Expresión y reconocimiento de emociones: PDF
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Universidad de La Frontera
2007
Ana María Fernández, Michele Dufey, Catalina Mourgues
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Este artículo de 2007 realizado por Ana María Fernández, Michele Dufey y Catalina Mourgues presenta una revisión general en relación a la expresión y el reconocimiento de las emociones desde el evolucionismo, la psicofisiología y las neurociencias. Se distingue la función de la expresión y el reconocimiento a nivel filogenético. Las palabras claves son: Emoción, evolución, neurociencias.
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Revista Chilena de Neuropsicología ISSN: 0718-0551 [email protected]...
Revista Chilena de Neuropsicología ISSN: 0718-0551 [email protected] Universidad de La Frontera Chile Fernandez, Ana María; Dufey, Michele; Mourgues, Catalina Expresión y reconocimiento de emociones: un punto de encuentro entre evolución, psicofisiología y neurociencias Revista Chilena de Neuropsicología, vol. 2, núm. 1, 2007, pp. 8-20 Universidad de La Frontera Temuco, Chile Disponible en: http://www.redalyc.org/articulo.oa?id=179317882002 Cómo citar el artículo Número completo Sistema de Información Científica Más información del artículo Red de Revistas Científicas de América Latina, el Caribe, España y Portugal Página de la revista en redalyc.org Proyecto académico sin fines de lucro, desarrollado bajo la iniciativa de acceso abierto Revista Chilena de Neuropsicología, 2 (2007), Pág. 8 - 20 Copyright © 2007 Sociedad Chilena de Neuropsicología ISSN 0718-4913 Expresión y reconocimiento de emociones: un punto de encuentro entre evolución, psicofisiología y neurociencias Ana María Fernandeza1 , Ph.D (c) , Michele Dufey y Catalina Mourgues. a Universidad Diego Portales. Resumen El presente artículo presenta una revisión general en relación a la expresión y el reconocimiento de las emociones desde el evolucionismo, la psicofisiología y las neurociencias. Se distingue la función de la expresión y reconocimiento de emociones en un nivel filogenético y la universalidad de dicho fenómeno. Asimismo, se sintetizan los avances más representativos en la caracterización de las emociones desde la tradición psicofisiológica, en particular la actividad del sistema nervioso autónomo y la perspectiva de la autorregulación. Finalmente, se revisan los desarrollos de las neurociencias, que permiten comprender las estructuras involucradas en el reconocimiento y expresión emocional. La discusión se centra en los aportes de cada disciplina y la necesidad de generar una perspectiva que las integre, en vistas a resolver los problemas relacionados con la validez experimental y metodológica del estudio de las emociones. Palabras Claves: Emoción, evolución, neurociencias. 1 [email protected] Fernández, AM., Dufey, M., & Mourgues, C. Introducción llos en neurociencia, permiten una mirada más holista del Desde los primeros desarrollos de Darwin hace unos fenómeno de la emoción en sus aspectos de reconocimiento y 130 años, en su obra acerca de la expresión de emociones en expresión. Asimismo, se organiza la diversidad de aproxima- animales y humanos (Darwin, 1965 ), la propuesta evo- ciones metodológicas y experimentales que se han propuesto lucionista ha permitido la identificación de las emociones bási- para el estudio de las emociones, integrando los distintos cas que componen el repertorio de expresiones humanas, niveles de análisis del fenómeno en una visión de mayor com- indagando acerca de la universalidad de éstas, su expresión y plejidad y alcance explicativo. su reconocimiento en distintas culturas (Ekman, 1993). Ade- más de esta tradición, durante el último siglo ha existido una La perspectiva evolucionista creciente integración del estudio de la anatomía y fisiología del Desde una mirada filogenética, la estabilidad de una sistema nervioso y su correlato psicológico, siendo esto crucial especie estaría determinada a modo muy general por su éxito para comprender más ampliamente la conducta emocional en reproductivo y su capacidad de supervivencia (lo que se cono- el reconocimiento y la expresión de emociones (Phillips, Dre- ce como eficacia biológica), por lo que es necesario contar con vets, Rauch & Lane, 2003). En la actualidad, las neurociencias una serie de señales claras que permitan comunicar informa- cuentan con diversas líneas de investigación que permiten ción relevante al resto de los conespecíficos (Darwin, 1958 integrar a esta comprensión la localización y el funcionamiento ). Parte de estas señales son las expresiones emociona- de áreas cerebrales comprometidas en la experiencia, recono- les, las que tienen un alto valor adaptativo, permitiendo la cimiento y expresión emocional (Gallardo, 2006; Silva, 2003). coordinación conductual necesaria para transmitir información Los primeros modelos explicativos de las emociones, rápida y precisa a otros individuos del grupo. Darwin (1965) que derivaron en la teoría de Cannon y Lange (en Phillips et fundamentó gran parte de su obra, en la observación de expre- al., 2003), establecieron que una emoción se genera por la siones emocionales en diversos mamíferos, llegando así a interacción de una respuesta fisiológica ante un estímulo, la plantear que estas serían señales adaptativas que fueron cual produciría cambios en el sistema biológico de un indivi- adquiridas a