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This presentation is on Marx and his ideas, discussing his background, major theories and writings. It includes discussion on the rise of the proletariat and the historical background supporting his ideas.
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F U N D A C I O N A D P. E D U. P E MARX Fundacionadp.edu.pe [email protected] Av. Pershing N°335 (Ex-Faustino Sánchez) – e Magdalena del Mar Al final de la primera mitad del siglo XIX, el proletariado crec...
F U N D A C I O N A D P. E D U. P E MARX Fundacionadp.edu.pe [email protected] Av. Pershing N°335 (Ex-Faustino Sánchez) – e Magdalena del Mar Al final de la primera mitad del siglo XIX, el proletariado crece numéricamente y se va formando con rapidez como clase. Carlos Marx (1813-1883) y Federico Engels (1820-1895) fueron sus principales exponentes. La maduración de las tareas del desarrollo de la vida material de la sociedad requería apremiantemente nuevas ideas, nuevas teorías, que les señalasen el camino de la liberación de la explotación capitalista y de la transformación revolucionaria de la sociedad capitalista en una sociedad socialista. Teorías que sometían a crítica al régimen capitalista y que presentaban planes de transformación socialista de la sociedad, existían también antes de Marx y Engels, pero fueron teorías que quedaban al margen del movimiento revolucionario de proletariado. Con el desarrollo de la industria se eleva la composición numérica de la clase obrera, crecen sus fuerzas y su conciencia de clase. La clase obrera comienza a comprender que no era posible circunscribirse a la lucha puramente económica contra fabricantes aislados. La clase obrera empieza a asociar la lucha económica con la lucha por la conquista de derechos políticos, es decir, con la lucha política. El socialismo utópico no supo explicar la esencia de la esclavitud asalariada bajo el capitalismo, ni descubrir las leyes de su desarrollo, ni encontrar la fuerza social capaz de convertirse en la creadora de la nueva sociedad. El marxismo es el sucesor de todo lo que creó la humanidad en el siglo XIX, bajo la forma de la filosofía alemana, la economía política inglesa y el socialismo francés, que son las tres fuentes del marxismo. Fundacionadp.edu.pe [email protected] Av. Pershing N°335 (Ex-Faustino Sánchez) – e Magdalena del Mar Las partes constituyentes más importantes del marxismo, fueron el materialismo dialéctico e histórico, la doctrina económica de Marx y la teoría del comunismo científico. Tanto por sus bases filosóficas y teóricas, como por sus conclusiones, el marxismo difiere de los principios en que se basaban las teorías filosóficas y político-sociales precedentes. Antes, las teorías filosóficas y político-sociales, como regla, negaban directamente la existencia de leyes objetivas que presidieran la historia de la sociedad o las formulaban arbitrariamente, siendo incapaces de descubrir las leyes verdaderas que rigen el desarrollo social. Formación del Marxismo: Marx y Engels nacieron en la provincia de Renania, es decir, la parte de Alemania sobre la cual la revolución francesa ejerció la mayor influencia y la que, a medida que se iba desarrollando el capitalismo, fue superando a las partes restantes de Alemania. Carlos Marx nació en Tréveris, en 1818, defendió brillantemente su doctorado con una tesis acerca de las diferencias entre la filosofía naturalista de Demócrito y la filosofía naturalista de Epicuro. El joven Marx declaraba: que la crítica del cielo debe convertirse en la crítica de la tierra; la de la religión, en la del derecho y la de la teología, en la de la política. Ya en 1844, precisamente en el curso de la revisión crítica de la filosofía hegeliana del derecho, llegó Marx a la tesis fundamental —notable para la ciencia— de la interpretación materialista de la historia. “Mis inquisiciones — escribía posteriormente refiriéndose a los trabajos dedicados a la crítica de las concepciones jurídico-estatales de Hegel— me llevaron a la conclusión de que las relaciones jurídicas, igual que las formas del Estado, cuyo conjunto, al ejemplo de los ingleses y franceses del siglo XVIII, denomina Hegel