Revolución Industrial y sus Causas

Fue un período histórico que comenzó en Gran Bretaña a finales del siglo XVIII y se extendió por Europa, Estados Unidos y Japón durante el siglo XIX. Transformó la economía, la sociedad y la tecnología.

Marcó el paso de una economía basada en la agricultura a una dominada por la industria, impulsando el crecimiento económico y alterando la producción.

Se sustituyó la sociedad estamental, basada en la herencia, por una basada en clases sociales, donde la riqueza y el trabajo determinaban la posición.

Fue una etapa de la Revolución Industrial (desde el último tercio del siglo XVIII hasta 1870) que se caracterizó por el uso del carbón como fuente de energía y la expansión de industrias como la textil y la siderúrgica.

Fue una etapa de la Revolución Industrial que se extendió desde 1870 hasta mediados del siglo XX. Se caracterizó por el uso de la electricidad y el petróleo como nuevas fuentes de energía y la aparición de nuevas industrias.

Las transformaciones agrícolas que ocurrieron en Gran Bretaña antes de la Revolución Industrial, las cuales aumentaron la productividad y liberaron mano de obra para las fábricas.

Gran Bretaña fue el primer país en experimentar la Revolución Industrial debido a factores como una clase empresarial emprendedora, avances agrícolas, comercio exterior y la disponibilidad de capital para la inversión.

El sistema de rotación Norfolk es un método agrícola que implica rotar diferentes cultivos en un campo sin dejarlo en barbecho, lo que aumenta la productividad de la tierra.

Las Enclosure Acts fueron una serie de leyes que permitieron a los terratenientes cercar las tierras comunales, transformándolas en propiedades privadas y aumentando el tamaño de las granjas.

La máquina de vapor revolucionó la industria, permitiendo la producción a gran escala y reemplazando la energía humana y animal, reduciendo los costos y aumentando la eficiencia.

El crecimiento demográfico durante la Revolución Industrial impulsó la demanda de bienes y servicios, lo que estimuló la producción y generó una mayor disponibilidad de mano de obra para la industria.

El hierro y el carbón mineral fueron recursos clave para la Revolución Industrial, utilizados para construir máquinas, generar energía y crear herramientas, impulsando la producción industrial.

La abundancia de recursos naturales, el crecimiento demográfico y las innovaciones tecnológicas fueron factores clave que impulsaron la Revolución Industrial.

Las innovaciones tecnológicas de la Revolución Industrial lograron disminuir los tiempos de producción, aumentar la eficiencia y abaratar los costos de producción, haciendo los bienes más accesibles.

El despegue industrial en la segunda mitad del siglo XIX en España se caracterizó por la consolidación de dos grandes áreas industriales: el País Vasco y Cataluña. Este fue impulsado por la llegada de capital extranjero, el crecimiento de la minería y la siderúrgica, y la construcción de ferrocarriles.

La electricidad, con su capacidad de ser limpia, potente, fácil de transportar y adaptable a múltiples usos, revolucionó la industria. Reemplazó a la máquina de vapor en diversos campos e impulsó la expansión de las fábricas y las redes de comunicación con la aparición del teléfono, el telégrafo y la radio.

Esta nueva fuente de energía desplazó al carbón como principal motor de la industria, aunque su uso persistió. El petróleo, con su capacidad para generar combustible para motores de combustión interna, impulsó el desarrollo del automóvil y otros medios de transporte.

En España, el despegue industrial se dio entre 1830 y 1880, superando las barreras institucionales del Antiguo Régimen. La industria algodonera catalana, los altos hornos siderúrgicos de Andalucía y la industria del hierro asturiana fueron ejemplos de este desarrollo inicial.

El sistema de fábrica, caracterizado por un gran número de trabajadores que realizan tareas especializadas en la producción en serie utilizando maquinaria eficiente.

La aplicación de la máquina de vapor a la industria, que permitió un aumento significativo de la producción y eficiencia.

El empresario aporta los medios de producción, capital, mientras que el obrero vende su fuerza de trabajo a cambio de un salario.

La industria textil algodonera jugó un papel crucial en la industrialización británica debido al aumento de la demanda y la disponibilidad del algodón.

Inventado por John Kay en 1733, esta herramienta permitió tejer piezas más grandes en menos tiempo, aumentando la demanda de hilo.

Creada por James Hargreaves en 1764, la Spinning Jenny multiplicó la capacidad de hilado, mejorando el proceso de producción de hilo.

La Water Frame de Richard Arkwright (1769), impulsada por energía hidráulica, y la Mule-Jenny de Samuel Crompton (1779) mejoraron el proceso de hilado.

El telar mecánico, patentado por Cartwright en 1785, representó un salto cualitativo en el proceso de tejido.

El carbón mineral reemplazó al carbón vegetal como fuente de energía principal durante la Revolución Industrial. Impulsó el desarrollo de máquinas de vapor.

Las condiciones de trabajo en las minas de carbón eran muy duras, especialmente para los niños, quienes a menudo trabajaban en las zonas más profundas.

El periodo de tiempo entre 1815 y la segunda mitad del siglo XIX, cuando la industrialización se extendió a varios países de Europa.

Conjunto de estados pequeños e independientes que existían en Alemania a principios del siglo XIX.

La unificación de los estados independientes de Alemania en 1834, creando un mercado común sin aranceles internos.

El proceso de industrialización que experimentan los países que ingresan a la industrialización más tarde que los países pioneros.

El desarrollo de la industria en países como Italia, España, Portugal, Austria-Hungría y Rusia, a finales del siglo XIX y principios del XX.

El sector económico que se dedicaba a la producción agrícola.

El desarrollo económico e industrial que experimentó Bélgica a partir de su independencia.

La industria que se dedicaba a la producción de textiles, especialmente en las ciudades de Gante y Flandes.

La industria que se dedicaba a la producción de hierro y acero, especialmente en la ciudad de Lieja.