través de la selección natural. Por ejemplo, Bar- duo, que desencadenarían un estado emocional. Los siguien- nett (1966) interpreta el pensamiento de Darwin, apreciando tes intentos por explicar las emociones, se basaron en la identi- que las emociones serían el resultado directo de la constitución ficación de estados emocionales (o la comprensión de los del sistema nervioso, lo que conllevaría a que estas expresio- sentimientos espontáneos) que surgen ante determinadas nes involucren movimientos musculares generalizados, activi- situaciones o estímulos, conllevando a la separación de los dad digestiva, actividad cardíaca, y trastornos vasomotores distintos elementos de las emociones como: respuestas fisioló- como el rubor. De forma particular, en los seres humanos estas gicas a estímulos, estados emocionales y comportamientos señales se tornan más complejas y habrían evolucionado de que acompañarían al emocionar. manera paralela a la generación de la “vivencia consciente” de Como señala González (2006), las diferentes líneas la experiencia emocional (Gonzalez, 2006), lo cual es consis- de estudio sobre las emociones pueden organizarse en lo que tente con el amplio repertorio de posibilidades de estudio de Schmidt- Atzer ha llamado la tríada reactiva. Ésta congrega el las emociones que encontramos en la actualidad. estudio de las vivencias emocionales, el registro fisiológico William James (1884) fue uno de los primeros psicó- objetivo de éstas y el estudio del comportamiento expresivo. logos en proponer el origen evolutivo de la emociones, con En este artículo proponemos una revisión de los avances más base en sus observaciones de la compleja orquestación de relevantes en estas dimensiones, las que junto a los desarro- movimientos musculares y cambios fisiológicos que estaban 9 Fernández, AM., Dufey, M., & Mourgues, C. presentes en el emocionar. Para James, esta configuración sión en la caracterización de las expresiones que se asocian a daba cuenta del origen filogenético de las emociones, ya que la experiencia subjetiva de las emociones básicas. independientemente del contexto en que se produzcan, una Dentro del estudio subjetivo de la experiencia emo- vez que estas están presentes en el repertorio animal, emer- cional, Izard (1994) evaluó la evidencia existente acerca de los gen sin importar si las claves que las activan mantienen o no el sentimientos que se asociarían a una expresión emocional mismo significado que tuvieron en el contexto de la evolución particular, postulando que existe una conexión evolucionaria y de la especie. Esta misma explicación fue ampliamente com- biológica entre lo que se entiende por un sentimiento y su partida y desarrollada por su coetáneo Carl Lange, quien llego expresión comportamental. Basándose en Ploog (1986, en a estas mismas conclusiones de forma independiente. Poste- Izard, 1994), la autora coincide con que es posible que el desa- riormente, los planteamientos de Cannon y Bard, postularon un rrollo reciente de la capacidad de controlar las emociones haya curso contrario al planteamiento de James y Lange, es decir derivado de la evolución filogenética, en la medida que las que es el componente cognitivo de una emoción (el procesa- especies primates aumentaron su complejidad social. Lo ante- miento de información emocionalmente relevante), lo que rior estaría relacionado, con la capacidad humana para des- originaria los cambios fisiológicos asociados al emocionar. Este arrollar habilidades socio-cognitivas; es decir, en la medida que debate hoy en día ha quedado resuelto y se consideran ambas la neocorteza se fue desarrollando en nuestra especie y las posturas correctas, en el modelo de Cannon-Lange (Phillips et interacciones sociales requirieron del control emocional, fue al., 2003). Finalmente, MacLean con su idea de la recapitula- posible la regulación consciente de dichos estados. Siguiendo ción ontogénica de la filogenia (la cual quedó obsoleta en la esta línea de investigación, en un nivel ontogenético, la sociali- década de los noventa), vuelve a recordar a la disciplina psico- zación y el aprendizaje tendrían un efecto modulador de la lógica que las emociones involucran circuitos primitivos alta- expresión de emociones y los sentimientos que éstas desen- mente conservados durante la evolución filogenética de los cadenan, y que se iniciaría a partir de la infancia temprana mamíferos (Mac Lean 1949, en Le Doux, 2000). (entre los cuatro y seis meses de vida). En efecto, la influencia Las expresiones emocionales faciales parecieran ser de la socialización sobre el desarrollo y la maduración indivi- el aspecto fundamental de las interacciones sociales que ca- dual de los mecanismos de regulación afectiva y conductual, racterizan a todos los grupos humanos, quizás algo así como serán abordadas más adelante, al tratar el fenómeno de la un fenotipo conductual que identifica a nuestra especie. En regulación emocional y sus indicadores fisiológicos. esta línea, Tooby y Cosmides (1992) han postulado que las Dentro del estudio de las emociones, también se han emociones generan una señal para la interpretación de situa- indagado las diferencias individuales en la expresión emocio- ciones características de la vida en sociedad, que ha perdura- nal. Un aspecto de interés ha sido el determinar cuál es la do en nuestra especie genéticamente. Las emociones básicas influencia de factores socio-culturales en la