Naturaleza y Sociedad: Tema 1

Study Notes

El derecho es un fenómeno cultural esencialmente humano y no un fenómeno natural.
A lo largo de la historia, el derecho ha variado según las distintas culturas y épocas, similar a cómo se desarrollan diversas lenguas y religiones.
El ser humano actúa en dos ámbitos: el de la naturaleza y el de la sociedad, regulado por normas creadas por ellos mismos.
A diferencia de otras criaturas, que actúan por instinto, los humanos establecen reglas para el desarrollo de la vida en comunidad.

En la naturaleza, los fenómenos están entrelazados por el principio de causalidad, donde las consecuencias siguen a las causas de manera necesaria y objetiva.
Ejemplo de causalidad: el agua se evapora al alcanzar 100 grados Celsius sin intervención humana.
El ámbito social, conocido como el deber ser, opera bajo un principio diferente, donde la voluntad humana interviene en las consecuencias de las acciones.

En el ámbito social, las consecuencias no son inmediatas ni objetivas; dependen de la legislación y la moral establecidas por el ser humano.
Ejemplo: Juan que mata a José no enfrenta una consecuencia natural (como un rayo), sino que la consecuencia (pena de cárcel) es impuesta por la voluntad humana a través de la ley.
Las consecuencias de las acciones pueden variar según las circunstancias, por ejemplo, matar en defensa propia puede ser considerado un acto digno.

La relación entre acciones y consecuencias es establecida por la voluntad humana y no necesaria.
En el ámbito social rige el principio de imputación, donde se vinculan conductas a consecuencias imposibles de determinar objetivamente solo por el acto en sí.
Este principio implica que las responsabilidades y penalizaciones son establecidas por la legislación y no son inherentes o naturales, permitiendo variaciones en diferentes contextos sociales.

El derecho es un fenómeno cultural esencialmente humano y no un fenómeno natural.
A lo largo de la historia, el derecho ha variado según las distintas culturas y épocas, similar a cómo se desarrollan diversas lenguas y religiones.
El ser humano actúa en dos ámbitos: el de la naturaleza y el de la sociedad, regulado por normas creadas por ellos mismos.
A diferencia de otras criaturas, que actúan por instinto, los humanos establecen reglas para el desarrollo de la vida en comunidad.

En la naturaleza, los fenómenos están entrelazados por el principio de causalidad, donde las consecuencias siguen a las causas de manera necesaria y objetiva.
Ejemplo de causalidad: el agua se evapora al alcanzar 100 grados Celsius sin intervención humana.
El ámbito social, conocido como el deber ser, opera bajo un principio diferente, donde la voluntad humana interviene en las consecuencias de las acciones.

En el ámbito social, las consecuencias no son inmediatas ni objetivas; dependen de la legislación y la moral establecidas por el ser humano.
Ejemplo: Juan que mata a José no enfrenta una consecuencia natural (como un rayo), sino que la consecuencia (pena de cárcel) es impuesta por la voluntad humana a través de la ley.
Las consecuencias de las acciones pueden variar según las circunstancias, por ejemplo, matar en defensa propia puede ser considerado un acto digno.

La relación entre acciones y consecuencias es establecida por la voluntad humana y no necesaria.
En el ámbito social rige el principio de imputación, donde se vinculan conductas a consecuencias imposibles de determinar objetivamente solo por el acto en sí.
Este principio implica que las responsabilidades y penalizaciones son establecidas por la legislación y no son inherentes o naturales, permitiendo variaciones en diferentes contextos sociales.