sociedad civil, no pueden ser comprendidas por sí mismas, ni por el llamado desarrollo general del espíritu humano, por cuanto descansan en las relaciones materiales de la vida, y porque, además, la anatomía de la sociedad civil hay que buscarla en la economía política”. Fundacionadp.edu.pe [email protected] Av. Pershing N°335 (Ex-Faustino Sánchez) – e Magdalena del Mar Engels en su gran trabajo La situación de la clase obrera en Inglaterra, ponen al descubierto la verdadera esencia de la democracia. Esta obra, aparecida en 1845, desempeñó un papel importante en el desarrollo de la teoría marxista, Engels fue el primero en decir que el proletario no solamente es una clase que sufre, sino que precisamente la propia situación económica en que se encuentra lo impulsa inconteniblemente hacia adelante y lo obliga a luchar por su emancipación final. Precisamente con esta lucha el proletariado se ayuda a sí mismo. Además, el movimiento político de la clase obrera le da, inevitablemente, conciencia de que fuera del socialismo no tiene salida. Por otro lado, el socialismo podrá llegar a ser una fuerza sólo cuando llegue a convertirse en el objetivo de la lucha de la clase obrera. Las primeras obras conjuntas de Marx y Engels: “La Sagrada Familia” y “La ideología alemana”. En La Sagrada Familia Marx y Engels, hicieron una profunda crítica de la dialéctica idealista hegeliana. Extraordinariamente importante es la observación de que Hegel es dialéctico solamente en el dominio de las llamadas filosofías “puras”, o sea al margen de las necesidades prácticas de la vida, lo cual conduce a que la teoría hegeliana refute con desdén la utilización del propio pensamiento para el cambio de las relaciones sociales existentes, mientras que la clase obrera, que es dialéctica en los hechos, en la práctica, tiende a rehacer y transformar la realidad. En La Sagrada Familia se formulan ya las tesis del materialismo histórico, entre ellas la del papel decisivo que en la historia humana desempeña la producción material, el modo de obtención de los medios de existencia. Criticando a Hegel y al joven hegeliano Bruno Bauer, quienes consideraban al pueblo un elemento pasivo de la historia, Marx y Engels subrayan que no son las personalidades ilustres, ni los individuos aislados, los auténticos creadores de la historia, sino las masas populares, creadoras directas de los valores materiales. La personalidad desempeña un determinado papel en la historia sólo cuando traduce las necesidades de su época, de su clase, y parte de las condiciones concretas de la vida de la sociedad que la rodea. Fundacionadp.edu.pe [email protected] Av. Pershing N°335 (Ex-Faustino Sánchez) – e Magdalena del Mar En La ideología alemana al criticar a Feuerbach, Marx y Engels se manifiestan como representantes de la filosofía dialéctica que se propone, como objetivo, la reestructuración revolucionaria de la sociedad, y demuestran la inevitabilidad y la necesidad de la revolución proletaria. En esta obra se otorga gran atención a la correlación existente entre las fuerzas productivas y las formas de comunicación (por las cuales debe entenderse aquí las relaciones de producción), que ofrece la clave para el esclarecimiento del desarrollo de la sociedad, de la dependencia de las instituciones e ideas sociales con respecto a las bases materiales de la sociedad. Un gran lugar de su contenido está dedicado a la teoría de las clases y a la lucha entre ellas. En esta obra se el Estado burgués se define aquí como “la forma organizativa que la burguesía debe adoptar a fin de que, tanto en el exterior como en el interior, se garanticen respectivamente su propiedad y sus intereses”. En esta misma obra, Marx y Engels desenmascaran la ilusión jurídica de que la ley se basa en la voluntad, y además, en una voluntad separada de su base real, en el libre albedrío. Ponen al descubierto también el carácter anticientífico de las concepciones de los jurisconsultos burgueses y preburgueses, quienes no toman en cuenta el hecho de que el derecho está condicionado por la economía. Marx y Engels subrayan aquí la dependencia en que se encuentra la evolución del derecho con respecto a la evolución de