experiencia (fisio- en sí, serían una forma adaptativa de lidiar con escenarios lógica y subjetiva) de las emociones. En esta línea, Kring y contextuales diversos, pero cuyo contenido ha sido recurrente Gordon (1998) evaluaron las diferencias sexuales en expresi- a través de la historia de la humanidad. Éstas han sido exten- vidad emocional, en función del reconocimiento de emociones samente documentadas desde perspectivas interdisciplinarias en estudiantes universitarios. Los autores hipotetizaron que las tales como la antropología, la biología y la psicología (Loeches estudiantes tendrían una mayor expresión facial que los hom- Alonso, Carvajal Molina, Serrano & Fernández Carriba, 2004; bres, ante películas con un alto contenido emocional, y que Schmidt & Cohn, 2001), existiendo un alto grado de compren- esta seria consistente con la emoción; además esperaban que las mujeres también reportaran una mayor activación fisiológi- 10 Fernández, AM., Dufey, M., & Mourgues, C. ca y una experiencia más intensa de la emoción observada. menta a un 67% cuando se considera el reconocimiento de las Los resultados revelaron que pese a que existían diferencias expresiones emocionales que manifiestan miembros de un sexuales en la expresividad de emociones (las mujeres gene- mismo grupo étnico o cultural. raban más expresiones faciales y puntuaban más alto en ex- Desde un punto de vista metodológico, se ha critica- presividad emocional que los hombres), estas diferencias no se do el modelo clásico para el estudio de las emociones que relacionaban con la respuesta fisiológica ni la experiencia utiliza fotografías de expresiones faciales, y las conclusiones subjetiva de la emoción que los sujetos experimentaban. que se generan a partir de esto. Para Russell, Bachorowski y Junto con estas diferencias en la expresión de emo- Fernandez-Dols (2003) este modelo de expresión emocional ciones, diversos autores han evidenciado una relación entre el particularmente desarrollado por Ekman (1993) y sus seguido- componente fisiológico del emocionar y su experiencia subjeti- res, carecería de validez metodológica por el uso de imágenes va, como base para sustentar la universalidad de las emocio- de expresiones faciales descontextualizadas. Russell et al. nes. Por ejemplo Davidson y Cacioppo (1992) han encontrado (2003) afirman que, la concordancia entre distintos grupos que cuando las personas realizan la expresión facial de una étnicos y culturales en el reconocimiento de las emociones emoción básica, se logra generar la experiencia fisiológica y sería el efecto de un artefacto metodológico asociado a la subjetiva de dicha emoción. Asimismo, las expresiones faciales utilización de los estímulos emocionales generados por Ekman de emociones falsas (que no se están experimentando en un (2003), carentes de validez ecológica. Los autores (Russell et momento determinado), son fácilmente reconocidas por otros al., 2003) proponen que el reconocimiento de emociones facia- (como documenta Ekman, 1983, en Ekman, 1993). Para Álva- les en un contexto social más complejo disminuiría notable- rez de Arcaya Ajuria (2003), la expresión y reconocimiento de mente, siendo este fenómeno mediado por diferencias indivi- emociones básicas, sería un aspecto más de la comunicación duales del receptor al momento de recibir la información. Ade- no verbal que caracteriza a los seres humanos y que indepen- más, la manera de registrar y obtener respuestas del modelo dientemente de la cultura pasa a ser un rasgo con un alto clásico ha sido cuestionada, puesto que este método empleado grado de estabilidad intercultural. en la mayoría de los estudios internacionales (ver por ejemplo La investigación intercultural de las expresiones la revisión de Matsumoto, Hee Yoo, Hirayama & Petrova, 2005) emocionales ha detallado la universalidad de las expresiones ha consistido en presentar estímulos emocionales, y luego, de estados emocionales espontáneos e intencionales, cuya mediante una escala de autorreporte indicar cual es la emoción caracterización se somete a reglas de despliegue (display básica que se experimenta; lo que podría conllevar a una rules), que permitirían entender quién, cómo y cuándo se mani- sobreestimación del reconocimiento de expresiones faciales fiestan las emociones (vease Ekman, 1993; Tooby y Cosmides, emocionales. 1992). En base a estos hallazgos, se estima que existe un alto En respuesta a la crítica anterior, Frank y Stennett acuerdo en la interpretación de las emociones básicas (miedo, (2001) diseñaron una investigación que permitía poner a prue- rabia, alegría, tristeza, sorpresa y disgusto), cuyo reconoci- ba la validez del método de elección forzada en la discrimina- miento alcanza un 70% en diversas culturas (Ekman, 1993). ción de expresiones faciales emocionales en otros. Utilizando Elfenbem & Ambady (2002), realizaron un meta análisis acerca tanto escalas de opción forzada y de respuestas tipo Likert de la universalidad y especificidad cultural del reconocimiento para evaluar las emociones observadas, los autores encontra- de emociones humanas, concluyendo que existe una concor- ron que la tasa de reconocimiento de expresiones faciales dancia de un 58% en la capacidad de un grupo para reconocer fluctuó entre un 78 y un 83%. Esto es similar a la tasa de las emociones generadas en otro grupo cultural, la cual au- 11 Fernández, AM., Dufey, M., & Mourgues, C. reconocimiento de