Sustancias Psicoactivas y Adolescentes

• El objetivo es presentar el concepto de droga o sustancia psicoactiva y su clasificación basada en sus efectos en el cuerpo.
• La Organización Mundial de la Salud (OMS) define las drogas o sustancias psicoactivas como cualquier sustancia, natural, semisintética o sintética, que altera alguna función del Sistema Nervioso Central (SNC), sin importar cómo se consuma.
• Las drogas se clasifican en cuatro grandes familias según sus efectos: depresores, estimulantes, alucinógenos y fármacos de uso médico.

Clasificación de Las Drogas

• Depresores
• Alucinogenos
• Fármacos de uso médico
• Estimulantes

Depresores

• Los depresores suprimen, inhiben o reducen aspectos de la actividad del SNC.
• Los síntomas de intoxicación incluyen confusión, habla distorsionada, mareos, sequedad en la boca, problemas motrices y de memoria.
• La respiración puede volverse lenta o detenerse por completo.
• Las principales sustancias depresoras del SNC son medicamentos sedantes y opiáceos.
• Algunos ejemplos son el alcohol, el cannabis, los analgésicos, las benzodiacepinas, los opiáceos y sus análogos sintéticos como el fentanilo.

Estimulantes

• Los estimulantes activan, potencian o incrementan la actividad del SNC.
• Los síntomas de intoxicación incluyen aumento de la frecuencia cardíaca, la temperatura corporal y la presión arterial.
• Generan una sensación de energía, un estado de alerta y de locuacidad, así como sudoración excesiva, escalofríos, náuseas y vómito.
• Algunos ejemplos son la cafeína, la nicotina, la cocaína y la metanfetamina.

Alucinógenos

• Los alucinógenos inducen alteraciones de la percepción y del pensamiento, produciendo alteraciones leves en la memoria y la orientación.
• Los síntomas de intoxicación incluyen euforia o cambios variados del estado de ánimo, ilusiones visuales y alteración de la percepción.
• Causan dilatación de las pupilas, elevación de la presión arterial, taquicardia, temblor y reflejos exaltados.
• Algunos ejemplos son la dietilamida del ácido lisérgico (LSD), la psilocibina, la mescalina y el peyote.

Fármacos de uso médico

• Afectan directamente al SNC y se emplean en el tratamiento de trastornos mentales.
• Estas sustancias deben usarse únicamente bajo indicación terapéutica mediante una receta médica.
• Algunas pueden generar dependencia o adicción porque alteran la composición del SNC.
• Algunos ejemplos son ansiolíticos sedantes (clonazepam, diazepam), antidepresivos (amitriptilina, fluoxetina) y antipsicóticos (risperidona, haloperidol).

Adicción al consumo de sustancias

• La adicción o dependencia es el conjunto de daños físicos y psicológicos provocada por el abuso en el consumo de sustancias psicoactivas o drogas.
• La adicción al consumo se caracteriza por la tolerancia (necesidad de una dosis más alta para obtener los mismos efectos) y el síndrome de abstinencia (síntomas físicos y psicológicos negativos al reducir o suspender el consumo).
• La adicción se caracteriza por la pérdida del control en el consumo habitual de la sustancia, la búsqueda por consumirla a toda costa y obtenerla por cualquier medio, lo que ocasiona problemas individuales, familiares, sociales, legales y comunitarias.

La adolescencia y su relación con las sustancias

• La adolescencia se caracteriza por la búsqueda de nuevas experiencias y una carga de deseos y aspiraciones.
• Esta etapa de cambios en el estado de ánimo puede conducir al inicio del consumo de drogas, el riesgo de adicciones y daño permanente a la salud, ya que el Sistema Nervioso Central aún se encuentra en desarrollo.
• En la adolescencia, la capacidad de elegir y evaluar situaciones de riesgo, así como regular las emociones y los deseos, aún está en proceso de maduración.
• El deseo de probar cosas nuevas y la necesidad de encajar socialmente pueden acercar a los adolescentes al consumo de sustancias ilícitas.
• La adolescencia es un periodo crucial para la consolidación de habilidades sociales y emocionales.

Recomendaciones para adolescentes

• Es importante que las personas adultas cercanas orienten sin juzgar a los adolescentes para que aprendan a autorregularse, medir riesgos y prever consecuencias.
• Es importante fomentar la curiosidad de manera saludable y evitar actividades que pongan en riesgo la integridad y bienestar.
• Es fundamental promover un estilo de vida saludable para mantener una buena salud física y mental.
• Un estilo de vida saludable incluye ejercicio frecuente, sueño de buena calidad, alimentación nutritiva, un entorno social positivo y el adecuado manejo del estrés.
• Incorporar este tipo de actividades estimula el desarrollo de habilidades sociales y brinda espacios de contención, esparcimiento, autoconocimiento, autocuidado y conexión con la comunidad.
• La práctica continua de actividades físicas ayuda a regular la energía, mejorar la capacidad de planeación, promover el cumplimiento de metas e incrementar la tolerancia a la frustración.
• Las actividades culturales y artísticas incentivan la expresión personal, ayudan a conocer el cuerpo propio y fomentan la autorregulación de las emociones.
• La convivencia entre adolescentes en entornos saludables y supervisados les ayuda a desarrollar empatía, comunicar sus necesidades, dar y recibir apoyo, mejorar la autoestima y aumentar la sensación de pertenencia.