Paleolítico en la Península Ibérica

El período más antiguo de la prehistoria humana en la Península Ibérica, que se extiende desde hace 1,2 millones de años hasta hace 10.000 años. Se caracteriza por la llegada de los primeros homínidos, la caza y la recolección y el desarrollo de herramientas de piedra.

El período del Paleolítico que se caracteriza por la llegada de los primeros homínidos, como el Homo erectus y el Homo heidelbergensis.

El período del Paleolítico que se caracteriza por la presencia de los neandertales, quienes dominaron la región durante miles de años.

El período final del Paleolítico, marcado por la llegada de los primeros Homo sapiens a la Península Ibérica, el desarrollo de herramientas más sofisticadas y el arte rupestre.

Arte que se realiza en las paredes de las cuevas, como las pinturas de Altamira en Cantabria.

El período que sigue al Paleolítico, marcado por la adaptación a los cambios climáticos y el desarrollo de culturas de cazadores-recolectores.

Cultura que utiliza herramientas de piedra muy pequeñas y que prosperó en el Epipaleolítico y el Mesolítico.

El período en la prehistoria marcado por el desarrollo de la agricultura y la ganadería, que condujo a un estilo de vida más sedentario.

Son imágenes realizadas en las paredes de las cuevas, principalmente en la zona norte de la Península Ibérica.

Teoría que plantea que las pinturas rupestres tenían una función mágica para dominar al mundo animal.

Se caracteriza por el uso de pigmentos minerales como hematita y carbón vegetal.

El estilo de las pinturas rupestres paleolíticas suele integrar la superficie natural de la roca para dar volumen a las figuras.

Las pinturas pueden haber servido como parte de rituales chamánicos, donde los animales representan espíritus o fuerzas de la naturaleza.

Algunos expertos sugieren que las pinturas rupestres podían haber sido utilizadas en rituales de caza para asegurar el éxito.

Un estilo posterior en el arte rupestre que se caracteriza por figuras humanas estilizadas y escenas de caza.

Es la hipótesis más aceptada sobre las pinturas rupestres paleolíticas

La técnica de soplar pigmento alrededor de la mano para crear una imagen negativa.

Cueva declarada Patrimonio de la Humanidad por la UNESCO en 1985 por su valioso arte rupestre.

Período de la Prehistoria en la Península Ibérica que abarca desde el 5,000 hasta el 3,000 a.C., caracterizado por la introducción de la agricultura, la domesticación de animales y la construcción de poblaciones permanentes.

Asentamiento neolítico en Valencia, con evidencias de prácticas neolíticas, como la agricultura y la cerámica.

Tipo de cerámica característico del Neolítico ibérico, con decoraciones hechas con conchas marinas.

Etapa de la Prehistoria caracterizada por el uso de metales para la elaboración de herramientas y armas. Se divide en Edad del Cobre, Edad del Bronce y Edad del Hierro.

Período de la Edad de los Metales que se caracteriza por el uso del cobre para la elaboración de herramientas y objetos.

Asentamiento en Almería conocido por sus fortificaciones y tumbas colectivas, que indican una organización social compleja.

Cultura que se desarrolla durante el Calcolítico, caracterizada por una cerámica distintiva en forma de campana.

Período de la Edad de los Metales que se caracteriza por el uso del bronce, una aleación de cobre y estaño.

Cultura del Bronce en el sureste de la Península Ibérica, conocida por su organización social avanzada y el uso de tumbas individuales.

Etapa de la Edad de los Metales que se caracteriza por la llegada y utilización del hierro, además de la influencia de pueblos externos como fenicios, griegos y cartagineses.

Cultura del suroeste de la Península Ibérica considerada la primera civilización de la región, durante la Edad del Hierro.

Expresión artística y simbólica encontrada en cuevas, como Altamira, datando del Paleolítico Superior, con representaciones de animales, figuras geométricas y símbolos abstractos.

Cueva en Cantabria, con pinturas de animales, figuras geométricas y símbolos abstractos del Paleolítico Superior.

Cueva en Asturias, con pinturas de animales, figuras humanas y geométricas, mostrando un estilo esquemático con comprensión del movimiento animal.

Cueva en Cantabria, con pinturas de caballos, bisontes, ciervos y signos geométricos, rica en motivos abstractos.