emociones que se obtiene con el método de En la actualidad existe un vasto cuerpo de investiga- elección forzada por si solo. ciones avocadas al estudio de diferentes parámetros periféri- Finalmente, cabe señalar que el estudio de las emo- cos ante la activación emocional, tales como la actividad mus- ciones desde un marco evolucionista, así como el estudio de la cular facial, frecuencia cardiaca y respiratoria, así como la universalidad de éstas, ha permitido sostener la idea de que la respuesta galvánica de la piel (Hagemann, Waldstein & Tha- expresión y reconocimiento de emociones tienen un alto valor yer, 2003). En el estudio de patrones de activación generales adaptativo. Como se ha expuesto, esta perspectiva no esta de emociones básicas, se ha buscado caracterizar la respuesta exenta de dificultades; sus métodos experimentales de evalua- fisiológica y el autorreporte frente a la presentación de estímu- ción son limitados, existen diferencias individuales importantes los emocionales visuales con formato de films estandarizados. de indagar y la validez ecológica tanto de las situaciones emo- Los resultados de estos trabajos muestran que existe un patrón cionales como de los estímulos utilizados puede ser debatida. de activación del sistema nervioso autónomo que es caracte- rístico de cada una de las emociones básicas hoy por hoy Fisiología de las Emociones reconocidas, encontrándose consistencia en la discriminación El legado de la perspectiva evolucionista en el estu- de emociones que se obtiene, a través de medidas fisiológicas dio de las emociones se encuentra plasmado en la concepción autonómicas como presión sanguínea, conductancia de la piel de éstas como un conjunto relativamente reducido de emocio- y tono vagal (Christie & Friedman, 2004). Por otra parte, como nes básicas y que tendrían un valor adaptativo en términos una forma de integrar la conceptualización psicológica de las filogenéticos (Plutchik, 1980, en Christie & Friedman, 2004). En emociones y su medición fisiológica, Rainville, Bechara, Naqvi coherencia con esta perspectiva, James describió las emocio- y Damasio (2005) han caracterizado la actividad cardiorrespira- nes como una coordinación entre múltiples aspectos conduc- toria que distingue la experiencia de las emociones básicas. De tuales y fisiológicos que permiten enfrentar las demandas acuerdo a su modelo, las cuatro emociones básicas (rabia, ambientales cotidianas. En efecto, los eventos ambientales tristeza, alegría y miedo), se pueden identificar mediante la gatillan patrones específicos de cambios viscerales, motores y tipificación de los tipos de frecuencia cardiaca y el cambio en vasculares primariamente, los cuales al ser posteriormente los patrones respiratorios observados durante la presentación percibidos por el sujeto, dan lugar al surgimiento de una de- de estímulos emocionales. terminada experiencia emocional. Estos postulados, sumados Otra aproximación al estudio de las emociones está a la teoría cognitiva de Cannon y Bard, permitieron sumar a la dada por la evaluación de la reacción autonómica que subyace evidencia previa en el estudio del reconocimiento de emocio- a situaciones emocionales de valencia positiva y negativa ante nes: a) la implementación del registro electrofisiológico para la presentación de estímulos visuales afectivos, la cual refleja- evidenciar la concordancia entre aspectos conductuales y ría el grado de activación de dos sistemas motivacionales emocionales, que incluye la evaluación de la actividad del básicos: uno apetitivo y otro defensivo (Lang, Bradley & Cuth- sistema nervioso periférico, ya sea autónomo (SNA) y/o somá- bert, 1990; Cacioppo & Berntson, 1994; Bradley, Codispoti, tico (SNS) frente a estímulos emocionales; y b) la apertura a Cuthbert, & Lang, 2001). La consistencia de estas investiga- diferentes metodologías experimentales en el estudio de la ciones con los resultados obtenidos a partir del estudio con emoción, como por ejemplo, la inducción emocional, lectura de animales (Masterson & Crawford, 1982; Blanchard & Blan- testimonios emocionales, observación de escenarios emotivos, chard, 1989; Timberlake 1993; y Fanselow, 1994), han permiti- inducción de posturas faciales, imaginería y la observación de do extrapolar hacia el comportamiento humano modelos bási- films con contenido emocional (Christie & Friedman, 2004). cos de respuesta emocional que tendrían un alto grado de 12 Fernández, AM., Dufey, M., & Mourgues, C. conservación filogenética (Bradley, Codispoti, Cuthbert, & de alto arousal tanto con estímulos positivos como negativos Lang, 2001). Rhudy, McCabe & Williams (en prensa) han bus- (Gomez, Zimmermann, Guttormsen-Schar y Danuser, 2005) cado replicar la aproximación bidimensional al estudio de la Finalmente, cabe destacar los experimentos de Min, respuesta afectiva, mediante la examinación de la reacción Chung, & Min (2005), quienes integran diversas técnicas de autonómica que emerge ante la presentación de imágenes con medición fisiológicas con patrones de actividad cerebral (EEG). expresiones faciales estandarizadas en combinación con la Sus resultados muestran, mediante técnicas de imaginería, estimulación eléctrica nociva. Sus resultados muestran una que los cambios discretos frente a la inducción de emociones baja actividad autonómica frente a estímulos positivos, que básicas son distinguibles en su conjunto, presentándose parti- sería facilitada