Poder Y Conocimiento Científico: Nuevas Tendencias En Historiografía De La Ciencia PDF
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Universidad de Los Andes
Mauricio Nieto
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This document provides an overview of the historiography of science, focusing on the shift toward a social understanding of scientific knowledge. It discusses how new tendencies examine the relationship of scientific knowledge, technology, and society, challenging traditional approaches. It explores the role of historical context in shaping scientific understanding.
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PODER Y CONOCIMIENTO CIENTÍFICO: NUEVAS TENDENCIAS EN HISTORIOGRAFÍA DE LA CIENCIA. Mauricio Nieto. Profesor Departamento de Historia, Universidad de los Andes. Historia como justificación entre estos. El interés filosófico en la práctica...
PODER Y CONOCIMIENTO CIENTÍFICO: NUEVAS TENDENCIAS EN HISTORIOGRAFÍA DE LA CIENCIA. Mauricio Nieto. Profesor Departamento de Historia, Universidad de los Andes. Historia como justificación entre estos. El interés filosófico en la práctica cien- L a gran mayoría, si no la totalidad de los trabajos en historia y filosofía de la ciencia publicados antes de la segunda guerra mundial parecían tener tífica y en los procesos y actividades que generan conocimiento y tecnología, hasta hace muy poco se había limitado a esfuerzos aislados, i.e., Ludwik el propósito de legitimar y enaltecer el método y los Fleck (1935) o Thomas Kuhn (1962). Nuestras creen- logros de la ciencia occidental. La historia de la cias, nuestra relación con la naturaleza, nuestras ciencia, generalmente escrita por científicos profe- necesidades e intereses, nuestra salud y el bienestar sionales se había interesado en rescatar aquellos del planeta parecen depender de los logros y fraca- episodios o individuos que habían contribuido a sos de la ciencia y la tecnología. Sin embargo, las construir las teorías modernas, y más que una in- complejas relaciones entre el conocimiento científi- vestigación sobre la naturaleza del conocimiento y co, la tecnología y la sociedad parecían excluirse de su relación con la sociedad, se trataba de una reseña la posibilidad de una comprensión crítica. de los "errores" de nuestros antepasados y una ce- lebración del triunfo de las teorías del presente. Hacia una historia social del conocimiento Gracias a los trabajos de un grupo de historia- La filosofía de la ciencia que dominó las prime dores, sociólogos y filósofos con quienes los ánimos ras décadas del siglo XX estaba obsesionada por de justificación y legitimación se transformaron en encontrar criterios formales de demarcación que, una actitud más crítica, que se proponía dilucidar de una vez y para siempre, nos permitiera recono el papel de la ciencia en la sociedad, pronto se hizo cer el conocimiento científico de otro tipo de espe evidente que las propuestas tanto del Circulo de culaciones menos sólidas. El Positivismo Lógico, los Viena como las del mismo Popper, y sus criterios miembros del Circulo de Viena y pensadores de formales y a-históricos, eran impropiados para enorme influencia como Karl Popper agotaron sus describir el desarrollo del conocimiento científico. esfuerzos por encontrar una definición formal de conocimiento científico, la cual, sobra decir, serviría La imagen convencional del trabajo científico, de bandera para la racionalidad de la cultura occi como una actividad puramente intelectual ajena a dental. Ninguno de ellos vio la necesidad de acudir un contexto social e independiente de intereses a la historia para iluminar sus investigaciones sobre ideológicos, políticos o económicos, comenzó a ser el método científico. reavaluada sistemáticamente. Algunos historiado- res con una sólida formación en filosofía, iniciaron La filosofía de la ciencia ha mostrado muy poco una tradición de investigaciones epistemológicas interés por las prácticas en laboratorios, por los desde una perspectiva histórica. Un buen ejemplo instrumentos utilizados o por el quehacer diario de de este tipo de investigadores es Alexander Koyré los científicos y su contorno cultural. La filosofía se (1892-1964) y sus investigaciones sobre el siglo XVII, ha concentrado en los resultados finales del queha- notablemente su Estudios Guiñéanos de 1939. Koyré cer científico, particularmente en sus productos se convertiría en un modelo intelectual para varios conceptuales: las teorías, los hechos y la relación investigadores que publicarían sus trabajos en los años sesenta y setenta y que harían de la historia de Uno de los trabajos menos leídos pero más im- la ciencia una controvertida y creciente disciplina. portantes en historia de la ciencia es el libro de Ludwik Fleck, Génesis and development ofa scientific Las innovaciones culturales de los años sesenta, fact. Se trata de un trabajo que se anticipa, en sus que no podemos desligar de la guerra de Vietnam, conclusiones más radicales a Thomas S. Kuhn - la cultura hippie, la revolución estudiantil y un quien tuvo acceso a los trabajos de Fleck desde 1949. creciente temor en una vida dominada por la tecno- Exponer la riqueza analítica del trabajo de Fleck no logía y las leyes deterministas, generaron profun- entra en los propósitos de esta reseña. Señalaremos, das preguntas sobre la entonces actual autoridad de sin embargo, que la novedad de su argumento, la ciencia y el poder de las instituciones con respal- brillantemente ilustrado con un detallado estudio do científico. El éxito y el progreso de la ciencia se histórico de la sífilis y particularmente de los logros convirtieron en temas candentes que incluían una clínicos de Wasserman, radica en concluir, como su actitud desconfiada en los ideales ilustrados de ésta titulo lo dice, que los hechos científicos tienen una como fuente incuestionable de poder y progreso. génesis, y que tienen lugar dentro de comunidades que manejan una serie de prácticas y conceptos que En el ámbito académico surgiría un grupo de permiten, por medio de un proceso de "colectiviza- pensadores influyentes tales como Thomas S. ción", la construcción tanto de hechos como de des- Kuhn, Impre Lakatos y Paul Feyerabend, quienes cubrimientos.2 entre otros, persuadieron con cierto éxito a la filo- sofía de reconocer la urgencia de una revisión