la propiedad privada, con respecto a los cambios en los modos de producción. En esta obra se refuta el mito acerca de la eternidad del derecho de la propiedad privada. Hablan de la necesidad objetiva de la revolución y consideran a esta última como el resultado inevitable de las contradicciones entre las nuevas fuerzas productivas y las viejas relaciones de producción. En el centro de su atención figura el problema de la revolución proletaria, como modo necesario del paso revolucionario a la nueva sociedad. El proletariado es caracterizado aquí como portavoz de las necesidades del ulterior desarrollo de las fuerzas productivas, que se ven encadenadas por la forma burguesa de la propiedad privada. La revolución proletaria, escribían Marx y Engels, a diferencia de todas las revoluciones del pasado, tiene por finalidad, no el paso de la propiedad privada de las manos de una clase a las de otra clase, sino la total eliminación de la propiedad privada sobre los medios de producción, la terminación de la explotación y la división en clases. Fundacionadp.edu.pe [email protected] Av. Pershing N°335 (Ex-Faustino Sánchez) – e Magdalena del Mar El “Manifiesto del Partido Comunista” EL Manifiesto del Partido Comunista, fue escrito por Marx y Engels, representaba la exposición sistemática de las tesis fundamentales del socialismo científico. El pensamiento fundamental que impregna todo el contenido del Manifiesto es el pensamiento de que la producción económica y la estructura de la sociedad —derivada de dicha producción— de cualquier época histórica forman la base de su historia política e intelectual; que en consonancia con ello (desde la desintegración de la primitiva posesión territorial comunal), toda la historia ha sido la historia de la lucha de clases, de la lucha entre explotados y explotadores, entre clases sometidas y dominantes en las diversas fases del desarrollo social, y que esta lucha ha llegado ahora a una fase en que la clase explotada y oprimida (el proletariado) ya no puede emanciparse de la clase que lo explota (la burguesía), sin liberar, al mismo tiempo y para siempre, a toda la sociedad de la explotación, de la opresión y de la lucha de clases. El Manifiesto muestra el papel de la revolución —forma más aguda y más resuelta de la lucha de clases— en el desarrollo progresista de la sociedad, en la sustitución de una formación económico-social por otra, y en la realización de la exigencia de la ley económica sobre la obligada consonancia entre las relaciones de producción y el carácter de las fuerzas productivas. Al caracterizar las contradicciones que minan la sociedad capitalista, el Manifiesto señala las crisis económicas que se repiten periódicamente y que, cada vez con mayor gravedad, se ciernen con mayor peligro para la existencia de toda la sociedad burguesa. Fundacionadp.edu.pe [email protected] Av. Pershing N°335 (Ex-Faustino Sánchez) – e Magdalena del Mar El Manifiesto saca la conclusión de que las relaciones burguesas de producción se convierten en trabas para la sociedad, de que la burguesía no es capaz de seguir siendo la clase dominante de la sociedad, ya que no está en condiciones de asegurar a su esclavo ni siquiera el nivel de existencia que le corresponde. La única clase verdadera y consecuentemente revolucionaria —el proletariado—, formada dentro de la sociedad burguesa, ha sido preparada por la propia historia para representar el papel de sepulturero de la burguesía, para desempeñar el papel de transformador de toda la sociedad. El proletariado es la única clase de la sociedad que no tiene interés en conservar la propiedad privada ni el modo de producción basado en la explotación del hombre por el hombre. De aquí emana su misión histórica: poner término al régimen de explotación mediante el derrocamiento revolucionario del dominio de la burguesía y la toma del poder en sus propias manos. “El proletariado —se dice en el Manifiesto— se valdrá de su dominación política para despojar a la burguesía progresivamente de todo capital, para centralizar todos los instrumentos de producción en manos del Estado, es decir, del proletariado organizado como clase dominante, y para acrecentar con la mayor