por la estimulación eléctrica. Sin embargo, esto cularidades en el nivel de arousal y los estados placenteros, no sucedería con los estímulos negativos, que generan una así como distintos grados de valencia emocional. alta actividad autonómica, facilitada por la estimulación eléctri- Una perspectiva diferente en el estudio psicofisiológi- ca nociva, sugiriendo que la emoción modula la reacción noci- co de la experiencia emocional ha abordado al sistema nervio- ceptiva. En el estudio de la expresión facial emocional, otros so periférico y su correlación con diversos parámetros psicoló- autores han asociado actividad muscular facial específica ante gicos en diferentes poblaciones normales y con trastornos estímulos con valencia emocional positiva y negativa, eviden- emocionales y/o desadaptativos de bebés, niños, jóvenes y ciando: una alta actividad del músculo zygomaticus mayor de adultos. Esta línea de investigaciones contrasta con la ante- la cara en respuesta a escenas e imágenes agradables y una riormente presentada en que busca caracterizar las diferencias alta actividad del músculo corrugator supercilii en respuesta a individuales que existen en la población en el desarrollo de la estímulos de valencia negativa (Partala, Surakka y Vanhala, regulación y expresión de la respuesta afectiva. Un constructo 2006); una mayor activación de reflejos defensivos cuantifica- psicofisiológico de alto impacto en la estimulación investigativa dos mediante la respuesta de parpadeo ante imágenes de en esta línea ha sido el tono vagal, el cual se ha utilizado fre- valencia negativa en comparación con los mismos estímulos cuentemente como un indicador de la actividad del sistema de valencia positiva (Yartz & Hawk, 2002); y una mayor activi- nervioso parasimpático (Porges, 1995), no obstante existen dad electromiográfica durante la observación de imágenes críticas referidas a las metodologías de obtención de indicado- desagradables, lo cual pareciera revelar que existe una mayor res de esta actividad (por ejemplo, ver Grossman & Taylor, en respuesta muscular ante el disgusto, en comparación con el prensa). La actividad vagal ha mostrado un grado de consis- miedo. tencia importante en la habilidad que tienen las personas para Otros autores (Gómez, Stahel y Danuser, 2004), expresar y regular sus emociones en función del desarrollo utilizando fotografías de distinta valencia emocional han mos- (Beauchaine, 2001) y las diferencias individuales en el control trado que las imágenes provocan una disminución del tiempo neural de la actividad autonómica, estaría contribuyendo a la de inspiración, con una reducción del tiempo de expiración, regulación de los procesos emocionales, la autorregulación y directamente proporcional al aumento de la intensidad emocio- los procesos conductuales (Eisenberg, Fabes, Murphy, Maszk, nal de fotografías con contenido emocional. Asimismo, la ex- Smith & Carbón, 1995; Gottman, Katz & Hooven, 1996; Porges ploración de los patrones respiratorios, la conductancia de la et al., 1994). piel, la frecuencia cardiaca y la actividad muscular facial me- De especial importancia para esta perspectiva es el diante extractos de películas clásicas de los ’70 ha mostrado la concepto de autorregulación, el cual alude a la capacidad que existencia de patrones respiratorios distintivos para situaciones tienen los individuos de desplegar una diversidad de respues- tas afectivas y comportamentales ante los diferentes requeri- 13 Fernández, AM., Dufey, M., & Mourgues, C. mientos del entorno (Block & Block, 1980; Kopp, 1982; Roth- zo ante personas extrañas (Field, Woodson, Greenberg & bart, 1989) y que ha sido correlacionado positivamente con una Cohen, 1982; Fox & Gelles, 1984; Stitfer, Fox & Porges, 1989). alta actividad y reactividad vagal en función del desarrollo. Por En adultos, un tono vagal elevado ha sido relaciona- ejemplo, Porges & Bohrer (1990) han observado en bebés que do con resultados similares a los expuestos anteriormente, no la habilidad para ser calmado (be soothed) se relaciona inver- obstante la maduración de los controles inhibitorios durante el samente con el nivel de supresión del tono vagal, el cual pro- desarrollo hacen que la población adulta exprese niveles ma- gresivamente va permitiendo una mayor capacidad para cal- yores de autorregulación, junto con una menor intensidad de la marse por sí mismo (self-soothe). En esta misma línea, niños respuesta emocional. Así, una expresión tónica elevada del de muy corta edad que muestran un alto tono cardiovagal, vago es predictiva de mayores niveles de auto-control en auto- presentan una menor presencia de conductas negativas, una rreportes y de niveles menores de arousal emocional negativo menor disrupción por procedimientos experimentales y son ante cantidades de estrés que van de moderadas a elevadas capaces de responder en forma positiva ante situaciones que (Fabes & Eisenberg, 1997). En un sentido contrario, la modula- elicitan afectos, y elaborar estrategias apropiadas de regula- ción vagal pobre se relacionaría con mayores niveles de ansie- ción conductual, lo cual otorga un valor adaptativo al control dad social, de defensividad y una menor activación conductual fisiológico en el desarrollo de conductas reguladoras que pue- (Movious & Allen, 2005). den ser críticas para el desenvolvimiento social (Calkins, 1997; Huffman, Bryan, Del Carmen, Pedersen, Doussard-Roosvelt & El