his- Kuhn, por su parte, y en buena medida siguien- tórica, tanto de las teorías, instituciones científicas do a Ludwik Fleck, expondrá el problema de una como de su entorno cultural. forma más sistemática en su celebre libro La estruc- tura de las revoluciones científicas. De esta manera, epistemólogos, filósofos y so- ciólogos del conocimiento se vieron notablemente Para Kuhn, la historia de la ciencia, lejos de enriquecidos por una detallada inspección de la responder a un progreso lineal y acumulativo, está génesis y el desarrollo de las prácticas científicas. marcada por discontinuidades. En su descripción Desde entonces, como bien lo señalaría Lakatos, del desarrollo científico encontramos períodos es- (parafraseando a Kant), "la filosofía de la ciencia sin tables en los que un conjunto de logros científicos historia es vacía, y la historia de la ciencia sin filo- universalmente reconocidos proveen un modelo - sofía es ciega".1 paradigma - para tratar problemas conocidos. Difi- cultades acumuladas, sin embargo, sugiere Kuhn, Las repetidas historias de grandes descubri hacen que dichos paradigmas entren en crisis obli- mientos, individuos geniales y experimentos cru gando a que ocurra un cambio de paradigma, una ciales, tienden a ser reemplazadas por una descrip revolución científica. La más polémica y controver- ción de los mecanismos e intereses sociales sobre los tida de sus contribuciones consiste en haber insi- que se legitima el conocimiento. Comienza a ser nuado que dichos paradigmas o tradiciones cientí- evidente que el historiador tradicional, acostum ficas, una vez separados por una revolución brado a convertir los cánones de racionalidad con conceptual se tornan inconmensurables. Es decir temporánea en criterios de juicio absolutos en las que sus lenguajes se hacen intraducibies, y sus con- controversias del pasado, termina silenciando y ceptos y su validez tienen completo sentido única- empobreciendo la historia. Se señala, una y otra vez, mente dentro de un marco teórico y social específi- que los criterios de selección de episodios con im cos. El concepto de masa que encontramos en la portancia histórica, que descansan en la supuesta física newtoniana, por ejemplo, tiene un contenido legitimidad de las prácticas contemporáneas, con muy distinto al concepto de masa en la física de ducen a recostrucciones anacrónicas e idealizadas Einstein. La idea de movimiento en la física aristo- que opacan el verdadero carácter de la ciencia y la télica, a la luz de la física moderna, se hace ininteli- tecnología. gible, al igual que la idea moderna de inercia es sencillamente impensable en la cosmología aristo- télica. 1. I. Lakatos, "La historia de la ciencia y sus reconstrucciones racionales" en: lan Hacking (Ed.) Revoluciones científicas, Fondo de Cultura Económico, Madrid, 1981. 2. Ludwik Fleck, Génesis and development of a scientific fact, University of Chicago Press, 1979. (Edición original, Entstehung und Entwicklung einer wissenschaítlichen Tatsache: Enfuhrung in die Lehre von Denkstil und Dekkollective, 1935) La noción de paradigma debe ser entendida en Sociología y conocimiento científico estrecha relación con una comunidad y una tradi- La década de los setenta presenció el nacimien- ción científica que se siente cómoda en una red de to de una nueva aproximación a la ciencia. Desde supuestos y creencias que trascienden el campo entonces la Sociología del Conocimiento Científico convencionalmente entendido como puramente (SCC) constituye un programa de investigación crí- científico. La continuidad de dicha red de conceptos tico y en franca oposición con anteriores esfuerzos y prácticas sobre los que tácitamente descansa el de la filosofía por explicar la naturaleza del conoci- conocimiento, como han insistido algunos herede- miento. ros de las ideas de Kuhn, se ramifica por fuera del ámbito científico en un contexto cultural mucho A diferencia de la filosofía de la ciencia, la so- más amplio, que incluye tradiciones cargadas de ciología no se interesó por analizar los productos ideología, e intereses políticos, económicos y reli- terminados del conocimiento sino el proceso de su giosos. Así, se busca explicar cómo nuestro saber y fabricación; más que buscar criterios formales de nuestras convenciones sociales se refuerzan el uno demarcación y legitimación, la sociología del cono- al otro en un sistema que sostiene y mantiene el cimiento científico se propuso explicar de manera orden.3 causal la existencia de todo tipo de saber.6 En con- traposición a la sociología clásica7, estas nuevas Posiciones más radicales y críticas no se hacen investigaciones no se limitaron a hacer referencia a esperar. Paul Feyerabend, por ejemplo, asume una factores sociales externos que afectan el trabajo posición deliberadamente anarquista frente al co- científico, sino que por principio entendieron el nocimiento. Para Feyerabend una teoría se hace conocimiento y la tecnología, en todas sus posibles racional sólo después de que partes incoherentes de expresiones, como fenómenos sociales. De lo que ella han sido utilizadas durante largo tiempo, y su algunos han llamado "sociología del error" pasamos legitimidad no depende de su riqueza empírica ni a una sociología del conocimiento que de forma de su coherencia lógica, sino de un proceso de simétrica e imparcial busca explicar todo tipo de propaganda y aprobación institucional. No hay, creencias sin emitir juicios sobre su veracidad, fal- nos repite Feyerabend, un comportamiento cientí- sedad, racionalidad o irracionalidad. fico ideal, ni hay un método único para hacer cien- cia y el modelo canónico de ciencia no es más que Dentro de esta tradición han aparecido nume- una fabricación que nos ofrece cierta seguridad in- rosos estudios de caso que parecen tener una base telectual.4 Sin embargo, el radical relativismo y la común, que a pesar de su importancia parece no actitud aparentemente destructiva de Feyerabend haber sido comprendida en su totalidad, i.e., que el parecen tener una justa causa: "... la intención del conocimiento científico es una construcción social. relativismo es proteger individuos, grupos o cultu- Pero ¿qué se quiere decir con esto? simplemente ras de las acciones de aquellos que creen haber que no hay nada extraordinario ni sagrado al res- encontrado la verdad".5 