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This document is a lecture or class notes on the Mexican banking system and its regulation, exploring its role in the national economy. It discusses the system's characteristics and contrasts it with the broader concept of the financial system.
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1 sesión Nuestras sesiones en vivo se llevarán a cabo a las 18:30 horas tiempo de la Ciudad de México, en las siguientes fechas: Miércoles 29 de enero Miércoles 05 de febrero Miércoles 12 de febrero Espero que este curso sea enriquecedor para su práctica profesional. En lo...
1 sesión Nuestras sesiones en vivo se llevarán a cabo a las 18:30 horas tiempo de la Ciudad de México, en las siguientes fechas: Miércoles 29 de enero Miércoles 05 de febrero Miércoles 12 de febrero Espero que este curso sea enriquecedor para su práctica profesional. En lo que me corresponde, me esforzaré por guiarles hacia un aprendizaje de calidad. Me emociona acompañarles en este espacio. En nuestra primera clase tenemos como objetivo: Examinar las características del Sistema Bancario Mexicano y su regulación para medir su participación en la economía nacional. Para iniciar con el tema del Sistema Bancario, es importante señalar que existen algunas diferencias entre este concepto y el de Sistema Financiero. Por lo tanto, y para identificar con mayor facilidad estas diferencias, debemos revisar la definición de sistema que, de acuerdo con el diccionario de la Real Academia Española (2021), es definido como un “conjunto de reglas o principios sobre una materia, racionalmente enlazados entre sí que ordenadamente contribuyen a determinado objeto”. Se resalta de la definición que un sistema estará entrelazado por un conjunto de reglas o principios. Esto sucede con el sistema financiero y el bancario ya que, así como el sistema solar es una pequeña parte del Universo, el sistema bancario es solo una porción del sistema financiero y, por lo tanto, comparten características que los hace muy similares y que los hará interactuar entre sí, aunque, también existirán diferencias que debemos reconocer para evitar confundirlo. Teniendo esto en mente, comencemos explicando que el Sistema Financiero Mexicano es definido por la CONDUSEF (2021, p. 4) como un “conjunto de instituciones que tienen por objeto el otorgamiento de créditos o financiamientos a los diferentes sectores de nuestra economía y la captación de recursos de manera profesional, bajo la supervisión y vigilancia de las autoridades en el sistema financiero en un marco jurídico establecido”. La importancia del sistema financiero está en que permite que los recursos de las personas puedan desarrollar actividades económicas reales, productivas y de consumo para que lleguen desde a aquellos individuos con exceso de recursos en un momento determinado, hasta quienes necesitan dicho dinero para realizar diferentes proyectos, y así puedan compartir diferentes riesgos. En el siguiente video se explica cómo funciona el sistema financiero y quiénes lo integran. Les pido que lo visualicen con mucha atención. https://youtu.be/LlG-5q7VSQI Ahora bien, entendiendo el concepto del sistema financiero y su importancia en la economía, podemos pasar al siguiente término de interés en la clase: el Sistema Bancario, del cual, se entiende que es un subsistema del sistema financiero; ambos interactúan constantemente entre sí. Utilizando el concepto de Menéndez (citado por Acevedo, 2012, p. 18), se puede decir que el sistema bancario “está integrado por el conjunto de normas jurídicas, instituciones y principios en materia bancaria que regulan los términos en los cuales las autoridades supervisarán y regularán la constitución, organización y funcionamiento de las instituciones de crédito, fideicomisos públicos, organismos autorregulatorios bancarios y entidades relacionadas o complementarias en protección de los intereses del público usuario de los servicios bancarios”. Es así como podríamos realizar nuestra primera conclusión, donde encontramos que las instituciones financieras especializadas en materia bancaria pertenecerán a este sistema, y además lo harán en el financiero. Un ejemplo son las autoridades financieras que, así como vigilan esta pequeña porción bancaria, también lo harán con