aporte fundamental de las neurociencias Porges, 1998). Otras investigaciones han vinculado un alto El carácter multidisciplinario de las neurociencias ha tono vagal a una expresión de estrés agudo más intensa ante posibilitado el estudio de una diversidad de fenómenos relacio- procedimientos dolorosos; una reacción más prolongada del nados con la expresión y reconocimiento emocional, tales latido cardíaco al inicio y término de un estímulo auditivo; una como la neurobiología de las emociones, los procesos neurop- respuesta de menor latencia al principio de un aumento en la sicológicos que subyacen a la percepción emocional, la identi- luminosidad; una mayor irritabilidad y menor facilidad para ser ficación de estructuras que participan en el significado emocio- consolado; un tono motor y de coordinación mayor; una mayor nal de los estímulos y a la producción y regulación de estados capacidad para mirar sostenidamente a un estímulo nuevo afectivos, acorde al contexto en que éstos son producidos y/o durante mayor cantidad de tiempo y, finalmente, una supresión elicitados (Phillips et al., 2003). Por otra parte, las investigacio- transitoria de la actividad vagal durante tareas que demandan nes con humanos en torno a los procesos anteriormente men- atención, lo cual les otorga una mayor eficacia de desempeño cionados se han realizado con diferentes metodologías de (Porges, 1973 y 1974; Stamps & Porges, 1975; Linnemeyer & evaluación de la función cerebral, siendo los paradigmas expe- Porges, 1986; Porges et al., 1988; Huffman et al., 1988). rimentales más utilizados aquellos que utilizan la presentación Desde el punto de vista de la expresión emocional, de rostros con contenido emocional. existen algunos estudios que avalan el rol del tono vagal en la Una de las estructuras cerebrales que más ha prota- organización neural necesaria para que se produzca la expre- gonizado las investigaciones sobre las emociones ha sido la sión facial que acompaña a una emoción. Los niños que pre- amígdala; de hecho, la caracterización del rol de la amígdala sentan una mayor variabilidad del latido cardíaco son más en la expresión emocional ha impulsado el estudio de los me- expresivos, muestran una mayor duración de las expresiones canismos cerebrales que participan en la regulación afectiva. que reflejan interés y exhiben conductualmente un mayor Actualmente, se ha identificado la existencia de diferentes interés, mayor alegría y mayor número de conductas de recha- funciones cerebrales que requieren de la participación funda- 14 Fernández, AM., Dufey, M., & Mourgues, C. mental del núcleo amigdaloide, tales como el aprendizaje y la bles, desagradables y amenazantes, permitiendo asociar estos memoria emocional, la modulación emocional de la memoria, estímulos con su adecuada relevancia social (Gonzalez, 2006). la influencia de las emociones sobre la tensión y la percepción, Adicionalmente, estos autores han aportado eviden- la conducta emocional y social y, finalmente, la inhibición y cias que permitirían diferenciar regiones cerebrales anatómi- regulación emocional (Phelps & LeDoux, 2005). Asimismo, en camente diferentes para el reconocimiento de emociones, en pacientes clínicos con un elevado nivel de actividad metabólica función de estímulos estáticos y en acción. En efecto, la infor- prefrontal izquierda, se ha observado una tasa metabólica mación sobre las acciones requeriría de la corteza occipito- disminuida de la amígdala que apunta a la lateralización hemis- parietal y dorso-frontal, en tanto que la corteza frontal-medial y férica de funciones emocionales (ver los estudios de Davidson, los lóbulos temporales anteriores-inferiores permitirían ligar la en Silva, 2003). Sin duda, es cada vez menos cuestionable el percepción de estímulos estáticos al reconocimiento de emo- rol esencial que tiene esta estructura en toda experiencia que ciones. La ínsula, estaría bilateralmente involucrada en la esté vinculada a un contenido emocional. información sobre el disgusto en relación a estímulos estáticos Tal como propone Le Doux (2000), es posible distin- y en acción (Adolphs, 2003). En relación al reconocimiento de guir dos vías neurales para las respuestas gatilladas por un emociones en otras personas, se ha observado que la partici- estímulo con valencia emocional, una vía rápida del tálamo a la pación de las cortezas somatosensoriales es necesaria para amígdala, sin llegar a la corteza visual y una vía lenta donde la que el sujeto pueda generar una representación interna, que información se dirige desde la corteza hacia la amígdala. La permitiría simular cómo otro puede sentirse al estar manifes- primera de las vías permite generar una respuesta rápida, tando una determinada expresión emocional (Adolphs et al., automática y de gran valor adaptativo, sobre todo en situacio- 2000). nes que pudieran ser amenazantes. Mientras que la segunda Por su parte, los estudios con electroencefalografía vía se diferencia, ya que genera una respuesta emocional (EEG) han revelado aspectos ligados al funcionamiento cere- conciente más específica. bral dentro de un curso temporal determinado. Estas técnicas Por otra parte, uno de los ámbitos pioneros y más gozan de la ventaja de una alta resolución temporal de la se- tradicionales en relación al estudio de la localización de las ñal, es decir, de poder sincronizar de manera precisa la pre- funciones cerebrales, corresponde a la