pecto, que como toda actividad social, la ciencia está sujeta y depende de convenciones y negociaciones, Las críticas a la ingenuidad del empirismo no de los intereses de individuos y comunidades espe- son para nada nuevas en la historia de la filosofía, cíficas, y que dichas convenciones e intereses pue- sin embargo, en este caso nos encontramos con una den y deben ser explicados. serie de estudios de carácter histórico concentrados en las ciencias naturales. Sin necesidad de enredar- Aunque en su mayoría comparten los plantea- se en las profundidades del idealismo alemán, los mientos planteados anteriormente, dentro de la di- trabajos en historia y sociología de las ultimas dé- versidad que encontramos en SCC, existen distintos cadas, que se ocuparon de eventos concretos de la programas o escuelas que vale la pena mencionar. historia de la ciencia, empezaron a revaluar siste- Entre las tendencias más influyentes e interesantes máticamente los presupuestos epistemológicos de están los trabajos del "Programa Fuerte de Sociolo- legitimidad y progreso del conocimiento científico. gía del Conocimiento Científico", o Strong Program 3. Ver por ejemplo: Thomas S. Kuhn, The structure of scientific revolutions, The University Press, Chicago, 1962; The essential tensión: Selected studies in scientific tradition and change, The University Press, Chicago, 1977. 4. Ver: Paul Feyerabend, Against Method, Verso, Londres, 1988; Farwelt to reason, Verso, Londres, 1988. 5. Feyerabend, Three dialogues on knowledge, Basil Blackwell, Oxford, 1991. 6. Ver: Bruno Latour, Science in action: how to foliow scientists and engineers through society, Open University Press, Milton Keynes, 1987. 7 Entre los cuales podriamos mencionar los trabajos de Emile Durkheim y Karl Mannheim. de Edimburgo (Barry Barnes, David Bloor y Steve rigido de toda actividad humana se mantendrá in- Shapin), la Escuela de París (Bruno Latour y Mi- completa. chael Callon), el grupo de Bath (Harry Collins y Steven Yearley), y el grupo norteamericano de la Para David Bloor y los otros miembros del etnometodología (Harold Garfinkel y Michael "Strong Program", un genuino análisis del conoci- Lynch). Por otra parte, las contribuciones de corte miento requiere que la distinción entre creencia y feminista que se han ocupado de problemas de conocimiento, o entre creencias racionalmente jus- género y conocimiento,8 al igual que algunos inves- tificadas y creencias irracionales, desaparezca por tigadores dedicados a problemas de imperialismo completo. De esta manera cualquier convicción, no y ciencia, entre otros, son aportes de enorme impor- importa su origen, debe ser explicada de forma tancia dentro de la variedad de los estudios sociales imparcial y simétrica, es decir, sin emitir juicios de sobre ciencia. valor y manteniendo una imparcialidad con respecto a su veracidad. El Programa Fuerte Las publicaciones de un grupo de sociólogos La distinción entre creencia y conocimiento - británicos, concentrados en Edimburgo, Barnes, entendiendo conocimiento como creencias justifi- Bloor y Shapin parecen haberle dado forma a un cadas o verdaderas - es común en todas las culturas. programa de investigación cuyos fundamentos, tal Sin embargo, diferentes culturas reconocen creen- y como los presentaría David Bloor (1976), podría- cias distintas, y lo que se considera como conoci- mos resumir en cuatro supuestos o principios me- miento en un contexto particular puede ser mera todológicos. 1. Causalidad: sus estudios buscarían creencia en otro. exponer las causas que permiten la existencia de una creencia o conducen a cierto tipo de conoci- El conocimiento, siempre ligado a una tradición y miento; 2. Imparcialidad: independientemente de su dependiente de prácticas y rituales, no puede ser veracidad o falsedad, racionalidad o irracionalidad, para el historiador o sociólogo más que un sistema éxito o fracaso, todo tipo de conocimiento se estu- de creencias válidas por consenso y autoridad de diaría imparcialmente; 3. Simetría: cualquier tipo de manera similar en cualquier cultura. En este orden creencia, verdadera o falsa, estaría sujeta a el mismo de ideas, una comunidad científica debe ser enten- tipo de análisis y no se establecería ninguna distin- dida como una subcultura y debe ser estudiada ción entre las causas de una u otra; y 4. Reflexividad: como un mecanismo de justificación sin ningún este tipo de análisis se aplicaría a la sociología mis- privilegio epistemológico, el cual "negocia" la vali- ma, y los trabajos del "Strong program" o cualquier dez de su discurso. El sociólogo o historiador del otro tipo de estudio sociológico, deben estar sujetos conocimiento debe estar en capacidad de asumir la a ser explicados por su misma metodología.9 actitud de un explorador de culturas extrañas. Este distanciamiento con nuestra propia cultura, esta Veamos un poco más en detalle las consecuencias suspensión de nuestra certidumbre y arrogancia, de dichos presupuestos metodológicos. Las nos permite ubicarnos en un relativismo sin marco convenciones sobre las cuales se sostienen las prác- de referencia único, y así dejar de pensar con nues- ticas científicas deben entenderse por referencia a tras creencias y supuestos, para pensar sobre ellos. causas concretas. Las personas sostienen o abando- nan sus creencias cuando lo ven conveniente; es Antes de abandonar a los sociólogos de Edim- decir que los fines y los intereses tienen que formar burgo me parece fundamental aclarar un punto que parte de nuestro estudio o evaluación del conoci- suele ser motivo de malas interpretaciones con res- miento. De manera que para entender el desarrollo pecto del sentido de un estudio social de la ciencia. histórico de los cuerpos de conocimiento existentes Como nos lo quiere aclarar Barry Barnes, "No se la sociología del conocimiento debe recurrir a los trata de desconocer los logros de la ciencia... el fines y a los intereses que los generan. Una reflexión punto es mostrar que las cosas podrían haber sido sobre la historia del conocimiento que no toma en diferentes, que la gente no está obligada y reprimida cuenta el carácter profundamente intencional y di- en sus actos y sus creencias, ni en la razón ni en 8. Sandra Harding, Whose science whose knowledge?, Open University Press, Miiton Keynes, 1991; Donna Haraway, "Sex, mind and profit: from" human engeneering to sociobiology" en: Radical History Review, 20(1979): 206-237; L.J. Jordanova, "Natural facts: a historical perspective on science and sexuality" en: Nature, culture and gender, Cambridge, 1980; Anne Fausto-Sterling, Myths of gender: biological theories about women and men, Basic Books, New York, 1985. 