otros sectores, como el bursátil, el de instituciones auxiliares de crédito, el de seguros y fianzas, etcétera. Por otro lado, vale la pena hacer mención que todo el SFM ha sido testigo de transformaciones significativas en las últimas décadas, especialmente a partir de las reformas regulatorias que han buscado fortalecer la estabilidad financiera, fomentar la inclusión de sectores tradicionalmente desatendidos, y promover la innovación en los servicios bancarios. Estas reformas no solo han influido en la manera en que operan las instituciones usuales, sino también en la creciente presencia de las tecnologías financieras (fintech), las cuales han desafiado el statu quo del sistema bancario convencional, puesto que las reformas no solo responden a necesidades internas, sino también a los cambios globales que demandan un sistema más eficiente, transparente y competitivo. Por ejemplo, y bajo el contexto de la globalización económica y la necesidad de fortalecer al SFM, la Reforma Financiera de 2014 emergió como un hito crucial en la modernización del sector. Su principal objetivo fue mejorar el acceso al crédito, aumentar la competencia en los servicios financieros, y establecer un marco legal que respondiera a las dinámicas cambiantes de los mercados. Esta reforma promovió un equilibrio entre la estabilidad financiera y la inclusión, haciendo que el sistema fuera más accesible tanto para individuos como para empresas, especialmente aquellas que históricamente han tenido dificultades para acceder a productos bancarios habituales. Resumidamente, se buscó incrementar la competencia entre los actores del mercado, reduciendo costos y mejorando la calidad de los servicios ofrecidos. Igualmente, estableció mecanismos de protección al usuario que refuerzan la confianza en las instituciones financieras. En términos de los resultados inmediatos, la reforma permitió un aumento en la oferta de créditos para diversos sectores, incluidos los micro, pequeños y medianos empresarios (MiPyMEs), que repetidamente se enfrentaban a altos costos o a la falta de acceso a financiamiento. También se destacó por su énfasis en la transparencia, mejorando la información que los usuarios reciben sobre los productos financieros. La Reforma Financiera también facilitó la creación de condiciones para un entorno competitivo más saludable, reduciendo las barreras para nuevos participantes y, por ende, generando más alternativas para los consumidores. En México, contamos con 7 principales autoridades financieras regulatorias que vigilan el estricto complimiento del marco regulatorio del sistema bancario, mismo que está integrado (de manera enunciativa, no limitativa) por las siguientes leyes y reglamentos: Constitución Política de los Estados Unidos Mexicanos: es la norma suprema del país, que establece los derechos fundamentales de los ciudadanos y las bases del funcionamiento del Estado mexicano. En cuanto al sistema bancario, establece los principios básicos de soberanía económica, los derechos de propiedad y las competencias del Estado en materia económica, financiera y de regulación de actividades bancarias, entre otras. Ley de Instituciones de Crédito: regula la constitución, organización y funcionamiento de las instituciones bancarias en México. Establece las normas bajo las cuales los bancos pueden operar, garantizando la protección del ahorro y la estabilidad del sistema financiero. Regula también la supervisión por parte de las autoridades competentes, como la Comisión Nacional Bancaria y de Valores (CNBV), y la implementación de normas prudenciales para asegurar la solvencia del sistema bancario. Ley General de Organizaciones y Actividades Auxiliares del Crédito: regula a las entidades financieras que, sin ser bancos, realizan actividades complementarias o auxiliares al sistema bancario. Estas incluyen sociedades de crédito, sociedades de ahorro y préstamo, y otras entidades que no captan depósitos del público pero que facilitan la intermediación financiera en el país. Su propósito es asegurar la transparencia y el buen funcionamiento del sistema financiero. Ley y Reglamentos del Banco de México: La ley establece el marco jurídico bajo el cual opera esta institución central, cuyo objetivo principal es la política monetaria y la estabilidad del poder adquisitivo