evaluación neuropsico- sentación de un estímulo al cambio en la función cerebral, mas lógica en pacientes con daño cerebral. En particular, en el no así de una adecuada resolución espacial. En el estudio de estudio de las emociones destacan los trabajos de Damasio y la actividad cerebral mediante potenciales evocados (ERP), se colaboradores, quienes han sistematizado sus observaciones ha reportado diferentes componentes de la señal que se en- bajo la hipótesis de la marcación somática. Ésta alude a la contrarían particularmente ligados al procesamiento de la capacidad que tiene el cerebro representarse los estados información con contenido emocional. Mediante paradigmas actuales del organismo y su modificación por las emociones, a experimentales que utilizan como estímulos la presentación de través de mapas subcorticales y corticales, en respuesta a las rostros expresando estados emocionales, se han reportado interacciones con el entorno (Damasio, 2003). De manera cambios en la actividad cerebral a los 100 ms, (Pizzagalli et al., crítica, se ha involucrado la participación de la corteza órbito- 1999) y a los 250-500 ms (Krolak-Salmon, 2001) después de la frontal en la integración de señales corporales y emocionales a presentación de un estímulo. Mediante el uso de ERP se ha la adecuación de la toma de decisiones en un contexto social logrado describir el curso temporal que sigue el procesamiento (Dunn et al., 2006). Otras investigaciones han estudiado el de rostros. Así, se ha visto que el componente más pronuncia- papel de esta área en el procesamiento de estímulos agrada- do de eventos relacionados a rostros corresponde a una pola- 15 Fernández, AM., Dufey, M., & Mourgues, C. ridad negativa que se da en torno a los 170 ms después de la relaciones entre diferentes áreas que se activan diferencial- presentación del estimulo, o N170 (Bentin et al., 1996). Uno de mente en función del tipo de estímulo presentado, destacando los modelos más influyentes para el procesamiento facial, una amplia cantidad de investigaciones en torno al reconoci- propuesto por Bruce & Young (1986), señala que la expresión miento de expresiones emocionales faciales (Vuilleumier & emocional es un proceso simple e indiferenciado, en tanto que Pourtois, en prensa). Particularmente, se ha observado en el el procesamiento de la identidad del rostro correspondería a un reconocimiento de rostros la participación del giro fusiforme proceso altamente elaborado y fraccionado en diferentes sub- (Kanwisher et al., 1997), el giro occipital inferior (Hoffman & procesos. Acorde a este modelo, el N170 correspondería a la Haxby, 2000), el surco temporal superior y el polo temporal codificación estructural precategorial temprana de los rostros y anterior (Chao et al., 1999). Cabe señalar que los resultados no sería afectado por la expresión de emociones (Eimer & de estas investigaciones son consistentes con las investigacio- Holmes, 2002). Sin embargo, existen investigaciones que han nes con EEG y respaldan la idea de que la identificación de mostrado la existencia de componentes más tempranos que el rostros y el reconocimiento de la expresión emocional facial N170 que se dan a los 140-170, 120, e incluso a los 85 ms. ocurren por vías paralelas o relativamente independientes posteriores a la presentación del estímulo y que, además, son (Granel, Damasio & Damasio, 1988; Parry et al., 1991). En una sensibles a la expresión emocional (Streit et al., 1999; Eimer & evaluación conjunta mediante fMRI y ERP, Vuilleumier & Pour- Holmes, 2002; Eger et al., 2003). Estos estudios concluyen que tois (en prensa) concluyen que la percepción de rostros con el procesamiento de la expresión emocional precede al reco- contenido emocional requiere de una red interactiva de activi- nocimiento facial. dad distribuida en el espacio y el tiempo, y que el procesamien- Por otra parte, mediante el análisis de la potencia es- to emocional puede afectar aquellos sistemas cerebrales res- pectral de las diferentes bandas de frecuencia de la actividad ponsables del reconocimiento de rostros y la memoria. cerebral, se ha observado un aumento de las ondas theta en la medida que se incrementan las demandas atencionales y/o la Discusión dificultad de una tarea (Basar, 1999). Asimismo, en esta misma De acuerdo a la breve revisión aquí presentada, es banda de frecuencia se ha observado una mayor sincroniza- posible extraer algunas conclusiones respecto de los aportes al ción en la actividad hemisférica derecha durante la elaboración estudio de las emociones de las perspectivas en discusión: de un estímulo emocional, así como un aumento de la activi- evolucionismo, psicofisiología y neurociencias. dad de tipo delta, lo cual pareciera indicar que sólo estas ban- Desde la mirada evolucionista, las emociones han si- das de frecuencia son sensibles al contenido emocional de un do consideradas como un patrón filogenético que se ha ido rostro, correlacionándose la frecuencia theta con los compo- complejizando con la socialización. Esta consideración ha nentes N2 del ERP y, la frecuencia delta, con P3 (Balconi & supuesto la necesaria búsqueda de modelos universales tanto Lucciari, 2006). en la expresión y reconocimiento de la emoción, reportando Una línea de investigación más reciente en relación a patrones comunes de alto acuerdo para las emociones bási- las anteriores para la identificación de estructuras cerebrales cas. Esta