9. David Bloor, Knowledge and social imagery, University of Chicago Press, 1976. pp.3-8. la experiencia como tampoco en la ciencia misma. una celebración de los logros de la ciencia occiden- Las acciones humanas son siempre, en cierto senti- tal. do, acciones que entrañan una decisión libre. Las Algunas publicaciones recientes en historia de costumbres y las convenciones son entendidas la ciencia, europeas y norteamericanas han sido el como creaciones humanas, negociadas y sostenidas producto de investigadores conscientes de la im- activamente bajo el control colectivo de aquellos portancia de una revisión crítica de la difusión de que inicialmente las negociaron y que posteriore- la ciencia y la tecnología. Sin embargo, desde la mente las sostienen."10 publicación del famoso artículo de George Basalla, "The spread of Western science" en 1967 hasta algu- La historia de la ciencia que se ha apoyado en nos de los más recientes y reconocidos trabajos con la nueva sociología, los trabajos del Programa Fuer- un interés concreto en la difusión de la ciencia te o las publicaciones de Bruno Latour, entre mu- occidental, como es el caso de Lewis Pyenson, los chos otros, han hecho visibles las relaciones entre historiadores del conocimiento científico han mos- conocimiento y poder y han facilitado la aparición trado poco interés en problemas de apropiación, de novedosos estudios relacionados con temas dominación y explotación. como imperialismo, género y raza en la historia de la ciencia. Ya que dichos trabajos nos pueden mos- Los historiadores provenientes del general- trar nuevas herramientas para una comprensión mente llamado "Tercer Mundo", si acaso son leídos, crítica de la historia de la ciencia y la tecnología en en su mayoría han sido entrenados en universida- países menos industrializados, vale la pena que nos des europeas o norteamericanas y su reconocimien- ocupemos en seguida de las prácticas científicas to y prestigio académico depende en gran medida como formas de poder y control social. de instituciones y publicaciones extranjeras. Pero el problema no es simplemente la falta de oportuni- Las prácticas científicas y el Tercer Mundo dades para investigadores tercermundistas de pre- Las recientes investigaciones de un número sentar sus propias versiones. De hecho, muchos de considerable de sociólogos e historiadores de la ellos han sido los gestores de los trabajos más apo- ciencia, no sólo de Europa y Norteamérica sino de logéticos y reverenciales con respecto al carácter muchos otros continentes, han puesto en evidencia intrínsecamente benefactor de la ciencia y la tecno- el papel central que las prácticas científicas han logía. Aun más urgente, es una revisión de las for- tenido en la historia política de occidente. Las dife mas tradicionales de describir las practicas científi- rentes contribuciones de dichos investigadores han cas en general. permitido revaluar los esquemas tradicionales so bre el carácter de la ciencia y su papel en la historia de los imperios occidentales y sus colonias.11 Sin Para aproximarnos al problema dé una forma embargo, la discusión actual sobre ciencia e impe más concreta quisiera concentrarme en cuatro pun- rialismo, a pesar de su innegable importancia, per tos básicos: Primero, que la filosofía de la ciencia en manece dominada por nociones convencionales so su forma tradicional, la búsqueda de criterios de bre el carácter progresivo y liberador de la ciencia demarcación formales y a-históricos, la demanda occidental. por un método único para las ciencias y en general el carácter prescriptivo y legitimador de la filosofía El mundo académico, notoriamente dominado de la ciencia, más que iluminar el camino, lo obsta- por investigadores de habla inglesa, parece culiza. Segundo, la concepción maniquea de ciencia estar atrapado en una visión eurocentrica y mar- y sociedad, la tendencia a ver el conocimiento cien- cadamente centralizada de la historia. Con la ex- tífico operando en un espacio autónomo, (el mundo cepción de algunos casos aislados, los trabajos en tres de Karl Popper) ha impedido un genuino en- historia del conocimiento se han concentrado en tendimiento de las raíces sociales del conocimiento. los individuos y centros geográficos comúnmente Tercero, que los conceptos de poder y control social, reconocidos como productores de adelantos cien- comúnmente restringidos a los campos de la políti- tíficos, y no ha dejado de ser, de una forma u otra, ca, la milicia y las leyes, entorpece la labor del 10.Barry Barnes, Scientific Knowledge and social theory, Routledge and Kegan Paul, 1980. 11.Entre las más importantes publicaciones sobre ciencia e imperialismo, podriamos mencionar: Nathan Reingoid y Marc Rothenberg, (Eds) Scientific colonialism: a cross-cultural comparison, Washington: Smithsonian Institution Press, 1987; Patrick Petitjean et al., (eds) Science and Empire, Boston: Kluwer Academic Publishers, 1991; Antonio Lafuente et al., (Eds) Mundialización de la ciencia y cultura nacional, Madrid: Doce Calles, 1993; Patrick Petitjean, et al. (Eds.) Science andEmpires, Boston Studies in the philosophy of science, 1992. historiador del conocimiento. Y finalmente que es confinada a sus lugares de origen, y que a pesar de todas tas dificultades o deficiencias de nuestra concep las limitaciones ya mencionadas, Basalla es, en gran medida, ción del quehacer científico pueden ser superadas responsable de haber incluido la historia de la ciencia en la más concretamente, algunas de las propuestas historia de la expansión de occidente. en sociología del conocimiento científico de las ultimas décadas nos dan la posibilidad Una de las principales razones por las cuales las practicas desarrollar una investigación más efectiva. científicas no han tenido, para el historiador tradicional, un papel importante en los procesos de conquista y Veamos algunos de los problemas a los que dominación de otras culturas, consiste en que los modelos se han enfrentado los trabajos sobre la