de la moneda. Además, regula las funciones del banco en cuanto a la emisión de moneda, la política de tasas de interés, y la supervisión de los sistemas de pagos. Los reglamentos derivados de esta ley detallan las directrices operativas y las normativas específicas para su ejecución. Leyes Orgánicas de los Bancos de Desarrollo: regulan la operación de las instituciones bancarias creadas por el gobierno federal para apoyar sectores específicos de la economía, como la agricultura, la infraestructura y el desarrollo regional. Estas leyes establecen el marco para la operación de instituciones como Nacional Financiera (Nafinsa) y Banobras, cuyo propósito es el fomento al desarrollo económico y la promoción de proyectos que no son atendidos por la banca privada. Reglamento Interior del Banco de México: establece la estructura interna, las funciones y las competencias de los diferentes órganos que componen el Banco de México. Este reglamento detalla cómo deben organizarse y operar las diversas áreas dentro del banco para cumplir con su misión de estabilizar la economía mexicana, implementar la política monetaria y supervisar los sistemas de pagos del país. Ley de Protección al Ahorro Bancario: establece el Fondo de Protección al Ahorro Bancario (FIPAG), que tiene como objetivo proteger los depósitos de los usuarios de instituciones financieras en caso de insolvencia bancaria. Esta ley garantiza el reembolso de los depósitos hasta un límite determinado, proporcionando seguridad a los ahorradores y fomentando la confianza en el sistema bancario. Ley de Protección y Defensa al Usuario de Servicios Financieros: regula las relaciones entre las instituciones financieras y los consumidores, garantizando que los usuarios reciban servicios justos, transparentes y conforme a sus necesidades. La ley establece la creación de la Comisión Nacional para la Protección y Defensa de los Usuarios de Servicios Financieros (CONDUSEF), que actúa como defensora de los derechos de los consumidores de servicios financieros. Ley de la Comisión Nacional Bancaria y de Valores: regula la creación y funcionamiento de la CNBV, que es la autoridad encargada de supervisar a las instituciones financieras en México. Su objetivo es garantizar la estabilidad, transparencia y eficiencia del sistema financiero mexicano, protegiendo a los inversionistas y consumidores, y promoviendo una sana competencia entre los actores del mercado. Reglamento Interior de la Comisión Nacional Bancaria: establece la estructura operativa y administrativa de la CNBV. Regula los procedimientos internos de esta comisión, define sus competencias y determina cómo se coordinarán las distintas áreas dentro de la CNBV para llevar a cabo su misión de supervisión, regulación y promoción de la estabilidad del sistema financiero. Ley de Sistemas de Pagos: regula el sistema de pagos en México, que incluye las infraestructuras y mecanismos utilizados para la transferencia de fondos entre instituciones financieras y sus clientes. Su objetivo es garantizar que los sistemas de pagos sean seguros, eficientes y accesibles para todos los actores económicos, y que estén bajo la supervisión de las autoridades competentes, como el Banco de México. Ley para regular las agrupaciones financieras, entre otras: establece las normas para la constitución, organización y funcionamiento de los grupos financieros en México. Estos grupos son conglomerados de instituciones financieras que operan de manera conjunta, pero que tienen personalidad jurídica independiente. La ley regula la integración y supervisión de estas agrupaciones, asegurando que operen de acuerdo con las normativas establecidas para proteger el sistema financiero y los intereses de los usuarios. Como se puede observar, el marco jurídico del sector bancario es muy amplio, por lo que se deberán revisar constantemente nuevas disposiciones, reformas, circulares que se publican constantemente en el Diario Oficial de la Federación y que son expedidas principalmente por estas 7 autoridades supervisoras. Para conocer un poco más sobre sus objetivos y funciones: El país, al igual muchos otros, se ha enfrentado a la rápida expansión de las tecnologías financieras o fintechs, que están transformando la manera en que los consumidores y las empresas acceden a servicios