Presentación BAKUNIN Y EL ANARQUISMO PDF

Summary

-Presentación del tema Bakunin y el anarquismo. -Breve introducción a la ideología de Bakunin y al concepto de anarquismo. -Primeros párrafos de un texto que trata de la ideologia de Bakunin.

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F U N D A C I O N A D P. E D U. P E BAKUNIN Y EL ANARQUISMO Fundacionadp.edu.pe [email protected] Av. Pershing N°335 (Ex-Faustino Sánchez) – e Magdalena del Mar BAKUNIN La ideología de Bakunín desca...

F U N D A C I O N A D P. E D U. P E BAKUNIN Y EL ANARQUISMO Fundacionadp.edu.pe [email protected] Av. Pershing N°335 (Ex-Faustino Sánchez) – e Magdalena del Mar BAKUNIN La ideología de Bakunín descansa en una base de implacable y severo materialismo. El hombre, ser material, nace en un mundo donde existen algunas grandes realidades inevitables y evidentes, a las que es preciso acomodarse, y varias abstracciones corporeizadas, inútiles y despóticas, que entorpecen la vida racional del ser, y contra las que es posible y necesaria la rebelión. Las dos grandes realidades son la Sociedad y la Naturaleza. La Religión, con la Moral y la Iglesia como consecuencias principales, y el Estado, con la Ley y el Gobierno como resultantes más inmediatos, son las dos abstracciones esenciales que una parte de los hombres ha convertido en eficacísimos medios de oprimir y expoliar al resto de sus semejantes. No cabe el evadirse a la Naturaleza, cuyas condiciones de relación con la Humanidad hay que conocer y observar estrictamente, si no se quiere ser aplastado por los hechos naturales al seguir éstos su curso lógico. El hombre que quisiera rebelarse al acto natural e imperativo de comer, moriría. El hombre que intentara rebelarse al acto imperativo, natural, de morir, no moriría menos. Hay, pues, que estudiar la Naturaleza, dominar sus secretos y amoldarnos a su modo de ser y a sus manifestaciones, procurando siempre extraer de ellas lo que de mejor haya para nosotros. Respecto al mundo desconocido, a lo irreal y a lo misterioso, hay que prescindir de ello totalmente, limitándonos al examen de lo que vemos, palpamos y podemos comprender, y contemplando todas las cosas con el ánimo exento de prejuicios para poder formar una idea exacta y natural, no convencional e ilógica, de ellas. Quien, por ejemplo, comenzase a hacer estudios espíritas, llevando la convicción previa de que los espíritus existen, no podrá nunca llegar a la verdad, pues cualquier indicio que encuentre lo considerará afirmativo, mientras que el no encontrar indicio alguno no debilitará en nada una fe que ya vibraba a priori sin necesidad de comprobación ninguna. Fundacionadp.edu.pe [email protected] Av. Pershing N°335 (Ex-Faustino Sánchez) – e Magdalena del Mar Por lo que toca a la Sociedad, Bakunín la mira, igual que a la Naturaleza, como un hecho fatal, inmenso, ineludible, que no puede controvertirse ni definirse, ni como bien, ni como mal. Es, simplemente, una realidad superior y anterior a todas las voliciones y a todas las posibilidades humanas. Como la Naturaleza, corno la Vida misma, la Sociedad tiene que admitirse sin discusión. Así como al descontento de haber nacido en la Tierra no le queda ni aun la solución de arrojarse fuera del Orbe, al descontento de la Sociedad, como al descontento de la Naturaleza, y como al descontento de la Vida, no se le ofrece salida posible. El hombre, producto de la Sociedad, según el criterio bakuninista, no puede desligarse de ella sin destruirse, como un brazo o un pie no puede, sin anularse, separarse de la sociedad fisioquímica que forma cada cuerpo viviente. El anarquista verdadero no es, pues, un negador de la Vida, un enemigo de la Sociedad, un partidario de la Nada. El nadista, suponiendo que lo haya, no es precisamente el anarquista. Este, por el contrario, ama la Vida y la Sociedad y quiere la exaltación de ambas dentro de la razón y de la Naturaleza, luchando, en consecuencia lógica, contra las instituciones absurdas y antinaturales que niegan la Vida, constriñen la Libertad y convierten la Sociedad espontánea en un rebaño organizado por medios coactivos. El anarquismo quiere, verbigracia, que cada hombre haga su voluntad, mientras ésta no se oponga al sentir de la Sociedad en pleno (que, en este caso, y sin otros recursos, que la simple manifestación de su voluntad colectiva, puede aniquilar moralmente a cualquier individuo aislado, por temible y potente que sea). Pero si la voluntad de este individuo coincide con la de otros, nada se opone a que todos ellos, individuos libres, se federen en un grupo libre, cuyos deseos electivos pueden, sucesivamente, realizarse mediante asociaciones voluntarias con otros grupos. Indudablemente, nada