difusión que pretenden explicar la difusión de la ciencia occidental de la ciencia occidental: La publicación de George tienden a ser lineales y progresivos, es decir que suponen Basalla "The diffusion of Western science" ha sido una serie de fases que van no sólo de entonces a ahora, sino objeto de variadas críticas y el punto de partida del obscurantismo a la ilustración, de equivocaciones a de un prolongado debate entre historiadores de hechos, de pobreza a riqueza y de lo erróneo a lo correcto.13 la ciencia.12 Se ha dicho que la búsqueda de un Como bien lo señalaría Roy Macleod, "la ciencia occidental único modelo para describir la difusión de la ha sido tradicional-mente vista como benevolente, apolítica ciencia es inútil debido a la complejidad del y neutral; y su extensión como una incuestionable contribu- problema y que el modelo de Basalla es ción al progreso material y a la civilización"14 Nuestra tarea - demasiado general y abstracto para explicar casos como lo sugeriría Macleod- es estudiar la ciencia no en la particulares y sus idiosincrasias. Algunos historia imperial sino como historia imperial comentadores han señalado que las tres fases de Basalla pueden ofrecer un marco teórico Para darle un contenido real a la ecuación Cien- adecuado para discutir el desarrollo científico en cia=Poder, nos vemos obligados a revisar concepciones países como los Estados Unidos, Rusia o Japón; tradicionales de la idea de poder, dominación e pero que sus propuestas se muestran inadecuadas imperialismo que por lo general se han limitado a formas cuando pretendemos explicar la historia de la de dominación política, militar o legal. Como lo ha ciencia en países no industrializados. La tercera señalado en repetidas ocasiones Michel Foucault, autoridad fase del modelo de Basalla, "Ciencia Nacional" si y poder son convencio-nalmente vistas como fuerzas es que se ha dado, no garantiza independencia represivas que un individuo o un grupo reducido de de un control foráneo sobre las prácticas personas, desde una posición central, ejerce sobre otros. científicas de un país en vías de desarrollo. El caso de Latinoamérica es un claro ejemplo de dichas Dicha tendencia a identificar el poder con el estado limitaciones. imperial, el gobierno o la corona ha facilitado la fabricación de ilusiones de libertad y autonomía cuando dicha artificial Pero el problema fundamental de modelos concepción del poder es reemplazada o negada. Viejos como el de Basalla está no tanto en incapacidad clichés que identifican la ilustración y el saber occidental de explicar la historia de la difusión científica con ideales de libertad, sobre los cuales descansa gran parte en su totalidad, sino en la carencia de un método de la historia colonial, nos encierra en una historiografía efectivo que nos permita ilustrar los intereses y reverencial y servilista. mecanismos que hacen de las prácticas científicas formas de apropiación y control, La idea de verdad y conocimiento, como lo afirmaría tanto de la naturaleza cómo de seres humanos. Foucault, es siempre el resultado de múltiples formas de represión y restricción. El sentido y la validez del Sin embargo, no sería justo desconocer que discurso científico encuentra su "The spread of Western science" fue publicado en 1967, cuando la historia de la ciencia aun estaba 12. El modelo de Basalla para explicar la difusión de la ciencia occidental consiste de tres estadios consecutivos; una primera fase caracterizada por la ausencia de conocimiento científico en la cual la sociedad o nación no europea es una fuente de estudio para la ciencia europea; una segunda fase de ciencia colonial completamente dependiente de las practicas europeas; y una tercera y ultima fase en la cual la sociedad logra establecer una ciencia nacional independiente. 13. David Wade Chambers, Locality and science: myths of centre and periphery", en A. La fuente et al., Mundialización de la ciencia, p. 315. 14. Roy Macleod, "On visiting the moving metrópolis: Reflexions on the architecture of imperial science" en: Nathan Reingold y Marc Rothenberg (Eds.) Scientific colonialism: a cross cultural comparison, Smithsonian Institution Press, 1987. justificación en lo que Foucault llamaría "episte- ción de una planta nuclear, o una fábrica de auto mes" i.e; las condiciones en las que el pensamiento móviles no están simplemente interactuando con es posible teniendo en cuenta un contexto determi- intereses externos. Estas practicas constituyen un nado. Foucault insiste en mostrar cómo el conoci- ejercicio activo de poder y la diseminación de di miento depende fundamentalmente de mecanis- chas actividades es la diseminación de mecanismos mos de poder e instituciones con control social. Sus de control. reflexiones sobre la historia parecen traer un men- saje de liberación : "... se trata de cortar a cuchillo La retórica que ha marcado una clara distinción las raíces del pasado, de borrar las veneraciones entre ciencia e ideología, ciencia y religión, ciencia tradicionales, a fin de liberar al hombre y no dejarle y política, ha sido parte de la cultura por siglos. Sin otro origen que aquel en el que tuviera a bien reco- embargo, como ya lo habíamos señalado, la reciente nocerse.15 discusión entre sociólogos del conocimiento cientí- fico ha abierto nuevas alternativas que nos ayudan El poder, debemos suponer, se ejerce a través a evadir dicha visión maniquea del conocimiento y de prácticas sociales concretas tales como la historia la cultura. natural, la taxonomía, la elaboración de mapas, cartas estelares y de navegación, practicas médicas Las prácticas científicas y su importancia o la implantación de una nueva tecnología. política han sido subestimadas por los historiadores y es claro que la periodización de la El poder no es un atributo exclusivo de reyes, historia de Latinoamérica no tiene ninguna papas o ministros. El control y la dominación se relación con la historia de la ciencia en dichos hacen visibles únicamente cuando practicas socia- países. Los períodos históricos convencionales les concretas son examinadas. han sido demarcados desde el punto de vista de la historia política europea. Para ilustrar este punto Imperialismo no es otra cosa que la apropiación veamos rápidamente el caso de Latinoamérica y control de tierra habitada por otros. Si examina- donde