bancarios. En respuesta a este fenómeno, se promulgó la Ley para Regular las Instituciones de Tecnología Financiera (Ley Fintech) en 2018, un marco legal pionero en la región que buscó regular las operaciones de empresas que ofrecen servicios financieros a través de plataformas tecnológicas. La creación de esta ley tenía como objetivo formalizar las operaciones de las fintechs, asegurando su integración dentro del marco legal mexicano, pero también abriendo un espacio para la innovación dentro de un sistema estructurado. La Ley Fintech abarca una serie de medidas para garantizar la seguridad y transparencia en las operaciones realizadas por estas empresas, así como para proteger a los usuarios de riesgos asociados con servicios no regulados. Un aspecto clave de esta ley es la promoción de la inclusión financiera. Gracias a la facilidad de acceso a internet y la adopción de nuevas tecnologías, las fintechs han podido llegar a segmentos de la población que históricamente han estado fuera del alcance del sistema bancario cotidiano. Al facilitar el acceso a créditos, pagos electrónicos, y otros servicios, las fintechs están contribuyendo a reducir la brecha de inclusión financiera en el país. Sin embargo, esta ley no solo regula a las fintechs, sino también a otras entidades que facilitan el intercambio y la inversión de fondos a través de internet, como las plataformas de microfinanciación o crowdfunding, las instituciones de fondos de pago electrónico, y las instituciones de fondos de inversión colectiva. Estas regulaciones no solo ayudan a controlar los riesgos inherentes a estos nuevos modelos de negocio, sino que también proporcionan un entorno de confianza que fomenta su crecimiento y expansión. A pesar de los avances regulatorios y la mejora de las condiciones para las instituciones financieras, el sistema bancario mexicano enfrenta retos significativos. Entre ellos se incluyen la necesidad de mejorar la inclusión financiera, especialmente en áreas rurales y entre la población de menores ingresos, la protección de datos personales en un entorno digital creciente, y el combate al lavado de dinero y otras actividades ilícitas. Un desafío emergente es el impacto de las criptomonedas y las monedas digitales emitidas por bancos centrales. La Ley Fintech ha comenzado a dar un marco para regular algunos aspectos relacionados con estas tecnologías, pero aún queda un largo camino por recorrer en cuanto a la adaptación del usual sistema financiero para competir con estos nuevos actores. Asimismo, la regulación internacional, como los acuerdos de Basilea III, también sigue marcando el rumbo del sector, imponiendo requisitos de capitalización y vigilancia para mitigar los riesgos de insolvencia y garantizar la estabilidad del sistema bancario en general. Una vez identificadas las autoridades financieras que vigilan el sistema bancario, es necesario conocer a sus intermediarios. Antes de hacerlo, hagamos un paréntesis para comprender las definiciones de crédito y banca. El primero, se refiere a la “transmisión que un sujeto llamado acreditante (acreedor) hace a otro llamado acreditado (deudor) de un valor único actual, con la obligación del último de reintegrarlo en el plazo convenido, más los accesorios pactados o establecidos por la norma jurídica” (Acevedo, 2012, p. 19). Existen 3 factores implicados en el crédito que, de acuerdo con Acevedo (2012), se deben resaltar. Estos son: La acción de acreditar un valor económico actual del acreditante al acreditado. El plazo en el que se deberá realizar el reembolso de este valor económico. La reposición de los accesorios convenidos o establecidos. Por lo que se refiere al concepto de banca, este tiene que ver con el lugar en donde se llevan a cabo el otorgamiento de los créditos y que comúnmente son denominadas instituciones bancarias. En otras palabras, es factible señalar que las instituciones de crédito son las encargadas de prestar los servicios de un banco dentro de una economía determinada, y de esta manera se construye un sistema bancario. De acuerdo con el Artículo 3º de la Ley de Instituciones de Crédito (2021), el Sistema Bancario Mexicano se compone del: El Banco de México. Las instituciones de Banca Múltiple. Las instituciones de Banca de Desarrollo y los fideicomisos públicos, constituidos