Teología: El Ser Humano y Dios

Parte de la Biblia que contiene la historia de la promesa de Dios al pueblo de Israel.

Parte de la Biblia que contiene el cumplimiento de la promesa en Jesús.

Los 5 primeros libros del Antiguo Testamento.

Libros del Nuevo Testamento que narran la vida, enseñanzas y milagros de Jesús.

Libros del Antiguo Testamento que cuentan la historia del pueblo de Israel, no son documentos históricos literalistas.

Libros del Antiguo Testamento que incluyen Salmos, oraciones y alabanzas.

Libros del Antiguo Testamento que se enfocan en la sabiduría, comúnmente a través de Salomón.

Libro del Nuevo Testamento que describe eventos futuros, principalmente apocalípticos.

Estudio del ser humano desde la perspectiva religiosa, diferenciándolo de Dios.

Estudio del ser humano desde la perspectiva cristiana, comparándolo con Jesús.

La conciencia humana de la existencia de Dios y el anhelo por comprenderlo.

El proceso continuo de autodescubrimiento, transformándose a través de experiencias.

La introspección nos lleva preguntas sobre la identidad y el propósito de la vida.

Necesidad de responder a las preguntas existenciales, pero también de plantear nuevas incógnitas.

El ser humano se describe como un enigma, un misterio que el mismo hombre debe descubrir.

El ser humano no puede definirse de manera inmutable o permanente, ya que el conocimiento y el cambio son inherentes a su naturaleza.

Enfoque en la bendición divina y la promesa de descendencia y tierra.

Interés en los aspectos culturales, como la circuncisión.

Énfasis en la Alianza y las exigencias morales, destacando la fe de Abraham.

Prohibición de adorar a Dios, solo al faraón.

Moisés es un mediador entre Dios y el pueblo, Dios actúa.

Moisés actúa con la ayuda de Dios para liberar al pueblo.

Trabajos forzados y asesinatos de varones israelitas.

Moisés, criado como egipcio, ve la opresión a su pueblo, y Dios lo elige para liberarlo.

Dios actúa en la historia a través de la libertad humana, guiándola con su palabra.

La palabra de Dios es un medio para actuar sobre la libertad humana, es decir, se dirige a los hombres.

La palabra de Dios puede parecer débil porque se dirige a personas imperfectas y con limitaciones.

Los profetas son mensajeros de la palabra de Dios, escogidos para hablar en nombre de Dios.

Los profetas suelen ser percibidos como fracasados, ya que no siempre se cumplen sus predicciones.

La palabra profética interactúa con la historia, influenciándola y siendo influenciada por ella.

Dios toma a los profetas, interrumpiendo sus vidas, para que su mensaje llegue a la humanidad.

Los profetas deben usar su lenguaje para transmitir el mensaje divino de la manera más eficaz.

Yahvéh es el nombre que Dios se da a sí mismo en el Éxodo, revelando su identidad y su plan de salvación.

En el mundo semita, conocer el nombre de algo era fundamental para comprender su naturaleza, poder y propósito. El nombre de Dios revela su forma de actuar y su voluntad.

La alianza entre Dios y el pueblo de Israel se establece en el desierto después de la liberación de Egipto. Incluye juramento, ley y sacrificio para sellar la promesa.

En la alianza, Dios promete estar siempre presente para su pueblo a cambio de su fidelidad.

Los Diez Mandamientos son la ley que el pueblo debe seguir para cumplir con su parte de la alianza y vivir en santidad.

El sacrificio de un cordero simboliza la entrega y la fidelidad del pueblo a Dios, y prefigura el sacrificio de Jesús en el Nuevo Testamento.

Dios se comunica con la humanidad a través de la palabra, buscando crear y guiar la historia.

San Agustín afirma que la comunicación de Dios a través de la palabra es una búsqueda, una forma de acercarse al ser humano.

Es un impulso a ser más respetuosos con nosotros mismos, nos ayuda a valorar lo que somos y a crecer en nuestras virtudes.

Es fundamental para la fe cristiana, ya que nos permite crecer en virtudes y alcanzar nuestro potencial.

Un hombre herido es ignorado por personas de su mismo grupo, pero un samaritano, de diferente religión, lo ayuda. Enseña a romper barreras y a mostrar caridad sin importar las diferencias.

No solo consiste en reconocer al otro como alguien que necesita ayuda, sino en tomar la iniciativa de sanar sus heridas, como el buen samaritano.

Es intrínseca a cada persona, independientemente de su origen o creencias. Reconocerla es esencial para practicar la caridad.

Hacer posible el logro de nuestros anhelos personales, a través del esfuerzo y la lucha, pero con la ayuda de Dios.

Dios nos invita a ser mejores, a crecer en virtudes y a alcanzar nuestro potencial. Nos enseña a conocer nuestras motivaciones.

Lograr nuestros deseos a través de la caridad implica esfuerzo, lucha y perseverancia. Es un proceso constante.