Teoría del Sistema Sexo-Género

El sistema sexo-género se refiere a las normas, valores y prácticas sociales que las sociedades construyen alrededor de las diferencias biológicas entre hombres y mujeres.

Las diferencias biológicas entre hombres y mujeres, como la capacidad de dar a luz.

Se refiere a los roles, comportamientos y expectativas que una sociedad asocia a hombres y mujeres. Es decir, lo que se considera "femenino" y "masculino" en una cultura.

La socialización de género es el proceso mediante el cual se aprenden las normas, valores y roles que la sociedad espera de hombres y mujeres. Este proceso se lleva a cabo desde la infancia a través de la familia, escuela y otros contextos sociales.

Las pautas de género son las reglas y expectativas que una sociedad establece acerca de cómo deben comportarse los hombres y las mujeres.

El modelo androcéntrico es un sistema de valores y creencias que prioriza lo masculino y considera al hombre como superior a la mujer. Esto conduce a la discriminación y desigualdad de género.

La jerarquización de género se produce cuando las pautas de género asignan un valor superior a lo masculino y menos al femenino.Esto conduce a la desigualdad.

Las diferencias sexuales biológicas no justifican la desigualdad entre hombres y mujeres. La discriminación es producto de la construcción social de roles.

La ley 12/2010 de Castilla-La Mancha establece el principio de un lenguaje no sexista en todos los ámbitos de la sociedad, especialmente en los ámbitos administrativo y social.

El uso del plural masculino como genérico, como "los hombres", para referirse a todas las personas, se considera incorrecto según esta ley.

La ley exige emplear lenguaje inclusivo en la comunicación institucional, transmitiendo una imagen igualitaria de hombres y mujeres.

La ley busca promover la imagen de las mujeres en actividades donde están menos representadas, utilizando lenguaje no sexista.

Se busca promover la igualdad sustituyendo términos como "licenciados" por "licenciadas/os" o "señora de limpieza" por "limpiadora/es", evitando la distinción por sexo.

Las estructuras sociales, como la familia, escuela, trabajo, medios de comunicación y publicidad, que transmiten y refuerzan las normas de género.

El proceso de aprendizaje de las normas de género, que da forma a nuestra identidad como hombres o mujeres.

La diferencia entre las características biológicas que definen a un individuo como hombre o mujer, y las construcciones sociales que determinan lo masculino y lo femenino.

El conjunto de creencias y actitudes que atribuyen roles, habilidades y características a hombres y mujeres, independientemente de la realidad.

Las acciones y comportamientos que se consideran apropiados para hombres y mujeres en una cultura.

La doctrina que defiende la igualdad de derechos y oportunidades entre hombres y mujeres.

La actitud de prepotencia de los hombres hacia las mujeres, basada en la creencia de superioridad masculina.

La perspectiva que analiza las situaciones y las relaciones humanas teniendo en cuenta el impacto del género en ellas.

La reivindicación feminista que busca una sociedad más justa e igualitaria donde todas las personas tengan las mismas oportunidades.

La reivindicación feminista que reconoce el derecho individual a construir su propia identidad y a vivir de acuerdo a sus propios valores.

Un sistema de relaciones depoder donde los hombres dominan a las mujeres.

El primer momento de la lucha feminista, centrada en la conquista del derecho al voto.

Las transformaciones legales y sociales que buscan eliminar la discriminación legal contra las mujeres.

Los roles de género se basan en las expectativas que una sociedad tiene sobre hombres y mujeres según su sexo, influyendo en su comportamiento, opciones de vida y nivel de exigencia.

Los estereotipos de género son creencias generalizadas y simplificadas sobre cómo deben ser o comportarse hombres y mujeres. Estas ideas pueden ser negativas e injustas.

El proceso de socialización de género es como una educación invisible que aprendemos desde la infancia, formando nuestra identidad de género. Incluye normas, costumbres y roles.

Las instituciones son como actores en un juego: la familia, la escuela, los medios, etc. cada uno tiene un papel en la socialización de género.

La familia es el primer y principal agente de socialización de género. A través de sus valores y educación, transmite ideas sobre los roles que corresponden a cada sexo.

La escuela es un espacio de aprendizaje donde se refuerzan las normas de género a través del curriculum, actividades y roles.

Los medios de comunicación son poderosos agentes que nos muestran imágenes, historias y mensajes que influyen en nuestra percepción de la realidad de género.

Las redes sociales son un nuevo agente de socialización que refuerza o desafía las normas de género.

Las instituciones religiosas son agentes que también influyen en la formación de la identidad de género a través de valores y creencias.

Las personas aprendemos desde la infancia ciertos roles de género, pero estas ideas no son innatas. El sistema de género nos enseña a pensar y comportarnos.

El sistema de género, aunque ha producido desigualdades históricas, también tiene la capacidad de transformarse hacia una sociedad más justa y equitativa.

El lenguaje no es neutral: refleja las ideas de género de una sociedad. El uso sexista del lenguaje invisibiliza a las mujeres.

Se debe utilizar un lenguaje igualitario que no discrimine por género. Un lenguaje que reconozca a hombres y mujeres por igual.

Diversos recursos lingüisticos pueden utilizarse para evitar el lenguaje sexista y promover la igualdad.

El lenguaje debe cambiar para reflejar la realidad de una sociedad donde hombres y mujeres son igualmente importantes.