por el Gobierno Federal para el fomento económico que realicen actividades financieras. Las instituciones autorregulatorias. Adicionalmente, el servicio de banca y crédito se define como “la captación de recursos del público en el mercado nacional para su colocación en el público, mediante actos causantes de pasivo directo o contingente, quedando el intermediario obligado a cubrir el principal y, en su caso, los accesorios financieros de los recursos captados” (Artículo 2º, LIC, 2021). Ya hemos revisado anteriormente las autoridades autorregulatorias y el Banco de México, ahora corresponde describir al grupo de intermediarios debido a que son actores clave dentro de cualquier sistema bancario, ya que facilitan el flujo de recursos entre los oferentes de fondos (ahorradores) y los demandantes de fondos (prestatarios). En el caso de México, los intermediarios del sistema bancario son variados, y su función primordial es la de proporcionar servicios financieros que permiten una asignación eficiente de recursos en la economía. De igual forma, los intermediarios no solo se limitan a los bancos habituales, sino que incluyen una amplia gama de instituciones que, con base en su naturaleza y actividades, contribuyen al fortalecimiento del sistema financiero y la economía nacional en general. Es imprescindible entender cómo cada tipo de intermediario opera dentro del marco regulatorio y las implicaciones que tiene su actividad en la economía mexicana. que, como lo establece la LIC (2021), están clasificados en dos grandes grupos: la banca múltiple, y la banca de desarrollo y los fideicomisos públicos. Veamos: Banca múltiple y Banca de desarrollo Banca Múltiple La banca múltiple está integrado por los bancos que se dedican principalmente a captar los recursos del público por medio de diferentes productos financieros como: Cheques Cuentas de Ahorro Depósitos a Plazos Una vez que los bancos obtienen los recursos necesarios para operar, los colocan en diferentes operaciones crediticias como: Préstamos comerciales Préstamos hipotecarios Préstamos personales Tarjetas de crédito, etcétera. Banca de Desarrollo Está integrada por entidades que forman parte de la Administración Pública Federal que gozan de personalidad jurídica y patrimonio propio. La constituyen las Sociedades Nacionales de Crédito, cuyo fin es favorecer el ahorro y el financiamiento de las personas físicas y morales. La banca múltiple es el pilar del sistema bancario mexicano, constituida por las instituciones de crédito que ofrecen una variedad de servicios financieros a individuos, empresas y gobiernos. Este tipo de bancos tiene la capacidad de realizar actividades tanto pasivas como activas, lo que les permite captar depósitos del público y otorgar créditos. Además, las instituciones de banca múltiple se caracterizan por su capacidad para operar de manera flexible, lo que les permite competir tanto en el mercado de crédito como en el de inversión. Una de las funciones más relevantes de la banca múltiple en México es su papel en el financiamiento de la economía. Estos bancos proveen créditos a empresas, especialmente a las pequeñas y medianas (MiPyMEs), que juegan un rol crucial en el desarrollo económico del país. Según el Banco de México (2021), las MiPyMEs representan el 99% de las empresas en México y generan más del 70% del empleo, lo que destaca la importancia de la banca múltiple en el apoyo a estos sectores económicos. El Banco de México agrega que la banca múltiple no solo otorga créditos de consumo y personales, sino que también participa activamente en el financiamiento empresarial, lo que es crucial para la innovación y el crecimiento de la economía mexicana No obstante, la banca múltiple también enfrenta varios desafíos en México. Uno de los más importantes es la baja penetración del crédito en ciertos sectores, particularmente en las regiones más marginadas o en aquellos segmentos poblacionales con menor historial crediticio. A pesar de que las tasas de interés en el país han mostrado una tendencia a la baja en los últimos años, para Sánchez (2020), los bancos aún se enfrentan a altos costos operativos y riesgos de crédito que limitan su capacidad para ofrecer financiamiento a precios más bajos. A diferencia de la banca múltiple, la banca de desarrollo tiene