el período indígena o precolombino finaliza mos la función de la ciencia durante los siglos XVH en 1492, y el período colonial en 1810 (o y xvín, cuando Europa vive un creciente proceso de cualquier fecha que los historiadores le quieran expansión y control sobre la naturaleza y otras cul- dar a la independencia de las distintas naciones turas, nos encontramos con que esa es la función americanas). Si por ejemplo examinamos el explícita de la historia natural. El naturalista reco- concepto de "colonialismo" y tenemos en cuenta lectando, clasificando y representando objetos na- elementos relacionados con el desarrollo de la turales establece cierta relación con la naturaleza ciencia, al igual que factores económicos y que se traduce en posesión y por ende en poder. culturales,nos veríamos obligados a extender el período colonial hasta el día de hoy.. La distinción sistemática entre los intereses del estado -generalmente relacionados al comercio, la La noción tradicional de ciencia que hemos des- religión, poder político, etc.-, y la ciencia, común- crito nos impide ver que las prácticas científicas mente vista como opuesta a, o reprimida por for- contienen a la vez elementos progresivos y regresi- mas de poder externas a ella, ha permitido la apa- vos. La identificación del saber científico con pro- rición de algunos estudios importantes sobre greso, racionalidad y beneficios para la humanidad instituciones, mecenazgo, políticas estatales e inte- entera ha sido universalmente reconocido por si- reses económicos y políticos ligados a prácticas glos y sería necio sostener que la ciencia es siempre científicas. Pero esta distinción entre factores inter- y en todo lugar un elemento intrínsecamente alie- nos y externos en la descripción de la actividad nador y opresivo; pero seria igualmente tonto sos- científica termina distorcionando el verdadero ca- tener que es únicamente en su abuso o mal manejo rácter social e histórico de la ciencia, para así, una que ésta sirve como herramienta de control y domi- vez más, reforzar la imagen idealizada del conoci- nación. miento científico. Como lo ha señalado Sandra Harding, " La Las practicas científicas, la clasificación de ciencia occidental también ha contribuido a el es- plantas y animales, la elaboración de mapas, la tancamiento de "otros". En la categoría de otros búsqueda de una cura para la malaria, la construc- Harding incluye la mujer, la naturaleza y los habi- tantes del tercer mundo.16 La implantación de la 15. Michel Foucault, Nietzhe, la genealogía, la historia, Pre-textos, 1988. ciencia y la tecnología occidentales puede también sa de Newcastle (1623-1673) quien escribió sobre contribuir al despojo de los nativos del control de filosofía natural; el caso de Rosalind Franklin en el sus propios recursos, restándoles poder de forma "descubrimiento" de la estructura del ADN; y otros sistemática. nombres que, naturalmente no hemos oído nunca. Genero y raza en la historia de la ciencia Estos trabajos biográficos nos han permitido El interés del feminismo por la ciencia coincide entender mejor la naturaleza de la estructura de con un momento de creciente escepticismo sobre poder institucional del conocimiento científico de los beneficios que ésta y la tecnología le pueden dar occidente y han sido útiles para revaluar nociones a la sociedad; pero también ocurre cuando la ciencia tradicionales sobre la producción de conocimiento y la tecnología ganan más y más apoyo y poder en científico como el fruto de algunos individuos ais- la educación superior y en las políticas de estado en lados, Aristóteles, Copernico, Galileo, Newton y el mundo industrializado. Einstein; y mostrar que por el contrario el conoci- miento es el resultado de una actividad colectiva. Pienso que sus tesis -menos conocidas entre nosotros- no solo han enriquecido los estudios so- Sin desconocer la pertinencia de dichos trabajos, ciales sobre ciencia, sino que presentan una alterna- encuentro mucho más interesante y efectivo otro tipo tiva crítica a SCC, y que pueden ser de particular de análisis en los cuales el interés ya no es rescatar la importancia para nuestro trabajo en países conven- labor de algunas mujeres o narrar sus luchas por cionalmente vistos como periféricos. La posición ingresar a universidades, sociedades o instituciones feminista frente a la ciencia está necesariamente científicas, sino examinar el contenido mismo del saber relacionada con problemas de clase, raza e imperia- científico, ocupándose de la mujer no como lismo cultural. Sus reflexiones han generado impor- productora sino como objeto del conocimiento para tantes conclusiones sobre la naturaleza de las prác- mostrar que el contenido del conocimiento -y no solo ticas científicas, que nos permiten, una vez más, sus instituciones- han tenido un carácter revisar la idea tradicional del conocimiento cientí- androcéntrico. fico como neutro, universal, apolítico, progresivo y liberador. Cómo punto de partida vale la pena recordar que la ciencia occidental, tradicionalmente presentada El feminismo académico es un esfuerzo por como racional y objetiva, en oposición a lo afectivo, identificar, entender, criticar y cambiar los medios emocional y pasional tiende a reconocerse con lo que han permitido la fabricación y justificación de masculino. La naturaleza, por su parte, misteriosa y nuestras concepciones de lo femenino y lo masculi- pasiva tiende a ser identificada con lo femenino. no, y así mostrar que las nociones de género en Cómo literalmente lo han expresado filósofos de nuestra cultura son construcciones sociales que fo- enorme influencia como Francis Bacon, el papel de la mentan y apoyan una condición universalizada de ciencia es conquistar, dominar, controlar y penetrar desigualdad. los secretos de la naturaleza. Creo que suficiente se ha escrito sobre metáforas andro-céntricas que definen el Son varios los motivos por los cuales el feminis- papel de la ciencia en Occidente, y preferiría mo se ha interesado por la ciencia: la actividad concentrarme en estudios de caso más concretos que científica ha sido, y en gran medida sigue siendo, revelan a la ciencia como un agente de poder y patrimonio de hombres que pertenecen a grupos dominación. sociales y raciales específicos. Algunas escritoras se han interesado en rescatar figuras femeninas que