Literatura de Fin de Siglo: Generación del 98

La crisis de la conciencia burguesa y la reacción contra el materialismo y el positivismo del siglo XIX. Se desarrolló entre 1870 y 1915.

La pérdida de las colonias españolas en 1898, lo que generó una profunda crisis de identidad y una conciencia de la debilidad interior de España.

La falsa democracia del sistema político español, con dos partidos que se alternan en el poder sin un verdadero cambio social.

Un movimiento intelectual que buscaba una renovación y regeneración de las estructuras políticas, sociales y culturales de España.

El auge de corrientes filosóficas que desafiaban el racionalismo y el positivismo, como el nihilismo y el vitalismo.

La exaltación de la belleza como fin último de la literatura, influenciada por el parnasianismo.

Una poesía sensual y sensorial, con un uso abundante de adjetivos y lenguaje evocador.

Un estilo poético que utiliza recursos como la musicalidad rítmica, la abundancia de versos y la importancia de la forma.

Movimiento literario español que surge a finales del siglo XIX, caracterizado por su interés en la crisis de identidad española, la crítica social y cultural del país, y la búsqueda de soluciones para el futuro de España.

La preocupación por el sentido de la existencia, la religión y Dios, la filosofía de Nietzsche y la lucha entre la acción y la inacción.

Un tema central de la Generación del 98, que implica la crítica al atraso social y cultural de España, la necesidad de un cambio en el pensamiento y la educación de los españoles, y la representación de la España rural y empobrecida.

Un concepto que se refiere a la importancia de la vida cotidiana, la historia local y la tradición popular en la configuración de la identidad nacional y la cultura de un país.

El modernismo es una corriente vanguardista que fue influenciada por diferentes factores, como el Romanticismo.

El Modernismo se caracterizó por su búsqueda de nuevas formas de expresión poética, creando un estilo único y original.

El Modernismo se caracterizó por su búsqueda de nuevas formas de expresión poética, creando un estilo único y original.

El esperpento es un género literario creado por Valle-Inclán que deforma la realidad española para satirizar sus defectos y mostrar la tragedia de la nación.

Es una técnica literaria que exagera la realidad española de forma grotesca para criticar la clase alta y sus costumbres.

Es un personaje que representa la degradación del héroe clásico, siendo un poeta ciego que busca la verdad en la decadencia de España.

La obra presenta ambientes y personajes grotescos, mostrando la realidad española como un laberinto sin salida.

Valle-Inclán utiliza personajes como muñecos para enfatizar su falta de humanidad y criticar sus acciones.

Teatro escrito en verso con influencia del drama romántico y modernista, con una búsqueda de la belleza poética.

Teatro que se basa en el humor popular y escenas cotidianas, con final feliz para entretener al público.

Teatro que explora los defectos sociales, pero con un tono ligero y sin intentar provocar al público, enfocándose en el entretenimiento.

Teatro que busca la calidad artística y la comparación con las grandes obras europeas de la época.

El teatro de Miguel de Unamuno, caracterizado por la angustia existencial, la muerte y la exploración del ser humano.

El teatro antirrealista de Azorín, basado en la subjetividad y los problemas internos del ser humano.

El teatro de Valle-Inclán, caracterizado por su innovación y dividido en tres ciclos: mítico, de farsa y esperpéntico.

Ciclo del teatro de Valle-Inclán que se sitúa en la Galicia de su época y muestra pasiones violentas y brutales.

El estilo de escritura de Unamuno se caracteriza por frases cortas, párrafos breves y un lenguaje escueto y sencillo, con una tensión resultante de las ideas y emociones presentes en la obra.

Unamuno buscó explorar el mundo interior de los personajes, su ser y su devenir, más que la trama o la acción externa.

En la nivola de Unamuno, la peripecia se diluye y la atención se centra en la evolución del alma del personaje.

Azorín tiene una visión escéptica y contemplativa de la vida, con un enfoque híbrido entre narración, ensayo y poesía en prosa.

La Generación del 98 se caracterizó por una literatura de ideas, principalmente ensayos, que reflejaban preocupaciones existenciales, políticas y sociales sobre la situación de España.

Ramiro de Maeztu abogó por un humanismo católico y la defensa de la hispanidad, pasando del radicalismo regeneracionista de su juventud a posiciones más conservadoras.

Miguel de Unamuno, además de sus novelas, también escribió ensayos, explorando temas como la regeneración de España y la búsqueda del sentido de la vida.

El teatro social y realista seguía presente a principios del siglo XX, aunque comenzaban a surgir nuevas tendencias, como el teatro de conflicto amoroso.

La intrahistoria se refiere a la vida cotidiana y las experiencias de los españoles anónimos, en contraste con la historia oficial de reyes, batallas y personajes famosos. Es una forma de comprender la historia desde una perspectiva más humana y real.

La Generación del 98 buscaba un lenguaje sencillo, sobrio y preciso, alejándose del estilo recargado y académico del Realismo. Su objetivo era crear una prosa más directa y natural, sin excesivas ornamentaciones.

La poesía de la Generación del 98 se caracterizaba por la expresión de la subjetividad, la reflexión sobre la esencia de España, la angustia por la muerte y la búsqueda de la inmortalidad.

Antonio Machado fue un importante poeta de la Generación del 98. Su obra se centra en temas como el paso del tiempo, la muerte, el amor, el paisaje y la historia de España. Su estilo evolucionó a lo largo de su vida desde una etapa modernista a una más sobria y realista.

Miguel de Unamuno fue otro escritor clave de la Generación del 98. Su poesía se caracteriza por la reflexión metafísica, la búsqueda de significado en la vida y la expresión de la angustia existencial. Sus obras abordan temas como la esencia de España, la muerte y la inmortalidad.

La narrativa de la Generación del 98 se caracterizaba por la ruptura con la novela realista del siglo XIX. Sus autores exploraban la subjetividad, la crisis de los valores burgueses, el fracaso vital y la fragmentación de la estructura narrativa. Además, buscaban renovar el estilo de la prosa castellana, buscando la sencillez, la precisión y la belleza.

Pío Baroja fue uno de los novelistas más destacados de la Generación del 98. Su obra se caracteriza por el pesimismo filosófico, la visión negativa de la vida española y la representación de la fragilidad humana. Baroja concibe la novela como un género multiforme, abarcando temas diversos, desde la filosofía hasta la aventura.