como objetivo primordial fomentar el desarrollo económico de sectores estratégicos en la economía, tales como el sector agrícola, rural, las infraestructuras públicas, y la promoción del emprendimiento. Esta clase de instituciones está conformada por bancos especializados en financiar proyectos que, debido a su naturaleza, no son considerados rentables por la banca privada, pero que son fundamentales para el crecimiento de la economía nacional y la inclusión social. Los bancos de desarrollo en México incluyen instituciones que proporcionan financiamiento preferencial a sectores que requieren inversión pública para crecer y alcanzar su potencial. En la opinión de García (2019), la banca de desarrollo tiene una función crucial en la implementación de políticas públicas, ya que financia proyectos que de otro modo no podrían acceder a crédito en el mercado privado. Un ejemplo de ello es la asignación de recursos a los proyectos de infraestructura, que son vitales para el crecimiento económico del país. Conjuntamente de su rol en el financiamiento de proyectos de infraestructura y el fomento al emprendimiento, la banca de desarrollo también juega un papel prioritario en la inclusión financiera. Según un informe del Banco Interamericano de Desarrollo (BID, 2021), la banca de desarrollo mexicana ha sido esencial para otorgar crédito a sectores de la población que históricamente han estado excluidos del sistema bancario tradicional, como es el caso de las pequeñas empresas rurales o los agricultores de zonas marginadas. Por último, las instituciones auxiliares de crédito son aquellas entidades que, aunque no realizan todas las funciones propias de los bancos, cumplen con un rol complementario dentro del sistema financiero. Las SOFOMES, por ejemplo, son instituciones que se dedican principalmente al otorgamiento de créditos a individuos y empresas, pero que no captan recursos del público, lo que las hace una parte esencial del sistema de intermediación financiera en México. Una de las características principales de las SOFOMES es su capacidad para brindar financiamiento a sectores que no siempre son atendidos por la banca múltiple cotidiana, tales como los microempresarios o aquellos con un historial crediticio limitado. Cipoletta y Abdo (2021) señalan que las SOFOMES han desempeñado un papel clave en la promoción de la inclusión financiera, especialmente en contextos rurales y en sectores económicos de bajo ingreso. Estas instituciones también tienen un papel relevante en el financiamiento de pequeñas y medianas empresas (MiPyMEs), contribuyendo a reducir las brechas de financiamiento en estas áreas. Sucintamente, y a pesar de los avances en el sistema bancario mexicano, la inclusión financiera sigue siendo uno de los mayores desafíos. Aunque la penetración de los servicios bancarios ha aumentado considerablemente en los últimos años, una gran parte de la población sigue fuera del sistema financiero formal. Un informe de la Comisión Nacional Bancaria y de Valores (CNBV, 2020), demuestra que aproximadamente el 60% de los adultos en México aún no tienen acceso a servicios bancarios, lo que limita su capacidad para acceder a crédito, ahorrar de manera formal y proteger sus recursos. Este fenómeno tiene implicaciones directas sobre el crecimiento económico, ya que restringe la circulación de capital y los recursos para inversión en sectores productivos. Las instituciones bancarias, tanto las múltiples como las de desarrollo y auxiliares, deben enfrentar este reto, no solo ampliando su cobertura, sino también adaptándose a nuevas tecnologías y métodos de operación. La banca digital y las fintechs son modelos de cómo los intermediarios financieros están innovando para ofrecer servicios más accesibles y eficientes a la población no bancarizada. Braly, Gavilanez, Calvo, y Cottle (2021) sugieren que la tecnología juega un rol fundamental en la promoción de la inclusión financiera, al facilitar el acceso a productos financieros mediante plataformas móviles, pagos electrónicos y servicios digitales. Como pudieron observar, la banca múltiple y la banca de desarrollo tienen algunas diferencias, sin embargo, en algunos casos, ambas entidades realizan operaciones bancarias similares, que son las actividades que realizan los bancos para prestar servicios