rapidez posible la masa de las fuerzas productivas”. En el Manifiesto se señala que esto no podrá cumplirse, al principio, sino mediante una franca violación del derecho de propiedad y de las relaciones burguesas de producción. Se enumera una serie de medidas primarias concretas que el poder proletario habrá de adoptar para realizar esta transformación, y se hace la observación de que estas medidas, naturalmente, no serán idénticas en todos los países. En el Manifiesto se da una definición de la esencia de clase del poder político. “El poder político —escriben Marx y Engels—, en sentido estricto, es el poder organizado de una clase para la opresión de otra”. Partiendo de esta tesis, Marx y Engels explican que con la desaparición —en el curso del desarrollo de la sociedad después de la toma del poder por el proletariado— de las diferencias de clase y la concentración de toda la producción en manos de una libre asociación de individuos, el poder público pierde su carácter político. Fundacionadp.edu.pe [email protected] Av. Pershing N°335 (Ex-Faustino Sánchez) – e Magdalena del Mar Así, pues, se da aquí la explicación de que el Estado no es un fenómeno perpetuo, sino históricamente transitorio, vinculado con la existencia de las clases y con la diferenciación de las mismas. El proletariado, una vez en el poder, utiliza éste para la transformación de la sociedad y prepara, así, las condiciones para la futura extinción del Estado. El Manifiesto desarrolla la teoría marxista sobre el derecho, explica el carácter históricamente transitorio de la propiedad privada —de esta base del Estado y del derecho de todo régimen de explotación— y la inevitabilidad de su desaparición. El derecho, como el Estado, es un fenómeno superestructural, condicionado por las bases materiales de la sociedad y por su estructura de clases, por el hecho de ser una u otra clase la que está en posesión de los medios fundamentales de producción. Esta caracterización que no sólo pone al descubierto la esencia del derecho burgués, sino que da la clave para comprender la esencia de clase del derecho de otros tipos históricos. “Vuestras ideas mismas” —escriben Marx y Engels, dirigiéndose a la burguesía— son producto de las relaciones de producción y de propiedad burguesa, como vuestro derecho no es más que la voluntad de vuestra clase erigida en ley; voluntad cuyo contenido está determinado por las condiciones materiales de existencia de vuestra clase”. La lucha de clases en Francia y El Dieciocho Brumario de Luis Bonaparte En La lucha de clases en Francia y El Dieciocho Brumario de Luis Bonaparte son objeto de análisis, la revolución de 1848 en Francia y el Estado y el derecho burgueses. Marx y Engels se detienen especialmente en el problema de la actitud de la clase obrera frente a los campesinos. Desarrollan la tesis acerca de que la revolución proletaria triunfará sólo si cuenta con el apoyo de una “segunda edición” de la guerra campesina, y señalan la necesidad de atraer a los campesinos al lado del proletariado. Marx y Engels subrayan que precisamente en el proletariado urbano, que tiene por misión derrocar el orden burgués, encuentran los campesinos su jefe y aliado natural. Fundacionadp.edu.pe [email protected] Av. Pershing N°335 (Ex-Faustino Sánchez) – e Magdalena del Mar Marx señala por qué la república parlamentaria y el sufragio universal no son ninguna panacea contra los males del capitalismo, y que, incluso en las condiciones del régimen de explotación, el sufragio universal puede, en determinadas condiciones, servir a los fines de la reacción, a los fines de un golpe contrarrevolucionario. Estas tesis hallan una fundamentación minuciosa en el trabajo de Marx El dieciocho Brumario de Luis Bonaparte, en que el autor pone al descubierto la esencia de la Constitución burguesa y el carácter formal y limitado de la democracia burguesa. La dictadura del proletariado no puede existir si se conserva la vieja máquina militar burocrática de explotación, que la ruptura de dicha máquina es la condición más importante, sin la cual es inconcebible una victoriosa dictadura del proletariado. En ese mismo período (1852), Marx formula la tesis clásica del