no Un buen numero de reveladores trabajos han han tenido un debido reconocimiento en la historia hecho evidente como la medicina, la fisiología, la de la ciencia occidental. Podríamos mencionar los genética y la antropología han presentado como trabajos de Margaret Alie y su Historia de la mujer en natural y han contribuido a preservar una estructura la ciencia desde la antigüedad haste el siglo xix. Alie nos social jerarquizada. habla de mujeres como Hildegard of Bingen (1089- 1179) y sus trabajos en Historia natural y medicina; Desde Aristóteles las ciencias naturales han te nido Lady Anne Conway (1631-1679) quien produjo una mucho que decir sobre la naturaleza de femenino y cosmología vitalista, Margaret Cavendish, Duque- lo masculino y sobre la función biológi- 16. Sandra Harding, Whose science? Whose knowledge? Milton Keynes: Open University Press, 1980, p. ca y social de la mujer en nuestra cultura. Hasta el y análisis estadístico, desde comienzos de siglo con siglo XVIII, las teorías de la reproducción habían los famosos trabajos de Cyril Burt, hasta algunas otorgado a los espermatozoides un papel activo y publicaciones recientes han llegado a conclusiones dominante mientras que el óvulo cumplía una fun- similares. Stephen Jay Gould en su brillante trabajo ción receptora y pasiva. El estudio embriológico de The mismeasure of man, nos muestra como los dife- la diferenciación sexual también se ha caracterizado rentes esfuerzos por medir científicamente las capa- por describir la formación del feto masculino como cidades humanas son inseparables de los intereses un proceso activo, mientras que el feto femenino sociales de quienes desarrollaron dichos trabajos. parece haberse detenido en su proceso de gesta- Esto no quiere decir que estemos hablando de casos ción.17 de fraude o incompetencia científica. Con la excep- ción del caso de Burt se trata del cuidadoso trabajo Con el surgimiento de la teoría de selección de talentosos y honestos hombres de ciencia. natural y el Darwinismo social, el auge de la euge- nesia a comienzos de siglo, la craniometria, el estu- Otro de los temas que ha motivado una revisión dio de la herencia, la obstetricia y la invención del feminista de la historia de la medicina ha sido la concepto de coeficiente intelectual y los diferentes tendencia por parte de la comunidad médica a de- métodos para medir nuestras capacidades físicas e finir lo femenino en función de su sistema repro- intelectuales, la comunidad científica ha presenta- ductivo, lo cual ha facilitado una explicación natu- do en repetidas ocasiones evidencia "contundente" ral del rol de la mujer como ama de casa, niñera y para reafirmar diferencias biológicas que tienden a en general como una fábrica de bebes. Como conse- favorecer la idea de que el hombre blanco está cuencia, algunas teorías sobre los efectos de la naturalmente mejor dotado para asumir el lideraz- menstruación y la menopausia y sus connotaciones go en la sociedad occidental. patológicas han contribuido, una vez más, a vigori- zar una imagen de la mujer como esclava física y No podemos olvidar que muchas de esas teo- emocional de su sistema reproductivo. rías, que hoy nos pueden parecer inadecuadas, han afectado a miles de millones de personas a quienes La deconstrucción de estos discursos científi- sistemáticamente se les ha excluido o se han margi- cos, que lamentable no podemos discutir aquí de nado ellas mismas de programas educativos y ofi- forma detallada, forman parte de programas de cios que parecerían ser más idóneos para mentes y investigación con puntos de vista epistemológicos cuerpos masculinos, oficios que por lo general están diferentes que quisiera mencionar brevemente. relacionados con el poder político y económico. En contraposición con las propuestas de SCC La eugenesia y su obsesión por medir y jerar- a los que me refería al comienzo, El Programa quizar las capacidades humanas, encontraría nu- Fuerte, La Escuela de París, etc., el feminismo merosos hombres de ciencia dedicados a proveer tiene un determinado propósito de emancipación argumentos anatómicos, evolutivos, genéticos y fi- que le obliga a asumir una posición claramente siológicos para legitimar un orden social determi- distinta. Ya no se trata únicamente de desmitificar nado. La craniometria y los elaborados estudios de la universalidad y la neutralidad de la racionalidad George Morton, Louis Agazzi al igual que las me- científica, sino de crear y fundamentar una visión diciones del peso de cerebros desarrolladas por diferente y defendible de la sociedad y de la Paul Broca, entre otros, popularizarían la idea de naturaleza. El relativismo radical no es suficiente que no sólo el volumen del cráneo era directamente ni útil para un movimiento de emancipación proporcional a la capacidad intelectual, sino que el femenina. La pregunta es entonces cómo es hombre blanco presentaba cráneos de mayor tama- posible no sólo restarle credibilidad sino utilizar ño que los de indígenas, mongoles, negros y por como un medio de liberación un tipo de supuesto que el cráneo femenino en todas sus razas conocimiento que parece estar tan estrechamente era significantemente más pequeño.18 enmarcado y determinado por proyectos occidentales, burgueses y masculinos. La invención del concepto de coeficiente inte- lectual y de sofisticados métodos para su medición Podríamos mencionar tres frentes principales: Una primera alternativa que he querido llamar Fe- 17.Ver, Anne Fausto-Sterling, Myths of gender: Biological theories about women and men, Basic Books, New York, 1985, pp.77-85. 