financieros a sus clientes. Estas, a su vez se dividen en dos grandes grupos: Operaciones activas: Son las que realizan los bancos por medio de sus recursos para otorgar créditos a sus clientes, lo que les permitirá generar beneficios por medio de intereses y comisiones. Operaciones pasivas: Son las actividades mediante las que se obtienen los recursos del público inversionista, con el compromiso de devolverles un beneficio, denominado rendimientos. Para que los bancos puedan operar correctamente, deben contar con una correcta capitalización de sus recursos, situación que ha sido ampliamente vigilada por las autoridades financieras a consecuencia de diferentes crisis económicas que han afectado la solvencia de los bancos, principalmente a partir de la década de los 80’s, en donde, a nivel mundial, diferentes autoridades internacionales han implementado medidas regulatorias prudenciales por medio de una adopción generalizada de una medida común para calcular la solvencia. Esta medida es denominada índice de capitalización y está contemplada en los acuerdos de Basilea, que son disposiciones emitidas por un Comité que lleva el mismo nombre, y que fue creado como un organismo especializado en la materia. Actualmente, en nuestro país, y de acuerdo con “la regulación bancaria mexicana vigente (Circular Única de Bancos de la CNBV) requiere que el capital regulatorio sea igual a por lo menos el 10% de los activos totales de cada banco (incluidas sus operaciones fuera del balance y filiales en el extranjero) después de aplicar los coeficientes de ponderación de riesgo” (Banxico, 2021). En otras palabras, el índice de capitalización representará el valor contable de sus activos bancarios, una vez ajustados por sus riesgos individuales de mercado, crédito y operativo, de los cuales se hablará más a detalle en las siguientes semanas. Para finalizar la Clase, les comparto la siguiente entrevista (del minuto 3 al 12) realizada al anterior presidente de la Asociación de Bancos de México, en donde habla de la importancia de este sector y el panorama de crecimiento durante los próximos años. Veamos: https://youtu.be/MZiQwskvOrA Como pudieron darse cuenta, el sector bancario es muy importante en la economía de un país, pues en él se manejan todos los días una gran cantidad de recursos. En consecuencia, entender su estructura y regulación es fundamental para cualquier profesional que se desenvuelva en el mundo de los negocios. Hemos llegado al final de nuestra clase, pero para reforzar lo analizado, los invito a realizar la siguiente actividad de aprendizaje: que consiste en el Sistema bancario mexicano. 1. Analizar el material de lectura: El Sistema Financiero Mexicano. AutoridadeS (PP. 57 -88) No olviden revisar la fecha límite de entrega en el apartado de la unidad correspondiente dentro del cronograma de actividades, ubicado bajo la presentación del curso. Para conocer los elementos a evaluar, les invito a consultar la Evaluación de la Unidad donde también podrán encontrar la retroalimentación que les permitirá fortalecer sus entregas. Pueden revisar las siguientes lecturas, las cuales no son obligatorias, pero puede ayudarles si desean complementar los temas. Lecturas para contextualizar: ✓ Estructura del SFM ✓ Inclusión financiera en México Lecturas para profundizar: ✓ Crisis y nueva dirección bancaria ✓ Importancia de la estabilidad financiera para el crecimiento económico Les doy la bienvenida a nuestro primer foro Como recordarán, nos encontramos examinando las características del Sistema Bancario Mexicano y sus autoridades regulatorias. Por lo tanto, y para reforzar su aprendizaje, les invito a participar de la siguiente forma: a) Seleccionar un intermediario financiero que pertenezca al sector de banca múltiple en México. b) Presentar la siguiente información de la institución elegida: Nombre Breve reseña histórica Descripción de los principales servicios que ofrece Origen de su capital (nacional y extranjero) Participación en el Sistema Bancario Mexicano Marco jurídico y autoridades que las regulan. Compartan su aportación directamente en el foro, cuidando su ortografía y redacción. No olviden revisar la fecha límite de entrega en el apartado de la unidad correspondiente dentro del cronograma de actividades, ubicado bajo la presentación del