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Mediadores inflamatorios con distintos tratamientos según el fenotipo asmático.

Células que aumentan en el asma y liberan mediadores que contraen los bronquios.

Células inflamatorias en la vía aérea, su número indica gravedad del asma.

Tipo de célula involucrada en inflamaciones más graves del asma.

Células presentadoras de antígenos que participan en el asma.

Células que participan en la inflamación asmática.

Cambios estructurales irreversibles en la vía aérea causados por inflamación crónica.

Estrechamiento de vías respiratorias que se puede revertir, es una característica del asma.

Estrechamiento de vías respiratorias que NO se puede revertir.

Mayor sensibilidad de las vías respiratorias a estímulos, típica del asma.

Aumento del tamaño y número de células en las vías respiratorias asmáticas.

Acumulación de tejido fibroso en la vía aérea, asociadas a inflamaciones prolongadas.

Muerte celular programada.

Cambios en el intercambio de oxígeno y dióxido de carbono en los pulmones que causan hipoxemia, especialmente en etapas avanzadas de la enfermedad.

Respuesta excesiva de los bronquios a estímulos diferentes del asma.

Cambios estructurales en los bronquios, incluyendo aumento de capilares sanguíneos, colágeno, daños en el epitelio, e hipertrofia de glándulas mucosas; son irreversibles.

Tos sin mucosidad, que puede ser el único síntoma inicial del asma.

Dificultad para respirar causada por la obstrucción de las vías respiratorias.

Sonido silbante al respirar, un síntoma común del asma.

Los síntomas del asma pueden cambiar a lo largo del día o la semana, con episodios a veces nocturnos.

Factores que pueden desencadenar un ataque de asma, como ejercicio, risa intensa, oler ciertos olores.

Predisposición genética a desarrollar alergias.

Inflamación de la mucosa nasal.

Los síntomas del asma empeoran por la noche o madrugada, varían en duración e intensidad y suelen desencadenarse por infecciones virales, ejercicio, alérgenos, clima, estaciones, emociones intensas o irritantes como el humo del tabaco.

Es obligatoria, pero normalmente es normal, con posible atrapamiento de aire. Ayuda a descartar otras enfermedades como cuerpos extraños bronquiales.

Prueba para medir la función pulmonar (flujo y volúmenes). Busca obstrucción reversible y variable del flujo de aire, e hiperrespuesta.

Volumen de aire exhalado en el primer segundo, indica la gravedad de la obstrucción bronquial.

Relación entre el FEV1 y la capacidad vital forzada (FVC), menor a 0.7 indica obstrucción bronquial.

Prueba donde se administra un broncodilatador para determinar si la obstrucción es reversible. Se mide el aumento de FEV1.

Pico de flujo espiratorio, el flujo máximo durante una espiración forzada. Ayuda a ver la variabilidad de la obstrucción.

Diferencia significativa en el PEF entre la mañana y la noche. > 60 l/min o del 20% indica variabilidad, posible asma.

Reacción exagerada de los bronquios a estímulos, importante en el diagnóstico del asma, a pesar de estar el paciente asintomático.

Pruebas que evalúan la reacción de la piel a alérgenos mediante punción epidérmica.

Prueba más específica para alergias, mide la cantidad de anticuerpos IgE en la sangre.

El diagnóstico se basa en la afectación de la función pulmonar (espirometría), y una prueba broncodilatadora, variabilidad PEF >20% o FENO elevado, y provocación bronquial inespecífica si es necesario.

Se debe evaluar el papel de los aeroalergenos, con valoración clínica y pruebas prick o IgE, además de medir la función pulmonar.

Diferenciar asma de otras enfermedades pulmonares como EPOC, bronquiectasias, bronquitis eosinofílica, disfunción de cuerdas vocales, traqueomalacia.

Enfermedad pulmonar obstructiva crónica que puede presentar síntomas similares al asma, sobre todo en fumadores.

Causa de tos, dificultad para respirar (disnea) y silbidos (sibilancias) en pacientes con asma que no responde al tratamiento habitual.

Tos crónica asociada al consumo de inhibidores de la enzima convertidora de la angiotensina (IECAS).

Problemas en la laringe o tráquea que pueden causar disnea y tos.

Dificultad para respirar con causas psicológicas, no de un problema físico.

Crecimientos anormales, usualmente no cancerosos, que pueden afectar los pulmones, laringe o tráquea.

Enfermedad genética que afecta las glándulas que producen moco, secreciones digestivas.

Problemas con el corazón o sus válvulas, como insuficiencia cardíaca, causan síntomas respiratorios.

Obstrucción de los vasos sanguíneos pulmonares por un coágulo sanguíneo.

Inflamaciones o lesiones en los tejidos entre los alvéolos (intersticios) en los pulmones.

Enfermedad pulmonar crónica (obstructiva) como enfisema o bronquitis crónica.

Proceso de determinar qué enfermedad es la causa de los síntomas.