamentalmente tres: la expresión del origen (arise from, derive from, etc.); la expresión de la causa y el efecto (be due to, be result from, etc.) y la expresión del cambio (become, transform into, etc.). El discurso persuasivo intenta influir en la conducta o pensamiento del receptor por medio del mensaje. Como ya hemos comentado anteriormente, es un tipo de discurso al que no se ha prestado suficiente atención en los lenguajes de especialidad, ya que se pensaba que no era característico de ellos. La persuasión hace uso de todos los recursos, verbales o no verbales, para convencer al receptor; sin embargo, en los lenguajes de especialidad las convenciones genéricas limitan hasta cierto punto esta explotación de recursos, limitándolos en la mayoría de los casos a una expresión implícita de la persuasión (subjetividad en el discurso, matizadores, connotaciones, etc.), con la excepción de determinados discursos de especialidad, como el turístico. Las modalidades más frecuentes en el IPA (dependiendo en gran medida del género de que se trate) son el descriptivo, el expositivo, el persuasivo y el narrativo, con muy poca 49 Correspond to, match, be proportional to, etc. 50 Be considered, be regarded as, be thought of as, etc. 51 Better/worse; successful/useless, etc. 52 Manifiesta un contraste entre los términos de la comparación, que suelen ser incompatibles o irreconciliables (Alcaraz Varó y Martínez Linares 1997: 416, cf. Freeborn 1996: 68). 53 El oxímoron contrasta dos términos marcadamente diferentes (por ejemplo, “dulce muerte”, Alcaraz Varó y Martínez Linares 1997: 416; cf. Freeborn 1996: 66). Se diferenciaría de la antítesis en que el oxímoron “se aplica al choque en un mismo sintagma de dos unidades léxicas” (Alcaraz Varó y Martínez Linares 1997: 416). 54 Form/function, etc. 55 Range from...to, vary from...to, etc. 56 Be a portion of, be a piece of, etc. 57 Appear in, be characteristic of, etc. 39 Esta obra está bajo una Licencia Creative Commons Atribución-NoComercial-SinDerivar 4.0 Internacional. Autores: Eva Samaniego Fernández y María Beatriz Pérez Cabello de Alba incidencia del conversacional (con ciertas excepciones como por ejemplo los folletos publicitarios o algunos textos periodísticos). 40 Esta obra está bajo una Licencia Creative Commons Atribución-NoComercial-SinDerivar 4.0 Internacional. Autores: Eva Samaniego Fernández y María Beatriz Pérez Cabello de Alba Macroestructura Dentro de las investigaciones dedicadas al análisis textu

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