hay aquí de absurdo, antinatural o negativo. Fundacionadp.edu.pe [email protected] Av. Pershing N°335 (Ex-Faustino Sánchez) – e Magdalena del Mar Por el contrario, es disparatado, estúpido e indignante, y, sobre todo, pugna con las leyes de la Naturaleza, el que un individuo, en virtud de una ley convencional, que no ha contribuido a promulgar o ha sido promulgada con su voto en contra, pueda ser compelido a verificar actos que le vejan o le repugnan, obligándole a verificarlos con el empleo de los medios impositivos de que dispone un Estado en cuya organización, composición, regencia y beneficio no tiene arte ni parte el individuo de que se trata. La razón que en principio asiste a Bakunín y a los anarquistas, resplandece, deslumbradora, en este como en otra infinidad de casos. Es, por lo tanto, el Estado, con sus consecuencias, Ley, Gobierno, Coacción, y no la Sociedad, lo rechazado y combatido por Miguel Bakunín. En un principio, cuando el hombre comenzó a despertar del sueño magnético de la irracionalidad en que vivió sumido durante cientos de siglos, la Religión fue el órgano moral y el Estado el instrumento material de los que la Sociedad, instintivamente, se valió para aglutinarse y progresar. Pero el hecho de que esas instituciones hayan tenido en la Historia una evidente importancia y hayan constituido una necesidad absoluta, no abona el que la Humanidad tenga que continuar llevándolas sobre sus hombros tal que dos fardos. Es como si el andador en que un niño ha dado sus pasos primeros se convirtiera en objeto permanente de su uso cuando ya ha dejado de serie preciso. En este sentido, Bakunín propone la destrucción de la Religión por la práctica de la crítica, y la demolición del Estado por la acción revolucionaria. Abolidas entrambas instituciones, el hombre podrá reorganizarse libremente en la forma que la Naturaleza le aconseje y exija y del modo más beneficioso para la colectividad y para el individuo. Sin leyes, sin autoridades, sin monopolios ni contribuciones, el ejercicio de cualquier actividad será mucho más fácil, grato y fructífero. Fundacionadp.edu.pe [email protected] Av. Pershing N°335 (Ex-Faustino Sánchez) – e Magdalena del Mar Todos trabajarán, porque este es un dictado de la Naturaleza y una necesidad social; pero se dedicarán a aquello que prefieran y trabajarán menos, porque, laborando todos y aprovechándose cada uno del fruto total y directo de su trabajo, eliminando la enorme masa parasitaria (plutocracia, aristocracia, burocracia, ejército, clero, etc.), que hoy subsiste a costa del sudor ajeno, cada hombre, en una breve jornada diaria, producirá más que de sobra para sus necesidades. Para llegar a una Anarquía perfecta, en la que todos los seres, libres de las cadenas seculares, vivan armoniosamente, independientemente, dentro de la Naturaleza y de la Sociedad, no sólo es imprescindible derribar el Estado de un golpe, sino que hay que continuar, quizá por espacia de muchos años, lo que Miguel Bakunín, anticipándose al bolchevismo ruso, llamaba la "Revolución permanente", tanto para ahogar probables intentos de restauración del Estado, como para abatir sucesivamente las formas transitorias e intermedias que se fueren creando en el paso del Estatismo a la Anarquía. A esta concepción bakuniníana responde la actual táctica anarquista de acción. Abolido el Estado, sería, consecuentemente, destruido el poder clerical, y la Religión, falta de órganos dominativos y batida en brecha por la crítica racionalista, sobreviviría muy poco a la ruina general del convencionalismo humano del presente. Fundacionadp.edu.pe [email protected] Av. Pershing N°335 (Ex-Faustino Sánchez) – e Magdalena del Mar Resumiendo: las ideas de Bakunín presentan dos aspectos: destructivo, negativo, el uno; positivo, constructivo, el otro. Al primero pertenece la labor de crítica religiosa y la de lucha revolucionaria contra el Estado, que no es la Sociedad, sino sólo una de sus formas históricas, y por ende la más brutal y abstracta. No obsta que, en alguna ocasión, el Estado quiera el bien general y trate de imponerlo. También contra este bien hay que luchar, porque no es bueno nunca lo que de grado no se acepta y de corazón no se ama. De modo que, en todos los casos, el deber del revolucionario, del anarquista, está en combatir todas las manifestaciones estatales y demoler todas las instituciones que emanen del Estado, sin dejar jamás de atacar, a la vez, el "estatismo espiritualista" que todas las confesiones religiosas pretenden imponer a sus creyentes. Despedazar la Religión y el Estado para manumitir, moral y materialmente, a todos los hombres, es el objeto. La parte constructiva del anarquismo se refiere a