Psicología del Deporte

La actividad física es cualquier movimiento corporal que requiere esfuerzo muscular y que consume calorías. Incluye actividades como caminar, correr, nadar, bailar y hacer ejercicio.

El deporte es una forma estructurada de actividad física que implica reglas, competencias y un objetivo específico, como ganar un partido o establecer un récord.

La motivación intrínseca es la satisfacción personal e interna que se deriva de la realización de una actividad. Puede ser motivado por el placer, el desafío o el deseo de crecimiento.

La motivación extrínseca es la motivación que proviene de factores externos, como recompensas, presión social o reconocimiento.

Las presiones psicológicas en el deporte pueden incluir la ansiedad por el rendimiento, la competencia, la presión de los entrenadores o la expectativas de los fans.

La motivación intrínseca se refiere a la satisfacción interna que obtenemos al realizar una actividad física. Es el placer que sentimos al ejecutar un deporte o ejercicio, sin necesidad de recompensas externas.

La motivación extrínseca se basa en recompensas externas para impulsar la actividad física. Por ejemplo, ganar dinero, reconocimiento o premios.

Cuando la motivación extrínseca disminuye o desaparece, puede conllevar a un abandono del deporte. Esto es, la motivación interna es clave para la persistencia en las actividades físicas.

Las adicciones son comportamientos aprendidos que se mantienen por procesos similares a otros hábitos. La motivación es crucial en el desarrollo y mantenimiento de las adicciones.

La motivación intrínseca y extrínseca juegan un papel importante en el inicio, mantenimiento y consolidación de las adicciones.

Las adicciones se caracterizan por una pérdida del control voluntario de la conducta y la realización compulsiva de comportamientos relacionados con el objeto o situación de adicción.

Las adicciones afectan profundamente las motivaciones de la persona. La búsqueda de la satisfacción de la adicción desplaza otros aspectos importantes de la vida, como las relaciones, intereses y bienestar.

Aunque las adicciones pueden parecer diferentes en su expresión (drogas, juego, compras), comparten un patrón conductual similar: una búsqueda compulsiva con pérdida de control.

El cerebro de un adicto responde a la adicción activando los mismos circuitos de recompensa que las motivaciones más básicas como la supervivencia. Esto explica la intensidad del deseo por la satisfacción de la adicción.

La adicción altera la jerarquía motivacional, dando prioridad a la satisfacción de la misma. Esto lleva a que otros valores, metas y relaciones queden en un segundo plano.

Comportamiento asociado al consumo de sustancias adictivas. Se caracteriza por un consumo descontrolado y persistente, a pesar de las consecuencias negativas. Puede ser causado por factores sociales, ambientales y psicológicos.

Fase inicial de la adicción, donde el consumo es esporádico y controlado. Las consecuencias negativas aún no se han desarrollado.

Fase en la que el consumo se vuelve más frecuente y el abuso de la sustancia se intensifica. Las consecuencias negativas comienzan a manifestarse.

Fase final de la adicción, donde la dependencia se ha establecido y el consumo se ha generalizado. Las consecuencias negativas son significativas y la persona experimenta dificultades para dejar de consumir.

Fase de cambio o de postreadicción, caracterizada por la recuperación y la eliminación de la conducta adictiva. Se busca la recuperación y el control de la vida.