marxismo que esclarece el concepto de la dictadura del proletariado y que explica la importancia que el propio Marx, en su teoría, concede a dicha idea. Marx escribe: “...en lo que a mí respecta, no ostento el título de descubridor de la existencia de las clases en la sociedad moderna, y tampoco siquiera de la lucha entre ellas. Mucho antes que yo, los historiadores burgueses habían descrito el desarrollo histórico de esta lucha de clases, y los economistas burgueses, la anatomía económica de las clases. Lo que yo hice de nuevo fue demostrar: 1) Que la existencia de las clases está vinculada únicamente a fases particulares, históricas, del desarrollo de la producción; 2) que la lucha de clases conduce necesariamente a la dictadura del proletariado; 3) que esta misma dictadura sólo constituye la transición a la abolición de todas las clases y a una sociedad sin clases”. Fundacionadp.edu.pe [email protected] Av. Pershing N°335 (Ex-Faustino Sánchez) – e Magdalena del Mar En el Prefacio a la Crítica de la economía política, Marx, al hacer el balance de los resultados de su método en cuanto a la aplicación de éste a los fenómenos sociales, dio una formulación clásica de las tesis fundamentales del materialismo histórico. Estas tesis son: la que se refiere a las relaciones de producción que, en su conjunto, forman la estructura económica de la sociedad, la base real de ésta sobre la cual se erige la superestructura jurídica y política; la que se refiere a la consonancia de las relaciones de producción, en una determinada fase de desarrollo, con las fuerzas productivas materiales; la que se refiere a las contradicciones que, en determinadas fases de desarrollo, surgen entre las fuerzas productoras de la sociedad y las relaciones de producción, o, en términos jurídicos, con las relaciones de propiedad, en el seno de las cuales esas fuerzas productivas se habían movido hasta entonces; la que se refiere a la revolución social que estas contradicciones engendran. En El Capital, Marx descubrió las leyes económicas que rigen en la sociedad capitalista contemporánea. El análisis, desde todos los ángulos de las crisis económicas, de la manera en que, de hecho, se establece la concentración del capital y de la depauperación del proletariado, permitieron fundamentar la conclusión de que las relaciones burguesas se han convertido en un freno para el desarrollo de las fuerzas productivas y que, en virtud de ello, la revolución proletaria ha llegado a ser inevitable. “El monopolio del capital se convierte en grillete del régimen de producción que ha florecido con él y bajo él. La centralización y la socialización del trabajo llegan a un punto en que son ya incompatibles con su envoltura capitalista. Esta salta hecha añicos. Le llega la hora a la propiedad privada capitalista. Los expropiadores son expropiados”. Fundacionadp.edu.pe [email protected] Av. Pershing N°335 (Ex-Faustino Sánchez) – e Magdalena del Mar Marx esclarece la influencia inversa que la superestructura —sobre todo el Estado y el derecho— ejerce sobre la base económica. Muestra, por ejemplo, como en el período de la acumulación originaria del capital la burguesía incipiente utilizó la fuerza del poder del Estado para, en forma coercitiva, mantener los salarios dentro de los límites favorables a la extracción de plusvalía, para prolongar la jornada de trabajo y para mantener al propio obrero dependiente del capital. Al analizar la brutal legislación de aquellos años en Inglaterra, dirigida contra las masas trabajadoras expropiadas, Marx, empleando los ejemplos que se refieren a la etapa de la acumulación originaria, pinta en forma expresiva el carácter de la influencia inversa del Estado y del derecho ejercida sobre la economía, en aquella etapa. Marx analiza aquí las leyes inhumanas dictadas contra la vagancia, que tenían por finalidad asegurar la mano de obra necesaria para el modo capitalista de producción y doblegar a los pobres de la aldea —violentamente despojados de la tierra y convertidos en vagabundos—, habituándolos a la disciplina del trabajo asalariado. Es de particular importancia destacar las páginas de El Capital donde Marx analiza la compra y venta de la