18.Uno de los comentarios más divertidos de Broca es que el cerebro de mayor peso jamás examinado, 1,565 gr. curiosamente le pertenecía a una mujer que había asesinado a su marido. minismno Ilustrado, la cual tiene como fin corregir del conocimiento no pretendería ningún tipo de los errores de algunos científicos, mostrar su objetividad formal y absoluta. Sin embargo, incompetencia y ofrecer una visión de la argumenta Harding, pensar desde el punto de vista naturaleza y de la mujer más rigurosa y de la mujer, de un habitante del Tercer Mundo o de genuinamente objetiva. Se trata entonces de un un miembro de un grupo racial relegado, nos grupo de mujeres dedicadas a la ciencia que busca permitiría hacer extraños el significado y sentido criterios médicos y científicos que nos permitan que parecen familiares y naturales. Esta es, para tener una visión menos viciada, de por ejemplo, Sandra Harding, una posición epistemológica los efectos de la testosterona en el carácter y privilegiada que nos permitiría ver con más habilidades de hombres y mujeres, o de los efectos claridad las deficiencias de una cultura que fracasa "patológicos" de la menstruación y la menopausia, en su intento de ser igualitaria y democrática. que le permita a las mujeres recobrar el control sobre sus cuerpos y sus vidas. "Imaginar una ciencia feminista - admite Har- ding - sería como pedirle a un campesino medieval Una segunda posición, en apariencia más radi imaginar la teoría de la genética". Admite que cal y que he podríamos denominar Feminismo Pos nuestras imágenes están aun incompletas y sin tmoderno, encuentra demasiado respetuosa e inge embargo se atreve a soñar y darnos algunas pistas nua la visión anterior de la ciencia y de los ideales de como podría ser esta nueva ciencia: "No sería de la Ilustración. Su tarea se concentraría en elitista ni totalitaria y por lo tanto tendría que ser contextualizar histórica y culturalmente la accesible, física e intelectualmente, a todos los actividad científica para revelar su carácter político interesados. Tendría la capacidad de reconocer que e ideológico. cada "verdad" nueva es parcial y culturalmente determinada. Reconociendo que personas Sin embargo, al igual que SCC, sus trabajos diferentes tienen experiencias y formas de ver parecerían estar metodológicamente impedidos distintas; por lo tanto perspectivas, valores e para defender con aspiraciones de objetividad los intereses diferentes. La ciencia feminista buscaría intereses de un grupo social específico. diversidad cultural entre sus participantes de manera que a través de aproximaciones diferentes Finalmente, encontramos una tercera posición se puedan entender facetas de las realidades que se que podríamos entender como un proyecto de pretenden explicar. Esa diversidad ayudaría a construir Una Teoría del conocimiento feminista y asegurar la sensibilidad de la comunidad científica que han sido defendida por escritoras como Sandra a las diferentes consecuencias de su trabajo y por Harding y Donna Haraway. Ellas siguen viendo en lo tanto incrementaría su responsabilidad sobre los la actividad científica, tal y como la entendemos fines y productos de sus investigaciones."20 hoy, al igual que las propuestas de SCC, limitaciones para producir y legitimar un Después de haber escuchado esa utopía femi- conocimiento genuinamente revolucionario. nista, independientemente de si la compartimos o no, si pensamos que es realizable o no, nos enfren- Sin desconocer la importancia de las tamos con un grupo de mujeres que por décadas posiciones anteriores, Harding y Haraway, entre han luchado por incorporar sus puntos de vista otras, creen que es posible y necesaria la dentro de la tradición científica occidental y que se construcción de una epistemología feminista y la han visto obligadas a revisar hasta sus más profun- legitimación de lo que Haraway llama un das raices la naturaleza del conocimiento "conocimiento localizado".19 científico, i.e., mostrar su determinación cultural y sus raices políticas. Los resultados del trabajo científico producen información únicamente en la medida en que dicha Conclusión información tiene significado. Se trata entonces de La historia y en particular el mundo moderno hacer explícito ese significado, de asumir el nos exige asumir una posición ambivalente frente a carácter social del conocimiento, y de hacer de esa la ciencia y la tecnología, nos obliga a reconocer determinación cultural un mecanismo de que éstas llevan consigo elementos tanto justificación. Nuestras creencias, universalmente progresivos como regresivos y que si bien su aceptadas o no, tienen su origen en formas institucionaliza-ción puede incrementar el poder y específicas de ver el mundo. Una teoría feminista el control de 19. Donna Haraway, "Situated Knowledges: The science question in feminism and the priviledge of partial perspective", en: Feminist Studies 14, no.3, 1988. pp. 575-599. 20. Sandra Harding, Whose science whose knowledge? Thinking from women's Uves, Open University Press, 1991, p.300. ciertas naciones o grupos sociales, también puede economía o el conocimiento. Cualquier otra alter- contribuir a despojar a otros del control que tienen nativa, cualquier otro camino, a la luz de dicha sobre sus vidas. "historia túnel" parece utópica, retrógrada o irreali- zable. Y es precisamente por eso que una visión La historia de la ciencia y la historia en general, renovada y crítica del pasado es tan urgente, en demasiadas ocasiones ha sido un poderoso ins- porque nos permite desvelar los intereses que trumento para quienes se interesan en legitimar el legitiman las verdades de hoy. Aún más presente. Es común encontrar reconstrucciones del interesante porque nos hace posible entender el pasado que se nos presentan como una cadena de pasado y el presente como encrucijadas que nos hechos que inexorablemente conducen a la ciencia permiten reconocer y considerar opciones y tecnología modernas. Se nos describe una ruta de diferentes. El punto es mostrar que nuestra sucesivos logros tecnológicos y científicos que cons- historia pudo ser otra y que no hay razón que nos tituyen el ascenso del hombre y de paso se legitima impida pensar que las cosas pueden ser una idea de progreso que se suele identificar con la diferentes. No hay fuerzas históricas superioridad económica de las naciones industria- inquebrantables. Uno de nuestros retos es entonces lizadas. Todo lo que conduce a repetir los procesos explorar nuevas formas de aproximarse al concepto de industrialización que hemos visto crecer -y por de poder que esté más deacuerdo con las qué no- infestar otras naciones se define como avan- practicas por medio de las cuales algunas zado, sin que se nos permita concebir otras formas personas son controladas por otras y así crear un validas para la configuración de la sociedad, la espacio crítico que nos permita elegir libremente. El viejo sueño de viajar a la luna, lo realizó por primera vez en el cine George Méliés, en 1902, con la película Le Voyage dans la Lune. (Fotografía en Enciclopedia Salvat del Cine, 1979)