condición permite sostener la idea de que, al menos implicadas en la respuesta y reconocimiento emocional, co- para las emociones con altos grados de identificación univer- rresponden a los estudios de imageneología cerebral, lo cuales sal, éstas serían una característica distintiva de la especie, la han posibilitado extender de manera notable la investigación que puede ser modulada por la experiencia y socialización de sobre las emociones a sujetos sanos. En efecto, los estudios los individuos. Dentro de este enfoque, la mayor parte de las con imageneología funcional (fMRI) han permitido establecer investigaciones utilizan estímulos de imágenes estáticas de 16 Fernández, AM., Dufey, M., & Mourgues, C. rostros con expresiones emocionales, careciendo de un con- de patrones emocionales y habilidades para la regulación de la texto y temporalidad que los haga algo más semejante a la respuesta emocional, hay preguntas esenciales que quedan situación real en que opera el reconocimiento de emociones, lo sin responder para una comprensión más compleja del fenó- cual podría incidir en el reconocimiento que los sujetos pueden meno emocional: ¿cuáles son los mecanismos cerebrales que lograr de los estímulos. están a la base de las emociones?, ¿cuáles son las estructuras Por otra parte, la perspectiva psicofisiológica ha apor- críticas en la percepción y producción de la respuesta emocio- tado información importante esencialmente en dos áreas. La nal?, ¿cómo se procesa la información emocional en relación a primera ha permitido indagar en el fenómeno del reconocimien- otro tipo de estímulos, de carácter no emocional?, ¿cómo y to de las emociones, no sólo desde el grado de acierto o dónde ocurre la integración de la información emocional con acuerdo intercultural, sino además en ciertos mecanismos que otros procesos cognitivos?. En este sentido, es el aporte fun- se elicitan a propósito de realizar la tarea de reconocimiento. damental de las neurociencias lo que ha permitido arrojar luz Esto posibilita sostener que, para las emociones básicas, los sobre éstas y otras interrogantes. La perspectiva neurocientífi- patrones psicofisiológicos activados pueden ser característicos ca y su desarrollo tecnológico han permitido encontrar patrones de cada una de ellas, aportando así información respecto de su de activación del SNC que amplían y enriquecen la compresión universalidad y distinción. Sin embargo, también es importante del fenómeno emocional, develando estructuras y procesos a considerar lo planteado por Hagemann et al. (2003) en relación nivel de SNC. Esto ha permitido identificar la existencia de vías a que la actividad fisiológica encontrada en la mayoría de los cerebrales específicas a través de las cuales se procesa la estudios experimentales, presenta muchas similitudes en la información emocional, mostrando así como éstas están dadas respuesta autonómica que surge durante distintos estados por un mecanismo primitivo y robusto que modula no sólo la emocionales, lo cual no sería concluyente como una forma de interacción sino también la cognición (Bennet & Hacker, 2005). caracterizar la expresión de emociones en su totalidad. El El aporte de las neurociencias para al marco explica- segundo aporte de los estudios psicofisiológicos, ha posibilita- tivo del fenómeno de las emociones parece ser tremendamen- do la exploración de diferencias individuales en estos meca- te prometedor y es posible que permita resolver las limitacio- nismos, entendiendo de este modo a la emoción más allá de nes metodológicas que han sido criticadas en la disciplina. Por un fenómeno reactivo que incide en la comunicación social. un lado, el uso de técnicas de imaginería cerebral puede utili- Las emociones se enmarcarían dentro de patrones o tenden- zarse de manera simultánea con la presentación de estímulos cias de regulación individual que dan lugar a una predisposi- estáticos de expresiones faciales, o bien, se puede evaluar ción a reconocer y expresar emociones de un modo particular y situaciones de reconocimiento y/o expresión emocional más que, además, son dependientes del desarrollo y su contexto de complejas, con el debido control experimental de las situacio- ocurrencia. La perspectiva de la autorregulación caracterizada nes. Estos resultados permitirían ir dilucidando con mayor desde la actividad psicofisiológica, permite ampliar el estudio precisión la universalidad del reconocimiento de las emocio- del reconocimiento y la expresión de las emociones más allá nes. Asimismo, la aplicación de las neurociencias en conjunto de la identificación de un patrón determinado, y universal. En con el registro fisiológico de la experiencia emocional, o la efecto, esta mirada habilita la identificación de estrategias activación autonómica ante estímulos de distinta valencia individuales en situaciones de interacción social más comple- emocional; en conjunto con técnicas de localización de la jas. actividad cerebral, parece predecir la posibilidad de aunar las No obstante los grandes aportes realizados desde distintas propuestas experimentales que se han implementado las líneas evolucionista y psicofisiológica en la caracterización para el estudio de las emociones, que al ser tan diversas y 17 Fernández, AM., Dufey, M., & Mourgues, C. variadas, a veces ensombrecen la comprensión del fenómeno. Blanchard, R., & Blanchard, D. (1989). 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