fuerza de trabajo. En la órbita de la circulación o del cambio de mercaderías, dentro de cuyas fronteras se desarrolla la compra y la venta de la fuerza de trabajo —hace notar irónicamente Marx—, imperan la libertad, la igualdad, la propiedad. El comprador y el vendedor de la fuerza de trabajo concluyen un contrato como personas libres, jurídicamente iguales en derechos. Uno y otro no son más que poseedores de mercaderías que cambian equivalente por equivalente. Cada uno de ellos dispone solamente de lo que es suyo. Al abandonar esta órbita de la circulación simple o cambio de mercancías, dice a continuación Marx, notamos que comienza a cambiar “la fisonomía de los personajes de nuestro drama. El antiguo poseedor de dinero rompe la marcha convertido en capitalista, y tras él viene el poseedor de la fuerza de trabajo, transformado en obrero suyo; aquél, pisando recio y sonriendo desdeñoso, todo apresurado; éste, tímido y receloso, de mala gana, como quien va a vender su propio pellejo y sabe la suerte que le aguarda: que se lo curtan”. Fundacionadp.edu.pe [email protected] Av. Pershing N°335 (Ex-Faustino Sánchez) – e Magdalena del Mar Así, pues, al analizar la contratación de la fuerza de trabajo dentro de la sociedad capitalista, Marx señala la necesidad de distinguir entre la forma jurídica del contrato y el contenido económico-social que éste expresa. En El Capital, Marx fundamenta profundamente una de las tesis básicas de su teoría referente al derecho; no es posible comprender el derecho sin haber esclarecido antes las bases materiales que lo condicionan. Como fenómenos superestructurales, todas las normas del derecho y también todas las relaciones jurídicas, en última instancia, están condicionadas por la base material, están al servicio de las necesidades de esta última, y deben afianzarla por todos los medios. Marx destaca en El Capital que la explotación del hombre por el hombre presupone la existencia de la propiedad privada sobre los medios de producción, que es ésta, precisamente, la que da vida a dicha explotación. La propiedad privada capitalista sobre los medios de producción forma la base del Estado burgués. De conformidad con ello, también el derecho de la propiedad privada constituye la institución fundamental del derecho burgués. Investigando en El Capital la sociedad capitalista, Marx muestra la evolución de la propiedad capitalista y el proceso de su refrendo (el papel protector del Estado y de la legislación en este proceso, de lo cual ya se habló antes). Marx hace una crítica aniquiladora de la teoría hegeliana referente a la propiedad privada como una relación entre el hombre y la naturaleza, como un derecho absoluto del hombre a apropiarse de todas las cosas. Pone al desnudo las ideas jurídicas acerca de la propiedad privada como algo que es, según ellos, válido para todas las épocas. Marx demuestra que la propiedad es una relación social y no una relación entre el hombre, la naturaleza y las cosas; que el derecho de propiedad privada no es eterno ni mucho menos, por cuanto, condicionado por un determinado modo de producción (por leyes económicas independientes de la voluntad de los hombres, que rigen en la sociedad de explotación y que tienen vigor tan sólo cuando existen las correspondientes condiciones económicas), nace únicamente con la aparición de condiciones económicas adecuadas y deja de existir al modificarse éstas. Fundacionadp.edu.pe [email protected] Av. Pershing N°335 (Ex-Faustino Sánchez) – e Magdalena del Mar En la obra “Crítica del Programa de Gotha” señala que la fase primera o inferior del comunismo es el socialismo, Marx esclarece que bajo el socialismo, no obstante que en éste el contenido de la forma de la distribución se ha modificado radicalmente —debido a la falta de la propiedad privada de explotación—, continúa existiendo la desigualdad —refrendada por el derecho— en la distribución, debido a la necesidad de la estricta consonancia entre la medida del trabajo y del consumo, según el principio, “de cada uno según su capacidad, a cada uno según su trabajo”. Además, continúa diciendo, “éstos son defectos inevitables en la primera fase de la sociedad comunista, tal