Presentación sobre la Depresión

Un trastorno del estado de ánimo que se caracteriza por episodios de manía o hipomanía y depresión.

Depresión que se acompaña de síntomas psicóticos, como delirios o alucinaciones.

Condiciones médicas o mentales que coexisten junto a la depresión.

Síntomas de un estado de ánimo extremadamente elevado o irritable, aumento de la actividad, fuga de ideas, menor necesidad de sueño, grandiosidad, distractibilidad y comportamiento temerario.

Necesidad de evaluar si la depresión es causada por un problema médico, consumo de sustancias o algún otro factor.

Tratamiento que suele incluir antidepresivos y psicoterapia.

Medicamentos que ayudan a controlar los síntomas de la depresión psicótica.

Es importante considerar las características específicas de la persona, como la edad o el género, para adaptar el tratamiento de forma adecuada.

Los antidepresivos son un tratamiento efectivo para la depresión y la ansiedad. Ayudan a aliviar los síntomas y a tratar la condición subyacente.

Los antidepresivos NO son adictivos, pero pueden provocar síntomas de abstinencia, especialmente los de vida media corta.

Los antidepresivos normalmente se administran durante 9 meses a un año después de la mejora, pero pueden ser necesarios durante muchos años, especialmente después de varias recaídas.

Los antidepresivos pueden causar somnolencia al inicio del tratamiento, pero suelen mejorar las funciones cognitivas al mejorar la depresión.

Los antidepresivos no afectan la capacidad de una persona para tomar decisiones o juicios. La depresión es más probable que afecte el juicio.

Es importante informar a la persona sobre la demora en el inicio del efecto, los posibles efectos secundarios, la no adicción y la duración del tratamiento.

El proceso de educar a alguien sobre una condición médica o una enfermedad, en este caso, la depresión. Implica brindar información sobre los síntomas, el tratamiento y la gestión de la depresión.

Identificar y discutir con la persona los factores de su vida diaria que pueden estar exacerbando su depresión.

Asegurarse de que la persona cuenta con un sistema de apoyo de amigos, familiares o profesionales que puede ayudar a manejar la depresión.

Revisar periódicamente el progreso de la persona con la depresión, evaluar su estado de ánimo y ajustar el tratamiento según sea necesario.

Ayudar a una persona con depresión a identificar pensamientos negativos sobre sí misma, su vida y el futuro, y desafiarlos para que se vuelvan más realistas.

Animar a la persona con depresión a realizar actividades que antes le resultaban placenteras o interesantes para mejorar su ánimo y bienestar.

Asegurar un ciclo de sueño regular para la persona con depresión, incluyendo irse a dormir y despertarse a la misma hora todos los días.

Recomendar a la persona con depresión incorporar actividad física regular para mejorar su estado de ánimo y energía.

Los ISRS son la primera opción para personas con ideas, planes o actos de autolesión o suicidio. Es importante evaluar a estas personas con frecuencia (por ejemplo, una vez por semana) para controlar su estado mental.

La manía es un estado de ánimo elevado, irritabilidad y actividad excesiva. Es fundamental que los pacientes puedan reconocer las señales de manía, ya que esto puede ser un signo de problemas psiquiátricos.

Diferentes tipos de antidepresivos como ATC (amitriptilina), ISRS (fluoxetina) y otros.

La elección del antidepresivo debe considerar el patrón de síntomas del paciente, los posibles efectos secundarios del medicamento y la eficacia de los tratamientos previos. Es importante consultar con un especialista para determinar el mejor tratamiento.

Los antidepresivos pueden interactuar con otros medicamentos o condiciones médicas. Se debe tener precaución en pacientes con enfermedades cardíacas o cuando se combinan con otros medicamentos.

Los antidepresivos pueden ser efectivos para tratar la depresión y prevenir su recurrencia. El tratamiento con antidepresivos puede variar en duración, pero generalmente es a largo plazo.

Cuando se selecciona un antidepresivo, se debe考慮ar el patrón de síntomas del paciente, el perfil de efectos secundarios del medicamento y la eficacia de los tratamientos antidepresivos previos, si hubiere.

La fluoxetina es un antidepresivo que puede usarse para adolescentes mayores de 12 años. La dosis inicial es de 10 mg al día, que se puede aumentar a 20 mg después de 1-2 semanas. La dosis máxima es de 20 mg.

Si un adulto no responde a la fluoxetina en 6-12 semanas o responde parcialmente en 12 semanas, se debe aumentar gradualmente la dosis hasta un máximo de 60 mg.

Las personas mayores o con enfermedades médicas deben iniciar el tratamiento con 10 mg al día o 20 mg en días alternos. La dosis se puede aumentar a 20 mg después de 1-2 semanas si es tolerada.

Los antidepresivos tricíclicos (ATC) son un tipo de antidepresivos que pueden causar efectos secundarios como boca seca, estreñimiento, dificultad para orinar, visión borrosa, sedación e hipotensión ortostática.

Los ATC pueden aumentar el riesgo de ciclar a manía en personas con trastorno bipolar, afectar la capacidad para realizar tareas que requieren destreza y reducir la efectividad en consumidores regulares de alcohol.

Los antidepresivos tricíclicos (ATC) usualmente funcionan en 4-6 semanas, con mejoras en los síntomas de sufrimiento y sueño en pocos días.

La amitriptilina es un medicamento eficaz para la depresión en adultos, se inicia la dosis con 50mg al dormir y se aumenta gradualmente hasta alcanzar 100-150mg en 4-6 semanas, si no hay respuesta, se puede aumentar hasta 200 mg en dosis separadas.

Para adolescentes y niños, no se recomienda la amitriptilina. Se recomienda considerar tratamientos no médicos y consultar a un especialista.

En personas mayores, se recomienda iniciar con 25mg al dormir y aumentar gradualmente hasta 50-75mg en 4-6 semanas. Se debe tener precaución con la hipotensión ortostática (una caída de la presión arterial al ponerse de pie).

La amitriptilina se puede utilizar para el tratamiento de la depresión en personas mayores de 12 años, pero no es la primera línea de tratamiento. Se considera solo si otros tratamientos fallan, y se recomienda usar solo fluoxetina.

Los antidepresivos tricíclicos (ATC) como la amitriptilina no son la primera opción en personas mayores. Se recomienda usar ISRS (inhibidores selectivos de la recaptación de serotonina) y hacer un seguimiento cuidadoso de los efectos secundarios.

Se debe tener precaución en personas con enfermedad cardiovascular, ya que los ATC pueden aumentar el riesgo de problemas cardíacos. Los ISRS son la primera opción para este grupo y la presión arterial debe ser monitoreada cuidadosamente.

La amitriptilina puede interactuar con otros medicamentos, por lo que se debe tener cuidado con las posibles interacciones.

En personas mayores, se recomienda esperar más tiempo para observar la respuesta al tratamiento con amitriptilina, al menos 6-12 semanas antes de considerar que la medicación no es efectiva, y 12 semanas si la respuesta es parcial.