la reorganización social en la Anarquía. Bakunín rebate la teoría de que, hecha la Revolución, sea un número determinado de hombres el que se encargue de reconstruir la Sociedad. La creencia bakuninista es muy otra, y propugna la conveniencia de dejar al pueblo dueño de sus destinos, para que él mismo, siguiendo sus propios sentires, al margen de toda imposición, de toda dictadura permanente o provisional, se trace sus normas de conducta y se organice como bien le parezca. "Que todas las pasiones se exacerben, que se desencadenen todos los instintos -decía Bakunín- Y de ese temporal humano saldrá la armonía del porvenir". No obstante, el propio Bakunín reconocía la conveniencia de crear algún órgano de acción que, en un momento dado, interpretando la libérrima voluntad de sus afiliados todos, dictase, sin carácter oficial, las líneas generales de una reorganización común, y las hiciese triunfar en la conciencia de las masas. La "Alianza" tendía a este fin, como anteriormente hemos visto. Fundacionadp.edu.pe [email protected] Av. Pershing N°335 (Ex-Faustino Sánchez) – e Magdalena del Mar Pero nótese que esta institución no tendía a establecer una dictadura de partido, como los comunistas han hecho en Rusia y los fascistas han impuesto a Italia. No. La Alianza, procediendo en nombre de la razón natural, aspiraba al triunfo de sus creencias en el ánimo de las masas, para que éstas se manifestasen y operasen según el criterio aliancista que se formaría, colectivamente, por la suma de los criterios de todos los aliados. No se intentaba, pues, forzar al Pueblo a aceptar un dogma, como hacen los católicos en el orden religioso, los fascistas en el político y los comunistas en el social. El objeto era crear una voluntad colectiva y realizarla. Y como a la Alianza, en principio, eran admitidos todos sin que a nadie se le impusiese un credo ni un reglamento que le limitase su libertad, la voluntad de la organización podía ser el total de un conjunto de voluntades naturales espontáneas y humanas de verdad, por cuanto brotaban del seno mismo del sentimiento y el pensamiento de cada individuo. Antes hemos tenido ocasión de apreciar cuáles eran las ideas de Miguel Bakunín respecto a las condiciones en que había de reanudarse la vida social. Deshechos por la violencia los lazos forzosos que unen hoy a los individuos con las colectividades y a éstas entre sí, la reorganización se haría de abajo a arriba, de menor a mayor, según los principios del federalismo integral. El hombre, libremente federado en Sindicatos para atender a las necesidades económicas, libremente agregado a Municipios libres desde el punto de vista territorial. Los Sindicatos, agrupándose voluntariamente unos a otros; los Municipios federándose libremente, para constituir provincias o regiones; las regiones, uniéndose espontáneamente para constituir nacionalidades libres y éstas confederándose a su vez. A este respecto, observaré que el Programa de los Republicanos Federales Españoles viene a coincidir, sin demasiadas diferencias, con las aspiraciones ideológicas de los anarco-sindicalistas, y no está quizá lejano el día en que el Partido Federal, la Confederación Nacional del Trabajo y las Federaciones Anarquistas de España lleguen a un convenio de ayuda mutua para la acción, ya que no también para la ideología. Fundacionadp.edu.pe [email protected] Av. Pershing N°335 (Ex-Faustino Sánchez) – e Magdalena del Mar Expuestas quedan aquí las ideas principales de carácter práctico que distinguieron e individualizaron la ingente personalidad filosófica de Bakunín. Y, para terminar, transcribiré las palabras con que el gran agitador define las aspiraciones supremas del individuo en su marcha ascendente de la fatalidad ciega al libre albedrío, de la Autoridad (autocracia) a la Libertad (acracia): "Insignificante y perecedero, gota impalpable en el mar sin orillas de la evolución universal, con dos eternidades desconocidas, detrás una, delante la otra, el hombre activo, pensante, consciente, reposa, orgulloso, en el sentimiento de la libertad, que él mismo se labra, alumbrando, libertando, revolucionando al mundo que le rodea. Este es su consuelo, su premio y su paraíso... Su palabra postrera, su pensamiento más profundo sobre la unidad del Universo, será el sentimiento de la "eterna transformación universal" esto es un movimiento sin principio ni fin, ilimitado. Lo opuesto a cualquier clase de providencia, la negación absoluta de Dios". Fundacionadp.edu.pe [email protected] Av. Pershing N°335 (Ex-Faustino Sánchez) – e Magdalena del Mar BERNSTEIN Y LA SOCIALDEMOCRACIA Fundacionadp.edu.pe [email protected] Av. Pershing N°335 (Ex-Faustino Sánchez) – e Magdalena del Mar La