como ha surgido de la sociedad capitalista después de un prolongado y doloroso alumbramiento. El derecho no puede jamás estar a un nivel superior al de la forma económica de la sociedad y de su correspondiente desarrollo cultural”. Caracterizando la fase superior de la sociedad comunista, Marx escribe: “En una fase superior de la sociedad comunista, cuando haya desaparecido la sumisión esclavizadora de los individuos a la división del trabajo, y con ella, por tanto, el antagonismo entre el trabajo intelectual y el trabajo manual; cuando el trabajo se convierta no solamente en medio de vida sino en la primera condición de la existencia; cuando al desarrollarse en todos sus aspectos los individuos, se desarrollen también las fuerzas productivas y fluyan con todo su caudal los manantiales de la riqueza colectiva, sólo entonces podrá rebasarse totalmente el estrecho horizonte del derecho burgués y la sociedad podrá escribir en su bandera: De cada uno, según su capacidad, a cada uno, según sus necesidades”. Engels, en el “Anti-Dühring” formula la tesis fundamental de la teoría marxista sobre la moral, mostrando el carácter de clase de ésta en una sociedad dividida en clases. Engels analiza los problemas de la moral en la más íntima ligazón con los del derecho. Este, igual que la moral, está condicionado, en última instancia, por las condiciones materiales de vida de la sociedad, y se modifica a la par de éstas. Fundacionadp.edu.pe [email protected] Av. Pershing N°335 (Ex-Faustino Sánchez) – e Magdalena del Mar “El proletariado toma en sus manos el poder del Estado y convierte, en primer lugar, los medios de producción en propiedad del Estado. Pero con este mismo acto se destruye a sí mismo como proletariado, y destruye toda diferencia y todo antagonismo de clases, y, con ello, al Estado como tal.” “Cuando ya no exista ninguna clase social a la que haya que mantener en la opresión; cuando desaparezcan, junto con la dominación de clase, junto con la lucha por la existencia individual, engendrada por la actual anarquía de producción, los choques y los excesos resultantes de esta lucha, no habrá ya nada que reprimir ni hará falta, por tanto, esa fuerza especial de represión, el Estado. El primer acto en que el Estado se manifiesta efectivamente como representante de toda la sociedad, es a la par su último acto independiente como Estado. La intervención de la autoridad del Estado en las relaciones sociales se hará superflua en un campo tras otro de la vida social y se adormecerá por sí misma. El gobierno sobre las personas es sustituido por la administración de las cosas y por la dirección de los procesos de producción. El Estado no será abolido; se extingue”. En las cartas dirigidas a C. Schmidt y a J. Bloch, Engels, desarrollando la teoría marxista referente a la correlación entre la base y la superestructura, destaca especialmente el papel que el Estado y sus formas políticas desempeñan en la evolución de la sociedad humana. “La situación económica es la base, pero las diversas partes de la superestructura —las formas políticas de la lucha de clases y sus consecuencias, las Constituciones establecidas por la clase victoriosa después de ganar la batalla, etcétera— las formas jurídicas —y en consecuencia inclusive los reflejos de todas esas luchas reales en los cerebros de los combatientes: teorías políticas, jurídicas, filosóficas, ideas religiosas y su desarrollo ulterior hasta convertirse en sistemas de dogmas—, también ejercen su influencia sobre el curso de las luchas históricas y en muchos casos preponderan en la determinación de su forma. Hay una interacción de todos esos elementos: en el seno de la interminable multitud de accidentes (es decir, de cosas y hechos cuyo vínculo interno es tan lejano o tan imposible de demostrar que los consideramos como inexistentes y que podemos despreciarlos), el movimiento económico termina por hacerse valer como necesario. Si no fuese así, la aplicación de la teoría a cualquier período de la historia que se elija sería más fácil que la solución de una simple ecuación de primer grado”. Fundacionadp.edu.pe [email protected] Av. Pershing N°335 (Ex-Faustino Sánchez) – e Magdalena del Mar