Notas de Estudio sobre Derecho Romano

En el derecho romano, la capacidad de obrar se refiere a la aptitud para poder realizar actos jurídicos, como celebrar contratos o realizar transacciones legales.

Res mancipi era la categoría de bienes considerados por el derecho romano como más importantes, por tener un mayor valor económico o social, como los esclavos, el ganado mayor y los fundos.

La mancipatio era un modo solemne de adquirir la propiedad de las res mancipi. Consistía en una ceremonia formal que se realizaba en presencia de cinco testigos y un libripens, un oficial que sostenía una balanza.

El in iure cessio era un modo solemne de adquisición de la propiedad que se basaba en una declaración judicial. Consistió en un proceso formal ante un magistrado en el que el comprador demandaba al vendedor la cosa.

La evicción es la responsabilidad del vendedor en caso de que el comprador sea vencido por un tercero en una acción reivindicatoria, es decir, que el comprador pierde la cosa comprada porque alguien demuestra ser su verdadero dueño.

La sociedad, en derecho romano, era un contrato por el cual dos o más personas se unían para aportar bienes o trabajo en común con el fin de obtener lucro y repartirlo entre ellas.

La representación, en derecho romano, consistia en que una persona, el representante, actuaba en nombre y por cuenta de otra, el representado, realizando actos jurídicos que surtían efecto para el representado.

La actio mandati es la acción que tenia el mandante (la persona que encargó el mandato) para reclamar al mandatario (la persona que realizó el encargo) el cumplimiento del mandato.

El usufructo es un derecho real que permite al usufructuario usar y disfrutar de un bien ajeno, pero sin poder disponer de él o alterarlo sustancialmente, con la obligación de devolverlo al dueño al final del usufructo.

La capitis deminutio media era la condición de pérdida de la ciudadanía romana, esto implicaba la pérdida de algunos derechos políticos y civiles.

La especificación es un modo de adquirir la propiedad por la creación de una cosa nueva a partir de una materia prima ajena. Esto ocurre cuando la cosa nueva es tan diferente de la materia prima original que no puede reconocerse como la misma.

Los herederos necesarios son las personas que, por ley romana, tenían derecho a heredar el patrimonio de un fallecido sin necesidad de estar nombrados en el testamento. Principalmente, los descendientes.

El botín de guerra consiste en los bienes capturados al enemigo durante una guerra. Estos bienes pasan a ser propiedad del vencedor por ocupación, un modo de adquirir la propiedad.

Las fundaciones eran un conjunto de bienes o patrimonio destinados a un fin concreto, como la construcción de un templo, la creación de un hospital o la ayuda a los pobres.

El tesoro, en derecho romano, era un objeto de gran valor que se encontraba enterrado o oculto. Si el tesoro se encontraba en un fundo, la mitad pertenecía al dueño del fundo y la otra mitad al que lo encontró.

El término suspensivo es una condición que debe cumplirse para que una obligación se cumpla o un contrato se perfeccione. Si no se cumple la condición, la obligación no surge o el contrato no se perfecciona.

La usucapión era un modo de adquirir la propiedad mediante la posesión continuada de un bien durante un cierto plazo de tiempo. Es decir, poseer un bien como si fuera tuyo, durante el plazo establecido por la Ley, y así convertirte en propietario.

El principado fue un sistema politico instaurado por Augusto, emperador Romano, que significó la transición de la República Romana al Imperio. Se caracterizó por la concentración del Poder en un único gobernante.

Los ciudadanos particulares, seleccionados al azar o por sorteo, eran los encargados de actuar como jueces en los procesos per formulas, durante la época de la República romana.

La traditio simbólica es una forma de entrega de la posesión de un bien mediante la entrega de algo que representa la cosa, como una llave o una escritura. Este tipo de entrega era válido para algunos tipos de bienes, especialmente cuando la entrega real era demasiado compleja o difícil.

El metus, o intimidación, era un delito de derecho pretorio que consistía en obtener una ventaja o beneficio mediante la amenaza de un mal inminente. Es decir, obligar a alguien a hacer algo contra su voluntad, mediante el miedo.

El contenido del derecho de propiedad lo constituyen las facultades de uti, frui, habere y possidere, que resumen los poderes del propietario sobre su bien. Uti significa usar el bien, frui significa gozar de sus frutos, habere significa tenerlo y possidere significa poseerlo.

La interpretación jurisprudencial tuvo su origen en los comentarios que los juristas romanos elaboraban sobre las XII Tablas. Los jurisconsultos interpretaban las leyes antiguas, adaptándolas a las nuevas situaciones y necesidades de la sociedad.

El mutuo era un préstamo de consumo que consiste en el préstamo de una determinada cantidad de dinero u otra cosa fungible, con la obligación de devolver la misma cantidad de la misma clase en un tiempo determinado.

La stipulatio era un contrato formal y abstracto del derecho romano. Consistía en una promesa verbal por la que una persona, el prometente, se obligaba a realizar una determinada acción a favor de otra persona, el prometedor, quien exigía la promesa.

La exceptio, en el derecho romano, era una defensa jurídica que podía alegar el demandado para oponerse a la acción del demandante.

Los elementos esenciales del negocio jurídico son la voluntad, el objeto, la causa y la forma. La ausencia de cualquiera de ellos determina la nulidad del negocio jurídico.

La affectio maritalis es el elemento subjetivo del matrimonio romano, que consiste en la intención de los contrayentes de vivir juntos como marido y mujer y constituir una familia.

La época clásica del derecho romano se corresponde con la República Romana y el Principado, desde el siglo III a.C. hasta el siglo III d.C., caracterizada por el desarrollo y la codificación del derecho romano.

Los interdictos eran órdenes del pretor, magistrado romano encargado de proteger el orden público y los derechos de los ciudadanos.