socialdemocracia nació a fines del siglo XIX y su influencia inmediata es el marxismo. A diferencia de los marxistas más radicalizados, los socialdemócratas creían que era posible lograr condiciones de equidad y justicia social sin necesidad de abandonar el estado representativo. En lugar de promover una revolución violenta que acabara con el modelo capitalista, los socialdemócratas imaginaban una evolución pacífica de las condiciones de vida, utilizando la elección democrática como herramienta. En rigor, los socialdemócratas pensaban que el objetivo de la evolución democrática debía ser el cambio de modelo. De un régimen capitalista podía pasarse a uno socialista sin que fuera necesario por ello recurrir a medios revolucionarios drásticos. Esta postura dividió al marxismo europeo, de modo que los marxistas tradicionales pasaron a ser identificados con el comunismo y los socialdemócratas con el socialismo (aunque se diría de ellos, despectivamente desde el comunismo, que eran “socialistas reformistas”). Bernstein encarnó la voluntad explícita de “revisar” importantes aspectos del marxismo, valoró los aspectos éticos del socialismo que él consideraba relegados en el marxismo por una visión “economicista” y determinista del proceso revolucionario. El socialismo para Bernstein ya no era un estadio que se implantará bruscamente tras la toma del poder de la clase obrera, sino un horizonte al cual se habría de llegar gradualmente y no como consecuencia de una catástrofe económica o política. La forma imprescindible de este proceso había de ser la democracia. No es que excluyera la posibilidad de una toma violenta del poder, pero es claro que para él que el sufragio universal y la democracia parlamentaria eran los medios políticos más adecuados frente a lo que consideraba “atavismos políticos” revolucionarios (la insurrección, la dictadura del proletariado). Fundacionadp.edu.pe [email protected] Av. Pershing N°335 (Ex-Faustino Sánchez) – e Magdalena del Mar Dice Eduard Bernstein, en su texto “Las premisas del socialismo y las tareas de la socialdemocracia”, quien es considerado el padre de la socialdemocracia: “Política de clase obrera no significa (…) un antagonismo absoluto con los intereses de las otras clases, (…) significa libertad de los intereses particulares y específicos de las otras clases. “(…) La socialdemocracia se propone ante todo elevar continuamente al trabajador de la condición de proletario a la de ciudadano y generalizar el sistema civil o la condición de ciudadano. No trata de sustituir la sociedad civil por una sociedad proletaria, sino el orden social capitalista por un orden social socialista”. El capitalismo no tuvo el efecto que se esperó durante largo tiempo de él: 1. Simplificar la sociedad en su estructura y organismo, es decir, crear relaciones generalmente simples. 2. La sociedad se hizo más complicada, la división en clases aumentó, se ramificó cada vez más. 3. La clase obrera no puede ser considerada como una masa homogénea y uniforme, ya que existe una diferenciación social entre todos los obreros. Lo mismo sucede con la burguesía. 4. A medida que las instituciones políticas de las naciones modernas se democratizan, se reducen la necesidad y las oportunidades de grandes catástrofes políticas. 5. La lucha por la democracia y la formación de órganos políticos y económicos de la democracia son la condición preliminar para la realización del socialismo. Fundacionadp.edu.pe [email protected] Av. Pershing N°335 (Ex-Faustino Sánchez) – e Magdalena del Mar Los principios que entonces se erigieron como bandera de la socialdemocracia fueron: 1. La organización de los obreros en un partido político. 2. La coalición política, sindical y gremial para resistir las tendencias capitalistas. 3. La defensa de los derechos políticos y la generalización de la condición de ciudadano. 4. La aceptación de la responsabilidad económica individual. 5. El desarrollo de la democracia. El surgimiento y desarrollo de modelos de estado de bienestar, a lo largo del siglo XX, pareció dar la razón a los socialdemócratas, en tanto parecía demostrarse que ni estado ni capitalismo eran incompatibles en la búsqueda de una sociedad más justa. Fue entre el fin de la Segunda Guerra y los años setenta que los socialdemócratas se transformaron en la expresión más importante de la izquierda, a nivel mundial. Sin embargo, la caída del estado de bienestar puso en duda los postulados socialdemócratas, que recibieron críticas tanto desde la doctrina liberal como desde el marxismo ortodoxo. Fundacionadp.edu.pe [email protected] Av. Pershing N°335 (Ex-Faustino Sánchez) – e Magdalena del Mar

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