Psicología de la conducta delictiva

La elección racional es un modelo que analiza la toma de decisiones del delincuente en función de los beneficios y riesgos que percibe. Se centra en el análisis del delincuente motivado y cómo las condiciones externas influencian su decisión de cometer el delito.

Los precipitadores situacionales son eventos o influencias que ocurren antes de la comisión del delito, y que pueden influir en la decisión del delincuente.

Los precipitadores situacionales no se centran en las posibles consecuencias posteriores a la comisión del delito, como la elección racional. Se enfocan en los eventos previos, como la mala atención en un bar, un trato injusto, o un estado de ebriedad.

Los precipitadores situacionales pueden proporcionar o intensificar la motivación de una persona para delinquir. La elección racional asume que la motivación ya existe.

Los precipitadores situacionales ayudan a comprender el proceso de comisión del delito al complementar el modelo de elección racional. Ambos enfoque se complementan, ya que la elección racional se centra en la decisión de cometer el delito mientras que los precipitadores se enfocan en los eventos que conducen al delito.

El hombre en el bar, por ejemplo, experimenta una serie de precipitadores: mal servicio, ambiente ruidoso y calorexcesivo. Estos eventos pueden haber contribuido a su decisión de cometer un delito, ya sea por frustración o por alcohol.

El patrón de que la mayoría de los delitos ocurren cerca del hogar del delincuente.

La distancia que recorre un delincuente para cometer un delito varía dependiendo del tipo de delito.

Las personas tienen diferentes patrones de desplazamiento para cometer delitos.

El estudio de los desplazamientos de los delincuentes para cometer delitos

Representa el área donde un delincuente busca objetivos o víctimas, con mayor intensidad cerca del hogar y disminuyendo a medida que se alejan del mismo.

Una pequeña área alrededor del hogar donde un delincuente es menos probable que cometa un delito, debido al riesgo de ser reconocido.

El conocimiento del delincuente de las áreas que visita habitualmente, incluyendo rutas y lugares.

El conjunto de lugares que una persona visita con frecuencia, incluyendo su hogar, trabajo, escuela, etc.

El condicionamiento operante es un proceso de aprendizaje donde las respuestas se fortalecen o debilitan a través de recompensas o castigos. Los precipitadores situacionales pueden actuar como señales ambientales que desencadenan respuestas aprendidas, incluso sin la necesidad de una decisión consciente.

Las presiones sociales pueden influir en individuos para que se involucren en conductas delictivas. La presión de grupo, la necesidad de aceptación y el deseo de evitar la vergüenza pueden ser factores clave en la toma de decisiones.

La teoría social cognitiva de Bandura describe cómo los factores situacionales pueden afectar las barreras morales de los individuos. Por ejemplo, un ambiente que trivializa o normaliza la violencia puede debilitar la resistencia a cometer actos violentos.

Su teoría argumenta que los factores estresantes ambientales, como el clima extremo o el hacinamiento, pueden aumentar la probabilidad de una respuesta delictiva. Estos factores pueden generar tensión y frustración que algunos individuos descargan a través de la violencia.

Estos precipitadores son factores externos que pueden contribuir a la comisión de actos delictivos. Wortley propone una tipología de precipitadores que abarca desde el ambiente físico hasta la influencia social.

La investigación de Wortley sobre precipitadores situacionales complementa el estudio de la elección racional al considerar los factores ambientales que pueden aumentar la probabilidad de un comportamiento delictivo. Su trabajo destaca que las decisiones no siempre se toman de manera racional o consciente, sino que el contexto y los factores estresantes pueden jugar un papel importante.

Son lugares donde se concentran personas por motivos no relacionados con el crimen, pero donde pueden ocurrir delitos.

Son zonas conocidas por ofrecer oportunidades para cometer delitos, a las que los delincuentes se dirigen con esa intención.

Son áreas donde la frecuencia de delitos es significativamente mayor que en zonas adyacentes.

La ubicación de estos lugares influye en la formación de hot spots.

La ubicación de estos lugares influye en la formación de hot spots.

La ubicación de estos lugares influye en la formación de hot spots.

Son lugares que no presentan un riesgo o una atracción especial para el delito.

La mayoría de los lugares son una combinación de generadores, atractores y neutrales.

La teoría de las oportunidades sugiere que el delito se produce cuando se dan las condiciones adecuadas, es decir, cuando hay una oportunidad para cometerlo.

La prevención del delito mediante la reducción de oportunidades se centra en eliminar o minimizar las posibilidades para cometer delitos.

Las estrategias de reducción de oportunidades son un conjunto de medidas para minimizar las posibilidades de que se cometan delitos.

El bloqueo de las oportunidades de delincuencia se centra en eliminar o reducir las oportunidades de cometer un delito.

La reducción de oportunidades se centra en cambiar el entorno físico o social para reducir las posibilidades de delincuencia.

El control del delito mediante la reducción de oportunidades implica acciones para eliminar o reducir las oportunidades de que se produzcan delitos.

La reducción de oportunidades busca minimizar las posibilidades de que se produzcan delitos, independientemente de la motivación del delincuente.

El objetivo de bloquear las oportunidades de delincuencia es evitar que los delincuentes tengan la posibilidad de cometer delitos.

La teoría de las ventanas rotas sugiere que la presencia de desorden físico y social en un entorno aumenta la percepción de inseguridad, incluso si no hay evidencia de delitos graves.

Se consideran como indicadores de desorden, tanto físico como social, que aumentan la percepción de inseguridad al transmitir un entorno amenazante.

Es una relación directa entre la presencia de incivilidade y la percepción de riesgo, que lleva a un aumento del miedo al delito.

El estudio sugiere que el desorden es un factor más importante que los delitos graves a la hora de generar miedo en las personas.

Se refiere a la necesidad de mantener y cuidar los espacios públicos para reducir la percepción de desorden e inseguridad.

La reducción del desorden social necesita abordarse con cuidado, pues puede afectar a los derechos de las personas.

Las intervenciones para reducir el desorden físico, como limpiar y cuidar los espacios públicos, no presentan los mismos problemas éticos que las intervenciones sociales.

Se debe invertir en mantener ciudades limpias y cuidadas para mejorar la seguridad y el bienestar de los ciudadanos, especialmente en áreas necesitadas.